An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del Gu?a Tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona Maria Abril Sellar?s     ADVERTIMENT. La consulta d?aquesta tesi queda condicionada a l?acceptaci? de les seg?ents condicions d'?s: La difusi? d?aquesta tesi per mitj? del servei TDX (www.tdx.cat) i a trav?s del Dip?sit Digital de la UB (diposit.ub.edu) ha estat autoritzada pels titulars dels drets de propietat intel?lectual ?nicament per a usos privats emmarcats en activitats d?investigaci? i doc?ncia. No s?autoritza la seva reproducci? amb finalitats de lucre ni la seva difusi? i posada a disposici? des d?un lloc ali? al servei TDX ni al Dip?sit Digital de la UB. No s?autoritza la presentaci? del seu contingut en una finestra o marc ali? a TDX o al Dip?sit Digital de la UB (framing). Aquesta reserva de drets afecta tant al resum de presentaci? de la tesi com als seus continguts. En la utilitzaci? o cita de parts de la tesi ?s obligat indicar el nom de la persona autora. ADVERTENCIA. La consulta de esta tesis queda condicionada a la aceptaci?n de las siguientes condiciones de uso: La difusi?n de esta tesis por medio del servicio TDR (www.tdx.cat) y a trav?s del Repositorio Digital de la UB (diposit.ub.edu) ha sido autorizada por los titulares de los derechos de propiedad intelectual ?nicamente para usos privados enmarcados en actividades de investigaci?n y docencia. No se autoriza su reproducci?n con finalidades de lucro ni su difusi?n y puesta a disposici?n desde un sitio ajeno al servicio TDR o al Repositorio Digital de la UB. No se autoriza la presentaci?n de su contenido en una ventana o marco ajeno a TDR o al Repositorio Digital de la UB (framing). Esta reserva de derechos afecta tanto al resumen de presentaci?n de la tesis como a sus contenidos. En la utilizaci?n o cita de partes de la tesis es obligado indicar el nombre de la persona autora. WARNING. On having consulted this thesis you?re accepting the following use conditions: Spreading this thesis by the TDX (www.tdx.cat) service and by the UB Digital Repository (diposit.ub.edu) has been authorized by the titular of the intellectual property rights only for private uses placed in investigation and teaching activities. Reproduction with lucrative aims is not authorized nor its spreading and availability from a site foreign to the TDX service or to the UB Digital Repository. Introducing its content in a window or frame foreign to the TDX service or to the UB Digital Repository is not authorized (framing). Those rights affect to the presentation summary of the thesis as well as to its contents. In the using or citation of parts of the thesis it?s obliged to indicate the name of the author. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del en el contexto de la Gu?a Tur?stico ciudad de Barcelona Maria Abril Sellar?s 29/09/2014 Tesis codirigida por: Director?Tutor: Dr. Joan Santacana Mestre Directora: Dra. Mar?a Victoria L?pez Benito Programa de Doctorado, adaptado al EEES. Did?ctica de las Ciencias Sociales y del Patrimonio. L?nea de investigaci?n: ?Did?ctica del patrimonio, museograf?a y archivos?. UNIVERSITAT DE BARCELONA Facultat d?Educaci? Departament de Did?ctica de les Ci?ncies Socials An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona Tesis para la obtenci?n del T?tulo de Doctora, realizada por: MARIA ABRIL SELLAR?S Dirigida por: Director-Tutor: Dr. Joan Santacana Mestre Directora: Dra. Mar?a Victoria L?pez Benito Programa de Doctorado Adaptado al Espacio Europeo de Educaci?n Superior (EEES) Did?ctica de las Ciencias Sociales y del Patrimonio (c?digo H0F02) L?nea de investigaci?n Did?ctica del patrimonio, museograf?a y archivos (c?digo 100670) Cursos de doctorado: Octubre de 2010 a Septiembre de 2014 Barcelona, septiembre de 2014 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [2] Maria Abril Sellar?s [3] A Pablo An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [4] Maria Abril Sellar?s [5] AGRADECIMIENTOS Son muchas las personas que, en distintos momentos, de diferentes formas y en diversas circunstancias, han participado y me han ayudado a avanzar y concluir con mi investigaci?n. Como bien dice una frase de la cultura popular ?es de bien nacido ser agradecido?, de modo que, a todos aquellos que de una u otra manera han formado parte de este trabajo vaya mi m?s profundo y sincero agradecimiento porque sin ellos es casi seguro que hoy no estar?a escribiendo estas l?neas. En primer lugar, quiero agradecer a mis directores de tesis, el Dr. Joan Santacana Mestre y la Dra. Mar?a Victoria L?pez Benito por haber cre?do en este proyecto. Gracias por el apoyo, por la confianza, por compartir conmigo conocimientos y experiencias, por la comprensi?n en per?odos dif?ciles y por no haber desfallecido en ning?n momento, sobre todo en los m?s complicados. Al Departament de Did?ctica de les Ci?ncies Socials, por haber acogido esta investigaci?n y por el apoyo prestado en momentos de presi?n y de estancamiento. A Pablo Fern?ndez, mi pareja, mi gran amor, mi compa?ero de viaje, mi gu?a, mi amigo y un ser humano excepcional. Gracias por el amor, la paciencia, los ?nimos en mi des?nimo, la fuerza y la positividad que siempre me ha mostrado as? como su fe en m?. Sin ?l nada de esto hubiera sido posible. A mis compa?eros de profesi?n docente, Justi Hidalgo, Arantxa Mart?nez, Myriam Castillo, Marc Massana Sonia Men?ndez y, Maria Josep Conde que se han interesado por el largo camino que ha supuesto esta investigaci?n, enriqueci?ndome con sus comentarios, con sus cr?ticas y ayud?ndome a poder compaginar mi labor docente con mi labor investigadora. A mis compa?eros de la profesi?n gu?as de turismo: Rosa G?mez y Somnia Bisbe, que me han apoyado y animado a seguir en este proyecto. Gracias por vuestras palabras, los ?nimos y los buenos momentos, respetando mis silencios, pero estando siempre presentes. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [6] Un especial reconocimiento a la Sra. Carmen Azpelicueta doctoranda de la Universitat de les Illes Balears, a la Dra. Maria S?nchez de la Universidade A Coru?a y a la Dra. Maria Jose Aguar de la Universitat Aut?noma de Barcelona, por su ayuda, sus opiniones, sus valoraciones que, aunque cr?ticas, siempre han sido positivas y me han permitido avanzar en este largo camino. Es de recibo dar tambi?n las gracias a todos los directores, gestores, responsables y t?cnicos de las instituciones muse?sticas de la ciudad de Barcelona que colaboraron en esta investigaci?n, atendi?ndome personalmente, dedic?ndome una parte de su tiempo y respondiendo al cuestionario: a la Sra. Marga Losantos responsable de las visitas en la Biblioteca nacional de Catalunya; al Sr. Valent? Farr?s, director de CaixaForum Centre Social i Cultural; a la Sra. Marta Gae, responsable de las visitas guiadas pedag?gicas de CatalunyaCaixa, Obra ? Social ? Casa Mil? ? La Pedrera ? Espai Gaud?: pis, golfes i terrats; a la Sra. Anna Sanahuja, directora de CosmoCaixa Barcelona; a Fra Valent?, responsable del Museu Etnogr?fic Andino Amaz?nic; a la Sra. Maria Sellar?s, coordinadora de los proyectos educativos y servicios pedag?gicos de la Fundaci? Antoni T?pies; a la Sra. Emma Gonz?lez, responsable del departamento pedag?gico del Museo Egipci de Barcelona; a la Sra. Adel?n Torres, responsable de la Fundaci? Fran Daurel; a la Sra. Dolors Ricart, subdirectora ? gerente de la Fundaci? Joan Mir?; a la Sra. Alba Garc?a, responsable del servicio educativo de la Fundaci? privada Vila Casas ? Espai de Pintura Contempor?nia Can Framis; al Sr. Xavier de Luca, responsable de comunicaci?n de la Fundaci? Su?ol; al Sr. Joan Pedro Fortes responsable comercial del Museo Futbol Club Barcelona President Nu?ez; al Sr. Francesc Gil, director del Museo de la Xocolata; a la Sra. Sophie Laborda, directora de Hemp Museum Gallery Barcelona; al Sr. Antonio del Pozo, responsable del Museo Afric? Daniel Comboni; a la Sra Mar?a P?rez responsable de comunicaci?n y visitas del Museo Barbier-Mueller d?Art Precolomb?; a la Sra. Olga Caneda, secretaria de direcci?n del Museo d? Arqueologia de Catalunya; a la Sra. Tonina Cerd?, responsable de programas educativos del MACBA; al Sr. Joan P?rez, conservador del Museo de Carruatges del Foment; a la Sra. Carmina Valls, directora del Museo de Cera de Barcelona; a la Sra. Cristina Soler, directora del Museo de la Moto de Barcelona, a la Maria Abril Sellar?s [7] Sra. Iris Augar?s, directora del Museo de l?Er?tica de Barcelona; a la sra. Julia Slesareva, directora del Museo del Mamut de Barcelona; a la Sra. Gemma Losas, responsable de las visitas del Museo del Modernisme Catal?; al Sr. Ramon Maria Planas, propietaro del Museo del Perfum; a la Sra. Teresa Maci? responsable de las actividades del MUHBA; a la Sra. Vanesa Vicente del ?rea de difusi?n del Museo d?Hist?ria de Catalunya; a la Sra. Tatiana Viladomat, directora de proyectos y comunicaci?n del Museo d?Idees i Invents de Barcelona; al Sr. Pere Jordi Figuerola, conservador del Museo Dioces? de Barcelona; al Sr. Enric Mir?, jefe de comunicaci?n (con funciones de director suplente en el momento de realizar la entrevista para el cuestionario) del Museo Etnol?gic; a la Sra. Sapo Pareja secretaria de direcci?n del Museo Europeu d?Art Modern; al Sr. Sebasti?n Calzada, director del Museo Geol?gic del Seminari Conciliar de Barcelona; al Sr. Maurici Due?as, gestor de p?blics del MNAC; a la Sra. Teresa Agull?, responsable de la organizaci?n y servicio de pedagog?a del Museo Ol?mpic i de l?Esport Joan Antoni Samaranch; al Sr. Alfredo Palmero, propietario del Museo Palmero Arte; a la Sra. Deirdre Haughey, responsable del departamento de gesti?n de p?blicos del Museo Picasso; a la Sra. Maria T?zner, responsable del Museo de la Perruqueria Rafael Pag?s y de sus visitas; a la Sra. Victoria Dur?, conservadora de la Reial Acad?mia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi-Museu Belles Arts; a las personas responsables de la comunicaci?n del Temple Expiatori de la Sagrada Fam?lia ? Bas?lica ? Museu Temple Expiatori; a la Sra. Merc? Centelles responsable de la Fundaci? Joan Brossa y a la Sra Carol Adri?, responsable de comunicaci?n i gesti?n de p?blicos del Museo de les Carrosses F?nebres. Finalmente un agradecimiento especial al Sr. Pere Viladot, director del Museo de les Ci?ncies Naturals, Museu Blau y Jard? Bot?nic, por la acogida, por el trato prestado y por su ayuda inestimable para poder llegar a otros directores de museos de la ciudad de Barcelona. No quisiera olvidar a los 189 gu?as que ayudaron en esta investigaci?n respondiendo al breve cuestionario que v?a email les fue enviado y que tan diligentemente me hicieron llegar. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [8] Tambi?n quisiera dar las gracias a los dos directores ? gerentes de las empresas de gu?a de turismo con m?s solera de la ciudad de Barcelona, Joan Call?s y Xavi Serret, quienes me permitieron entrevistarles, expresando opiniones y reflexiones que me han ayudado a asentar y esclarecer datos de mi investigaci?n. Gracias por las aportaciones y por la sabidur?a compartida. Finalmente, quiero tambi?n agradecer a las personas responsables de las Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos, que conociendo el trabajo de investigaci?n que se estaba realizando, han dispuesto sin dilaci?n conocimientos sobre criterios y valores de sus espacios territoriales, concretamente vaya mi agradecimiento a las APIT de Canarias, de Asturias, del Pa?s Vasco y de Madrid por dicha colaboraci?n. Muy probablemente me olvide de algunas personas, por ello, deseo desde estas l?neas pedirles disculpas si no aparecen en ellas, pero es mi intenci?n que se sientan igualmente merecedoras de mi reconocimiento puesto que es seguro que se lo debo. Maria Abril Sellar?s [9] TABLA DE CONTENIDOS AGRADECIMIENTOS...................................................................................................... 5 TABLA DE CONTENIDOS................................................................................................ 9 ?NDICE DE TABLAS ...................................................................................................... 15 ?NDICE DE GR?FICOS .................................................................................................. 19 ?NDICE DE FIGURAS .................................................................................................... 23 RESUMEN ................................................................................................................... 27 CAP?TULO I: INTRODUCCI?N ...................................................................................... 29 1.1. Motivaciones personales .................................................................................. 31 1.2. Aclaraciones terminol?gicas sobre el tema estudiado ....................................... 34 1.3. Contexto de estudio ......................................................................................... 41 1.3.1. Introducci?n ............................................................................................... 41 1.3.2. El Turismo Cultural ..................................................................................... 46 1.3.3. El visitante .................................................................................................. 54 1.3.4. El gu?a de turismo y cuando ejerce su actividad en el museo ...................... 56 1.3.5. La visita guiada: La Interpretaci?n .............................................................. 64 1.3.6. El museo: un Recurso Tur?stico Patrimonial ................................................ 72 1.3.7. El museo y la mediaci?n ............................................................................. 78 1.4 El Marco Disciplinar de la Investigaci?n: sus pilares ........................................... 84 1.5. Definici?n y descripci?n del problema .............................................................. 87 1.5.1. Introducci?n ............................................................................................... 87 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [10] 1.5.2. La ciudad de Barcelona y los gu?as de turismo ............................................ 88 1.6. Estructura de la Tesis ........................................................................................ 96 CAP?TULO II: MARCO TE?RICO ................................................................................... 99 2.1. Aproximaci?n a la figura del gu?a de turismo y su actividad como gu?a de museo. Su problem?tica .................................................................................................... 101 2.2. Tratamiento de la figura del gu?a. Dos ?ngulos de visi?n distintos................... 111 2.2.1. Desde el punto de vista del sector tur?stico. ............................................. 113 2.2.2. Desde el punto de vista del sector muse?stico. ......................................... 121 2.3. Tratamiento de la visita guiada. Visita tur?stica versus visita pedag?gica en el espacio muse?stico ................................................................................................ 136 2.3.1. La visita guiada. Caracter?sticas y tipolog?as .............................................. 136 2.3.2. Visita tur?stica versus visita pedag?gica en el espacio muse?stico ............. 139 2.4 Aproximaci?n a las conclusiones sobre la relaci?n gu?a ? museo ? visitante y el servicio que los une: las visitas guiadas ................................................................. 142 2.5 La figura del gu?a tur?stico en el marco europeo .............................................. 146 2.5.1 La Uni?n Europea. Los principales pa?ses receptores. ................................ 146 2.5.2 Suiza y la Carta de Mediador Cultural de Museo ....................................... 153 2.6 Espa?a. Contexto hist?rico y normativo de la figura del gu?a de turismo ......... 155 2.6.1. Desde sus or?genes hasta la Constituci?n de 1978 .................................... 156 2.6.2. Desde la democracia hasta la actualidad .................................................. 183 2.6.3. Aproximaci?n a las conclusiones de la profesi?n del gu?a de turismo a lo largo de su historia ............................................................................................ 189 Maria Abril Sellar?s [11] 2.6.4. El Caso espec?fico de Catalunya, a partir de 1978 ..................................... 192 2.7. Aproximaci?n de la figura del Gu?a de turismo en el museo: Prestaci?n del servicio, formaci?n y competencias cognitivas ...................................................... 200 2.7.1 La prestaci?n del servicio .......................................................................... 200 2.7.2 La formaci?n del gu?a de turismo .............................................................. 206 2.7.2.1 An?lisis comparativo sobre la presencia de asignaturas vinculadas al guiaje en el Grado de Turismo de las escuelas universitarias de Barcelona ..... 208 2.7.3 Competencias cognitivas del gu?a de turismo. Aplicaci?n al gu?a de museo235 2.7.3.1. Capacidades, actitudes y conocimientos del gu?a de turismo ............. 235 2.7.3.2 Capacidades, actitudes y conocimientos del gu?a de turismo en el museo ....................................................................................................................... 241 CAP?TULO III: OBJETIVOS E HIP?TESIS ...................................................................... 251 3.1. Introducci?n ................................................................................................... 253 3.2. Objetivo General............................................................................................. 254 3.3. Objetivos Espec?ficos ...................................................................................... 255 3.4. Hip?tesis de trabajo ........................................................................................ 256 CAP?TULO IV: DESARROLLO DE LA INVESTIGACI?N Y APLICACI?N DE LOS INSTRUMENTOS DE OBTENCI?N DE DATOS ............................................................. 259 4.1. Dise?o de la investigaci?n ............................................................................... 261 4.2 Universo de la investigaci?n y selecci?n de la muestra .................................... 264 4.2.1. Universo de la investigaci?n ..................................................................... 264 4.2.2. Selecci?n de la muestra ............................................................................ 266 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [12] 4.3 Trabajo de campo ............................................................................................ 270 4.4 Aproximaci?n a la metodolog?a de la investigaci?n empleada ......................... 271 4.4.1 An?lisis documental .................................................................................. 271 4.4.2 An?lisis cuantitativo y cualitativo .............................................................. 272 4.5 Aplicaci?n de los instrumentos de recogida de datos ....................................... 274 4.5.1 Introducci?n .............................................................................................. 274 4.5.2. Justificaci?n te?rica de los diversos cuestionarios y entrevista en la presente investigaci?n ...................................................................................................... 275 4.5.2.1. Aplicaci?n de los cuestionarios a los gu?as de turismo........................ 281 4.5.2.2. Aplicaci?n de los cuestionarios a los museos ..................................... 287 4.5.2.3. Aplicaci?n de los cuestionarios a los APIT .......................................... 302 4.5.2.4. Justificaci?n te?rica de las entrevistas en la presente investigaci?n ... 304 4.5.3.2.1 Tema y objetivo de las entrevistas .................................................. 306 4.5.3.2.2 Tratamiento y an?lisis de las entrevistas ......................................... 308 CAP?TULO V: AN?LISIS DE LOS RESULTADOS ............................................................ 313 5.1. An?lisis de los resultados relativos al an?lisis documental. ............................. 315 5.1.1 Comparativa de la normativa espa?ola ..................................................... 316 5.1.2 Aproximaci?n a las conclusiones surgidas de la comparaci?n entre la normativa espa?ola ........................................................................................... 346 5.2. An?lisis de resultados de los instrumentos cuantitativos: Cuestionario a los museos .................................................................................................................. 347 5.2.1. An?lisis del 1er Bloque: Visitantes y visitas en general en los museos....... 347 Maria Abril Sellar?s [13] 5.2.2. An?lisis del 2? Bloque: Profesionales propios y/o externos que realizan las visitas guiadas .................................................................................................... 380 5.2.2.1. El museo y su propio equipo .............................................................. 383 5.2.2.2. El museo y la externalizaci?n del servicio. .......................................... 396 5.2.3. An?lisis del 3er Bloque: Gesti?n de las visitas guiadas .............................. 408 5.2.3.1. Aproximaci?n inicial a las conclusiones del tercer bloque de preguntas ....................................................................................................................... 429 5.2.4. An?lisis del 4? Bloque: la relaci?n museo y gu?a de turismo en el rol del gu?a de museo ........................................................................................................... 432 5.2.4.1. Aproximaciones iniciales a las conclusiones del 4? Bloque de preguntas 451 5.3 An?lisis de resultados de los instrumentos cuantitativos: cuestionario a los gu?as .............................................................................................................................. 453 5.3.3.1. Aproximaciones iniciales a las conclusiones del cuestionario realizado a los gu?as de turismo ................................................................................................ 459 5.4. An?lisis de los instrumentos cualitativos. Entrevistas semi-estructuradas ....... 461 5.4.1. Aproximaci?n a las conclusiones sobre las entrevistas ............................. 468 5.5. An?lisis relacional de los datos cuantitativos y cualitativos ............................. 470 5.5.1. An?lisis relacional entre datos cuantitativos: cuestionarios a los museos y a los gu?as de turismo ........................................................................................... 470 5.5.2. An?lisis relacional entre datos cuantitativos y cualitativos: cuestionarios de los museos y entrevistas a los gestores culturales .............................................. 477 CAP?TULO VI: CONCLUSIONES .................................................................................. 481 6.1 Conclusiones.................................................................................................... 483 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [14] 6.1.1 Cumplimiento de objetivos y validaci?n de las hip?tesis de trabajo .......... 483 6.1.2 Ep?logo y l?neas de futuro .......................................................................... 504 REFERENCIAS BIBLIOGR?FICAS ................................................................................ 507 ANEXOS??????????????????????????????????????..?V?ASE CD  Anexo 1: Anexo I, Word: Figuras  Anexo 2: Anexo II, Word: Documentos Normativos  Anexo 3: Encuestas, Entrevistas y otros Documentos Maria Abril Sellar?s [15] ?NDICE DE TABLAS Tabla 1.3.6.1: Clasificaci?n OEA -CICATUR, sobre Recursos Patrimoniales ................... 74 Tabla 1.3.6.2: Clasificaci?n ICOM ................................................................................ 75 Tabla 2.2.2.1: Museos y n?mero de visitantes de los museos de la ciudad de Barcelona ................................................................................................................................. 123 Tabla 2.5.1.1 Relaci?n de pa?ses de la UE con m?s llegadas internacionales (a?o 2012) (expresadas en millones)........................................................................................... 148 Tabla 2.6.4.1: Normativa en la CA de Catalunya ........................................................ 199 Tabla 2.7.2.1 Asignaturas Primer Curso ..................................................................... 211 Tabla 2.7.2.2 Asignaturas Segundo Curso .................................................................. 215 Tabla 2.7.2.3: Asignaturas Tercer Curso .................................................................... 219 Tabla 2.7.2.4 Asignaturas Cuarto Curso ..................................................................... 223 Tabla 4.5.2.2. 1: Directorio de los Museos y su participaci?n en los cuestionarios ..... 290 Tabla 5.1.1.1: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Andaluc?a .................................................................................................................. 319 Tabla 5.1.1.2: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Arag?n ...................................................................................................................... 320 Tabla 5.1.1.3: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Les Illes Balears ............................................................................................................... 321 Tabla 5.1.1.4: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Las Islas Canarias ............................................................................................................ 322 Tabla 5.1.1.5: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Cantabria .................................................................................................................. 323 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [16] Tabla 5.1.1.6: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Castilla ? La Mancha.................................................................................................. 324 Tabla 5.1.1.7: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Castilla y Le?n ........................................................................................................... 325 Tabla 5.1.1.8: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Comunitat Valenciana ............................................................................................... 326 Tabla 5.1.1.9: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Extremadura ............................................................................................................. 327 Tabla 5.1.1.10: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Galicia ....................................................................................................................... 328 Tabla 5.1.1.11: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: La Rioja.......................................................................................................................... 329 Tabla 5.1.1.12: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Madrid ...................................................................................................................... 330 Tabla 5.1.1.13: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Murcia ...................................................................................................................... 331 Tabla 5.1.1.14: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Navarra ..................................................................................................................... 332 Tabla 5.1.1. 15: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: El Pa?s Vasco ................................................................................................................. 333 Tabla 5.1.1.16: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Principado de Asturias .............................................................................................. 334 Tabla 5.2.1.1: Los museos y el n?mero de visitantes durante el a?o 2011. Incidencias ................................................................................................................................. 349 Tabla 5.2.1.2: Idiomas que se trabajan en los museos ............................................... 374 Maria Abril Sellar?s [17] Tabla 5.2.2.1: Datos sobre los museos que utilizan personal propio o personal externo ................................................................................................................................. 382 Tabla 5.2.2.2.1: Museos que externalizan o no el servicio de vistas guiadas .............. 398 Tabla 5.2.2.2.2: Opciones de contrataci?n que tiene el museo cuando externaliza el Servicio de las visitas guiadas .................................................................................... 399 Tabla 5.2.2.2.3: Tipos de empresas que contrata el museo para sus visitas guiadas tur?sticas ................................................................................................................... 402 Tabla 5.2.3.1: Opciones que tiene el equipamiento muse?stico cuando no contempla ni Servicio propio ni Servicio externalizado ................................................................... 409 Tabla 5.2.3.2: Datos num?ricos sobre si los museos contabilizan de manera distinta qui?n ha realizado la visita guiada tur?stica ............................................................... 413 Tabla 5.2.3.3: Visitas hechas por los equipos propios y por los gu?as de turismo ....... 415 Tabla 5.2.3.4: Elementos pr?cticos de las visitas guiadas tur?sticas en los museos ..... 421 Tabla 5.2.4.1: Opini?n respecto a si los gu?as tienen conocimientos suficientes sobre el mandato y los objetivos del museo ........................................................................... 433 Tabla 5.2.4.2: Acciones formativas de los museos ..................................................... 439 Tabla 5.2.4.3: Solicitudes que reciben los museos para formar a los gu?as de turismo ................................................................................................................................. 440 Tabla 5.2.4.4: Qui?n realiza la solicitud de acci?n formativa en un museo ................ 441 Tabla 5.2.4.5: Posibilidad de tener un gu?a de turismo en el museo .......................... 444 Tabla 5.2.4.6: Especializaci?n de los gu?as de turismo en el rol de gu?a de museo ..... 446 Tabla 5.2.4.7: Percepci?n de cambios en la profesi?n del gu?a de turismo en el museo ................................................................................................................................. 447 Tabla 5.3.1: Tipo de visitas guiadas que hacen los gu?as en la ciudad de Barcelona ... 455 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [18] Tabla 5.3.2: Porcentaje de las visitas guiadas tur?sticas en los museos ...................... 459 Maria Abril Sellar?s [19] ?NDICE DE GR?FICOS Gr?fico 1.3.2.1: Motivaciones de los turistas en sus viajes a Espa?a en el a?o 2012 .... 47 Gr?fico 1.3.2.2: Motivaciones de los turistas en sus viajes a Catalunya en el a?o 2012 48 Gr?fico 1.3.2.3: Motivaciones de los turistas que visitan Espa?a en general y los que visitan Catalunya en concreto ..................................................................................... 48 Gr?fico 1.3.2.4 Evoluci?n del n?mero de visitantes a los espacios muse?sticos en Catalunya .................................................................................................................... 50 Gr?fico 2.2.2.1: Evoluci?n de los museos de la ciudad de Barcelona entre los a?os 2008 al 2011 ...................................................................................................................... 128 Gr?fico 2.2.2.2: Evoluci?n de los museos de la ciudad de Barcelona con m?s de 100.000 visitas anuales (excepto la Sagrada Familia) .............................................................. 130 Gr?fico 2.2.2.3: Los museos de la ciudad de Barcelona en relaci?n al n?mero de visitantes anuales...................................................................................................... 132 Gr?fico 2.7.2.1: Relaci?n de las asignaturas de gu?a con las totales que se ofrecen en el primer curso ............................................................................................................. 214 Gr?fico 2.7.2.2 Asignaturas que de una manera directa o indirecta tienen relaci?n con el perfil del gu?a de turismo....................................................................................... 214 Gr?fico 2.7.2.3: Relaci?n de las asignaturas de gu?a con las totales que se ofrecen en el segundo curso ........................................................................................................... 218 Gr?fico 2.7.2.4: Asignaturas que tienen como objetivo directo o indirecto la figura del gu?a de turismo ......................................................................................................... 218 Gr?fico 2.7.2.5: Relaci?n de las asignaturas de gu?a con las totales que se ofrecen en el tercer curso .............................................................................................................. 222 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [20] Gr?fico 2.7.2.6: Asignaturas que tienen como objetivo directo o indirecto la figura del gu?a de turismo ......................................................................................................... 222 Gr?fico 2.7.2.7: Relaci?n de las asignaturas de gu?a con las totales que se ofrecen en el cuarto curso .............................................................................................................. 226 Gr?fico 2.7.2.8: Relaci?n de assignatures associades directa o indirectamente con el guia de turismo ......................................................................................................... 227 Gr?fico 2.7.2.9: Porcentajes de las asignaturas de grado ........................................... 228 Gr?fico 2.7.2.10 Porcentajes entre asignaturas directas e indirectas en la etapa curricular de la figura del gu?a de turismo ................................................................. 229 Gr?fico 2.7.2.11: Las Salidas profesionales que indican los Centros adscritos ............ 234 Gr?fico 5.2.1 1: N?mero de visitantes en los museos de BCN, 2011 .......................... 352 Gr?fico 5.2.1.2: N?mero de visitantes en los museos de BCN, 2011 .......................... 354 Gr?fico 5.2.1.3: N?mero de visitantes en los museos de BCN, 2011 .......................... 357 Gr?fico 5.2.1.4: N?mero de visitantes en los museos de BCN, 2011 .......................... 358 Gr?fico 5.2.1.5: Visi?n global de los museos y sus visitantes, 2011 ............................ 359 Gr?fico 5.2.1.6 Porcentajes de visitantes individuales y en grupo en los museos de Barcelona .................................................................................................................. 360 Gr?fico 5.2.1.7: Porcentajes de museos en la realizaci?n o no de visitas guiadas en el marco de sus actividades .......................................................................................... 363 Gr?fico 5.2.1.8: Tipos de visitas guiadas en los museos ............................................. 365 Gr?fico 5.2.1.9: Porcentaje de visitas escolares y de visitas tur?sticas ........................ 365 Gr?fico 5.2.1.10: Visitas escolares y visitas tur?sticas en los museos de Barcelona, 2011 ................................................................................................................................. 366 Maria Abril Sellar?s [21] Gr?fico 5.2.1. 11: Diagrama de Columnas. Visitas escolares y visitas tur?sticas en los museos de Barcelona, 2011 ...................................................................................... 368 Gr?fico 5.2.1.12: Diagrama de Columnas. Visitas escolares y visitas tur?sticas en los museos de Barcelona, 2011 ...................................................................................... 370 Gr?fico 5.2.1.13: Museos que utilizan las lenguas vern?culas y las lenguas extranjeras ................................................................................................................................. 373 Gr?fico 5.2.2.1.1 Espectro de posibilidades de la opci?n Otros ................................. 388 Gr?fico 5.2.3.1: Diagrama de sectores con los porcentajes de visitas que se realizan en el museo durante un d?a ........................................................................................... 416 Gr?fico 5.2.3.2: Representaci?n de las visitas que se realizan por semana en los museos, en porcentajes ............................................................................................ 418 Gr?fico 5.2.3.3: Posibilidad de realizar en un futuro visitas guiadas tur?sticas............ 428 Gr?fico 5.3.1: Tipolog?as de visitas que realizan los gu?as de turismo en la ciudad de Barcelona, 2011 ........................................................................................................ 456 Gr?fico 5.3.2: Volumen de visitas que realizaron los gu?as en el per?odo 2011 .......... 457 Gr?fico 5.3.3: N?mero de gu?as de turismo que han hecho visita en los museos de Barcelona, 2011 ........................................................................................................ 458 Gr?fico 5.5.1.1: Comparativa de las visitas tur?sticas que reciben los museos y que hacen los gu?as de turismo ........................................................................................ 472 Gr?fico 5.5.1.2: Comparativa de las visitas tur?sticas que reciben los museos y que hacen los gu?as de turismo ........................................................................................ 473 Gr?fico 5.5.1.3: Comparativa de las visitas tur?sticas que reciben los museos y que hacen los gu?as de turismo ........................................................................................ 475 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [22] Gr?fico 5.5.2.1: Visi?n desde el museo y desde las empresas de los gu?as de turismo sobre el reciclaje formativo de los gu?as de turismo. ................................................. 479 Maria Abril Sellar?s [23] ?NDICE DE FIGURAS Figura 1.3.2.1: Ejes del turismo cultural en nuestra investigaci?n ................................ 54 Figura 1.4.1: Los Pilares Disciplinares .......................................................................... 87 Figura 1.5.2.1: Posicionamiento tur?stico de la Ciudad de Barcelona ........................... 93 Figura 1.5.2.2 Posici?n de Barcelona en el ranking europeo ........................................ 93 Figura 2.4.1: Estructura de la comunicaci?n del gu?a de turismo en el museo ........... 143 Figura 4.1.1: Fases de la metodolog?a aplicada a esta investigaci?n .......................... 264 Figura 4.5.2.1.1: El Escenario de la investigaci?n. El universo de los gu?as de turismo 284 Figura 4.5.2.1.2: Prueba piloto del cuestionario de los gu?as de turismo ................... 285 Figura 4.5.2.1.3 Formato Definitivo del cuestionario realizado a los gu?as de turismo 287 Figura 4.5.2.2.1 El escenario de la investigaci?n. El Universo de los Museos de Barcelona .................................................................................................................. 289 Figura 4.5.2.2.2: Prueba piloto del cuestionario dirigido a los museos....................... 297 Figura 4.5.2.2.3: Formato definitivo del cuestionario dirigido a las personas responsables de la gesti?n muse?stica 298 Figura 4.5.2.3.1 El Universo escogido de las APIT espa?olas ...................................... 302 Figura 4.5.2.3.2: Cuestionario v?a Email enviada a las APIT de las distintas CCAA ...... 303 Figura 4.5.2.4.1 Universo de las empresas de gu?as. Directores - Gerentes ............... 307 Figura 4.5.3.2.2.1: Categorizaci?n de las entrevistas ................................................. 310 Figura 4.5.3.2.2.2: Gui?n de la entrevista .................................................................. 311 Figura 4.1.1: Fases de la metodolog?a aplicada a esta investigaci?n .......................... 264 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [24] Figura 4.5.2.1.1: El Escenario de la investigaci?n. El universo de los gu?as de turismo 284 Figura 4.5.2.1.2: Prueba piloto del cuestionario de los gu?as de turismo ................... 285 Figura 4.5.2.1.3 Formato Definitivo del cuestionario realizado a los gu?as de turismo 287 Figura 4.5.2.2.1 El escenario de la investigaci?n. El Universo de los Museos de Barcelona .................................................................................................................. 289 Figura 4.5.2.2.2: Prueba piloto del cuestionario dirigido a los museos....................... 297 Figura 4.5.2.2.3: Formato definitivo del cuestionario dirigido a las personas responsables de la gesti?n muse?stica ....................................................................... 298 Figura 4.5.2.3.1 El Universo escogido de las APIT espa?olas ...................................... 302 Figura 4.5.2.3.2: Cuestionario v?a Email enviada a las APIT de las distintas CCAA ...... 303 Figura 4.5.2.4.1 Universo de las empresas de gu?as. Directores - Gerentes ............... 307 Figura 4.5.3.2.2.1: Categorizaci?n de las entrevistas ................................................. 310 Figura 4.5.3.2.2.2: Gui?n de la entrevista .................................................................. 311 Maria Abril Sellar?s [25] ?Hacer que los per?odos de ocio se hagan nuevamente tiempos de creatividad, de descubrimiento, de solidaridad y ciudadan?a, de momentos de educaci?n libertadora y no solamente tiempos de consumo alienante es un gran desaf?o? Jean Claude Gillet An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [26] Maria Abril Sellar?s [27] RESUMEN La presente investigaci?n arranca de una inquietud profesional y personal de la autora que, desde su profesi?n de gu?a de turismo y su formaci?n en Humanidades, as? como, por su etapa docente en el sector tur?stico, ha reconocido la carencia de un marco epistemol?gico y una falta de an?lisis de la actividad del gu?a de turismo en los espacios museogr?ficos de la ciudad de Barcelona. Pocos son los autores que han hecho un estudio profundo sobre esta figura prestadora de un servicio tur?stico (Picazo, 2011; Blaya, 2004; Montaner, 99; Gal?, 99), y en consecuencia, la siguiente investigaci?n constituye un an?lisis sobre la figura de un gestor tur?stico: el gu?a de turismo, de su actividad realizada en un marco concreto patrimonial como es el museo y del tri?ngulo relacional existente entre museo ?visita guiada ? gu?a de turismo (en su rol de gu?a de museo). Para lograr los objetivos esta investigaci?n se ha estructurado desde el ?mbito del turismo, del patrimonio, y de la museograf?a, para intentar alcanzar una reflexi?n profunda, clara y definitoria de la figura del gu?a de turismo y de su actividad en el museo. Una investigaci?n que intentar? clarificar los pilares del conocimiento que lo sustentar?n tanto a nivel te?rico como pr?ctico, a profundizar en la relaci?n directa con el visitante a trav?s de los valores de la interpretaci?n que realiza en las visitas guiadas (Picazo, Procesos de gu?a y asistencia tur?stica, 2011) y a intentar reconocer qu? relaci?n se produce, a trav?s de las visitas guiadas al p?blico en general, con los gestores culturales que dirigen los museos. Con todo, es necesario tener en cuenta que quedan fuera de este estudio las visitas pedag?gicas y cualquier ?mbito territorial que no sea en Barcelona ciudad. La investigaci?n se lleva a cabo en tres grandes fases: La primera se basa en un an?lisis documental que fundamenta de manera cient?fica la profesi?n del gu?a de turismo. Para ello se realiz? un an?lisis sistem?tico de documentaci?n cient?fica de diversa ?ndole (art?culos, comunicaciones, revistas, entre otros) que versaban sobre esta figura humana - profesional, las visitas guiadas en los museos y, la interpretaci?n que el gu?a ejerce al momento de presentar la realidad mue?stica como un saber que le es An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [28] intr?seco a su ocupaci?n. La segunda se centra en el trabajo de campo desarrollado a trav?s de cuatro instrumentos de investigaci?n: un cuestionario dirigido a los gu?as de la ciudad de Barcelona, y m?s concretamente a una muestra obtenida representativa de los mismos, un cuestionario dirigido a la totalidad de los museos de la ciudad de Barcelona, un cuestionario a las APIT espa?olas y dos entrevistas a directores gerentes del mundo del gu?a de turismo. Y, finalmente, la tercera consiste en el an?lisis de resultados y la obtenci?n de conclusiones que permiten dar rigor, certeza y abrir nuevos campos investigadores. Todo ello nos ha llevado a un an?lisis documental que nos ha permitido alcanzar un marco epistemol?gico de la figura del gu?a tanto a nivel general como en el campo m?s particular de su acci?n en el museo y, al uso de un m?todo cuantitativo y cualitativo que nos ha permitido entender la dificultad de la transposici?n normativa de la Directiva Bolkestein en la profesi?n del gu?a de turismo. Adem?s hemos podido comprobar que la relaci?n, a trav?s de las visitas guiadas, del gu?a de turismo en el museo con el propio museo est? en un equilibrio totalmente inestable con lo que se produce una disociaci?n importante entre cultura y turismo. Palabras Claves: Gu?a de Turismo, Gu?a de museo, visitas guiadas tur?sticas, espacios muse?sticos, educaci?n patrimonial. Maria Abril Sellar?s [29] CAP?TULO I: INTRODUCCI?N An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [30] Maria Abril Sellar?s [31] Cap?tulo I: Introducci?n 1.1. Motivaciones personales Mi inter?s por los museos, el gu?a de turismo y las visitas guiadas se remonta a algunas d?cadas atr?s. En el a?o 1980 inici? casi por azar una actividad profesional, que a?n ejerzo de manera espor?dica: la de gu?a de turismo. Unos alumnos de una asociaci?n juvenil estudiantil provenientes de Italia, ven?an a hacer una estad?a en la ciudad de Barcelona. Era un viaje que pretend?a combinar trabajo y ocio. As? que entre reuniones, encuentros oficiales y actos institucionales, deseaban, adem?s, conocer un poco la ciudad en la que iban a permanecer durante siete d?as. Desde el Consell de la Joventut de Barcelona, Josep Sellar?s, responsable de las relaciones p?blicas por aquel entonces, me llam? para que hiciera de int?rprete de italiano para el grupo de j?venes que iban a recibir. Necesitaban un int?rprete que pudiese estar con ellos no s?lo en las reuniones de trabajo, sino durante los ratos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [32] libres que pudiesen tener. Ten?a en aquel entonces 19 a?os, estaba estudiando la carrera de derecho y mi relaci?n con el turismo, con la ciudad y con la profesi?n de gu?a era, b?sicamente, inexistente. Acept? lo que para m? fue un reto y que se convirti? m?s tarde en una de las razones de mi vida laboral. Intent? prepararme para poder alcanzar unos m?nimos honorables y as? poder transmitir algunas cosas de Barcelona a ?mis italianos?, como los llam? en aquel entonces. Y fue en esa preparaci?n cuando me di cuenta de que sab?a poco o nada del lugar donde viv?a, de sus gentes, de sus monumentos. Ante este panorama restaba la frustraci?n absoluta o aceptar el desaf?o, siendo esta segunda opci?n el empuje que cambi? mi destino y, aquello que naci? como un reto se convirti? en una necesidad y en una forma y opci?n de vida: conocer para transmitir y transmitir para conocer. El curso de los acontecimientos fue r?pido: hice la Diplomatura en T?cnico de Empresas y Actividades Tur?sticas, pero no fue suficiente, me habilit? como gu?a, dese? m?s tarde ampliar mis conocimientos cursando la Licenciatura en Humanidades. Paralelamente al ejercicio de mi actividad como gu?a fui evolucionando como docente en el marco de las asignaturas de turismo a las que pod?a aportar el conocimiento que iba adquiriendo. La madurez permite la evoluci?n: un Postgrado en Interpretaci?n del Patrimonio, un M?ster en Gesti?n Cultural para obtener la suficiencia investigadora y finalmente la Tesis que es un gran paso m?s en dicha evoluci?n. Todo ello compaginado con el trabajo, tanto de docente como de gu?a, lo que ha significado una importante superaci?n personal y, m?s a menudo de lo que me hubiera gustado, tener que dejar cosas por el camino. De todo ello he aprendido que ser gu?a de turismo no es una profesi?n f?cil, que ser profesor lo es menos a?n y que casar ambas ha sido un peque?o milagro. Que mi ciudad, Barcelona, sigue aun mostr?ndome sus misterios y que sus piedras me siguen susurrando su historia, la cual muy probablemente nunca llegar? a conocer por completo. Maria Abril Sellar?s [33] Cuando se est? trabajando en ambos campos, el de la docencia y el de gu?a, surgen una serie de preguntas como: ?c?mo se contempla la profesi?n del gu?a de turismo en los estudios de grado universitario?, ?qu? necesidades empujan al gu?a a la evoluci?n profesional, si es que existe dicha evoluci?n? Y en caso de que exista ?c?mo se produce?, ?puede que la especializaci?n sea una l?nea de supervivencia en su actividad laboral?, ?c?mo se interrelacionan los gu?as de turismo con los equipamientos patrimoniales, y m?s concretamente con los museos?, ?al servicio de qui?n est?n los gu?as cuando trabajan dentro de los museos?, ?cu?l es su marco laboral y legal?, ?qu? tipos de visitas guiadas predominan?, ?c?mo se reciclan los gu?as? entre otras. Quiz? no se tengan todas las respuestas a las preguntas anteriores. Si los gu?as son aut?nomos o si dependen de una instituci?n tendr?n evidentemente un tratamiento legal y contractual distinto, por lo tanto esto nos llevar? a respuestas distintas. Si unos gu?as han ido evolucionando con el tiempo buscando nuevas propuestas, interpretaciones e interacciones en sus visitas y, otros han preferido quedarse en un tipo de visitas que se formularon y se concibieron a finales de los a?os 70 y a lo largo de una parte de los a?os 80 del siglo XX, las visiones que nos ofrecer?n ser?n tambi?n distintas. Evidentemente los cursos de formaci?n que se proponen a los gu?as ya sea desde el propio sector tur?stico o desde el sector cultural y el inter?s por el patrimonio tambi?n son diferentes y nos conducir?n a opiniones dispares o coincidentes, seg?n qui?n nos de la respuesta. La actividad de los gu?as de turismo es b?sicamente freelance, los controles del ejercicio de la profesi?n parece que son relativamente escasos por parte de los organismos p?blicos, y a pesar de que hay directorios creados por la Direcci?n General de Turismo para conocer qu? gu?as existen en Catalunya, estos no siempre est?n actualizados. Todo ello puede complicar el que se pueda determinar de manera clara la profesi?n de gu?a de turismo, su especializaci?n y los espacios muse?sticos con los que se interrelacionan. As? pues, siendo consciente de todas estas premisas, ideas y cuestiones y, teniendo una experiencia personal y profesional en estos lares, llegaba finalmente el An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [34] planteamiento de hacer una investigaci?n profunda que permitiese dilucidar o almenos esclarecer algunos de los planteamientos que han ido apareciendo a lo largo de esta introducci?n. El resultado es esta Tesis que se construye en base al amor a ambas profesiones entrelazadas inexorablemente en mi vida, al aprendizaje realizado a lo largo de estos a?os, al conocimiento de la ciudad y al deseo de seguir evolucionando como persona y como profesional. 1.2. Aclaraciones terminol?gicas sobre el tema estudiado En el transcurso de la investigaci?n se han detectado ciertas confusiones e indefiniciones en algunos t?rminos tur?sticos que, relacionados directa o indirectamente con el objetivo del estudio, han hecho patente la necesidad de crear este apartado. Dichas confusiones se han podido observar tanto en la casu?stica normativa, como en los escritos y art?culos utilizados procedentes de ponencias, libros, revistas del sector, entre otras fuentes de conocimiento en formato anal?gico; y finalmente como en la informaci?n contenida en los sitios web. Mientras que los conceptos de gu?a de turismo y de gu?a de museo se desarrollar?n en toda su amplitud a los largo de nuestra investigaci?n1, intentando construir una aproximaci?n a la definici?n de ambos, el resto de figuras que se interrelacionan con ellos, son objeto de las definiciones y/o aclaraciones que se ofrecen en este apartado. Algunos autores hacen aproximaciones a las subfiguras o subtipos de gu?as de turismo, ninguno da una definici?n clara de lo que realmente es un gu?a en sus diferentes vertientes. Picazo (1996) es de los pocos autores que ha intentado realizar definiciones y/o aclaraciones de las figuras que aqu? intentamos esclarecer. Por su parte Gal? y Maj? (1999) hablan gen?ricamente de la figura del gu?a haci?ndose eco de las normativas que regulan dicha profesi?n, mencionando estas subclasificaciones, pero no trat?ndolas de manera individualizada. L?pez (2002) por su parte, distingue 1 Ver cap?tulo II, apartado 2.7 Maria Abril Sellar?s [35] claramente entre gu?a local y gu?a de correo, tratando en profundidad el primero de ellos, y de forma tangencial el segundo. Los t?rminos siguientes: gu?a local, gu?a ? int?rprete, gu?a territorial, gu?a comarcal, se han ido fusionando, en su mayor?a, en lo que actualmente se entiende por gu?a de turismo, mientras que la figura del gu?a de ruta, si bien ha sido regulada a lo largo del tiempo, en estos momentos se encuentra en pleno vac?o legal, en lo que a regulaci?n espa?ola se refiere. El Gu?a Local. Aparece dicha acepci?n, en el caso espa?ol, en el Real Decreto de 25 de abril de 1928, por el que se creaba el Patronato Nacional de Turismo en su art?culo 2? defin?a de modo general la actividad del gu?a de turismo llegar a la implantaci?n de Escuelas de Turismo que faciliten personal titulado en el n?mero que se estime preciso, con dominio de los idiomas extranjeros m?s extendidos y con la debida cultura art?stica para servir de gu?as aptos a los turista (Melgosa, 2014: 279). Un a?o m?s tarde, en 1929, se ve?a regulada dicha profesi?n por el reglamento de Servicio de Gu?as, Int?rpretes y Correos de Orden 21 de noviembre de 1929; donde se distingu?a entre: Gu?as locales, insulares, provinciales, regionales y nacionales. Algunas de estas acepciones se han mantenido puntualmente hasta la actualidad en ciertas normativas auton?micas. Mientras que Picazo (2011) habla de las caracter?sticas, la temporalidad, la titulaci?n, el sueldo, el r?gimen fiscal, entre otros elementos, en realidad no aporta una definici?n clara. Por su parte L?pez (2002), trata tangencialmente esta figura, sin dar en ning?n momento una definici?n. Adem?s de las caracter?sticas anteriores, con respecto al ?mbito de actuaci?n de un gu?a local, se sol?a acotar b?sicamente a una unidad administrativa de tipo municipal y en alg?n caso comarcal y/o provincial, de modo que las zonas geogr?ficas no eran demasiado extensivas. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [36] En otro orden de cosas, y siempre teniendo presente los conocimientos respecto a los idiomas, la exigencia era dominar el idioma oficial del pa?s. Con la entrada de la democracia y la Constituci?n espa?ola garante de las cuatro lenguas cooficiales de la Naci?n, las Comunidades Aut?nomas (CCAA) que asumieron las competencias en materia de turismo y que adem?s ten?an cooficialidad, elevaron el nivel de exigencia para los gu?as que deb?an dominar la lenguas coexistentes en ciertos territorios espa?oles, con lo que la situaci?n pas? a ser la siguiente: en el Pa?s Vasco, no hay regulaci?n; en Galicia dos idiomas, el gallego y el castellano; en Catalunya, el catal?n y el castellano, el resto de las CCAA como ?nico, el idioma castellano. Finalmente, para poder trabajar en el ?mbito provincial, al gu?a local se le exig?a una habilitaci?n administrativa que ten?a como misi?n principal garantizar la profesionalidad de su trabajo, facult?ndole adem?s para poder ejercer su ocupaci?n tanto fuera como dentro de los equipamientos culturales patrimoniales y muse?sticos. Dicha habilitaci?n se obten?a a trav?s de un examen que la propia provincia o regi?n pod?a dise?ar. El Gu?a Int?rprete. Su denominaci?n es anterior a la de gu?a local, y ya se utilizaba en los escritos de las gu?as tur?sticas de renombre internacional, como la Baedeker (1913)2. Dicha denominaci?n algunas CCAA la han mantenido hasta finales del siglo XX. En esencia, el gu?a int?rprete vendr?a a ser lo mismo que el gu?a local, pero a?adi?ndole un plus en tema de conocimiento: se le exig?a hablar como m?nimo un idioma extranjero. As? lo se?ala el Reglamento de 19 de diciembre de 1939 distinguiendo entre Gu?as e Int?rpretes libres (Correyero, 2004). Seg?n la Circular de 22 de enero de 1940 al gu?a int?rprete se le habilitaba del mismo modo que al gu?a local, es decir, con la realizaci?n de dos ex?menes: uno que contemplaba los conocimientos generales y otro el idioma por el cual acced?a a ser int?rprete y no s?lo gu?a. En el carn? de gu?a se indicaba el idioma o idiomas por lo que hab?a sido habilitado. En caso de querer a?adir m?s idiomas, era necesario presentarse a una 2 Vid. CD Anexo I, Anexo I, Word Figuras. Figura 1.2.2.1 Maria Abril Sellar?s [37] nueva convocatoria de examen pero s?lo aquella parte que concern?a a conocimientos lin??sticos for?neos (Melgosa, 2014). El Gu?a Territorial. Esta acepci?n se ha dado s?lo en la Comunidad Aut?noma (CA) de Catalunya, cuando en el Decreto 210/1989 se divid?a por categor?as a la profesi?n del gu?a, distinguiendo entre: gu?a de Barcelona, que ser?a el antiguo gu?a local, el gu?a territorial de Catalunya, y finalmente el gu?a de Correo al que s?lo mencionaba, pero sin desarrollar dicha figura, legislativamente hablando. Este Decreto reflejaba normativamente lo que era una realidad en la Catalunya de los a?os 70 y 80 del siglo pasado. Barcelona, una ciudad vers?til donde s?lo aquellos gu?as que tuviesen la habilitaci?n local pod?an ejercer. Para el resto del territorio, es decir las cuatro provincias, Girona, Lleida, Tarragona, y el resto de la provincia de Barcelona, enmarcaban el ?mbito de actuaci?n de los gu?as territoriales bajo las mismas condiciones del Decreto mencionado. En otras palabras, la distinci?n entre gu?a local y territorial no era s?lo sem?ntica sino de derecho. Un gu?a de Barcelona no pod?a actuar fuera del ?mbito local, es decir pod?a trabajar en la ciudad condal, pero no en su provincia, y un gu?a territorial no pod?a ejercer su profesi?n en el ?mbito de Barcelona ciudad, pero s? en su provincia. Cabe se?alar que en realidad las funciones del gu?a territorial eran las mismas que las del gu?a local, la distinci?n que se produc?a normativamente hablando, ven?a determinada exclusivamente por el ?mbito de actuaci?n. El Gu?a Comarcal. Esta denominaci?n se ha dado s?lo en la CA de Arag?n, donde el Decreto 196/1998 de 9 de diciembre distingue entre gu?as de turismo, gu?as de turismo comarcal, gu?as de turismo local y gu?as de turismo especializados. En los casos de gu?as de turismo y gu?as de turismo comarcal, lo ?nico que diferencia a estas dos figuras es su ?mbito de actuaci?n. Para los primeros, toda la CA, mientras que para los segundos, acota su ?mbito de actuaci?n a una o m?s comarcas por las que est? habilitado. Un gu?a comarcal puede serlo de uno o m?s de una de dichas comarcas. En ambos casos, adem?s, la norma define los elementos o recursos patrimoniales sobre los que podr? actuar. En cambio la restricci?n para los gu?as de An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [38] turismo local es mayor, ya que s?lo se refiere a municipios y entidades locales de menos de 500 habitantes, y sin hacer menci?n expresa sobre qu? patrimonio puede ejercer su actividad. Finalmente, respecto al gu?a de turismo especializado, la norma simplemente hace una declaraci?n de intenciones cuando se?ala que la existencia de dichos gu?as depender? de las necesidades espec?ficas que entienda la propia CA, sin especificar ni desarrollar a qu? necesidades se refiere. El Gu?a de Ruta. Este t?rmino ha recibido distintas calificaciones: tour leader, gu?a correo o gu?a de ruta. Autores como Picazo (2011) o L?pez (2002) realizan una definici?n de esta figura se?alando que se trata de la persona responsable de la gesti?n y desarrollo de un viaje organizado, respetando siempre los programas establecidos por la agencia de viajes que lo contrata y tratando de cumplir estrictamente con lo que se programa para el viaje. Su misi?n, b?sicamente, consiste en la consecuci?n del viaje a trav?s de la mejor organizaci?n del mismo, siempre en base a lo estipulado por su cliente, que es la agencia de viajes no pudiendo decidir ni elegir los hoteles, restaurantes, transportes y otros servicios que est?n determinados por la agencia de viajes y que configuran lo que se conoce como ?paquete tur?stico?. No tiene que estar especializado en el conocimiento profundo de las ciudades que visita, sino en el desarrollo del viaje en s? mismo, lo que significa que tiene que dominar los conocimientos pr?cticos m?s que los te?ricos (L?pez, 2002, Picazo, 2011). Este gu?a acompa?ante suele estar asistido cuando llega a las ciudades por lo que actualmente conocemos como gu?as de turismo, ya que al carecer del nivel de especializaci?n requiere necesariamente de la profesionalidad de ?stos, dos convergen diversas funciones en una misma actividad: acompa?ar, coordinar y guiar por parte del gu?a de ruta, guiar, entusiasmar e interpretar por parte del gu?a de turismo. En esta figura es donde se ha podido apreciar la mayor confusi?n tanto a nivel de museos como de las agencias de viajes as? como de los propios gu?as de turismo (v?ase cap?tulo V, apartado 5.2). Algunos equipamientos muse?sticos de la ciudad de Barcelona no corroboran que los gu?as acompa?antes del p?blico que hace una visita a Maria Abril Sellar?s [39] su espacio est?n en posesi?n del carn? que los habilita para ejercer dicha actividad. Basta con que se tenga la reserva del grupo, que conduzca al mismo y que realice la visita3. La normativa europea, a trav?s de la Directiva Bolkestein, en lugar de esclarecer estos conceptos ha creado m?s confusi?n, ya que en estos momentos es dif?cil saber qui?n es gu?a oficial de una zona determinada, porqu? dicha Directiva, refrenda el ejercicio sin trabas de las profesi?n liberales en cualquier lugar de la Uni?n Europea (UE), (v?ase cap?tulo II, apartado 2.5.1). Finalmente, si bien en algunos pa?ses se exige un documento acreditativo o carn? para poder ejercer de gu?a de ruta, en el caso espa?ol, tal y como se ha mencionado con anterioridad, no es as?. De modo que cualquier persona que se considere comunicativa, organizativa, que tenga el dominio de alg?n idioma, y que sea amante de los viajes, tiene aquiescencia por parte de los agentes de viajes y de la administraci?n4, para realizar esta actividad profesional, con el perjuicio, en el caso de no ser personas expertas, al que se expone al turista para un exitoso desarrollo del viaje. El Informador Tur?stico. Como bien indica su nombre son informadores, m?s no gu?as. Su funci?n principal es asesorar a nivel gen?rico ? pr?ctico a los turistas que llegan a una ciudad. Un informador tur?stico puede llegar a ser el primer eslab?n de la cadena de servicios con el que contacta el turista. Seg?n el transporte que ?ste utilice para llegar al destino escogido, puede dirigirse a la oficina de turismo para recibir mapas, informaciones e 3 No se entra a juzgar si dicha visita est? bien hecha o mal hecha, ya que este objetivo no forma parte de nuestro estudio investigativo, s?lo se plantea el hecho de si puede o no realizar dicha visita. 4 La Administraci?n estatal, ya que la auton?mica por ?mbito competencial no puede regular dicha figura, mantiene sistem?ticamente el silencio administrativo e incluso la no regulaci?n como actitud habitual frente al gu?a de ruta. De hecho desde el a?o 1964 no ha habido otra regulaci?n que normalice profesionalmente a las personas que realizan esta actividad profesional, y dicha norma se derog? al aplicar el derecho comunitario en el Estado espa?ol. Vid. Cap?tulo II, apartado 2.6 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [40] incluso solicitar la reserva de una habitaci?n hotelera si le es menester. (Mart?nez, Peir?, y Ramos, 2001) Pero este informador s?lo transmitir? conceptos pr?cticos tur?sticos, como llegar a un lugar determinado, a qu? oferta tur?stica cultural, recreativa, deportiva, gastron?mica, folkl?rica acceder en dicho destino; qu? otros servicios complementarios dispone la ciudad para hacer m?s agradable su estancia, entre otras prestaciones; acompa??ndolo todo con mapas, planos, folletos e informaciones varias. Nada que ver, por tanto, con la funci?n espec?fica de explicar los lugares y recursos tur?sticos in situ. Quisieramos insistir en el hecho de que estos profesionales s?lo informan, no interpretan ni pasan algunas horas con los visitantes, de ah? la diferencia abismal entre un informador y un gu?a. A pesar de ello tanto turistas como empresarios de diferentes equipamientos pueden confundir esta figura tur?stica ya que la llaman indistintamente informador tur?stico o gu?a (Picazo, 2011). Pongamos un ejemplo para intentar esclarecer un poco m?s la confusi?n que se produce. En la ciudad de Barcelona hay un producto tur?stico llamado Autob?s 100 conocido tambi?n como Bus Tur?stic. En ?l van informadores tur?sticos, cuya funci?n, b?sicamente, ser?a la de dar informaciones tur?stico gen?rico ? pr?cticas; pero la realidad es bien distinta. Dichos profesionales, en la medida que los minutos de cada parada se lo permiten, dan m?s que una informaci?n pr?ctica del recurso tur?stico delante del cual se ha detenido el autob?s. Explican e interpretan el patrimonio frente al que se encuentran y que el visitante est? viendo. De modo que ?ste recibe por tanto una informaci?n no s?lo pr?ctica sino interpretativa lo que provoca que algunos de los turistas exijan a dichos informadores muchos m?s datos de los que realmente les pueden dar. Maria Abril Sellar?s [41] 1.3. Contexto de estudio 1.3.1. Introducci?n Cuando millones de personas se desplazan anualmente en su tiempo de ocio desde su propio lugar de origen a los destinos m?s diversos del mundo, lo hacen por motivos bien dispares: descanso, salud, diversi?n, aventura, cultura, naturaleza, gastronom?a, exotismo, religiosidad, cooperaci?n etc. El viaje, en s? mismo, enriquece a quien lo realiza y le permite vivir una experiencia as? como satisfacer unas necesidades dif?cilmente cuantificables (Garcia Hern?ndez, 2003). Un intangible que aportar? a la persona viajera unas vivencias que permanecer?n en su memoria y en su retina y que muy probablemente, si ha sido una experiencia positiva, intentar? rememorar a lo largo de su vida. Cuando un viajero se desplaza, por cualquier motivo, pone en funcionamiento a su vez, un amplio sector profesional que tiene como objetivo b?sico satisfacer con sus productos y servicios el nivel de exigencia pedido por el visitante. Este sector profesional situado, esencialmente, dentro del ?mbito tur?stico, ll?mese hoteler?a, restauraci?n, equipamientos culturales, equipamientos recreativos, visitas guiadas, entre otros, est? en continuo movimiento y evoluci?n, dispuesto a conseguir que el turista se vaya del destino elegido con la mejor de las im?genes que ha sido capaz de ofrecerle. (Blasco, 2006). En nuestra investigaci?n hemos querido centrarnos en uno de esos agentes que conforman el sector profesional del turismo: el gu?a tur?stico y su rol en el contexto de las visitas guiadas en el marco de los equipamientos muse?sticos, las cuales inexorablemente pasan a formar parte del intangible tur?stico. La labor profesional de este mediador patrimonial se halla en el eslab?n inferior5 de una cadena de productos 5 Cabe entender la expresi?n eslab?n inferior como un concepto m?s de posici?n que no de importancia, aunque para algunos gestores tur?sticos tambi?n se aplica bajo el criterio de importancia. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [42] y servicios tur?sticos que son necesarios para el buen funcionamiento del dichos servicios. El gu?a tiene uno de los contactos m?s directos y prolongados con el turista que visita un lugar y, adem?s, con su actividad percibe directamente las motivaciones y necesidades que han llevado al cliente a decidirse por un destino concreto (Picazo, 2011). Es m?s le ofrece al visitante una visi?n del destino tanto a nivel informativo como interpretativo, convirti?ndose en uno de sus embajadores m?s importantes tanto de destino en general como de los recursos que entraran a formar parte de su visita. Por su parte, el turista que realiza una visita guiada, presumiblemente, puede llegar a ver el destino de un modo distinto de aqu?l que lo visita de modo auto guiado, porque la actividad interpretativa e interrelacional es m?s intensa y el gu?a se adaptada a las necesidades y objetivos que el cliente-turista solicita. En este sentido el gu?a juega un papel importante pues se encuentra en contacto directo con el visitante durante las horas que dura el servicio y percibe el feedback instant?neo del cliente (Gal? y Maj?, 1999). Esta figura profesional, que surgi? de la necesidad de interrelacionar visitante y recurso, ha tenido una baja valoraci?n hasta hoy entre los distintos gestores del sector tur?stico, cultural e institucional. De modo que el gu?a tur?stico en su evoluci?n m?s o menos acompasada con los tiempos; con unas normativas a veces demasiado casu?sticas o laxas, llegando incluso a momentos de vac?o legal; con una desconexi?n entre los propios miembros del sector, ya que al ser una profesi?n que se ejerce de manera individualizada, no se ve habitualmente asistida por otros profesionales del mismo sector; y finalmente con un tratamiento en pa?ses receptores y pa?ses emisores totalmente distinto, puesto que las demandas tambi?n son distintas; obtiene, presumiblemente, como resultado un marco laboral y social inestable, y una valoraci?n personal y profesional m?s bien baja ante la comunidad, tanto en el pa?s donde ejerce su actividad como en el pa?s de origen de los turistas. Maria Abril Sellar?s [43] Dicha inestabilidad viene reflejada desde varios ?ngulos. Por un lado la propia UE contempla o no la figura profesional, as? lo reafirma un informe de la Comisi?n de las Comunidades Europeas (2000)6 en el apartado dedicado a los Gu?as tur?sticos donde se se?ala que la profesi?n carece de regulaci?n en Dinamarca, Alemania, Irlanda, los Pa?ses Bajos, Finlandia, Suecia, Noruega ni el Reino Unido; y lo est? en Austria, B?lgica, Grecia, Francia, Italia, Luxemburgo (ciudad), Portugal y Espa?a. Como se puede apreciar, aquellos pa?ses de larga tradici?n tur?stica son los que han tratado el tema, frente a otros que est?n posicion?ndose en el mercado tur?stico y a?n no han elaborado un marco legal y jurisdiccional. En el caso espec?fico de Espa?a, un pa?s b?sicamente, receptor de turismo, se encuentra con un abanico de normas y reglamentos del sector tur?stico muy amplio, ya que la Constituci?n de 1978 contempl? las transferencias en materia de turismo a las (CCAA) en su art?culo 148.1.18. No se trata de un mandato imperativo, sino que brinda la posibilidad a las mismas de aceptar y desarrollar dichas transferencias. La legislaci?n, en algunas de ellas, creci? al ritmo necesario que conllevaba el cambio de entender el concepto ocio desde muchas vertientes, as? como a la entrada de nuevas profesiones relacionadas con dichos cambios. Surg?an o se modificaban normas relacionadas sobre el mundo de las agencias de viajes, sobre centros de informaci?n, sobre gesti?n muse?stica, sobre infraestructuras, sobre alojamientos de todo tipo, entre otras. Pero ?y sobre los gu?as de turismo?, ?ha habido una regulaci?n paralela y necesaria para este ?mbito profesional?, ?todas las CCAA se han planteado su regulaci?n?7 La respuesta obtenida a trav?s del estudio comparativo realizado en el cap?tulo V, apartado 5.1.1, nos muestra las diferencias de tratamiento normativo, ya que ni en todas las CCAA se han planteado su regulaci?n ni tampoco se ha producido una regulaci?n adecuada a los tiempos en los que vivimos. El resultado es una desafecci?n hacia esta profesi?n, un choque de trenes entre profesionales e intrusos y 6 Se puede leer dicho informe en el Anexo III: Documento 1.3.1.1 7 Vid. Cap?tulo V apartado 5.1.1 donde se realiza un estudio comparativo de las legislaciones que afectan al gu?a de turismo de manera directa e indirecta en las distintas CCAA espa?olas. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [44] un laissez faire, por parte de los organismos e instituciones tanto p?blicas como privadas, sobre la problem?tica existente. Referido a este contexto, el gu?a brinda el servicio m?s directo y personal al cliente ? turista. La humanizaci?n de su actividad viene dada no s?lo por una transmisi?n de informaci?n, que tendr?amos que considerar clara, interesante, sin intenciones pol?ticas, ni discriminaciones de ning?n tipo, sino por una interpretaci?n y conexi?n con el entorno en el que se mueve durante su ejercicio profesional ajust?ndose a los datos objetivos y reales que obtiene a trav?s de la informaci?n que busca y que forma parte de su bagaje cultural (Picazo, 2011). El intercambio que se produce en dicha acci?n permite adem?s el buen entendimiento y la revalorizaci?n de la cultura, del recurso tur?stico o del lugar-destino visitado, obteniendo adem?s la posibilidad de que el turista se pueda llegar a convertir en un entusiasta difusor - emisor de las bondades de los recursos, lo cual redundar? en un efecto multiplicador de posibles nuevos clientes-turistas. El gu?a de turismo en sus diferentes roles, gu?a de museo, de monta?a, de patrimonio, entre otros, ha de ser capaz de ajustarse a las necesidades de sus clientes aunque su situaci?n laboral y jur?dica le sea tan desfavorable que conduzca a su profesi?n a un estado de fragilidad e incluso de desaparici?n (v?ase cap?tulo V, apartado 5.2 y 5.3). A ello hay que sumar el hecho de no tener un sustantivo ?nico que los identifique de una manera clara y que marque su car?cter profesional no s?lo en el sector laboral sino tambi?n en el sector cultural y en el sector tur?stico, sectores que parecen mostrar un escaso inter?s hacia dicha actividad profesional y que provoca las confusiones que se pueden percibir en algunos autores como L?pez que s?lo habla de educadores (L?pez y Alcaide, 2011), olvidando otros elementos profesionales como el de adaptar el discurso al car?cter b?sicamente de ocio que pretende el turista o el de interrelacionar la realidad social del cliente con la del destino, entre otros. El estado de la cuesti?n se traduce en una serie de sustantivos que intentan reflejar una situaci?n social determinada seg?n los sectores econ?micos desde donde se contemple. As? tenemos: gu?as, mediadores, int?rpretes, acompa?antes, voluntarios, cicerones, Maria Abril Sellar?s [45] educadores, pedagogos, monitores, entre otros. Sea cual sea el sustantivo a utilizar su objetivo principal, en esencia, es lograr la satisfacci?n y cubrir la necesidad y/o curiosidad que tiene el visitante sobre un destino o recurso tur?stico de un modo distinto al de la simple percepci?n del mismo. Pero ni todos esos sustantivos responden a la esencia de la figura del gu?a, ni todos se enmarcan en el sector tur?stico. Feliu utiliza como sin?nimos t?rminos como educador o gu?a (Feliu y Masriera, 2010) cuando su trabajo as? como su p?blico objetivo puede llegar a ser realmente distinto. Por ello en el cap?tulo II, apartado 2.7 se intentar? trabajar en las competencias, capacidades, actitudes y conocimientos del gu?a de turismo que permita formular de manera clara una aproximaci?n metodol?gica a esta figura profesional. En definitiva, el gu?a de turismo es un profesional que se siente en ocasiones indefenso, observando como cualquier persona, sin una preparaci?n espec?fica y adecuada, ejerce de facto su actividad laboral, y en consecuencia dando un escaso valor al ejercicio profesional. Con todas estas premisas nuestra investigaci?n se ha centrado en la figura del gu?a de turismo as? como en su actividad: las visitas guiadas, enmarc?ndolo en un espacio concreto: los equipamientos muse?sticos y en una ciudad concreta: Barcelona. Paralelamente, pretendemos hacernos eco de cu?les son los par?metros existentes para acercarnos a su realidad y saber en qu? momento se encuentra. La sociedad del ocio, en estas ?ltimas d?cadas, ha hecho cambios considerables e importantes. En el caso espa?ol, desde que se inici? el llamado turismo de masas, los motivos que han provocado los flujos tur?sticos en el territorio han sido variados. En la d?cada de los sesenta hasta los noventa del siglo XX, la motivaci?n principal fue la de Sol y Playa (Sun & Sand). Pero a partir de los a?os noventa se ha dado paso a un abanico inmenso de motivaciones, que hasta aquel momento hab?an quedado en un segundo plano, como acicate para viajar a nuestro pa?s. As?, la cultura, la naturaleza, el deporte, la gastronom?a, el cine, la literatura, entre otros, se convierten en nuevas razones tur?sticas y, consecuentemente, se ofrecen nuevas perspectivas de negocio dirigidas tanto a un turismo dom?stico como internacional. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [46] Justamente, ha sido en uno de estos ?mbito, el cultural donde se ha empezado a apreciar dichos cambios, y donde algunas de las actividades que parec?an considerarse residuales han comenzado a tener su espacio en esta evoluci?n (Turisme de Barcelona, 2012)8. Referido a este contexto, los gu?as tampoco han querido quedarse atr?s y, si bien en esencia la profesi?n sigue siendo freelance, donde el eje principal es la visita que se ofrece al turista, el posicionamiento de los profesionales del guiaje en el mercado ahora se hace, no s?lo de manera individual, sino a trav?s de empresas de gu?as, o asociaciones u otras formas jur?dicas que ayudan a evolucionar y dar peso a esta profesi?n dentro del sector tur?stico adem?s de aprovechar las TiC como un instrumento base de comunicaci?n e incluso de contrataci?n. 1.3.2. El Turismo Cultural En pleno siglo XXI el turismo es reconocido como un sector econ?mico que ayuda a los pa?ses y regiones a su desarrollo. Cuando al concepto de turismo se le ha vinculado el concepto de cultura, el resultado que se ha obtenido ha sido el llamado turismo cultural, donde el conocimiento de monumentos y sitios hist?ricos se conjuga con la inmersi?n a las human?sticas de los pueblos: arte, historia, filosof?a, modo de vida, folklore, gastronom?a, tradiciones, entre otras (Blasco, 2006). El turismo cultural juega, por tanto, un rol importante para dar a conocer, preservar y disfrutar el patrimonio del destino que se va a visitar. Pero la interrelaci?n entre patrimonio ? cultura y turismo no siempre ha sabido mantener un equilibrio estable. Mientras que el turismo se ha venido considerando como una actividad b?sicamente econ?mica, el patrimonio se ha considerado una riqueza no renovable y por tanto no utilizable como producto de consumo (Tosselli, 2006). En el caso espa?ol, el turismo, que desde los a?os 70 hasta los 90 del siglo XX fue predominantemente de sol y playa, ha evolucionado hacia nuevas propuestas de entender el ocio y la recreaci?n. El turismo cultural ha visto su despegue en estos 8 Vid. P?g. Web: www.barcelonaturisme.com (p?gina consultada en octubre de 2013) Maria Abril Sellar?s [47] ?ltimos veinte a?os gracias al potencial de los recursos que posee el pa?s y la adaptaci?n que se ha tenido que hacer a dicho turismo cultural debido a las exigencias de la demanda (Grande, 2001). As? tenemos que, en el a?o 2012 llegaron a Espa?a 57,7 millones de turistas9 de los cuales el 85,7% se desplazaron por razones de ocio y vacaciones, un 7% lo hicieron por motivos de trabajo, mientras que el 4,2% se movi? motivos personales (familia, salud, compras, entre otros) y finalmente un 3,1% de los turistas alegaron otros motivos, (ver Gr?fico 1.3.2.1). Como vemos la raz?n principal es la recreaci?n con m?s de 78,7 puntos de diferencia respecto a su competidor m?s cercano, el que se desplaza por motivos de trabajo. En esta categor?a de ocio y vacaciones es donde se ubica el llamado turismo cultural, que signific? el 14,38% del 85,7% de los turistas (Instituto de Turismo de Espa?a (ITE), 2012). Gr?fico 1.3.2.1: Motivaciones de los turistas en sus viajes a Espa?a en el a?o 2012 Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos del ITE y de IDESCAT10 Por su parte, en Catalunya y seg?n datos del Instituto de Estad?stica de Catalunya (IDESCAT, 2012), llegaron 15,53 millones de turistas extranjeros, lo que representa el 26,91% del flujo tur?stico del global espa?ol, (ver Gr?fico 1.3.2.2). De estos 15,53 millones de turistas un 82,74% del total lo hicieron por motivos de ocio y vacaciones, 9 El an?lisis que se efect?a en este apartado corresponde, exclusivamente, al contexto espa?ol versus el contexto catal?n haciendo una comparaci?n de ambas situaciones. 10 Vid. P?g. Web IDESCAT http://www.idescat.cat (p?gina consultada el 13 de ocutbre de 2011) An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [48] un 0,04% lo hicieron por motivos personales, el 0,092% viajaron por razones profesionales, y finalmente el 0,039% declar? tener otros motivos para desplazarse. Gr?fico 1.3.2.2: Motivaciones de los turistas en sus viajes a Catalunya en el a?o 2012 Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos del ITE y de IDESCAT Mientras, el Gr?fico 1.3.2.3 nos muestra de manera visual los datos comparados entre Espa?a y Catalunya Gr?fico 1.3.2.3: Motivaciones de los turistas que visitan Espa?a en general y los que visitan Catalunya en concreto Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos del ITE y de IDESCAT La interpretaci?n de los Gr?ficos: 1.3.2.1, 1.3.2.2, y 1.3.2.3 muestra que el 26,91% del total de turistas que llegan a nuestras fronteras eligen como destino Catalunya, y al igual que el resto del Estado, su motivaci?n preferente es el ocio y las vacaciones con 83% 9% 4% 4% Ocio y vacaciones Trabajo Motivos personales Otros motivos 0 10 20 30 40 50 60 Llegada turistas extranjeros Motivos Ocio y vacaciones Trabajo Motivos Personales Otros motivos Espa?a 57,7 49,44 4,03 2,42 1,788 Catalunya 15,53 12,85 1,44 0,626 0,612 M ill on es d e tu ri st as (a ?o 2 01 2) Maria Abril Sellar?s [49] un 83% de los turistas, mientras que en el caso del Estado espa?ol, en general, sube al 86%, una diferencia de tres puntos que es importante, pero no muestra una gran distancia entre ambos. Las otras motivaciones, en ambos casos, se presentan a a?os luz de la principal, por motivos de trabajo, y comparativamente hablando hay un punto de diferencia a favor de Catalunya, sucediendo lo mismo en la variable otros motivos, y finalmente est?n a la par los motivos personales. Es en la motivaci?n de ocio y vacaciones donde se encuentra la tipolog?a de turismo cultural, donde en el caso espa?ol de esos 49,44 millones de turistas, 9,4 millones lo hicieron por este motivo, lo que significa un 16% sobre el total de ocio y vacaciones. Mientras que los turistas que visitaron Catalunya subsumidos en la tipolog?a de ocio y turismo fueron 12,85 millones de los cuales por motivos culturales fueron 4,58 millones, lo que significa un 26% (Instituto de Turismo de Espa?a, 2012;IDESCAT, 2012). Si comparamos ambos cifras se aprecia una diferencia donde Catalunya aventaja de diez puntos a Espa?a. Hecho que confirma la importancia de la tipolog?a de turismo cultural en el caso de Catalunya respecto al resto del Estado espa?ol que tambi?n se va consolidando. Adem?s, seg?n la Direcci? General del Patrimoni Cultural del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya11, desde el a?o 2009 y hasta el a?o 2011 ha habido una evoluci?n positiva in crescendo en el n?mero de visitantes a los museos de Catalunya. Pero, tambi?n hay que hacer hincapi? en que esta tendencia ha sufrido una ca?da importante en el a?o 2012 volviendo a una situaci?n parecida a la producida en el a?o 2010, (ver Gr?fico 1.3.2.4). Seg?n Palau (2013)12 la ca?da es debida b?sicamente al recorte en los presupuestos a los equipamientos muse?sticos que han tenido que 11 Vid. P?g. Web: (p?gina consultada el 10 de julio de 2012). Generalitat de Catalunya http://www20.gencat.cat/portal/site/CulturaDepartament/ menuitem.9cf6e0ecb7825f175a2a63a7b0c0e1a0/?vgnextoid=856e3dc9dffae110VgnVCM10000 08d0c1e0aRCRD&vgnextchannel=856e3dc9dffae110VgnVCM1000008d0c1e0aRCRD&vgnextfm t=default 12 P?g. Web: Palau, http://www.elpuntavui.cat/noticia/article/5-cultura/19-cultura/609677M (p?gina consultada el 20 de 01 de 2013). ?Els museus perden p?blic per les retallades?. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [50] reducir sus actividades y el car?cter atractivo de las mismas, lo que ha provocado menos est?mulos para la gente que visita un museo. Gr?fico 1.3.2.4 Evoluci?n del n?mero de visitantes a los espacios muse?sticos en Catalunya Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos del ITE y de IDESCAT Por su lado, los gestores tur?sticos ofrecen al visitante una variada gama de productos y servicios, que permiten la pr?ctica no s?lo del turismo cultural sino de todo el abanico de productos y servicios que se han ido forjando hasta nuestros d?as. Estos prescriptores han tenido y tienen que adaptarse constantemente a los nuevos tiempos a trav?s de una nueva capacidad de gestionar, planificar y ofrecer servicios y actividades patrimoniales a sus visitantes, tanto porque ?stos las demandan o porque crean una necesidad para una potencial demanda. Este esfuerzo se ha traducido en una amplia oferta tur?stica cultural espa?ola donde las ciudades han apostado de una manera individual: a trav?s de monumentos como La Alhambra en Granada, el Acueducto en Segovia, o la Sagrada Familia en Barcelona; a trav?s de museos como el Prado en Madrid, el Guggenheim en Bilbao o el Picasso en Barcelona; y creando productos y servicios m?s all? del propio ?mbito municipal e incluso regional, naciendo rutas como ?El Camino del Cid? por tierras de Castilla-Le?n, Arag?n y Valencia, las ?Rutas del Camino de Santiago? por todo el norte y oeste de Espa?a o, la ?Ruta de Don Quijote? por Castilla la Mancha; entre otras. 2009 2010 2011 2012 N?m. visitantes museos 10,41 10,79 11,45 10,76 9,8 10 10,2 10,4 10,6 10,8 11 11,2 11,4 11,6 N ?m er o de v is it an te s en lo s m us eo s de C at al un ya Maria Abril Sellar?s [51] En definitiva, la diversidad del turismo cultural va desde las visitas a zonas y edificios monumentales, zonas arqueol?gicas, museos, centros de interpretaci?n hasta las actividades que nos acercan a dicho patrimonio, incluyendo talleres, juegos, jornadas, seminarios, conferencias, entre otras (Institut Catal? de Recerca en Patrimoni Cultural, 2009). Esta multiplicidad de acciones se puede observar cuando se analizan algunas definiciones de organismos tanto internacionales como nacionales sobre lo que entienden por Turismo Cultural. En el marco institucional internacional tres organismos, entre otros, definen el concepto de Turismo Cultural:  La Organizaci?n Mundial del Turismo (OMT)13 define el turismo cultural como ?todos los movimientos de personas para satisfacer la humana necesidad de diversidad, orientados a elevar el nivel cultural del individuo, facilitando nuevos conocimientos, experiencias y encuentros? (OMT, 1985:131). En esta definici?n se incluyen, entre otras actividades, las rutas de formaci?n, de estudio, las artes esc?nicas, los itinerarios culturales, los viajes a festivales, las visitas a monumentos y lugares hist?ricos, el folklore e incluso el peregrinaje.  la Asociaci?n Europea para la Educaci?n Turismo y Ocio (ATLAS)14, ofrece una definici?n m?s abstracta. Considera al turismo cultural como ?el movimiento de personas fuera de su lugar de residencia con la intenci?n de obtener nueva informaci?n y experiencia para satisfacer sus necesidades culturales? (Richards, 1996:10). Un movimiento dirigido hacia atracciones culturales espec?ficas, como por ejemplo, lugares art?sticos, patrimoniales, manifestaciones culturales, arte y representaciones diversas. 13 La (OMT) es un organismo especializado de las Naciones Unidas y representa la principal instituci?n internacional en el campo del turismo. Constituye un foro mundial para debatir cuestiones de pol?tica tur?stica y una fuente ?til de conocimientos especializados en este campo: http://www.world- tourism.org 14 Acr?nimo de The Association for Tourism and Leisure Education se constituy? en 1991 para desarrollar iniciativas educativas transnacionales en el turismo y el ocio. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [52]  ICOMOS.15 en su carta de Turismo Cultural lo conceptualiza como ?aquella forma de turismo que tiene por objeto, entre otros fines, el conocimiento de monumentos y sitios hist?rico-art?sticos. Ejerce un efecto realmente positivo sobre ?stos en tanto en cuanto contribuye ?para satisfacer sus propios fines ? a su mantenimiento y protecci?n [?]? (ICOMOS, 1976:1) Por su parte, los organismos responsables tur?sticos nacionales de cada pa?s procuran definir y concretar lo que entienden por turismo cultural o turismo de patrimonio cultural. Pa?ses como Espa?a, Italia, Francia, M?xico o Estados Unidos que potencian su turismo a trav?s de sus oficinas y de sus acciones de promoci?n a?aden a trav?s de sus sitios web o a trav?s de sus publicaciones lo que entienden por turismo cultural o patrimonial qu? engloba dicha forma de hacer turismo. Algunos realizan definiciones m?s gen?ricas como la francesa y otras m?s casu?sticas como la italiana, pero en todo caso estos pa?ses eminentemente receptores, muestran un esfuerzo para entender los nuevos par?metros culturales tur?sticos.  Espa?a. Instituto del Turismo (Turespa?a), incluye el patrimonio cultural tradicional y las manifestaciones art?sticas y el patrimonio m?s intangible que se deriva del ?estilo de vida? como de las industrias creativas (Secretaria de Estado de Turismo, 2010)16.  Francia. La Maison de la France cuando habla de patrimonio se?ala tanto el material como el inmaterial, y a?ade tambi?n la cultura cient?fica y t?cnica (Offices de tourisme en France, 2010)17.  Italia. El Ente Nazionale del Turismo (ENIT) es m?s casu?stica, ya que en su propuesta define la arquitectura, la gastronom?a, las tradiciones rurales y el 15 Acr?nimo del Comit? Espa?ol del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios. es una ONG fundada en 1965, siguiendo la adopci?n de la Carta de Venecia de 1964, para promover la doctrina y las t?cnicas de la conservaci?n. 16 Vid. P?g. Web: Secretaria de Estado de Turismo. (2010) http://www.tourspain.es (p?gina consultada el el 20 de abril de 2012) 17 Vid. P?g. Web: http://int.rendezvousenfrance.com/fr/culture Offices de tourisme en France. (2010). rendezvous en France. (p?gina consultada el 20 de abril de 2012) Maria Abril Sellar?s [53] way of life (la manera de vivir de las sociedades visitadas) (Agenzia Nazionale del Turismo, 2009).  M?xico. La Secretaria de Turismo (SECTUR) cuando habla de turismo cultural contempla las visitas no s?lo al conjunto de rasgos y elementos distintivos, espirituales y materiales sino tambi?n a los intelectuales y afectivos que caracterizan a un grupo social de un destino concreto (SECTUR, 2012)18.  EEUU. USA Tourist define el turismo cultural como una experiencia en el viaje a zonas que representan la historia pasada y presente de los pueblos que configuran la Naci?n" (Tourism, 1998)19. En una gran parte de las definiciones y criterios propuestos por los diferentes organismos responsables de turismo aparecen unas palabras ?clave? que forman parte de la esencia de esta investigaci?n: por un lado la OMT habla del conocimiento a trav?s de rutas, M?jico habla de las visitas, USA habla de actividades. De modo que permiten una aproximaci?n a la primera fase de estudio, es decir, al gu?a de turismo as? como a su actividad, las visitas guiadas, todo ello unido al entorno, y a los visitantes que fortalecen la figura profesional. Un entorno que en nuestro estudio se circunscribe a la ciudad de Barcelona y a un conjunto de equipamientos culturales de primer orden como son sus museos y, unos visitantes que si bien no es el objetivo de nuestro estudio, va referido a aquellos que hacen visitas guiadas en los dichos equipamientos. A partir de las premisas expuestas, los ejes que mueven ese turismo cultural en nuestra investigaci?n (ver Figura 1.3.2.1) ser?n: los visitantes, los gu?as de turismo cuando ejercen su actividad en el museo, las visitas guiadas y la interpretaci?n y finalmente el recurso patrimonial que es el museo. 18 Vid. P?g. Web: SECTUR. (2012) http://www.sectur.gob.mx/es/sectur/sect_Cultura_Turistica. Cultura Tur?stica. (p?gina consultada el 11 de noviembre de 2012) 19 Vid. P?g. Web: Tourism, U.(1998) http://www.usatourist.com/espanol/traveltips/state-tourist- offices.html p?gina consultada el 29 de setiembre de 2010) An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [54] Figura 1.3.2.1: Ejes del turismo cultural en nuestra investigaci?n Fuente: Elaboraci?n propia 1.3.3. El visitante En relaci?n al visitante20, se pretende en esta investigaci?n realizar un enfoque dirigido a la relaci?n que ?ste tiene con el recurso en tanto en cuanto se da la mediaci?n interpretativa humana. 21 La relaci?n visitante ? recurso est? siendo objeto de debate, de estudio y an?lisis en estas ?ltimas d?cadas, as? tenemos estudios sobre los motivos que mueven al turista a viajar (Crompton, 1979), el n?mero de actividades que realiza en el destino (Turisme de Barcelona, 2012), qu? piensa sobre el destino que visita (Mart?nez, Peir?, y Ramos, 2001). De modo que, cu?ndo estamos hablando de un turista, la primera pregunta que cabe hacerse es ?qu? le mueve a desplazarse? Por los datos aportados en el apartado precedente 1.3.2 sobre el turismo cultural, se confirma que una de las razones que mueve a los turistas a desplazarse es la cultural. Pero esa motivaci?n puede verse bajo 20 En vista de que en los museus se habla habitualmente de visitantes y no de turistas, que si bien no son sin?nimos, por tratamiento y objetivo de esta tesis: el gu?a de turismo en el museo y sus visitas guiadas se usar? indistintamente a partir de ahora ambos conceptos. 21 Esta investigaci?n no pretende hacer un an?lisis sociol?gico de los visitantes, sino acercarse a un an?lisis de la relaci?n existente entre las visitas guiadas que se ofrecen en el museo con el turista que lo visita, desde el prisma de las visitas y no del visitante-turista. Visitantes Gu?as de turismo en el museo Visitas guiadas: la Interpretaci?n Patrimonio: El museo Maria Abril Sellar?s [55] prismas distintos seg?n las diferentes teor?as defendidas por Ashworth, Richards y Garc?a, aunque de todas formas pueden llegar a puntos de complementariedad. La defendida por Ashworth y Tunbridge (1990) quienes distinguen entre el visitante cuya motivaci?n principal es la cultural, a los que llaman visitantes de intenci?n y, aquel cuya motivaci?n principal no es la cultural pero forma parte de la raz?n de su viaje, y que denominan visitantes incidentales. Por su parte, Richards (1996), habla de turistas culturales y los clasifica en diversos tipos. Se?ala que bas?ndose en el consumo tur?stico se puede distinguir entre los turistas espec?ficos y los generales, y se?ala del primero que su objetivo principal es la cultura, mientras que para el segundo la cultura forma parte de su consumo global. Finalmente, trasladando estas opiniones a un concepto m?s general, Garc?a distingue a los visitantes como, turistas de masas que incorporan la cultura en su experiencia, o turistas culturales verdaderos. ?Lejos del turista cultural verdadero que busca un producto diferenciado, nos encontramos con un ?turismo de masas? que inserta la cultura como un componente m?s en sus desplazamientos de ocio cotidiano? (Garcia Hern?ndez, 2003: 23). En resumen, tenemos dos grandes grupos de visitantes culturales: aquellos que su objetivo b?sico tur?stico es la visita a los recursos patrimoniales y aquellos en que no siendo ?se su objetivo principal, entran dichos recursos a formar parte de su estancia tur?stica, convirti?ndose en un complemento importante de su estad?a. Adem?s de lo mencionado existen otros in puts que ayudan a clasificar y conocer mejor las caracter?sticas y motivaciones de los visitantes, como por ejemplo: la procedencia, la cultura, la edad, la nacionalidad, entre otros, (Picazo, 2011). Consecuentemente, la mediaci?n en los recursos culturales no podr? ser igual, puesto que los visitantes no son iguales sino que muestran su propia idiosincrasia. En una interpretaci?n patrimonial donde es el gu?a qui?n la hace, y no unos mecanismos creados para ello, no cabe la estandarizaci?n ya que cada tipolog?a de visitante tendr? su demanda espec?fica (Calle, 2000). Desafortunadamente en esta relaci?n gu?a ? An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [56] recurso ? visitante es donde menos literatura de investigaci?n se ha producido, hecho que ha dificultado en algunos momentos la elaboraci?n de este estudio22. 1.3.4. El gu?a de turismo y cuando ejerce su actividad en el museo Si buscamos la definici?n de la palabra gu?a, en el diccionario de la Real Academia Espa?ola de la Lengua (RAE) dice (entre otros significados): a la ?Persona que conduce y ense?a a otra el camino ?Persona que ense?a y dirige a otra ? Lo que en sentido figurado dirige o encamina ?? Acepci?n primigenia que a lo largo del tiempo ha ido aumentado sus significados hasta llegar a ?Persona que se dedica a acompa?ar a otras en un recorrido o viaje porque conoce bien el camino y la zona [?]. Persona que se dedica a informar a los visitantes de un lugar, un museo o una exposici?n sobre las cosas que van viendo? (Real Academia Espa?ola de la Lengua, 1950) Muchas son las acciones verbales que acompa?an la figura del gu?a: conducir, ense?ar, dirigir, acompa?ar, conocedor del camino e informador sobre los diferentes recursos. Y, aunque pueda parecer que en ocasiones queda en entredicho su profesionalidad, no es menos cierto que, tanto sus aptitudes como actitudes han de intentar cubrir un amplio espectro para dar el significado completo al vocablo que lo define. Picazo por su parte afirma que el gu?a no tiene que ser: Un pozo de conocimientos o datos, sino alguien que, poseyendo la necesaria formaci?n cultural, es capaz de transmitirla de manera clara y amena bas?ndose en las t?cnicas de comunicaci?n, armoniz?ndola con una correcta coordinaci?n a nivel pr?ctico de todos los elementos que intervienen en la prestaci?n del servicio 22 En el marco de las investigaciones sobre el objetivo de nuestro estudio: los gu?as tur?sticos y las visitas guiadas as? como su interrelaci?n con los museos, nos hemos encontrado con una dificultad importante, la escasa literatura existente tanto a nivel de bibliograf?a (libros, revistas cient?ficas, archivos, tesis doctorales, etc.) como webgrafia. A lo largo de la revisi?n de la literatura ir?n apareciendo los autores que tratan y versan sobre este tema, as? como a nivel de art?culos especializados que ayudaran a reafirmar las ideas que a lo largo de la investigaci?n se ir?n postulando, de modo que esto ha generado desde la propia investigaci?n la necesidad de ir creando un marco epistemol?gico para esta figura. A menudo se han tenido que aplicar conceptos no espec?ficos de la tem?tica para poder abogar por un ?mbito de investigaci?n que nos llevase a unos resultados objetivos correctos. Maria Abril Sellar?s [57] tur?stico, considerando en todo momento la adecuada din?mica del grupo al que asiste (Picazo, 2011: 15). Desde finales del siglo XX se puede intuir que hay un cierto prejuicio para usar algunos t?rminos profesionales dentro del sector tur?stico, ya sea porque ha existido una mala praxis profesional, o porque se ha producido una publicidad inadecuada, o porque hay un intrusismo acentuado que desvirt?a dicha profesi?n, o sencillamente porque las novedades y din?mica de la sociedad provocan cambios incluso en sus denominaciones. Este el caso del gu?a de turismo, al que parece que le est? afectando alguno de esos cambios, tanto en la forma como en la esencia.  Respecto a la forma. Desde los organismos gestores muse?sticos, los organismos p?blicos tur?sticos y los prestadores de servicios tur?sticos, entre otros, mantienen el vocablo gu?a de turismo, pero se puede observar una voluntad de cambio hacia t?rminos como: mediador cultural, gu?a de patrimonio, gestor de la mediaci?n humana, gu?a de museo, gu?as conferenciantes, gu?as de naturaleza, gu?as culturales, entre otros, que parece quieran apartarse de una imagen estereotipada que a menudo ha acompa?ado a este profesional.  Respecto a la esencia. La funci?n del gu?a en un principio se entend?a b?sicamente como acompa?ar y explicar los recursos que formaban parte de la visita. A medida que la demanda tur?stica ha evolucionado y que el entorno de trabajo ha mejorado, las funciones del gu?a ya no se pueden basar exclusivamente en las dos anteriores. El gu?a ha de poder interpretar, transmitir y entusiasmar al visitante con el destino o recurso patrimonial de cualquier g?nero sobre el que recaiga dicha actividad. Se pasa, por tanto, de la comunicaci?n informativa a la comunicaci?n interpretativa. La diferencia entre ella reside b?sicamente en la finalidad de la comunicaci?n y las caracter?sticas que presenten las diversas situaciones. De modo que mientras que para la informativa persiste una finalidad meramente de transmisi?n de la informaci?n y el turista lo ?nico que har? es seleccionar los datos seg?n sus intereses, en la An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [58] interpretativa la finalidad es la persuasi?n y adem?s se le pide al turista un alto nivel de atenci?n y de participaci?n intelectual (Calvi, 2006). En el presente estudio, respecto a la forma trabajaremos con dos denominaciones, ambas tradicionales y espec?ficas del qu? significa dicha profesi?n: por un lado hablaremos de gu?a de turismo cuando tratemos t?rminos generales y gu?a de museo o gu?a en el museo, cuando su acci?n se centre en este tipo de espacio patrimonial. En el segundo caso, sobre el que se centrar? una gran parte del trabajo de campo, el gu?a de turismo en el museo tendr? que reunir elementos de la esencia tan importantes para su actividad como la capacidad de interpretar, de transmitir y de entusiasmar, convirti?ndose, probablemente, en uno de los nexos de uni?n m?s importantes entre el visitante ? turista y el recurso. Calvi define la comunicaci?n interpretativa como un [?]Proceso que consiste en revelar el significado del patrimonio cultural, natural e hist?rico creando lazos de uni?n entre los valores del ?rea de actuaci?n y el visitante, desarrollando el contacto entre el visitante y los elementos que encuentra en el entorno tur?stico. (Calvi, 2006: 25). De modo que la actividad del gu?a ha de conducir justo a este proceso de revelaci?n para que el visitante se sienta satisfecho en los objetivos que se ha marcado a la hora de contratar un servicio tur?stico. Pero cu?ntas veces en una visita guiada habremos escuchado a alguien del p?blico visitante preguntarle al gu?a: ?aparte de hacer de gu?a ?qu? profesi?n tiene usted?? Naturalmente esta pregunta presupone que trabajar de gu?a de turismo es un complemento a cualquier otra actividad profesional, pero que no se la considera en s? misma una profesi?n. El visitante puede entenderla como un complemento a actividades profesionales tales como profesor, traductor, historiador, escritor, agente de viajes, entre otras que ayudan en ?pocas de alta intensificaci?n tur?stica a ganarse un dinero extra realizando visitas tur?sticas. Pero ser gu?a es mucho m?s que un complemento a otra profesi?n, es una profesi?n en s? misma, que puede entenderse de manera gen?rica o a trav?s de las distintas especializaciones que han Maria Abril Sellar?s [59] ido surgiendo a los largo de los a?os 90 del siglo XX y durante las dos primeras d?cadas del siglo XXI. La calidad de la visita vendr? determinada no s?lo por la aplicaci?n de todas las caracter?sticas mencionadas, sino tambi?n por la intensidad del mensaje que se produce al relacionarlo con el recurso, con el visitante, y con el entorno. Gal? se?ala que ?el gu?a no es s?lo un informador del legado cultural sino que tambi?n es un dinamizador, una persona capaz de adaptarse a diferentes grupos, diferentes situaciones y contratiempos? (Gal? y Maj?, 1999: 80). Valores que con una cierta frecuencia no son f?ciles de llevar a t?rmino. Por su parte Feliu (2010) habla de la calidad did?ctica para hacer una visita guiada, pero hay que entender, que en este caso, est? hablando m?s de la figura del educador que la del propio gu?a de turismo en el museo, si bien esta autora no distingue entre las diferentes figuras mediadoras que existen (Feliu, 2010: 392) y por ello educador y gu?a son tratados de la misma manera. Paralelamente a la calidad, la normativa que contempla la actividad del gu?a de turismo le ha otorgado a lo largo de los m?s de 150 a?os de reglamentaci?n, un amplio ?mbito de actuaci?n sobre los recursos patrimoniales que se encuentran en el espacio geogr?fico por el cual ha sido habilitado para ejercer dicha actividad. Pero tener un conocimiento profundo de todos los recursos, seg?n sea la naturaleza de dicho ?mbito de actuaci?n puede llegar a ser una tarea inasequible. De ah? que, a medida que el visitante est? m?s informado y los recursos presentan una mejor informaci?n, sea posible plantear el objetivo de la especializaci?n de esta actividad profesional en recursos concretos o rutas concretas. En la aseveraci?n que Picazo (2011) realizaba sobre el hecho de que el gu?a no ten?a que ser un pozo de conocimientos, muy probablemente tuviese raz?n, pero si se especializa, puede llegar a dar una visita de calidad con unos conocimientos profundos, objetivos y rigurosos, la cual ser?a muy distinta a la que pueda darse con unos conocimientos gen?ricos. Es evidente que cuanta mayor sea la especializaci?n del gu?a de turismo, mayor ser? el grado de satisfacci?n para el usuario, habr? un mejor servicio aumentando la calidad, as? como la posibilidad de obtener un reconocimiento positivo por parte del visitante del recurso An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [60] que ha visitado y del destino global; un destino que ve fortalecer, as?, su definici?n de marca tur?stica y un recurso que completa la satisfacci?n de la demanda de su cliente. Por a?adidura, relacionado indisolublemente con la figura del gu?a, aparece la mediaci?n, la cual se utiliza en sociolog?a, pedag?gia e incluso psicolog?a, y que en esencia trata de resolver conflictos entre dos partes con la participaci?n de un tercero habilitado para poder ayudar a dirimir el conflicto (Real Academia Espa?ola de la Lengua, 1950). Dicha concepci?n hay que adaptarla a la mediaci?n cultural, ya que no se trata de resolver un conflicto sino de conectar dos culturas que gracias a una actividad tur?stica se van a encontrar en un momento determinado siendo, presumiblemente, necesaria la acci?n del mediador-gu?a para poder entender dicha interrelaci?n. Por ejemplo cuando ciudadanos de diversas culturas en sus viajes entran en contacto con otra culturas que poseen lenguas propias y que para su entendimiento requieren de una figura presente y real que ayude no s?lo a poderse relacionar sino que adem?s con su acci?n les permita entusiasmarse, acercarse a la poblaci?n local y a sus recursos, el objetivo de la mediaci?n que es la resoluci?n de alg?n problema se habr? conseguido, siendo en este caso el problema el acercamiento a culturas distintas (Calle,2000). Por ello, la presencia de la figura del gu?a - mediador adem?s de conectar lo que estar? haciendo es transmitir, interpretar y acortar las distancias culturales con su actividad laboral. La diferencia puede llegar a ser sustancial cuando el gu?a es un experto sobre un determinado entorno y lo explica al visitante a que sea el turista quien utilice un folleto informativo, por muchas fotos que muestre; o una audio gu?a por muy bien que est? expresado un mandato en ella; o porque utiliza una nueva tecnolog?a como los c?digos QR que le permiten leer in situ. En ninguno de estos tres casos habr?, posiblemente una clara adaptaci?n del mensaje al oyente, por falta de adaptaci?n concreta al mismo. Maria Abril Sellar?s [61] En este concepto de especializaci?n hay que distinguir aquel gu?a que es freelance23 y realiza una visita guiada en un museo o monumento, del gu?a que trabaja en un equipamiento cultural y que tiene en su programa de actividades las visitas guiadas tur?sticas. No se suele poner en duda que el gu?a que depende del museo tiene la formaci?n adecuada, que conoce la instalaci?n y en consecuencia tanto el mandato como los objetivos le son mucho m?s f?ciles de asumir y poderlos transmitir. C?mo haga esa transmisi?n, es lo que distinguir? al gu?a de otras formas de mediaci?n o interpretaci?n. En cambio el gu?a de turismo freelance recibe una retroalimentaci?n distinta. Por una parte los responsables de las visitas de los museos no siempre ven con buenos ojos el trabajo de estos gu?as, ya que no recibiendo una formaci?n desde el propio museo, ?stos (los gestores) pueden entender que el conocimiento de su mandato no queda claro24 y por otro lado, no todos los grupos entienden que un gu?a pueda conocer ese museo como lo pueda conocer el personal del equipamiento y as? lo demuestran con las preguntas latiguillo al final de la visita ?es usted licenciado en arte, verdad?, ?es usted profesor, verdad? Como ya hemos mencionado con anterioridad, quiz? sean reminiscencias de un pasado nada glorioso o quiz? sencillamente es que a?n no hay una clara conciencia social de que ser gu?a en cualquiera de sus manifestaciones es una profesi?n en s? misma y no un complemento a otras actividades laborales. Advi?rtase que, a pesar de todo, no todos los gu?as de turismo quieren o pretenden una especializaci?n en un ?mbito concreto: museo, monumento, rutas tem?ticas, entre otras25. Como en cualquier profesi?n hay actividades m?s sencillas y otras m?s complejas. As? pues, ?hasta qu? punto se puede tratar de manera distinta la figura del 23 Se trata del gu?a que no dependiendo de ninguna instituci?n o empresa, puede con su habilitaci?n, trabajar en cualquier equipamiento patrimonial, a petici?n de cualquier cliente f?sico o jur?dico que tenga a bien contratarlo a cambio de una contraprestaci?n econ?mica. 24 En el Trabajo de campo, la parte correspondiente al cuestionario de los museos, algunos gestores se manifestaron sobre esta idea. Vid. Cap?tulo V, apartado 5.2. 25 En el Trabajo de campo, la parte de las entrevistas pone de manifiesto este hecho. Vid. Cap?tulo V, apartado 5.3. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [62] gu?a de turismo de la del gu?a de museo?26 . La especializaci?n conlleva un alto grado de conocimiento, la generalizaci?n conlleva saber manejar un grado de conocimientos menores, pero no por ello menos importantes, ya que manejar mucha y variada informaci?n a la vez, no suele ser f?cil. No es ni mejor ni peor, sencillamente son v?as de trabajo distintas. Se dir?a, pues, que los tres pilares en los que se sustenta la figura del gu?a profesional son: conocimientos, idiomas y capacidad de comunicar; respecto a idiomas y capacidad de comunicar el grado de calidad ha de ser el mismo para un gu?a que desee trabajar con visitas no especializadas como para el gu?a que s?lo quiera realizar visitas especializadas. En cambio el grado de conocimientos ha de ser distinto, mucho menos profundo para aquel gu?a que s?lo realice visitas no especializadas, y m?s profundo para aquel que se dedique a visitas tem?ticas. Pero, no hay que confundir grado de conocimiento con calidad, aplicar los conocimientos en cada situaci?n es lo que da la calidad a ese gu?a de turismo. (Picazo, 2011). La visi?n sesgada que se puede llegar a tener de esta figura profesional, condicion?ndola a una actividad como la repetici?n de contenidos y de conceptos (Feliu y Masriera, 2010) lleva a la conclusi?n de que algo no se ha hecho bien durante estas primeras d?cadas del siglo XXI y que a?n queda un largo camino por recorrer, a pesar de los esfuerzos realizados por parte de autores como Gal? (1999), Montaner (1999) o Picazo (1996). Por estas razones, el gu?a no es s?lo un informador sino un int?rprete del patrimonio, siendo la interpretaci?n una de las maneras m?s comunes de producir un significado. De modo que a trav?s de esta investigaci?n intentaremos encuadrar la figura profesional del gu?a de turismo en su vertiente de especializaci?n en el ?rea muse?stica, ya que es el que mantiene una relaci?n m?s estrecha con dichos equipamientos, y puede, en el caso de alcanzar el grado ?ptimo de aprendizaje, conocer perfectamente el mandato en el cual se basa el equipamientos as? como sus 26 Para entender la especializaci?n y ver distintas las competencias, actitudes y aptitudes de un gu?a de turismo de un gu?a tur?stico muse?stico se dedica todo un cap?tulo a discernir dichas caracter?sticas y ver si hay posibilidades de entender dos profesiones o bien una principal y otra que dependa de la principal, como. Vid. cap?tulo II, apartado 2.7 Maria Abril Sellar?s [63] objetivos.27 Por tanto todo nos podr?a encaminar a tratar de manera espec?fica a la figura del gu?a de museo. As? mismo, si el siglo XXI se puede considerar como la etapa de la consolidaci?n y madurez del turismo cultural en Europa, es evidente que se deber?a tener en cuenta la participaci?n de todos los agentes gestores. Sin embargo, algunos de dichos prestadores de servicios en muchos pa?ses no est?n suficientemente regulados o ni tan siquiera contemplados en su marco laboral y/o profesional. Para cualquier actividad laboral se suceden las normas, y las profesiones tur?sticas no escapan de esta pr?ctica, pero cuando se habla del gu?a de turismo y de sus actividades, parece que dichas regulaciones se vayan desvaneciendo y sean poco respetadas m?s all? del propio profesional. Mientras se puede afirmar que existe un complejo sistema de normas que regulan la construcci?n de los edificios destinados a museos, centros de interpretaci?n, monumentos, entre otros; tambi?n suele estar regulado todo el sistema de informaci?n en el interior de las instalaciones muse?sticas y patrimoniales yas? como los grandes conjuntos urbanos, con alg?n tipo de declaraci?n de protecci?n patrimonial, est?n sujetos a normativas estrictas. Por el contrario, cuando se examina atentamente las regulaciones que afectan a los gu?as de turismo que realizan los servicios de informaci?n, interpretaci?n, orientaci?n, y acompa?amiento, entre otras funciones, las regulaciones, en seg?n qu? pa?ses o regiones, pueden llegar a ser escasas, divergentes e incluso en algunos casos inexistentes (Ribagorda, 2002) tal como se ha podido comprobar en p?rrafos precedentes. En ocasiones la normativa est? desfasada en el tiempo o en la funci?n y puede llegar a pensarse que en general acabe resultando obsoleta, o en el caso que se produzcan normativas que afecten de manera directa a legislaciones anteriores, 27 Para conocer la figura del gu?a de turismo y del gu?a tur?stico muse?stico, Vid. Cap?tulo II, apartado 2.7 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [64] pueden llegar a provocar un vac?o legal como est? sucediendo con la aplicaci?n de la Directiva Bolkestein28 (Fern?ndez, 1994). Subyac?a por tanto, la necesidad de conocer la situaci?n legal del gu?a de turismo en el estado espa?ol y hacer hincapi? en el marco auton?mico catal?n. Investigarlo conlleva una ardua tarea, dado que el hecho de que existan diecisiete CCAA provoca, sin temor a equivocarnos, una casu?stica y una complejidad importantes. Por ello, en esta investigaci?n se ha llevado a cabo un estudio comparativo de las normas existentes en todas las CCAA intentando esclarecer aquellos puntos principales que afectan directamente a la actividad del gu?a o a la comprensi?n de su definici?n. Recapitulando, la investigaci?n se dirigir? al an?lisis de la actuaci?n de los gu?as de turismo en el seno de las instalaciones muse?sticas, eligiendo como campo de trabajo estricto la ciudad de Barcelona, que como es sabido, aloja una compleja red de museos as? como una red de profesionales que trabajan con dichos equipamientos de una manera dependiente o independiente. 1.3.5. La visita guiada: La Interpretaci?n Lo que en estas ?ltimas d?cadas se entiende por interpretaci?n del patrimonio (en t?rminos tur?sticos) naci? en EEUU en los a?os 50 del siglo XX. Concretamente con las medidas que adoptaron los gestores del National Park Service cuando se quiso que los visitantes entendiesen mejor lo que iban a visitar. Adem?s de ser acompa?ados por la zona, los gu?as realizaban la tarea de interpretar, la cual se centraba en el hecho de traducir los conceptos m?s cient?ficos al lenguaje propio de los visitantes, de ah? el aplicativo de int?rprete seg?n remarcan Sureda, Guerra y Castells (2008). Pero, ?qu? es interpretar? Seg?n la R.A.E. en su acepci?n tercera interpretar es ?[?] Explicar acciones, dichos o sucesos que pueden ser entendidos de diferentes modos? (Real Academia Espa?ola de la Lengua, 1950). La interpretaci?n se ha de producir in 28 Vid. Cap?tulo IV, apartado 4.6.1, donde se trabaja dicha la transposici?n de dicha Directiva en el marco jur?dico espa?ol. Para conocer la Directiva Bolkestein vid. CD, Anexo II, Documento 1.3.4.1 Maria Abril Sellar?s [65] situ, de manera directa, con la acci?n de un gu?a ? int?rprete o indirecta a trav?s de cartelas, plafones o los nuevos sistemas que nos permiten las TIC. En esa concepci?n de que puedan ser entendidos de diferentes modos, es donde la interpretaci?n hecha por un gu?a de turismo se adapta mejor y es m?s vers?til que la interpretaci?n no humana, puesto que la comunicaci?n que hace el gu?a recibe una respuesta inmediata por parte del p?blico, por tanto el feedback se convierte en un elemento casi imprescindible en la interpretaci?n. En el campo de la interpretaci?n la obra de Tilden est? considerada todo un cl?sico. El propio Tilden defini? qu? se entend?a por interpretaci?n, a pesar de que tuvo que modificar dicha definici?n al crear un campo de discusi?n cuando acot? inicialmente su propuesta. ?An educational activity which aims to reveal meanings and relationships through the use of original objects, by first hand experience, and by illustrative media, rather than simply to communicate factual information? (Tilden, 1957: 8). 29 La discusi?n se centr? en el hecho de que dijo que era una actividad educacional, y m?s tarde el propio Tilden dir?a que se ten?a que entender como una actividad recreativa. Si bien es cierto que toda interpretaci?n lleva una parte educacional, no es menos cierto que el turismo se mueve por un concepto recreacional y que por tanto hay que adaptar la interpretaci?n a los motivos de los visitantes. Los principios rectores que introdujo en t?rminos de interpretaci?n (Tilden, 1957), se pueden resumir en los siguientes elementos:  La interpretaci?n tiene que relacionar lo que muestra o describe con la personalidad o experiencia del visitante.  No toda informaci?n es interpretaci?n, pero s? que toda interpretaci?n incluye informaci?n. 29 Trad. ?La interpretaci?n es una actividad educativa que pretende revelar significados e interrelaciones a trav?s del uso de objetos originales, por un contacto directo con el recurso o por medios ilustrativos, no limit?ndose a dar una mera informaci?n de los hechos.? An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [66]  La interpretaci?n puede y debe combinar muchas disciplinas: cient?ficas, hist?ricas, arquitect?nicas y/o anecd?ticas.  El objetivo principal de la interpretaci?n es la provocaci?n.  La interpretaci?n tiene que mostrar el todo y dirigirse al ser humano en su conjunto.  La interpretaci?n en cada momento y ocasi?n requiere ser adaptada al visitante. Por su parte autores como Aldridge30 o Edwards en los a?os 70 del siglo XX, aportaron nuevos elementos a la interpretaci?n. Para Aldridge (1973) lo importante era que el visitante fuese capaz de concienciarse de la necesidad de participar en la conservaci?n del entorno. Mientras que para Edwards lo importante fue basar la interpretaci?n en cuatro caracter?sticas: informaci?n breve y concisa, realizada in situ, revelando un significado y con una comunicaci?n atractiva (Edwards, 1976). Prosiguiendo con el tema, la Comunidad internacional dio un gran paso en el Congreso Mundial de Interpretaci?n en Banff, Canad?, en el a?o 1985, cuando se ampli? el concepto de interpretaci?n no s?lo a los espacios naturales, sino tambi?n, a los espacios patrimoniales culturales. Se pasaba de un concepto m?s restrictivo como era la interpretaci?n ambiental a uno menos excluyente como era la interpretaci?n del Patrimonio.31 Los investigadores Beck y Cable (1989) han ampliado o completado los principios de Tilden con lo que los resultados de dicha ampliaci?n pueden entenderse del siguiente modo:  La interpretaci?n no s?lo ha de provocar sino que tambi?n ha de inspirar a la gente para que ampl?e sus horizontes.  El dise?o interpretativo deber?a ser como una historia que informe, entretenga e ilustre. 30 Aldridge est? considerado el padre de la interpretaci?n en el Reino Unido y en el resto de Europa 31 El t?rmino Patrimonio abraza tanto a los recursos naturales como culturales as? como a los tangibles como intangibles. Maria Abril Sellar?s [67]  Buscar en el pasado para poder aplicarlo en el presente y que ?ste permita que en el futuro su significado sea mayor.  Las TIC pueden ayudar a la interpretaci?n de manera novedosa y apasionante, pero hay que ir con cuidado y cautela, pues el problema de ellas es que no tienen un contacto directo con el visitante y ello complica la adaptaci?n.  La interpretaci?n se ha de transmitir correctamente sintetizada y, fundamentada en una buena investigaci?n.  Conocer las t?cnicas de comunicaci?n: la interpretaci?n de calidad es aquella que se basa en las habilidades y los conocimientos de la persona que la lleva a cabo.  La interpretaci?n tiene que ser capaz de estimular e infundir al visitante el sentido de belleza, lo que permite propiciar la conservaci?n de lo que es interpretado.  La interpretaci?n ha de conllevar intr?nseca la pasi?n, un elemento indiscutible por su fuerza y efectividad. En el campo de la museolog?a ha habido tambi?n una evoluci?n importante, siendo uno de los m?s significativos el salto del concepto de colecci?n museogr?fica al concepto de ?museo total? (Wagensberg, et al. 2006). Con este cambio la interpretaci?n asume un rol a?n m?s importante, configur?ndose como parte intr?nseca del museo. Desarrollar este concepto no es f?cil y las discusiones sobre si la interpretaci?n es rentable o no, si es necesaria hacerla o no, est?n en pleno desarrollo en la actualidad. El propio Morales pon?a de manifiesto algunas de las discusiones, llegando, entre otras, a la conclusi?n de que la interpretaci?n tendr?a que ser un bien p?blico, ya que consideraba que ?el p?blico tiene derecho a disfrutar del patrimonio, derecho a sentirlo, a comprenderlo y, como consecuencia, a apreciarlo y contribuir a su conservaci?n? (Morales, 1998: 152). Para alcanzar la idea de bien p?blico ser?a necesario que la mediaci?n formarse parte indisoluble del engranaje tanto del sector tur?stico como del sector cultural, intentando llegar a un equilibrio donde tanto la comunidad local como el visitante consiguiesen ver las actividades tur?stico culturales como un hecho absolutamente positivo y necesario, y no como un elemento An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [68] distorsionador y poco respetuoso como se est? evidenciando en algunos destinos tur?sticos (Cardona, 2012). Los museos del siglo XXI procuran mostrar los objetos de la cultura de forma cr?tica y permiten, en la medida de lo posible, el di?logo del p?blico con el objeto contextualizado (Barretto, 1997). Para ello el museo utiliza b?sicamente dos v?as interpretativas: la llamada mediaci?n no humana que se corresponde a la se?alizaci?n e informaci?n est?tica, los sistemas de audio gu?as, los c?digos QR, la realidad aumentada, entre otros, y la llamada mediaci?n humana. Como bien dice L?pez (2014) la sociedad del siglo XXI se mueve en un entorno digital que le permite acceder a cualquier obra de arte del mundo, y evidentemente recibir una explicaci?n sobre la misma, incluso pasearse por dentro si es una pintura, rodearla si es una escultura o entrar en sus salas si es un edificio. Recibe, adem?s, una informaci?n que muy probablemente llegar? a personalizarse, pero a d?a de hoy, no se ha llegado a ese punto y por tanto la interpretaci?n de la obra tal y como la personaliza el gu?a para el p?blico que la escucha puede ser, probablemente, insustituible (Lopez, 2014). Es bien sabido que cuando se trata de hablar sobre la actividad de la interpretaci?n a menudo se trabaja desde un prisma donde la participaci?n de los recursos humanos es netamente inferior a la utilizaci?n de recursos t?cnicos, como carteles, plafones informativos, audio gu?as, flechas direccionales, lo cual dificulta el estudio propiamente de la actuaci?n humana directa sobre el recurso. Si ya es dif?cil distinguir estos dos niveles de interpretaci?n o intentar tratarlos a un mismo o similar nivel, no lo es menos llegar a un acuerdo en c?mo llamar al equipo humano que gestiona dicha actividad: mediadores, gestores humanos, gu?as, gu?as int?rpretes, monitores, gu?as de museo, entre otras formas de nominarlos en diferentes contextos. Hay, autores que distinguen perfectamente dichas figuras o cu?nto m?nimo las mencionan d?ndoles una entidad propia. Es el caso de Picazo Maria Abril Sellar?s [69] (2011)32, pero hay autores que los fusionan como si se tratase de una ?nica forma, donde encontramos a Feliu (2010). Pero independientemente del acuerdo o desacuerdo existente, ni la figura del gu?a de turismo como gu?a de museo ergo ni sus objetivos, necesidades y actividades, aparecen claramente determinadas y definidas hasta el presente. Es por ello que en el marco de nuestra investigaci?n trataremos de analizar y definir, en la medida de lo posible, un marco epistemol?gico que pueda ayudar a entender esta figura profesional mediadora entre el recurso patrimonial y el visitante, y para alcanzar este objetivo, el cap?tulo II, apartado 2.7 le dar? un tratamiento en profundidad. En otro orden de cosas, la interpretaci?n, por su parte, es un elemento integrante del servicio tur?stico que da el gu?a, de modo que, si nos centramos en el binomio que se produce en el consumo tur?stico, Patrimonio ? Interpretaci?n del Patrimonio, podemos llegar a afirmar que el turismo basado en los atractivos culturales favorece una puesta en valor del patrimonio al incentivar su uso y disfrute por parte del p?blico visitante. Adem?s, la aportaci?n de una interpretaci?n adecuada a las necesidades y motivaciones de los visitantes, as? como al mandato que presentan los responsables de instituciones muse?sticas y patrimoniales, hacen que la labor del gu?a de turismo y concretamente del gu?a tur?stico en el museo sea importante para el buen entendimiento de dicho equipamiento por parte del turista ? p?blico en general, sin menoscabar por ello, la mediaci?n no humana. En definitiva una pol?tica y gesti?n cultural ha de tener en cuenta no s?lo aquellos gestores principales de los equipamientos sino tambi?n a aquellos que no perteneciendo al equipamiento trabajan en ?l o lo integran en su actividad, como es el caso de los gu?as de turismo cuando est?n ejerciendo su labor en el museo. Como dice Barretto (1997), la pol?tica cultural necesita de un modelo participativo capaz de identificar las potencialidades de la sociedad, para poder usar e interpretar el patrimonio cultural. De manera que, el auge del turismo cultural ha contribuido al 32 Se?alar que Picazo menciona pero no define la mayor?a de las subfiguras que trata, lo que establece son criterios diferenciadores entre ellos con los que se puede llegar a deducir una definici?n plausible. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [70] desarrollo de la interpretaci?n y la especializaci?n, que tambi?n puede afectar a los mediadores tur?sticos. Es evidente que la interpretaci?n que se realizaba en los a?os 50 del siglo pasado no es la misma que la que se est? efectuando en la segunda d?cada del siglo XXI. Ya no sirve s?lo traducir, es necesario llegar al visitante y provocarle alguna reacci?n para que se sienta atrapado por la fascinaci?n del patrimonio que est? contemplando. Sentirse atrapado es una acci?n que lleva inherente una experiencia de car?cter cultural cualitativa. La emoci?n de observar aquel cuadro que despu?s de verlo impreso en libros durante a?os se puede apreciar al natural, el sentimiento de vinculaci?n con el pasado cuando se visita un yacimiento arqueol?gico, la sinestesia visual que provoca una imagen o ver la expresi?n perfecta de un sentimiento en una escultura son formas de atrapar donde el gu?a de turismo puede llegar a transmitirlo con pasi?n a su p?blico (Bedate, 2001). Pero, no todo son beneficios. El turismo y concretamente el desarrollo de actividades recreativas en el patrimonio, ocasionan efectos perjudiciales en el propio recurso como consecuencia de una planificaci?n inapropiada e incluso inexistente en ocasiones, as? una exposici?n masiva de p?blico en un recurso puede llevar a la p?rdida del mismo, a un l?mite de su capacidad de carga y por tanto a un deterioro constante. En consecuencia se produce un deterioro del recurso y una calidad inferior en las visitas guiadas existentes, llegando a producir una imagen m?s negativa que positiva. (Garc?a, De la Calle y Minguez, 2011) La interpretaci?n, por tanto, conlleva una doble tarea: por un lado un equilibrio entre la existencia y el uso que se da del patrimonio y, por otro, ajustar la oferta a una demanda cada vez m?s conocedora de los productos culturales ergo, m?s exigente. Es evidente que la forma en la que el visitante consume el recurso ayudar? o no a la sostenibilidad del mismo y de su entorno m?s cercano, obteniendo adem?s, en la medida de lo posible, un resultado positivo de logro en su objetivo y finalmente una percepci?n mejorada de la imagen que da dicho patrimonio. Si el patrimonio en todas sus manifestaciones ha de tener unos objetivos a nivel tur?stico como son: ?entretener, retener y satisfacer? (Romero, 1998: 15) quedando el Maria Abril Sellar?s [71] educativo en un nivel secundario, entonces las estrategias a seguir en materia de interpretaci?n, informaci?n y comunicaci?n han de ser fundamentales para la consecuci?n de dichos objetivos. Y aunque la actividad de guiar se encuentre en un nivel primario en cuanto a los objetivos que puede presentar el patrimonio tal y como indican Prats i Santacana, la necesidad a nivel tur?stico de no aleccionar y si entretener forma parte del concepto ocio que acompa?a a dicha actividad tur?stica. (Prats y Santacana, 2009). No hay que olvidar que la gesti?n de la interpretaci?n lo que permite es estimular, provocar, persuadir y ser una buena estrategia para dinamizar una zona y paralelamente ser creador de riqueza, a la vez que conciencia de la necesidad de preservar dicho recurso (Morales, 1998) y por tanto de saber valorarlo en su justa medida. Por su parte, viabilidad y sostenibilidad son principios que cada vez con m?s fuerza impactan los fundamentos rectores del trabajo con recursos patrimoniales tur?sticos. En el caso espa?ol las ideas sobre la interpretaci?n y su viabilidad se empezaron a plantear en un momento cambiante (finales de los setenta y principios de los ochenta del siglo XX) donde la forma de entender la divisi?n territorial y las transferencias de las competencias a las CCAA, en algunos casos, no han permitido una homogeneidad de criterios ni de objetivos. Ello ha conducido a que cada regi?n haya ido definiendo, no s?lo sus equipamientos, sino tambi?n sus servicios y actividades, de manera distinta o parecida seg?n los casos y necesidades de cada lugar. En s?ntesis, con todas estas premisas se intentar?n establecer algunos de los criterios de esta investigaci?n, un trabajo con una evidente voluntad de explorar para conocer por un lado, una figura profesional en el sector tur?stico como es la del gu?a de turismo y las distintas clasificaciones que puede alcanzar, marcando nuestro inter?s en aquella que relaciona al gu?a con el museo y con el visitante, y que se traduce b?sicamente en el concepto de visita guiada tur?stica en el museo; y por otro lado, en el marco de la evoluci?n y con la uni?n de las dos acciones ejercidas por el gu?a tur?stico, guiar e interpretar, se llega a una fusi?n conceptual que se ha ido recogiendo en cada An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [72] momento por las distintas normativas reguladoras sobre dicha actividad, pero que probablemente no ha quedado suficientemente clara por la legislaci?n existente. De modo que otro de los epicentros de la investigaci?n se dedicar? a analizar las leyes y reglamentos que de manera directa o indirecta han dado un marco legal a la profesi?n objeto de nuestro estudio y con ello intentar llegar a una definici?n, de lo que deber?a ser la labor interpretativa del gu?a de turismo (v?ase cap?tulo II, apartados 2.7). 1.3.6. El museo: un Recurso Tur?stico Patrimonial Para llegar al concepto de recurso tur?stico patrimonial, el bien al que se refiere, deber? ser objeto de alguna iniciativa que lo ponga en valor, normalmente, una instancia que nazca de la iniciativa de las administraciones gubernamentales, pero que perfectamente podr?a serlo desde la instancia privada. Dicha iniciativa habr? requerido de un proceso de detecci?n, registro, documentaci?n, investigaci?n e intervenci?n y finalmente de difusi?n/comunicaci?n. La culminaci?n de todo el proceso da como resultado que el bien patrimonial se transforme en un recurso patrimonial (Blaya, 2004). Para que ese recurso patrimonial se transforme a su vez en un recurso tur?stico patrimonial y por tanto llegue a ser un producto cultural, en otras palabras, que sea capaz de provocar flujos de visitantes, se tendr?n que tener en cuenta algunos factores como: las infraestructuras, la se?alizaci?n, el desarrollo de sistemas de informaci?n y divulgaci?n, as? como la existencia de un sistema de interpretaci?n adecuado al perfil del usuario (Blasco, 2006). En definitiva se crean los productos que dar?n soporte a una de las tipolog?as tur?sticas con una evoluci?n m?s favorable en su sector que es la de turismo cultural.33 33 Vid. Cap?tulo I, apartado 1.3.2. Maria Abril Sellar?s [73] En este mismo campo se han realizado muchas clasificaciones que intentan poner orden a los recursos tur?sticos patrimoniales. Un buen ejemplo es el que lleva a cabo OEA- CICATUR,34 instituci?n que propone un macro listado para poder inventariar todos los recursos patrimoniales de cualquier naturaleza y categor?a. En la Tabla 1.3.6.1 se puede apreciar la parte correspondiente a los que son denominados recursos tur?stico patrimoniales muse?sticos y de manifestaciones culturales. El primer subgrupo, se avoca a los museos, clasificaci?n espec?fica a la que se dedicar? la presente investigaci?n. De esta primera clasificaci?n base, sobre recursos tur?sticos nos encontramos con una segunda clasificaci?n, realizada por el Consejo Internacional de Museos (ICOM) y dirigida exclusivamente a las tipolog?as muse?sticas. Clasificaci?n que queda reflejada en la Tabla 1.3.6.2 y en la que puede apreciarse una etiquetaci?n mucho m?s exhaustiva, intentando abarcar todas las posibilidades de tipos de museos que un turista ? visitante puede encontrar en una visita tur?stica. 34 OEA-CICATUR: Organizaci?n de Estados Americanos - Centro Interamericano de Capacitaci?n Tur?stica An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [74] Tabla 1.3.6.1: Clasificaci?n OEA -CICATUR, sobre Recursos Patrimoniales Grupo Subgrupo Categor?as 2. Museos y manifestaciones culturales 2.1. Museos 2.1.1. Museos de Arqueolog?a 2.1.2. Museos de Arte 2.1.3. Museos de Historia 2.1.4. Museos Etnol?gicos 2.1.5. Museos de Ciencias y Tecnolog?a 2.1.6. Museos Interdisciplinarios 2.1.7. n35? 2.2. Obras de arte y t?cnica 2.2.1. Pintura 2.2.2. Escultura 2.2.3. Arte decorativo 2.2.4. Arquitectura 2.2.5. Realizaciones urbanas 2.2.6. Obras de ingenier?a 2.2.7. n? 2.3. Lugares hist?ricos 2.4. Ruinas y Lugares Arqueol?gicos Fuente: Elaboraci?n propia en base a las clasificaciones OEA- CICATUR y diversas catalogaciones patrimoniales. 35 Siendo n..., la manera de dejar abierta nuevas entradas para ulteriores clasificaciones Maria Abril Sellar?s [75] Tabla 1.3.6.2: Clasificaci?n ICOM Clasificaci?n de los Museos Tipolog?as 1. Museos de Arte 1.1. De Pintura 1.2. De Escultura 1.3. De Grabado 1.4. De Artes Gr?ficas 1.5. De Arqueolog?a y Antig?edades 1.6. De Artes Decorativas y Aplicadas 1.7. De Arte Religioso 1.8. De M?sica 1.9. De Arte Dram?tico, Teatro y Danza 2. Museos de Historia Natural 2.1. De Geolog?a y Mineralog?a 2.2. De Bot?nica, Jardines Bot?nicos 3. Museos de Etnograf?a y Folklore 4. Museos Hist?ricos 4.1 Bibliogr?ficos, referidos a grupos de individuos 4.2 Conmemorativos 4.3 Bibliogr?ficos, referidos a un personaje 4.4 De Historia de una Ciudad 4.5 Hist?ricos y Arqueol?gicos 4.6 De la Guerra y del ejercito 4.7 De la Marina 5. Museos de las Ciencias y de las T?cnica 5.1 De la Ciencias y las T?cnicas en general 5.2 De F?sica 5.3 De Oceanograf?a 5.4 De Medicina y Cirug?a 5.5 De T?cnicas Industriales. Industria del Autom?vil 5.6 De Manufacturas y Productos Manufacturados 6. Museos de las Ciencias Sociales y Servicios Sociales 6.1 De Pedagog?a, Ense?anza y Educaci?n 6.2 De Justicia y de Polic?a 7. Museos de Comercio y de las Comunicaciones 7.1 De la Moneda y Sistemas Bancarios 7.2 De Transportes 7.3 De Correos Fuente: Elaboraci?n propia en base a la clasificaci?n ICOM An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [76] Tal y como nos demuestran las clasificaciones de CICATUR e ICOM, (Tablas 1.3.6.1 y 1.3.6.2) la variedad de tipolog?as muse?sticas es enorme. En esta investigaci?n no nos hemos dirigido a una tipolog?a muse?stica concreta sino que hemos tenido en cuenta el global de museos existentes en la ciudad de Barcelona, ya que el objetivo de la investigaci?n no era ver c?mo trataban los museos sus mandatos y objetivos, as? como su especificidad, sino estudiar el concepto de gesti?n de las visitas guiadas tur?sticas de los gu?as de turismo en los equipamientos muse?sticos. Por este motivo la clasificaci?n sobre museos de la OEA-CICATUR es la que se ha tomado como referencia, ya que presenta de manera gen?rica el concepto Museos, mientras que ICOM directamente parcela los museos en diferentes categor?as y nuestra investigaci?n no se basar? en una clasificaci?n concreta. El museo en pleno siglo XXI ha abierto las puertas a los debates de ?ndole filos?fica destinados a entender el espacio muse?stico y su papel en la sociedad actual. En este contexto no todos los pensadores est?n de acuerdo en todo, como era de suponer, pero s? que han llegado a proponer tres objetivos en los que se deber?a fundamentar la nueva muse?stica (Hooper-Greenhill, 1998):  Estudiar. El estudio permite realizar una labor investigadora sobre los objetos que configuran la esencia del museo.  Conservar. Conservar las obras o piezas que tienen en custodia y as? mismo hacer una labor de recopilaci?n.  Comunicar. La comunicaci?n va referida a todas aquellas actividades y pr?cticas profesionales que posibilitan acceder a los objetos y a los resultados del trabajo de investigaci?n dentro del museo. Es justo, en este tercer objetivo, comunicar, para la cual es necesaria la creaci?n de un programa id?neo que promueva un comportamiento adecuado tanto del lugare?o, como del turista- visitante, y beneficiando con ello, tanto al entorno como al recurso, en este caso, el museo. Maria Abril Sellar?s [77] Ciertamente, el museo como parte integrante del patrimonio cultural puede generar una serie de acciones que permiten crear riqueza y empleo. Pero no puede realizarlo s?lo, necesita poder combinarse de forma adecuada con los productores de servicios (Marchena y Repiso, 1999). Esto significa que el museo deja de ser un lugar de recepci?n y conservaci?n para convertirse en una entidad din?mica capaz de generar ocio y cultura, cambiando no s?lo el concepto de lo que hay qu? exponer, sino c?mo hay que exponerlo y qu? recursos utilizar para conseguir los logros propuestos. Este planteamiento, en definitiva, ha redundado en unos equipamientos m?s f?ciles de comprender, as? como de hacerlos llegar al p?blico visitante. De modo que el museo, en su papel actual de dinamizador, ha de combinar la acci?n educativa con el entretenimiento, convirti?ndose en un espacio accesible en el tiempo de ocio para el consumo cultural y la actividad social. El museo, por tanto, ha de conocer las necesidades de una sociedad que cada vez m?s se inclina hacia el ocio (Prats, 2009). Una de las tendencias actuales en la nueva museolog?a es que aquello que se expone pueda orientar al visitante a buscar m?s sobre lo que ha visto, provocando un sinf?n de servicios complementarios, como las visitas guiadas, la inclusi?n de una biblioteca, de una tienda, de espacios concretos para seguir buscando por internet, e incluso la aplicaci?n de las TIC. Se alcanza, por tanto, la idea de que el museo ha dejado de presentarse como una colecci?n exclusivamente para eruditos, para convertirse en un medio de comunicaci?n que despierta el inter?s del visitante y aporta un valor a?adido a su estancia en el destino que ha elegido (Hooper-Greenhill, 1998). As? que ?los turistas no s?lo encajan perfectamente en las tipolog?as de visitantes de museos, sino que son un p?blico objetivo que desea poseer todos los museos? (Prats, 2009:78). Cuando no se puede transmitir correctamente el mandato del museo, o cuando el visitante no se siente part?cipe porque es un sujeto pasivo, se puede sospechar que el museo sufre problemas de comunicaci?n. La nueva museolog?a pretende evitar dichos problemas a trav?s de una serie de acciones que tienen como objetivo principal el servicio al visitante, de esta manera surgen los cambios en las salas en base a las An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [78] necesidades de la demanda, el poder proporcionar visitas con gu?as, enfatizar el car?cter pedag?gico a trav?s de talleres y seminarios, y ofrecer oportunidades para compartir y participar en las llamadas sesiones o exposiciones interactivas, entre otras acciones. Pero no siempre el gestor muse?stico consigue su prop?sito porque ?se pueden decir cosas que no se quieren decir, o no decir lo que s? se quiere decir? (Hooper-Greenhill, 1998: 60). Es evidente que los gestores del museo informar?n y realizar?n el aprendizaje necesario para que sus trabajadores conozcan su mandato, pero a menudo, y lo veremos expuesto en el trabajo de campo, (ver cap?tulo V, apartado 5.2) s?lo se piensa en el empleado que depende directamente de la instituci?n, cayendo habitualmente en el olvido los otros profesionales int?rpretes del patrimonio, como los gu?as de turismo. Los museos forman parte de los atractivos principales para los turistas en muchas ciudades, convirti?ndose la tipolog?a tur?stica cultural en parte importante del destino y del museo, y pasando a ser un icono referencial y un producto que ayuda a definir la diversidad de productos tur?sticos culturales de los destinos donde se encuentran ubicados (UNESCO, 2011)36. Seg?n este organismo es necesario que los museos se involucren m?s en los temas relacionados con el turismo para, entre otros objetivos, llegar de una manera m?s directa a los turistas, lo cual se vincula directamente con los objetivos de nuestra investigaci?n (UNESCO, 2007)37. 1.3.7. El museo y la mediaci?n El ?xito cultural de un equipamiento, que en definitiva no es s?lo un producto sino que tambi?n es un servicio, depende tanto del contenedor como del contenido, y desde ese punto de vista no se puede olvidar la mediaci?n que en ?l se produce. 36 Vid. P?g. Web: UNESCO (2011): http://turismoculturalun.org.ar/activ_2011_coloquio.htm C?tedra UNESCO de TURISMO CULTURAL. (p?gina consultada el 17 de Junio de 2011) 37 Vid. P?g. Web UNESCO (2007): http://www.turismoculturalun.org.ar/turismo_sos.htm C?tedra UNESCO de TURISMO CULTURAL. (p?gina consultada el 17 de junio de 2011) Maria Abril Sellar?s [79] Un buen contenedor con mal contenido da como resultado un equipamiento ineficaz; y exactamente ocurre lo mismo en caso contrario. Sin embargo, si ambos son excelentes pero el mediador no est? a su altura, el resultado final puede ser decepcionante para el visitante, no por lo que el museo ofrece, sino porque no ha visto satisfechas las expectativas que le impulsaron a solicitar un servicio concreto para dicho equipamiento (Vacas, 2000). A menudo el ?xito o fracaso de los equipamientos que se conciben como un servicio global est? m?s estrechamente relacionado con el factor humano que con los factores de ?ndole material. Probablemente la atenci?n y dedicaci?n de los trabajadores, dependientes o no de la instituci?n muse?stica, hacia el p?blico puede que revierta m?s favorablemente en el hecho de que el visitante vea sus objetivos conseguidos y no en el edificio en s? mismo. Ser?a admisible pensar en una participaci?n activa de los gu?as en los procesos de dise?o de una exposici?n, as? como en los procesos evaluativos, formativos y recreativos, ya que ellos son los que entran en contacto directo con el p?blico visitante. En cierto modo para las visitas pedag?gicas esto ya se ha tenido en cuenta, creando equipos destinados a tal fin, pero es indudable en el campo tur?stico queda, a?n, mucho por hacer. Los gestores de los museos unen educaci?n y ocio entendiendo que son aspectos complementarios de la realidad de sus equipamientos. En esa uni?n aportan nuevos conocimientos a los visitantes e intentan despertar el inter?s de qui?n lo visita (Hooper-Greenhill, 1998). Debido a esta forma de actuar surge una fina l?nea entre educador y gu?a que a veces cuesta de entender e incluso se llega a confundir (v?ase apartado 2.3) ya que los p?blicos son distintos y la esencia de la visita tambi?n. Ocurre en este caso algo similar a lo que suele acaecer con las artes esc?nicas. Lo importante es el gui?n y el int?rprete; lo secundario es el decorado. En un museo el gui?n siempre depende de lo que el museo plantea como objetivos primordiales en su exposici?n o exposiciones, y el int?rprete es qui?n har? llegar dichos objetivos a trav?s de la interpretaci?n. Dicho con otras palabras, es oportuno recordar que en ?el museo como en otras instituciones culturales aparece lo que se conoce como mandato? (Lord, An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [80] 2008: 17). Hemos de entender el mandato como el objeto de dedicaci?n del museo, el cual necesita unos profesionales para hacerlo llegar, no s?lo a las otras instituciones sino tambi?n al p?blico en general, siendo en ?sta ?ltima parte donde el papel que juega el mediador cultural es necesario, y que por dicha necesidad puede ser una persona externa al propio museo o depender de dicha instituci?n. Para poder cumplir con ese mandato el mediador cultural tendr? que conseguir o buscar unas metas y unos objetivos que tendr?n que ir en consonancia con las propias metas y objetivos que marca el museo. En otras palabras, el mediador en su actividad de interpretaci?n del patrimonio muse?stico tendr? que tener claro el mandato o mandatos que plantea la propia instituci?n y velar por conseguir alguna de las metas y objetivos que se plantean en el seno de la misma y que evidentemente el visitante desea encontrar. Normalmente el mandato suele ser f?cil de implementar y m?s a?n si los mediadores forman parte de la instituci?n. Un gu?a de turismo en el museo deber?a tener un acceso directo al mandato, perteneciera o no a la estructura del mismo. Por consiguiente, las instituciones muse?sticas tendr?an que preocuparse de conseguir que el objeto de dedicaci?n fuese lo suficientemente claro, riguroso y f?cil para que todos los mediadores, miembros de la instituci?n o no, tuvieran acceso y conocimiento de los mismos. En definitiva, la misi?n del museo es tambi?n difundir sus contenidos y sus fondos; cuanto m?s se empe?en los mediadores en esta tarea, m?s se cumple el objetivo, pero para empe?arse hay que conocer y no siempre los museos entienden que esa funci?n de aprendizaje les corresponde a ellos, y as? lo hemos podido comprobar a trav?s del trabajo de campo realizado a los gestores muse?sticos encuestados (v?ase apartado 5.2.3). Como plantean Asensio y Pol (2001) una gran parte de los museos en la actualidad presentan una parte expositiva con un gui?n que s?lo se limita a proponer un mensaje o conjunto de mensajes apoyados en los elementos expositivos, siendo imprescindible pero insuficiente, ya que falta la adaptaci?n y la capacidad de comunicaci?n en base de la tipolog?a del visitante. Hacer un discurso narrativo real y coherente que tenga en Maria Abril Sellar?s [81] cuenta los ritmos, los detalles, el acercamiento al p?blico visitante, en su adaptabilidad al mismo, a?n no se ha tratado de manera profunda, y se va paliando con personas que reciben un aprendizaje r?pido y normalmente escaso, pero que sirve para cubrir las necesidades b?sicas planteadas en los objetivos de las visitas. Siguiendo el discurso de Asensio y Pol, los gestores muse?sticos suelen poner parches coyunturales sin encontrar una soluci?n definitiva. La museograf?a resuelve una parte, buscando en cada exposici?n su hilo argumental, su objetivo b?sico, pero desgraciadamente, a menudo, fracasan en el acercamiento al visitante ya que no todo se puede resolver con una rotulaci?n o con un audio gu?a. Es evidente que en t?rminos de interpretaci?n hay a?n un largo camino por recorrer y que no puede ser en ning?n caso estandarizada porque ni la din?mica del museo ni, sobre todo, la del p?blico visitante lo permiten (Asensio y Pol, 2001). De todo esto se deriva que cuando un museo no se adecua a las exigencias del p?blico, ?ste exige su modernizaci?n, ya sea de manera directa a trav?s de los cuestionarios que puede formular el propio museo al final de la visita, ya sea de modo indirecto hablando con el gu?a si han tenido una visita guiada y/o coment?ndolo en las redes sociales donde tanto las opiniones positivas como negativas se extienden en pocos minutos. En realidad, el p?blico pide que un museo sea capaz de adaptarse a los nuevos tiempos y a las nuevas tendencias, y esta demanda ha ido a m?s desde finales del siglo XX. En esta gesti?n de adaptaci?n es donde el gu?a tur?stico puede aportar una parte importante de informaci?n, dado que es quien m?s habitualmente est? en contacto con el visitante. El acercamiento al p?blico a trav?s de la interpretaci?n basada en las capacidades, aptitudes y actitudes del gu?a dar? m?s in puts que si se adoptan sistemas no personales para poder llevar a t?rmino dicha interpretaci?n. Es evidente que no todos los museos tienen la posibilidad de adaptarse r?pidamente; aquellos donde el gu?a de museo tenga una presencia constante, las necesidades sociales cambiantes son m?s f?cilmente detectables dado que la relaci?n gu?a ? visitante es inmediata e incluso instant?nea a trav?s de la retroalimentaci?n. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [82] Al finalizar su jornada laboral o al final de la semana el gu?a puede hacer un resumen o balance de c?mo han ido las visitas, que percepciones han tenido los visitantes, que ha gustado m?s, estructurar las necesidades del visitante y clasificar las preguntas detectando aquello que afecta directamente a la gesti?n, a la exposici?n muse?stica, a los servicios que presta el museo, entre otras acciones consustanciales a una labor de gu?a reflexiva. De hecho un gu?a de turismo en museo puede obtener la informaci?n del visitante de dos modos bien distintos, que pueden ser o no complementarios. En base a las teor?as de la comunicaci?n las personas expresan sus ideas tanto verbal como gestualmente. La comunicaci?n no verbal configura el 80% de la misma (Davis, 2010), de modo que el gu?a en el desarrollo de su actividad puede percibir, gracias a dicha gestualidad lo que le est? pareciendo al cliente el museo que est? visitando, de modo que percibe en pleno ejercicio de la actividad una retroalimentaci?n importante, y que despu?s se puede llegar a corroborar o no a trav?s de un cuestionario de satisfacci?n al final de la visita. En base a la comunicaci?n el gu?a percibe las necesidades y gustos del cliente antes que cualquier medio no humano, esa percepci?n se puede realizar desde las dos dimensiones que se complementan: a) A trav?s del lenguaje verbal, es la v?a directa pues escucha las preguntas y las demandas que el cliente le hace y responde o cambia la manera de hacer en base a las mismas. b) A trav?s del lenguaje no verbal, es la v?a indirecta ya que en este caso el gu?a puede percibir los estados de ?nimo del cliente e ir actuando seg?n las necesidades que vayan apareciendo a lo largo de la visita. De entre estos dos lenguajes, el verbal y el no verbal, el segundo suele ser m?s certero que el primero y cuando existe contradicci?n entre uno y el otro, suele prevalecer el no verbal por qu? es m?s f?cil dominar un lenguaje oral que uno gestual. (Picazo, 2011). Precisamente el lenguaje no verbal ?nicamente puede percibirlo un mediador, Maria Abril Sellar?s [83] ni un audio gu?a, ni un panel informativo, ni un sistema de c?digos QR, etc. tienen dicha capacidad. Un gu?a ante un cliente es capaz de reconocer su gestualidad y cambiar, siempre que sea necesario, la interpretaci?n que requiere una tipolog?a determinada de cliente logrando as? mantener viva la pasi?n o inter?s por lo que se est? visitando. Los medios no humanos, incapaces de esa percepci?n, siguen con su discurso, bien escrito, correctamente grabado, con una estructura discursiva y expresiva intachable, pero que no puede ni improvisar ni salirse de lo estipulado. Al final, con toda certeza, lo que se consiga es provocar un alejamiento por de parte del cliente ante el mandato que tiene previsto el espacio muse?stico en cuesti?n38. Pero ya sea de una u otra forma el gu?a de turismo, gracias a ese contacto que le permite conocer de primera mano la opini?n y gustos del p?blico, as? como sus necesidades, puede en la inmediatez resolver problemas, y en la fase de conclusi?n transmitir a los gestores las necesidades que se han tenido, as? como las dificultades que han surgido en la realizaci?n de la actividad laboral. Evidentemente adem?s de los gu?as existen otras maneras de detectar las necesidades. Una de ellas ? quiz?s la m?s frecuente- es a trav?s de los cuestionarios de satisfacci?n que realiza el propio museo, aunque se suelen realizar al final y no siempre hay colaboraci?n por parte del visitante39. Otra forma son las llamadas redes sociales, en pleno siglo XXI, los medios que aporta internet como los foros, los blogs tanto tur?sticos como culturales, las webs de viajes entre otros, son fuentes de informaci?n y de opini?n susceptibles de ser utilizadas por los turistas y nos atrever?amos a decir necesariamente evaluables por los prestadores del servicio. En definitiva se trata de elementos que se complementan y que permiten a los gestores trabajar para seguir mejorando. 38 Las nuevas tecnolog?as pueden llegar a cambiar ciertos elementos y adaptarse mejor al p?blico, el cual con una aplicaci?n de m?vil o tablet acceder? a las explicaciones. Lo que se desconoce hoy por hoy, hasta qu? punto llegar? dicha adaptaci?n. 39 Vid. Apartado 5.2.3. el an?lisis de los cuestionarios a los museus donde se trata el tema de los cuestionarios de satisfacci?n An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [84] La adaptaci?n pasa, no s?lo por las TIC y la cultura audiovisual, sino por el discurso del propio museo y de los profesionales que en ?l trabajan, bien se trate de personal propio o freelance. Y como se sostiene, ?el museo posmoderno se propone llegar a la sensibilidad est?tica del p?blico que contempla la obra, golpe?ndole en su propia intimidad con el objeto de crear dentro del visitante una cierta desestabilizaci?n de sus esquemas? (Fern?ndez, 1994: 297), es posible que, ese golpe, se pueda hacer de dos maneras distintas: utilizando las nuevas tecnolog?as y/o utilizando correctamente a los mediadores culturales, entendiendo que la segunda opci?n tiene una capacidad de adaptaci?n hacia el visitante de la cual carecen, hasta el momento, los medios tecnol?gicos. Finalmente, la intervenci?n del mediador es importante en el momento de ayudar al p?blico a mantener un comportamiento c?vico, concienciarlo de determinadas necesidades o acciones y, en definitiva, de transmitir aquello que va m?s all? de las normas escritas. Una visita responsable, pero sobre todo sostenible, permite mejoras sustanciales a lo largo del tiempo, tanto en los equipamientos como en los servicios que ?stos ofrecen, adem?s de conseguir que no s?lo el primer mandato se cumpla sino que se cumplan los objetivos subsidiarios, pero necesarios para la buena marcha del equipamiento. En definitiva, en la medida en que el museo pretenda cumplir una de sus funciones fundamentales como es la de difundir y transmitir conocimientos, entendi?ndola no solo en el sentido de ?dar a conocer?, sino especialmente en el sentido de interpretar y entretener, la existencia de un profesional en la mediaci?n, un gu?a de turismo en el museo, convenientemente formado y sensible, resultar? necesaria y sin lugar a dudas podr? fortalecer la satisfacci?n del turista por el servicio prestado. 1.4 El Marco Disciplinar de la Investigaci?n: sus pilares La presente investigaci?n en el ?mbito del turismo cultural tiene un marco te?rico y epistemol?gico complejo. En efecto, a pesar de que, se trata de una disciplina que se inscribe en el cuadro de la gesti?n tur?stica, los estudios de turismo cultural que no Maria Abril Sellar?s [85] inciden directamente en la gesti?n econ?mica, carecen de investigaciones suficientes hasta el presente. Las investigaciones en el campo de desarrollo tur?stico que tienen como base los estudios econ?mico ? estad?sticos, gozan en Espa?a de una larga tradici?n. En este sentido puede decirse que, en primera instancia, el marco disciplinar m?s inmediato de nuestra investigaci?n son los estudios de p?blico. Sin embargo, cuando lo que se pretende analizar son los aspectos sociol?gicos y sobre todo la incidencia en el campo de la cultura, resulta dif?cil localizar an?lisis e investigaciones con un alto grado de fiabilidad y confianza. La gesti?n cultural tur?stica, objeto del presente trabajo, se circunscribe en el cuadro de la museolog?a, dado que, no se pretende realizar ninguna investigaci?n en ?mbitos distintos de los del edificio ? museo. Ello plantea pues, la necesidad de tener en cuenta, el corpus doctrinal, de esta disciplina. La museolog?a, aun cuando cuenta con una larga tradici?n de estudios en nuestro pa?s, ha sido sujeto de an?lisis cient?fico en las ?ltimas tres d?cadas. Nos hallamos, por lo tanto, ante una disciplina, que como la anterior, est? en plena fase de desarrollo. Todo este complejo de relaciones entre el turismo cultural, la gesti?n cultural tur?stica y, la museolog?a es necesario inscribirlo en un marco disciplinar y metodol?gico m?s amplio, que se denomina Did?ctica del Patrimonio. Naturalmente, tomamos esta disciplina como marco te?rico dado que el vocablo did?ctica lo entendemos en el sentido que le otorg? Comenius (1657) en su conocida obra de referencia Did?ctica Magna. Este autor entend?a la did?ctica como ?un artificio universal para hacer comprensible el m?ximo n?mero de cosas, al m?ximo n?mero de personas de una forma eficaz y agradable? 40 En este mismo sentido que planteaba Comenius entendemos nuestra acci?n que no se limita a los destinatarios de la ense?anza reglada. Entendemos que en el siglo XXI, el turismo cultural es una de las formas m?s importantes que existen de sociabilizar la cultura, formas que por realizarse en 40 Opera Did?ctica Omnia: Obras did?cticas completas de 1657, contiene diversas obras de Comenius, desde 1627 a 1657. Al comienzo del volumen coloca su Did?ctica Magna, que aparece por primera vez en su forma completa, tal y como la conocemos hoy. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [86] contextos de ocio encaja perfectamente en la definici?n disciplinar comeniana: ??de una forma eficaz y agradable?. Por otra parte el turismo cultural por su extensi?n, pr?cticamente universal, en nuestra ?poca abarca a una poblaci?n masiva y extraordinariamente diversa. ?sta es pues, la raz?n ?ltima y la justificaci?n que la presente investigaci?n la enmarquemos en el cuadro disciplinar de la Did?ctica del Patrimonio. Finalmente cabe decir que, la Did?ctica del Patrimonio, se inscribe obviamente en el cuadro de la Did?ctica de las Ciencias Sociales, disciplina que cuenta con una larga trayectoria de investigaci?n, tanto en el campo de la ense?anza reglada como en el campo del ocio cultural. Cinco cuadros pues, son los que forman el marco te?rico de la investigaci?n. Obviamente desde el punto de vista metodol?gico de estos cuadros es importante destacar que una de las contribuciones m?s importantes va a ser la de los estudios de p?blico, ya que incidimos especialmente en el trabajo de un sector de usuarios de las instalaciones museogr?ficas que son los gu?as tur?sticos as? como la actividad que desarrollan en dichos equipamientos: las visitas guiadas tur?sticas. El objetivo de la investigaci?n no es, como es bien sabido, la realizaci?n de estudios de p?blico, - que los propios museos realizan o deber?an realizar- ni tampoco el estudio de los factores que intervienen en los aprendizajes, -trabajos que suele realizar o el museo o la escuela-; nuestra contribuci?n es m?s modesta, dado que partimos de objetivos mucho m?s concretos y limitados. Nuestro objetivo general, tal como especificaremos en el apartado de objetivos41 es conocer la figura de un gestor tur?stico como es el gu?a de museo en su actividad de mediaci?n, la visita guiada en un equipamiento patrimonial como es el museo en el contexto de la ciudad de Barcelona. En definitiva, nuestra investigaci?n en turismo cultural, se sustenta en cinco pilares disciplinares: la Did?ctica de las Ciencias Sociales, la Did?ctica del Patrimonio, la 41 Vid. Cap?tulo III Maria Abril Sellar?s [87] Museolog?a, la Gesti?n Cultural ? Tur?stica y los estudios de P?blico, todos ellos interrelacionados. Los Pilares Disciplinares en los que se apoya nuestra investigaci?n quedan por tanto del siguiente modo: Figura 1.4.1: Los Pilares Disciplinares Fuente: Elaboraci?n propia 1.5. Definici?n y descripci?n del problema 1.5.1. Introducci?n La cultura del ocio, surgida de la sociedad del bienestar, ha ido evolucionando muy r?pidamente en los ?ltimos 50 a?os. Los pa?ses emisores vend?an de los pa?ses receptores aquello que sab?an que ten?an garantizado y, que adem?s, daba satisfacci?n a sus clientes. En el caso espa?ol, la cultura del ocio, en los a?os 60-70 del siglo XX, se asoci? indisolublemente con el conocido turismo de ?sol y playa?, originando unas infraestructuras que se desarrollaron a lo largo de toda la l?nea de costa, en algunos casos para beneficiarla y en otros para perjudicarla. Catalunya, evidentemente no qued? al margen. Sus zonas costeras: Costa Brava y Costa Daurada disfrutaron y/o padecieron de dicha tipolog?a de turismo que, con el tiempo, pas? a ser lo que se denomina, en t?rminos tur?sticos, el turismo de masa. Pero en la zona central costera Turismo Cultural Did?ctica de las Ciencias Sociales Did?ctica del Patrimonio Museolog?a Gesti?n Cultural Tur?stica Gesti?n de P?blicos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [88] de Catalunya, lo que hoy se conoce como la marca tur?stica Costa Barcelona, la incidencia de ese turismo fue menor. 1.5.2. La ciudad de Barcelona y los gu?as de turismo La ciudad de Barcelona inscrita en la marca Barcelona no ofrec?a, en los a?os 70 ni el ocio ni la tranquilidad que buscaban los turistas. Y el resto de su oferta tur?stica: museos, rutas, monumentos, parques y jardines, gastronom?a, entre otros, no se mostraba como una propuesta potente e interesante, tal y como se entiende en la actualidad (Batista, et.al., 2007). Su oferta era muy restringida. S?lo la Feria y algunos congresos romp?an la estacionalidad, permitiendo unos flujos tur?sticos demandantes de productos y servicios tur?sticos durante los meses de primavera y oto?o. El invierno era aciago y en verano los paquetes tur?sticos de rutas y turismo de sol y playa permit?an alguna parada y fonda en la ciudad, pero no una estad?a. Por todo ello la ciudad de Barcelona empez? a situarse en la categor?a de ciudad de Ferias y Congresos (Blasco, 2006), en la que todav?a se mantiene en la actualidad, con una cartera de m?s de 80 salones y con 3,5 millones de visitantes anualmente.42 Barcelona se mostraba en aquel entonces con un Barrio G?tico sin intervenciones de restauraci?n e insalubre; con una colina de Montju?c y un mirador apenas terminado de construir; con una monta?a del Tibidabo alejada de los circuitos tur?sticos; con un Templo Expiatorio, hoy Bas?lica de la Sagrada Familia, donde, salvo la fachada del Nacimiento, el resto estaba por edificar; y, finalmente, con unas casas modernistas que pasaban bastante inadvertidas por mostrarse grises a causa de la contaminaci?n (Clavill?, 2010).43 El trabajo del gu?a de turismo en la ciudad de Barcelona se desarrollaba en base a lo que en el argot tur?stico es conocido como el producto est?ndar ?sota, caballo y rey? 42 Vid. P?gina web www.fira.es (p?gina consultada el 17 de abril del 2014) 43 Vid. P?gina web: Generalitat de Catalunya (p?gina consultada el 10 de febrero de 2014) http://www20.gencat.cat/docs/ptop/Home/Serveis%20i%20tramits/Biblioteca%20i%20documentacio/P lanificacio%20territorial/Publicacions/Paisatge/Documentacio%20seminari%20Sensibilitzacio%20en%20 paisatge/DOCS/2_BarcelonaPosatGuapa.pdf Maria Abril Sellar?s [89] (Picazo, 1996). Es decir, una panor?mica donde a la Sagrada Familia se le dedicaba como mucho media hora, a la colina de Montju?c se acced?a con el autocar haciendo un recorrido de tres cuartos de hora, se sub?a o bajaba por las Ramblas con el autocar (casi nunca a pie) y, finalmente se llegaba al Barrio G?tico, al cual se le dedicaba, a pie, media hora, y si se entraba en la Catedral una hora. Esto se convirti? en el servicio est?ndar o panor?mico.44 Excepcionalmente pod?an darse algunas variaciones, en lugar de Montju?c, el Museo Picasso, y muy espor?dicamente el Park G?ell, que era el gran desconocido como recurso tur?stico. Con la declaraci?n en 1986 de Barcelona como sede de los Juegos Ol?mpicos (JJOO) de 1992, se plantearon distintos retos, no s?lo a nivel urban?stico sino tambi?n a nivel social y cultural, lo cual repercutir?a tambi?n a nivel tur?stico. Paralelamente a los JJOO deportivos se celebr? la llamada olimpiada cultural. Los retos supusieron un sinf?n de cambios: las nuevas infraestructuras tanto viarias como de construcci?n de barrios y equipamientos tur?sticos, el Port Vell se concibi? como un puerto para la restauraci?n y el ocio con sus discotecas y como un puerto de cruceros con capacidad suficiente para albergar un n?mero importante de los mismos simult?neamente; 45 la restauraci?n de monumentos y espacios patrimoniales, como La Pedrera, el Palau G?ell, o el Park G?ell, entre otros; la puesta en valor de los equipamientos muse?sticos, el Museo Picasso, la Fundaci? Joan Mir?, el MNAC entre otros; la recuperaci?n de espacios que eran casi desconocidos, incluso para los propios ciudadanos, como los interiores de manzanas, jardines y parques, etc. Unos cambios, en definitiva, que situaban a Barcelona en el mapa tur?stico mundial. (Batista, et.al., 2007) 44 Para realizar dicho servicio se empleaban un total de cuatro horas. 45 Durante los JJOO en el Port Vell atracaron los nueve cruceros m?s grandes del mundo en aquel momento y se utilizaron como hoteles para poder absorber los flujos tur?sticos que se previeron para aquel evento. Una propuesta que fue muy positiva no s?lo por dar una imagen de un puerto reformado sino tambi?n porque la ciudad en su conjunto mostraba su adaptaci?n a las nuevas necesidades tur?sticas. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [90] Se abr?an, de este modo a los gu?as, un conjunto de recursos tur?sticos para poder mostrar e interpretar. Ya no era posible realizar s?lo la visita est?ndar, la Sagrada Familia con su evoluci?n constructiva atra?a cada vez m?s a un n?mero mayor de visitantes; el museo Picasso se colocaba a la vanguardia de los museos m?s visitados de la ciudad; la Fundaci? Mir? se consolidaba en la colina de Montju?c como un espacio de arte contempor?neo; el centro hist?rico se rehabilitaba y se redescubr?an zonas y lugares para nuevos productos y servicios tur?sticos en los barrios que lo configuraban, dejando, finalmente, de ofrecer una imagen totalmente degradada para ir mostr?ndose poco a poco con una imagen de modernidad; las fachadas de las casas modernistas de l?Eixample empezaban un proceso de limpieza y de puesta a punto de algunas de ellas para ser visitadas. A todo ello, se a?ad?an las actividades culturales como, seminarios, conciertos, representaciones teatrales, entre otras, para todas las edades y niveles adquisitivos. La ciudad empezaba a concienciarse respecto a los temas culturales y los gu?as no se pod?an quedar atr?s. Surg?an nuevos productos y nuevos servicios, en temas de visitas guiadas aparec?an los llamados Walking Tours por el centro hist?rico; las rutas del Modernisme por el Eixample; se a?ad?a, definitivamente, el recurso del Park G?ell, y finalmente, se empezaban a tratar los equipamientos muse?sticos como una opci?n especializada respecto a la oferta existente. Si a finales del siglo XIX, el gu?a era una especie de charlat?n poco ducho en conocimientos y menos en idiomas (v?ase apartado 2.6) el gu?a del siglo XXI tendr? que ser un profesional que conozca claramente los tres pilares sobre los que se sustenta su actividad: los conocimientos, ya sean te?ricos o pr?cticos; los idiomas con un nivel m?s que aceptable y comprensible y, finalmente, una inmejorable capacidad de comunicaci?n, todo ello bajo el paraguas de un servicio impecable (Picazo, 2011). Por otro lado, el gu?a debe trabajar sus objetivos base para con su cliente: la provocaci?n de querer conocer m?s, la estimulaci?n por la curiosidad, y la satisfacci?n que el visitante obtenga al ver alcanzados los logros propuestos en el servicio de una visita guiada. Maria Abril Sellar?s [91] Por primera vez, en el a?o 1990 nac?a una empresa de gu?as de turismo en la ciudad de Barcelona, Barcelona Guide Bureau (BGB)46 que se apartaba de la filosof?a de la Asociaci?n Profesional de Informadores Tur?sticos (APIT). Se trataba de j?venes emprendedores que entend?an el producto de las visitas guiadas como un producto abierto, con voluntad de renovaci?n y de cambio. As? por ejemplo ser podr?a mencionar una nueva oferta de servicios guiados que recibieron el nombre de Barcelona Walks que estaba pensado en una visita a pie por el centro hist?rico de Barcelona. Dicho servicio se inici? en el a?o 1998 y tuvo 1.500 usuarios. Diez a?os m?s tarde, en el 2008, los Walking Tours, como se pasaron a llamar, ten?an ya una cifra de 15.736 usuarios seg?n datos de Turisme de Barcelona47, lo que significaba que en diez a?os se hab?a dado un incremento de un 1.049% De aquel visitante de los a?os 60 y 70 del siglo XX, que s?lo ten?a inter?s en una panor?mica sencilla y sin m?s pretensiones que tomar fotograf?as, al visitante actual, que sigue manteniendo su inter?s por una panor?mica, pero que adem?s quiere acercarse y conocer m?s profundamente, si es posible, lo que significa Barcelona y su cultura, se ha recorrido un largo camino en un relativamente corto espacio de tiempo. Lo que ha cambiado en realidad en esta ciudad es su imagen tur?stica, y aunque este no es el tema de an?lisis en la presente investigaci?n, constituye un marco necesario de la misma. Las nuevas formas de obtener informaci?n a trav?s de internet, las redes sociales, los sitios web de les Oficinas de Turismo, los sitios web de los propios recursos tur?sticos y los blogs, entre otras a?adidas a las anteriores, hacen que los turistas del segundo milenio est?n m?s y mejor informados. Por consiguiente, su nivel de exigencia en la prestaci?n de los servicios que reciben es superior al que se produc?a en las dos ?ltimas d?cadas del siglo XX. As?, en ciudades como Barcelona donde la oferta es 46 Barcelona Guide Bureau, es una empresa consolidada en el sector tur?stico barcelon?s y, ejemplo para la creaci?n de otras empresas de gu?as de turismo en la ciudad e incluso fuera de ella. 47 Vid. P?g. Web: Estad?sticas de Turismo en Barcelona 2009.www.Barcelonaturisme.com (p?gina consultada durante el mes de octubre de 2013) An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [92] m?ltiple, variada y rica en matices, al gu?a le puede resultar dif?cil abarcar en profundidad todo lo que conlleva dicha oferta, de manera que el planteamiento para poder ofrecer un servicio de calidad, pasa por pensar en la especializaci?n, ya sea por motivos tem?ticos, por dise?os de rutas, o por recursos espec?ficos. Si al gu?a de turismo s?lo se le exigen panor?micas y/o breves pinceladas de lo que significa la ciudad es evidente que como un buen transmisor conseguir? deleitar correctamente a sus clientes (Taglioni, 2005), pero muy probablemente los niveles de interpretaci?n, de asombrar al p?blico, de interrelacionar la sociedad local con el turista, de apasionar con conceptos, entre otros instrumentos que permite dicha interpretaci?n, no alcanzar?n el grado ?ptimo pretendido por los gestores tur?sticos en el siglo XXI (Garcia Hern?ndez, 2003). Barcelona es un referente a nivel mundial, las cifras as? lo demuestran, la ciudad pas? de recibir, en el a?o 1990, 1,17 millones de turistas, tener ciento dieciocho hoteles y estad?sticamente alcanzar 22% del total de los turistas que la visitaban por razones de turismo vacacional, al a?o 2012 con 7,44 millones de turistas, trescientos cincuenta y dos hoteles y a un 50,4% de viajeros motivados por razones de turismo vacacional. (Turisme de Barcelona, 2012)48.Con todos estos datos se puede afirmar que la ciudad ha hecho un cambio sustancial que la sit?a en el siglo XXI como una de las capitales espa?olas y europeas tur?sticas m?s importantes (L?pez, 201049) as? como un referente en la innovaci?n, ocupando el cuarto lugar como Smart City dentro de las ciudades europeas. 50 48 Vid. P?g. Web: www.barcelonaturisme.com. (p?gina consultada el 6 de 03 de 2014). Barcelona supera los 7,5 millones de turistas por primera vez. 49 L?pez, H. (27 de julio de 2010). Barcelona mejora siete posiciones en el 'ranking' de las ciudades m?s caras. El Peri?dico. 50 Vid. P?g. Web: http://www.lavanguardia.com/politica/20140119/54400271040/barcelona-asciende- al-cuarto-lugar-en-la-clasificacion-de-smart-city-europeas.html (p?gina consultada en junio de 2014) Maria Abril Sellar?s [93] Figura 1.5.2.1: Posicionamiento tur?stico de la Ciudad de Barcelona Fuente: (Turisme de Barcelona, 2012) Figura 1.5.2.2 Posici?n de Barcelona en el ranking europeo Fuente: (Turisme de Barcelona, 2012) En el caso espa?ol en el a?o 2012 (ver Figura 1.5.2.1) pas? a ocupar el primer puesto del ranking entre cuatro de las capitales eminentemente tur?sticas espa?olas. Mientras que la Figura 1.5.2.2, muestra el posicionamiento en una sexta plaza, a nivel europeo An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [94] respecto a todos los turistas (por tanto incluye tanto nacionales como internacionales) y ocupando la cuarta plaza cuando se trata exclusivamente de turistas internacionales. Adem?s, los gestores tur?sticos de la ciudad de Barcelona han apostado por un abanico de productos y servicios culturales y, siendo los gu?as parte implicada, han abierto sus puertas para dar paso a la diversidad de formas y temas en las visitas.51 Siguiendo con un s?mil de pintor, el cliente ya no acepta que se le d? un boceto de un cuadro-ciudad. Desea verlo finalizado pero conociendo los entresijos y las historias que han provocado su nacimiento, las distintas perspectivas que han permitido su dise?o, los simbolismos que lleva intr?nsecos, as? como los arrepentimientos y las distintas opciones que han permitido al pintor su finalizaci?n y mostrarlo tal y como lo ve el turista despu?s de un arduo trabajo. En definitiva, el turista desea conocer un destino adaptado a su entendimiento. Esto dista mucho de lo que fueron el inicio de las visitas guiadas, con lo que el gu?a de turismo actual ha de procurar alcanzar la madurez suficiente para poder hacer que ese lienzo se vea desde todas las perspectivas, pero siempre sin perder objetividad, rigor y buen hacer. A colaci?n de esta evoluci?n han surgido empresas y asociaciones de car?cter cultural y no tur?stico que han pretendido hacerse con una parte de este sector productivo, lo cual ha puesto en jaque la legalidad de las visitas realizadas por estas empresas, que careciendo de gu?as profesionales, utilizaban licenciados universitarios b?sicamente en el campo de las Ciencia Sociales o amantes y amigos de las artes.52Lejos de que se consiga detener el intrusismo en la profesi?n, lo cierto es que ha ido in crescendo, y 51 En el Trabajo de campo se pregunt? a los gu?as en activo de la ciudad de Barcelona por la variedad de servicios que realizan, sus respuestas ayudan a refrendar la afirmaci?n aqu? propuesta. Vid. cap?tulo V, apartado 5.3. 52 Vid Cap?tulo II, apartado 2.6.4 en la parte que hace referencia a la normativa de la Comunidad Aut?noma de Catalunya. Maria Abril Sellar?s [95] hasta el d?a de hoy es un problema no resuelto, y as? lo han manifestado desde diferentes sectores de la profesi?n53. Todos estos cambios los gu?as los han vivido en diferentes aspectos de su profesi?n. Desde un aspecto tan sencillo como es la manera de nombrarlos a lo largo de su historia y que para ello se ha hecho un estudio documental de la evoluci?n del gu?a de turismo (v?ase apartado 2.6) con denominaciones que van desde cicer?n, a gu?a local, a gu?a territorial y finalmente a gu?a de turismo, hasta su evoluci?n en el ?mbito de sus competencias y de su actuaci?n, partiendo desde un n?cleo reducido, llegando a una regi?n completa, tanto a nivel exterior como interior de los recursos. En nuestro estudio no se ha pretendido hacer un an?lisis profundo del derecho tur?stico que ha afectado y afecta a la profesi?n de gu?as de turismo, pero por razones de investigaci?n ha sido necesario acometer un an?lisis sistem?tico sobre la normativa de los gu?as, bas?ndolo en un conjunto de tablas comparativas porque nos aportan datos que ayudan a apoyar los objetivos sobre los que se basa nuestro estudio. Nos podr?amos haber planteado otros puntos de investigaci?n, como por ejemplo un estudio sociol?gico donde se interrelacionase el trabajo del gu?a con el turista, intentando esclarecer c?mo se siente un turista cuando realiza una visita, qu? le pide el demandante del servicio al prestador del mismo y cu?l es el nivel de satisfacci?n una vez finalizado. Tambi?n podr?a ser objeto de la investigaci?n un estudio econ?mico analizando c?mo repercute el trabajo del gu?a en el PIB tur?stico de su localidad y asimismo, saber de qu? depender?a el ?xito o fracaso de un modelo de visitas respecto de otros modelos. Pero nuestra investigaci?n se dirige al gu?a en s? mismo considerado y a su relaci?n con el museo y las visitas guiadas que en ?l se llevan a cabo. Se buscar? dar respuesta a ciertas preguntas a lo largo de la investigaci?n en torno a interrogantes como ?por qu? cuando el museo puede tener personal propio prefiere graduados de diversas carreras seg?n el objetivo del museo, pero no de los estudios de turismo?, ?por qu? en el caso de que el museo externalice sus visitas, enfoca la externalizaci?n 53 Vid. Cap?tulo II apartado 2.6 donde se hace una reflexi?n de la profesi?n y Cap?tulo V, apartado 5.3 donde se trabajan los cuestionarios y entrevistas al sector profesional de los gu?as. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [96] m?s hacia la vertiente pedag?gica que no tur?stica?, ?por qu? es tan dif?cil delimitar una clara l?nea entre una visita pedag?gica y una visita recreativa o tur?stica dirigida al p?blico en general?, ?por qu? el gu?a se ve tan poco protegido en el ejercicio de su profesi?n? ?Por qu? es dif?cil entender que ser gu?a es una profesi?n y no un complemento a otra actividad laboral?. Mi trabajo como investigadora as? como mi experiencia en este campo laboral me permite abordar este tema, sino en una situaci?n de privilegio, si de conocimiento.54 1.6. Estructura de la Tesis Para finalizar con el cap?tulo I es necesario explicitar las partes concretas de esta investigaci?n que se estructura de la siguiente forma: Cap?tulo I: Introducci?n. En primer lugar, se aportan las motivaciones personales que han movido a la autora para poder llevar a cabo la investigaci?n. Posteriormente se ha considerado necesario realizar unas aclaraciones terminol?gicas relacionadas propiamente con la figura del gu?a. Avanzando en el cap?tulo ?ste se centra en un primer planteamiento sobre el turismo cultural y los nuevos servicios que evolucionan al mismo ritmo que la propia evoluci?n del sector. Para esta parte se han trabajado cuatro puntos fuertes: el turismo cultural, el visitante, el gu?a profesional de turismo y el museo. No se trata de un an?lisis hist?rico de estos cuatro puntos, sino una aproximaci?n a la filosof?a de los mismos. Seguidamente se especifica el marco disciplinar en el que se basa esta investigaci?n para terminar este cap?tulo con la definici?n y descripci?n del problema o tema de estudio. Cap?tulo II: Marco Te?rico. Se divide a su vez en siete apartados: el primero y necesario, una aproximaci?n a la figura objeto de estudio, es decir al gu?a de turismo y su actividad en general as? como a espec?fica del museo que nos lleva a hablar de gu?a de museo. A este primer apartado le sigue el tratamiento de la figura del gu?a de 54 La experiencia laboral y docente durante m?s de 30 a?os me sit?a en un lugar apropiado para poder afrontar dignamente este estudio cient?fico. Maria Abril Sellar?s [97] turismo desde el punto de vista del sector tur?stico y del sector muse?stico. Posteriormente le sigue un tercer apartado que se dedica a tratar la visita guiada per se y finalmente despu?s de estas aproximaciones llegamos a la figura del gu?a primero en el marco europeo, despu?s en el contexto espa?ol para terminar en el ?mbito catal?n. El marco te?rico se cierra con una aproximaci?n epistemol?gica de la figura del gu?a en el museo. Cap?tulo III: Objetivos e Hip?tesis. Este cap?tulo trata, por un lado, el objetivo general as? como de los cinco objetivos espec?ficos y por otro, de las hip?tesis de las que se parte para poder llevar a cabo la investigaci?n. Cap?tulo IV: Desarrollo de la investigaci?n y aplicaci?n de los instrumentos de obtenci?n de datos. Este cap?tulo se refiere en primer lugar al dise?o de la investigaci?n, siguiendo con el universo de la misma y la selecci?n de la muestra. A ello le sigue una aproximaci?n a la metodolog?a de la investigaci?n empleada, con el m?todo de an?lisis documental, cuantitativo y cualitativo y finalmente el trabajo de campo con la recogida de los datos y la justificaci?n del porqu? se adoptan unos m?todos concretos de an?lisis. Cap?tulo V: An?lisis de los resultados. Este cap?tulo se divide en cuatro grandes apartados: el an?lisis documental referido a las normas, el de los instrumentos cuantitativos, es decir los cuestionarios dirigidos a los museos, a los gu?as de turismo y a las Asociaci?n Profesional de Informadores Tur?sticos (APIT) y el de los instrumentos cualitativos, concretamente las entrevistas dirigidas a dos directores gerentes de empresas tur?sticas de guiaje; y finalmente, dado que algunos datos obtenidos a trav?s de los diversos instrumentos pod?an ofrecer informaci?n si se cruzaban, se ha creado un apartado correspondiente que trate dichos resultados. Todos y cada uno de ellos presentan aproximaciones a las conclusiones. Cap?tulo VI: Las conclusiones obtenidas a trav?s de todo el estudio investigativo. En este cap?tulo hay dos apartados: las conclusiones propiamente dichas que nos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [98] permitir?n la afirmaci?n o negaci?n de los objetivos presumidos al inicio de la misma y las hip?tesis de trabajo y el ep?logo as? como las v?as o l?neas de futuro. Finalmente la tesis contiene diversos Anexos que se consideran necesarios para poder complementar la investigaci?n realizada. Se ha optado por la digitalizaci?n de los datos y presentarlos en formato CD adjunto, para que se puedan realizar las consultas pertinentes. Los documentos est?n ordenados en base las diferentes categor?as que nos han ido apareciendo a lo largo del estudio. En el CD aparecen las carpetas denominadas respectivamente Anexo I; Anexo II y Anexo III. 1. En el Anexo I, se encuentran un documento en formato de Word titulado Anexo I, Word: las Figuras. En esta carpeta ir? todo lo que sean im?genes, grabados, fotograf?as, dibujos, entre otros. que ayudan a interpretar o resaltar los elementos a los que dan soporte. 2. En el Anexo II, se incluir?n las Normativas. En esta carpeta se recoger?n las normas que por su importancia se han ido explicando a lo largo de la investigaci?n, como por ejemplo leyes, decretos, reglamentos, sentencias judiciales y directivas. Se recogen en un documento en formato de Word, que recibe el nombre de Anexo II, Word: Documentos Normativos. 3. En el Anexo III, Encuestas, Entrevistas y otros documentos: En esta carpeta se encuentran las transcripciones de las entrevistas realizadas, los cuestionarios a las APIT, as? como otros documentos que por su importancia se ha cre?do conveniente adjuntar. Las entrevistas se encuentran en un documento de Word, que recibe el nombre de Anexo III, Word: Entrevistas y Cuestionarios, mientras que otros documentos est?n digitalizados y reciben su nombre seg?n el apartado del que dependen y en formato PDF. Maria Abril Sellar?s [99] CAP?TULO II: MARCO TE?RICO An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [100] Maria Abril Sellar?s [101] Cap?tulo II: Marco Te?rico 2.1. Aproximaci?n a la figura del gu?a de turismo y su actividad como gu?a de museo. Su problem?tica ?Qui?n es realmente el gu?a de turismo, y m?s concretamente cu?ndo realiza la funci?n de gu?a de museo se le puede llamar as?? Para resolver estas cuestiones se ha de tener presente la existencia de una serie de problemas que habr? que dilucidar, a lo largo de esta investigaci?n. El primer problema se centra en la definici?n y caracter?sticas de la propia figura del gu?a de turismo. La reflexi?n sobre la misma ha sido, relativamente, poco tratada desde los agentes sociales. Prueba de ello es la poca literatura que se ha generado al respecto en materia de derecho tur?stico, en materia de estudios econ?micos e incluso de estudios sociol?gicos. Esta carencia ha dificultado enormemente el trabajo de investigaci?n a la hora de analizar y precisar los objetivos, par?metros, caracter?sticas An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [102] que den soporte a una definici?n, lo m?s cercana y apropiada posible, de lo que hoy se podr?a entender como gu?a de turismo y a las distintas tipolog?as que de ?l se derivan. En algunos espacios patrimoniales, como son en nuestro estudio los museos, y en referencia a sus responsables y/o gestores, parece que trabajen m?s en t?rminos de visitas pedag?gicas que de visitas tur?sticas o dirigidas al p?blico en general 55, llamando a sus equipos: Departamento de pedagog?a y/o en algunos casos Departamento de comunicaci?n; mientras que a los miembros que forman sus equipos los denominan monitores, gu?as did?cticos, voluntarios patrimoniales56. Pero ?se puede ver en alg?n equipamiento el departamento de gu?as o en los equipos de trabajo, los gu?as tur?sticos o gu?as de museo especializados, b?sicamente en temas de visitas guiadas tur?sticas? Para ello tendremos, ante todo, que discernir qu? se entiende entre visita pedag?gica y visita muse?stica (v?ase cap?tulo II, apartado 2.3). Ciertamente en algunos museos existen figuras diversas dedicadas a ejercer las tareas de mediaci?n, pero en la confusi?n existente se mezclan habitualmente conceptos como: gu?as, educadores, pedagogos, comunicadores y/o monitores. ?Entendemos a los educadores de museos como personal que ?explica? los contenidos de la exposici?n tambi?n a los adultos y no s?lo a los ni?os/as o a sus familias cuando solicitan una actividad programada para p?blico familiar? ?Los gabinetes de comunicaci?n hacen tambi?n las campa?as de turismo y marketing? En caso que la respuesta sea negativa ?Qui?n lleva las campa?as tur?sticas del museo? Y m?s a?n, en el caso de que haya visitas guiadas tur?sticas ?Qui?n se ocupa de ?stos grupos? y ?C?mo resuelven la problem?tica, si es que se da, de un grupo cuando llega al museo y pide el servicio de un gu?a de turismo? Todas ?stas son cuestiones importantes para nuestro estudio, donde algunas de ellas suelen estar sujetas a normas internas y otras 55 Vid. Cap?tulo V apartado 5.2. donde se profundiza en visitas pedag?gicas y visitas al p?blico en general o tur?sticas 56 Vid. Cap?tulo V. Apartado 5.3. As? lo hemos podido comprobar a trav?s del trabajo de campo realizado a trav?s de un cuestionario a los gestores de los equipamientos muse?sticos. Maria Abril Sellar?s [103] quedan indefectiblemente en la gesti?n del olvido57. Es importante se?alar que cuando se analiza la estructura de un equipamiento muse?stico, se puede apreciar claramente c?mo se regulan los servicios de conservaci?n, restauraci?n, direcci?n e incluso las figuras de los subalternos. Pero simult?neamente se carece de regulaci?n de los servicios de las visitas guiadas que, incluso y como estamos viendo, carecen de una clara taxonom?a. (Hooper-Greenhill, 1998) Dado que la ?nica ?funci?n? regulada, aun cuando sea de forma gen?rica, es la de gu?a de turismo, nuestra investigaci?n sobre los mediadores y los sistemas de mediaci?n ha de dirigirse a este colectivo y deducir a trav?s del mismo, en la medida de lo posible, c?mo se podr?a llegar a una figura clara que fuese capaz de aglutinar las necesidades del museo, del gu?a y evidentemente del visitante. El segundo problema va referido al marco laboral y al r?gimen de contrataci?n. Si la figura del gu?a de turismo queda regulada a trav?s de su actividad laboral, cabr?a deducir que cuando su actividad se centra en el museo tambi?n tendr?a que ser as?. Pero hay un hecho diferenciador importante: mientras un gu?a de turismo en el ejercicio amplio de su actividad se ampara en la normativa que regula las profesiones liberales y por tanto en la exigencia de un marco laboral ? fiscal que se corresponde a los aut?nomos; cuando acota sus servicios al ?mbito muse?stico, pueden aparecer distintas regulaciones laborales, a parte de la externalizaci?n puede depender de c?mo entienda el museo su relaci?n con el prestador del servicio. Las opciones posibles para un gu?a de turismo en el museo pueden ser: en el caso de que forme parte integrante del equipo que tiene el museo tener un r?gimen de contrataci?n laboral fijo o temporal. Que el museo pueda externalizar el servicio, con lo que dicho gu?a tendr? relaci?n contractual no con el museo sino con la empresa a la que se habr? externalizado dicho servicio. Tambi?n se puede llegar a establecer un 57 Para poder esclarecer estas cuestiones Vid. Cap?tulo II, apartado 2.7 donde al hablar de las competencias cognitivas del gu?a de turismo indefectiblemente tambi?n se habla del tipo de visitas que realiza en los espacios muse?sticos tratando contempor?neamente de definir y ver en qu? se diferencian de las realizadas por los equipos pedag?gicos que ofrece el propio museo. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [104] contrato de prestaci?n de servicios directamente con el gu?a, seg?n las necesidades que tenga el museo, de modo que el gu?a ser? en este caso aut?nomo y, por tanto, facturar? al museo sus servicios. Y finalmente, en caso de tratarse de un museo p?blico, el gu?a podr?a formar parte del funcionariado del mismo, pero en este caso hemos detectado, que en las normativas existentes, dicha funci?n no se considera en s? misma, sino que se entiende como una actividad espor?dica y que s?lo se produce en casos necesarios, no recibiendo por ello una prestaci?n remunerada espec?fica, sino que queda englobada su retribuci?n como personal muse?stico.58 Lo que da a entender que, muy probablemente, no haya una figura funcionarial que responda al criterio de gu?a de museo. El tercer problema es la escasa literatura cient?fica que ayude a avalar algunos conceptos y a poner orden en el campo del gu?a de turismo y, a su vez, del gu?a de museo. Autores de contrastada solvencia en el mundo tur?stico y de la docencia han ayudado a avanzar en los temas del guiaje y de la profesi?n del gu?a de turismo en particular: Picazo (2011), autor de dos libros que hablan sobre los procesos de gu?a y la asistencia tur?stica y, Vidal y Gal? (1999) coautoras de varios art?culos y libros sobre el guiaje tur?stico. Recientemente se ha escrito alg?n manual de buena conducta y calidad de la profesi?n del gu?a de turismo por parte de alg?n organismo p?blico, es el caso del Gobierno general de Cuzco, con su libro: Manual de calidad para gu?as de turistas. Finalmente dos autores: L?pez (2002) que en su libro manual del gu?a se centra m?s en la figura del gu?a de ruta que no en la figura del gu?a de turismo y que por tanto, s?lo podremos utilizar en algunos casos concretos, y Grinder (1985) con su libro The good guide que dedica su atenci?n a la figura del gu?a incluyendo la del gu?a de museo pero desde una visi?n anglosajona, por tanto desde una perspectiva m?s de voluntariado que de profesi?n en si misma considerada, adem?s de enfocar espec?ficamente su marco te?rico hacia las visitas guiadas pedag?gicas. 58 Vid. Cap?tulo II, apartado 2.6.2 y Cap?tulo V, apartado 5.1 sobre la normativa que regula la actividad profesional de los gu?as de turismo. Maria Abril Sellar?s [105] Distinto es el apartado referido a la interpretaci?n, ya que desde que Tilden escribi? Interpreting our Heritage (1957) ha habido una profusi?n a nivel cient?fico que nos ha permitido revisar bibliogr?ficamente la parte que hace menci?n a la mediaci?n ? interpretaci?n, en s? misma considerada durante nuestra investigaci?n La misma dificultad que para los gu?as de turismo en el contexto no muse?stico la ha tenido cuando act?a en el marco del museo. El Consejo Internacional de Museos (ICOM) cre? un c?digo deontol?gico sobre los profesionales que trabajan en los museos59. En un principio este c?digo no determina espec?ficamente qu? personal necesita un museo, realiza una menci?n que podr?amos catalogar de gen?rica y poco precisa. S?lo hay en el glosario del propio c?digo una definici?n que, tambi?n, muestra una cierta ambig?edad. Los profesionales de museos son los miembros remunerados o no, del personal de los museos o instituciones? que han recibido una formaci?n especializada o poseen una experiencia pr?ctica en cualquier ?mbito relacionado con la gesti?n y las actividades de un museo, as? como las personas que observen el C?digo de Deontolog?a del ICOM para los Museos y trabajen de manera independiente para los museos o instituciones mencionados supra. No est?n comprendidas en la presente definici?n las personas dedicadas a la promoci?n y comercializaci?n de productos y equipamientos necesarios para los museos y sus servicios. (ICOM, 2006: 1) Ambig?edad, porque si bien abre la puerta a la idea de personal externo al mencionar ?las personas que observen el C?digo deontol?gico?, no queda claro a qu? personal se refiere en strictu sensu. Con lo cual, aprovechando el resquicio que la normativa permite, la profesi?n del gu?a de museo se podr?a llegar a sobreentender que queda subsumida por la mencionada carta. Carta que en la pr?ctica se convierte en el ?nico 59 ICOM (2006) C?digo de deontolog?a del ICOM para los museos. Se trata de un texto en el que se establecen las normas m?nimas de conducta y pr?ctica profesional para los museos y su personal. V?ase dicho C?digo en el CD anexos, Anexo III, 2.1.1 Documento. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [106] documento de este organismo internacional que permite la posibilidad de interrelacionar su conceto de gu?a de museos con el objetivo de nuestra investigaci?n. Por lo tanto, si en base a la premisa precedente pudi?semos deducir que los gu?as de turismo son objeto de la Carta, el an?lisis de algunos de sus art?culos podr?a llegar a ser pertinente. As?, en el art?culo 1.14 del C?digo deontol?gico se se?ala que ?Es necesario emplear personal que posea las cualificaciones necesarias para asumir sus responsabilidades? En el art?culo 1.15 ?conviene ofrecer al conjunto del personal las posibilidades de formaci?n permanente y perfeccionamiento profesional para mantener su eficacia? Como vemos ambos art?culos se podr?an aplicar a los gu?as est?n o no contratados directamente por la propia instituci?n, sea cual sea el contrato utilizado o bien act?en como profesionales liberales. Es evidente que cu?nto m?s conozca el gu?a de turismo el mandato y los objetivos de los equipamientos muse?sticos, m?s se garantizar? la calidad del servicio y, por tanto, se dar? una mejor respuesta y servicio a la demanda del visitante. Por otro lado, no hay que olvidar que ?ste C?digo afecta exclusivamente a aquellos pa?ses que, como Espa?a, lo han suscrito. En el caso de acotar el tratamiento legal a territorio espa?ol se tendr?an que tener en cuenta las caracter?sticas que componen la figura del gu?a de turismo, y de ellas deducir las que se corresponder?an al gu?a de museo (V?ase Cap?tulo II, apartado 2.7) El cuarto y ?ltimo problema tiene un tratamiento social. Se refiere al intrusismo profesional que, seg?n los gu?as de turismo y ergo los gu?as de museo, afecta considerablemente no s?lo a la imagen de la profesi?n sino tambi?n al ejercicio profesional. 60No se trata de discutir si son aptos o no para ejercer dicha profesi?n 60 Acudiendo a diferentes p?ginas web de internet se pueden observar sitios donde constantemente reflejan las quejas y las situaciones de indefensi?n. Por poner algunos ejemplos, v?anse los siguientes links que han sido consultados durante el mes de febrero de 2010 en la red:  http://elcorreoweb.es/2014/02/10/los-informadores-turisticos-oficiales-denuncian-el- intrusismo-de-guias-ilegales Maria Abril Sellar?s [107] tur?stica, se trata de un problema de legitimidad y legalidad vigente. Varios son los motivos:  La desregularizaci?n o vac?o legal provocado por normas presumiblemente poco eficientes o inadecuadas a las realidades concretas, caso de la Directiva de Bolkestein.  La baja consideraci?n dentro de la sociedad de que la profesi?n de gu?a de turismo es realmente tal. La apreciaci?n de que cualquier persona con una cierta simpat?a y con facilidad de expresi?n es capaz de realizar una visita guiada.  La, escasa intervenci?n por parte de los gestores del orden p?blico en la protecci?n de dicha profesi?n: Las normativas regulan, seg?n el valor de la infracci?n, el hecho de que trabajar sin la habilitaci?n se contemple como una falta leve o grave. Pero los propios afectados, los gu?as de turismo, se quejan de la escasa aplicaci?n normativa. El gu?a de turismo a trav?s de su actividad ayuda a apreciar, difundir y desarrollar comportamientos positivos hacia los recursos tur?sticos, sean de ?ndole patrimonial cultural o patrimonial natural. Estos recursos tienen fecha de caducidad, y una actividad tur?stica controlada y regulada ayuda a alargar esa fecha caducidad. Pero la actividad de guiar, al estar presumiblemente infravalorada, conlleva a situaciones de intrusismo, el cual siendo ajeno a los valores patrimoniales y, a menudo con escasa formaci?n, condiciona la calidad de la visita e incluso la imagen del recurso y, evidentemente, de la propia profesi?n (Blaya, 2004). La propia Blaya61 reconoce una cierta degeneraci?n de la profesi?n de gu?a y una escasa formaci?n sobre esta disciplina en los ?mbitos acad?micos, lo cual ha quedado comprobado cuando se ha  http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/plasencia/guias-turisticos-junta-denuncian- a-los-piratas_76216.html  http://www.lasprovincias.es/v/20120502/comunitat/guias-turisticos-denuncian-intrusismo- 20120502.html 61 Nuria Blaya Estrada es profesora de Patrimonio Cultural en la Florida Universitaria de Valencia. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [108] hecho la comparativa de las Escuelas Universitarias de Turismo de la provincia de Barcelona62. Menci?n aparte merece la figura del voluntario que puede actuar en algunos espacios patrimoniales incluidos los museos. Podr?amos considerar que un voluntario no es, necesariamente, un intruso en la profesi?n, porque un gu?a puede llegar a ser un voluntario y prestar servicios guiados en un equipamiento si as? lo ha decidido. El voluntariado cultural, en pa?ses, sobre todo de tradici?n anglosajona, forma parte de su ADN, de modo que se presentan como tales voluntarios y realizan una actividad de acompa?amiento e informaci?n del recurso patrimonial en el que se encuentran, as? ocurre en lugares como la Biblioteca P?blica de Nueva York o el British Museum de Londres. Una de las caracter?sticas es que s?lo se ofrecen en el idioma oficial del pa?s, y que al finalizar la visita se puede o no dar al voluntario una propina si el cliente ha quedado satisfecho. Grinder y McCoy se?ala entre otras cosas Tour guides in museums today are, for the most part, creative, imaginative, intelligent people who can incite enthusiasm in visitors and offer new insights about our society; they are, in fact, paraprofessionals. In no other field are volunteers doing such responsible work[?] (Grinder y McCoy, 1985:4) 63. Realmente no se plantea el hecho de considerarlo una profesi?n, sino un cuerpo de voluntarios que trabaja indefectiblemente para el bien del museo y de la comunidad. Se aleja por tanto del car?cter profesional retribuido que es inherente al gu?a de turismo objeto de nuestro estudio. A?ade, por otro lado, que los considera totalmente necesarios para realizar la interpretaci?n clara y correcta del mandato del museo y los distingue de los docentes de museo se?alando que ?stos ?ltimos son la suma de una 62 Vid. Cap?tulo II, apartado 2.7.2. que hace referencia al grado de turismo y la figura del gu?a. 63 Trad. ?Los gu?as de museo de hoy son, en su mayor parte, personas creativas, inteligentes e imaginativas que pueden generar entusiasmo en los visitantes y ofrecer nuevas perspectivas acerca de nuestra sociedad, de hecho, hay que considerarlos paraprofesionales. No encontrar?amos en ning?n otro ?mbito un cuerpo de voluntarios que trabajara de una manera tan responsable [?].? Maria Abril Sellar?s [109] serie de profesiones como la de profesor, conservador y l?der. En Espa?a el voluntariado patrimonial a?n no est? extendido, pero se pueden encontrar casos concretos donde el voluntariado es una opci?n propia, que presenta el equipamiento para mostrar su colecci?n, es el caso, por ejemplo, de la Catedral de Barcelona.64 La tarea del voluntario basada en promocionar el arte, la cultura o el museo es una tarea de diletante, es decir, por puro placer. Ello les convierte, en ocasiones, en aut?nticos expertos; sin embargo el problema no reside en su competencia, sino en el sello o la garant?a de esta competencia. El problema es de garant?a contra la estafa, contra el enga?o y, en el caso de cobrar honorarios, se convierte tambi?n en un problema administrativo ? fiscal, de tributaci?n. Cabe se?alar que no es objetivo de esta investigaci?n investigar el voluntariado cultural pero no est? dem?s apuntar que carece de uno de los criterios que a nivel normativo se establecen para entender a dicho voluntario como un gu?a de turismo desde un postulado legislativo espa?ol: ejercer de manera habitual y retribuida la actividad guiada65. En definitiva, si se considera a la intermediaci?n una actividad profesional remunerada como tal tiene, no s?lo sus c?digos deontol?gicos, sino sus normas, derechos y obligaciones. Parece ser, que en el ?mbito de los gu?as de turismo y en las diversas figuras que de ?l se derivan, como la de gu?a de museo, ese es un camino que muy probablemente a?n o no se ha recorrido totalmente o no se ha hecho de una forma correcta y, en algunos casos, ni tan siquiera se ha empezado a recorrer. El gu?a de turismo visto desde su trabajo en un equipamiento muse?stico, tiene como misi?n la misma que la del gu?a de turismo, es decir, comunicar, entusiasmar, guiar, interpretar y finalmente acercar al visitante al recurso cultural; pero en un espacio m?s 64 Tambi?n tenemos dentro de esta categor?a colectivos tales como: amigos de museos, amigos del arte, amigos de un determinado pintor, o escultor, entre otros. 65 Vid. Cap?tulo II, apartados 2.6 sobre la normativa en el ?mbito espa?ol y Cap?tulo V, apartado 5,1 sobre la comparativa de las normativas de las CCAA espa?olas. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [110] acotado y concreto que puede identificarse con una ?nica tem?tica o con una pluralidad (Blaya, 2004). Adem?s de la labor interpretativa, tambi?n ejerce indirectamente otras actividades importantes como la de garantizar y salvaguardar el patrimonio, y llegando finalmente a realizar incluso una labor educativa y social de respeto con el entorno. (Blasco, 2006) De hecho no fue hasta la d?cada de los noventa del siglo pasado cuando autores como Knudson, Cable y Beck, empezaron a escribir de manera seria sobre la actividad interpretativa ligada no s?lo con aproximar a los visitantes a los recursos patrimoniales naturales sino con el hecho que permit?a o ayudaba a la gesti?n de dicho recurso (Knudson, Cable, y Beck, 1995). Ello condujo a hablar en t?rminos generales de la interpretaci?n como instrumento de gesti?n y tambi?n del acercamiento del visitante al espacio cultural ? natural. Adem?s se le dio a la interpretaci?n una funci?n importante, pues se le reconoc?a, a dicha intepretaci?n, un papel de comunicador, de enriquecedor y de gestor, dado que permit?a al profesional del museo un conocimiento m?s directo para saber qu? se necesita en cada acci?n interpretativa. Es lo que se ha venido en llamar la ?interpretaci?n inteligente? (Vander Stoep, 2003: 2). La objeci?n que se podr?a hacer es que la visi?n de estos te?ricos se ha dirigido, sobre todo, a temas de patrimonio natural, puesto que sus estudios se basaban en los parques nacionales y naturales de los Estados Unidos, quedando al margen los recursos tur?sticos patrimoniales culturales. Por tanto se tendr?a que aplicar una teor?a deductiva para que dichos principios pudieran ser aplicados a estos ?ltimos. Por su parte la investigadora Vander Stoep66 trabaja la interpretaci?n patrimonial cultural y se?ala que los int?rpretes deben hacer una introspecci?n y aclarar cu?les creen que son los roles, beneficios y responsabilidades de la empresa interpretativa. Si se consigue determinar dicha empresa interpretativa se estar? dando un marco importante a las aptitudes y actitudes del gu?a ? int?rprete y a su labor de mediador de 66 Gail Vander Stoep es una profesora asociada en el Departamento de Comunidad, Agricultura, Recreaci?n y Estudio de los Recursos en la Universidad Estatal de Michigan. Maria Abril Sellar?s [111] la gesti?n del patrimonio. La misma Vander Stoep (2003) insta a los gu?as a que configuren su marco deontol?gico, puesto que son los m?s indicados para poder reflejar una realidad que hasta este momento muestra una imagen desvirtuada. Es evidente que el turismo es una de las fuentes que permite el contacto entre diversas culturas y pueblos. Ello implica que en el momento de interactuar las diversas culturas haya visiones distintas, por un lado la imagen preconcebida o no del turista sobre el destino, por otro la imagen del lugare?o sobre el turista, y entre las dos im?genes la del gu?a de turismo que tiene que casar ambas visiones e interrelacionarlas a trav?s del patrimonio en su sentido m?s amplio. De manera que el impacto cultural y personal es mayor o menor seg?n sea el contacto m?s o menos directo. En muchas ocasiones el nexo de uni?n que permite ese contacto es la figura del gu?a de turismo, convirti?ndose, sin haberlo querido ni pretendido, en lo que en estas ?ltimas d?cadas se ha venido llamando el mediador cultural. Su funci?n va m?s all? de la lengua utilizada y de ser un mero presentador, convirti?ndose en un canal de intercomunicaci?n entre dos culturas, la de origen y la de destino y su efectividad se sustenta en la aplicaci?n de todos sus conocimientos. 2.2. Tratamiento de la figura del gu?a. Dos ?ngulos de visi?n distintos Como bien se?ala Ham (1992), el gu?a es el capital humano y mediador del patrimonio. Su misi?n es crear conexiones o v?nculos entre ?ste y el visitante. Pero el propio autor va m?s all? y se?ala que, adem?s, ha de fomentar la concienciaci?n, el entendimiento e incluso el aprecio hacia los recursos patrimoniales, ya que a trav?s de su actividad puede brindar experiencias positivas y enriquecedoras al visitante. De hecho en la definici?n de Ham, el concepto mediador entra en la determinaci?n y no en el sustantivo que hay que definir, el gu?a. Podr?amos entender que ser mediador es una funci?n m?s del gu?a, aunque dicho sustantivo, quiz? por moda o quiz? por no tener un significado tan infravalorado como en ocasiones ha tenido y tiene el de gu?a An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [112] de turismo, ha sobrepasado incluso a su propia dependencia y, por tanto, las tendencias actuales prefieren utilizar la palabra mediador m?s que la de gu?a. La palabra mediaci?n tiene su origen en el vocablo latino, mediator, que significa ?entre dos partes?. La RAE define a la mediaci?n como la acci?n y efecto de mediar, y al mediador como el que media (Real Academia Espa?ola de la Lengua, 1950). En referencia a la persona que ejerce la mediaci?n, el mediador, conlleva intr?nsecos dos significados que adem?s est?n relacionados entre s?, por un lado el ser el medio en el sentido de estar en la mitad entre dos partes y, por otro lado, el medio como canal por donde fluye algo, sentido que aplicamos a la figura del gu?a. Si bien desde su origen la mediaci?n es la acci?n que ejerce una persona entre dos partes entre las que hay un desacuerdo, disentimiento o conflicto, siendo ella la que provoca la interrelaci?n, haciendo fluir la comunicaci?n, es evidente que este concepto ha ido variando en el tiempo, manteniendo por un lado su significado original y a?adiendo nuevos significados como el que forma parte de esta investigaci?n: interrelaci?n entre la comunidad local y el turista, respeto a los recursos patrimoniales, y como ayuda a la sostenibilidad de dichos recursos. As? para Miguel, mediar en el patrimonio conlleva la acci?n de interpretar, e interpretar es otra palabra que procede del lat?n de interpretare, que significa revelar el sentido de una cosa. (Miguel, 1866), hecho que nos reafirma como el gu?a al interpretar ayuda a revelar un significando a su oyente ? turista. En definitiva el gu?a de turismo, y por consiguiente tambi?n el gu?a de museo, lo que hace es mediar entre el recurso ? destino y el visitante, provocando la interrelaci?n entre ambas partes a trav?s de la interpretaci?n, ya que con ella da sentido al objetivo de la visita. Si dicha acepci?n la trasladamos al gu?a de museo, ?ste har? de mediador entre el visitante y el espacio muse?stico, dando sentido al mandato presentado por el museo y a las expectativas del visitante, que pueden ser muy variadas. Los deseos o necesidades del turista son adaptados por el gu?a de turismo en general y de museo en particular para que lleguen perfectamente como objetivo al receptor, recurso o museo. Maria Abril Sellar?s [113] Pero, ?por qu? no utilizar el sustantivo gu?a de turismo o gu?a de museo y s? en cambio el de mediador? Podemos deducir que por la evoluci?n hist?rica de la figura del gu?a de turismo su mala posici?n a nivel social y laboral (v?ase apartado 2.6). Su trayectoria, ya fuese por bajos conocimientos, idiomas defectuosos o por la b?squeda de un dinero f?cil, no le fue favorable en los albores de la profesi?n y estos ep?tetos siguieron acompa??ndolo hasta casi finales del siglo XX. E incluso cabe se?alar que, para algunas instituciones y empresas estas consideraciones a?n se mantienen en la actualidad. En cambio el t?rmino de mediador se ha visto m?s favorecido en su valoraci?n ya que parece que aporte un t?rmino de calidad a su acci?n. No obstante esa mala fama que le precede y el desprestigio que ha sufrido a lo largo de los a?os de existencia, en esta investigaci?n se hablar?n y abogar?n por los dos t?rminos que usaremos en cada caso concreto, el gu?a de turismo y el gu?a de museo. Siendo m?s amplio el concepto de gu?a de turismo ya que en s? mismo engloba, hoy por hoy, el de gu?a de museo. En consecuencia, el gu?a de turismo es un mediador, sus valores, aptitudes y actitudes as? lo demuestran, pero su imagen se tendr? que leer desde ?pticas distintas que, si bien se inscriben en el ?mbito social, a veces parece que vayan re?idas: turismo y cultura. A partir, pues, de las premisas planteadas el tratamiento de la figura del gu?a de turismo podr?a verse desde dos puntos de vista b?sicos:  Desde el punto de vista del sector tur?stico.  Desde el punto de vista del sector muse?stico. 2.2.1. Desde el punto de vista del sector tur?stico. Si bien a finales del siglo XX y principios del XXI ha habido una proliferaci?n de literatura en distintos ?mbitos del sector tur?stico: hoteler?a, restauraci?n, estructura del mercado tur?stico, marketing tur?stico, geograf?a tur?stica, patrimonio cultural, gesti?n de equipamientos, derecho tur?stico, entre otros servicios, en lo referente al mundo de los gu?as de turismo y todo lo que le afecta directamente, la literatura cient?fica y normativa haya sido m?s bien precaria. Ello implica que, con cierta An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [114] frecuencia, se tengan que inferir conceptos espec?ficos de los conceptos generales, para obtener valores y criterios que puedan regir los objetivos de la investigaci?n que estamos llevando a cabo. Consecuentemente, para poder hablar de gu?a de museo y de su actividad en las visitas guiadas en el museo se tendr?n que aplicar los t?rminos, normas, valores, aptitudes y actitudes del mundo de los gu?as de turismo en general, intentando acercarlo al mejor discernimiento posible sin alterar los principios b?sicos (v?ase apartados 2.6.2 y 5.2). De modo que, desde la normativa general de las leyes tur?sticas, all? donde el apartado correspondiente afecte a la profesi?n del gu?a de un modo directo o indirecto, y desde la normativa espec?fica de los gu?as de turismo, se intentar? discernir y dar un marco a la figura del gu?a de museo, as? como a su actividad (v?ase apartado 2.7). As?, Picazo67 menciona, al clasificar los distintos tipos de gu?as de turismo, a los gu?as de museo. Este autor contempla las dos posibilidades: que el gu?a de museo dependa de la propia instituci?n y/o que siendo un profesional que se especializa en temas art?sticos elija la mayor?a de sus visitas en los centros muse?sticos. No obstante, Picazo no considera que se pueda hablar de gu?a de museo como tal, es decir como una figura con entidad propia y fuera de los ?mbitos ya mencionados No son gu?as profesionales en un sentido estricto, sino que se trata, bien de personas interesadas en la tem?tica del museo? o bien personal a sueldo del propio museo que simultanea otras funciones con la de dar las explicaciones pertinentes sobre el museo (Picazo, 1996: 31-32). En su disertaci?n el propio Picazo aporta una nueva idea que deja al descubierto las deficiencias en el tratamiento de la figura del gu?a de museo, cuando se?ala que ?estos gu?as de museos suelen s?lo trabajar en el idioma local del pa?s donde se encuentra el museo? (Picazo, 1996: 32). Se puede entender que, en contadas ocasiones, estos gu?as podr?n trabajar con grupos tur?sticos, salvo que ?stos no lleven un int?rprete. Podr?a 67 Carles Picazo, es socio fundador de la empresa BGB SL., ostenta el cargo de director de calidad y formaci?n que compagina con su actividad de gu?a de turismo de Catalunya. Maria Abril Sellar?s [115] parecer que su referencia vaya dirigida m?s al departamento pedag?gico del museo, mencionado con anterioridad, que a la actividad inherente a la profesi?n del gu?a de turismo. ?C?mo quedan los grupos tur?sticos ante esta premisa? Para los nacionales, el idioma no les ser? ning?n obst?culo, pero s? lo ser? para los grupos extranjeros. Los equipos pedag?gicos est?n pensados, b?sicamente, para clientes nacionales y, en ocasiones, podr?n llegar a realizar su labor para grupos extranjeros en un ?nico idioma. Si el idioma es el del propio grupo, podr? gustar m?s o menos la visita, pero no habr? un problema de comunicaci?n. En cambio si el idioma establecido no es el materno del grupo, se crear? la necesidad de tener a alguien que interprete o traduzca, dificultando la comunicaci?n y, posiblemente, convirtiendo la visita en algo poco din?mico y atractivo.68 Finalmente Picazo se?ala que dentro de los conjuntos patrimoniales si no hay gu?as que pueden realizar esta labor interpretativa cabe la opci?n de la existencia de audio- gu?as, afirmando que ?garantizan la libertad de movimientos en la visita, para que cada uno la haga a su medida, sin horarios ni disciplina de grupos? (Picazo, 1996: 31-32). Pero el audio-gu?a, los paneles informativos, los IPad y otras TIC no dejan de ser m?quinas y que, si bien se pueden adaptar al idioma del visitante que solicita dicho servicio, no se adaptan ni a la tipolog?a ni a las caracter?sticas de inmediatez que dicho usuario requiere. Por tanto, dicho sistema deja fuera uno de los pilares b?sicos de la interpretaci?n, el feedback. Las TIC no pueden, por el momento, percibir ni las sensaciones ni las necesidades ni las demandas del visitante; el gu?a como figura humana s?, y ese es el gran plus y valor que refrenda esta profesi?n. 68 Caso de grupos rusos, chinos o de cualquier otra nacionalidad donde el idioma ingl?s tampoco forme parte habitual de su sistema educativo y que por lo tanto tambi?n les resulte dif?cil la comprensi?n e interpretaci?n de los significados que est? transmitiendo dicho gu?a. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [116] Por su parte, Gal?,69 plante? el concepto de mediador cultural, pensando en el gu?a de turismo en general, sin determinar las distintas vertientes o subclasificaciones que contiene esta figura profesional. Se trata de una rese?a tangencial al mundo del gu?a y sus actividades, pero que pone sobre la mesa uno de los elementos destacados del trabajo del gu?a, que es servir de nexo de uni?n entre el visitante y el lugar que visita [?] Per?, en tots els casos, els turistes tendeixen a veure en el guia de turisme un representant de la comunitat social que visiten, i a con?ixer a trav?s d?ell alguns aspectes relatius a la forma de vida dels residents (Gal? y Maj?, 1999: 77).70 Desde la ?ptica del turismo cultural, cuando nos encontramos con un itinerario interpretativo guiado, bien sea en un espacio natural o en uno cultural, el gu?a conduce al grupo, interpreta o ayuda a la interpretaci?n del bien cultural e interact?a con los usuarios. En este sentido la acci?n del gu?a es casi siempre interactiva, en la medida que su funci?n es estimular la participaci?n, generar un clima de confianza en el que se exprese la subjetividad del visitante y, en definitiva, ayudar a gozar del bien cultural. Adem?s, una de las tareas del gu?a es detectar el registro de lenguaje de los usuarios y adaptarse al mismo. La propia Gal?71 se?ala el rol del gu?a ante las administraciones p?blicas remarcando la importancia del mismo a trav?s de la actividad que desempe?a, ya que ayuda a la imagen del destino y a la conexi?n del visitante con la comunidad local , se?alando en ?ltima instancia la necesidad de querer mejorar la imagen y la hospitalidad de los 69 La Dra. Nuria Gal? i Espelt. Doctora y docente as? como coordinadora de estudios en la Facultad de turismo de la Universidad de Girona. 70 Trad. Pero, en todos los casos, los turistas suelen ver al gu?a de turismo como un representante de la comunidad social que visitan y conocer a trav?s suyo, algunos aspectos relativos a la forma de vida de los residentes. 71 Op. Cit. Maria Abril Sellar?s [117] destinos tur?sticos, por parte de la administraci?n, a trav?s de la conexi?n que llega a (Gal? y Maj?, 1999).72 Entre las tareas del gu?a est? la de la preparaci?n de la visita guiada. Conocer los puntos fuertes y d?biles del recorrido, aprovechando las fortalezas para que el discurso sea el m?s atractivo posible. Los sistemas electr?nicos actuales de ayuda para extender mejor la voz, la colocaci?n adecuada, la gestualidad utilizada, los puntos donde prever las paradas e incluso la forma de vestir, han de formar un todo, para que el turista se sienta c?modo y entienda que el gu?a tambi?n es parte integrante de esa marca que quiere vender el destino tur?stico. La preparaci?n debe ser minuciosa y a la vez de una naturaleza el?stica, en funci?n de las necesidades del grupo, as? como los cambios e imprevistos en la propia instalaci?n. El gu?a, cuando ejerce de forma competente su actividad y ha preparado en incontables ocasiones sus tareas, percibe todo esto autom?ticamente, puede intuir apenas entra en contacto con el grupo las necesidades que ?ste tiene. Consecuencia de ello es que podr? transformar su visita en un acontecimiento interesante, que los usuarios recordar?n agradablemente. Adem?s, seg?n la aplicaci?n de las t?cnicas y din?micas de la comunicaci?n que utilice el gu?a, se dar? una actividad participativa absolutamente positiva y apreciada por aqu?l que la est? utilizando. Sureda, Guerra y Castells subrayan lo fundamental que llega a ser este servicio, ?ning?n material puede resultar tan interpretativo como el ser humano, adaptarse e interactuar con el visitante, responder a sus preguntas, satisfacer sus expectativas?. Por tanto, lo necesario e importante es que se programe debidamente, que haya un personal adecuado que necesite de ?una administraci?n especial del tiempo y la modalidad de uso? (Sureda, Guerra y Castells, 2008: 96-97) En realidad lo que caracteriza un buen servicio de gu?a tur?stico, tanto en un museo como en cualquier otro equipamiento patrimonial, es el hecho de comprender que el 72 Trad. La Administraci?n p?blica en general y, la tur?stica en particular, quieren mejorar la imagen y hospitalidad de sus destinos tur?sticos a trav?s de la imagen y conexi?n que ofrece el gu?a de turismo. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [118] usuario no ha de estar sujeto a las lecciones, primero, porque a menudo su objetivo es el ocio y no el aprendizaje entendido como estudio y, segundo, porque si bien conoce al grupo, es evidente que con explicaciones aleccionadoras podr? llegar a que sus integrantes se puedan sentir incomodos en ese intento tan marcadamente pedag?gico. De modo que la pretensi?n final tendr?a que ser el del acercamiento al recurso objeto de an?lisis. El gu?a de turismo deber?a intentar averiguar lo que sabe su cliente y actuar en consecuencia (Ausubel, D. Novak y Hanesian, 1997). Un gu?a de turismo que realiza las funciones concretas del gu?a de museo normalmente no tiene grandes dudas de lo que pretende su cliente, poder aproximarse al equipamiento sin necesidad de estar en una acci?n de aprendizaje pedag?gico. El gu?a conocedor del mandato y de los objetivos tratar? de interrelacionarlos, sin que por ello se haga una acci?n educativa. Muy posiblemente, al cliente le baste con sentirse a gusto en ese espacio, conocer o entender algo m?s de ?l, y tener la percepci?n de haber aprovechado al m?ximo su recreaci?n cultural. Grinder y McCoy (1985) por su parte reafirman esta interrelaci?n: Tour guides' enthusiasm, skillfulness, desire, and willingness to share information can help visitors, young and old, make connections between their own lives and valued artifacts, art objects, and history as represented by museum collections (Grinder y McCoy, 1985:4)73 Seg?n Ausubel, Novak y Hanesian (1997) en base a un concepto tur?stico, gu?a y educador no pueden actuar bajo los mismos criterios. Mientras el educador pretende cambiar la actitud del educando, el gu?a, ?como conductor?, pretende ayudar en la interpretaci?n, y el descubrimiento de los objetivos planteados por la instituci?n muse?stica, pero nunca pretende cambiar la actitud de su oyente. Para el gu?a, que el usuario descubra el mandato del espacio muse?stico es el objetivo m?s importante; para el educador es tan s?lo un medio. Confundir al educador con un gu?a no s?lo es 73 Trad. El entusiasmo de los gu?as de turismo, su destreza, su vehemencia y su voluntad de compartir informaci?n, puede ayudar al visitante, joven o adulto, a realizar conexiones entre sus propias vidas y los objetos valiosos, de arte e historia que se encuentran en las colecciones de los museos Maria Abril Sellar?s [119] un error de concepto, sino que es un error que podr?a conducir al fracaso de la visita guiada, ya que las motivaciones de los p?blicos objetivos son distintas. En s?ntesis, es importante que el gu?a de turismo, cuando muestre el recurso tur?stico, l?ase el museo en nuestra investigaci?n, lo haga de manera amena, agradable y comprensible, criterios que evidentemente tambi?n debe manejar el educador. La diferencia estriba en la no pretensi?n educativa por parte del gu?a y en el acercamiento del visitante al recurso para abrirle nuevas perspectivas y conseguir que se sorprenda. Lo que significa que las personas que se dediquen a esta profesi?n tienen que estar cualificadas, deban poseer buenos conocimientos y sobre todo ser buenos comunicadores. Las lecciones magistrales y las descripciones de los contenidos muse?sticos probablemente provocan, el aburrimiento o el rechazo del visitante para con el recurso, que al final le conduce al desinter?s y a una menor valoraci?n del mismo. De modo que, como dice Fontal (2006), al hablar del educador patrimonial, la configuraci?n de ?ste tiene que adaptarse a situaciones complejas y en ocasiones contradictorias para lograr el ?xito en la gesti?n patrimonial. En ning?n caso esta autora habla de mediador y s? de educador patrimonial. Y tal y como intentamos diferenciar en este apartado, dicho educador tiene funciones totalmente distintas a las del gu?a o mediador. ?Una actividad de naturaleza emergente, tiene que contar con los mecanismos que permitan que se configure constantemente, para poder adaptase a las nuevas realidades y nuevas combinaciones patrimoniales? (Fontal, 2006: 209) Un gu?a requerir?, pues, de esa adaptaci?n constante o su profesi?n sufrir? a?o tras a?o una degradaci?n que acabar? con la identidad m?s importante, que es la de la interpretaci?n. Ham confirma esta idea cuando se?ala que en el aula, la meta del maestro, a menudo, es comunicar s?lo hechos, un proceso a largo plazo ?. En la interpretaci?n, presentamos s?lo aspectos que ayuden a la audiencia a entender y apreciar lo que les estamos tratando de mostrar o transmitir. En la An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [120] educaci?n formal, presentar hechos tendr?a que ser el objetivo primordial del maestro, en la interpretaci?n no lo es nunca? (Ham S. , 1992: 4-5). Sin lugar a dudas, sino el mejor, uno de los mejores instrumentos, para la comunicaci?n de mensajes interpretativos, es el ser humano, puesto que se adapta al visitante y a sus necesidades. Ello queda corroborado por los te?ricos de la comunicaci?n que nos hablan de la necesidad de que el discurso se adapte al oyente y que el emisor tenga en cuenta no s?lo al oyente, sino tambi?n el mensaje y al entorno (Caillet, 2001). As? tenemos el museo como recurso que se puede mirar y ver desde muchos puntos de vista. Conocer las claves que permitan su interpretaci?n es la esencia del trabajo del gu?a de museo, que a trav?s de sus gestos, su voz, sus comentarios y su discurso, permita un acercamiento del visitante al equipamiento patrimonial con la mente abierta y sin prejuicios. En definitiva, Ham (1992) realiza una definici?n aglutinando los elementos que caracterizan la figura del gu?a de turismo, entendido en cualquiera de sus variantes, se?alando que se convierte en el capital humano y mediador y es, adem?s el que crea las posibles conexiones entre el patrimonio y el visitante, lo que le permite fomentar la concienciaci?n en el visitante as? como su entendimiento. El gu?a posiblemente pueda, con una correcta interpretaci?n, llegar incluso a que el visitante aprecie el patrimonio de un modo distinto al que sent?a inicialmente, ya que posiblemente con dicha interpretaci?n el mediador le puede brindar experiencias positivas y enriquecedoras. Mientras que Fontal (2006) mantiene la necesidad de redefinir las competencias y formaci?n de estos mediadores patrimoniales, de modo que sean capaces de proponer al p?blico unas claves que puedan seguir las inercias de interpretaci?n. Si bien Fontal afronta la problem?tica llam?ndola educaci?n patrimonial, parece evidente que el nexo del gu?a de museo es una de las claves de la misma. Maria Abril Sellar?s [121] 2.2.2. Desde el punto de vista del sector muse?stico. Seg?n los criterios de ICOM, un museo es una instituci?n permanente sin finalidad lucrativa, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierto al p?blico, que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe para fines de estudio, de educaci?n y de deleite, testimonios materiales del hombre y su entorno74 (ICOM, 2010: 3) Dos elementos a tener en cuenta y que avalan la labor del gu?a son comunicar y deleitar. La comunicaci?n se puede hacer a trav?s de todos los medios tecnol?gicos y tambi?n mediante los medios humanos objetivo de este estudio. Deleitar, pasa por ser uno de los objetivos tur?sticos b?sicos del visitante. En esta primera d?cada del siglo XXI la diversidad tem?tica muse?stica implica tener en cuenta muchos factores, pero sobre todo, aquellos que ponen en alza su singularidad, as? como su car?cter diferencial. Los gestores muse?sticos son cada vez m?s conscientes que deben competir por los p?blicos, por los apoyos y los recursos econ?micos (Kotler y Kotler, 2001). Es evidente que para atraer al p?blico, las herramientas de la presentaci?n, la exposici?n y la mediaci?n tienen un papel fundamental. De modo que si los museos abren sus espacios a la nueva museograf?a, lo probabilidad del ?xito es m?s alta. El museo ha ido evolucionando a lo largo de la historia. En estas ?ltimas d?cadas han pasado de ser recept?culos a ser emisores, y ello ha provocado que ya no se pase de puntillas por el museo, sino que se interact?e con ?l, se estudie su exposici?n, se entienda su contenido y sobre todo se transmita adecuadamente. Se trata de un estadio evolutivo que algunos han llamado estadio ?ltimo (Kotler y Armstrong, 2008), donde el marketing en el museo se centra en la experiencia del visitante y su punto de vista. Hay muchas formas de conocer esa experiencia: a trav?s de un cuestionario, de 74 ICOM realiz? esta definici?n en 1974 y lo que en ella aparece son la mayor?a de los conceptos que actualmente describen a un museo. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [122] realizar visitas comentadas y/o de tener presentes las percepciones inmediatas que recibe el gu?a de museo en el acto de comunicaci?n que ha realizado durante la visita, el feedback que se da en la mediaci?n humana es una de las mejores herramientas para reconocer las reacciones de los visitantes. Los museos en esta evoluci?n han ido incorporando en sus departamentos de gesti?n el de pedagog?a, el cual en ocasiones, puede asumir el rol de departamento para grupos tur?sticos. Pero como dice Picazo el h?ndicap con el que se pueden encontrar son los idiomas, lo que provoca que se soliciten gu?as externos para dar satisfacci?n a las demandas de los visitantes (Picazo, 2011). Adem?s, la formaci?n del equipo que integra este departamento va dirigida m?s a un p?blico estudiantil que a un grupo de car?cter tur?stico; lo que posiblemente provocar?a que los discursos planteados desde el propio departamento tuviesen que ser distintos, si es que el objetivo final fuese obtener los m?ximos logros en dicha comunicaci?n (Calaf, 2003). Pero ?realmente estos departamentos tienen discursos distintos? En caso de que la respuesta fuese afirmativa tendr?amos la divisi?n clara entre visita educativa y visita tur?stica. En caso negativo, podr?amos caer en el enga?o de pensar que es igual el visitante que accede al museo por un motivo pedag?gico y el que accede por un motivo tur?stico, porque no nos basar?amos en la motivaci?n sino en el hecho de que visitan un museo. Los logros comunicativos, conllevan a un mayor n?mero de turistas satisfechos y una elevada incidencia en los electronic Word Of Mouth (eWOM?s)75 que tanta importancia han adquirido en estos ?ltimos a?os. Evidentemente que para confirmar los ?xitos o logros de sus exposiciones, los museos tienen varios caminos. Mientras que en contadas ocasiones, lo hacen trav?s de criterios cualitativos, el uso de los valores cuantitativos suele ser el habitual, y justamente son ?stos los que se difunden a trav?s de los distintos sistemas de comunicaci?n: revistas especializadas, estad?sticas del sector, informes sectoriales tur?sticos, entre otro tipo de publicaciones (Calaf, 2003). As? tenemos que una manera 75 En t?rminos electr?nicos el ?boca a boca? o la comunicaci?n a trav?s de internet Maria Abril Sellar?s [123] de medir el ?xito de un museo, de una exposici?n, de una actividad o taller, as? como de las visitas guiadas es por el n?mero de visitantes que ha acudido al mismo durante un per?odo determinado de tiempo. En base a los datos estad?sticos ofrecidos por el ICUB, en sus publicaciones desde el a?o 2008 hasta el a?o 2010 y los datos estad?sticos ofrecidos por los museos en base a un cuestionario propio realizado en el a?o 2012 sobre datos del 201176, las cifras que se nos muestran, recogen s?lo y exclusivamente a los visitantes, no quedan incluidas ni las visitas a exposiciones, ni actividades, ni servicios, de modo que la lectura se basa en el concepto exclusivo de n?mero de visitantes. La Tabla 2.2.2.1 muestra la evoluci?n del n?mero de visitantes desde el a?o 2009 hasta el a?o 2011. El criterio establecido es en base al n?mero de visitantes, del que m?s ha recibido al que menos ha recibido, teniendo como criterio jer?rquico principal el a?o 2011. La tabla integra, adem?s, especificaciones concretas de algunos museos para obtener el m?ximo de objetividad. Tabla 2.2.2.1: Museos y n?mero de visitantes de los museos de la ciudad de Barcelona Instituci?n A?o 2008 A?o 2009 A?o 2010 A?o 2011 1 Bas?lica de la Sagrada Familia 2731690 2321539 2317349 3202000 2 Museu Futbol Club Barcelona President N??ez 1231344 1089925 1311638 1626990 3 Museu Picasso 944963 1061106 1065388 1464828 4 La Pedrera 1311102 1242184 943782 962293 5 Cosmocaixa 633988 752981 721337 830828 6 CaixaF?rum 1333546 782493 733945 782529 76 Dicha encuesta ha sido una de las bases para el Trabajo de campo en el ?mbito de los museos. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [124] Instituci?n A?o 2008 A?o 2009 A?o 2010 A?o 2011 7 Fundaci? Joan Mir? 511468 538182 561217 583831 8 Museu d?Hist?ria de Barcelona (MUHBA)77 486976 624178 535412 481802 9 Museu Nacional d?Art de Catalunya (MNAC) 365892 667583 456059 466602 10 Casa Museu Gaud? 412164 413423 412054 401682 11 Museu d?Art Contempor?ni de Barceloma (MACBA) 186557 371825 369918 344871 12 Museu Egipci 301339 312631 305128 300504 13 Museu Fran Daurel 229858 280978 237971 237420 14 Museu Ci?ncies Naturals, Museu Blau 154090 174127 81208 217252 15 Museu Cera 198816 195065 198972 197828 16 Museu Mar?tim de Barcelona78 270981 311539 181737 195282 17 Museu d?Hist?ria Catalunya 136217 287663 254285 191978 18 Museu de la Xocolata 115000 112310 141292 154133 19 Museu Dioces? de Barcelona 139077 20 Museu dels Aut?mates del Tibidabo 121769 121853 99939 115202 21 Museu Disseny HUB Barcelona79 DHUB 40772 88869 101864 94396 77 Durante el a?o 2010, el Museo de Historia de Barcelona se contabilizaba sin tener en cuenta el Museo del Monasterio de Pedralbes, el cual ofrec?a tambi?n sus propias cifras. Pero a partir del 2007, todo se refundi? a una sola instituci?n el Museo de Historia de Barcelona, por eso, el Monasterio de Pedralbes ya no tiene cifras en las dos ?ltimas casillas. 78 Cerrado por reformas desde mediados del 2011, de aqu? su descenso en n?mero de visitantes 79 En el caso de DHUB, hay que se?alar que antes del 2011 eran 2 espacios independientes y que sumaban de manera independiente, formaban parte del mismo, los museos situados en el Palau de Pedralbes (arts decoratives textil i indumentaria i arts grafiques), y despu?s el situado en el Palau del Marqu?s de Lli?, en la calle Montcada que ten?a la sede de exposiciones temporales, galer?as de estudio Maria Abril Sellar?s [125] Instituci?n A?o 2008 A?o 2009 A?o 2010 A?o 2011 22 Museu Ol?mpic i de l'Esport 67955 61516 63882 73430 23 Fundaci? Antoni T?pies80 81727 70321 24 Museu de les Idees i Invents de Barcelona81 45000 25 Museu de la Cer?mica 62039 49223 45538 43235 26 Museu de l'Er?tica 32828 29438 28727 39384 27 Museu Barbier Mueller d'Art Precolomb? 31694 31142 32704 33880 28 Museu de la M?sica 34799 50629 33823 33821 29 Museu d'Arqueologia de Catalunya 24968 26012 29125 30 Museu Frederic Mar?s82 60335 26603 25912 31 Museu del Mamut 18000 32 Museu del Modernisme Catal? 13000 16800 33 Museu Europeu d?Art Modern (MEAM) 83 14325 34 Museu Etnol?gic de Barcelona 28367 25320 20448 13736 35 Museu Can Framis, Fundaci? Vila Casas 16902 12160 36 Fundaci? Francisco G?dia 15239 11024 y actividades. De modo que el dato estad?stico que aparece en el a?o 2008 corresponde a la parte expositiva del Palau de Pedralbes. 80 Reabri? en el mes de marzo del 2010 81 Inicia su actividad el mes de marzo del 2011. Por tanto, los datos trabajados van desde marzo hasta diciembre. 82 En el a?o 2009 se cerr? al p?blico y no se volvi? a reabrir hasta el a?o siguiente, 2010 83 Inauguraci?n 8 de junio del 2011 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [126] Instituci?n A?o 2008 A?o 2009 A?o 2010 A?o 2011 37 Fundaci? Su?ol 6819 9414 9370 38 Museu de la Moto84 4800 39 Museu Geol?gic del Seminari Conciliar de BCN 4463 40 Museu del Llibre Frederic Mar?s85 3553 41 Museu de les Carrosses Funeraries 1417 42 Fundaci? Joan Brossa86 850 43 Museu Afric? Daniel Comboni 800 44 Reial Academia de Belles Arts 450 45 Museu de Perruqueria Rafael Pag?s 391 46 Museu de Carruatges del Foment 300 47 Fundaci? La Maquinista Macosa 300 48 Museu Etnogr?fic andino Amaz?nic 65 49 Museu Militar de Montju?c 88899 119786 50 Museu del Perfum No contabiliza 51 Museu i Centre d?Estudis de l?Esport Dr. Melci? Colet 52 Museu de la Catedral 84 Inici? su actividad en el mes de mayo del 2011. Por tanto los datos trabajados van desde finales de mayo hasta finales de diciembre 85 Reinauguraci?n en el mes de junio de 2011 86 Cerr? en el mes de junio del 2011 Maria Abril Sellar?s [127] Instituci?n A?o 2008 A?o 2009 A?o 2010 A?o 2011 53 Museu Palmero Arte No contabiliza 54 Hemp Museum Gallery Barcelona87 Fuente: Elaboraci?n propia en base los datos estad?sticos del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) de Turisme de Barcelona y los cuestionarios realizados a los gestores muse?sticos durante el a?o 2012.88 Como podemos observar por la tabla, el n?mero de museos en la ciudad de Barcelona cubre un amplio espectro de temas. Hasta el museo n?mero treinta y cuatro hemos podido realizar una lectura evolutiva, pero a partir de dicho n?mero y hasta el cincuenta y cuatro los datos obtenidos han sido gracias a los cuestionarios llevados a cabo durante el trabajo de campo y sin referentes anteriores. A pesar del cierre de algunos museos, lo cierto es que la ciudad ha visto aumentar los recursos culturales referidos a los espacios muse?sticos. No es menos cierto que el aumento de museos en estas ?ltimas d?cadas es constante, e incluso algunos autores lo tachan de imparable (Cano, 2005). Cada museo tiene un objetivo concreto, lo que hace que el abanico de posibilidades para el gu?a de museo sea muy amplio. Es evidente que el mediador cultural no puede conocerlos todos en profundidad, con lo que cabe pensar que tendr? que adoptar unos criterios de especializaci?n, ya sea porque son los museos m?s visitados de su lugar de trabajo, ya sea porque las tem?ticas son similares, ya porque se siente c?modo con algunas exposiciones en concreto. No hay que olvidar que para hacer que sea entretenido y guste, primero tiene que gustarle y entretenerle a aquel que lo muestra y lo interpreta, sino es as?, un audio-gu?a o cualquier herramienta TIC pasa por ser uno de los instrumentos m?s eficaces en la actualidad. La Tabla 4.2.2.1 da paso al Gr?fico 4.2.2.1 que muestra la evoluci?n muse?stica de los equipamientos considerados como tales en la ciudad de Barcelona. 87 Inauguraci?n 11 de mayo de 2012 88 En el a?o 2010, el propio documento estad?stico de Barcelona Turisme, fusiona un cierto n?mero de visitantes en un concepto de otros, que aqu? no se ha recogido: en esa fusi?n se encuentran integrados los museos: de la Er?tica, del Arqueol?gico de Catalu?a, de las Artes Decorativas, el Museo Mar?s. Se desconoce por qu? no hay datos del Museo militar An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [128] Gr?fico 2.2.2.1: Evoluci?n de los museos de la ciudad de Barcelona entre los a?os 2008 al 2011 Fuente: Elaboraci?n propia en base los datos estad?sticos del Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) de Turisme de Barcelona y los cuestionarios realizados a los museos durante el a?o 2012 Lectura de la Tabla 2.2.2.1 y del Gr?fico 2.2.2.1: 1. La evoluci?n in crescendo de una parte de los equipamientos muse?sticos (a pesar de alguna disminuci?n puntual que a veces se puede deber al cierre temporal de algunos de sus espacios y/o a la remodelaci?n de otros) ha sido constante. Este 0 1000000 2000000 3000000 4000000 A?o 2008 A?o 2009 A?o 2010 A?o 2011 Fundaci? Su?ol Fundaci? Francisco G?dia M. Can Framis, Fundaci? Vila Casas M. Etnol?gic de Barcelona MEAM M. Europeu d?Art Modern M. del Modernisme Catal? M. del Mamut M. Frederic Mar?s M. d'Arqueologia de Catalunya M. M?sica M. Barbier Mueller d'Art Precolomb? M. de l'Er?tica M. de Cer?mica M. de les Idees i Invents de Barcelona Fundaci? Antoni T?pies M. Ol?mpic i de l'Esport M. Disseny HUB Barcelona DHUB Museu dels Aut?mates del Tibidabo M. Dioces? de Barcelona M. Xocolata M. Hist?ria Catalunya M. Mar?tim de Barcelona Museu Cera M. Ci?ncies Naturals, Museu Blau M. Fran Daurel M. Egipci MACBA Casa Museu Gaud? MNAC M. Hist?ria de Barcelona (MUHBA) Fundaci? Joan Mir? Caixa F?rum Cosmocaixa La Pedrera M. Picasso M. F.C. Barcelona President Nu?ez Bas?lica de la Sagrada Familia Maria Abril Sellar?s [129] incremento hace plausible pensar en la posible necesidad de tener un gu?a de museo que ayude a conocer el mandato y adem?s pueda colaborar en el aspecto publicitario del equipamiento. Un visitante satisfecho es un transmisor potencial publicitario importante. 2. Ser?a necesario hacer un estudio concreto, mes a mes, para entender si existe o no estacionalidad en las visitas guiadas, una buena gesti?n muy probablemente paliar?a uno de los problemas m?s importantes que tiene el sector tur?stico, la estacionalidad. No nos corresponde en esta investigaci?n tratar este tema, pero sociol?gicamente hablando, podr?a ser un estudio que ayudar?a a entender c?mo van variando los h?bitos y comportamientos de consumo tur?stico y que implican, en las comunidades locales, dichos cambios. 3. Acotar los ?mbitos de actuaci?n. En qu? museos el gu?a puede desarrollar su actividad. La l?gica parece se?alar que a m?s visitantes mayor porcentaje de visitas. De modo que, bas?ndonos en la Tabla 2.2.2.1. seguramente el marco de actuaci?n se podr?a enclavar en el conjunto de museos que sobrepasan los 100.000 visitantes al a?o. 4. Es remarcable c?mo hay una concentraci?n de museos entre los dos cientos mil visitantes y el mill?n y medio. Tambi?n hay que subrayar como queda desmarcado el equipamiento muse?stico del Templo de la Sagrada Familia, con sus m?s de tres millones de visitantes, alcanzando la cifra en el a?o 2011 de tres millones doscientos mil. Pero tendr?amos que preguntarnos qu? van a visitar los turistas en el caso de la Sagrada Familia ?el edificio o el museo que se encuentra en ?l? A pesar de no ser objetivo de nuestra investigaci?n, el hecho de considerar a la Sagrada Familia dentro de los equipamientos muse?sticos (Turisme de Barcelona, 2012) nos conduce a tener muy en cuenta las derivadas que puede provocar su an?lisis y las informaciones sesgadas que de ello se puedan dimanar. Dado que el recurso de la Sagrada Familia por su idiosincrasia se aparta bastante del concepto muse?stico, aun si?ndolo, nos hemos planteado la observaci?n de los museos con m?s de 100.000 visitantes, sin haber colocado en dicho an?lisis el ?tem: Bas?lica de An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [130] la Sagrada Familia, para ver la evoluci?n el Gr?fico 2.2.2.2 de dichos museos desde otra perspectiva. Gr?fico 2.2.2.2: Evoluci?n de los museos de la ciudad de Barcelona con m?s de 100.000 visitas anuales (excepto la Sagrada Familia) Fuente: Elaboraci?n propia en base los datos sint?ticos aportados por la Tabla 2.2.2.1 Del Gr?fico 2.2.2.2 se pueden observar algunas especificidades como el caso del museo de Historia de Catalunya (MHC), que muestra un repunte en el a?o 2009 de casi medio punto, para despu?s descender en un cuarto de punto al a?o siguiente 2011; en 0 500000 1000000 1500000 2000000 A?o 2008 A?o 2009 A?o 2010 A?o 2011 Museu dels Aut?mates del Tibidabo M. Dioces? de Barcelona M. Xocolata M. Hist?ria Catalunya M. Mar?tim de Barcelona Museu Cera M. Ci?ncies Naturals, Museu Blau M. Fran Daurel M. Egipci MACBA Casa Museu Gaud? MNAC M. Hist?ria de Barcelona (MUHBA) Fundaci? Joan Mir? Caixa F?rum Cosmocaixa La Pedrera M. Picasso M. F.C. Barcelona President Nu?ez Maria Abril Sellar?s [131] cambio otros muestran la nota dominante de la evoluci?n positiva, caso del Museu Futbol Club Barcelona o del Museo Picasso, con un aumento importante entre el 2010 y el 2011 del 37,49%. Por otro lado tenemos un descenso considerable en el Museu Mar?t?m de Barcelona, aunque hay que tener presente que este Museo empez? una fase de restauraci?n, dejando muy reducido el ?mbito para las visitas, lo cual seguramente ha perjudicado seriamente su actividad. De 0,27 millones se pasa a 0,18 millones si bien inicia ya un repunte muy leve pero sintom?tico de normalidad, ya que en el a?o 2011 se eleva a 0,19 millones. Nos queda por destacar el Museu de la Xocolata que, si bien, tiene pocos a?os de vida, su manera de interpretar, de trabajar el patrimonio, y quiz? de ?endulzar? un poco a sus visitantes, ha permitido mostrar c?mo a?o tras a?o ha ido incrementado sus visitas. Es evidente que la lectura que se puede hacer es s?lo matem?tica, por tanto cuantitativa, ya que las informaciones que se reciben suelen hablar habitualmente de n?meros y no de motivos. El Gr?fico 2.2.2.3 muestra, adem?s, a los diecinueve museos que tienen m?s de 100.000 visitantes al a?o, es decir un 39,58% del total de cuarenta y ocho equipamientos que han sido considerados en los datos del gr?fico comentado. Evidentemente, si a?adimos a la Sagrada Familia, nos da un total de veinte museos, lo que significa una subida del 41,66%, una cifra que nos aproxima a casi la mitad de los museos. Un n?mero que con fuerza nos evidencia d?nde podr?a darse una actividad guiada de gran relevancia, de manera que a trav?s de los cuestionarios efectuados a los gestores de los equipamientos muse?sticos, intentaremos conocer si esa percepci?n es una realidad o sencillamente es un valor a tener en cuenta para el futuro, pero que en la segunda d?cada del siglo XXI a?n le queda un largo camino por recorrer. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [132] Gr?fico 2.2.2.3: Los museos de la ciudad de Barcelona en relaci?n al n?mero de visitantes anuales Fuente: Elaboraci?n propia en base los datos sint?ticos aportados por la Tabla 2.2.2.1 Lo que no se puede determinar por los gr?ficos precedentes, es cu?ntas de las visitas son de ocio y cu?ntas tienen una finalidad educativa, ya que el inter?s por parte de los gestores muse?sticos dirigido a dicho dato, se podr?a considerar entre escaso e inexistente. Probablemente este sea uno de los problemas a la hora de intentar conocer c?mo se est?n desarrollando las visitas tur?sticas en los museos, al dar cifras cuantitativas los motivos quedan fuera, lo que hace muy dif?cil poder elaborar una argumentaci?n en base a datos sint?ticos. As? que el trabajo de campo realizado durante esta investigaci?n, tiene como uno de sus objetivos intentar esclarecer las diversas tipolog?as de visitas que se producen en el museo y c?mo las interpretan los ?rganos gestores de los mismos. La persistencia y regularidad muse?stica es evidente que tambi?n ayuda al marco de la actividad profesional del gu?a de museo, y a que se recicle constantemente, ofreciendo las nuevas ideas y/o tendencias a los visitantes, as? como ir percibiendo los cambios que los mismos van mostrando. Por su parte, las tipolog?as de grupos, determinan el car?cter de una visita, pero tengamos presente que un gu?a de museo tendr?a que tener tanto la capacidad de entretener como de educar, si ello fuera necesario. Su profundidad en los conocimientos lo har?an dual para ambos tipos de visitas y, por tanto, quiz? resulte Maria Abril Sellar?s [133] interesante para las necesidades que a veces pueden no quedar cubiertas en algunos museos. Tal vez ni siquiera valga la pena mencionar que en aquellos museos que no tienen un equipo pedag?gico, ni interno ni externalizado, la figura del gu?a de museo quiz? le resulte atractiva para alcanzar mayores logros en la gesti?n del propio museo. En conclusi?n, los cambios y transformaciones sufridos por las instalaciones muse?sticas de la ciudad de Barcelona, en base a las premisas aportadas, permiten suponer que han repercutido en la tarea de los servicios de mediaci?n por parte de los gu?as de turismo o de los servicios pedag?gicos. Las cuestiones fundamentales a las que afectan o pueden afectar los cambios son:  ?Cu?l es el perfil de los nuevos visitantes y cu?les son sus demandas?  ?C?mo afectan estos cambios a los museos y especialmente a los servicios de intermediaci?n?  ?C?mo afectan estas transformaciones en los servicios de mediaci?n tur?stica?  ?Se modificaran las normativas existentes?  ?Qu? se le exige al gu?a en este marco cambiante?  ?C?mo perciben los museos la existencia de gu?as profesionales en sus equipamientos? El paso de dar una informaci?n strictu sensu a una experiencia inolvidable, es lo que en realidad convierte al museo en un ente vivo, con mucho que contar. Y es en este proceso donde el papel del gu?a es relevante. Un paso que va de la informaci?n a una experiencia singular, a trav?s de la interpretaci?n - comunicaci?n que permite dar a los visitantes un papel m?s activo, y al mismo tiempo que con su colaboraci?n se alcancen unos est?ndares altos de calidad en los servicios. Comunicaci?n, acercamiento, aprendizaje y, entretenimiento son conceptos que tienen que ir de la mano. Es indudable que uno de los objetivos muse?sticos es la de tener una funci?n educativa, pero ni es la ?nica ni tiene por qu? serlo. En p?rrafos precedentes se ha podido observar c?mo la acci?n de educar es distinta a la acci?n de recreaci?n en una visita guiada. Un mediador puede ejercer de educador si el p?blico An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [134] que tiene enfrente as? lo solicita, caso de una visita pedag?gica, o puede ejercer de mediador cultural tur?stico, caso que se produce por el objetivo de goce y disfrute como objetivo principal del visitante tur?stico. No estamos diciendo que un educador muse?stico no pueda hacer lo mismo a la inversa, pero con toda probabilidad, no sea lo m?s frecuente. Primero porque, como bien indica su nombre, suele preparar las visitas en base a las distintas etapas curriculares que plantea la escuela que solicita una visita al museo, y segundo porque hay motivos idiom?ticos. El gu?a se prepara no s?lo a nivel de conocimientos, sino tambi?n a nivel de idiomas, para el educador?pedagogo posiblemente ese no est? entre sus objetivos principales. Dentro del ?mbito tur?stico, el museo se convierte en un recurso m?s a ser visitado en los circuitos pre-establecidos y en los circuitos a la carta. El museo desde el momento en que se comprende como un servicio tur?stico, debe considerarse tambi?n como un objeto patrimonial de ocio, de entretenimiento o recreativo (en el mejor sentido de las palabras); ya que la intencionalidad de los visitantes tur?sticos pasa por ser m?s de ?diversi?n? que de ?educaci?n?. Acabar con los dichos tur?sticos tan conocidos como: d?a de lluvia d?a de cultura o el museo es un lugar aburrido, han sido parte de los logros m?s importantes obtenidos por los gestores de las instituciones muse?sticas, de modo que el visitante llegue a descubrir el museo como un recurso que le pueda agradar y que entre a formar parte integrante de sus motivaciones cuando vaya a visitar un destino. Estas premisas conducen a analizar la figura del gu?a de museo como un mediador que se tiene que acercar al visitante sin la voluntad inicial de educarlo, sino con el inter?s de aportarle unos conocimientos que lo enriquezcan a nivel personal con el objetivo del entretenimiento como arranque de dicha actividad guiada. Somos conscientes de lo difusa que es la frontera en el caso de una visita guiada pedag?gica y de una visita guiada tur?stica, ya que la motivaci?n y la tipolog?a del grupo son los ?tems que determinna la clasificaci?n de una u otra. En realidad, no se puede olvidar que aquello que ha generado y genera el ser humano se concibe en el marco de la entidad cultural, el debate se encuentra en s? esa visita guiada se la puede considerar en el marco Maria Abril Sellar?s [135] pedag?gico o en el marco tur?stico o en ambos, si no es que no son incompatible. (Orduna y Urp?, 2010). Es imprescindible que el gu?a sea capaz de interrelacionar conceptos que se hallan no s?lo dentro del museo sino en el entorno del mismo, de conectar la cultura que trae el visitante con la que se encuentra. Mostrar?, entretendr?, har? agradable y comprensible a los ojos de visitante aquello que est? mirando, y conociendo. Los comentarios del visitante, sus gestos, su mirada, sus preguntas, har?n que el discurso del gu?a se adapte a sus necesidades, pero a la vez, le da todo un pozo de informaci?n al gu?a para que pueda hacer llegar al gestor muse?stico cu?les son las caracter?sticas y necesidades del p?blico que visita el museo. Presumiblemente los turistas que suelen contratar los servicios de un gu?a de turismo no esperan encontrar un especialista o experto en determinado estilo arquitect?nico, escult?rico o pict?rico, sino alguien que interprete ese monumento para darle vida, a trav?s de remarcar sus peculiaridades: saber el porqu? es distinto a otros recursos de la misma ?poca, conocer su evoluci?n, su imaginario as? como sus leyendas y an?cdotas, si las tiene (Orduna y Urp?, 2010). En definitiva, el turista espera encontrarse ante una experiencia singular, presentada de un modo atractivo, estimulante, sugerente e incluso divertido (si hay ocasi?n) As? debe presentarse el museo por parte de un gu?a de turismo, si no la interpretaci?n fracasa, y fracasa por tanto, fracasa la imagen que el cliente se lleva del museo, del gu?a y del entorno. El gu?a tiene que ser sensible a las se?ales que emite el turista a lo largo de la actividad de guiaje, su ?xito o fracaso en una visita puede llegar a depender de reconocer con ?xito dichas se?ales y no s?lo reconocerlas sino actuar en consonancia a las mismas (Grinder y McCoy, 1985). An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [136] 2.3. Tratamiento de la visita guiada. Visita tur?stica versus visita pedag?gica en el espacio muse?stico 2.3.1. La visita guiada. Caracter?sticas y tipolog?as Si en el apartado 1.3.5 al hablar de la visita se hablaba propiamente de la interpretaci?n que en ella se produce, en este apartado se propone tratar la visita guiada tur?stica en s? misma considerada. As? empezamos a delimitar, pues, que la visita guiada es la actividad principal que realiza el gu?a, convirti?ndose adem?s, en uno de los servicios m?s directos y m?s continuados que se mantienen con el turista. (Gal? y Maj?, 1999). Por su parte Esparza, Ruiz y Guzm?n definen la visita guiada como: [?] la actividad cultural o recreacional de comunicaci?n y conocimiento directo liderada por un Gu?a de Turismo, que habla la lengua de los visitantes, a trav?s de la cual se visita uno o varios lugares de inter?s, determinado por un recorrido establecido, tiempo de desplazamiento entre cada sitio, tiempo determinado de visita, y destacando los principales puntos de inter?s de cada uno de los lugares visitados (Esparza, Ruiz Caro, y Guzm?n Khan, 2007: 13) Como se puede deducir de esta definici?n se trata de una actividad totalmente pensada, organizada y con la finalidad concreta de transmitir e interpretar tanto los recursos tur?sticos m?s importantes, como todo aquello que se interrelacione con los mismos. Se trata adem?s de una acci?n comunicativa que puede tener un car?cter eminentemente cultural, que profundice en alg?n conocimiento concreto, o puede ser recreacional, en otras palabras, establecer un acercamiento con el recurso con el ?nimo de conocerlo pero no ser aleccionado por ello. Por tanto, la primera premisa que tiene que tenerse presente es que la visita guiada necesita de un gu?a para que sea realizada. En el caso de utilizar herramientas anal?gicas, es decir, plafones, carteles, audio gu?as, c?digos QR, v?deos, Tablets, etc. Maria Abril Sellar?s [137] nos encontraremos ante las visitas auto guiadas 89. No significa que el gu?a no pueda valerse en alg?n momento determinado de la visita de dichas herramientas anal?gicas, pero sin la presencia de un gu?a no podremos hablar de visitas guiadas. Como dicen Baeza y Roldu? (1999) el factor humano es clave para poder hablar de visitas guiadas. Esparza, Ruiz y Guzm?n (2007) entienden que una visita guiada tiene una serie de caracter?sticas: 1. Se trata de un intangible, se puede escuchar, atender, manifestar el acuerdo o desacuerdo con lo que se est? transmitiendo, pero en ning?n caso podremos tocar este servicio. Adem?s s?lo se convierte en producto tur?stico cuando se consume. 2. Se consume al momento y siempre de manera distinta, ya que distintos son los receptores, los emisores y el entorno, as? como el mensaje que, aunque tenga elementos comunes, cuando qui?n lo transmite es un gu?a de turismo nunca se repite dos veces del mismo modo. 3. No se puede almacenar, al ser un intangible y al producirse in situ, no hay posibilidad de almacenamiento. Nace, se desarrolla y muere en la propia visita. Una vez que el cliente ha consumido el servicio s?lo se puede llevar el recuerdo, sus impresiones y la experiencia de algo vivido. 4. Se convierte en algo que no se puede compartir, ya que cada cliente lo vive de una manera distinta. Se comparte el gu?a, el grupo, el concepto de visita porque se forma parte del grupo, pero la experiencia es ?nica en cada persona. Las visitas guiadas se pueden clasificar: 1. Seg?n el transporte utilizado a) Mecanizado, como es el caso del autocar que suele ser el m?s utilizado, pero en estas ?ltimas d?cadas han entrado a formar parte transportes como las 89 Quedan fuera de nuestro ?mbito de investigaci?n, ya que nuestro objetivo es la mediaci?n humana en el patrimonio muse?stico en el ?mbito del sector tur?stico. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [138] bicicletas, los segway, los sidecars, los trenes, los barcos, entre otros medios de transporte existentes. b) A pie, unido a alg?n transporte p?blico o simplemente a pie strictu sensu, son conocidos en el sector tur?stico como los walking tours. 2. Seg?n el recurso a) en un espacio abierto: ciudad o espacio natural. b) en un espacio cerrado: monumento, o equipamiento cultural. 3. Seg?n la tem?tica a) inici?tica o panor?mica, para acercar el destino al turista. Menos profunda en contenidos porque lo que se pretende es situar al cliente en el entorno en el que se va a mover durante los d?as que se encuentre en dicho destino. Si habl?semos en t?rminos pict?ricos, son los bocetos. b) propiamente tem?ticas: desde literatura, cine, gastronom?a, historia, arte, ciencias, entre otras. Mucho m?s profundas con un an?lisis adecuado y con una mayor interrelaci?n entre entorno ? sociedad local ? y turista. En t?rminos pict?ricos, las pinceladas que ense?an finalmente un todo. 4. Seg?n al p?blico al que van dirigido: a) visitas guiadas tur?sticas, dirigidas a un p?blico general, ya sean ni?os, ya sean adultos, pero cuya motivaci?n principal es el entretenimiento. b) visitas guiadas pedag?gicas / escolares, dirigidas a un p?blico estudiantil, donde dichas visitas se adaptan a las etapas curriculares del estudiante y donde la motivaci?n principal es la educacional. 5. Otras clasificaciones: cuando se teatralizan, cuando se preparan talleres o juegos para hacer m?s entretenida la visita, cuando hay gymkanas o concursos de fotograf?as, cuando se utilizan como herramientas la realidad virtual y la realidad aumentada, entre otras formas l?dicas de organizar las visitas guiadas. Maria Abril Sellar?s [139] 2.3.2. Visita tur?stica versus visita pedag?gica en el espacio muse?stico Como se ha podido apreciar en el apartado precedente, dentro de las clasificaciones se encontraban las visitas tur?sticas y las visitas pedag?gicas. Evidentemente se pueden dar tanto en un espacio abierto, como en un espacio cerrado, y es, en ?ste ?ltimo caso, donde la presente investigaci?n se enmarca, concretamente en los espacios muse?sticos de la ciudad de Barcelona. ?Se podr?a pensar que una visita guiada pedag?gica es igual a una visita guiada tur?stica? ?Tiene los mismos objetivos? En un principio podr?a pensarse que s?, dado que la respuesta m?s b?sica ser?a que ambas tienen como fin ?ltimo mostrar la colecci?n que presenta el museo. En la redefinici?n que han tenido los museos en estas ?ltimas d?cadas, nadie pone en duda que ?stos ejercen una funci?n tanto social como cultural (Vacas, 2000) dinamizar la cultura, integrarse en la sociedad y ponerse al servicio del ciudadano, y por ende, tambi?n al turista, adem?s de las funciones de custodia, conservaci?n, estudio y documentaci?n son la esencia de estos equipamientos, y as? queda reflejado en la definici?n que de museo da ICOM Un Museo es una instituci?n sin fines de lucro, un mecanismo cultural din?mico, evolutivo y permanentemente al servicio de la sociedad urbana y a su desarrollo, abierto al p?blico en forma permanente que coordina, adquiere, conserva, investiga, da a conocer y presenta, con fines de estudio, educaci?n, reconciliaci?n de las comunidades y esparcimiento, el patrimonio material e inmaterial, mueble e inmueble de diversos grupos (hombre) y su entorno (ICOM, 2010:1) Din?mico, evolutivo y con dos claros objetivos dar a conocer y presentar el patrimonio de cualquier naturaleza distinguiendo dos fines para ello: el estudio y el esparcimiento. En base a esto, sus visitas se han de considerar desde estos dos prismas, que no significan que vayan cada uno por su lado, sino que pueden llegar a ser complementarios, aunque la motivaci?n para mostrar el museo pueda, realmente, ser distinta. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [140] Se podr?a pensar que las visitas guiadas a/de los museos son las que organizan estos equipamientos a trav?s de una mediaci?n humana o no humana para hacer llegar al p?blico visitante el m?todo de la instituci?n. Pero esto ser?a una acepci?n muy restrictiva puesto que no siempre existe una mediaci?n humana, y no siempre se hace desde el propio museo. As?, factores a considerar a la hora de hablar de visitas guiadas a/de los museos son los siguientes:  Que las prevean y las oferten los propios museos.  Que las prevean los propios museos, pero que est?n ofertadas de manera externa.  Que si bien no las prev?n los museos, ?stos elaboran un plan de gesti?n de reservas para que dichas visitas se puedan realizar, ajustando al m?ximo las necesidades de los clientes a las necesidades muse?sticas. Este tipo de visitas estar? conducido por los gu?as de turismo que satisfacen la demanda de su cliente o bien efectuando la reserva y haciendo la visita, o bien haciendo s?lo la visita ya que el cliente ha efectuado la reserva por su cuenta.  Que no s?lo se utiliza la mediaci?n humana, sino que hay otros sistemas, como los plafones y cartelas interpretativas, as? como los sistemas m?s sofisticados de audioguias, los c?digos QR, realidades virtuales y aumentadas, entre otros recursos. Hay que tener en cuenta que un grupo puede venir formado o un grupo se puede crear in situ porqu? tienen un objetivo com?n, en este caso, de conocer la exposici?n muse?stica. Finalmente tenemos el llamado grupo mixto, de los cuales una parte ya se conocen entre s?, mientras que la otra parte no, pero ambas partes tienen el objetivo com?n de la realizaci?n de la visita guiada. En esta investigaci?n se tendr?n en cuenta estas tres variaciones ya que el objetivo com?n de todas ellas, es conocer y gozar de lo que las instituciones muse?sticas les pueden ofrecer, un acercamiento al mandato y a los objetivos del mismo. Vacas (2000) se?ala, de hecho, que el museo tiene tres funciones: la educativa, la social y la cient?fica. Lo que motiva al turista a la hora de escoger un museo es la Maria Abril Sellar?s [141] funci?n social que ?ste tiene. En contrapartida para el museo, el p?blico es su raz?n ?ltima y esencial, en definitiva el que da sentido a la existencia del mismo. El gu?a es el intermediario que ayuda a decodificar el mandato del museo, lo hace m?s comprensivo, emotivo y focaliza cada uno de los objetivos, elementos importantes de la colecci?n para que el turista-visitante tenga la sensaci?n de que su visita ha sido lo mejor y lo que en verdad esperaba de ella: un acercamiento al museo y a su colecci?n. ?Pero es igual una visita pedag?gica de una tur?stica?, ?utilizan las mismas premisas? En un proceso educativo muy probablemente se permitir?, que los conceptos de ocio, placer o satisfacci?n se incluyan en el marco de la actividad pero no ser?n el objetivo principal. Lo primordial ser? el aprendizaje y el aleccionamiento, mientras que en un proceso de recreaci?n, si bien es cierto que siempre hay un aprendizaje, puede ?ste no ser el motivo principal por el que un turista contrata una visita guiada. El ocio va referido a una vivencia cualitativa, donde se destacan, el car?cter placentero, desinteresado y libre (Puig y Trilla, 1987). Como bien se?ala Cuenca (2004) esa vivencia cualitativa permite, la posibilidad de un crecimiento personal o educacional, pero es justamente eso, un crecimiento personal, no una mera instrucci?n de preceptos de un aprendizaje para un p?blico cautivo90, como suele ser el educativo. El p?blico tiene un marcado car?cter de voluntariedad. Un mediador pedag?gico hablar? de curso y alumno; un gu?a de turismo como mediador cultural muse?stico hablar? de visitante y nacionalidad. Una audiencia educativa seguir? unas pautas de conducta dentro de su etapa curricular; mientras que una audiencia tur?stica, sino ve realizadas sus expectativas dif?cilmente aceptar? las pautas del mediador. En resumen, podemos afirmar que, en una visita guiada pedag?gica, el p?blico es cautivo, en otras palabras los alumnos van al museo porque as? se prev? por parte de su centro escolar y del profesor; la visita se ajusta a lo que se?alan las distintas etapas curriculares siendo su motivo principal el aprendizaje que puede estar no exento de 90 Cuenca (2004) se?ala que hay que entender por p?blico cautivo aquel que est? donde no quiere estar. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [142] recreaci?n, es decir se puede acompa?ar la visita con la elaboraci?n de un taller o de un dossier que ayude a consolidar los conocimientos que se han intentado transmitir a lo largo de dicha visita. La visita pedag?gica est? pensada para que complemente las acciones tutoriales que se dan en las aulas, de modo que deja poco margen de libertad al gu?a que va a realizar dicha visita en los guiones preestablecidos por el Departamento pedag?gico del museo. Se concibe pues, que en una visita guiada tur?stica el p?blico se podr?a calificar como libre: familias, j?venes, adultos asumen que una parte de su ocio puede desarrollarse en una visita muse?stica y por tanto determinan cuando ir y qu? ver. El gu?a de turismo realiza la visita en base al mandato y los objetivos del museo, pero tiene un amplio margen de maniobra ya que ir? adaptando la visita a las necesidades que ir? mostrando el turista ? visitante. Finalmente la motivaci?n principal es la recreaci?n, el deleite, aunque no significa que est? exenta de aprendizaje. Por tanto, los programas de gesti?n que deber?a presentar el museo para las visitas guiadas educativas y para las visitas guiadas tur?sticas, tendr?an que ser totalmente distintos ya que los intereses que mueven a los p?blicos que las escogen tambi?n son distintos. Pero de acuerdo a los resultados obtenidos en el trabajo de campo (v?ase Cap?tulo V, apartado 5.2) se ha podido comprobar que este concepto difiere de la realidad existente en la ciudad de Barcelona, donde de entrada, los responsables muse?sticos en contadas ocasiones distinguen entre p?blico escolar y p?blico turista ? visitante, puesto que para ellos es, sencillamente, p?blico general. Y, aunque algunos autores s?lo entiendan la figura del educador de museo (L?pez, 2011), ni es la ?nica existente ni tiene porqu? ser la ?nica ya que los objetivos son, como ya hemos podido comprobar, distintos. 2.4 Aproximaci?n a las conclusiones sobre la relaci?n gu?a ? museo ? visitante y el servicio que los une: las visitas guiadas Los conceptos que nos aportan autores como Tilden, Ham, entre otros, sobre temas de interpretaci?n, han sido b?sicamente dirigidos a la interpretaci?n de los espacios Maria Abril Sellar?s [143] naturales, con escasas referencias a los espacios patrimoniales culturales. Adem?s no s?lo se han basado en espacios naturales sino que basan los principios de la interpretaci?n en la conocida como no humana, es decir, carteles, indicadores, plafones y las TIC (Tilden, 1957, Ham, 1992). De modo que, si bien sus trabajos han sentado las bases de la interpretaci?n en general, trasladar dichos principios al patrimonio cultural requiere de la aplicaci?n de un an?lisis deductivo, para ayudar as? a que esta investigaci?n siga adelante, tanto en la valoraci?n de los principios que ha de seguir dicha interpretaci?n, como principalmente la aplicaci?n de la misma en la mediaci?n humana. Es evidente que en la interpretaci?n humana las bases de la comunicaci?n, tanto verbal como no verbal son prioritarias: un emisor, un receptor, un mensaje, un entorno y una retroalimentaci?n configuran la esencia de la comunicaci?n. La Figura 2.4.1 muestra la comunicaci?n e interpretaci?n que realiza el gu?a de museo frente a su oyente-receptor, que es el visitante. Se podr?n utilizar todas las t?cnicas y herramientas modernas como los transmisores silenciosos o la ayuda de IPad o Tablets con programas App, realidad virtual y/o realidad aumentada, pero si en el esquema de la comunicaci?n falla alguno de los elementos b?sicos, puede que no se pueda alcanzar el ?xito pretendido. Figura 2.4.1: Estructura de la comunicaci?n del gu?a de turismo en el museo Fuente: Elaboraci?n propia en base a las teor?as de la comunicaci?n Picazo y Orduna ? Urp? An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [144] En base a la Figura 2.4.1, el emisor del mensaje es el gu?a de turismo que, en tanto en cuanto hace la actividad dentro del museo, env?a a trav?s de la interpretaci?n el mandato del museo, mientras que el receptor, que es el visitante, recibe dicho mensaje. En esta comunicaci?n se le a?aden dos elementos importantes, el gu?a o emisor tiene adem?s en cuenta los elementos externos, el entorno, que tambi?n unir? a sus explicaciones para hacer las conexiones necesarias a fin de que la interpretaci?n sea completa, y el receptor que, ya sea a nivel de comunicaci?n verbal o gestual, enviar? el feedback al gu?a (emisor) sobre lo que ha entendido de dicha interpretaci?n. (Picazo, 2011) Desde finales del siglo XX y principios del siglo XXI, el desarrollo de la sociedad del bienestar ha conllevado, sin lugar a dudas, un aumento de la b?squeda del ocio (Turisme de Barcelona, 2012). El turismo ha ido evolucionando, junto al desarrollo de las infraestructuras, los equipamientos y los servicios. El gu?a tambi?n ha evolucionado porque dicha sociedad del ocio le ha empujado a ello. En el caso de Barcelona, se ha pasado de una visita est?ndar sin un apego claro a los recursos culturales a m?ltiples tipolog?as distintas de visitas, entre las que cabe incluir aquellas que se producen en los centros muse?sticos. (Picazo, 2011) Pero la relaci?n entre el museo y el gu?a tiene, probablemente a?n, un largo camino por recorrer ya que ni el museo parece que intente resolver esta parte de la gesti?n, puesto que ha apostado m?s por un departamento pedag?gico que en casos excepcionales puede ayudar a las visitas tur?sticas, ni el gu?a se siente ligado al museo de una forma constante, ya que s?lo acude a ?l cuando se le requiere dicho servicio, lo que puede provocar, a la larga, un claro desencuentro entre el gu?a y el equipamiento. Por su parte el visitante tur?stico quiere acercarse al museo con la idea de ocio, de recreaci?n m?s que de educaci?n. El turista puede o no conocer el mandato que presenta el museo, pero qui?n debe conocerlo sin duda alguna es el gu?a que ser? el claro transmisor de dicho mandato a trav?s de un conjunto de acciones interpretativas. (Orduna y Urp?, 2010). Los equipamientos tienen dos opciones importantes a nivel interpretativo: Maria Abril Sellar?s [145]  El uso de las herramientas materiales para dar la informaci?n de una manera general, para todos igual donde queda claro el objetivo de la exposici?n. Pero no deja de ser una herramienta fr?a, donde s?lo al final y por inter?s de alg?n trabajador del museo, que ha recibido la orden de gestionar un cuestionario de satisfacci?n, se puede saber que le ha parecido la exposici?n, aunque no es habitual que se den este tipo de acciones  El uso de la mediaci?n humana que si bien es m?s costoso, muy posiblemente sea m?s efectivo, ya que las cuestiones e incertidumbres que se pueden producir a lo largo de la visita el gu?a las puede detectar, lo que le permite efectuar las correcciones necesarias para conseguir alcanzar las expectativas del cliente. Esa comunicaci?n, ese nexo de uni?n que el visitante tiene con el gu?a es evidente que no se puede producir con una m?quina. Las formas de realizar la interpretaci?n de los contenidos pasa por ser variada: la pasiva, donde el visitante simplemente escucha y mira, y a la activa, que conlleva la implicaci?n y participaci?n del p?blico a trav?s de otras sensaciones: sentir, tocar, oler, degustar, o?r, participar. En este estudio se aboga por la interpretaci?n activa m?s que por la pasiva, aunque sea a trav?s de un m?nimo de estas acciones: las de o?r y participar (Puig y Trilla, 1987). Una mediaci?n no humana no puede contemplar la consideraci?n de las diferentes posibilidades de participaci?n del turista seg?n sus condiciones: lugar de proveniencia, edad, formaci?n educativa, intereses y motivaciones, entre muchas otras particularidades. La mediaci?n humana, algunas de dichas particularidades, las detecta al instante y otras a lo largo de la visita, hecho que le permite la adaptaci?n a las expectativas del visitante para conseguir su plena satisfacci?n (Gal? y Maj?, 1999). No obstante, el binomio gu?a de turismo ? museo lejos de consolidarse parece mostrar signos de estancamiento. Los museos suelen tener un departamento pedag?gico, pero no un departamento tur?stico, hecho que se nos confirma a trav?s del cuestionario que se realiz? a los gestores de los equipamientos muse?sticos en el trabajo de campo efectuado durante el a?o 2012 (v?ase Cap?tulo V, apartado 2.5). En ocasiones dicho An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [146] departamento tambi?n efect?a visitas guiadas tur?sticas, con la escasa adaptaci?n a los diferentes grupos tur?sticos que llegan al museo, y sobre todo, con las deficiencias idiom?ticas que se pueden presentar. La posibilidad de contemplar un esquema h?brido, como algunos de los encuestados sugirieron, quiz? fuese una v?a de soluci?n para ambas partes. En definitiva, el gu?a de turismo es el eslab?n final que pone en contacto al visitante con el museo, y que, con toda seguridad puede ofrecer algo m?s que una simple informaci?n: puede ofrecer la interpretaci?n adecuada al visitante. El gu?a procura, a trav?s de la interpretaci?n, que cada individuo reciba un conjunto de datos para que pueda seleccionar aquellos que m?s le han gustado, y que le permitir?n continuar explorando, conociendo cosas sobre el recurso, en este caso sobre el museo (Orduna y Urp?, 2010).El ?xito de la visita estriba en un buen dise?o de la misma, un buen conocimiento del mandato, saber usar todas las herramientas que el equipamiento nos pueda ofrecer, ya que la mediaci?n no est? re?ida con las nuevas tecnolog?as, y consecuentemente tener claro que el visitante ? turista no desea ser aleccionado nas s? informado, lo que puede llegar a conducir a un aprendizaje indirecto (Grinder y McCoy, 1985). 2.5 La figura del gu?a tur?stico en el marco europeo 2.5.1 La Uni?n Europea. Los principales pa?ses receptores. En la Uni?n Europea (UE) cada Estado miembro mantiene la libertad para regular la profesi?n de gu?a y establecer sus tipolog?as, as? como qu? niveles de calificaci?n son requeridos para ejercerla, siempre y cuando ello no sea contrario a las Directivas que emanan de la propia UE. Por lo tanto, un Estado miembro tiene tambi?n la facultad de decidir si desea regular el acceso a una profesi?n y su ejercicio s?lo a escala nacional, o si delega las competencias reguladora y ejecutiva a un nivel inferior de gobierno como el auton?mico o el local, tal como se ha hecho en algunos pa?ses integrantes como Italia y Espa?a. Maria Abril Sellar?s [147] Por otro lado, existen a nivel europeo unos c?digos deontol?gicos tanto para lo referente al mundo de los gu?as de turismo, como al mundo de la mediaci?n cultural en el museo (gu?a de museo). El trato dado en ambos c?digos no es exhaustivo, pero es un inicio para poder ir perfilando las distintas figuras que trabajan en los temas de patrimonio y sobre todo para la relaci?n gu?a tur?stico ?museo que se pretende en este estudio. Respecto al mundo de los gu?as de turismo existe la llamada Federaci?n Europea de Asociaciones de Gu?as Tur?sticas FEG y la World Federation of Tourist Guide Associations (WFTGA).91 Ambas asociaciones est?n de acuerdo en el hecho de que, si bien para alcanzar la habilitaci?n de gu?a hay distintas v?as: un Ciclo Formativo de Grado Superior (CFGS), del Grado de Turismo, o cualquier otro Grado dependiendo de los pa?ses de la UE (a lo que hay que a?adir la realizaci?n de un examen posterior), no es menos cierto que el gu?a se ver? obligado, apenas obtenga la habilitaci?n, a sumirse en un mundo de cursos y b?squeda de conocimientos, para poder alcanzar un nivel ?ptimo de calidad pedido por el cliente-turista. En resumen, la profesi?n de gu?a tur?stico no est? sujeta a unas condiciones de formaci?n armonizadas a escala de la UE. No hay una l?nea de especializaci?n clara que permita a mayo de 201392 en Europa, pensar que despu?s de la realizaci?n de un grado universitario se alcance con suficiencia la profesi?n de gu?a de turismo, lo que lleva a determinar que es insuficiente pensar en una especializaci?n patrimonial dentro de este concepto tan amplio como es el de gu?a. El reconocimiento de la formaci?n en la UE se lleva a cabo a trav?s de las Directivas 89/48/CEE y 92/51/CEE, del ?sistema general? de reconocimiento de t?tulos de ense?anza superior o del reconocimiento de estudios postsecundarios de una duraci?n 91 Cfr. http://www.feg-touristguides.org http://wfga.org (p?gina consultada duranteel mes de noviembre de 2013) 92 Fecha en la que se finaliz? esta parte del estudio de investigaci?n. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [148] m?nima de un a?o. Seg?n el nivel de calificaci?n que marca el Estado miembro de acogida, se aplicar? la Directiva 89 o la Directiva 92, pero es importante saber que dichas Directivas no crean autom?ticamente un sistema de equivalencia entre t?tulos a escala europea. Su principio b?sico es que el Estado miembro de acogida debe dejar que un nacional comunitario ejerza una profesi?n en su territorio, aunque no tenga el t?tulo nacional requerido, puesto que se le exige el t?tulo dado por otro Estado miembro para acceder y ejercer dicha profesi?n. S?lo en el caso de que hayan diferencias sustanciales entre la formaci?n recibida por el profesional y la exigencia del Estado miembro de acogida, ?ste puede imponer al profesional una medida compensatoria, la cual debe ser entendida, en el caso del gu?a de turismo como o un per?odo de pr?cticas o una prueba de aptitud. Seg?n datos de la OMT (2013)93 durante el a?o 2012 Espa?a, junto con Francia, Italia, Reino Unido, y Alemania fueron los cinco pa?ses receptores tur?sticos m?s importantes de la UE (v?ase Tabla 2.5.1.1). En virtud de la pertinencia de Espa?a a la misma y a la afectaci?n de la Directiva de Bolkestein, se cre?a conveniente realizar una visi?n global sobre los pa?ses de la UE m?s visitados por el turismo para ver qu? tratamiento ofrec?an de la figura profesional del gu?a de turismo y c?mo estaban aplicando la Directiva Bolkestein en los mismos. Tabla 2.5.1.1 Relaci?n de pa?ses de la UE con m?s llegadas internacionales (a?o 2012) (expresadas en millones) Pa?ses Francia Espa?a Italia Reino Unido Alemania Llegadas 76,8 52,7 43,6 28,1 26,9 Fuente: elaboraci?n propia en base datos obtenidos de la OMT La aproximaci?n que se hace en este apartado tiene como objetivo exclusivamente conocer la situaci?n profesional de los gu?as de turismo en pa?ses receptores de la UE, ya que al aplicarse la Directiva Bolkestein, a todos los pa?ses firmantes, se permite que 93 Vid. P?g. Web: OMT. (s.f.). http://europe.unwto.org Organizaci?n Mundial del Turismo OMT. (p?gina consultada el 24 de junio de 2012) Maria Abril Sellar?s [149] un gu?a habilitado en cualquier pa?s de la UE pueda trabajar, si est? de paso, en otro pa?s sin necesidad de solicitar ning?n permiso concreto, o si quiere residir en otro pa?s que no sea el propio, poder trabajar como gu?a solicitando la homologaci?n de su carn? ateni?ndose a las normas que administrativamente est?n rigiendo en el pa?s de acogida. As?, y mientras la Directiva Bolkestein se va implementando en cada uno de los Estados miembros de la UE firmantes de la misma, se puede constatar que en los cuatro pa?ses receptores principales la situaci?n a marzo del 2012 era la siguiente: Francia: Antes de la Directiva Bolkestein, contemplaba a los gu?as int?rpretes de car?cter provincial, regional e incluso nacional. Despu?s de la transposici?n de dicha Directiva a trav?s del Decreto n?m. 2005-791 de 12 de julio de 2005 crea una ?nica figura, la de los gu?as conferenciantes o mediadores culturales (MCA, 2012), donde la Direcci?n Regional de los Asuntos Culturales (DRAC) les permite a cualquier solicitante de la UE, despu?s de haber superado un examen o un a?o de estudios universitarios, trabajar para una oficina tur?stica, un servicio de mediaci?n cultural, un monumento o un museo.94 Respecto a los ex?menes ya se ven?an produciendo con periodicidad antes de la Directiva, pero en lo que hace referencia a los estudios universitarios el plan de estudios, se desarrollar? a partir del mes de septiembre del 2012, entrando, en funcionamiento, en el curso universitario del 2013-2014. Italia: Antes de la Directiva Bolkestein era de los pocos pa?ses que a?n regulaba la figura del gu?a acompa?ante otorg?ndole una habilitaci?n. Respecto a los gu?as de turismo, su tratamiento era unitario utilizando el t?rmino de guide turistiche dentro del cual cab?a un espectro importante de figuras. As? tenemos por un lado, que cuando las habilitaciones las daba la regi?n, se convert?an en guide turistiche regionale, y si la otorgaba la provincia, eran guide turistiche provinciale (Ministero per i Beni e le attivit? 94Cfr. http://www.an-patrimoine.org/index; http://www.tourisme.fr (consultada 26 de mayo de 2012) An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [150] culturali, 2006)95. Se acotaba de este modo el ejercicio a trav?s de un ?mbito geogr?fico y el gu?a que obten?a dicha habilitaci?n lo hac?a ?nica y exclusivamente por dicho ?mbito, no pudiendo, por tanto, ejercer su actividad en otro ?mbito local, o estatal96. Estos condicionamientos han creado a partir de la transposici?n de la Directiva Bolkestein una situaci?n de dif?cil encaje, e incluso de paradoja tal y como ha expresado la Federazione di Guide e Accompagnatori Turistici (FEDERAGIT)97. Aquellas personas que demuestren su habilitaci?n como gu?as de turismo dentro del marco de la UE pueden ejercer su profesi?n en base al r?gimen de libres profesionales de manera ocasional, sin necesidad de ninguna autorizaci?n, ni habilitaci?n (FEDERAGIT, 2012). En el caso de que quieran establecerse en el pa?s les basta con dirigirse al Ministerio de Desarrollo Econ?mico, hacer una declaraci?n preventiva sobre el ejercicio profesional en su pa?s de origen y dicho organismo gubernamental despu?s de reconocer la titulaci?n establece que tendr? que hacer unas pr?cticas de adaptaci?n bajo la responsabilidad de un profesional habilitado de la provincia o regi?n, lo que se conoce como declraci?n preventiva). Mientras que los gu?as de turismo de la UE con una habilitaci?n de su pa?s pueden ejercer en todo el territorio italiano, los gu?as de turismo italianos tienen que hacer los ex?menes correspondientes para el ?mbito territorial concreto en el que quieran trabajar y no para todo el pa?s. La prestazione occasionale pu? essere svolta su tutto il territorio nazionale (art. 7, (b) 2 bis p. 28), mentre in Italia la grande abbondanza di Beni Culturali prevede 95 Ministero per i Beni e le attivit? culturali. (02 de 10 de 2006). Carta Nazionale delle professioni museali. Roma, Roma, Italia: Ministero per i Beni e le attivit? culturali. 96 Agenzia Nazionale del Turismo. (2009). Osservatorio Nazionale del Turismo. Recuperado el 20 de abril de 2012, de http://www.enit.it/es/ 97 FEDERAGIT, Federazione di Guide e Accompagnatori Turistici. Vid. P?g. Web http://www.guideroma.federagit.org (p?gina consultada el 25 de junio de 2012). Maria Abril Sellar?s [151] che le abilitazioni di Guida Turistica siano provinciali o regionali. (FEDERAGIT, 2012:1)98 Es evidentemente un problema de ?mbito territorial competencial, pero como se?ala la FEDERAGIT (2012) no es ?nicamente ese el problema sino que adem?s pasa a ser un problema de calidad y conocimientos espec?fico. Si la idea es la especializaci?n para la profesi?n del gu?a de turismo no puede ser buena la idea de globalizaci?n para esta profesi?n. De hecho esta situaci?n es totalmente pareja a la que se produce en Espa?a (v?ase apartado 2.6). L?adozione della la tessera professionale europea per professioni come quella di Guida Turistica, in cui la formazione ? diversa tra lo Stato di origine e quello ospitante, rischia di eliminare le prove compensative. La qualificazione verificata dallo Stato di origine non ? sufficiente. Una Guida che esercita in una citt? d?Europa potrebbe effettuare visite guidate ed illustrare l'identit? culturale di 27 paesi, senza dimostrare di possederne la conoscenza (FEDERAGIT, 2012:1)99 La preocupaci?n de no poder distinguir entre aquellos gu?as que realizan un trabajo ocasional de aquellos que permanecer?n en el pa?s, crea un marco de confusi?n que el pa?s italiano no ha resuelto. Reino Unido. La historia y regulaci?n de los gu?as de turismo en Reino Unido es bastante reciente. Hasta 1950 trabajar como gu?a no se consideraba una profesi?n como tal, sino que se entend?a como un cuerpo de voluntarios que a cambio de una compensaci?n econ?mica (propina) realizaban las visitas guiadas, y este hecho se mantiene a?n en muchos de los equipamientos muse?sticos (Grinder y McCoy, 1985). A 98 Trad. La prestaci?n ocasional se puede desarrollar en todo el territorio nacional (art. 7, (b) 2 bis p. 28) mientras que en Italia la gran abundancia de Bienes culturales prev? que la habilitaci?n del Gu?a Tur?stico sea provincial o regional. 99 Trad. La adopci?n de un carn? profesional europeo para aquellas profesiones, como la de Gu?a tur?stica, donde la formaci?n es distinta entre el Estado de origen y el de destino, conlleva el riesgo de eliminar las pruebas de car?cter compensatorio. La calificaci?n del Estado de origen no es suficiente. Una Gu?a que trabaja en una ciudad europea podr?a realizar visitas guiadas e ilustrativas de la identidad cultural de 27 pa?ses, sin demostrar estar en posesi?n de los conocimientos suficientes. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [152] partir de 1950 se crea la Blue Badge100 que ser? reconocida por los organismos oficiales como los gu?as oficiales, y en 2002 se crear? el centro de formaci?n de gu?as del Institute of Tourism Guiding en Inglaterra extendi?ndose m?s tarde hacia otros ?mbitos territoriales del Reino Unido. Las gu?as tur?sticas tienen su ?mbito de actuaci?n en lugares de inter?s como la ciudad, el edificio hist?rico, los jardines, los sitios religiosos, los museos o galer?as despu?s de haber superado un examen del Institute of Tourist Guiding. Presenta adem?s la idea de unos cursos de formaci?n que pueden durar desde veinte semanas hasta dos a?os, permitiendo a aquellos gu?as que los superen poderse inscribir en la reputada Asociaci?n Guild of the Registered Tourist Guides.101 No hay una legislaci?n espec?fica para esta profesi?n, los estudios y las normativas que surgen y se aplican desde el Institute of Tourist Guiding tienen un reconocimiento por parte de los organismos oficiales. De modo que la Directiva Bolkestein no se ha visto transpuesta en ninguna normativa, si bien, es de suponer que debe de afectar de alg?n modo a dicha profesi?n tal y como lo est? haciendo a todos los pa?ses firmantes de la UE de dicha Directiva.102 Alemania. No hay una legislaci?n determinada, ni a nivel general del Estado, ni a nivel general de los Landes, ni tan siquiera a nivel de las grandes ciudades, como Berl?n o M?nich. Por tanto no se distinguen tipolog?as de gu?as. Curiosamente hay una asociaci?n de gu?as en Berl?n a la que se le da un cierto reconocimiento de gu?as oficiales pero sin llegar a ello por un t?tulo, si bien la propia asociaci?n realiza un curso y otorga el carn? oficial103. Se ha creado, tambi?n, la Verband der Berliner Stadtf?hrer 100 Placa Azul, que distingue a los gu?as profesionales 101 Cfr. Institute of Tourist Guiding (consultada 26 de mayo de 2012) 102 No ha sido possible encontrar esta informaci?n ni a trav?s de la p?gina web del propio Institute ni a trav?s de un email que no ha recibido contestaci?n. 103 Cfr. Federaci?n de Gu?as de Turismo Alemana http://www.berlin-guide.org (consultada 26 de mayo de 2012) Maria Abril Sellar?s [153] Berlin Guide e.V. (BVGD)104. Otro de los elementos a destacar, es que para acceder a los centros patrimoniales: palacios, museos, edificios emblem?ticos, etc., en algunos casos, es suficiente con pagar un pase entre quince y veinticinco euros para poder hacer una visita en su interior sin requerimiento de ning?n tipo de licencia para dicha actividad. 2.5.2 Suiza y la Carta de Mediador Cultural de Museo Menci?n especial merece el pa?s de Suiza, que si bien no forma parte de la UE, su Carta del Mediador Cultural de Museo105 elaborada por su gobierno106 y que se basa en el c?digo deontol?gico para los museos creado por el ICOM, puede ayudar a establecer valores y criterios a nivel de la especializaci?n del gu?a como gu?a de museo107. La Carta del Mediador pretende sentar las bases sobre el comportamiento y las aptitudes como actitudes del mediador y determinar a qu? figuras de mediadores va dirigida y a qu? objetivos va precisada. No obstante, el nexo de uni?n entre el visitante y el museo al final es el int?rprete, ya personal, ya mas media, que permite hacer llegar el objetivo del mismo a su p?blico. Pues bien, aunque la Carta va dirigida a esa mediaci?n que permite y ayuda a entender la evoluci?n del museo, donde la sola conservaci?n hab?a dejado de ser suficiente, es evidente que la figura humana es importante para lograr los nuevos retos y nuevas propuestas que se?ala la nueva museolog?a. Esta Carta trabaja en cuatro misiones necesarias, a su entender, para la nueva museolog?a: 104 Cfr. http://www.bvgd.org (consultada 26 de mayo de 2012) 105 Vid. Charte du m?diateur culturel de mus?e. Anexo III, 2.5.2. Documento 106 Cfr. www.mediamus.ch (consultada 26 de mayo de 2012) 107 Es por este motivo que se dedica un estudio a dicha Carta, ya que posiblemente aporte criterios y valores a la figura del guia de turismo en su faceta de guia de museo. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [154] 1. Concebir, realizar, coordinar, seguir y evaluar, proyectos educativos y culturales que involucren al m?ximo tanto al museo como al visitante. 2. Formar y enmarcar colaboradores asociados a los proyectos de mediaci?n culturales ? cient?ficos del museo. 3. Asegurar el acompa?amiento del visitante y de los interlocutores en el marco del proyecto educativo y cultural ligado a las colecciones como a las manifestaciones temporales del museo. 4. Contribuir a la investigaci?n y al desarrollo del sector de la mediaci?n cultural, participando as? de la difusi?n de la actividad del museo. A su vez, la Carta establece los objetivos que tiene que alcanzar el mediador. Un aplicativo importante para entender esta figura y que el gu?a de museo la haga suya como un pilar fundamental de sus aptitudes y capacidades: 1. Estar al servicio de la poblaci?n para el cual el museo ha realizado sus exposiciones. 2. Contribuir a la democratizaci?n del acceso a la cultura en base al presente y al futuro cultural en el que todos pueden participar. 3. Aumentar las formas de interpretaci?n y de expresi?n as? como de las pr?cticas culturales, tiendo en cuenta el desarrollo de los individuos en la comunidad. 4. Participar tanto en la difusi?n como en la pluralidad de las acciones del museo, dando un valor al museo en los distintos ?mbitos geogr?ficos, ya sea local, nacional e internacional. Finalmente la Carta se?ala c?mo el mediador cultural es el enlace entre el museo y el p?blico, dado que es el que representa al museo frente a sus visitantes y transmite sus objetivos. El mediador interrelaciona el contexto social, cultural, pol?tico, econ?mico e hist?rico para que los usuarios del espacio cultural puedan acceder al conocimiento, tanto si se entiende la visita a nivel pedag?gico o a nivel de ocio cultural. En conclusi?n, el espectro en los pa?ses europeos es realmente amplio y de una gran complejidad, ya que cada pa?s receptor trabajado en los apartados precedentes ha regulado a su modo y necesidad, con m?s o menos fortuna, la profesi?n del gu?a de turismo y transponer una Directiva como la de Bolkestein, donde una parte de los gu?as de turismo se sienten amenazados no tanto por el hecho de la llegada de otros Maria Abril Sellar?s [155] gu?as sino por la calidad y reputaci?n de la profesi?n, no est? resultado f?cil para ninguno de ellos. 2.6 Espa?a. Contexto hist?rico y normativo de la figura del gu?a de turismo El contexto hist?rico y normativo es de esencial conocimiento para saber ante que figura profesional dentro del sector tur?stico nos encontramos. Para desarrollar este cap?tulo se ha optado por presentar tres grandes ?mbitos que apoyan, fundamentan y permiten entender no s?lo la evoluci?n sino la situaci?n actual de los gu?as de turismo. La metodolog?a empleada ha sido la del an?lisis documental, con la b?squeda, lectura y an?lisis sistematizado de m?ltiples y variadas publicaciones (art?culos, revistas, comunicaciones), as? como libros que versaban sobre el eje central del estudio. Ello nos ha permitido realizar no s?lo un an?lisis evolutivo sino normativo, que permite el entendimiento de la actual condici?n del gu?a de turismo, de su actividad laboral en general y en los espacios muse?sticos en concreto. La estructura de este cap?tulo se fundamenta en tres grandes pilares: En primer lugar se investigar? la evoluci?n de esta figura profesional a lo largo de la historia espa?ola, utilizando para ello tanto la repercusi?n social como la normativa producida a lo largo de dos siglos. Para entender mejor esta transformaci?n se ha dividido el proceso hist?rico en dos grandes l?neas:  Desde los or?genes y menciones en la literatura tur?stica sobre los gu?as de turismo en Espa?a, hasta la llegada de la Democracia y la Constituci?n de 1978.  Desde la Constituci?n de 1978 hasta 2012, momento en que se redacta el presente cap?tulo de nuestra investigaci?n. En este apartado adem?s de trabajar dicha evoluci?n, se analiza a trav?s de un conjunto de cuadros comparativos la situaci?n de la legislaci?n espa?ola despu?s de la Constituci?n redactada, aprobada y refrendada en 1978, ya que al trasvasarse las competencias en materia de turismo a las distintas CCAA, la legislaci?n ha proliferado exponencialmente, lo An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [156] cual nos plante? la conveniencia de realizar un estudio sint?tico a trav?s de tablas comparativas, a fin de esclarecer, en la medida de los posible, la situaci?n real espa?ola en pleno siglo XXI sobre esta materia. Tambi?n ser?n tenidas en cuenta aquellas Directivas europeas que de manera directa o indirecta afectan a esta materia tur?stica. En segundo lugar se realiza una aproximaci?n a las conclusiones devengadas de la propia evoluci?n y de las normativas que en general han afectado a la figura del gu?a de turismo y en concreto, en caso de haberlas, a la figura del gu?a de turismo en el rol de gu?a de museo Finalmente, y en tercer lugar, se ha pretendido acotar nuestro ?mbito de actuaci?n a la ciudad de Barcelona. Se consider? conveniente tratar de forma independiente la situaci?n de la CA de Catalunya, permiti?ndonos con ello una aproximaci?n a la situaci?n de los gu?as de turismo. 2.6.1. Desde sus or?genes hasta la Constituci?n de 1978 El viaje asociado al turista, no s?lo como un procedimiento educativo, sino tambi?n como ocio y diversi?n, surgi? en una parte de la Europa occidental, hacia mediados del siglo XVIII. Paralela a esta forma de entender el viaje, aparecieron un conjunto de actividades que depend?an y se derivaban de ?l y, que en ocasiones las llevaban a cabo personas lugare?as. Dichos individuos tomaron como suyo lo que hoy se conoce c?mo zonas tur?sticas y recursos tur?sticos108 explic?ndolos a su libre albedr?o a aquellos visitantes que se acercaban al lugar y/o patrimonio a cambio de unas pocas monedas. As? en Italia surg?a la figura del cicerone, que para algunos te?ricos del turismo como: Gal?, Montaner o, Picazo, se tratar?a del antecedente del que hoy conocemos como 108 Entendi?ndose por aquel entonces b?sicamente los monumentos m?s conocidos de una ciudad, una iglesia o catedral o un edificio relevante. Los museos a?n no eran objetivo de dichos lugare?os. Maria Abril Sellar?s [157] gu?a tur?stico109. A estos primeros informantes y acompa?antes de grupos se les llam? cicerone en claro homenaje a uno de los mejores oradores del Senado Republicano de la Roma cl?sica, Cicer?n (Gal? y Maj?, 1999, Picazo, 2011, y Montaner, 1999)110. Los ciceroni aproximaban a los turistas a un patrimonio m?s bien de car?cter local, y a pesar de que sus conocimientos y sus din?micas grupales no eran las m?s adecuadas, mostraban ya un acercamiento al visitante, acercamiento que seguramente se deb?a m?s a razones econ?micas que por amor al patrimonio por pasi?n a una incipiente profesi?n. Eran los inicios y estaba todo por perfilar. Como dice Montaner, importaba m?s como era esa persona que sus conocimientos para conseguir la admiraci?n o no del visitante sobre el recurso trabajado. Del fet que el cicerone o int?rpret fos una persona culta o no, correcta o grollera, vera? o mentidera, honesta o no, digna o servil, es derivaven moltes interpretacions, la qual cosa pod?a ser d?admiraci? solemne o no davant del monument, museu o espectacle folkl?ric111. (Montaner, 2000: 38). No aparec?a el vocablo gu?a y cicerone se refer?a s?lo al que acompa?aba, al que sab?a hablar, al que convenc?a o sencillamente el int?rprete (concepto por otro lado que ha evolucionado). 109 El Museo de Arqueolog?a de Catalunya en un ciclo de conferencias que dio entre 2008-2009 expresaba que el uso de la palabra Cicer?n se hab?a dado antes en ingl?s que en italiano, apareciendo como cita m?s antigua en el Dialogue on Medals (Di?logo sobre medallas) de Joseph Addison, publicado p?stumamente en 1726. Parece ser que el vocablo se utiliz? al principio para describir a anticuarios con conocimientos que mostraban y explicaban a los for?neos las antig?edades y curiosidades del propio pa?s y que quedaba as? recogido en el New English Dictionary de 1762. (Museo de Arqueolog?a de Catalunya, 2008, p?g. 1). 110 Jordi Montaner Montejano, periodista, historiador y TEAT, ha hecho estudios sobre la psicosociolog?a del turismo y sobre la evoluci?n de la figura del gu?a de turismo. Motivo por el cual aparecer? m?s de una vez su referencia en este ep?grafe de la tesis. 111 Op. Cit. Trad. ?Del hecho que el cicerone o int?rprete fuese una persona culta o no, respetuosa o grosera, fiable o falsa, honesta o no, digna o servil, se derivaron muchas interpretaciones, lo que pod?a llevar a una admiraci?n solemne o no, ante el monumento, el museo o el espect?culo folkl?rico?. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [158] Indiscutiblemente, los lugare?os vieron la oportunidad de realizar un cierto negocio, por peque?o que ?ste fuese, acompa?aban y explicaban algo a esos visitantes sin importar la calidad de los conocimientos, y en ocasiones del servicio. En aquel momento no se planteaba el hecho de si dichas explicaciones eran veraces o no, y a?n menos se valoraban los criterios, las aptitudes y actitudes de lo que en un futuro iban a ser los gu?as tur?sticos. Estos primeros ciceroni eran habitantes de las propias localidades donde se encontraba el visitante o cercanas a las mismas, carec?an de formaci?n, proven?an de diversos estamentos sociales y, pretend?an obtener una peque?a cantidad de dinero a cambio de acompa?arlos a alg?n lugar, de explicar algo o de recomendar alg?n sitio. Ser?a aceptable llamarlos como g?nesis de los futuros gu?as de turismo, los ?protogu?as?. En el siglo XIX apareci? por primera vez y de manera clara, la palabra gu?a, pero iba referido a un ?mbito espec?fico, concretamente a un espacio f?sico natural, pero ni se pensaba en una regi?n entera y mucho menos un pa?s, sino que se trataba de un lugar concreto: la monta?a, y de ah? surgi? el gu?a de monta?a, siendo el punto de origen la zona alpina centroeuropea, principalmente Suiza, ampli?ndose m?s tarde a Francia e Italia. As?, por ejemplo, tenemos la ascensi?n al pico del Mont Blanc en 1786 por parte del Doctor Balmat, que cont? con la ayuda del gu?a local Paccard para lograr alcanzar la cima. Los aldeanos de los pueblos que ayudaban a los escaladores en sus gestas empezaron a asociarse, a federarse, a celebrar sus asambleas y festividades y, adem?s a organizar de motu proprio Tours de monta?a, anunciados con antelaci?n y publicitados en las oficinas de turismo de los pa?ses que ofrec?an dicho servicio. Se empezaba, de este modo, a tener conciencia de la profesi?n de gu?a de monta?a. En el caso espa?ol, dos fueron los puntos de arrancada para los gu?as de monta?a: en Catalunya, dicha figura aparecer?a en 1865, en un marco geogr?fico ?nico, como era, y es, la monta?a de Maria Abril Sellar?s [159] Montserrat,112 y en Asturias, en 1904, con el ascenso del Naranjo de Bulnes (Picu Urriellu) de Pedro Pidal y su gu?a Gregorio P?rez, conocido con el sobrenombre ?El Cainejo? (Montaner, 1999). El gu?a se ve?a limitado a un tipo de actividad que requer?a personas muy diestras, ultra conocedoras del espacio f?sico donde desarrollaban su actividad y con un alto conocimiento cient?fico social y cultural del lugar. Su ?profesi?n? se encontraba, pues, acotada por los espacios naturales monta?osos. Nadie pon?a en duda que s?lo aquellos que conoc?an bien la monta?a pod?an llegar a tener la calificaci?n de gu?as de monta?a.113 Mientras que en la monta?a la evoluci?n era favorable al mundo de los gu?as, ?qu? pasaba en las zonas urbanas? Los espacios naturales hab?an superado la primera fase que era el reconocimiento de personas diestras en la labor de guiar por las monta?as y valles, las ciudades a?n se encontraban en los albores de cualquier iniciativa sobre temas de guiaje cultural. En primer lugar era necesario un reconocimiento del patrimonio. En el territorio espa?ol esto se produjo en el a?o 1803 cuando se proclam? una Real C?dula que regulaba y proteg?a el Patrimonio antiguo, lo que m?s tarde dar?a lugar a la creaci?n de los museos.114 En el articulado de la Real C?dula s?lo hab?a una preocupaci?n: 112 El libro El amigo del viajero en Montserrat, de 1876 mencionaba a sus cicerones que llevaban un distintivo en el brazo con la inscripci?n ?gu?a de monta?a?. Vid. Anexo I Word Figuras. Figura 2.6.1.1 113 La situaci?n del gu?a de monta?a en la actualidad sigue gozando del prestigio tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Existe en vigor una calificaci?n de todos los gu?as que est? garantizada por la Asociaci?n de gu?as de monta?a en Espa?a (AEGM), Uni?n Internacional de Asociaciones de Gu?as de Monta?a (UIAGM) y la Uni?n Internacional de Gu?as Acompa?antes de Monta?a (UIMLA). Dichas asociaciones velan por la calidad de la formaci?n y profesionalidad de todos los gu?as que la forman. Todos los gu?as que forman parte de la AEGM cuentan con titulaci?n oficial reconocida que les acredita para la realizaci?n de labores de guiado en el medio natural. En Espa?a, la profesionalizaci?n de los gu?as ha tenido lugar en estas ?ltimas d?cadas, siguiendo el camino comenzado por los pa?ses del arco alpino y regul?ndose por dos Normas Estatales: el RD 318/2000 y por la Orden ECI/858/2005. 114 Con anterioridad se hab?an dado algunas regulaciones muy concretas sobre espacios antiguos pero que no hab?an propiciado una tendencia reguladora An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [160] recopilar y conservar; y como es l?gico imaginar, no hab?a menci?n alguna sobre el posible tipo de relaci?n que se pod?a establecer entre el ciudadano y el hallazgo hist?rico, y menos a?n, sobre la forma de gestionar y atraer al p?blico visitante para que conociese el patrimonio existente. Las primeras inquietudes sobre c?mo atender al p?blico y qu? patrimonio mostrar surgieron en la ciudad de Barcelona, cuando se propuso y obtuvo la celebraci?n de la Primera Exposici?n Universal de 1888. Gracias a este primer evento, as? como a los venideros en la ciudad Condal, se fue gestando la necesidad de formar un cuerpo de gu?as para atender a la demanda tur?stica. La Exposici?n Universal de 1888 fue el inicio del cambio, por primera vez en Espa?a se daba el binomio evento ? turismo, que ya se estaba produciendo en otras ciudades europeas. Barcelona no s?lo puso en marcha una Exposici?n, sino todo aquello que dependiendo de la misma, le har?a cambiar de fisonom?a. Se intent? subsanar el tema de equipamientos, tanto a nivel de infraestructuras como de restaurantes, hoteles, entre otros, y se plante?, por primera vez, la necesidad de dar asistencia informativa a los visitantes. El alcalde, en aquellos momentos, Francesc de Paula Rius i Taulet, mostraba su preocupaci?n en atender a los turistas. No se trataba de crear una nueva profesi?n, sino de reconocer una necesidad social: atender a los turistas extranjeros que pasar?an como visitantes por Barcelona durante los meses que durase dicha Exposici?n. La soluci?n pas? por dar unos cursillos de franc?s (muy criticados por aquel entonces) a la polic?a municipal. La atenci?n a los turistas se basaba en el hecho de transmitir informaci?n, m?s que interpretar, asesorar, y persuadir al visitante de los recursos tur?sticos existentes en la ciudad. As? tenemos como la revista sat?rica La Tramontana en su semanario del d?a 25 de mayo de 1888 dec?a: ?Lo cos d?int?rprets ?s m?s savi que Maria Abril Sellar?s [161] els set de Gr?cia, puix parlen tots una esp?cie d?idioma, que val per tres?115 (Montaner, 2000:10). Pero no habiendo regulaci?n de la profesi?n, ni reconocimiento de la misma, entr? en juego la picaresca y el resultado fue el desprestigio de lo que iba a ser la actividad profesional una vez reconocida como tal y que desgraciadamente, a?n perdura en ciertos grupos de gesti?n tur?stica. Varios son los ejemplos que lo demuestran: en una selecci?n de gu?as tur?sticas impresas, de la ?poca escriben sobre Espa?a haciendo comentarios de lo m?s subjetivo, llegando en sus calificaciones a desautorizar a la incipiente ocupaci?n profesional de gu?a de turismo. El prestigio de estas gu?as entre el mundo de los viajeros era de tal magnitud que sus sentencias pod?an influir en la opini?n del turista de la ?poca. Sirvan los siguientes ejemplos para ver cu?les eran las sentencias y opiniones a la ?poca: En la gu?a Murray de 1855 titulada: Handbook for Travellers in Spain, nos encontramos el siguiente texto: ?If you are in the wilds, your guide, if he knows his duty, will be always on the alert ?116 (Ford, 1855:4). De una manera directa indicaba que si el gu?a conoce su deber, ?if he knows his duty?, lo cual pone en entredicho la opini?n que ten?a sobre los gu?as. Aunque si intentamos dar una lectura positiva, podr?amos entender que el gu?a conoce bien lo que hay que hacer, puesto que est? siempre alerta para ello. As? que dependiendo de c?mo se quisiese interpretar la gu?a Murray pod?a dar un varapalo al gu?a o bien dejarlo en buen lugar. No obstante, leyendo otras gu?as de la ?poca muy probablemente la inclinaci?n ser?a hacia el varapalo. As? tenemos como la gu?a Baedeker fue mucho m?s implacable que su coet?nea la Murray. Su opini?n ya no era s?lo si conoc?a su deber o no, sino el hecho de que su trabajo era realmente malo. Esta gu?a era un libro que marcaba tendencia y pon?a en jaque, en 115 Trad. El cuerpo de int?rpretes es m?s sabio que los 7 de Grecia, ya que hablan una especie de idioma que vale por 3. 116 Vid. Anexo I Word Figuras. Figura 2.6.1.2. Trad. Si se encuentra en un lugar poco poblado, el gu?a tendr? que conocer sus obligaciones, y estar siempre alerta ? An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [162] este caso, la incipiente profesi?n del gu?a. La edici?n en 1898117 en su cap?tulo de introducci?n y recomendaciones, escrib?a lo siguiente: Guides are superflous for most travellers. None should be employed except those recommended at the hotels. Purchases should never be made in their presence (p.xxiii), and it is better to make bargaine with drivers and the like without their assistance. Their pay is about 5p. per day118 (Baedeker, 1898: 24). Como se puede apreciar la opini?n de Baedeker respecto a la profesionalidad de los gu?as es totalmente negativa. Seg?n ?l, los gu?as eran innecesarios y adem?s ?peseteros?. Por ello recomienda no ir de compras con ellos y si hay que negociar, hacerlo con otros servicios tur?sticos, lo mejor es que el gu?a no est? presente. En aquel entonces se hablaba ya de las comisiones que el gu?a se embolsaba por realizar o prestar un servicio fuera del de visitas guiadas. El autor no s?lo ten?a palabras para los gu?as sino tambi?n para los museos, aunque sus escritos son menos ponzo?osos y m?s amables para con ellos. Pone m?s la atenci?n en un aspecto pr?ctico, que en los servicios que entra?an los museos en s? mismos, 119 ?Museus and Pictures Galleries are generally open on week-day, from 10 to 3, but most of them are closed on Sundays and public hollidays?.120 (Baedeker, 1898: 23). Como se puede ver se trata de un comentario muy ?til para una gu?a tur?stica que el viajero llevar? consigo, ya que evita con dicha informaci?n encontrarse con problemas innecesarios. Hacer referencia a la apertura y cierre de los museos es sencillamente un 117 Vid. Anexo I Word Figuras. Figura 2.6.1.3 118 Trad. ?Los Gu?as son innecesarios para la mayor?a de los viajeros. No debe emplearse excepto los recomendados en los hoteles. Las compras nunca se deben hacer en su presencia (p.xxiii), y es mejor para hacer negocios tratar con los conductores o similares, sin su ayuda. Su salario es de aproximadamente 5 pesetas por d?a " 119 Vid. Anexo I Word Figuras. Figura 2.6.1.4 120 Trad. ?Los Museos y las Galer?as est?n, generalmente, abiertas durante la semana, desde las 10,00 hasta las 15,00, pero una gran mayor?a cierran los Domingos y vacaciones? Maria Abril Sellar?s [163] dato objetivo. En cambio no realiza ning?n juicio de valor sobre la calidad de los mismos, ni de las visitas u otras actividades que pudiese realizar dicha instituci?n. De las cosas que sorprenden de dichos horarios, son m?s bien los d?as de cierre que los d?as de apertura, se?alando c?mo los museos y galer?as tienen cerrado los d?as festivos. Este documento es un claro reflejo de c?mo eran las cosas y c?mo han cambiado en la gesti?n muse?stica, donde se mantienen los equipamientos casi todos los d?as abiertos. Remarcar que en la Baedeker en ning?n caso aparece el concepto del gu?a de museo. La gu?a hablaba en t?rminos generales sobre los servicios prestados por los gu?as en general, evidentemente no distingu?a ninguna categor?a espec?fica, todos eran igual de malos. Baedeker sigui? manteniendo e incluso alimentando la opini?n negativa que ten?a sobre los gu?as espa?oles en sus ediciones de 1908 y 1913. En en esta ?ltima,121 no s?lo contemplaba lo que despu?s se conocer?a como gu?a local, sino otras formas o figuras de ejercer dicha actividad, lo que vino a llamarse m?s tarde los gu?as- int?rpretes y los gu?as?correo. A?ad?a, adem?s, una nueva profesi?n que ha perdurado hasta el d?a de hoy, como es la de transferista. En su cap?tulo introductorio de consejos pr?cticos, aparec?an estas figuras con comentarios realmente negativos y que podr?amos catalogar de disuasorios a la hora de contratar los servicios de un gu?a de turismo. The professional Guides are usually very ignorant and of little use. None should be employed except those recommended at the hotels. Their pay is about 5-10 p. per day, and they are inclined to demand this for even the most trifling services. The directions of this Handbook render them superfluous in most cases, and a boy to show the way can always be had for a few reals. Interpreters demand double the charge of a guide, but are seldom much at home in any foreign language, in spite of the few plausible phrases they parade at first. It is advisable also to have nothing to do with the afficions interpretes of the hotels. Couriers posseded of a 121 Vid. Anexo I Word Figuras. Figura 1.2.2.1 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [164] knowledge of several languages receive up to 20 p. per day and a return-ticket to the place from which they started; on their return-journey they must provide their own food. Travellers accompanied by couriers will find their expenses very considerably increased, but will be assured of good accommodation even at crowded times122 (Baedeker, 2009: 30). Ignorantes, superfluos, comisionistas y careros eran algunos de los ep?tetos que se pod?an encontrar en la gu?a escrita por Baedeker. Su lenguaje era mordaz, incisivo y totalmente negativo, se?alando que los gu?as s?lo sab?an guiar y no siempre lo hac?an bien. Ni hablaba de valores ni de aptitudes, en cambio pon?a de manifiesto algunas de las de actitudes 123 como la de cobrar por todo aunque el servicio fuese insignificante. Sus adjetivos iban m?s all? cuando, en su af?n de criticar a la profesi?n, mezclaba dos conceptos, que evidentemente hoy se ponen en duda: una cosa es guiar y transmitir mejor o peor los conocimientos, y otra muy distinta es mostrar el camino, actividad que se identifica actualmente con la del informador tur?stico y/o la del transferista, pero para nada como actividad principal del gu?a. Con ello no estamos diciendo que el gu?a no pueda mostrar el camino, s?lo se?alamos que esa no es su actividad principal. Para los gu?as int?rpretes, si bien entend?a que ten?an que cobrar m?s que la figura del gu?a en general, se?alaba que su nivel de idiomas resultaba cuanto menos ininteligible despu?s de pronunciar las primeras frases. En cambio la opini?n sobre los gu?as 122 Trad. "Los Gu?as Profesionales son generalmente muy ignorantes y de poca utilidad. No hay que emplear a ninguno, excepto los recomendados por los hoteles. Su tarifa es de aproximadamente 5 a 10 pesetas por d?a, y est?n dispuestos a pedir dinero por los servicios m?s insignificantes. Las indicaciones que ofrece este manual hace que la labor de los gu?as sea innecesario en la mayor?a de los casos, y por unos reales siempre se podr? disponer de un chiquillo que indique el camino. La carga de los Int?rpretes es el doble de la de un gu?a, pero rara vez se expresan en lengua extranjera como si fuese su lengua vern?cula aunque al principio utilicen frases plausibles. Se recomienda tambi?n no tener nada que ver con los int?rpretes oficiosos de los hoteles. Los Gu?as Correos que conocen varios idiomas pueden llegar a percibir hasta 20 pesetas por d?a y un billete de regreso al punto de origen, si bien en ese regreso la comida corre a su cuenta. Los viajeros acompa?ados por los gu?as correos ven aumentados, considerablemente sus gastos, pero puede estar seguros de un buen alojamiento, incluso en tiempos de aglomeraci?n y congesti?n. " 123 Desgraciadamente algunos gestores tur?sticos a?n identifican un antiguo binomio: gu?a ? comisionista y por tanto creen que su af?n es m?s el lucro que la interpretaci?n. Maria Abril Sellar?s [165] correos, si bien consideraba que eran caros, manifestaba en sus escritos que pod?an ayudar en momentos de dificultad, justificando casi su existencia. Esta gu?a tambi?n segu?a informado sobre temas muse?sticos y continuaba ofreciendo comentarios m?s pr?cticos que de valoraci?n, aunque segu?an apareciendo conceptos que permiten analizar la evoluci?n de dichos equipamientos. 124 Museums and Picture Galleries. The state collections are now open free only on Thurs. and Sun.; the usual charge at other times is 1 p. The hours of admission are 10 ? 4 on week-days in winter, 8 ? 1 in summer; and 10 ? 1 on Sun. and public holidays. The arrangements for provincial and municipal collections vary, and there are very numerous holidays on which they remain closed. Frequently, also, on wet days visitors are unable to gain admission. It is therefore difficult to give absolutely reliable information on this subject in our Handbook. ?125(Baedeker, 2009: 30-31). Al hablar de practicidad Baedeker se?alaba que los museos p?blicos, distinci?n que en las gu?as anteriores no aparec?a, se pod?an encontrar abiertos y con entrada libre los jueves y domingos con unos horarios concretos, pero al mismo tiempo indicaba que, seg?n la dependencia p?blica o provincial o estatal, la variabilidad de horarios era total y que durante vacaciones sol?an estar cerrados. Uno de los hechos curiosos que enfatizaba es que en d?as de lluvia los visitantes no eran admitidos, de modo que la propia gu?a no se hac?a responsable totalmente de la fiabilidad de las informaciones, por razones evidentemente climatol?gicas y vacacionales. 124 Vid. Anexo I Word Figuras. Figura 2.6.1.5 125 Museos y Galer?as Pict?ricas. Las colecciones estatales est?n abiertas libres s?lo los jueves y los domingos, el precio de entrada habitual es de 1 peseta. El horario de ingreso es de 10 - 4 los d?as feriados en invierno, 8-1 en verano y 10 - 1 en domingo y d?as festivos. La multitud de colecciones provinciales y municipales hacen que los horarios puedan variar, y hay demasiados d?as vacacionales en los que permanecen cerrados. Con frecuencia, tambi?n, en los d?as de lluvia los visitantes no son admitidos. Por tanto, es dif?cil dar informaci?n absolutamente fiable sobre este tema en nuestro Manual. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [166] Es de destacar el hecho de que los profesores extranjeros que solicitasen una entrada gratuita pod?an obtenerla, aunque, para ello necesitaban una recomendaci?n de su consejo de administraci?n gubernamental, as? como una carta de presentaci?n del Ministerio de Asuntos Exteriores que se exped?a en las embajadas.?? Free admission to the buildings and collections under state control may be obtained by teachers provided with a recommendation from their governing bodies and with an introduction from the Foreign Office to the embassy ??126(Baedeker, 2009: 30-31). Esta figura del profesor que acude a conocer las colecciones en su etapa formativa y/o educativa, que m?s tarde tendr? la posibilidad de llevar a sus alumnos, se ha ido reflejando a lo largo de historia de la interpretaci?n muse?stica. El profesor ejerce una actividad educativa. ?Podr?amos aplicar por omisi?n la prerrogativa del profesor a los gu?as con la salvedad de obtener los permisos, ya que el gu?a era un lugare?o? Muy probablemente, si se hiciese esta interpretaci?n conducir?a a esa fina l?nea de separaci?n existente entre visita pedag?gica y visita recreativa o tur?stica que se est? intentando determinar. Un gu?a para poder explicar un museo tiene que conocerlo y, por tanto, precisa entrar tantas cuantas veces sea necesario en el equipamiento para poder sentirse c?modo con lo que va a explicar. Entonces, se plantea una permisividad de entrada al profesor, y ?al gu?a? Respecto a esto Baedeker no hace ning?n comentario. Desconocemos, por tanto, si tambi?n se ten?a en cuenta la labor profesional del gu?a o s?lo la del educador. Adem?s de las gu?as y los eventos internacionales, en Espa?a iban naciendo entidades que iban a aportar nuevas ideas al sector tur?stico, y concretamente, a los gu?as de turismo. En Barcelona, por ejemplo, en el mes de abril de 1908, el Ayuntamiento creaba la Societat d?Atracci? de Forasters de Barcelona por iniciativa del patricio Dom?nech J. Sanllehy, alcalde de la ciudad, con la finalidad de informar, fomentar y 126 Los maestros que est?n provistos de una recomendaci?n de sus ?rganos de gobierno y con una carta de presentaci?n de la Oficina de Relaciones Exteriores y las embajadas, tendr?n la entrada gratuita en los edificios y las colecciones estatales. Maria Abril Sellar?s [167] promover el turismo en Barcelona, Catalunya e incluso las Islas Baleares. Dicha Sociedad existi? hasta el inicio de la Guerra Civil espa?ola de 1936. Entre los distintos objetivos que ten?a dicha Sociedad cabr?a se?alar aquellos que de un modo directo o indirecto afectaban a los gu?as. As? en su apartado d?cimo se dec?a: ?El facilitar als forasters que visiten Barcelona les not?cies que poden ser-los d?utilitat respecte les belleses naturals i art?stiques, no nom?s d?aquesta ciutat, sin? de tot Catalunya i Balears, aix? com tamb? sobre hostalatge, itineraris, medis de comunicaci?, etc.? 127 (Montaner, 1998:34). Es, justamente, en ese etc. donde queda margen para reflexiones y suposiciones deductivas, de modo que se podr?a incluir la actividad del gu?a en ?l, ya que podr?a asistir al concepto de itinerarios que pretend?an poner en activo, teniendo claro que continuaba siendo un servicio m?s que se le daba al turista. En el siguiente apartado aparec?a otro de objetivos donde podr?amos llegar a entender que se menospreciaba, impl?citamente, el servicio del gu?a de turismo, desgraciadamente siempre subsumible en la coletilla ?etc?. Fer una activa propaganda mitjan?ant la premsa di?ria, fullets, fulls, confer?ncies, etc. a tot Catalunya, especialment a les poblacions i comarques on existeixin belleses art?stiques i naturals, per promoure quantes empreses, serveis i millores puguin coadjuvar a l?atracci? dels forasters i fer-los m?s agradable la seva estada en el pa?s. 128((Montaner, 1998:34). El cartel publicitario de la Sociedad de Atracci?n de Forasteros (SAF) corroboraba lo que se ha comentado en el p?rrafo precedente. En dicho cartel aparecen claramente mencionados tanto los gestores como los servicios tur?sticos, apareciendo, entre otros, 127 Trad. ?Facilitar a los forasteros que visiten Barcelona las noticias que puedan serles de utilidad respecto a las bellezas naturales y art?sticas, no solamente de esta ciudad, sino de toda Catalu?a y de las Baleares, como tambi?n sobre los hospedajes, itinerarios, medios de comunicaci?n, etc.?. 128 ?dem. Trad. ?Hacer una activa propaganda por medio de la prensa diaria, folletos, hojas, conferencias, etc., en toda Catalu?a, especialmente en las poblaciones y comarcas donde existan bellezas art?sticas y naturales, para promover cuantas empresas, servicios y mejoras puedan coadyuvar a la atracci?n de los forasteros y hacerles agradable su estancia en el pa?s?. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [168] los gu?as, los int?rpretes y las visitas a establecimientos p?blicos y particulares.129 Convirti?ndose la SAF en un centro de iniciativas que quer?a publicitar y dar un valor a?adido, no s?lo a las infraestructuras tur?sticas que se encontraban ya en el pa?s, sino a los servicios tur?sticos que se estaban produciendo. Mencionaba el cartel expresamente algunos profesionales del sector: gu?as, int?rpretes y visitas guiadas, tanto a establecimientos p?blicos como privados, los dos ?mbitos de actuaci?n m?s importantes para los gu?as y donde evidentemente podr?amos incluir los museos. 130 No era tiempo, a?n, para la aparici?n de la figura del gu?a de museo. De manera que se tendr?a que deducir de los supuestos presentados las otras formas de actividad que pod?a mostrar un gu?a. Se permit?a el poder hacer visitas tanto a establecimientos p?blicos como privados y, de hecho, actualmente el ?mbito de actuaci?n en espacios interiores es el que m?s est? definiendo desde la profesi?n del gu?a de turismo. Mientras que en Catalu?a la Societat d?Atracci? de Forasters se iba consolidando, en territorio espa?ol, en el a?o 1909, se produc?a el primer reglamento de gu?as int?rpretes de turismo, realizada por la Comisi?n Nacional de Turismo. Se trataba, en realidad, de una Real Orden Circular del 18/03/1909 que quer?a hacerse eco de una realidad palpable: el mal ejercicio de la profesi?n de gu?a, situaci?n que los libros y gu?as tur?sticas llevaban delatando de manera directa o indirecta desde finales del siglo XIX. En realidad, no era una regulaci?n espec?fica sobre el mundo de los gu?as, ya que la Real Orden hac?a referencia a un conjunto de servicios que se prestaban a los visitantes y que era necesario reglamentar. Pero en el apartado 4? aparece un tratamiento espec?fico y meticuloso, no s?lo del ejercicio de la actividad de guiar y acompa?ar131 , sino de elementos que hoy nos parecer?an, por lo casu?stico, fuera de 129 Vid. Anexo I Word Figuras. Figura 2.6.1.6 130 Vid. Anexo I Word Figuras. Figura 2.6.1.7 131 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.1.1 Maria Abril Sellar?s [169] lugar, como por ejemplo el c?mo ir identificados, qu? llevar, d?nde esperar, entre otras exigencias espec?ficas. Algunos de estos requisitos que llaman la atenci?n son: ? se anunciar?n con impresos en los carruajes de la casa y en las habitaciones de servicio com?n de los viajeros, el idioma o idiomas que hablan y los honorarios y remuneraciones por horas y d?as completos, ? Los Int?rpretes, los Gu?as y los dependientes de los establecimientos llevar?n una gorra con la denominaci?n de sus funciones y del nombre del establecimiento a que pertenezcan y si ejerciesen la industria por cuenta propia, el n?mero de la autorizaci?n expedida por los funcionarios ?. Los Int?rpretes y los Gu?as podr?n permanecer en los andenes e interior de las estaciones, si fuesen autorizados para ello. ? (Real Orden Circular, 1909: 650). Dicha normativa distingu?a entre int?rpretes y gu?as, pero no determinaba sus diferencias. Aparec?a por primera vez el concepto de que dicha actividad se pod?a realizar por cuenta ajena o por cuenta propia.132 La Orden de 1909 pretend?a ser totalmente fiscalizadora y se mostraba, por un lado, excesivamente casu?stica mientras que por otro, olvidaba definir las funciones y diferencias entre las diversas tipolog?as de gu?as que enumeraba. Siendo esta la primera norma que establec?a unos par?metros directos para la profesi?n del gu?a, podr?amos confirmar que ?ste ser?a el nacimiento reglamentario de esta profesi?n. Paralelamente a la normativa que se produc?a, la prensa sigui? criticando la profesi?n. En este modo de hacer, en el a?o 1916 en la revista Mundo Gr?fico aparec?a un art?culo redactado por V. Castro Les que se titulaba ?El terrible cicerone? en cuyo inicio de dicho art?culo se tachaba al gu?a de analfabeto, y al cicerone de machac?n.133 Es de notar que el art?culo ya hac?a una diferencia entre gu?a y cicerone; por lo tanto ?se podr?a pensar que se estaba configurando y gestando la diferencia entre charlat?n y 132 Actualmente la actividad del gu?a se considera, b?sicamente, freelance. De modo que no es habitual encontrar sistemas de contrataci?n laboral dependiente y s? en cambio del alta al IAE y de Aut?nomos. 133 Vid. Anexo I Word Figuras. Figura 2.6.1.8 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [170] protogu?a? Desgraciadamente ninguno de los dos sal?a beneficiado con los calificativos, puesto que al primero se le llama analfabeto y al segundo machac?n, y es evidente que, un gu?a de turismo si de algo tiene que desprenderse es justamente de la imagen de falta de unos conocimientos y de ser un mero informador anodino. En 1928 se creaba por parte del gobierno central en Madrid el Patronato Nacional de Turismo, que dur? hasta la Guerra Civil espa?ola, despareciendo a finales de 1938. En 1928 se aprobaba el Real Decreto 745/ 25 de abril por el que se creaba el Patronato Nacional de Turismo, contemplando en su art?culo 2? las actividades asociadas a la informaci?n, propaganda, y empresas del sector.134 As? en el apartado 2d) se?alaba que: [?] llegar a la implantaci?n de escuelas de Turismo que faciliten personal titulado en el n?mero que se estime preciso, con dominio de los idiomas extranjeros m?s extendidos y, con la debida cultura art?stica para servir de gu?as aptos a los turistas. (Real Decreto N? 745, 1928: 117) Este Real Decreto se publicaba en 1928, fecha muy cercana a un doble e importante evento: la celebraci?n de la segunda Exposici?n Internacional en Barcelona y la Exposici?n Iberoamericana en Sevilla en 1929. En plena ?poca de la Dictadura de Primo de Rivera, el Patronato de Turismo creado por el Real Decreto present?, entre otras cosas, el llamado servicio de informaci?n, una actuaci?n que pretend?a dar un nuevo impulso a la organizaci?n del turismo a trav?s de un servicio veraz y amplio sobre los atractivos tur?sticos del pa?s, adem?s de mejorar la oferta de alojamientos, de transporte, y el fomento de nuevas actividades como las art?sticas, las deportivas, las festivas y la celebraci?n de congresos (Pla, 2013). En cuanto al objeto de nuestra investigaci?n, para dicho Patronato era necesario crear un marco de la actividad despu?s de que quedase definida la profesi?n del gu?a y sus categor?as. El Real Decreto necesitaba pues una norma que lo desenvolviese, naciendo as? el reglamento que permitir?a el desarrollo de algunas de sus partes: en concreto, se 134 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.1.2 Maria Abril Sellar?s [171] publicaba el Reglamento del Servicio de Gu?as, Int?rpretes y Correos, que se aprobaba el 12 de noviembre de 1929 (Melgosa, 2004). La innovaci?n de este Reglamento era el sistema de organizaci?n de la profesi?n y la definici?n de sus actividades con una regulaci?n demasiado exhaustiva, donde se hac?a m?s hincapi? en las formas que en el contenido, por ejemplo: las horas de trabajo, la necesidad de ir uniformados, la obligaci?n de llevar una acreditaci?n o insignia que los identificase (redonda de metal), entre otras exigencias de ?ndole dom?stico. Regulaba, adem?s, el hecho de que ten?a que pasar un examen para poder ejercer dicha actividad. Algunos de estos requisitos se han mantenido a lo largo del tiempo, como la necesidad de realizar un examen; otros han desaparecido, como los uniformes; y otros, se han recuperado con formatos distintos, como un carn? acreditativo y una cinta con un dise?o concreto (Montaner, 2000). El reglamento de 1929 divid?a la profesi?n, atendiendo al ?mbito territorial y conocimientos ling??sticos en: a) Int?rpretes que pod?an ejercer en todo el territorio del Estado. b) Gu?a y gu?as int?rpretes: que pod?an ser locales, regionales o nacionales, dependiendo de la demarcaci?n y de su ?mbito de actuaci?n. c) Gu?as Correos. (M?ndez, 2010) Por su lado, la segunda Exposici?n Internacional Barcelona de 1929 daba un nuevo espacio tur?stico a la ciudad y a la monta?a de Montju?c y segu?a ofreci?ndose por parte de la Sociedad de Atracci?n de Forasteros todos aquellos servicios tur?sticos que el visitante necesitaba, y el de gu?as tambi?n, adem?s otorgaba al turista un ?Carnet de Turista? para la visita de los sitios y monumentos m?s notables de Barcelona.135 En el n?mero del mes de mayo de 1929 que editaba la Sociedad de Atracci?n de Forasteros se anunciaba la creaci?n de un cuerpo de gu?as. Entre las distintas cuestiones que se planteaban estaban las cualidades que ten?an que poseer, as? como las tarifas que tendr?an que cobrar. De hecho, Montaner se?ala que 135 Vid. Anexo I Word Figuras. Figura 2.6.1.7 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [172] en el peri?dico oficial que editaba dicha Exposici?n apareci? un anuncio por el cual se solicitaban gu?as con las siguientes caracter?sticas: ?id?neos, ilustrados, y honorables, porque de su conducta y erudici?n depende muchas veces el concepto que se forma de una ciudad por parte de los visitantes? (Montaner, 2000: 38). Recu?rdese que fue ese mismo a?o cuando se promulg? la Reglamentaci?n de Gu?as Int?rpretes Nacionales, Gu?as, Gu?as Provinciales y Gu?as correo libres de turismo, realizada por el Patronato Nacional de Turismo. A la sombra de dicha Exposici?n surgieron varias gu?as tur?sticas, folletos, panfletos e incluso libros. Buen ejemplo de ello, fue el libro de Carles Soldevila, l?art d?ensenyar Barcelona,136 que algunos han denominado la corriente de la dorada utop?a, donde tambi?n aparec?a reflejado el mundo de los gu?as del turismo. El libro era una especie de gu?a para aquellos que quer?an llevar a sus amigos a algunos puntos de Barcelona con el fin los conociesen o los viesen por vez primera, s?lo que no entendido dicha acci?n como una profesi?n, sino como una actividad de amistad. Un concepto del todo altruista y por tanto, falto de uno de los elementos imprescindibles para la concepci?n de esta profesi?n: la retribuci?n por el servicio prestado. Uno de los problemas que tendr? el gu?a ser? siempre esa intromisi?n en el acompa?amiento a parientes y amigos por la ciudad de residencia, donde se les da ya a los acompa?antes el nombre de gu?as, sin que concurran en ellos las caracter?sticas propias de la profesi?n (Montaner, 2000). Lentamente la profesi?n se iba perfilando, pero a?n faltaba un largo trecho por recorrer donde los altibajos iban a ser importantes. El Reglamento de Gu?as e Int?rpretes aprobado por Real Orden de la Presidencia de 21 de noviembre de 1929 fue derogado por otro Reglamento de Gu?as e Int?rpretes aprobado por Real Orden de 13 de agosto de 1930137. En dicho reglamento se manten?a la clasificaci?n anterior, as? como la necesidad de pasar por un examen para obtener la titulaci?n de cualquiera de 136 Vid. Anexo I Word Figuras. Figura 2.6.1.9 137 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.1.3 Maria Abril Sellar?s [173] las tipolog?as de gu?as marcadas por dicho Reglamento. Pero en su art?culo 3? aparece una clasificaci?n curiosa, y que se da en base a los idiomas que el gu?a hable, as? menciona dicho art?culo que habr? gu?as de primera y gu?as de segunda en base al n?mero de idiomas hablados y el dominio que se tenga de los mismos (si bien no determina ni el n?mero ni qu? entiende por dominio). Finalmente y como ya era habitual en estas normativas, hab?a toda una serie de art?culos que se perd?an en la exhaustividad. La p?rdida en la casu?stica y olvidar elementos importantes como la concreci?n de objetivos o consecuci?n del nivel profesional adecuado, iba a ser la t?nica durante algunos a?os en el ordenamiento jur?dico dedicado al sector tur?stico y concretamente al mundo de los gu?as. Buena muestra de ello es esta Real Orden de 13 de agosto de 1930 donde se llegan a mencionar los precios y c?mo ten?a que ser la tarjeta identificativa: color, forma, datos, entre otros. Durante la etapa de la II Rep?blica espa?ola hubo un trasvase de competencias al Gobierno de la Generalitat, entre las cuales se encontraba la de los servicios tur?sticos. En el documento redactado del Estatuto de Autonom?a de Catalu?a de 1932, conocido como el Estatut de N?ria, y en pleno debate del mismo antes de su aprobaci?n, hubo una serie de negociaciones entre el Gobierno de la Generalitat y el Gobierno de la Rep?blica, que llevaron a un documento que inclu?a un conjunto de Bases. Dicho documento era el Conveni de Cooperaci? Tur?stica, Presid?ncia de la Rep?blica ? Generalitat de Catalunya de 1 de junio de 1932. En la Base d?cima de este Convenio se encontraban mencionadas y regladas algunas formas de la profesi?n de gu?a: figuras ya conocidas como la de gu?a y gu?a int?rprete, y otras nuevas como la de informador int?rprete. Dec?a la Base d?cima: Desde la firma de este Convenio hasta que est? aprobado y en vigor el Estatuto de Catalu?a, el Patronato Nacional de Turismo facilitar? para cada una de las Oficinas de Port-Bou, La Junquera, Puigcerd? y Barcelona, un int?rprete-informador con sueldo anual de cinco mil pesetas, abonadas por el Patronato por mensualidades vencidas. Cuando entre en vigor el Estatuto de Catalu?a, los int?rpretes quedar?n An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [174] a cargo de la Generalidad o del Patronato Nacional de Turismo seg?n lo que proceda en vista de las disposiciones del Estatuto en cuanto a r?gimen econ?mico. Igualmente ser? revisado, despu?s de aprobarse el Estatuto de Catalu?a, lo establecido en las Bases cuarta y s?ptima. (Aurioles, 2004: 272) M?s que tratar una de las funciones del gu?a se se?alaba una de las caracter?sticas de la actividad: la de informador int?rprete, situados en las zonas de frontera para todos aquellos visitantes que llegasen por carretera. Esta figura de informador se ir? separando a lo largo de la historia del mundo del gu?a, hasta configurar hoy una forma distinta a la propiamente llamada gu?a de turismo, como es la figura del informador tur?stico. Concretamente la figura informador ? int?rprete podr?a considerarse un funcionario o empleado p?blico, ya fuese del Gobierno Central o de la Generalitat, que acced?a al lugar de trabajo a trav?s de una oposici?n o por un contrato, y que cumpl?a las funciones y ejercicio que se establec?a para ello. Una figura que hoy llamamos informador tur?stico y seg?n el ?mbito de actuaci?n depende de un organismo p?blico diferente: Estado, CA, o municipio, seg?n lo que corresponda. Podr?amos decir que poco o nada tiene que ver esta profesi?n de informador tur?stico con la esencia de lo que hoy podr?amos entender como gu?a de turismo; la define como una persona aut?noma al servicio de cualquier instituci?n p?blica o privada que por su actividad habitual tenga una retribuci?n monetaria. El Convenio, anteriormente mencionado, se formaliz? en junio de 1932, pasando la Generalitat a poner en marcha el engranaje adecuado para que esas funciones pudiesen llevarse a cabo, quedando todo en manos de lo que pas? a denominarse la Oficina de Turisme de Catalunya, que ten?a muchos proyectos de desarrollo y muy buenas intenciones, pero pocos recursos econ?micos. Con el estallido de la Guerra Civil espa?ola, todo qued? paralizado y evidentemente el sector tur?stico sufri? graves consecuencias (como otros tantos sectores econ?micos y Maria Abril Sellar?s [175] sociales en Espa?a)138. Despu?s de la Guerra y del par?n legislativo, la actividad reglamentaria empez? a ser un poco m?s exhaustiva. As? tenemos que, entre 1939 y 1947 la Direcci?n General de Turismo, (durante la Guerra Civil Servicio Nacional de Turismo), har?a Ordenes y Reglamentos hasta llegar a unas nuevas normativas: la de 23 de mayo de 1947 y la de 26 de junio de 1951. En el a?o 1939 se aprob? la Orden de 15 de diciembre, por parte del Ministerio de Gobernaci?n, referida exclusivamente a los Gu?as e Int?rpretes libres (Orden 23 de mayo, 1947)139. En dicha Orden se especificaban los requisitos para acceder a la profesi?n, regulando casi todos los aspectos que afectan a la misma y a?adiendo un elemento importante: la obligatoriedad por parte de las empresas intermediarias y de servicios tur?sticos a contratar gu?as habilitados. (Gal? y Maj?, 1999). Pero dicha ?rden se vio derogada por un conjunto de ?rdenes sucesivas del Ministerio de la Gobernaci?n, llevadas a cabo por la Direcci?n General de Turismo. As?, ocho a?os m?s tarde se publicaba en el BOE la Orden de 23 de mayo de 1947140 que permit?a el posterior Reglamento para la actuaci?n de Gu?as e Int?rpretes Libres. El Reglamento se?alaba en su art?culo 2? la existencia de cuatro tipolog?as de gu?as: los Int?rpretes, los Gu?as, los Gu?as Int?rpretes, y los de Correos, manten?a por tanto las clasificaciones anteriores. En el art?culo 3? se se?alaba que los Int?rpretes pod?an ser gu?as de primera o de segunda categor?a, seg?n los idiomas que manejasen y la perfecci?n de los mismos, tambi?n manten?a esta clasificaci?n basada en las normativas precedentes. M?s adelante se ampliaban los requisitos para alcanzar la categor?a de primera o de segunda seg?n se establec?a el art?culo 8?. 138 No obstante tanto el bando republicano como el bando nacional, durante los a?os que dur? la guerra crearon las llamadas rutas de la guerra que consist?an en un paquete tur?stico donde se inclu?a la actividad del gu?a de turismo. Pero no se pueden considerar estas rutas como rutas tur?sticas, sino m?s bien como propaganda pol?tica de ambos bandos. 139 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.1.4 140 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.1.6 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [176] Este Reglamento tambi?n distingu?a el espacio geogr?fico para su actividad a modo de regiones tur?sticas, de manera que el art?culo 7? hablaba de que tanto los gu?as como los int?rpretes pod?an ser: locales, insulares, provinciales o regionales, seg?n la autorizaci?n que obtuviesen para trabajar, hecho que se fue perpetuando en la regulaci?n de la actividad profesional del gu?a y que se diferenciaba respecto a las normas predecesoras. Por su parte, el art?culo 15? se?alaba que los gu?as e int?rpretes tendr?an acceso gratuito a todos los Museos y Monumentos dependientes de la Direcci?n General de Bellas Artes, durante las horas se?aladas para la visita del p?blico. Sabemos pues, de su acceso gratuito as? como del ejercicio de su profesi?n en los espacios patrimoniales, puesto que quedaba se?alado en el art?culo 4?. Aunque no se menciona expresamente a los museos podr?amos inferir que ?stos formaban parte de dicho ?? tesoro art?stico, de las bellezas naturales, y otros atractivos tur?sticos del territorio?? (Orden 23 de mayo, 1947: 3007). Un requisito que esta Orden a?ad?a en su art?culo 9? era el n?mero m?ximo de personas que pod?an configurar un grupo y que el gu?a pudiese acompa?ar se especifica que sea un total de veinte personas, una limitaci?n que si bien pod?a parecer dr?stica permit?a una buena din?mica de trabajo y un mejor acercamiento al grupo. Por su lado, el art?culo 19? se?alaba la prohibici?n expresa a las empresas tur?sticas de usar en visitas guiadas o rutas, personas que no tuviesen la autorizaci?n de gu?a y que ello conllevaba una multa que pod?a en caso de reincidencia acabar en los tribunales. Ciertamente, con estas medidas se intentaba no s?lo evitar el intrusismo sino la baja calidad del servicio prestado, evitando que fuera dado por personas que, no teniendo la autorizaci?n pertinente, se desconoc?a su grado de vinculaci?n con el territorio y el patrimonio; as? reforzando el respeto a la profesi?n de los gu?as de turismo por parte de los agentes tur?sticos que los pod?an contratar. La profesi?n iba, de este modo, alcanzando un cierto grado de madurez y apariencia de solidez. Maria Abril Sellar?s [177] En el a?o 1951 se creaba el Ministerio de Informaci?n y Turismo, que aprobaba una Orden de 26 de junio del mismo a?o, a trav?s de la cual se aprobaba una nueva regulaci?n de la actividad, derogando con ello el reglamento anterior. En esta Orden se establecieron tres categor?as profesionales: gu?as, gu?as-int?rpretes y correos, a?adiendo nuevos criterios y requisitos necesarios para la obtenci?n de la acreditaci?n administrativa y as? poder ejercer esta actividad tur?stica.141 Un a?o m?s tarde se derogar?a con un nuevo Reglamento, de 17 de julio de 1952.142, para el ejercicio de las profesiones libres de Gu?as, Gu?as-Int?rpretes y Correos de Turismo. Este reglamento iba a establecer nuevos criterios y pautas, aunque manten?a algunas de las definiciones y de los requisitos ya existentes. Su prefacio consideraba lo importante de poder dignificar esta profesi?n, ya que era el nexo de uni?n entre el visitante y el lugar de destino al que hab?a acudido. ?Ilmos. Sres.: Las profesiones libres de Gu?as, Gu?as ? Int?rpretes y Correos de Turismo han venido siendo objeto de una dignificaci?n progresiva y coincidente con la importancia que tiene su trato directo con los viajeros,?? (Orden 17 de 1952: 3575). Este Reglamento derogaba todo lo anterior, pero conservaba la esencia, de modo que en su art?culo 1? ya se recog?a el hecho que sin ostentar la acreditaci?n pertinente no se podr?a ejercer la profesi?n de gu?a y, en su art?culo 2?, al igual que sus precedentes, exig?a una acreditaci?n que se daba por examen, a?adiendo los ?mbitos de actuaci?n que eran para los gu?as y gu?as ? int?rpretes los siguientes puntos: tesoro art?stico, bienes culturales y atractivos locales; incorporando, adem?s, una serie de ?mbitos de informaciones pr?cticas: como hoteles, comunicaciones y datos de inter?s del territorio. Es decir los mismos que hab?a se?alado su reglamento precedente. En el art?culo 11? se inclu?a que: los gu?as y gu?as ? int?rpretes y Correos de Turismo tendr?n acceso gratuito a los Museos y Monumentos Nacionales, de conformidad con las disposiciones 141 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.1.7 142 Vid. Documento 4.3.1.7 en el Libro Anexo An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [178] vigentes, durante las horas se?aladas para la visita del p?blico, bastando con ello que muestren su placa y carn? respectivo, excepto en aquellos en que se exijan otros requisitos (Orden 17 de 1952: 3575). No puede, por menos que se?alarse que la menci?n a la figura del gu?a de turismo en el museo se hace de manera indirecta, se requiere la deducci?n para entender que, tanto el gu?a como el gu?a-int?rprete pod?an realizar, adem?s de las funciones ya especificadas, las del gu?as de museo, ya que se les permit?a acceder a todos los espacios muse?sticos y de tesoros art?sticos, bienes culturales, y el acceso libre. Es cierto que en ning?n lugar se precisa si entra s?lo para visitar el museo o acompa?ando a un grupo, pero el art?culo 11? se?ala su marco de actuaci?n, de modo que aunque no se encuentre de un modo expl?cito, se podr?a inferir no s?lo el poder acceder libremente sino ejercer su labor profesional en dichos espacios. Finalmente, una de las aportaciones m?s interesantes de este reglamento fue el art?culo 12? que facultaba a la Direcci?n General de Turismo para que estableciese, si lo cre?a oportuno, cursos de reciclaje o complementarios de formaci?n de car?cter obligatorio. A partir de dicho Reglamento iba a iniciarse una profusa legislaci?n en materia tur?stica que afectar?a tambi?n a las normativas relacionadas con la profesi?n del gu?a de turismo. Valgan como ejemplos: la Orden de 10 de julio de 1953 que modificaba algunos criterios establecidos por el Reglamento de 17 de julio de 1952 concretamente el n?mero de personas que compon?an el grupo (de veinte se pasaba a 32) y el cambio de las tarifas143, o la Orden Ministerial de 1954 que realizaba algunas modificaciones respecto a los gu?as correos, a los cuales se les facultaba para realizar su labor en la ciudad cuando la escasez de gu?as en la misma fuese notoria, y en lo concerniente a los gu?as-int?rpretes y gu?as un ajuste del nivel de exigencia en los ex?menes, 143 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.1.8 Maria Abril Sellar?s [179] entendiendo que dichos ex?menes ten?an que adecuarse m?s a las demandas as? como a las sanciones por una mala praxis de la profesi?n.144 Pero, ?c?mo afect? esta Reglamentaci?n a Catalunya? De igual modo que al resto de la pen?nsula e islas, ya que dicho Reglamento se aplicaba de manera unitaria en todo el territorio. A colaci?n de esto, ser?a necesario preguntarse si hubo alg?n evento en dicha Comunidad Aut?noma que provocase una acci?n directa de la administraci?n, como era la de convocar un examen para acreditar nuevos gu?as, y que consecuentemente este Reglamento entrase en vigor. La respuesta a esta pregunta es afirmativa, el evento que se produjo fue el Congreso Eucar?stico Internacional que se celebr? en la ciudad de Barcelona en el a?o 1952. Un acontecimiento que oper? como un gran mecanismo de atracci?n de visitantes extranjeros. No es una casualidad que se d? dicho Congreso en un momento en el que Espa?a sufr?a un aislamiento pol?tico y un bloqueo diplom?tico, de manera que, un hecho social a escala internacional como era la celebraci?n del Congreso Eucar?stico le permiti? al gobierno hacer un primer intento aperturista y de acercamiento hacia Europa. Guardar las formas y cuidar la imagen era, pues, de suma importancia, y por ello se quiso controlar todo con lujo de detalles, incluida la profesi?n del gu?a, ya que iba a ser una de las im?genes nuevas en una ciudad como Barcelona. El Congreso iba a durar pocos d?as, del 25 de mayo al 1 de junio de 1952. El personal que realizase las visitas requer?a de una capacitaci?n que dejase definitivamente al margen toda imagen negativa que se hab?a ido creando en torno a la figura del gu?a de turismo. El gobierno convoc? un examen en base a las disposiciones marcadas en la ley, con el objetivo de habilitar a los que ten?an que ser futuros gu?as de turismo, y que afect? a todo el territorio. En el caso de la ciudad Condal, fue la primera vez que se convoc? un examen de este tipo. A partir de la d?cada de 1960, y como se?ala Melgosa citando a Souvir?n (2004), con el nuevo impulso que se dio a la pol?tica tur?stica lleg? lo que se conoce como turismo de 144 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.1.9 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [180] masas y con ello la necesidad de una nueva regulaci?n. Algunas normas indirectas como la Orden ministerial de 26 de febrero de 1963145 que indicaba las funciones y obligaciones de una agencia de viajes y su relaci?n con la contrataci?n de los gu?as de turismo (art?culo 3?), o la Orden de 28 de marzo de 1963146 que establec?a el tribunal para examinar a los gu?as ? int?rpretes provinciales de Ibiza, entre otras normas, iban a ser las siguientes regulaciones a la profesi?n. Fue aquel un per?odo de un fuerte impulso promocional y legislativo en el sector tur?stico. As? con el Decreto 2427/1963, de 7 de setiembre se creaba la Escuela Oficial de Turismo de las Ense?anzas de T?cnico en Empresas Tur?sticas. Dicha creaci?n no anul? con sus estudios el hecho de tener que alcanzar la acreditaci?n de gu?a a trav?s de un examen, pero, por primera vez, se le daba rigor y categor?a acad?mica a las profesiones tur?sticas a trav?s de la Escuela oficial. En el a?o 1964 se revis? la normativa y un nuevo reglamento sobre la actividad profesional del gu?a de turismo hac?a su aparici?n, la Orden de 31 de enero de 1964 conocida como: el Reglamento regulador del Ejercicio de Actividades Tur?stico Informativas Privadas. (Arag?n, et.al, 2004). El Reglamento 31 de enero de 1964 (Turismo, 1964) en su exposici?n de motivos entiende lo necesario de la regulaci?n de la profesi?n de gu?a de turismo,147 adem?s de intentar dignificar la profesi?n tur?stica de guiar e interpretar en los Recursos que se encuentran en los destinos tur?sticos. Entrando en el articulado, lo primero que hac?a era definir la actividad de la profesi?n, en su art?culo 1 se?alaba que: 145 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.1.10 146 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.1.11 147 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.1.12 Maria Abril Sellar?s [181] Se consideran actividades tur?stico-informativas aquellas que van encaminadas a la prestaci?n de manera habitual y retribuida de servicios de orientaci?n, informaci?n y asistencia al turistas tanto en materia monumental, art?stica o hist?rica como sobre comunicaciones, alojamientos y en general, acerca de cuanto pueda ser de inter?s con el fin de lograr un perfecto conocimiento de nuestro patrimonio tur?stico y una eficaz utilizaci?n de los medios existentes al servicios de los viajeros y turistas. (Orden de 1964: 2584) Clasifica a su vez la figura del gu?a en 3 grupos: a) Gu?a de Turismo b) Gu?a Int?rprete de Turismo c) Gu?a Correo Como puede apreciarse mantiene la misma clasificaci?n que normativas precedentes. Para los grupos integrantes de a) y b) su ?mbito de actuaci?n era la demarcaci?n por la que hab?an obtenido su habilitaci?n, un requisito distinto a ?rdenes anteriores. Respecto al patrimonio art?stico existente en dicha zona, generalmente de car?cter provincial, y sin ser expresado abiertamente en el art?culo 2?, quedaban integrados los museos por formar ?stos parte del patrimonio de dicho lugar. Consecuentemente en el momento en que el gu?a de turismo y/o el gu?a int?rprete actuaban en un museo lo hac?an en ese preciso momento en la tarea de ser gu?as de museo. Avanzando en la Orden, en el art?culo 31? s? que aparece expl?citamente la visita al museo, se?alando qu? derechos y obligaciones tiene el gu?a a la hora de efectuar dicha visita, en el marco del ejercicio de su profesi?n: Los Gu?as, Gu?as? int?rpretes y Correos de Turismo tendr?n acceso gratuito a los museos y monumentos nacionales enclavados dentro de su zona de actuaci?n, de conformidad con las disposiciones vigentes, durante las horas se?aladas para la visita del p?blico y siempre que se encuentren ejerciendo su actividad, previa demostraci?n de su condici?n de tales por exhibici?n de su tarjeta de identidad correspondiente. (Orden de1964: 2587) An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [182] Una notable diferencia si se compara con normativas anteriores, donde no aparec?a explicitada su actividad en el marco de actuaci?n del museo. Pero sorprende el hecho de que el propio Reglamento no previese que un gu?a requer?a de una preparaci?n t?cnica y de conocimientos in situ y previa a la visita correspondiente. De manera que, si acud?a al museo se ve?a obligado a pagar la entrada, cuando en realidad, su voluntad m?xima era el aprendizaje del mandato que planteaba el museo, para despu?s ejercer con el m?ximo rigor y objetividad su profesi?n. La palabra gu?a de museo nunca aparece expl?citamente se?alada, pero el hecho de otorgarle la posibilidad de trabajar en el marco muse?stico permite deducir que dicha figura queda, probablemente, contemplada por la legislaci?n vigente de aquel momento. En otro orden de cosas, temas tan importantes como la formaci?n y despu?s el reciclaje, o la formaci?n continuada, tambi?n se contemplaban en esta Orden en el art?culo 27 y que posteriormente fueron desapareciendo, hasta llegar a un vac?o en dicha formaci?n y puesta al d?a (v?ase Cap?tulo V, apartado 5.2 y 5.3). La Orden determinaba adem?s otros elementos importantes, como qui?n pod?a presentarse a los ex?menes, cu?l era el organismo competente para regular cualquier anomal?a en el ejercicio de dicha actividad, los horarios, los honorarios, entre otras cuestiones. De hecho, se puede decir que el Reglamento intentaba que nada quedase fuera de su control. Finalmente, quedaba por proteger de alg?n modo m?s esa actividad tur?stico profesional, as? se refleja en el art?culo 7? donde se se?alaba que para poder ejercer de gu?a se requer?a un carn? que lo habilitase, el cual se obtendr?a a trav?s de un examen. Adem?s, el propio reglamento se?alaba que si no se tuviese ese carn? se considerar?a a la persona que estuviese ejerciendo dicha profesi?n como intrusa en la misma, un intrusismo que a fecha de 2014 sigue siendo una asignatura pendiente de dif?cil resoluci?n. Cab?a tambi?n la posibilidad de obtener dicho carn? si se era titulado por la Escuela Oficial de Turismo (Disposici?n Adicional ?nica). Maria Abril Sellar?s [183] Art?culo 7? [?] La realizaci?n de tales actividades por personas o empresas no autorizadas ser? considerada como intrusismo, dando lugar a la exigencia de la responsabilidad administrativa que corresponda, sin perjuicio de la penal o de otra ?ndole que hubieren podido incurrir sus autores. (Orden de 1964: 2585) Disposici?n Adicional ?nica: La posesi?n del t?tulo expedido por la Escuela Oficial de Turismo faculta para el desempe?o de la profesi?n de Gu?a ? Int?rprete de Turismo a cuyos efectos y previa solicitud del interesado ser? expedida la correspondiente tarjeta de identificaci?n, sin necesidad de cumplimiento de ning?n otro requisito, siempre que el poseedor de aquel re?na las condiciones que se determinan en el art?culo 13 del presente reglamento. [?] (Orden de 1964:2590) 2.6.2. Desde la democracia hasta la actualidad Con la llegada de la democracia a finales de 1975 se empezaba una nueva etapa. La proclamaci?n de la Constituci?n Espa?ola de 1978 permit?a entender la distribuci?n territorial y el marco de las competencias de gobierno de modo distinto al interpretado por el gobierno dictatorial precedente. El trasvase de competencias a las distintas CCAA ser?a uno de los signos distintivos de la Espa?a democr?tica que se estaba forjando. Cambios pol?ticos, sociales y econ?micos llegaban a esa Espa?a plural. El conjunto de la sociedad se ver? afectado y los campos normativos no quedar?n al margen de dichas modificaciones. As? el Reglamento de 31 de enero de 1964 estuvo vigente en algunas CCAA hasta su derogaci?n, que se produjo en el a?o 1995, por una Orden de 1 de diciembre. Las razones para su derogaci?n se basaron en el desarrollo del art?culo 148.1.18 de la Constituci?n Espa?ola, que establec?a como competencia exclusiva de cada comunidad aut?noma la promoci?n y ordenaci?n del turismo; y una Sentencia del Tribunal de An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [184] Justicia de la Uni?n Europea, de 22 de marzo de 1994 148 , que declaraba el incumplimiento por parte del Reino de Espa?a de determinadas obligaciones derivadas del Tratado de la Comunidad Europea, en relaci?n con la libre prestaci?n de servicios de los gu?as de turismo, obligando a Espa?a a acatarla. En definitiva, esta sentencia obligaba a la modificaci?n de determinados art?culos de la legislaci?n espa?ola y en concreto provocaba o bien la modificaci?n, o bien la derogaci?n de la citada Orden, opt?ndose por la derogaci?n de la misma, dado que adem?s las competencias en materia de turismo se hab?an traspasado a las CCAA. Los motivos que condujeron a la derogaci?n fueron:  Subordinar el acceso a la profesi?n de Gu?a tur?stico y de Gu?a int?rprete a la superaci?n de unos ex?menes reservados ?nicamente a los ciudadanos espa?oles.  No establecer un procedimiento de examen y comparaci?n de la formaci?n adquirida por un ciudadano comunitario que estuviese en posesi?n de un t?tulo de Gu?a expedido en otro Estado miembro en relaci?n con lo exigido en Espa?a. Se requer?a un procedimiento que permitiese o el reconocimiento del t?tulo expedido por dicho Estado miembro, o examinar a la persona en posesi?n del t?tulo con un control limitado a las materias que nunca hubiese cursado en otro pa?s comunitario, por considerar que la formaci?n era incompleta.  Exigir una tarjeta profesional (carn?), acreditativa de haber adquirido una formaci?n probada o confirmada mediante un examen, para la prestaci?n de servicios como gu?a tur?stico y de gu?a-int?rprete que viaja con un grupo de turistas procedente de otro Estado miembro, cuando esta prestaci?n se efectuaba en Espa?a o en localidades de una zona geogr?fica concreta; acci?n que consist?a en acompa?ar a estos turista a lugares que no eran museos o monumentos hist?ricos en los que era necesario recurrir a un gu?a especial. 148 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.2.1 Maria Abril Sellar?s [185]  No haber comunicado a la Comisi?n la informaci?n exigida sobre la normativa de las CCAA en el ?mbito de las actividades de gu?a tur?stico y de gu?a- int?rprete. Evidentemente esta sentencia afectaba, por un lado, a esta normativa estatal, pero por otro tambi?n iba a obligar a la modificaci?n de las normativas que las CCAA que ya hab?an iniciado desde el momento en que, a trav?s de sus Estatutos de Autonom?a, pod?an legislar sobre una competencia que les era propia, la de turismo. Se iniciaba, as?, un proceso de revisi?n y de adaptaci?n en base a los criterios exigidos por la UE. Sin embargo, los cambios no hab?an hecho m?s que empezar. Una nueva Directiva conocida por el nombre de su impulsor, el comisario europeo Frits Bolkestein, afectar?a de lleno al mundo de los gu?as tur?sticos, aunque no hubiese menci?n expresa, produci?ndose una afectaci?n indirecta. La Directiva 2006/123/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo de 12 de diciembre de 2006 relativa a los Servicios en el Mercado Interior149, conocida como Directiva Bolkestein, establece una serie de principios aplicables a las normativas reguladoras del acceso a las actividades de servicios y su ejercicio dentro de la Uni?n Europea. Dichos principios tienen como ?ltima finalidad la remodelaci?n, reducci?n y simplificaci?n de las trabas injustificadas o desproporcionadas para el ejercicio de tales actividades, ya sea estableci?ndose en un Estado miembro, ya sea acogi?ndose a la libre circulaci?n de servicios -temporal u ocasional -, proporcionando as? un entorno m?s favorable y transparente a los agentes econ?micos. Adem?s, dentro del sector servicios, el turismo es uno de los m?s afectados por la Directiva 2006/123/CE. Esta materia, en virtud de la Constituci?n de 1978 estaba transferida a las CCAA, y en dicha transferencia se establec?a como competencia exclusiva de cada una de las CCAA para 149 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.2.2 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [186] que la desarrollase. En consecuencia, corresponde a cada una de las CCAA la transposici?n150 de los principios que la Directiva de Bolkestein preconiza. A partir de diciembre del 2009 el ordenamiento jur?dico espa?ol ten?a la obligaci?n de incluir dicha Directiva europea 2006/123 CE, ya que la hab?a firmado junto a los dem?s estados miembros. Ello ha significado una de las reformas m?s controvertidas dentro de los profesionales liberales en cada una de las CCAA, ya que ha habido una interpretaci?n variada en c?mo aplicar los principios rectores de dicha Directiva a las normas que regulaban la profesi?n liberal del gu?a de turismo. Las modificaciones ten?an que ajustarse a las disposiciones y principios necesarios para garantizar el libre acceso y el ejercicio de las actividades de servicios, realizadas en territorio espa?ol, por prestadores establecidos en Espa?a o en cualquier otro Estado miembro de la Uni?n Europea. La Directiva Bolkestein, tambi?n conocida como la Directiva de Servicios, pretend?a evitar las discriminaciones basadas en la nacionalidad de aquellos que intentaban establecerse en otro pa?s europeo para prestar un servicio tur?stico determinado. En el marco de actuaci?n de los gu?as ten?a que desaparecer la restricci?n que limitaba dicho ?mbito de acci?n profesional a la Comunidad donde se hab?a habilitado para poder ejercer la actividad. De este modo, un gu?a habilitado en su pa?s de origen (siempre y cuando pertenezca a la UE) podr?a ejercer en cualquier CCAA del territorio nacional y en todos los pa?ses pertenecientes al espacio com?n europeo de la UE, en el caso de que est? ocasionalmente visitando con un grupo dicho pa?s; y en el caso de que quisiera residir en ?l, deb?a entonces poder acceder a las adaptaciones que se?ale dicho pa?s para ejercer la profesi?n. 150 La transposici?n se corresponde, jur?dicamente hablando, al mecanismo de despliegue y aplicaci?n de dichas Directivas por parte de las autoridades nacionales competentes ya que dando s?lo las directrices requiere de un complemento normativo de los Estados para su efectiva implementaci?n (Aguado y Noguera, 2012). Maria Abril Sellar?s [187] Desde el momento de su creaci?n, esta Directiva ha tenido detractores en todo el sector tur?stico, y especialmente desde su transposici?n al ordenamiento jur?dico espa?ol. Es justamente en el sector de servicios tur?sticos donde ha empezado a levantar ampollas y sobre todo entre el colectivo de las agencias de viajes y de los gu?as de turismo, ya que la transposici?n ha dejado vac?os legales que permiten ser una puerta abierta para no profesionales (Vicente y Rivero, 2009). Autores como Vicente, Arcarons y Casanovas, se?alan que es justo en el marco de los gu?as de turismo donde la Directiva puede afectar de manera negativa a esta profesi?n liberal ? aut?noma. Hay que entender dicha afectaci?n bajo el concepto de una incorporaci?n masiva de trabajadores aut?nomos que vengan a prestar sus servicios desde otros Estados miembros, que desconociendo la realidad social, econ?mica y pol?tica ejerzan su actividad con unos baremos bajos en conocimientos (Vicente y Rivero, 2009; Arcarons, Casanovas, y Gim?nez, 2007). Por otro lado hay que tener en cuenta que la profesi?n del gu?a de turismo es una de las que m?s padece de intrusismo y que a pesar de que haya decretos, reglamentos y ?rdenes que la regulen, su control pasa por ser sumamente dif?cil, de modo que la casu?stica normativa tampoco ha ayudado a que se tengan claros los l?mites de la profesi?n y como combatir dicho intrusismo (Picazo, 2011). De modo que con la Directiva la problem?tica del intrusismo se mantiene y muy probablemente aumente debido a las interpretaciones que los prestadores puedan hacer sobre su aplicaci?n e implementaci?n. Casanovas se?ala como ha tenido que variar el marco jur?dico de la actividad de los gu?as de turismo y la confusi?n de aplicaci?n desde las diferentes administraciones auton?micas, dado que las propias administraciones han desarrollado normativas diferentes y en ocasiones hasta dispares sobre esta profesi?n (Casanovas, 2011). Por tal motivo se ha cre?do conveniente dedicar un cap?tulo concreto de esta investigaci?n al estudio comparativo de las diferentes normativas de las CCAA, (v?ase el Conjunto de Tablas Comparativas 5.1.1.1 a 5.1.1.16 del Cap?tulo V, apartado 5.1.1) para llegar a entender la dispersi?n normativa en temas auton?micos, y c?mo ha sido An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [188] ?sta antes y despu?s de la entrada de Espa?a a la UE, con la obligatoria aplicaci?n de sus normativas. Se planteaban a?n m?s dudas: ?En qu? medida afectar? esta Directiva a las visitas guiadas de los museos? ?Pondr?n los museos restricciones a los gu?as de turismo para realizar sus visitas? ?Har?n cl?usulas de exclusi?n? La investigaci?n que se ha estado llevando a cabo intentar? ayudar a dilucidar alguna posible respuesta para estas y otras dudas, si bien, y dado la complejidad normativa actual, muy probablemente consigamos una aproximaci?n, pero no unas conclusiones finales por ser un ?rea totalmente fluctuante. A pesar de tener cada CA competencias propias, la Directiva Bolkestein ha tenido ya efectos generales, es decir, aplicaci?n en la legislaci?n estatal existente. As? tenemos el Real Decreto 39/2010 de 15 de enero, por el que se derogan diversas normas estatales sobre acceso a actividades tur?sticas y sobre su ejercicio. La derogaci?n definitiva del Decreto 231/1964, de 14 de enero, por el que se aprueba el Estatuto ordenador de las Empresas y de las Actividades Tur?sticas Privadas, en las que se encontraba regulada la actividad de gu?a y de la que ya hab?amos hablado anteriormente. Siguiendo algunos art?culos de revistas especializadas en temas tur?sticos, aparecen ya algunas reflexiones sobre dicha directiva. As? tenemos por ejemplo Hosteltur, que se?ala que ??Las competencias exclusivas de cada gobierno regional en su respectivo territorio, han dado lugar a diecisiete maneras de interpretar e implementar el proceso de adaptaci?n a la tambi?n conocida como Directiva de Servicios??? (Marcos, 2003:1). Evidentemente ello ha afectado directamente al servicio de gu?a de turismo. En estos momentos una gran parte de las normativas que se ven afectadas est?n siendo tratadas por cada una de las CCAA, lo que hace inviable saber en qu? punto se van a ajustar las modificaciones a la Directiva y c?mo afectar? finalmente a la profesi?n del gu?a de turismo, y consecuentemente, a la del gu?a de museo. En la misma revista se se?ala que un gu?a habilitado en un Estado de la UE podr? prestar sus servicios en la v?a p?blica as? como en los monumentos hist?ricos, pero que le ser? requerida una previa comunicaci?n a la Administraci?n competente. (Marcos, Maria Abril Sellar?s [189] 2003:3) Pero nada dice sobre los museos, de modo que las preguntas que caben formularse son: ?Se crea un vac?o legal o, por el contrario, aquello que no afecta se mantiene, y por tanto, las normativas de las CCAA que hablan del marco de la actividad en los museos seguir? plenamente vigente? ?Provocar? ello que finalmente acabe cre?ndose de manera espec?fica la figura del gu?a de museo? 2.6.3. Aproximaci?n a las conclusiones de la profesi?n del gu?a de turismo a lo largo de su historia En conclusi?n, esta evoluci?n que ha tenido el gu?a de turismo nos muestra un camino que en algunas ocasiones no ha sido nada f?cil. Si bien la figura del gu?a surgi? ?a la sombra de los principales monumentos de las ciudades tur?sticas m?s importantes de todos los tiempos? (Montaner, 1999:10), como tal ha ido cambiando a lo largo de la historia del turismo. As?, de unos inicios marcados por una p?sima fama, el menosprecio e incluso la recomendaci?n de no utilizar dichos servicios por ser poco objetivos, rigurosos y b?sicamente buscadores de un beneficio propio, se ha pasado a intentar potenciar una profesi?n en la que se le pide a quien la quiera ejercer unos estudios de nivel universitario y un mayor grado de especializaci?n, elementos que se tendr?an que acentuar cuando la dedicaci?n fuese a un ?rea o recurso concreto, como el caso de nuestra investigaci?n: un espacio muse?stico. El viaje durante estos casi ciento cincuenta a?os ha sido largo y el objetivo quiz? a?n no est? dibujado totalmente, pero intentar llegar a una credibilidad y una calidad profesional aunque se encuentra en un momento algo inestable y fr?gil, ser?a una de las metas probablemente a alcanzar a medio o largo plazo por parte de los gu?as de turismo y todas sus subfiguras. La Federaci?n Mundial de Asociaciones de Gu?as de Turismo (WFTGA) ha intentado definir a trav?s de su actividad la profesi?n del gu?a de turismo, tal y como han hecho las normativas que han ido regulando dicha profesi?n a lo largo del tiempo. As?, define que An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [190] ?Se considera actividad propia de los gu?as de turismo la prestaci?n, de manera habitual y retribuida, de servicios de informaci?n, acompa?amiento, orientaci?n y /o asistencia, en materia cultural, monumental, art?stica, hist?rica y geogr?fica o natural (ecol?gica), a quienes realicen visitas a los bienes hist?rico- monumentales, culturales y naturales integrantes del Patrimonio Hist?rico? (WFTGA, 2012:1). Varios elementos a tener en cuenta en esta definici?n son:  Se define al gu?a a trav?s de su actividad, hecho que ha acaecido a lo largo de la historia que ha normativizado la profesi?n.  Dicha actividad ha de ser habitual, de modo que las excepciones ser?n los casos concretos que las normativas pertinentes consideren oportunas. Todas las normas han se?alado como caracter?sticas clave la habitualidad para entender que se trata de una profesi?n  Ha de ser retribuida. No sirve aquella visita que se hace a los amigos, como favor o porque se viene a la ciudad y el sujeto se ofrece de manera voluntaria a ense?ar los secretos de la misma. En todo el an?lisis que hemos hecho de las normas el gu?a ejerce su profesi?n a cambio de una contraprestaci?n econ?mica, lo que le da el car?cter laboral a su actividad.  Los servicios ser?n de informaci?n, acompa?amiento, orientaci?n y/o asistencia. As? lo han recogido la mayor?a de las normas que hemos visto en el an?lisis precedente, pero quiz? a esta definici?n habr?a que sumarle el servicio de interpretaci?n, dado que, como hemos visto en el cap?tulo del gu?a, visto desde el museo o recurso, acaba siendo el mediador m?s directo entre el visitante y el recurso patrimonial.  El ?mbito de actuaci?n ser?n los bienes hist?rico-monumentales, culturales y naturales integrantes del Patrimonio Hist?rico. Esta es una de las variaciones m?s importantes que ha sufrido la normativa, ya que en un inicio ni tan siquiera estos bienes se contemplaban en el ejercicio y hoy son parte intr?nseca del mismo. Por tanto, habr? que tener en cuenta todos los recursos patrimoniales, y ello lleva impl?cito el ?mbito de este estudio: el museo. Maria Abril Sellar?s [191] Por sus propias caracter?sticas, la actividad del gu?a de turismo ha llevado a una diversificaci?n en temas de informaci?n, gesti?n e interpretaci?n de patrimonio. Respecto a su propia identidad, la denominaci?n de gu?a ha pasado a lo largo de la historia por diversas variantes: cicerone, gu?a (sin m?s), gu?a int?rprete, gu?a local, gu?a insular, gu?a regional y gu?a territorial entre otras denominaciones; lo que significa que las normativas han intentado adaptarse a las formas de distribuci?n territorial y tambi?n a las necesidades del propio territorio. Independientemente de como se sustantiva al gu?a, ser?a conveniente, en la medida de lo posible, que se intentasen unificar criterios. El prestigio, evidentemente, no pasa por el nombre sino pasa por la calidad del servicio, pero no es menos cierto que dar propiedad o un nombre ayuda a identificar una profesi?n, y el caos que se crea en la diversidad de denominaciones no puede ayudar a dar la imagen corporativa que desde el propio sector profesional de los gu?as se pretende conseguir. As? mismo, la evoluci?n normativa respecto a la actividad de los gu?as en los espacios patrimoniales, y concretamente los espacios muse?sticos, ha provocado una nomenclatura bastante variada: gu?a de museo, mediador de museo, monitor de museo. Nombres que quiz?, y s?lo quiz?, puedan llegar a responder en algunos casos a maneras distintas de ejercer la interpretaci?n dentro del espacio muse?stico. Por ello la propuesta de gu?a de museo o gu?a de turismo muse?stico es la que nos parece la m?s apropiada. En conclusi?n, la peculiaridad de las CCAA en el territorio espa?ol y el hecho de que tienen traspasadas las competencias en materia de turismo ha producido, desde que iniciaron sus propias legislaciones una casu?stica, una interpretaci?n y una implementaci?n seg?n las necesidades de cada regi?n auton?mica. La reglamentaci?n del mundo de los gu?as no ha sido ninguna excepci?n a este hecho, y ello ha creado confusi?n y caos a la hora de acotar y conocer la realidad de esta profesi?n. Con la entrada de Espa?a a la Uni?n Europea y sus Directivas se habr?a podido plantear el hecho de unificar algunos criterios pero el resultado muestra que esta premisa no se ha visto cumplida y, tal como han afirmado Casanovas (2011) o Picazo (2011), lejos de ayudar ha creado m?s caos, dejando incluso vac?os legales en algunas CCAA, hecho que An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [192] ha provocado la alarma entre la profesi?n por miedo a ver aumentado el intrusismo que ya padec?a habitualmente la misma. La Directiva Bolkestein ha enmarcado una serie de principios que tienen como ?ltima finalidad la remodelaci?n, reducci?n y simplificaci?n del ejercicio de las actividades libre profesionales. Pero se ha podido comprobar que en lugar de ayudar, en el caso espa?ol, la situaci?n de confusi?n y de vac?o legal se sigue manteniendo. Continuaremos la exploraci?n del an?lisis de las normativas que se han producido a partir de 1978 con la transferencia a las CCAA de las competencias en materia de turismo, as? como veremos que ha significado la transposici?n de la Directiva Bolkestein en las mismas en el Cap?tulo V, y concretamente en el apartado an?lisis de los resultados relativos al an?lisis documental correspondiente al apartado 5.1.1. 2.6.4. El Caso espec?fico de Catalunya, a partir de 1978 En el caso de Catalunya, se empez? a normativizar la figura del gu?a en el a?o 1989, a trav?s del Decreto 210/1989 de 1 de agosto151, en virtud del cual se reglamentaba la profesi?n de Gu?a de Turismo en la CA de Catalunya. En su Prefacio este Decreto determinaba que ?Dada la experiencia acumulada sobre la realizaci?n de las actividades de informaci?n tur?stica en Catalu?a y considerando la funci?n que las personas que se dedican a esta actividad tienen en la imagen del pa?s, es conveniente una nueva regulaci?n del ejercicio de su actividad?. (Departament de Treball, Ind?stria, Comer? i Turisme, 1989:3648) En su art?culo 1? proced?a a definir la actividad del gu?a y lo hac?a del siguiente modo: Art. 1? Es consideren activitats tur?stico-informatives privades aquelles que tenen per objecte la prestaci?, de manera habitual i retribu?da, de serveis d'informaci? en mat?ria cultural, art?stica, hist?rica i geogr?fica, prestats als turistes en les 151 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.4.1 Maria Abril Sellar?s [193] seves visites, amb la finalitat d'informar-los dels recursos tur?stics. 152 (Departament de Treball, Ind?stria, Comer? i Turisme, 1989: 3648) En esta definici?n cabe apreciar que se remarca principalmente una de las acciones de la actividad del gu?a, que es la de informar. Nada en este art?culo permite que se pueda deducir alguna actividad m?s. No hab?a, por tanto, ni interpretaci?n ni adecuaci?n del discurso al cliente. Objetivos que en el proceso de estas ?ltimas tres d?cadas est?n siendo el eje clave de la profesionalizaci?n del gu?a tur?stico. En el art?culo 1? s?lo aparec?a el concepto de informar ratificado al final del mismo como la finalidad ?ltima de dicha actividad. Poco podemos deducir del marco de los servicios que en aquel entonces prestaba el gu?a, pero es posible realizar una actividad deductiva en el marco de las materias, ya que al tratar conceptos tan gen?ricos como materia cultural, art?stica, hist?rica y geogr?fica, nos permite entender que en ?stas materias se encuentran tanto en espacios abiertos como cerrados, y que, por tanto, podamos hablar tambi?n de los equipamientos donde se encuentran los recursos, siendo uno de ellos el museo. De este modo podr?amos decir que si bien no directamente, se abr?a la puerta a poder trabajar en dichos espacios interiores al igual que lo hab?an regulado algunas normas estatales con anterioridad. En este Decreto no se distingu?a entre espacios abiertos o cerrados, declarados o no patrimoniales, por tanto ejercer en el territorio como gu?a de turismo implicaba necesariamente la habilitaci?n de gu?a. Se contemplaba, no obstante, en el art. 14? una serie de exclusiones como eran: la de los profesores ejerciendo su actividad profesional y de modo no habitual y no retributivo fuera del aula, acompa?ando a sus alumnos en las actividades; los funcionarios o personal administrativo que en el desarrollo de sus funciones y, tambi?n de manera ocasional y no retributiva, 152 Trad. Se consideran actividades tur?sticas informativas privadas aquellas que tienen por objeto la prestaci?n, de manera habitual y retribuida, de los servicios de informaci?n en materia cultural, art?stica, hist?rica y geogr?fica, prestados a los turistas, en sus visitas, con la finalidad de informarles de los recursos tur?sticos. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [194] realizando una visita institucional; y finalmente, los empleados de los monumentos o museos que facilitan informaci?n, pero sin que por ello reciban una contraprestaci?n econ?mica.153 Podemos, por tanto, tratar de deducir de este art.14? que ya exist?a una figura de gu?a de museo, aunque en dicho caso entend?an que formaba parte de los recursos humanos del equipamiento y que, por tanto, no era necesaria su retribuci?n en tanto en cuanto realizase la actividad de gu?a, puesto que as? se lo permit?a la legislaci?n pertinente. En el art?culo 3? este Decreto proced?a a la clasificaci?n de las figuras de gu?a que consideraba necesario regular. As? el Decreto se?alaba que los gu?as se divid?an en: a) Gu?as territoriales de Catalunya b) Gu?as de Barcelona c) Gu?as de ruta Esta clasificaci?n se establec?a en base al territorio donde los gu?as de Catalunya ten?an como ?mbito territorial (valga la redundancia) las cuatro provincias de Catalunya, pero no la ciudad de Barcelona, y los Gu?as de Barcelona s?lo pod?an actuar en dicho municipio.154 Parece una divisi?n un tanto extra?a y, adem?s, no se produjo en otras CCAA. Quiz? pudiera tratarse de una divisi?n m?s a nivel de sector tur?stico, en la medida que la ciudad de Barcelona empezaba a concentrar una fuerte actividad tur?stica m?s como metr?polis que a nivel geogr?fico territorial. La descompensaci?n de la habilitaci?n era importante a pesar de tener los gu?as territoriales reconocida su habilitaci?n en las cuatro provincias, ya que el foco del turismo se centraba en Barcelona y los nuevos eventos que se iban a producir en ella. 153 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.4.1 154 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.4.1 Maria Abril Sellar?s [195] Siguiendo la tradici?n de la normativa estatal, el art?culo 6? del Decreto subrayaba la necesidad de realizar un examen para poder obtener la acreditaci?n o habilitaci?n155. Examen que por otro lado, era convocado por el departamento correspondiente en materia de turismo y dependiente del gobierno de la Generalitat de Catalunya. Art. 6 Per tal d'obtenir l'habilitaci? de guia territorial de Catalunya o guia de Barcelona caldr? superar els ex?mens que convoqui amb aquesta finalitat el Departament de Comer?, Consum i Turisme, el qual expedir? l'habilitaci? corresponent.156 (Departament de Treball, Ind?stria, Comer? i Turisme, 1989: 3649). Las convocatorias de examen eran aleatorias en el tiempo y requer?an de un reglamento que desarrollase y contemplase todas las condiciones de dicho examen. Adem?s la norma ten?a la particularidad de adjuntar s?lo el ?ndice de un temario para que el gu?a tuviese un referente para poderlo preparar en condiciones, pero ni tan siquiera ten?a la pretensi?n del desarrollo dicho temario. De modo que, el gu?a que proven?a de los estudios de turismo se encontraba con una situaci?n realmente complicada, ya que, en dichos estudios no se contemplaba ning?n curso preparatorio o dirigido a la profesi?n del gu?a de turismo. No es por tanto, mera coincidencia, que algunos gu?as de experimentada solvencia, empezasen a creer en la necesidad de crear dicho curso fuera del ?mbito reglado. Finalmente en este Decreto, se reconoc?a de manera oficial la profesionalidad del gu?a en su art?culo 10? ?Es crea, dins el Registre d'empreses i activitats tur?stiques reglamentades de Catalunya, la secci? de guies de turisme?157. 155 El examen otorgaba una habilitaci?n administrativa para poder ejercer la actividad de gu?a. En ning?n caso se trataba de una oposici?n, y por tanto la obtenci?n de una plaza funcionarial. Era y es, en realidad, una licencia para poder trabajar. 156 Trad. Para obtener la habilitaci?n de gu?a territorial de Catalunya o gu?a de Barcelona, se tendr?n que superar los ex?menes que convoque, para dicho fin, el Departamento de Comer?, Consum i Turisme, el cual expedir? la habilitaci?n correspondiente? 157 Trad. Se crea, dentro del Registro de Empresas y actividades tur?sticas reglamentadas de Catalunya, la secci?n de gu?as de turismo. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [196] Este Decreto estuvo vigente hasta 1998, donde los cambios y evoluci?n tur?stica de Catalunya as? como la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo sobre la profesi?n de los gu?as de turismo, provocaron su derogaci?n por jerarqu?a normativa de un Decreto posterior. Se trataba del Decreto 5/1998 de 7 de enero158, sobre la actividad de gu?a de turismo que presentaba las modificaciones pertinentes para no entrar en conflicto con dicha Sentencia y, como se ha comentado, derogaba a su predecesor, el Decreto 210/1989 de 1 de agosto. En su art. 2? se?alaba que s?lo se le pedir? la acreditaci?n administrativa al gu?a cuando est? trabajando en recursos declarados patrimonio, tanto cultural como natural. Hab?a pues un cambio importante, ya que los espacios sin Declaraci?n patrimonial pod?an ser explicados a los turistas por cualquier persona, puesto que atendiendo a este ?ltimo Decreto para dichos espacios no era necesaria la habilitaci?n administrativa. Art. 2? Les activitats de gu?a de turismo que es desenvolupen en visites als recintes de museus, de monuments i de conjunts hist?rics [?] est?n subjectes a una habilitaci? administrativa pr?via atorgada pel Departament d?Ind?stria, Comer? i Turisme, i el seu exercici queda atribuit exclusivament a les persones habilitades.159 ((Departament de Treball, Ind?stria, Comer? i Turisme, 1989: 354) Por su parte el art. 4? se?alaba que para obtener dicha habilitaci?n la Generalitat, a trav?s del organismo correspondiente, convocar?a peri?dicamente ex?menes. La problem?tica estaba servida, ?qu? iba a entender la Generalitat por peri?dicamente? Desde dicho reglamento hubo convocatorias anuales, pero a partir del a?o 2012 no ha habido ninguna convocatoria m?s. Mientras las exclusiones se manten?an tal cual hab?a marcado el anterior Decreto en su art. 14? por no ser contrario a dicha Sentencia. 158 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.4.2 159 Trad. Las actividades de gu?a de turismo desarrolladas en los recintos muse?sticos, monumentales y de conjuntos hist?ricos [...] est?n sujetas a una habilitaci?n administrativa previa, otorgada por el Departamento de Industria, Comercio y Turismo, y su ejercicio queda atribuido exclusivamente a las persones habilitadas. Maria Abril Sellar?s [197] Finalmente en el art.11? se trataban las habilitaciones de gu?as de turismo de otras CCAA o pa?ses de la UE. Se admit?a la habilitaci?n que estos gu?as hab?an obtenido en su lugar de residencia, pero con la obligatoriedad de acreditar dicha habilitaci?n frente al organismo pertinente, en este caso la Direcci? General de Turisme (DGT) para que ?ste diera su conformidad. La conformidad no era autom?tica dado que al gu?a que pretend?a la convalidaci?n se le exig?a que se examinase de las materias que, reguladas por el Decreto, se cre?an necesarias para demostrar un conocimiento profundo sobre Catalunya. El siguiente Decreto era el 120/2000 de 20 de marzo160, se trataba de una norma breve pues su objetivo era la modificaci?n del art. 11? del Decreto 5/1998 de 7 de enero que entraba en conflicto con la Directiva Bolkestein. De modo que el art. 11? quedaba redactado del siguiente modo: Art. 11. Reconeixement d?habilitacions d?altres administracions publiques. "Les persones que exerceixen l?activitat de guies de turisme en possessi? d?habilitacions expedides per altres comunitats aut?nomes de l?Estat espanyol o organismes oficials d?altres estats membres de la Uni? Europea, en cas de no acreditar els coneixements adequats en les mat?ries incloses als articles 9.3.b) i 9.3.c), poden optar, per al seu reconeixement, a una prova d?aptitud o a un per?ode de pr?ctiques, de conformitat amb el que estableixen les directives 89/48/CEE i 92/51/CEE. Tamb? s?han d?acreditar coneixements de comprensi? b?sica de les lleng?es catalana i castellana.161 ((Departament de Treball, Ind?stria, Comer? i Turisme, 1989: 355) 160 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.4.3 161 Trad. Reconocimiento de las habilitaciones de otras administraciones p?blicas. Las personas que ejercen la actividad de gu?as de turismo en posesi?n de habilitaciones expedidas por otras CCAA del Estado espa?ol u organismos oficiales de otros estados miembros de la UE en el caso de no acreditar los conocimientos adecuados a las materias incluidas en los art.9.3b) y 9.3c) pueden optar, para su reconocimiento por una prueba de aptitud o un per?odo de pr?cticas, de conformidad con lo que establecen las directivas 89/48/CEE y 95/51/CEE. Tambi?n se han de acreditar conocimientos de comprensi?n b?sica de las lenguas catalana y castellana. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [198] Se segu?a manteniendo el hecho que para ejercer la actividad de gu?a de turismo en un Bien declarado patrimonio y en los museos, era necesario estar en posesi?n de dicha habilitaci?n. Esta normativa, por tanto, afecta claramente a aquellos gu?as que quieran especializarse como gu?as de museo y, adem?s, les permite ejercer sus servicios en modalidad freelance. Este Decreto abre un doble proceso para la acreditaci?n de otras habilitaciones, o bien por la v?a del examen o bien por la v?a de un per?odo de pr?cticas. Para poder aplicar el Decreto se desarroll? la Orden ICT/352/2002 de 3 de octubre162 que regulaba paso a paso ambas v?as. As? tenemos que:  Para la v?a del examen el organismo que resolver? ser? el tribunal correspondiente determinado por la DGT  Para la v?a de las pr?cticas ser? necesaria la presentaci?n de un certificado emitido por la agencia de viajes contratante, donde se describa el servicio o servicios contratados, su fecha de realizaci?n, y si se han desarrollado adecuadamente, todo ello en virtud del art.9?. El problema de esta segunda v?a posiblemente pueda radicar en el hecho de que el gu?a act?a como freelance y lo puede contratar tanto una agencia de viajes como un particular, de modo que en el caso que act?e contratado por un particular queda completamente desamparado porque la norma no contempla este supuesto de hecho. No deja de ser, no obstante, una posible garant?a ya que la actividad del gu?a viene reconocida por la agencia de viajes, una empresa del sector. Art. 9? [...] La realitzaci? dels serveis s?acreditar? davant la Direcci? General de Turisme mitjan?ant certificat em?s per l?ag?ncia de viatges contractant en el qual es descrigui el servei o els serveis contractats, la data de realitzaci?, aix? com que 162 Vid. Anexo II Word Documentos. Documento Legal 2.6.4.3 Maria Abril Sellar?s [199] el servei o serveis han estat fet adequadament i no hi ha hagut cap queixa per part dels clients.163 ((Departament de Treball, Ind?stria, Comer? i Turisme, 1989: 355) En resumen, la evoluci?n normativa en Catalunya queda definida por una adaptaci?n peri?dica a las necesidades de la profesi?n y a una normativa que no siempre se ha adecuado a dichas realidades. A trav?s de la Tabla 2.6.4.1 se puede visualizar de manera esquem?tica el proceso evolutivo desde el momento en que la CA de Catalunya ha tenido potestad de legislar sobre materia de turismo, y concretamente las normas que han afectado directamente a la profesi?n de gu?a de turismo. Tabla 2.6.4.1: Normativa en la CA de Catalunya CCAA Normativa antes de la Directiva Bolkestein Directiva Bolkestein afectaci?n en la normativa Catalunya Decreto 210/1989 de 1 de agosto, por el cual se reglamenta la profesi?n de Gu?a de Turismo en la Comunidad Aut?noma de Catalunya. Decreto 5/1998, de 7 de enero, sobre la actividad de gu?a de turismo. Decreto 120/2000, de 20 de marzo, por el cual se modifica el art?culo 11 del Decreto 5/1998 de 7 de enero. Orden ICT/352/2002, de 3 de octubre, por la cual se establecen los procedimientos de reconocimiento de habilitaciones de gu?as de turismo expedidas por otras administraciones p?blicas. Ley 15/2007, de 5 de diciembre, de la Agencia Catalana de Turismo. Decreto Legislativo 3/2010, de 5 d?octubre, per a l?adequaci? de normes amb rang de llei a la Directiva 2006/123/CE, del Parlament i del Consell, de 12 de desembre de 2006, relativa als serveis en el mercat interior. Fuente: Elaboraci?n propia en base a la normativa existente 163 Trad. [...] La realizaci?n de los servicios se acreditar? ante la DGT mediante certificado emitido por la agencia de viajes contratante. En dicho certificado vendr? descrito el servicio o servicios contratados, la fecha de realizaci?n, as? como el hecho de que el servicio se ha desarrollado adecuadamente y sin quejas del cliente que lo ha recibido. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [200] 2.7. Aproximaci?n de la figura del Gu?a de turismo en el museo: Prestaci?n del servicio, formaci?n y competencias cognitivas 2.7.1 La prestaci?n del servicio El gu?a de museo164 tiene o tendr?a que tener su ?mbito de actuaci?n restringido al equipamiento muse?stico, sea cual sea el objetivo y el mandato de dicho museo, pudiendo depender de ?l o bien ser externo, a nivel laboral, en ambos casos, las pautas podr?an ser delimitadas por ambas partes sin perjuicio de un buen servicio. Los elementos de la prestaci?n del servicio del gu?a de museo son tres: el equipamiento muse?stico, el visitante y el gu?a de museo, siendo la prestaci?n del servicio la visita guiada tur?stica. Elementos que se analizar?n a continuaci?n respecto a su relaci?n con el gu?a de turismo en su funci?n de gu?a de museo. Figura 2.7.1.1: Los elementos que configuran la prestaci?n del servicio Fuente: Elaboraci?n propia 164 En este apartado se utilizar? el t?rmino de gu?a de museo, entendiendo dicha figura derivada del gu?a de turismo cuando trabaja en este equipamiento. No son en realidad sin?nimos, pero su uso facilitar? la comprensi?n de este cap?tulo. LA PRESTACI?N DEL SERVICIO El museo El visitante El gu?a de turismo en el museo Maria Abril Sellar?s [201] 2.7.1.1 El museo Para algunos autores como Picazo (1996) el museo es lo que forma parte del llamado soporte f?sico. Dicho autor establece un encuadre amplio de la figura del gu?a de turismo, no en el m?s preciso del de museo, de modo que no todo lo expuesto por Picazo ser?a v?lido para este elemento de la prestaci?n. El espacio muse?stico habr?a que entenderlo de dos maneras distintas, y acotar claramente el ?mbito de estudio geogr?fico, as? como su dependencia p?blica o privada; ello permitir?a una investigaci?n m?s racional y concreta. Respecto a c?mo entenderlo, es evidente que hay que distinguir entre el continente y el contenido. Y a los dos ?mbitos habr? que referirse en la prestaci?n del servicio, ya que el espacio en s? mismo considerado puede afectar a la din?mica de la prestaci?n y, por supuesto, a los contenidos. Un gu?a de museo, en ning?n caso podr?a obviar la presentaci?n del continente y del contenido de museo, incluso en sus explicaciones cabe la posibilidad de ir mezclando elementos del continente y el contenido, en el caso de que el continente fuese un edificio se?alado a nivel hist?rico, arquitect?nico o social. El edificio en s? mismo no dejar?a de ser un elemento m?s de la interpretaci?n por parte del gu?a de museo. Respecto al contenido, y tal y como ha se?alado Serret (2011)165, el museo tendr?a que realizar una serie de cursos para facilitar los conocimientos necesarios, as? como los criterios precisos para que la labor de interpretaci?n del gu?a fuese la m?s adecuada y correcta posible. Cabe pensar incluso en la necesidad de se?alar c?mo se querr?a el movimiento o flujo de visitantes dentro del museo, evitando con ello el desfase de las capacidades de carga. Dentro de ese soporte f?sico, el gu?a podr?a tener, adem?s, un instrumento para poder realizar su servicio: los llamados intercomunicadores tur?sticos para museo, es decir, con un peque?o micr?fono que no permite la expansi?n de la voz, sino 165 Entrevista (Serret, X. entrevista personal, 05 de septiembre de 2011). An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [202] intercomunicarse con el grupo, el gu?a podr?a ir explicando, en una voz totalmente imperceptible para el resto de visitantes el museo, la tem?tica escogida para la visita, y s?lo su grupo podr?a escucharlo a trav?s de pinganillos. Es evidente que la revoluci?n tecnol?gica hasta ahora ha quedado sumamente apartada del mundo de los gu?as de museo, e incluso de los gu?as en general. No se menoscaba para nada el trabajo de un gu?a si usa elementos y soportes t?cnicos, bien al contrario, ello puede ayudar a la comprensi?n y capacitaci?n del p?blico que tenga a su cargo en dicha visita. No hay que olvidar que con el aumento de visitantes en los museos, hay espacios interiores que son muy reducidos y en donde la capacidad de carga se puede sobrepasar de manera continuada. Si adem?s a?adimos que en dicho espacio puede haber un gu?a de museo o varios dando explicaciones en voz alta para que el grupo le oiga bien, esta situaci?n podr?a hacer imposible que el resto de los visitantes se sintieran c?modos en dicha sala. El respeto es fundamental para la consecuci?n de un servicio bien prestado, y para estos casos la tecnolog?a al servicio del gu?a de museo es b?sica tanto para establecer un contacto comunicativo directo con los usuarios a los que gu?a, como para mantener el respeto por el espacio com?n con personas que no forman parte de la visita guiada. Adem?s, el sistema de intercomunicador permitir? que todo el grupo oiga perfectamente al gu?a de museo, cosa que no suele ser habitual cuando se habla en voz alta. La concentraci?n podr? ser tambi?n m?xima, y el ?xito est? asegurado, siempre que el gu?a de museo no olvide las dem?s t?cnicas de comunicaci?n: capacidad gestual, miradas a sus visitantes, y preguntas ret?ricas o comentarios que puedan arrancar alguna sonrisa o un gesto al grupo. El riesgo de esos intercomunicadores es que el gu?a se convierta en un instrumento m?s mec?nico que no pasional, por lo que deber? tratar de evitarlo. 2.7.1.2 El gu?a de turismo en el museo Cuando se habla de los gu?as de museos hay que tener claro desde un principio a qu? tipo de museo va a realizar su actividad de manera continuada o puntual. Y adem?s es evidente que no es lo mismo trabajar en el ?mbito del museo p?blico o del museo Maria Abril Sellar?s [203] privado. Mientras el privado goza de una plena o casi plena libertad para se?alar su proyecto de futuro, el p?blico se ve circunscrito a unas decisiones que se sit?an fuera de su exclusiva responsabilidad y alcance. Sin ir m?s lejos, en nuestro pa?s, donde el reajuste presupuestario ocasionado por la crisis econ?mica desde el a?o 2007 ha determinado una forma de hacer gesti?n muse?stica cada vez m?s precaria Por otro lado, el museo cada vez mira m?s hacia el p?blico visitante, trasladando con ello su inter?s de las colecciones al p?blico. Ello le permite al museo pasar a ser un agente cultural vivo, que le gusta conocer qu? intereses mueven al p?blico a visitar su espacio. De manera que para conocer esos intereses, una figura importante en su gesti?n es quiz? ese ?ltimo eslab?n (gu?a de turismo en el museo) que le permite entender el feedback y llevarlo a estamentos superiores. La investigaci?n en este punto, llevar?a a saber que ser?a necesario dentro del marco laboral para poder realizar dicha actividad. As? tendremos que distinguir varias cosas: En el caso que el gu?a sea freelance y por tanto facture sus servicios al museo, es evidente que se encuentra frente al ?mbito del ejercicio de una libre profesi?n, y que por tanto ser? aut?nomo, teniendo que llevar ?l mismo el control de sus facturas, sus declaraciones trimestrales del IRPF, (en caso que as? lo hubiese delimitado al darse de alta de IAE), y finalmente el IVA, aunque se pueden dar excepciones para que este impuesto nos sea aplicado cuando las actividades sean dirigidas a la formaci?n reglada. Finalmente quedar?a la declaraci?n anual del IRPF. En el caso de que dependa del museo, se tendr?a que ver varios supuestos:  si forma parte del personal del mismo, siendo entonces funcionario o personal laboral al servicio de la administraci?n p?blica en el caso que el museo fuese p?blico.  si est? contratado tendr?a que verse qu? tipo de contrato se realizar?a y atender a los convenios colectivos.  en estos ?ltimos tiempos ha habido una pr?ctica bastante com?n entre los museos, ya fuesen p?blicos o privados, que ha sido la de ir externalizando una An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [204] serie de productos, y entre ellos el producto visitas, llevadas a cabo por gu?as que frecuentemente acaban siendo monitores. La empresa contratante factura directamente al museo, y el gu?a factura a la empresa contratante, ya que normalmente se convierte la relaci?n contractual en una relaci?n de gu?a freelance. Como es ya sabido, a menudo, la labor de un gu?a tur?stico es hacer conocer parte del patrimonio de una ciudad al visitante y conectarlo con ella. En su evoluci?n el gu?a ha percibido c?mo los visitantes han ido cambiando y su ciudad tambi?n, y a ?l le ha tocado asumir esos cambios o fenecer por no haberse sabido adaptar. Antes de continuar insistamos en el hecho de que en estas primeras d?cadas del siglo XXI se ha producido un auge de turismo cultural (v?ase apartado1.3.2), a trav?s del cual las ciudades muestran con m?s agrado su patrimonio al visitante; unas ciudades en donde tambi?n las asociaciones culturales han aumentado considerablemente en n?mero y, por tanto, en donde se produce un auge en las actividades muse?sticas. Ya no es posible pensar en hacer una visita basada sencillamente en lo que es conocido en jerga tur?stica del gu?a, como ?sota, caballo y, rey? es decir, Montju?c, Sagrada Familia s?lo por fuera y Barrio G?tico sin interiores. El visitante pide m?s, y si bien la panor?mica subsiste como una de las formas de visita tur?stica, no es menos cierto que la especificidad en la visita pasa a ser una visita a la carta. En esta visita a la carta se pueden apreciar elementos tan caracter?sticos como puede ser un Gaud?, pero tambi?n un mercado como la Boqueria, o tambi?n el museo Picasso y el museo del Bar?a, sin olvidar la Fundaci?n Mir? y un nuevo producto relacionado de nombre ?paseando por los lugares mironianos?, por hacer referencia a los elementos que se han convertido en cierto modo en ?iconos? tur?sticos. Es por todo esto, que al gu?a tur?stico ya no le tiene que bastar un conocimiento superficial de los elementos iconicos de la ciudad, por que el turista se vuelve cada vez m?s exigente, y con m?s ganas de conocer los recursos que configuran dicha ciudad, de modo que reciclarse, investigar y aprender son elementos que tendr?an que formar parte del vocabulario y del bagaje profesional del gu?a de turismo. Maria Abril Sellar?s [205] 2.7.1.3 El visitante ?Ha cambiado la ciudad porque ha cambiado el tipo de visitante? O ?ha cambia el tipo de visitante porque ha cambiado la ciudad? Muy probablemente la respuesta se encuentre encerrada entre ambas formulaciones. Lo que s? es cierto es que dependiendo de la tipolog?a de visita el gu?a se encontrar? frente a un tipo de visitante y frente a un tipo de ciudad. En el caso que aqu? incumbe, la ciudad de Barcelona, ha tenido cambios importantes desde la ?ltima d?cada del siglo XX y ha ido apostando por una diversidad de productos que pueden satisfacer los niveles de exigencia de cualquier visitante, y para ello sus int?rpretes tienen que evolucionar, sino en el mismo grado, casi, o puede llegar un momento que las altas tecnolog?as y evidentemente los precios hagan su funci?n de sustituci?n y la profesi?n se quede en la memoria del tiempo. Es evidente que no todos los visitantes desean el mismo tipo de visita. ?stos, ya sea por procedencia o por inter?s propio, conllevan distintas tipolog?as de visitas a aplicar. Los llamados privates, visitas para una o dos personas, o familias reducidas hasta un m?ximo de 6 o 7, (Picazo, 2011) que exigen del gu?a un dominio total no s?lo de la lengua sino de la ciudad. Puesto que la personalizaci?n del servicio es total, su nivel de exigencia es m?ximo, de modo que la visita a un museo pasar? por ser profunda y reforzando los puntos que el cliente demanda. En grupos peque?os alg?n error en la lengua se puede tener menos en cuenta pero lo que s? es irrenunciable es el nivel de contenidos y explicaciones y, por tanto los saberes sobre la ciudad deben ser alt?simos, aunque la atenci?n prestada al visitante se reparta entre varios y no entre uno o dos visitantes. Por supuesto que el nivel de exigencia para una visita al museo se mantiene en la franja alta. Los grupos con m?s de veinte personas y menos de treinta, ya muestran intereses distintos, e incluso pueden ser encontrados, de modo que no todos tienen el mismo nivel de exigencia. El gu?a siempre mostrar? un nivel aceptablemente alto del idioma, pero en cuanto al nivel de exigencia de contenidos, tendr? que equilibrarlo entre An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [206] aquellos que tienen un sumo grado de inter?s y aquellos en que su inter?s es menor. El equilibrio en este caso lleva al ?xito de la visita. Y dentro de los museos evidentemente pasa lo mismo. En estos casos incluso puede que se llegue a perder a alg?n cliente porque ya tiene suficiente, o porque su inter?s se dirige a otros puntos no muse?sticos, aceptado la visita al museo entre otras muchas actividades que han sido programadas o inclu?das en su viaje/estancia. Finalmente quedan los grupos de m?s de treinta personas, aqu? el gu?a lo que tiene que mostrar sobre todo es un control del grupo, el uso de las din?micas m?s adecuadas para intentar mantener su atenci?n y procurar no perder a nadie y que mayoritariamente salgan satisfechos del servicio obtenido. Sus explicaciones pasan por ser m?s livianas ya que ha de llegar a todo un p?blico, que por numeroso es tambi?n variopinto, con expectativas muy diversas y con edades de todo tipo, de modo que lo que se procura es que aquello que se explique sea claro, breve y atractivo. El idioma se aprecia, pero si hay errores son tenidos, en mucha menor medida, en cuenta que en grupos m?s reducidos. Y evidentemente, con las nuevas formas de entender la muse?stica, estos tipos de grupo se habr?n de dividir en dos, lo cual requiere la presencia de otro gu?a y otra din?mica para poder hacer la visita. 2.7.2 La formaci?n del gu?a de turismo Lo que antiguamente era una carrera de diplomatura, se ha convertido en los cambios realizados por la nueva normativa europea, Bolo?a, en una carrera de grado (antiguamente licenciatura). Respecto a las human?sticas en el grado de turismo, ya desde su inicio poco fueron tenidas en cuenta, pues se entend?a una diplomatura m?s t?cnico-cient?fica que no de ciencias sociales, y esto al momento actual, no ha cambiado en demas?a. Los graduados en turismo tienen en la carrera la opci?n de hoteler?a, ocio, agencias de viajes, mirando hacia las asignaturas t?cnicas, en la mayor?a de las ocasiones y dejando en un segundo lugar las human?sticas. De modo que dif?cilmente suelen aparecer los grados de turismo en la especializaci?n de gu?as, int?rpretes y/o mediadores culturales. Maria Abril Sellar?s [207] Por otro lado, s? que hay que tener en cuenta que hoy las industrias del ocio se han direccionado hacia la dimensi?n de la participaci?n y consumo, lo que permite aumentar las ocasiones de experimentar vivencias de goce y disfrute, siendo justo esa visi?n la que falta en la mayor?a de los centros docentes. Hoy ya no s?lo se venden servicios, se venden las experiencias capaces de generar emociones, sensaciones, disfrute, afectos, etc. De ah? que el desarrollo de productos tur?sticos se tendr?a que realizar desde un concepto de la econom?a, de la experiencia, de la diversi?n, del juego, y de los viajes, donde todos los prestatarios tienen algo importante que decir al visitante y, de anexionarse a dichos criterios, ning?n prestatario tendr?a que quedar al margen de estos conceptos, pero desgraciadamente desde el prisma de los estudios universitarios algunos de los profesionales quedan, casi o por completo, al margen. En este sentido, son pocas las escuelas universitarias adscritas a las distintas universidades que ofrecen el grado en interpretaci?n, marcan puntos muy concretos, entendiendo que estas figuras profesionales, han de convertirse en fabricantes de servicios, en dise?adores de exposiciones, en educadores ambientales, en planificadores e incluso gestores, para con ello conectar el patrimonio con el visitante. Y aquellas que los ofrecen a trav?s de un posgrado o un m?ster se dedican a varios conceptos de la interpretaci?n, pero le dedican poco en sus etapas curriculares al profesional humano de las mismas. Si miramos al mercado y vemos como la intenci?n principal del tiempo libre, sobre todo en pa?ses desarrollados est? sentada sobre la expectativa de una nueva experiencia satisfactoria, nos daremos cuenta que es evidente que se ha tenido o tendr?a que variar algunos elementos de la docencia para adecuarse lo m?ximo posible a dicha motivaci?n. En el caso que ocupa este estudio, y dado que el turismo cultural ha ido en aumento en estos ?ltimos a?os, tal y como se demostraba en el cap?tulo II, ser?a necesaria una adecuaci?n de, c?mo m?nimo, una de las especialidades que permitiese entender el mundo de la interpretaci?n cultural c?mo una v?a m?s de profesionalizaci?n. Esto permitir?a ajustar los conceptos necesarios para que las actitudes y aptitudes del int?rprete fuesen las adecuadas para una mejor calidad. Pero An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [208] ello desgraciadamente no es as? qued?ndose por el momento en una desiderta no cumplida. 2.7.2.1 An?lisis comparativo sobre la presencia de asignaturas vinculadas al guiaje en el Grado de Turismo de las escuelas universitarias de Barcelona Las diferentes escuelas universitarias adscritas a sus universidades respectivas en la provincia de Barcelona tratan con m?s o menos fortuna la docencia de la interpretaci?n, mediaci?n o guiaje en el grado de turismo en el marco de El Espacio Europeo de Educaci?n Superior. Estas Escuelas adscritas ofrecen sus planes docentes en base a los criterios del grado de turismo y con la libertad de entender la mejor adaptaci?n de su plan de estudios a los prop?sitos de las v?as que presentan como grado. Ello provoca que cada escuela universitaria adscrita oficialmente a una universidad presente variaciones en sus programas de grado. Para conocer la realidad de dichos estudios y saber de qu? modo directo o indirecto afecta a la formaci?n del gu?a de turismo, y por tanto de su especialidad en equipamientos muse?sticos, ha sido necesario hacer un estudio comparativo de los distintos programas, obteniendo el resultado que se adjuntar? en las Tablas que van desde la 2.7.2.1 a la 2.7.2.4, y que presentan un estudio en su conjunto. Para ello se estuvieron analizando entre abril y junio de 2012 las propuestas de grado tur?stico de dichas escuelas universitarias. Las Tablas 2.7.2.1 ? 2.7.2.4, responden al estudio investigativo de los programas de grado de las diferentes escuelas adscritas a las universidades de Barcelona, se divide en dos grandes bloques: por un lado qu? ofrece cada curso, y por otro aquellas asignaturas que de manera directa o indirecta tienen que ver con la especializaci?n de la profesi?n de gu?as. Es importante tener presente que los dos primeros cursos son los generales y obligatorios para todos los alumnos, mientras que los cursos tercero y cuarto forman la v?a de la especializaci?n a la que puede optar el estudiante. Para conocer qu? asignaturas se pueden conectar con materias relacionadas directa o indirectamente con la formaci?n del gu?a de turismo, se ha optado por marcar con un Maria Abril Sellar?s [209] color distinto a las que tienen una incidencia indirecta (color verde) y aquellas que se relacionan directamente (color lila), de manera que incluso de una forma visual podamos tener percepci?n de lo que est? pasando en los estudios de grado sobre la profesi?n del gu?a. Los idiomas son uno de los pilares necesarios para la calidad y buena gesti?n de cualquier profesional dentro del sector tur?stico, y por tanto tambi?n afectan muy directamenteal gu?a de turismo, de manera que se refleja este hecho en todos los planes docentes. Pero a la hora de profundizar en los mismos se observa que ninguno de los idiomas se dirige directamente a las particularidades de la profesi?n del mediador, por tanto si bien aparece se?alado ya que el vocabulario que se utiliza as? como el listening y el speaking pueden focalizarse en la labor del gu?a, la realidad es que est? directamente dirigido a otras materias docentes dentro del grado de turismo, como por ejemplo la gesti?n hotelera, el marketing, la gesti?n de empresas de ocio, las agencias de viaje, entre otras. Queda por tanto afectado de manera indirecta, pero necesaria. Para tener clara cu?les de esas asignaturas realmente se dirigen a la actividad profesional del gu?a, al final de las tablas s?lo se computar? las que tengan una relaci?n directa con ella. A esta primera fase, le sigue una segunda. Una vez vistos los programas y determinada la importancia de los mismos para el sector profesional de los gu?as de turismo, tambi?n se analizar? uno de los apartados m?s importantes para los estudiantes que escogen unos estudios universitarios: las salidas profesionales. Para obtener una visi?n global, al igual que en el estudio de la comparativa de los programas de grado, tambi?n se realizar? una comparativa de las propuestas de salidas profesionales que tienen estas escuelas universitarias. Los siguientes cuadros se han elaborado en base a los planes docentes que aparecen en las p?ginas web de cada una de las escuelas que se ha trabajado. El universo con el que se ha elaborado dicho estudio ha sido del 100% puesto que al ser un volumen peque?o de tan s?lo nueve escuelas, se pod?a intentar trabajar y estudiarlas todas. Nos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [210] permite una investigaci?n anal?tica ? estad?stica del 100% y unos resultados totalmente fiables, sin margen de error. Las escuelas universitarias adscritas a una universidad p?blica o privada estudiadas son166:  Escola Sant Ignasi  Euroaula  EUM (Tecnocampus Matar? - Maresme)  Grupo CETT -UB  CETA (Escola Universitaria de Turisme)  EUTDH-UAB (Escola Universitaria de Turisme i Direcci? Hotelera)  Escola d?Estudis Superiors Universitaris Formatic Barna  Mediterrani (Mediterrani Escola Universit?ria de Turisme)  EUTH - St.Pol (Escola Universitaria de Turisme i Hoteleria Sant Pol) 166 Las p?ginas web que fueron utilizadas para la elaboraci?n de esta parte del estudio: CETA: http://www.ceta.edu.es, (p?gina consultada el 16-06-2012. Escola d'Estudis Superiors i Universitaris Formatic Barna: http://www.formatic-barna.com/~formatic/wwwformatic/index.php/es/ (p?gina consultada el 15 de junio de 2012) Escola Universitaria de Turisme i Direcci? Hotelera: http://eutdh.cat/articles-mostra-1608-cat-eutdh.htm, (p?gina consultada el 6 de junio de 2012). Escola Universitaria de Turisme i Hoteleria Sant Pol: http://www.satpol (p?gina consultada 15 de 06 de 2012). Euroaula: http://www.euroaula.com (p?gina consultada el el 15 de 06 de 2012) Grupo CETT: http://www.cett.es ((p?gina consultada el 14 de 06 de 2012. Mediterrani Escola Universit?ria de Turisme: http://www.mediterrani.com/index.asp (p?gina consultada el 15 de 06 de 2012):. Tecnocampus Matar? - Maresme. http://www.tecnocampus.cat/web/escola-universitaria-del-maresme (p?gina consultada el 14 de 06 de 2012). TSI Turismo Sant Ignasi. http://www.tsi.url.edu/es/grado?gclid=CMGN2fy-07ACFcwNtAodB1zb0g (p?gina consultada el 14 de 06 de 2012) Maria Abril Sellar?s [211] Tabla 2.7.2.1 Asignaturas Primer Curso An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [212] Fuente: Elaboraci?n propia En la Tabla 2.7.2.1, perteneciente al primer curso del Grado en Turismo, muestra como pocas son las escuelas universitarias que creen conveniente posicionar alguna asignatura que modele el futuro perfil educativo de los profesionales de la interpretaci?n y las visitas guiadas. Si bien hay un volumen importante de asignaturas en todas las escuelas, el n?mero de asignaturas ofertadas va desde las 9 que son el m?nimo hasta las 14 que son el m?ximo, siendo el promedio m?s com?n ofrecer 11 Maria Abril Sellar?s [213] asignaturas (v?ase Gr?fico 2.7.2.1), s?lo algunas realizan materias que afectan de manera indirecta o indirecta a la actividad profesional del gu?a de turismo, siendo una ?nica escuela adscrita, Turismo Sant Ignasi, Universitat Ramon Llull la que tiene una asignatura que se aplica directamente a la profesi?n del gu?a y se trata de la materia de Comunicaci?n. En el Gr?fico 2.7.2.2 aparecen exclusivamente aquellas asignaturas que de un modo directo o indirecto pueden aplicarse al perfil profesional del gu?a de turismo o mediador cultural. Es significativo que s?lo haya 1 del total de las 30 asignaturas, un porcentaje excesivamente bajo, ya que s?lo se corresponde con un 3,33%. De modo que se infiere que respecto al primer a?o ninguno de los centros universitarios potencia de manera especial el camino hacia esta actividad tur?stica. En las materias indirectas, las asignaturas que se consideran son: la geograf?a, turismo y patrimonio y patrimonio cultural, comunicaci?n cuando va acompa?ada de alg?n criterio m?s y las lenguas extranjeras. Hay que entender estas asignaturas como elementos que refuerzan los conocimientos del gu?a pero que no est?n pensadas de un modo directo para la formaci?n del perfil del mediador. Es evidente que pone en serios problemas a dicho perfil porqu? sin una preparaci?n correcta, se tiene que complementar con otras carreras, cursos espec?ficos, potenciaci?n de idiomas, etc. lo cual significa unos costes iniciales demasiado altos para cualquier persona que inicie una actividad profesional. Seg?n las motivaciones que las diferentes escuelas exponen en sus planes docentes, dichas asignaturas forman parte de la educaci?n human?stica, entendida a nivel global y no centradas en las necesidades espec?ficas que una parte del sector profesional tur?stico requiere. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [214] Gr?fico 2.7.2. 1: Relaci?n de las asignaturas de gu?a con las totales que se ofrecen en el primer curso Fuente: Elaboraci?n propia Gr?fico 2.7.2.2 Asignaturas que de una manera directa o indirecta tienen relaci?n con el perfil del gu?a de turismo Fuente: Elaboraci?n propia Viendo ambos Gr?ficos (2.7.2.1 y 2.7.2.2) podemos inferir que la situaci?n a nivel de estudios universitarios en el primer grado no es nada alentador, aunque si es necesario destacar que hay un volumen importante de materias asociadas indirectamente que pueden plantear al alumno otras opciones de las propias m?s all? de las relacionadas exclusivamente con la la gesti?n y los temas de direcci?n. Es evidente que todas las asignaturas que tengan relaci?n con las humanidades, con los idiomas y con la comunicaci?n, en un grado de afectaci?n u otro, ayudan a la labor de conocimiento e interpretativo interpretativo de los gu?as de turismo. Maria Abril Sellar?s [215] En conclusi?n, en este primer a?o ninguno de los nueve centros adscritos a sus universidades respectivas, ?stos muestran una clara tendencia por ofertar una propuesta que pueda llevar hacia la consolidaci?n del perfil profesional del gu?a de turismo. Si bien es cierto que no deja de ser el primer curso, no es menos cierto que las otras asignaturas barajadas ya muestran perfiles profesionales tur?sticos encaminados en su mayor?a a disciplinas de gesti?n y direcci?n. Tabla 2.7.2.2 Asignaturas Segundo Curso An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [216] Maria Abril Sellar?s [217] Fuente: Elaboraci?n propia Siguiendo el camino de lo que realizan los centros adscritos, el resultado del segundo curso (ver Tabla 2.7.2.2), a pesar del volumen de asignaturas en total, noventa y cuatro, s?lo veintiocho de las mismas hacen referencia de manera, en este caso, ?nica y exclusivamente indirecta al perfil profesional del gu?a. Estamos hablando de los siguientes porcentajes: 70,21% de las asignaturas van referidas a otras materias que pueden distar completamente de la formaci?n del gu?a de turismo, y un 29,78% de asignaturas que indirectamente pueden ayudar a esta formaci?n (v?ase Gr?fico 2.7.2.3). Si se observan las asignaturas indirectas, se podr?a decir que son las mismas que aparec?an en el primer purso, y que las escuelas que no las daban en el primero las dan en el segundo. As? tenemos: Geograf?a, Patrimonio Cultural, Geograf?a Tur?stica Mundial. Aparecen adem?s Patrimonio de los Destinos, y Destinos Tur?sticos, que hacen referencia gen?ricamente a los recursos patrimoniales que podemos encontrar en los distintos destinos. Por tanto se sigue en la t?nica del concepto de cultura general y no en el camino de la especificidad que necesita esta figura profesional. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [218] Gr?fico 2.7.2.3: Relaci?n de las asignaturas de gu?a con las totales que se ofrecen en el segundo curso Fuente: Elaboraci?n propia Gr?fico 2.7.2.4: Asignaturas que tienen como objetivo directo o indirecto la figura del gu?a de turismo Fuente: Elaboraci?n propia Un panorama un tanto desalentador es el que nos ofrecen los Gr?ficos 2.7.2.3 y 2.7.2.4, ya que tenemos que entender que la preocupaci?n por dicha profesi?n en el segundo curso de todas las escuelas resulta relegada a un segundo plano, puesto que el 100% de las asignaturas asociadas muestran exclusivamente una relaci?n indirecta. Muy probablemente el hecho de incluir en estos gr?ficos las asignaturas de los idiomas sea un elemento a favor aunque sea por v?a indirecta. Un estudio de dichos idiomas nos ayudar?a a entender en qu? nivel de profundidad el l?xico, la comunicaci?n idiom?tica, y las bases human?sticas as? como art?sticas son trabajadas en estas Maria Abril Sellar?s [219] asignaturas. Nuestro estudio s?lo quiere ver una situaci?n general, lo cual deja la puerta abierta a otras l?neas de investigaci?n donde la did?ctica de los idiomas se pueda estudiar desde el punto de vista del mundo de los gu?as de turismo. Tabla 2.7.2.3: Asignaturas Tercer Curso An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [220] Fuente: Elaboraci?n propia Hemos de tener en cuenta que tanto el tercer curso como el cuarto, representado en las Tablas 2.7.2.3 y 2.7.2.4, son cursos destinados a las optativas del grado. Donde el estudiante inicia una nueva etapa: la de escoger una v?a de especializaci?n. Los centros adscritos en su mayor?a, ocho de los nueve, y con similitudes a tener en cuenta en este momento de la etapa curricular, generan dos v?as distintas de especializaci?n, una hac?a la direcci?n hotelera y otra hac?a la direcci?n de turismo y ocio. Es en esta Maria Abril Sellar?s [221] segunda v?a donde tendr?amos que incluir la especializaci?n del gu?a de turismo y todas las variantes que puedan ofrecer. Nos preguntamos, dado las variantes del perfil del gu?a de turismo: informador tur?stico, gu?a de naturaleza, gu?a de museos, gu?a de ciudad, gu?a de monumentos, asistente de grupos, gu?a de ruta, coordinador de viajes, si cabr?a pensar en una l?nea que, junto a otras asignaturas como gesti?n de las visitas, gesti?n en los espacios muse?sticos, creaci?n de productos tur?sticos, una asignatura de orientaci?n laboral, permitiese consolidar de manera clara la especializaci?n de esta profesi?n. La Tabla 2.7.2.3 muestra un cambio, respecto a las tablas anteriores. Las asignaturas indirectas han aumentado considerablemente, aunque s?lo una parte de cada una de ellas toca tangencialmente el producto visitas guiadas. Del total de asignaturas ofrecidas en el tercer curso, noventa y tres, treinta dos de ellas indirecta o directamente pueden asociarse al perfil del gu?a de turismo, as? de las noventa y tres asignaturas que configuran el total ofertado, el 65,59% de las mismas forman parte integrante de una variedad de perfiles profesionals mientras que un 34,40% son las podemos asociar al perfil del gu?a de turismo. Evidentemente los idiomas se siguen manteniendo, y por tanto, aunque no est?n especializados en el vocabulario del mundo del gu?a, no es menos cierto que enriquecen su lenguaje y les permite una comunicaci?n m?s fluida. Y finalmente se recuperan o se crean algunas asignaturas directamente relacionadas como: la Creaci?n de Itinerarios y Guiaje, la Mediaci?n Tur?stica Cultural y/o la Creaci?n de Itinerarios Tur?sticos. As? los Gr?ficos 2.7.2.5 y 2.7.2.6 nos muestran esta evoluci?n, y c?mo uno de los centros universitarios, caso del CETT, de las cinco asignaturas que de un modo u otro afectan a la profesi?n del gu?a, dos de ellas lo hacen directamente, lo que significa un 40% del total, un porcentaje importante dado que se encuentra en la etapa de especializaci?n, pero no se puede olvidar que hace relaci?n a una ?nica escuela. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [222] Gr?fico 2.7.2.5: Relaci?n de las asignaturas de gu?a con las totales que se ofrecen en el tercer curso Fuente: Elaboraci?n propia Gr?fico 2.7.2.6: Asignaturas que tienen como objetivo directo o indirecto la figura del gu?a de turismo Fuente: Elaboraci?n propia No es que la proporci?n de asignaturas directas sobre las indirectas sea tan marcada como en los cursos anteriores, as? podemos se?alar que del total de las asignaturas un 85,71% recaen de manera indirecta, pero el dato positivo es que un 14,28% lo hacen de manera directa. Seguimos entendiendo que estos porcentajes son demasiado bajos para poder decir que por parte de los centros que imparten el grado de turismo hay una voluntad de crear un perfil claro y educativo hacia el mundo del gu?a de turismo y las variantes que puede presentar. Maria Abril Sellar?s [223] Tabla 2.7.2.4 Asignaturas Cuarto Curso An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [224] Maria Abril Sellar?s [225] Fuente: Elaboraci?n pr?pia An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [226] La Tabla 2.7.2.4 pone de manifiesto las asignaturas de cuarto curso, donde uno de los elementos coincidentes en todos los centros es el Proyecto Final de Grado (PFG). Las especialidades a trav?s de las optativas aparecen claramente marcadas, ninguna de las escuelas aqu? tratadas tiene un itinerario claro referido a la profesi?n de gu?a, de hecho s?lo se hacen asignaturas aisladas, que son m?s un atractivo de cr?ditos que no una etapa curricular adecuada para la formaci?n de los estudiantes en el ?mbito del guiaje. A parte de que algunas escuelas presentan asignaturas que otras las mostraban en las etapas de los cursos obligatorios, como Geograf?a Tur?stica Mundial, Geograf?a Tur?stica de Espa?a, Heritage and Culture, se puede apreciar c?mo bajo un mismo t?tulo se unifican profesiones tan distintas como la de Gu?a Tur?stica y la de Tripulante de Cabina de Pasajeros. Otro punto a considerar es el volumen de asignaturas optativas ofertadas, con ciento setenta y cinco asignaturas frente las noventa y seis m?ximo de cursos precedentes. Cabe apuntar que hay un centro adscrito que no podemos evaluar por no hacer menci?n expl?cita de qu? asignaturas forman parte del plan de grado. No obstante, hemos considerado conveniente que aparezca en los Gr?ficos 2.7.2.7 y 2.7.2.8 puesto que s? que ofrecen asignaturas optativas. No sabiendo cu?les ni en qu? n?mero, lo ?nico que hacemos es constatar su existencia. Gr?fico 2.7.2.7: Relaci?n de las asignaturas de gu?a con las totales que se ofrecen en el cuarto curso Fuente: Elaboraci?n propia Maria Abril Sellar?s [227] El 26,85% del total de las asignaturas se pueden asociar de una manera directa o indirecta con el perfil educativo de los gu?as de turismo. En el 73,14% no cabe dicha asociaci?n. Sigue siendo un porcentaje realmente bajo, si consideramos el volumen de asignaturas ofertado en este cuarto curso, ciento setenta y cinco o m?s si conoci?semos cu?l es la oferta espec?fica del Centro EUM. Son los centros EESU Formatic Barna, Euroaula, Ceta y Mediterrani los que presentan el porcentaje m?s elevado de asignaturas, trece de veintis?is, diez de treinta y cuatro, nueve de veintisiete y siete de veinticinco respectivamente. Estos cuatro centros est?n adscritos a la Universitat de Girona, siguen las directrices de dicha Universidad cuyos programas de estudio de grado tiene m?s en cuenta los valores human?sticos y de guiaje.167 Gr?fico 2.7.2.8: Relaci?n de asignaturas asociados directa o indirectamente con el gu?a de turismo Fuente: Elaboraci?n propia Cuando entramos a analizar las cuarenta asignaturas vemos que hay un mayor equilibrio entre las directas e indirectas, puesto que a nivel indirecto tenemos un 69,44% de las asignaturas asociadas al guiaje, mientras que directamente son un 30,55%. Es evidente que para la profesi?n no es lo mejor, ya que en base a los datos obtenidos la etapa curricular del gu?a de turismo no es, ni de lejos, completa. 167 Por estar fuera de nuestro ?mbito de estudio no se ha hecho un estudio de dicha Universidad, pero se opta por hacer una leve referencia al tener cuatro centros adscritos a la misma. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [228] Las asignaturas a lo largo de los cuatro a?os son en global un compendio sobre gesti?n y direcci?n, la mayor?a de los centros adscritos, entienden los grados en un concepto m?s econ?mico que human?stico. Si comprobamos en bloque todas las asignaturas y vemos tambi?n de modo unitario aquellas dedicadas a las Ciencias Sociales, y concretamente human?sticas, (Tabla 2.7.2.5) el resultado es un desequilibrio entre ambas. Tal y como nos muestra el Gr?fico 2.7.2.9, s?lo el 23% de las materias se dedican a las sociales, quedando el 77% para las t?cnicas y directivas ? gestoras. Figura 2.7.2.1: Relaci?n asignaturas por cursos y global de asignaturas en el grado Curso 1er curso 2? curso 3er curso 4? curso Totales Volumen de asignaturas 93 94 96 175 458 N?mero de asignaturas directamente relacionadas con el mundo de los gu?as 31 28 32 47 138 Asignaturas relacionadas indirectamente 29 28 28 36 121 Asignaturas relacionadas directamente 1 0 4 11 16 Fuente:Eelaboraci?n propia Gr?fico 2.7.2.9: Porcentajes de las asignaturas de grado Fuente: Elaboraci?n propia Finalmente de esas asignaturas directas e indirectas el Gr?fico 2.7.2.10 es a?n m?s demostrativo de la falta de m?dulos especializados para el perfil profesional objeto de Maria Abril Sellar?s [229] nuestra investigaci?n. S?lo el 12% de las mismas est?n pensadas para el mundo del gu?a. Gr?fico 2.7.2.10 Porcentajes entre asignaturas directas e indirectas en la etapa curricular de la figura del gu?a de turismo Fuente: Elaboraci?n propia En definitiva, si es insuficiente la manera de presentar una v?a curricular para formar el perfil profesional del gu?a de turismo, a?n es m?s insuficiente cuando intentamos ver si algunas de las asignaturas que afectan directamente a esta profesi?n, piensan en la especializaci?n y concretamente en la muse?stica. El resultado obtenido es que no hay ni una sola asignatura que se dedique exclusivamente al mundo de los gu?as en los museos. Abogamos porque sea posible en un futuro, si se entiende la ocupaci?n de gu?a como una profesi?n dentro del sector tur?stico, la creaci?n de las asignaturas pertinentes tanto a nivel general como a nivel espec?fico. Evidentemente tendr?a que estar adaptada a cada una de las CCAA ya que los museos son completamente distintos en cu?nto al peso espec?fico del criterio de jerarquia que determina la OEA-CICATUR 168, as? tenemos que de nivel 1, son los casos de M?laga o el de M?rida, por ejemplo, mientras que en otras CCAA su criterio jer?rquico pasa a nivel 2 como, Valencia, Toledo y en alg?n caso se ha convertido en nivel 3, caso de Madrid, Bilbao y Barcelona. 168 Entendiendo por jerarqu?a seg?n OEA-CICATUR, la capacidad de generar flujos tur?sticos por s? mismos o en combinaci?n con otros, siendo el valor 5 el m?s alto y el valor 1 el valor que necesita m?s apoyo de otros recursos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [230] El Estudio de los Centros a?n nos permite a?adir un elemento m?s. En las p?ginas web de cada uno de ellos, aparecen las salidas profesionales que puede tener un egresado al finalizar el grado. Los resultados que hemos obtenido se encuentran reflejados en la Tabla 2.7.2.6 donde se puede apreciar que la profesi?n de gu?a de turismo s? aparece de manera indirecta en tres ocasiones y mencion?ndola expresamente en cuatro de las nueve escuelas. Figura 2.7.2.2: Salidas Profesionales Turismo Sant Ignasi  Gesti?n Tur?stica y Hotelera: Gestionar y dirigir organizaciones o empresas, p?blicas o privadas, relacionadas con el sector tur?stico, hotelero, recreativo y del ocio. Dirigir o asesorar organizaciones tur?sticas y hoteleras tanto en el ?mbito global de la organizaci?n como en cualquiera de sus ?reas funcionales. Planificar, dise?ar, distribuir y comercializar productos y destinos tur?sticos. Euroaula  El t?tulo de Grado en Turismo capacita: para cargos de direcci?n de operaciones de los siguientes ?mbitos tur?sticos: Hoteles, alojamientos tur?sticos, restauraci?n, intermediaci?n, transporte y log?stica, planificaci?n y gesti?n p?blica de destinos, productos y actividades tur?sticas, parques tem?ticos, formaci?n, investigaci?n y consultor?a, instituciones p?blicas dentro del sector tur?stico. EUM  Alojamiento: labores directivas y comerciales (hoteles, balnearios, campings, clubs de vacaciones, alojamientos rurales, casas de colonias, etc.  Empresas de intermediaci?n: dise?o de productos y servicios en agencias de viajes, mayoristas, centrales de reservas, etc.  Comunicaci?n: marketing, marketing en l?nea, informaci?n tur?stica gu?as de turismo, etc.  Transporte: gesti?n de empresas y servicios log?sticos, transporte a?reo, mar?timo, ferrocarril, alquiler de coches, empresas de autocares, etc.  Ocio y cultura: gesti?n de museos y gesti?n de eventos culturales.  Ocio Deportivo: gesti?n de instalaciones deportivas, eventos deportivos, estaciones de esqu?, deportes de aventura, campos de golf y clubs n?uticos  Ocio l?dico: gesti?n de eventos populares, conciertos, parques de atracciones y tem?ticos, parques acu?ticos, centros recreativos y Maria Abril Sellar?s [231] comerciales  Negocios: organizaci?n de congresos y viajes de incentivo  Naturaleza: gesti?n de parques naturales y zool?gicos. CETT  Planificaci?n y gesti?n de destinos: Jefe de proyectos tur?sticos en grandes ciudades. Director de campa?a de promoci?n del destino. T?cnico de gesti?n de administraciones p?blicas. Coordinador del servicio de atenci?n al visitante. Gestor de espacios de ocio. Gestor de destinos tur?sticos. Gu?a acompa?ante. Responsable de marketing. Responsable de programa del plan de dinamizaci?n. Responsable de oficina de turismo. T?cnico en herramientas digitales y cartograf?a tur?stica.  Productos y actividades tur?sticas: Gestor de espacios de ocio. Director de marketing. Incentives operator. Responsable de producci?n. Responsable del departamento de animaci?n. Responsable de grupos. Responsable de enoturismo. Dise?o de productos y actividades tur?sticas. Gestor de turismo cultural. Int?rprete del patrimonio. Dinamizador de turismo cultural. Gu?a de espacios culturales. Informador tur?stico.  Organizaci?n de eventos y congresos: Organizador profesional de congresos, eventos e incentivos. T?cnico de congresos. Responsable de booking. RRPP. Project manager. Planificador MICE. T?cnico DMC. Gestor de incentivos. Jefe de ventas. Administraci?n  Intermediaci?n: Consultor de viajes. Project manager. Agente de viajes. Receptivo. Account manager. Departamento de operaciones tur?sticas. Gestor de p?ginas web y marketing on-line. Responsable de GDS. Social media/Community manager. Gu?a. Contabilidad/finanzas. Reservas /booking.  Transportes y Log?stica: Experto en movilidad tur?stica. Director comercial. Responsable de GDS. Responsable de servicios de atenci?n al cliente. Jefe del departamento de reservas. Responsable de operaciones. RRPP. Responsable de gesti?n de las tripulaciones. Tripulante de cabina (TCP).  Docencia, Investigaci?n y Consultor?a: Consultor tur?stico. Docente. Formador corporativo. Investigador. Responsable de auditor?as. Empresas de consultor?a especializadas en la hoteler?a y/o la restauraci?n, centros de formaci?n. Docentes e investigadores especializados en los aspectos culturales, hist?ricos y sociales que contextualizan la gastronom?a y el turismo gastron?mico. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [232] Consultor formador corporativo. Responsable de auditor?as  Empresas de Alojamiento: Establecimientos hoteleros, cadenas hoteleras, centros termales, campings, clubes de vacaciones, residencias rurales, apartamentos tur?sticos, cruceros? Director o subdirector de hotel - Responsable de organizaci?n de congresos/eventos - Director comercial - Responsable de RRPP - Director del ?rea de alojamiento - Revenue manager - Jefe de recepci?n - Departamento de administraci?n - Departamento de calidad y desarrollo - Departamento de RRHH - Event sales manager - F&B manager ? Gobernanta/e - Guest relations - Key account manager - Responsable de reservas - Social media/Community manager - Gestor de alojamiento en casas rurales, apartamentos tur?sticos, residencias, hospitales y similares  Empresas de Restauraci?n: Restaurantes, empresas de colectividades, empresas de catering, restauraci?n de empresas de alojamiento? Director de catering - Director de restauraci?n - Director de banquetes y convenciones - Jefe de compras - F&B manager - Director de operaciones - Responsable comercial de restauraci?n - Responsable de centros de colectividades - Responsable de economato y bodega  Gastronom?a: Creador y gestor de productos, eventos y servicios tur?sticos - Promotor del patrimonio alimentario y gastron?mico - Profesional del marketing gastron?mico CETA  No hace menci?n de las salidas profesionales EUTDH  Empresas, organizaciones e instituciones del sector (Agencias de viajes, hoteles, centros de ocio?)  Establecimientos, servicios, entidades de promoci?n y oficinas de turismo  Empresas relacionadas con la oferta tur?stica complementaria vinculada al lugar de destinaci?n y a las actividades de turismo tem?tico  Empresas relacionadas con la creaci?n, la distribuci?n, la comercializaci?n de productos y de trabajos de asesoramiento  Investigaci?n tur?stica en instituciones p?blicas y privadas  Consultor?a  Docencia Maria Abril Sellar?s [233] Escola d?Estudis Superiors Universitaris Formatic Barna  Gesti?n y planificaci?n de espacios tur?sticos  Gesti?n y direcci?n empresarial en alojamientos tur?sticos (hoteles, balnearios, campings, clubes de vacaciones, alojamientos de turismo rural, multipropiedades, cadenas de empresas de alojamiento...)  Gesti?n y direcci?n en empresas de intermediaci?n como agencias de viajes receptivas y emisoras y en operadores tur?sticos, mayoristas y todo tipo de empresas vinculadas.  Oficinas y centros de informaci?n tur?stica en la Administraci?n p?blica (Generalitat, Ayuntamientos, Diputaciones) y en les entidades privadas (asociaciones, etc.)  Gesti?n de empresas de ocio y de tiempo libre como museos, exposiciones, ferias, congresos, parques tem?ticos, parques naturales, entidades deportivas.  Gesti?n y direcci?n en empresas de transporte a?reo, mar?timo, fluvial, por carretera y ferroviario  Gesti?n y direcci?n en otros servicios log?sticos, como compa??as de alquiler de coches, seguros o banca Mediterrani  No hace menci?n de las salidas profesionales Escola Universit?ria de Turisme St. Pol  Direcci?n Hotelera Internacional: director de hotel, director de restaurante, director de alimentos y bebidas, puestos corporativos en cadenas hoteleras, consultor hotelero, consultor de restaurantes, jefe departamental de hotel...  Gastronom?a, Restauraci?n y Eventos: jefe de cocina, chef ejecutivo, consultor gastron?mico, chef emprendedor, director de empresas de restauraci?n social colectiva, director de eventos, director de alimentos y bebidas, director de restaurante, consultor de restaurantes, consultor gastron?mico? Fuente: Elaboraci?n propia An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [234] Gr?fico 2.7.2.11: Las Salidas profesionales que indican los Centros adscritos Fuente: Elaboraci?n propia Una de las cosas que m?s desconcierta en esta parte del estudio es el hecho de que si s?lo hay un 12% del total de las asignaturas que hablan directamente sobre los gu?as de turismo, haya un 34% de las escuelas universitarias que la propongan como salida profesional, y que un 33% la propongan de manera indirecta. Es decir, de un modo u otro, los centros adscritos en un 67% piensan que la actividad de gu?a es una salida laboral m?s dentro del sector tur?stico (Ver Gr?fico 2.7.2.11). Una incongruencia que deja claro el divorcio existente entre los estudios del grado de turismo y la figura del gu?a de turismo y de todas derivaciones que se encuentren en el mundo laboral ligadas al guiaje. En este apartado hemos hecho un estudio b?sico de las escuelas universitarias de turismo que se encuentran en la ciudad de Barcelona. A nivel metodol?gico y abriendo nuevas v?as de investigaci?n se podr?a realizar un nuevo estudio comparativo entre todas las escuelas universitarias de una CA e incluso de mayor alcance, un estudio a nivel estatal, lo que dar?a una idea de c?mo se est? proyectando el futuro educativo en materia de turismo y cu?l es la incidencia de la realidad en la teor?a. Dado que Espa?a es uno de los pa?ses receptores a nivel europeo en el sector tur?stico, m?s importante, y por lo tanto, al ser la realidad espa?ola un contexto en que pueden complementarse la investigaci?n y la realidad en el ?mbito tur?stico, esta constante puese converstirse en una v?a interesante de investigaci?n. Maria Abril Sellar?s [235] 2.7.3 Competencias cognitivas del gu?a de turismo. Aplicaci?n al gu?a de museo 2.7.3.1. Capacidades, actitudes y conocimientos del gu?a de turismo Dada la importancia que tiene un gu?a de turismo para el pleno desarrollo de la actividad tur?stica en diferentes aspectos como la soluci?n de problemas, el buen trato con el cliente, el respeto y la responsabilidad con el entorno, as? como su propia imagen, la de la empresa en caso que trabaje para una, y la ciudad que representa, se hace necesario se?alar los aspectos que permiten comprender por qu? la labor de un gu?a de turismo no es tan sencilla como se plantea. ?Qu? se le pide al gu?a de turismo en general? Seg?n Picazo, se le piden unas capacidades, actitudes y conocimientos concretos para poder ejercer su actividad, y dichos elementos se sustentan en tres grandes pilares: conocimientos, idiomas y din?mica de grupos (Picazo, Asistencia y gu?a a grupos tur?sticos, 1996). Pero el gu?a debe su posici?n laboral por las acciones que tiene con sus clientes, as? que sus caracter?sticas no son s?lo como trabajador sino tambi?n como persona, y es justamente la cualidad personal la que a?ade ese plus a la interpretaci?n. Al gu?a le acompa?aran sus valores ?ticos, a los que habr? que a?adir los valores del c?digo ?tico mundial para el turismo que ha establecido la OMT para conseguir un desarrollo responsable y sostenible del mismo. Algunos de los valores que tienen que formar parte de su esencia son: honestidad, responsabilidad, solidaridad, justicia, e identidad cultural, entre otros valores. El fin ?ltimo que debe proponerse el gu?a profesional es el de alcanzar, mediante el desempe?o en su trabajo, las condiciones ?ptimas para que la visita se convierta en un medio para el desarrollo de la comunicaci?n humana y promover de este modo el intercambio socio-cultural. El gu?a ha de ser capaz de motivar el inter?s y el respeto por la cultura local y el cuidado del patrimonio de cualquier naturaleza. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [236] Siendo este profesional el que ofrece un servicio directo y personal durante el tiempo en que el contrato de prestaci?n de servicios determine, lo que est? realizando es humanizar una actividad tur?stica unida a la transmisi?n de la informaci?n, brindada de forma clara, interesante, sin intenci?n pol?tica ni discriminaci?n, y con un contenido veraz, objetivo y cierto, ofreci?ndolo con inter?s y motivaci?n (Esparza, Ru?z, y Guzm?n, 2007). Figura 2.7.3.1.1: Las bases que configuran la esencia del gu?a de turismo Fuente: Elaboraci?n propia En cuanto a las capacidades del gu?a y las din?micas de grupo 1. Tener dotes de Leader. Sus decisiones tienen que ser claras, precisas, el grupo las tiene que entender y, evidentemente, ?l las tiene que llevar a la pr?ctica. Es el l?der formal, pero dadas las diferentes tipolog?as de clientes se puede encontrar con otros l?deres, por lo que tiene que conseguir, con una conducta adecuada, con el razonamiento de sus acciones y con grandes dosis de seducci?n y de servucci?n, la satisfacci?n tur?stica del cliente sin que por ello ?ste se sienta impelido a hacer algo o a obedecer ?rdenes. No se debe olvidar que el cliente- turista viaja para divertirse, no para sentirse obligado a realizar actividades. 2. Dentro de la formaci?n que un profesional del turismo posee, hay un elemento fundamental que integra la esencia de su actividad: se trata del esp?ritu de servicio, el cual se pone en funcionamiento con el trato directo con el cliente. Normalmente a este esp?ritu en el sector tur?stico se le conoce con el nombre de Din?mica de Grupos Conocimientos Idiomas Maria Abril Sellar?s [237] ?Servucci?n?, dar un servicio que no es lo mismo que ser servil (Gal? y Maj?, 1999). En esa l?nea, nos referimos a que en tanto en cuanto se realiza la actividad de gu?a, ?ste lo hace con simpat?a, inspirando confianza, dando lo mejor de s? para amoldarse a los clientes ? turistas, consigue una interacci?n o feedback positiva por su labor, y si en su servicio integra el sello de calidad as? como los intangibles necesarios para que el visitante entienda sin confusiones ni errores de qu? se trata el destino, entonces el objetivo de la servucci?n ser? alcanzando sin dificultad. 3. El gu?a tiene que tener excelentes habilidades interpersonales, no puede quedarse al margen del turista-cliente, pero tampoco se puede integrar como si de un amigo ?ntimo o un familiar se tratase. Esas habilidades van referidas a entender qu? necesidades tiene el grupo para saber qu? tipo de informaci?n e interpretaci?n de los recursos se adecua m?s a sus necesidades. 4. Como consecuencia del punto 2, una vez vistas las necesidades debe adaptar su discurso al cliente ? turista, sin ello es imposible que una visita guiada consiga los resultados que el visitante espera obtener. Una vez se contrata el servicio, ?ste es para el cliente ?nico y s?lo consumible una vez, pero para el gu?a se puede convertir en algo totalmente repetitivo. El riesgo de la repetici?n puede llevarlo a una actitud ap?tica y mon?tona que repercute directamente sobre el cliente, ya que la transmisi?n deja de ser positiva, firme, objetiva, din?mica y con el valor a?adido de las interrelaciones de la interpretaci?n, para convertirse en una especie de audio-gu?a sin m?s car?cter que el que puede transmitir una m?quina. 5. Capacidad de automotivaci?n y entusiasmo. El gu?a no tiene que esperar a ser motivado. El quehacer diario ha de llevarle a esa motivaci?n, considerando que cada d?a y cada grupo son distintos y que, por tanto, merecen el mismo respeto y responsabilidad de trabajo todos sus clientes. Como bien dice la OMT, la capacidad y calidad de los gu?as hacen o deshacen la reputaci?n de un sitio (OMT, 1985). 6. Un gu?a tiene que ser locuaz, tener una dicci?n clara y ser preciso y sencillo en sus explicaciones; sus habilidades para describir los recursos han de hacer que el An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [238] visitante se sienta atra?do por el mismo y desee conocer m?s sobre ?l. No debe perderse en discursos filos?ficos y no olvidar nunca que un turista no desea que se le imparta ning?n tipo de lecci?n, sino que busca dedicar unas horas para conocer mejor un pa?s, entrar en contacto con su cultura y conocer un poco m?s el destino en el que se encuentra; de esto a recibir una lecci?n magistral hay un paso que no hay que dar. El gu?a no es un profesor, es un int?rprete del entorno y de los recursos. Entusiasmar hablando es una de las herramientas m?s importantes en la mediaci?n interpretativa humana. 7. Tiene que saber desarrollar la memoria y aplicar los conocimientos en el momento justo. No es cuesti?n de dar una conferencia sobre Gaud?, por ejemplo, sino de explicar qu? signific? Gaud? en su tiempo as? como su obra, y hacerlo en el contexto pertinente. 8. Debe saber administrar eficientemente el tiempo, y para ello es necesario que sea puntual, serio en el trabajo y conocedor de c?mo es una ciudad. El entorno afecta considerablemente a la imagen no s?lo del gu?a sino de lo que significa la sociedad local. No hay que olvidar que es tambi?n imagen del lugar donde trabaja. 9. Entender que ?l es no s?lo la imagen de un sector profesional sino la imagen de un destino tur?stico, o como ?ltimamente se est? se?alando la imagen de una marca tur?stica. 10. Capaz de planificar y organizar una visita. Cada grupo es distinto, cada d?a es distinto, por tanto una visita en esencia tambi?n ha de ser lo mismo, pero cuando se lleva a la pr?ctica, la visita puede desarrollarse de muchas maneras seg?n el cliente de que se trate, seg?n el entorno y seg?n la comunicaci?n que se espere de ese profesional. La visita tiene que preverse en los m?s m?nimos detalles y tiene que parecer a ojos del cliente la mejor visita guiada que han recibido, puesto que ha sido organizada correctamente. Esta capacidad, por tanto, tambi?n requiere de iniciativa por parte del gu?a. Un gu?a sin iniciativa puede abocar al fracaso su servicio tur?stico. Maria Abril Sellar?s [239] 11. Esto nos lleva finalmente a la ?ltima de las capacidades: un gu?a tiene que ser resolutivo. Es en momentos de dificultad por hechos coyunturales acaecidos en la ciudad, en el tr?fico, en el desarrollo de las propias actividades, donde este profesional del turismo ha de conseguir los prop?sitos iniciales planteados sin que por ello el cliente-turista tenga que sufrir las consecuencias del devenir de esas situaciones imprevistas. Por tanto, el gu?a ha de transmitir firmeza, ha de mostrar que sus ideas son claras, ha de ser preciso en sus acciones y ha de manejar las situaciones sin perjuicio del servicio que est? prestando. En una visita no se puede prever todo, pero si se puede ser resolutivo con las dificultades que aparezcan durante el desarrollo de la misma. En cuanto a los conocimientos Tendr?n que basarse en dos grandes bloques: los conocimientos te?ricos y los pr?cticos; estableci?ndose ambos sobre el lugar en que el gu?a determina su ?mbito de actuaci?n. En el an?lisis de los centros universitarios (tablas 42 a 45) que realizan el grado de Turismo aparec?an una serie de asignaturas que bien directa o indirectamente pod?an ayudar a asumir estos conceptos, pero ve?amos que eran insuficientes las propuestas. Cuando se analiz? la normativa pudimos apreciar que en el desarrollo de los reglamentos para acceder a las habilitaciones administrativas pertinentes se daba un elenco de materias que permit?an conocer parte de esos conocimientos: historia, historia del arte, patrimonio cultural y natural, din?mica de grupos, sociedad, e incluso algunos conocimientos de la econom?a que m?s gusta conocer a los turistas, como nivel de paro, alquiler o coste de compra de una vivienda, salario medio, entre otros datos que son de curiosidad com?n entre los visitantes tur?sticos. En definitiva, los conocimientos tienen que abarcar todos los ?mbitos en los que un gu?a se pueda mover. Es imposible ser especialista de todo, pero si es posible que el gu?a de turismo en su quehacer profesional prevea aquellos elementos del conocimiento a nivel social que m?s pueden atraer al turista ? cliente. No es necesario An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [240] explicar hasta el ?ltimo detalle t?cnico, es necesario conocer que existe. No es necesario saber todas y cada una de las formas y medidas arquitect?nicas existentes, es necesario saber transmitir y comunicar c?mo se constru?a en una ?poca determinada. No es necesario explicar a un arquitecto c?mo se hizo el edificio sino la vida del edificio. Ese es el valor del gu?a, dar vida a los recursos patrimoniales para que el visitante disfrute con ellos y conozca adem?s todo aquello que circunda al recurso, pudiendo comprender las relaciones del mismo con la sociedad local y con su entorno (Picazo, Asistencia y gu?a a grupos tur?sticos, 1996). Para poder alcanzar el nivel de excelencia un gu?a tiene que formarse d?a a d?a, no sirve s?lo la formaci?n en las aulas, o el aprendizaje memor?stico. Las vivencias, las curiosidades, las leyendas, las an?cdotas, y esa capacidad que se ped?a de iniciativa y automotivaci?n son sumamente importantes. Un gu?a deja de ser un gu?a excelente cuando se conforma con el nivel de profesionalidad y aprendizaje logrado en un determinado momento. Es imprescindible que el gu?a sea capaz de evolucionar permanentemente, adapt?ndose no s?lo a las nuevas t?cnicas y medios tecnol?gicos existentes sino tambi?n a la evoluci?n de la propia sociedad, pudiendo as? alcanzar unos m?nimos de calidad deseables y necesarios. En pleno siglo XXI vamos camino del turismo sostenible. En este contexto el gu?a tiene que adaptarse a las nuevas ideas de proponer visitas y de entender a los grupos de un modo distinto hasta c?mo ahora se hab?a hecho. El gu?a debe poder y saber respetar el entorno para que ?ste pueda seguir existiendo y, por tanto, pueda ?l seguir realizando su actividad laboral. El desarrollo de la sociedad tiene que ser el desarrollo del gu?a. Si los grupos muestran cada vez m?s la idea de especializaci?n y el aumento del turismo cultural es constante, el gu?a tendr? que pensar en esa especializaci?n y en incrementar sus conocimientos para poder responder a las nuevas demandas. El ?nico que establece la medici?n de la satisfacci?n es el cliente a trav?s de sus opiniones posteriores al servicio, ya sea por v?a escrita y/o por v?a oral, y tambi?n, especialmente en estas ?ltimas d?cadas, a trav?s de Internet (webs, blogs y redes sociales) y mediante las apps telef?nicas tipo wasap y otras. Maria Abril Sellar?s [241] En cuanto a los idiomas Es indudable que ya no sirven los idiomas b?sicos para realizar visitas guiadas. El conocimiento profundo del idioma da seguridad no s?lo al gu?a, sino tambi?n al grupo que se siente c?modo y sigue la interpretaci?n que su l?der est? haciendo. Este es un punto que los reglamentos de desarrollo del examen para las pruebas de habilitaci?n ya lo preve?an de manera espec?fica: un examen oral y un examen escrito sobre los idiomas con los que el gu?a desee trabajar. Es importante tener presente que un gu?a es de tradici?n oral y no escrita. Por ello hay que hacer hincapi? en el hecho de que los idiomas hay que hablarlos correctamente, si se escriben tambi?n correctamente mejor, pero hay que tener claridad de la prioridad existente en este asunto. Un gu?a no transmite sus interpretaciones escribi?ndolas, sino habl?ndolas. Si bien la calidad del servicio puede ser medida mediante cuestionarios de satisfacci?n, es evidente que el servicio en s? mismo no, ya que es intangible. 2.7.3.2 Capacidades, actitudes y conocimientos del gu?a de turismo en el museo Evidentemente que todo lo que se ha dicho respecto al gu?a de turismo es aplicable al gu?a de museo, ya sea ?ste freelance o dependiente de la instituci?n. Pero adem?s de las propuestas en general hay que plantear las espec?ficas. El ?mbito del museo es m?s reducido, pero no significa que lo que se le pida al gu?a de museo sea menos, bien al contrario, dado que su marco de actuaci?n es m?s reducido, tienen que ser mayores los conocimientos que posea del mismo, as? como tener claramente identificado el m?todo del museo y sus objetivos. En definitiva, este gu?a de museo se convertir? por un espacio corto de tiempo en la imagen que dar? el museo al visitante y en lo que le pretende hacer llegar dicho espacio. Por lo tanto, al igual que al gu?a de turismo se le piden una serie de conocimientos, unos idiomas adecuados, una actitud concreta y un servicio excelente; lo mismo le corresponder?a al gu?a de museo, puesto que se convierte adem?s en la imagen del mismo. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [242] Los tres pilares en que se basan las caracter?sticas de los gu?as de turismo m?s la servucci?n, tendr?n que encajar y ser coincidentes con los criterios del museo, si bien se deber?n tener en cuenta algunas especificidades. En cuanto a los conocimientos Los conocimientos tienen dos pilares b?sicos: a) Conocimientos te?ricos. Seg?n la tem?tica del museo, la especializaci?n ser?a cada vez m?s alta, y para llegar a dicha especializaci?n no s?lo se requieren estudios precedentes, sino un constante reciclaje que permita al gu?a de museo moverse con total libertad por el espacio muse?stico en cuanto a sus elementos cognitivos. El gu?a en la percepci?n y absorci?n de conocimientos ha te tener claro c?mo y d?nde aplicarlos, lo cual le dar? una capacidad de adaptaci?n lo suficientemente alta para adecuarse posteriormente a las diferentes tipolog?as de grupos a los que asista en sus visitas. b) Conocimientos pr?cticos. Menos necesarios en el caso de los gu?as de museos, ya que no les es necesario, por ejemplo, conocer el cambio de moneda, d?nde se encuentra tal restaurante o qu? transporte coger para desplazarse de un lado de la ciudad a otro. No estar?a de m?s que los conociese, pero los visitantes para conocer esos elementos pr?cticos dif?cilmente se dirigir?n a un gu?a de museo para consultarlo, lo har?an en las oficinas de turismo y a los gu?as de turismo. Si el gu?a de turismo se especializase en temas culturales y m?s concretamente en los museos existentes en el destino en el que trabaja, es evidente que tendr?a mucha m?s capacidad de transmitir los objetivos que los propios centros culturales tienen fijados de manera clara y espec?fica. Para conseguirlo es necesario un proceso de formaci?n que puede tener distintas v?as a) que el propio museo haga cursos de reciclaje y visitas direccionadas a los gu?as para convertirlos en buenos especialistas, Maria Abril Sellar?s [243] b) el que el propio gu?a se autorrecicle, comprando los materiales necesarios y haciendo visitas constantes al museo, o c) que las asociaciones y las empresas de gu?as existentes hagan cursos de reciclaje y conocimientos sobre el museo(s) de inter?s a nivel tur?stico y, por tanto, pensadas desde el punto de vista del visitante m?s que desde el punto de vista pedag?gico. ?Es posible conocer en profundidad todos los museos de una ciudad? Es evidente que la respuesta depende de la magnitud de la ciudad y de la importancia de sus museos. En una ciudad como la de Barcelona este conocimiento resultar?a, si no imposible, quiz? inviable. De modo que el gu?a tiene que entender que sus conocimientos tendr?n que estar acordes con las demandas de los visitantes y en base a ello conocer, eso s? en profundidad, el patrimonio muse?stico que tendr?a que transmitir. No hay un n?mero concreto de museos, as? que un criterio objetivo ser?a ver las estad?sticas que, anualmente presenta la p?gina web www.barcelonaturisme o la revista del ICUB, y reconocer aquellos museos que est?n posicionados en los primeros lugares en cuanto a visitantes. En cuanto a los idiomas La necesidad de llegar al p?blico visitante, desde todos los puntos de vista, hace que los idiomas, se conviertan en algo indispensable cuando esos visitantes son for?neos a la ciudad y su idioma no es el oficial en el destino. El dominio del idioma es necesario y fundamental para el buen desarrollo del ejercicio profesional, aunque no es suficiente conocer correctamente la lengua del visitante. Es evidente que hablar bien es indispensable, pero un cliente se siente a gusto cuando su interlocutor no s?lo conoce su idioma a nivel te?rico sino tambi?n a nivel pr?ctico. Las expresiones, los modismos, la evoluci?n idiom?tica dan no s?lo seguridad al gu?a, sino tambi?n al cliente que observa que la interrelaci?n no es s?lo academicista sino, y sobre todo m?s importante, social (Mucchielli, 1998). An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [244] En la entrevista realizada al Sr. Joan Call?s 169?ste confirmaba el hecho de que normalmente un museo solicita un gu?a por dos razones: o bien porque su equipo ya no puede absorber m?s visitas, o bien porque hay una falta de idiomas que el gu?a de turismo complementa sin ning?n tipo de dificultad. Por tanto, una de las virtudes del gu?a tiene que ser el constante reciclaje y aprendizaje, as? como el perfeccionamiento constante en los idiomas por los que su carn? le habilita. Din?mica de grupos y actitud de servicio Implica muchos elementos: la actitud, la servucci?n, la gesticulaci?n, la expresi?n oral, el dominio del grupo, tener una capacidad de liderazgo casi innata, y a ello hay que a?adir esa capacidad tan importante de interpretaci?n. En definitiva, el trato directo con el visitante. Es claro que lo que presta el gu?a de museo es un servicio que tiene que ser veraz en el momento contratado, objetivo, pasional e interpretativo. Por otro lado el servicio al visitante no es tangible, una vez realizado ya no se puede almacenar, cada visita es un servicio ?nico e irrepetible (o tendr?a que serlo). No se puede devolver, haya o no haya gustado al visitante, el servicio ya est? prestado. El visitante podr? estar en disconformidad, podr? presentar una queja si lo cree conveniente, pero ese servicio ya se ha producido y no podr? recuperarlo nunca, no se puede repetir como un documento, una fotocopia o un trabajo administrativo. De modo que la actitud y los conocimientos, b?sicos para la satisfacci?n del visitante, deben ser expuestos y transmitidos a tiempo real, sin segundas oportunidades. Es sorprendente como hay visitantes que valoran mucho m?s lo bien que se ha explicado, lo bien tratados que se sintieron, lo amables que fueron, lo pendientes que estuvieron, que no los conocimientos profundos en s? mismo. Si bien en el turismo cultural los visitantes tienen m?s nivel y son cada vez m?s exigentes, demandan tambi?n que ese conocimiento confluya con todo lo dem?s. No obstante hay un elemento que no se puede olvidar: el gu?a no est? para dar lecciones sino para hacer interpretaciones, y a 169 Esta entrevista fue concendida (Call?s, J. entrevista personal, 26 de agosto de 2011) Maria Abril Sellar?s [245] veces ese es un hecho que el gu?a ha de tener presente aunque los visitantes lo olviden o no lo sepan. Capacidad de interpretaci?n Los principios propuestos por Larry Beck y Ted Cable serian completamente compatibles con las capacidades que tendr?a que tener un gu?a de museo (Beck, y Cable, 1998). Estos autores proponen una serie de principios a nivel general donde los primeros seis criterios se muestran como una reinterpretaci?n de los que propuso en su d?a Tilden (1957). Los nueve siguientes son buenas aportaciones por parte de estos dos autores y casar?an la mayor?a de ellos, al igual que los de Tilden, con una de las capacidades m?s importantes del gu?a de museo. Haciendo un estudio sobre dichos principios y aplic?ndolo a las capacidades del gu?a de museo tendr?amos que: 1. Para despertar el inter?s, los contenidos de los mensajes transmitidos por los int?rpretes tendr?an que relacionarse con la vida de los visitantes. En este caso, la interrelaci?n que surja ya sea a nivel art?stico o cient?fico, ha de ser clara, puede ir acompa?ada de una imagen, o de una cita que sea bien conocida por los oyentes. En la actualidad y con los medios modernos existentes, las im?genes ya no es necesario que se lleven con una fotocopia, o una l?mina, es mucho m?s atractivo el uso del Ipad que puede ser adem?s un objeto de atenci?n importante. 2. El prop?sito de la interpretaci?n m?s all? de la entrega de informaci?n, llega a consistir en la revelaci?n de una verdad y un significado profundo. F?cil de entender en criterios cient?ficos este principio, pero menos categ?rico cuando se trabaja en el campo de las humanidades. La pretensi?n es que el visitante se entretenga y entienda un poco m?s sobre los temas que trata el museo. Es evidente que ello va ligado a esa verdad y significado, puesto que recordemos que una de los valores mintr?nsecos a la profesi?n del gu?a es no mentir nunca. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [246] Si algo no se sabe, mejor decirlo claramente al visitante, pero inventar es pernicioso y puede poner en duda el discurso coherente que se llegue a seguir y la fiabilidad del gu?a de museo frente al grupo. Es evidente que un gu?a no puede estar constantemente diciendo que no lo sabe, pues tambi?n afecta al inter?s del p?blico que con clara raz?n se preguntar?a que tipo de gu?a de museo han encontrado. Pero en alg?n caso o momento, la necesidad de responder ?no lo s?? es mejor a cualquier invento o embuste, puesto que algunos miembros del grupo, pueden incluso llegar a hacer preguntas (conociendo la respuesta) para saber hasta qu? punto es fiable y se puede creer o no en ese gu?a. 3. Toda presentaci?n interpretativa (al igual que una obra de arte) tendr?a que dise?arse como una historia que informe, entretenga e ilustre. Un gu?a crea un discurso buscando una tem?tica concreta: cronol?gica, objetiva, cient?fica, de an?lisis, pero siempre siguiendo un discurso que sea lo suficientemente atractivo para mantener la atenci?n del visitante durante el tiempo de la visita. Por lo que se puede entender de las visitas que presentan los propios museos, la necesidad de atenci?n y el discurso duran aproximadamente una hora. 4. El prop?sito del mensaje interpretativo es inspirar y provocar a la gente para que ampl?e sus horizontes. Ya se tiene claro que el objetivo del gu?a de museo, en su concepto m?s tur?stico, es el de entretener y acercar al visitante al museo, haci?ndole part?cipe del mismo y no con el temor de enfrentarse a algo pesado y aburrido. Est?, no obstante, subyacente el hecho de que el visitante al recibir las explicaciones y la interpretaci?n del gu?a vaya recibiendo dicha informaci?n, vaya proces?ndola autom?ticamente y acabe ampliando sus conocimientos de manera totalmente ajena a su voluntad de aprendizaje, ya que en principio su criterio de visita era conocer algo m?s, sin percibir por ello una lecci?n como en un centro educativo, pero entreteni?ndose en ese proceso. 5. La interpretaci?n deber?a presentar un tema o un planteamiento completo y deber?a ir dirigida al individuo como un todo. Cuando un gu?a de museo est? Maria Abril Sellar?s [247] realizando una visita tiene dos objetivos intr?nsecos: por un lado, abrir un tema y cerrarlo viajando con el museo a trav?s del mismo; y por otro, que cada uno de sus visitantes adquiera identidad propia, ya que no deber?a ver a esos visitantes como una masa, sin identidad propia. No se est? hablando que identifique uno por uno con nombres y apellidos a sus visitantes, eso ser?a bastante dif?cil e innecesario, pero s? que a trav?s de gestos, miradas, haga entender que cada uno de ellos es individual dentro de ese peque?o grupo. 6. La interpretaci?n para ni?os, adolescentes y adultos ?cuando ?stos constituyen grupos homog?neos- deber?a aplicar enfoques diferentes. Un gu?a experimentado sabe que cada grupo requiere una forma de hacer distinta. De ah? que ?sta figura, hoy por hoy, no puede ser sustituida por m?quinas (audio gu?as, Ipods, Ipads, bluberrys, entre otros aparatos) puesto que desconocen el p?blico que les est? escuchando. El gu?a sabe perfectamente las necesidades del grupo y adapta las explicaciones para poder interactuar y llegar a todos, sin perjuicio de no alcanzar el inter?s del grupo. 7. Todo lugar tiene su historia. Los int?rpretes pueden revivir el pasado para hacer que el presente sea m?s placentero y que el futuro adquiera un mayor significado. Puede que en un museo a veces no haya pasado y s?lo exista presente, pero ello no tiene que ser un obst?culo para el gu?a deba ser capaz de interrelacionar dichos conceptos, incluso con conceptos del pasado. Esto puede ayudar a la imaginaci?n del visitante a entender el porqu? de determinados eventos, hechos, descubrimientos u obras, pero en ?ltima instancia el gu?a ha de dejar que la imaginaci?n sea la del visitante y que ?ste al final recree aquello que crea entender. 8. Las altas tecnolog?as pueden revelar el mundo de maneras nuevas y apasionantes. Sin embargo, la incorporaci?n de estas tecnolog?as a los programas interpretativos deben realizarse con cuidado y precauci?n. Hasta hace poco tiempo las altas tecnolog?as no eran usadas por los gu?as, s?lo su voz, y alguna l?mina, le ayudaban a la interpretaci?n. En la entrevista realizada a Joan Call?s (Call?s, 2011) ?ste confirmaba que ya hay gu?as que usan la nueva An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [248] era de las TIC para apoyarse en sus explicaciones, no tanto en una imagen de video, sino en una Ipad, donde la interrelaci?n se hace mucho m?s efectiva. 9. Los int?rpretes deben cuidar la cantidad y calidad de la informaci?n a presentar (en cuanto a su selecci?n y precisi?n). Bien sintetizada y fundamentada en una buena investigaci?n, la interpretaci?n tendr? m?s poder que un gran discurso. Conocer la informaci?n y saber aplicarla en cada momento es lo esencial. No ser?a un buen gu?a de museo aquel que conociendo todos los conceptos los quiera aplicar en todas las visitas. Cada visita es distinta y por tanto los conocimientos a aplicar han de depender del momento en que se encuentra y del p?blico que tiene realizando la visita. El riesgo que corre un gu?a de museo (o cualquier tipolog?a de gu?a de turismo) es convertirse en un discurso de audio gu?a sin tener presente el cu?ndo, el c?mo y qui?n tiene frente a ?l. Esa es la gran diferencia de la interpretaci?n vivida en primera persona o a trav?s de los nuevos medios tecnol?gicos. 10. Antes de aplicar dise?os en interpretaci?n, el int?rprete debe conocer las t?cnicas b?sicas de comunicaci?n. Una interpretaci?n de calidad se fundamenta en las habilidades y los conocimientos del int?rprete, atributos que se deben poder desarrollar de forma continua. En la entrevista realizada al Sr. Call?s (Call?s, 2011) se evidenciaba claramente el problema de que en los cursos de reciclaje se dedicaba mucho tiempo y materia a temas patrimoniales e hist?ricos y muy poco a las din?micas de grupos, a t?cnicas de comunicaci?n y a saber llevarlos de manera eficiente. Por muchos conocimientos te?ricos que una persona tenga, por muchos estudios que haya realizado, si no es capaz de comunicarlos de manera clara, directa, breve y objetiva dif?cilmente alcanzar? los niveles interpretativos deseados y por tanto puede que no conecte con el grupo con el que est? trabajando. 11. La interpretaci?n deber?a estimular las capacidades de la gente e infundir un deseo de sentir la belleza de su alrededor, para elevar el esp?ritu y propiciar la conservaci?n del rasgo que es interpretado. El gu?a de museo, se convierte en el nexo m?s adecuado para esta funci?n de la interpretaci?n, porque evalua las Maria Abril Sellar?s [249] necesidades del grupo y puede in situ variar el discurso, adaptarlo a los intereses y conseguir una participaci?n activa si es necesaria. 12. Los int?rpretes deben ser capaces de promover actividades interpretativas ?ptimas, a trav?s de programas e infraestructuras bien concebidas, dise?adas de forma intencionada. Un museo que se prepare adecuadamente para las capacidades interpretativas facilitar? el trabajo al gu?a, pero tambi?n al rev?s, un gu?a que trabaje bien sus capacidades interpretativas podr? ayudar al museo a mejorar d?a a d?a y conocer qu? desea el p?blico visitante. 13. La pasi?n es el ingrediente indispensable para una interpretaci?n poderosa y efectiva; pasi?n por el rasgo que es interpretado y por aquellos que vienen a inspirarse con ?l. Esa capacidad humana de la pasi?n no la tiene, hoy por hoy, ning?n elemento de alta tecnolog?a, y es por suerte lo que nos diferencia a los seres humanos de los aparatos y m?quinas. Un gu?a de museo que no sienta como suyo el espacio, que no vibre con las obras, la t?cnica, la historia, o la tem?tica que ofrezca el museo en concreto, nunca ser? un gu?a de museo efectivo. La monoton?a, la voz sin acordes, la informaci?n sin matices, convierte a ese gu?a de museo en un audio gu?a sin vida. Y es evidente que el p?blico que solicita un gu?a de museo no quiere una m?quina, quiere una persona que lo haga vibrar, que le haga sentir algo, en definitiva, que no le deje indiferente ante la visita a ese espacio cultural que ha querido y deseado conocer con un car?cter de entretenimiento, de ocio, o pedag?gico. No hay que olvidar que el gu?a de museo se convierte en un elemento m?s del ?mbito de la gesti?n, y en una estructura en cadena, quiz? se encuentre al final de la misma, pero ello no significa que no sea relevante, puesto que ese eslab?n al final de todo es el que permite la conexi?n con el visitante, y por tanto el que acerca las inquietudes a los eslabones superiores. Es cierto que una parte de los museos carecen de gu?as de museo, ya sean propios o externalizados, y que seguramente funcionan bien as? (no podemos ponerlo en duda). Pero el servicio del gu?a es una oferta m?s en la gesti?n cultural que permite a?adir un An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [250] plus a las distintas actividades del museo y al conocimiento de las necesidades del visitante con la gesti?n del mismo, sin que por ello haya que acudir al director del centro para hacer llegar la opini?n. Maria Abril Sellar?s [251] CAP?TULO III: OBJETIVOS E HIP?TESIS An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [252] Maria Abril Sellar?s [253] Cap?tulo III: Objetivos e Hip?tesis que se formulan 3.1. Introducci?n El estudio y an?lisis del entorno de los gu?as de museo surge de la necesidad de establecer unos criterios te?ricos y metodol?gicos que ayuden a clarificar, en la medida de lo posible, la profesi?n de gu?a de turismo, y m?s concretamente, una figura dependiente e inherente a ella: la del gu?a de museo. El hecho de que ?ste, o bien porque se especializa en sus tem?ticas tur?sticas en los equipamientos muse?sticos o bien porque trabaja independientemente de dichos equipamientos, no permite clarificar la relaci?n existente entre el gu?a profesional y el museo. Es evidente que las nuevas tendencias del turismo cultural han creado cambios importantes y substanciales en los recursos patrimoniales, de modo que la mediaci?n humana en el patrimonio se convierte en un elemento clave para acceder a ?l de manera clara, interesante y adaptada a las exigencias de los visitantes. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [254] 3.2. Objetivo General Dicha actividad provoca una relaci?n dif?cil de establecer, a veces, entre el gu?a y el museo, ya sea por qu? posiblemente el museo no trace unas l?neas claras de separaci?n entre visitas pedag?gicas y visitas tur?sticas y, por tanto, no distinga entre el personal que hace unas u otras visitas, o ya sea por qu? el tri?ngulo relacional existente en una visita entre gu?a de turismo ? museo ? visitante parece que no est? establecido de manera clara y, consecuentemente, sea dif?cil de determinar el rol que cumple cada una de esas figuras. Alcanzar esa aproximaci?n a la figura del gu?a de museo, intentando identificar las diferencias con las otras figuras existentes, definiendo sus capacidades as? como esclareciendo c?mo ven los gestores culturales muse?sticos a este profesional, forma las bases del objetivo general que se plantea. El tri?ngulo visitante ? museo ? gu?a de turismo en el museo, si no est? establecido claramente conlleva a tener un equipo humano al uso, sin instaurar una diversidad dentro del equipo capaz de abarcar las necesidades del visitante, tanto pedag?gico como tur?stico. Si establecemos las diferencias de lo que significan, por un lado, las visitas pedag?gicas y por otro, las visitas tur?sticas, muy probablemente podr?amos alcanzar una forma h?brida, tal y como nos comentaron algunos de los gestores muse?sticos encuestados Las actividades de turismo cultural centradas en la ciudad de Barcelona suponen un contingente tur?stico que constituye una parte significativa de su producto interior bruto; como lo corrobora el informe HotStats 2012 UK, Europe y MENA Hotel Industry La investigaci?n pretende conocer la figura del gu?a de turismo en el museo y en su actividad de mediaci?n, la visita guiada tur?stica, en el contexto muse?stico de la ciudad de Barcelona. Maria Abril Sellar?s [255] Report, donde se refleja que el sector tur?stico en Barcelona contribuy? con el 15% al PIB de la ciudad (Try, 2012). Con este dato puede darse un abanico de posibilidades donde el turista ? visitante tenga la opci?n de escoger aquellas opciones tur?sticas por las que se sienta m?s atra?do e interesado. En este marco las visitas guiadas acercan al visitante tanto al recurso ? ciudad como al recurso ? equipamiento patrimonial, ofreciendolos al visitante para que conozca mejor dichos activos tur?sticos. El desarrollo de este objetivo general nos lleva en esta investigaci?n a subdividirlo en cinco objetivos espec?ficos: 3.3. Objetivos Espec?ficos  Objetivo espec?fico primero Analizar el proceso hist?rico de la figura del gu?a de turismo en el marco del Estado Espa?ol y concretamente en el ?mbito de la ciudad de Barcelona. Se trata de conocer c?mo naci?, c?mo evolucion?, qu? variantes existen, revisar si est?n recogidas dentro del marco legal y, finalmente, intentar entender porque ha sido tan denostada esta profesi?n. Para este an?lisis nos basaremos en la literatura cient?fica que, de manera directa o indirecta se aproxima a la profesi?n del gu?a de turismo y sus variantes.  Objetivo espec?fico segundo Determinar en qu? medida los profesionales dedicados a la mediaci?n tur?stica en Barcelona ejercen su tarea en el ?mbito muse?stico y, si es posible, caracterizar esta actividad de manera independiente. Para esta parte de la investigaci?n nos basaremos en un cuestionario elaborado y dirigido al mundo de los gu?as, as? como en dos entrevistas realizadas a personas con responsabilidades gestoras empresariales dentro del ?mbito que nos ocupa en la ciudad de Barcelona. Tambi?n tendremos en cuenta la literatura existente, que nos permitir? establecer los criterios de dicha actividad. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [256]  Objetivo espec?fico tercero Conocer cu?l es la actitud y criterio de los gestores muse?sticos en el ?mbito de la ciudad de Barcelona respecto a las actividades y funciones de los gu?as tur?sticos en su faceta de gu?as de museo. Para ello se ha elaborado un cuestionario dirigido a los gestores muse?sticos donde parte de las preguntas est?n pensadas en el marco de este tercer objetivo, con el prop?sito de tratar de obtener datos contrastados y veraces.  Objetivo espec?fico cuarto Averiguar cu?l es la gesti?n sobre las visitas guiadas en los museos de la ciudad de Barcelona y determinar si se establecen diferencias significativas entre aquellas que tienen un car?cter pedag?gico y las que presentan un car?cter exclusivamente tur?stico. En la elaboraci?n del cuestionario se pens? que un grupo de sus preguntas se dirigiese a obtener, a trav?s del an?lisis de las respuestas, los resultados precisos para establecer conclusiones para este objetivo espec?fico.  Objetivo espec?fico cinco Establecer los criterios con los que un gu?a de turismo en el museo tendr?a que trabajar para realizar con satisfacci?n las visitas en dicho equipamiento. Se han utilizado dos v?as para la obtenci?n de datos: las entrevistas realizadas a dos gestores tur?sticos en empresas de gu?as de turismo y el an?lisis de la literatura pertinente que ayude a consolidar dichos criterios. 3.4. Hip?tesis de trabajo Como consecuencia de la problem?tica anteriormente expuesta y del planteamiento de estos cinco objetivos espec?ficos, surgen distintas hip?tesis que a trav?s de la Maria Abril Sellar?s [257] investigaci?n presente ser?n contrastadas para su verificaci?n, al igual que los objetivos que se exponen. La Primera Hip?tesis nace del desarrollo de los objetivos que se nos han planteado en esta investigaci?n. De ser cierta esta hip?tesis resulta explicable porqu? hay una desafecci?n hacia la profesi?n del gu?a de turismo por parte de los gestores muse?sticos. La Segunda Hip?tesis que se maneja en la presente investigaci?n subyace al planteamiento anterior. Si esta hip?tesis resulta ser cierta la apuesta de la nueva museograf?a pasar?a justamente por programas muse?sticos tur?sticos fomentando dichas actividades. En la medida en que los museos de la ciudad no disponen de personal propio para realizar visitas guiadas tur?sticas y que los gu?as de turismo externos no tienen facilidades y/o voluntad para la actualizaci?n de los contenidos muse?sticos, los museos desarrollan sistemas de visitas pasivos o utilizan el personal pedag?gico para dichas visitas, lo cual conduce al no reconocimiento profesional del gu?a de museo. Habida cuenta de la desatenci?n que se produce en la gesti?n de los museos de Barcelona ante las necesidades del p?blico ? turistas en sus visitas guiadas y siendo los gu?as de museo uno de los nexos de uni?n entre el visitante y la instituci?n, la relaci?n entre este mediador y el espacio muse?stico deber?a fundamentarse en criterios de interrelaci?n. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [258] La Tercera Hip?tesis que se encuentra latente en esta investigaci?n por los planteamientos anteriores, es: En caso de ser cierta esta afirmaci?n se podr?a obtener un marco epistemol?gico para la figura del gu?a de museo. Si la figura del gu?a de museo se desprende de la figura del gu?a de turismo, las capacidades que debe asumir el gu?a de museo deber?an definirse a trav?s de sus conocimientos, idiomas, din?micas grupales y criterios de servucci?n dadas en el gu?a de turismo. Maria Abril Sellar?s [259] CAP?TULO IV: DESARROLLO DE LA INVESTIGACI?N Y APLICACI?N DE LOS INSTRUMENTOS DE OBTENCI?N DE DATOS An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [260] Maria Abril Sellar?s [261] Cap?tulo IV: Desarrollo de la investigaci?n y aplicaci?n de los instrumentos de obtenci?n de datos 4.1. Dise?o de la investigaci?n Nuestra investigaci?n se centra b?sicamente en la historia, evoluci?n y an?lisis de la figura del gu?a de turismo en el ejercicio de su actividad como mediador muse?stico, y c?mo el museo entiende a este gestor de conocimientos en su actividad de guiaje. Se trata, como ya se ha dicho anteriormente, de una profesi?n que se desarrolla sobre todo en pa?ses receptivos tur?sticos y que su valor est? en ser, a menudo, un nexo de uni?n entre el turista y el lugar que ?ste visita, aportando con su interpretaci?n un valor a?adido a los recursos culturales y naturales visitados por ?l. La diversificaci?n de tipolog?as que ha alcanzo el turismo ha puesto de manifiesto la necesidad de ir especializando no s?lo equipamientos tur?sticos, sino tambi?n los servicios que se ofrecen en este sector. As? tenemos que el turismo cultural ha iniciado An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [262] desde hace algunas d?cadas una de las evoluciones m?s potentes dentro del marco tur?stico, as? como un posicionamiento de mercado que ha generado nuevas perspectivas y visiones profesionales o modificaci?n de las mismas. Teniendo en cuenta la evoluci?n del turismo cultural, el gu?a se ha de plantear su propia evoluci?n, es decir, especializarse en un servicio como es el de la realizaci?n de visitas guiadas tur?sticas a los museos, teniendo en cuenta la labor de interpretaci?n que realiza en dichos equipamientos culturales, as? como su relaci?n con los mismos. Es en esa relaci?n que sostiene con el museo es donde aparecen los problemas para la figura del gu?a. Estableci?ndose la linde que marca el museo entre el trabajo del departamento pedag?gico y las visitas que ?ste realiza, no quedando totalmente clara la delimitaci?n de funciones y posibilitando que el mismo educador acabe efectuando visitas para un p?blico completamente distinto al escolar para el que tiene competencias, que es el p?blico tur?stico; un visitante, este ?ltimo, que busca la recreaci?n en su actividad y no la educaci?n. Si bien en toda recreaci?n siempre se puede llegar a aprender algo, el objetivo de la misma no est? en su valor educativo, sino en provocar una aproximaci?n, motivaci?n e inter?s del visitante hacia el recurso, as? como un entretenimiento, puesto que el visitante no desea ser aleccionado. El papel, pues, del gu?a de museo es determinante para que la acci?n de provocaci?n sea efectiva y para ello debe usar las t?cnicas de comunicaci?n e interpretaci?n que cree necesarias y que se adapten al p?blico oyente. El reto de la divulgaci?n real y efectiva del patrimonio consiste en convertirlo en un recurso atractivo y dejarse de banalizaciones o devaluaciones del mismo (Blaya, 2004). El gu?a ha de saber utilizar todas las herramientas de las que dispone para despertar el inter?s del p?blico visitante, de modo que con ello consiga que lo que parece complejo, o verdaderamente lo sea, se muestre como algo sencillo, manteniendo el rigor y los criterios objetivos que hacen que una interpretaci?n pueda ajustarse a las necesidades del turista. Para el desarrollo de este estudio se han utilizado distintas t?cnicas que se han complementado entre ellas. Las Fases de la investigaci?n han sido las siguientes: Maria Abril Sellar?s [263]  1? Fase: An?lisis documental. Es la fase que complementa al estudio realizado en el cap?tulo II, establece el estado de la cuesti?n que nos ha permitido dar un marco hist?rico y epistemol?gico a la figura del gu?a de turismo, as? como a la figura del gu?a de turismo en el museo. Este an?lisis nos ha permitido validar algunos conceptos y elementos del marco te?rico que necesitaba esta figura profesional utilizando tanto fuentes primarias (documentos y legislaci?n), como secundarias (libros, art?culos publicados y las tesis doctorales), que de una manera directa o indirecta nos han permitido llevar a cabo esta investigaci?n.  2? Fase. El trabajo de campo. Es en esta fase donde nos planteamos qu? t?cnicas e instrumentos vamos a utilizar para nuestra investigaci?n y por ello se han tenido en cuenta distintas variables para la recogida de datos: por un lado un an?lisis comparativo de las normativas de las distintas CCAA espa?olas y la repercusi?n de la Directiva Bolkestein en las mismas, a trav?s de un estudio descriptivo sobre ellas. Por otro, y gracias a las t?cnicas descriptivas, se estudiar?n los elementos que intervienen en la profesi?n del gu?a de turismo en su funci?n como gu?a de museo, es decir, los museos, los gu?as en activo, las visitas guiadas que los gu?as realizan en los museos, los p?blicos y dentro del sector empresarial, las empresas de gu?as de turismo con m?s de 15 a?os de actividad; todo ello circunscrito al ?mbito geogr?fico de la ciudad de Barcelona. Mientras que los cuestionarios han sido enviados a los museos y a los gu?as de turismo, las entrevistas se han dirigido a los directores gerentes de dichas empresas.  3? Fase. El an?lisis de los resultados y las conclusiones. En esta fase se ha realizado el an?lisis descriptivo de los datos, con el cruce de variables correspondiente, as? como las diferencias de las medias y las medianas, m?ximos y m?nimos. Seguidamente, con todos los an?lisis de los resultados, se han extra?do las conclusiones que han permitido verificar tanto los objetivos como las hip?tesis planteadas. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [264] Figura 4.1.1: Fases de la metodolog?a aplicada a esta investigaci?n Fuente: elaboraci?n propia 4.2 Universo de la investigaci?n y selecci?n de la muestra 4.2.1. Universo de la investigaci?n Al iniciar esta investigaci?n sab?amos que no era posible abarcar todos los elementos o sujetos a los cuales se refiere el problema planteado, sino que se era necesario realizar una selecci?n para luego, a trav?s de la inferencia, obtener unos resultados fiables. Para poder hacer esta inferencia, era necesaria que la cantidad de sujetos y la forma c?mo eran seleccionados, fuesen adecuados. El planteamiento de nuestra investigaci?n iba dirigido a tres universos o poblaciones finitas: por un lado la poblaci?n de los gu?as de turismo oficiales de Catalunya 3? FASE - An?lisis de los resultados y conclusiones Tres Instrumentos Comparativas documentales Cuestionarios Entrevistas 2? FASE - An?lisis Cuantitativo y Cualitativo Dos grandes subgrupos Literatura cient?fica Legislaci?n 1? FASE - An?lisis Documental Maria Abril Sellar?s [265] determinados en base a los listados oficiales que se muestran en la p?gina web de la Generalitat de Catalunya. En segundo lugar los museos existentes en la ciudad de Barcelona en el sentido m?s amplio, tambi?n definidos en las p?ginas web de Turismo de Barcelona y el Instituto de Cultura de la ciudad de Barcelona. Y finalmente, el universo de las visitas guiadas, el cual s?lo pod?a conocerse a trav?s de las preguntas formuladas a los dos universos precedentes. Una vez ten?amos el universo era necesario acotar la primera de las poblaciones a trav?s de la selecci?n de la muestra, se trataba de un grupo relativamente amplio por lo que una muestra nos permitir?a deducir los valores y criterios necesarios para poder trabajar con ?tems objetivos y reales. Por otro lado se pretend?a alcanzar un punto de concreci?n, de modo que lo importante era que las desviaciones que pudi?semos sufrir en la concepci?n de la muestra no fuesen superiores al 5% y la validez no inferior al 90%. Por otro lado, la investigaci?n ten?a que conducirnos a elaborar datos donde los gu?as de turismo tuviesen dentro de sus actividades las visitas guiadas a los museos, lo que nos permitir?a, en el caso de ser posible hablar de la subfigura del gu?a de museo. Respecto a los museos, el universo trabajado iba a tener un ?mbito espacial muy concreto: s?lo la ciudad de Barcelona, en otras palabras, no se considero ni el ?rea metropolitana ni tampoco la provincia. Dicha acotaci?n nos permiti? porder trabajar con el universo completo. En lo referente a las visitas guiadas, nuestra investigaci?n pretend?a tambi?n acotarlas, ya que no nos serv?an todas las posibles visitas que un gu?a profesional puede realizar en la ciudad de Barcelona, sino concretamente aquellas que afectaban al ?rea muse?stica. La concreci?n del tipo de visita guiada tur?stica a realizar en el museo nos permit?a que quedasen fuera del ?mbito de estudio aquellas visitas pedag?gicas, as? como las visitas audio-guiadas de cualquier tipo, sin olvidar, aquellas visitas asociadas a un marco institucional, donde por normativa, un cargo muse?stico con categor?a de director, An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [266] t?cnico superior, t?cnico y auxiliar de museos, realiza visitas de car?cter oficial o cualquier otro tipo de visita que no tuviese un nexo directo con el turismo y con los gu?as de turismo, ergo gu?as de museo. El universo as? definido incluye las visitas guiadas tur?sticas de los gu?as de turismo en el museo as? como las que prev? el propio museo fuera del ?mbito pedag?gico y en consonancia con el visitante tanto a nivel nacional como internacional, que busca el elemento de la recreaci?n en sus visitas. 4.2.2. Selecci?n de la muestra En este apartado se caracterizar?n los diferentes agentes que forman el universo de la investigaci?n  Los Gu?as de Turismo Los gu?as de turismo fueron contactados de manera directa v?a email y/o v?a telef?nica para que participaran en el cuestionario que se hab?a previsto para ellos. Para saber a qu? profesionales nos ten?amos que dirigir hicimos uso del Directorio oficial editado por la Generalitat de Catalunya sobre el listado de gu?as oficiales existentes en esta CA170. Por lo disperso que se muestra este sector, se acudi? al listado en m?s de una ocasi?n para alcanzar la muestra que nos hab?amos propuesto. Del universo de seiscientos veintitr?s sobre el que ten?amos que trabajar, la muestra representativa marcaba que necesitar?amos ciento ochenta y nueve cuestionarios para poder dar por v?lido el estudio, de modo que los datos resultantes de la investigaci?n que se presentan en este estudio proporcionan informaci?n en base a la muestra obtenida, dando por fiables los datos considerados. 170http://www20.gencat.cat/docs/empresaiocupacio/20%20- %20Turisme/Professionals%20del%20turisme/Documents/Arxius/doc_41594479_1.pdf (p?gina consultada en el mes de enero de 2011) Maria Abril Sellar?s [267]  Los Gestores Profesionales a nivel empresarial Respecto a las personas que por su gesti?n profesional en empresas del sector de gu?as de turismo tienen una reputaci?n en dicho sectors se ha intentado establecer diversos contactos con presidentes o directores generales de dichas empresas, obteniendo un resultado discreto. Nos pusimos en contacto con tres gestores de empresas privadas y con un gestor de la asociaci?n de gu?as de la ciudad de Barcelona. De ?stos, dos privados respondieron al llamado, y sus entrevistas aparecer?n a lo largo del estudio puesto que sus ideas han sido coincidentes en varios puntos y relevantes para la investigaci?n que se est? llevando a cabo. Las entrevistas se realizaron en con un esquema semi-estructurado (Valles, 2009) para lo cual se elabor? un gui?n previo estructurado en dos bloques. El primero referido a una serie de cuestiones relativas al mundo del gu?a de turismo, su situaci?n actual y el fen?meno del turismo cultural; y el segundo una pregunta abierta que permit?a al entrevistado a?adir o valorar elementos que en el bloque primero no se hab?a comentado. La ventaja de este modelo mixto entre entrevista estructurada y entrevista en profundidad para este trabajo es que la formulaci?n de las preguntas permite una cierta variaci?n o matiz en funci?n del sujeto entrevistado y, por tanto, ayuda a profundizar en ideas que pueden ser relevante para nuestra investigaci?n e incluso que permiten abrir alguna pregunta m?s.  Las Asociaciones Profesionales APIT Por su parte se utiliz? el Directorio de las APIT existentes en Espa?a171, para conocer cu?l es su situaci?n despu?s de la directiva Bolkestein. El resultado ha sido: 1- La Asociaci?n de gu?as de Barcelona (APIT Barcelona) no nos ha dado ninguna facilidad, ni v?a email, ni v?a tel?fono, ni yendo presencialmente a solicitar una entrevista con su m?ximo responsable. De modo que ?sta no se encuentra representada dentro del corpus de datos, conscientes de que su ausencia puede llegar 171 http://www.cefapit.com (p?gina consultada en el mes de febrero de 2012) An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [268] a sesgar alguna informaci?n que podr?a aportar o bien datos nuevos, o bien refrendar los anteriores. 2- Respondieron al email las Asociaciones siguientes: APIT Asturias, APIT Euskadi, APIT Madrid, y APIT Tenerife. Cuatro Asociaciones de un total de veintiuno. Los resultados que se obtendr?n de esta parte de la investigaci?n ser? preciso tenerlos en consideraci?n.172  Los Museos de la ciudad de Barcelona Todas las instituciones muse?sticas fueron contactadas v?a email o v?a telef?nica para concertar una cita y poder elaborar conjuntamente el cuestionario que se hab?a preparado previamente. Para poder conocer todos los museos existentes en la ciudad de Barcelona se utiliz? el directorio que edita v?a internet el Ayuntamiento de la ciudad, as? como el que aparece en el Institut de Cultura de Barcelona. En la elaboraci?n precisa del n?mero total y funcionamiento de dichos equipamientos se ha podido comprobar que faltan algunos museos y que otros han desaparecido como tales173. De un total de cincuenta y seis museos (que estaban abiertos en el a?o de estudio, 2011) respondieron cuarenta y seis, lo que significa un 82,3% del total. Por el alto porcentaje de contestaciones obtenido en dichas instituciones muse?sticas, los datos resultantes de la investigaci?n que se presentan en este informe proporcionan informaci?n extrapolable a lo que acontece en los museos respecto a los gu?as de museo y las visitas guiadas tur?sticas que en ellos se producen. La muestra, por tanto, se resume en los siguientes elementos: 172 Somos conscientes que no se podr?n extrapolar a un universo mayor, ya que una muestra del 19% no es suficientemente representativa y dar?a un sesgo importante al estudio. No se desestiman porque dan informaci?n de la realidad existente, pero no podr?n ser tabulados al carecer de dicha representatividad. 173 http://www.bcn.es/museus/bona.htm (p?gina consultada en el mes de febrero 2011) Maria Abril Sellar?s [269]  En base a la concepci?n de muestreo, sobre un universo de seiscientos veintitr?s gu?as se ten?an que obtener ciento ochenta y nueve cuestionarios de gu?as de turismo para obtener una muestra fiable. Despu?s de una serie de filtros174 para conocer exactamente sobre qu? universo poblacional ten?amos que trabajar, se inici? el lanzamiento de los cuestionarios y despu?s el seguimiento para la obtenci?n definitiva de la muestra con llamadas telef?nicas. La muestra realizada, seg?n c?lculo de muestreo es del 30,33 % del total de gu?as de turismo.  Dos entrevistas realizadas a Joan Call?s, director general de la empresa Barcelona Guide Bureau SL. y a Xavier Serret director general de la empresa Mediterranean Incoming Services.  Cuatro cuestionarios realizados a las Asociaciones Profesionales de Gu?as de Turismo espa?olas, de un total de veintiuno existentes, lo que corresponde al 19% del total.  Cuarenta y seis cuestionarios de los museos de la ciudad de Barcelona. Si bien hay un cuestionario que tendr? que tratarse de modo distinto en los datos de 2011 puesto que el museo no estaba abierto en la fecha que se hab?a acotado de estudio, pero que puede aportar datos objetivos a preguntas formuladas en dicho cuestionario que ayudan a dar una muestra m?s fehaciente de nuestro campo de estudio. Se trata del Hemp Museum Gallery Barcelona. Esto significa el 82,3% del total de museos de la ciudad de Barcelona. Hay que se?alar adem?s que en el proceso de elaboraci?n de los cuestionarios, el Museo de Arte Precolombino Barbier Mueller cerr? sus puertas en el a?o en que est?bamos elaborando conjuntamente las encuestas con los museos, pero que la persona responsable de las visitas en dicho equipamiento, nos se?al? que 174 Entendemos por filtros, los gu?as activos que no tienen ?mbito de actuaci?n en la ciudad de Barcelona, o los que teni?ndola no ejercen bien por motivos de residencia, laboral, u otros. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [270] cualquier duda que surgiese estar?a a nuestra disposici?n algunos meses aun estando la instituci?n cerrada. 4.3 Trabajo de campo La recogida de informaci?n sigui? cuatro procesos distintos: 1. Env?o directo y personalizado del cuestionario a los gu?as profesionales de turismo. Este formato se llev? a cabo en el caso de los gu?as incluidos en el Directorio de los profesionales de gu?as de turismo elaborado por el Departament d?Empresa i Ocupaci?. Se realizaron distintos env?os, principal y recordatorios, entre los meses de noviembre de 2011 y junio de 2012. Se solicit? a los profesionales la difusi?n de dicho cuestionario entre otros profesionales que ellos conociesen para ampliar la muestra. Debido que la respuesta no fue la esperada se opt? por hacer llamadas telef?nicas personalizadas entre los meses de junio de 2012 y setiembre de 2012, dando por cerrado el cap?tulo de los cuestionarios a los gu?as profesionales en octubre de 2012. 2. Env?o directo y personalizado a los museos de la ciudad de Barcelona de una solicitud de cita para poder efectuar in situ el cuestionario. Simult?neamente se utilizaron llamadas telef?nicas para garantizar la participaci?n y poder explicar mejor de qu? iba la investigaci?n y ver qui?n era el gestor que m?s se adaptaba al cuestionario que se hab?a dise?ado. Este proceso se efectu? desde principios del mes de julio de 2012 y se cerr? a finales de octubre del 2012. 3. Env?o directo y personalizado de un breve cuestionario a los APIT espa?oles. Se realizaron dos env?os, uno principal el d?a 31 de julio de 2012 y otro recordatorio el 2 de agosto de 2012. 4. Llamada telef?nica para obtener un encuentro y poder realizar una entrevista a los gestores empresariales del mundo de los gu?as. Contestaron dos de los Maria Abril Sellar?s [271] cuatro llamados realizados. La primera entrevista se realiz? el 26 de agosto de 2011 y la segunda entrevista el 5 de septiembre de 2011. En definitiva, la muestra se cre? a partir del contacto, por un lado, con profesionales del sector en activo que desarrollan sus actividades de manera aut?noma y, por otro, con los distintos gestores de las instituciones muse?sticas. 4.4 Aproximaci?n a la metodolog?a de la investigaci?n empleada 4.4.1 An?lisis documental A partir de las referencias bibliogr?ficas y web gr?ficas existentes relacionadas directa o indirectamente con la tem?tica de los gu?as de turismo, la interpretaci?n, los museos y las visitas guiadas, se inicia la elaboraci?n de un an?lisis descriptivo para definir un contexto te?rico que tiene como finalidad servir de escenario para la investigaci?n pertinente ante la falta de un marco epistemol?gico sobre el tema a tratar. El m?todo del an?lisis documental es un requisito necesario, sobre todo, para entender la figura del gu?a, pero evidentemente no es la base de nuestra investigaci?n, aunque s? un complemento necesario. Por ello dedicaremos una parte de nuestro estudio a dicho m?todo, ya que es necesario sacar a la luz algunas fuentes de informaci?n necesarias para entrar en el conocimiento de la g?nesis, desarrollo y evoluci?n de los gu?as as? como su actividad de visitas guiadas y concretamente su ?mbito de actuaci?n en los museos. Respecto a las Fuentes Bibliogr?ficas y web gr?ficas se ha buscado no s?lo literatura cient?fica sobre el mundo de los gu?as, de la interpretaci?n, y de los museos entorno a la gesti?n y mediaci?n humana, dado que las referencias primarias sobre el primer grupo eran bastante escasas como lo eran los ?mbitos legislativos que de manera directa afectaban la regulaci?n de la figura del gu?a de turismo en general. El an?lisis de dichas fuentes ser? fundamental ya que una de las pretensiones de la investigaci?n es dar un marco te?rico, d?bil hasta el momento, de la figura del gu?a en An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [272] su faceta de mediador e int?rprete de los recursos patrimoniales, y concretamente de los recursos muse?sticos, que entendemos como la m?s importante. Para poder realizar el an?lisis documental nos hemos visto abocados a la comparativa y extrapolaci?n de ideas colaterales que nos han permitido llegar a conceptos objetivos directos. Cabe se?alar que la recopilaci?n de la informaci?n ha sido un proceso complejo dado que la literatura sobre el mundo de los gu?as es relativamente escasa y muy dispersa, debido a que el tema ha acaparado poco o nada la atenci?n, tanto en el sector tur?stico como en el sector cultural. 4.4.2 An?lisis cuantitativo y cualitativo La juventud de los estudios tur?sticos desde una perspectiva sociol?gica moderna (despu?s de la segunda guerra mundial) marca esta investigaci?n de una manera excepcional. Entre los diferentes campos a analizar el que corresponde al mundo de los gu?as, y todo lo que ello comporta, sus aptitudes y actitudes, las visitas guiadas en espacios abiertos y cerrados, as? como la interrelaci?n entre ellos y los museos, ha centrado relativamente poco la atenci?n de los investigadores. Esto es debido al complejo car?cter interrelacional que presenta esta realidad social tur?stica, y ello ha provocado que tengamos que darle un enfoque m?s multidisciplinar, donde el estudio de las relaciones y roles se convierten en una de las partes m?s innovadoras de esta investigaci?n. Respecto al marco disciplinar del gu?a de turismo, ?ste se ha enclavado tradicionalmente en el de las actividades tur?sticas informativas. Para poder analizar esta figura desde un ?mbito cient?fico ser? necesario utilizar distintas t?cnicas de investigaci?n, entre las cuales cabe destacar la de car?cter descriptivo. La interpretaci?n o la mediaci?n humana se enmarca en una disciplina que se encuentra, hoy por hoy, en un camino entre complejo e inconcreto, ya que se trata de una disciplina algo especial, cuyos matices y aspectos metodol?gicos a?n no est?n del todo definidos, si bien hay autores como Morales (1998) que hacen una aproximaci?n metodol?gica interesante, se?alando la importancia del an?lisis no s?lo descriptivo, Maria Abril Sellar?s [273] sino correlacional, experimental, evaluativo y estudio de casos. Igualmente respecto a la museograf?a, como disciplina de car?cter cient?fico, que nos permite utilizar distintos m?todos, entre los cuales destacamos los an?lisis descriptivo y deductivo en el cual se inscribe nuestra investigaci?n. Con todo ello, la metodolog?a para obtener dichos resultados ha sido una combinatoria de aspectos cuantitativos y cualitativos, lo que nos ha permitido enriquecer la investigaci?n. Se ha tratado e interpretado toda la informaci?n recogida, ya sea desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo, lo que ha permitido contrastar los resultados obtenidos con las hip?tesis de partida, verificando el casi nulo entendimiento entre el mundo de los gu?as y el ?mbito muse?stico en cuanto a gesti?n se refiere. Tambi?n se ha podido constatar el estancamiento evolutivo del mundo de los gu?as y el escaso tratamiento existente sobre el tema de visitas guiadas tur?sticas en los museos. Hay que se?alar que el orden elegido para exponer los resultados de toda la investigaci?n se corresponde al que se ha seguido durante el desarrollo de la misma, present?ndose de una manera lineal que obedece a la propia l?gica del discurso, es decir, se inicia con los aspectos m?s te?ricos y generales para llegar a los m?s pr?cticos y espec?ficos. Para poder llegar a esto se ha utilizado una metodolog?a de car?cter deductiva, y para poder estudiar cada elemento que sustenta este estudio se han elegido diferentes variables que permiten acercarnos a los ?mbitos de actuaci?n de los gu?as, de los museos y su referente com?n, las visitas guiadas. Se han buscado adem?s, referentes a nivel internacional como elemento ejemplarizante con el fin de buscar, adaptar y/o aplicar lo que se est? produciendo fuera de nuestras fronteras y que pueda significar un aporte de nuevas ideas. Todo esto nos conduce a una primera parte m?s generalista, tanto en lo relativo a la teor?a como al contexto de la actividad tur?stica de guiar, no siendo un estudio f?cil por la falta de bibliograf?a espec?fica sobre este sector tur?stico. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [274] A ello le sigue una segunda parte de car?cter anal?tico y eminentemente descriptivo que pone una cierta luz sobre un tema tan poco estudiado como es el mundo de los gu?as, sus visitas guiadas y sus relaciones con los museos. Posteriormente se establece un diagn?stico de la situaci?n actual del mundo del gu?a y concretamente de la sub figura objeto de estudio: el gu?a de museo. Finalmente utilizaremos el m?todo hipot?tico deductivo, basado en el enunciado de las hip?tesis de trabajo, con el subsiguiente trabajo de campo, siendo ?ste ?ltimo indispensable para esta investigaci?n. 4.5 Aplicaci?n de los instrumentos de recogida de datos 4.5.1 Introducci?n Una vez acotado el objeto de nuestra investigaci?n en los diferentes ?mbitos de estudio en los que se circunscribe, pasamos a describir el proceso llevado a cabo en la aplicaci?n de los instrumentos de recogida de datos.175 En cuanto a nuestro posicionamiento metodol?gico, y tal como se se?alaba en el cap?tulo IV, nos decantamos por un m?todo mixto, una vez salvados los antiguos enfrentamientos del pasado entre los m?todos cuantitativos y cualitativos. De esta forma nos dotamos de una combinaci?n de t?cnicas cuantitativas y cualitativas tanto de recogida como de tratamiento, as? como de valoraci?n de los datos obtenidos. De este modo los instrumentos metodol?gicos empleados en la investigaci?n de campo que tienen como objetivo verificar si son ciertas o no la hip?tesis iniciales, se enmarcan en tres l?neas de actuaci?n que, si bien son distintas 175 Los datos que se presentan en esta investigaci?n se corresponden al a?o 2011 y se obtuvieron durante el a?o 2012. La necesidad de obtenci?n de datos para poder trabajar tanto los objetivos como las hip?tesis marc? la conveniencia y la necesidad que se trabajaran los mismos en el segundo a?o de la investigaci?n, hecho que podria hacer pensar en que los valores hayan quedado obsoletos. La presente investigaci?n ha tenido una duraci?n de cuatro a?os, de modo que si bien ha sido un per?odo largo de trabajo se considera que se est? dentro de los m?rgenes acceptables de estudio y de objetividad sin que por ello haya un desafse de tiempo considerable. Maria Abril Sellar?s [275] entre s?, convergen en la obtenci?n de una serie de datos que nos ayudaran a verificar dichas hip?tesis iniciales. Los objetivos de la presente investigaci?n se encuadran en tres grandes l?neas de trabajo: 1. La primera l?nea ten?a como objetivo saber c?mo se entiende la figura del gu?a dentro del propio museo. Para ello se dise?? un cuestionario estructurado dirigido a los museos de la ciudad de Barcelona. Algunas preguntas daban opci?n a respuestas abiertas, lo que tambi?n permit?a conocer m?s en profundidad la realidad social de esta posible figura profesional. Esta l?nea queda vinculada con los objetivos espec?ficos tercero, cuarto y quinto 2. La segunda l?nea pretend?a acercarse a la realidad competencial del gu?a de turismo con un cuestionario muy breve para saber si realmente las visitas guiadas muse?sticas tienen una incidencia clara en su marco profesional. Esta l?nea quedaba vinculada al objetivo espec?fico tercero 3. La tercera l?nea pretend?a acceder a algunos responsables de empresas de gu?as tur?sticos y/o asociaciones de gu?as para conocer, desde el ?mbito de gesti?n, los cambios que se han podido producir a lo largo de esta ?ltima d?cada en la forma de guiar a los turistas y en los recursos tur?sticos utilizados. Esta l?nea quedaba vinculada al objetivo espec?fico segundo Los resultados de este cap?tulo permitir?n verificar o refutar las hip?tesis as? como la mayor?a de los objetivos espec?ficos de nuestra investigaci?n. 4.5.2. Justificaci?n te?rica de los diversos cuestionarios y entrevista en la presente investigaci?n El cuestionario es un t?cnica de interrogaci?n a los miembros de una sociedad que podemos utilizar como instrumento para nuestra investigaci?n y as?, obtener datos que muestren un inter?s sociol?gico. (Sierra, 1994). La finalidad del mismo, seg?n Sierra es An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [276] ?la obtenci?n de manera sistem?tica y ordenada, de informaci?n de la poblaci?n investigada sobre las variables objeto de la investigaci?n, haciendo referencia esta informaci?n generalmente, a lo que las personas encuestadas son, hacen, opinan, piensan, sienten, esperan, quieren o desprecian, aprueban o desaprueban, a los motivos de sus actos, opiniones y actitudes? (Sierra, 1994: 307). Se trata pues de una t?cnica b?sica que permite la recogida de informaci?n pertinente para abordar los objetivos de la investigaci?n, y tal como se?alan Rodr?guez, Gil y Garc?a ?este instrumento se asocia a enfoques y dise?os de investigaci?n t?picamente cuantitativos, porque se construye para contrastar puntos de vista, porque favorece el acercamiento a formas de conocimiento nomot?tico no ideogr?fico, ya que su an?lisis se apoya en el uso de estad?sticas que pretenden acercar los resultados en un pocos elementos (muestra) a un punto de referencia m?s amplio y definitorio (poblaci?n) y en definitiva, porque suelen dise?arse y analizarse sin contar con otras perspectivas que aqu?lla que refleja el punto de vista del investigador? (Rodr?guez, Gil y Garc?a, 1996: 56). En la misma l?nea Buend?a, Col?s y Hern?ndez (1998) remarcan la capacidad del cuestionario para dar respuestas a problemas tanto descriptivos como relacionales, seg?n lo que se prevea por parte del investigador (Buend?a, Col?s y Hern?ndez, 1998). Adem?s tal y como se?ala Hopkins (1989), los cuestionarios tienen una serie de ventajas en relaci?n a otras t?cnicas de recogida de la informaci?n: son f?ciles de realizar, f?ciles de valorar, compara directamente grupos e individuos y nos ayudan a una retroalimentaci?n sobre actitudes, adecuaci?n de recursos y datos cuantificables. No obstante, somos tambi?n conscientes de los inconvenientes que un cuestionario plantea: un alto coste de tiempo no s?lo en la creaci?n del mismo, sino tambi?n en el an?lisis de los valores que aporta, una gran preparaci?n para conseguir las preguntas m?s adecuadas, la dificultad de profundizar, en algunas respuestas y finalmente las condiciones relacionadas con los propios sujetos que contestan el cuestionario (Hopkins, 1989). Maria Abril Sellar?s [277] Buend?a, Col?s y Hern?ndez (1998) tambi?n hacen referencia a los inconvenientes de un cuestionario, sobre todo, cuando son enviados por correo, ya que muchos pueden no ser contestados, hecho que ha acaecido en los cuestionarios enviados al universo de los gu?as de turismo, teniendo que recurrir a la llamada telef?nica para obtener una muestra m?s representativa. Es cierto que con el env?o de correos se corre el riesgo del anonimato, problema que se evit? envi?ndolos de manera nominativa. En cuanto se refiere a las llamadas telef?nicas siempre se solicit? hablar con la persona habilitada como gu?a de turismo (Buend?a, Col?s y Hern?ndez, 1998). Pocovi expresaba que uno de los principios b?sicos de la investigaci?n es obtener los datos y la informaci?n directamente del sujeto, objeto de la investigaci?n (Pocovi, 2005). En consecuencia existen diferentes maneras de obtener dicha informaci?n seg?n el tipo de investigaci?n as? como de sus objetivos. Tenemos, pues, la investigaci?n cualitativa y la investigaci?n cuantitativa. Para Pocovi, ambas t?cnicas persiguen un mismo fin, obtener una informaci?n valiosa; la diferencia entre ambas estriba en el contenido de la informaci?n y la manera de usarla. (Pocovi, 2005). Ello nos lleva a un proceso c?clico en base a las ideas postuladas por Cea d?Ancona (1996) adaptadas de Wallace. En esta fase, el objetivo principal es contrastar las hip?tesis enunciadas inicialmente con el resultado de la recogida de datos llevada a cabo en esta experiencia. En dicho proceso, y seg?n d?Ancona, la teor?a y los datos emp?ricos se condicionan mutuamente mediante sistemas metodol?gicos de inducci?n y de deducci?n (Cea D'Ancona, 1996). Seg?n Cook y Reichardt (1986) los m?todos cuantitativos son las t?cnicas experimentales aleatorias, casi-experimentales, test objetivos de l?piz y papel, estudios de muestra, an?lisis estad?sticos, ex?menes multivariados, entre otros; mientras que los m?todos cualitativos los ubican en la etnograf?a, los estudios de caso, las entrevistas en profundidad, la observaci?n participativa y la investigaci?n ? acci?n. El cuestionario anal?tico busca no s?lo reflejar o documentar las actitudes o condiciones presentes, es decir, descubrir en qu? situaci?n se encuentra el objetivo de la investigaci?n en el momento en que se realiza el cuestionario, sino tambi?n explicar An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [278] los por qu? de una determinada situaci?n. Las hip?tesis que las respaldan suelen contrastarse por medio del examen de por lo menos dos variables, con las que se observan interrelaciones y nos permiten posteriormente formular inferencias explicativas. Para realizar el trabajo de campo nos interesaba conocer la situaci?n real de servicio de las visitas tur?sticas guiadas, tanto desde el punto de vista del museo como del gu?a. Para ello utilizamos la t?cnica de investigaci?n del cuestionario, y concretamente del cuestionario anal?tico. Nos interesaba adem?s saber qu? imagen tienen las personas que realizan dichas visitas guiadas y cu?les son las actitudes y aptitudes que se les exigen, de modo que tambi?n se emple? la t?cnica de la entrevista cerrada. Siendo conscientes tanto de las ventajas como de los inconvenientes, consideramos la t?cnica de los cuestionarios la m?s adecuada para las estrategias de nuestra investigaci?n ya que nos permite una obtenci?n v?lida de los datos que son susceptibles de ser estudiados. (Cohen y Manion, 2002). Dicha obtenci?n nos permite adquirir informaci?n subjetiva y objetiva de un volumen importante de cuestiones, de forma r?pida sobre un n?mero importante de sujetos, lo que nos har?a retomar los planteamientos de las hip?tesis de las que part?amos en un inicio y responder a las preguntas iniciales que constituyeron la base de todo el proceso de investigaci?n (Sierra, 1994). La tipolog?a de un cuestionario puede ser muy variada, si bien, Rinc?n et al, (1995) alude a los dos tipos m?s comunes, el cuestionario de medici?n o diagn?stico y el cuestionario de recogida de informaci?n, por tanto la correcta elecci?n del cuestionario para obtener la informaci?n requerida por la investigaci?n, es b?sica. A su vez el cuestionario se realiza a unos determinados miembros de una sociedad que podemos utilizar como instrumento para nuestra investigaci?n con la finalidad de obtener datos que muestren un inter?s sociol?gico (Sierra, 1994). Consecuentemente para nuestro estudio hemos utilizado los cuestionarios por las siguientes razones: Maria Abril Sellar?s [279] a) Por considerarse uno de los m?todos m?s tradicionales que se han venido utilizando en las diferentes l?neas de investigaci?n. b) Por ser una herramienta de indagaci?n muy aceptado en los estudios de car?cter descriptivo. c) Por considerarse una t?cnica respetable y v?lida para la obtenci?n de datos, y la recogida cuantificable y determinada previamente por los evaluadores. (Cohen y Manion, 2002) Adem?s, se han tenido en cuenta tres consideraciones que nos permitir?n la delimitaci?n del objetivo general que promueve la formulaci?n del cuestionario, y ayudar a los temas subsidiarios en los que se articula dicho objetivo general. a) La primera consideraci?n es que el cuestionario est? de acuerdo con la investigaci?n que estamos llevando a cabo. b) La segunda consideraci?n es la necesidad de determinar previamente la poblaci?n sobre la que se centra el cuestionario. Dado que hab?a dos cuestionarios era necesario que el ?mbito de aplicaci?n fuese claramente especificado, as?, nuestras poblaciones fueron el sector de los gu?as de turismo en Catalunya pero centr?ndolos, por un lado, en el ?mbito geogr?fico de la ciudad de Barcelona; y por otro, en el ?mbito los responsables t?cnicos y de gesti?n de los museos, como son los directores de las instituciones, los responsables de los equipos pedag?gicos, los responsables del ?rea de comunicaci?n y difusi?n, los conservadores e incluso los propietarios de dichas instituciones. Quedaba as? perfectamente acotada la poblaci?n a la que iba a ir dirigido el cuestionario. c) La tercera consideraci?n eran los recursos disponibles y el coste financiero del trabajo a realizar para adecuarse a la realidad del proyecto. En el caso de la ciudad de Barcelona el n?mero de gu?as que trabajan es realmente alto. De este modo se opt? por el uso del cuestionario por internet seg?n los datos facilitados por la p?gina web oficial de la Generalitat donde se recoge un elenco de todos los gu?as que a dicha instituci?n le constan como tales y que se An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [280] encuentran registrados. La efectividad de esta v?a no dio los resultados esperados, as? que el segundo mecanismo que se utiliz? fue la v?a telef?nica, obteniendo de este modo una muestra con la que poder trabajar. Respecto a los museos, en un principio se llam? uno por uno para concertar una entrevista con los responsables gestores de recursos humanos, de las visitas guiadas, los directores, los responsables de la comunicaci?n y difusi?n, entre otros, y en caso de no obtener respuesta por v?a telef?nica, se les envi? un email para concertar una cita y realizar los cuestionarios e in situ. El resultado se obtuvo a trav?s de dos canales: primero, los museos que solicitaron contestar mediante email el cuestionario y segundo dirigirse a cada una de dichas instituciones a realizar los cuestionarios que se ten?an preparados. Los resultados obtenidos mediante email fueron cinco cuestionarios, y a nivel presencial, cuarenta y uno, de modo que la suma total fue de cuarenta y seis cuestionarios. Ambos instrumentos tuvieron una prueba piloto para ver qu? variables pod?an llegar a ser dif?cilmente interpretables. En el caso de los gu?as la prueba piloto se lanz? a diez de ellos, conocidos por parte de la investigadora y que opinaron sobre las preguntas que se hab?an formulado. En el segundo caso la prueba piloto se realiz? con el primer museo encuestado, que fue el de la Biblioteca Nacional de Catalunya, coment?ndole a la gestora Marga Losantos que ante la posibilidad de alg?n cambio que obligase a modificar alguna pregunta si habr?a posibilidad de volver a encuestarla, a lo que respondi? afirmativamente.176 El resultado de dicha prueba demostr? que en el cuestionario dirigido a los gu?as se ten?a que reformular la pregunta n?mero cuatro, (v?ase Figura 4.5.2.1). Es menester se?alar que en un planteamiento inicial se pretend?a hacer un estudio sobre los museos p?blicos de la ciudad de Barcelona, puesto que se deseaba ver c?mo se trabajaba desde un ?mbito oficial el tema de las visitas guiadas, as? como de los mediadores que las realizaban. El gu?a profesional recibe la reserva del servicio, a 176 La gestora Marga Losantos, no s?lo nos atendi? diligentemente sino que no puso objeci?n alguna al hecho de volver a entrevistarla en caso de necesidad. Maria Abril Sellar?s [281] trav?s de una empresa o del propio museo sin ser importante quien est? detr?s de la gesti?n del equipamiento, el gu?a se preocupa del servicio en s?, pide los datos fiscales para facturar su servicio pero no se plantea si est? trabajando para un museo municipal, comarcal, auton?mico, privado o para un consorcio. De modo que nos planteamos ampliar la muestra y hacerla extensiva a todas aquellas instituciones muse?sticas que se encontrasen dentro de la demarcaci?n de Barcelona ciudad. Dado que el cuestionario de los gu?as fue el primero que se llev? a cabo, el cambio que se realiz? en la prueba piloto tuvo un efecto domin? para el proceso que se llevaba en paralelo sobre los cuestionarios que dirigir?amos a los museos. As?, una reformulaci?n del mismo dirigido a los responsables de la gesti?n de los equipamientos muse?sticos ofrecer?a nuevos valores objetivos y reales que nos permitir?an avanzar en la investigaci?n. Adem?s al abarcar el universo completo, es decir siendo ahora la totalidad de los museos, se abr?an nuevas perspectivas de obtenci?n de datos. Dichos cambios plateaban un trabajo mayor al que se hab?a previsto inicialmente, pero aportaban valores m?s ajustados a la realidad de los museos de Barcelona, dado que se dispuso de una muestra mayor: la totalidad de dichos equipamientos. Finalmente una vez tuvimos claro a qu? universo muse?stico se dirigir?a el cuestionario, al total existente en la ciudad de Barcelona hubo a?n un cambio que se perfil? en la primera pregunta de dicho cuestionario, (ver Figura 4.5.2.2), la cual una vez reestructurada nos permit?a cerrar el cap?tulo de la prueba piloto y avanzar definitivamente en la investigaci?n. 4.5.2.1. Aplicaci?n de los cuestionarios a los gu?as de turismo El universo de estudio respecto a los gu?as de turismo, como primer elemento del trabajo de campo para la investigaci?n de nuestra tesis, se ha obtenido a trav?s del listado oficial de la Generalitat de Catalunya, tal y como se ha comentado con anterioridad. Dicho listado se encuentra en el sitio Web oficial del Gobierno catal?n, en el apartado de la Direcci?n General de Turismo que es el organismo que otorga las habilitaciones administrativas para desempe?ar este trabajo revis?ndose la An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [282] actualizaci?n del mismo, por parte de esta instituci?n. 177 El Universo trabajado es de seiscientos veintitr?s gu?as activos en la ciudad de Barcelona. Sin embargo, cuando empezamos a trabajar con los datos nos percatamos de que una parte del universo objeto de estudio no se pod?a considerar, bien porque los gu?as ya no viv?an en la ciudad de Barcelona y ni tan siquiera en el territorio de Catalunya, bien porque su ?mbito de actuaci?n se encontraba fuera de nuestro ?mbito de investigaci?n, o bien porque era imposible contactar con ellos porque los emails eran inexistentes, los tel?fonos estaban cambiados, e incluso hubo casos de personas fallecidas. Para hacer el c?lculo y poder obtener el tama?o de la muestra hemos tenido en cuenta los siguientes valores:  El tama?o de la poblaci?n con la que ten?amos que trabajar era de m?s de seiscientas veintitr?s personas.  El porcentaje de error que acept?bamos para nuestra investigaci?n iba a ser del 5%, con un nivel de confianza del 90%.  Dado el desconocimiento de la distribuci?n de las respuestas pensamos que la mejor variable que cab?a utilizarse era la que se conoce como conservadora, es decir, la del 50%. Una vez tenidas en cuenta todas estas variables la muestra recomendada es de ciento ochenta y nueve personas, lo cual garantiza tanto el nivel de confianza deseada como el nivel de error deseado. Para garantizar que la muestra trabajada es la correcta hemos utilizado tambi?n la f?rmula matem?tica estad?stica siguiente, para poder estimar n que ser? la muestra requerida: 177 P?ginas consultadas el 1 de noviembre de 2011 y revisadas por si hab?a cambios el 19 de mayo de 2012 http://www20.gencat.cat/portal/site/empresaiocupacio/menuitem.347153a44635ea01a6740d63b0c0e 1a0/?vgnextoid=fe91af428efed210VgnVCM2000009b0c1e0aRCRD&vgnextchannel=fe91af428efed210V gnVCM2000009b0c1e0aRCRD&vgnextfmt=default&newLang=ca_ES http://www20.gencat.cat/docs/empresaiocupacio/20%20- %20Turisme/Professionals%20del%20turisme/Documents/Arxius/doc_41594479_1.pdf Maria Abril Sellar?s [283] N = puede ser finito (< = 100.000) o infinito (> 100.000). De modo que siendo una muestra inferior a 100.000 nuestro universo es finito. Dado que lo que queremos estimar es la proporci?n correcta en poblaciones finitas el procedimiento para determinar la muestra es la proporci?n de individuos que presentan la caracter?stica en el estudio, de modo que el valor es q = 1-p. As? tenemos que para una poblaci?n finita N, estimar n se hace a trav?s de la f?rmula siguiente:  =      (  )     = 189,66 El significado de las variables que aparecen en la f?rmula es: N= Total de la poblaci?n K= 1,96? (el nivel de confianza es del 90%) p = proporci?n esperada (en este caso el 50%) q= 1 ? p (en este caso no habiendo estudios previos se adopta la proporci?n del 50% para cada uno) ? = precisi?n (en esta investigaci?n se usa el 5%) Vemos pues que la muestra sobre la que tendremos que trabajar es de ciento ochenta y nueve personas. Una vez realizada la verificaci?n de la muestra necesaria por dos caminos distintos se inicia el trabajo de campo: a trav?s del cuestionario v?a email y a trav?s de las llamadas telef?nicas para obtener los resultados necesarios. As? tenemos que del total de ciento ochenta y nueve personas encuestadas hemos obtenido que:  Sesenta y cuatro no trabajan actualmente como gu?as de turismo, lo que significa el 33,87% del total.  Ciento veinticinco trabajan como gu?as de turismo, o lo que es lo mismo el 66,13% del total. As?, si observamos la Tabla 4.5.2.1.1 podemos apreciar el universo de la muestra escogida para poder realizar la investigaci?n pertinente en el ?mbito de los gu?as. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [284] Figura 4.5.2.1.1: El Escenario de la investigaci?n. El universo de los gu?as de turismo Fuente: elaboraci?n propia El Modelo de cuestionario que se pas? a los gu?as ten?a una ?nica pretensi?n: saber c?mo se desglosaban sus visitas, y cu?ntas de ellas iban dirigidas a temas muse?sticos. Ello implicaba la confecci?n de un cuestionario relativamente breve y una aportaci?n de datos rigurosos y de f?cil tabulaci?n, que nos permitir?a m?s adelante interrelacionar los resultados y la valoraci?n de los mismos con las variables de las preguntas del cuestionario de los museos,las que aportaban valores coincidentes y que, por tanto, nos permitiesen realizar una comparativa y una reflexi?n sobre los datos obtenidos. En la elaboraci?n del cuestionario de los gu?as hubo que realizar algunos cambios respecto al formato inicial, (v?ase Figura 4.5.2.1.2) ya que se pretend?a realizar unas valoraciones que posteriormente en la prueba piloto percibimos que no era posible llevar a cabo. Escenario de la investigaci?n La muestra de Ciento ochenta y nueve gu?as de la ciudad de Barcelona. Foco de la investigaci?n Las visitas que los gu?as activos realizan en el ?mbito de los museos. Per?odo de trabajo de campo De noviembre de 2011 (momento en que se hicieron las pruebas piloto) hasta mayo de 2013. A?o objeto de la investigaci?n A?o 2011. Participantes Los gu?as activos de la ciudad. N?mero de preguntas Cuatro. Tipo de investigaci?n Cuantitativa. Maria Abril Sellar?s [285] Figura 4.5.2.1.2: Prueba piloto del cuestionario de los gu?as de turismo 1. ?Cu?ntas visitas ha hecho Ud. desde el 1 de enero del 2011 hasta el 31 de octubre del 2011? 2. Se?ale el tipo de visitas que ha realizado Ud. durante este per?odo Panor?micas con autocar Rutas a pie por el centro hist?rico: Barrio G?tico, Barrio Raval, Barrio de la Ribera Rutas a pie por el Modernismo Rutas literarias, gastron?micas, establecimientos emblem?ticos, de dise?o Gaud? en autocar Visitas interior monumentos: Sagrada Familia, Casa Batll?, La Pedrera, etc. Visitas a museos 3. En el caso que haya se?alado visitas a los museos, indique ahora, cu?les Museo Picasso MNAC Museo Historia de la Ciudad, Museo Historia de Catalunya MACBA Museo Arqueol?gico Otros Museos: se?ale cu?les 4. Del total de sus visitas realizadas, ?cu?ntas, en n?mero si es posible, se corresponden a museos? Ya sea visita a museo exclusivamente o con visita conectada. No considere en este c?mputo a la Fundaci? Joan Mir? u otros espacios privados patrimoniales. Fuente: elaboraci?n propia Como puede apreciarse en la pregunta tercera, referida a los museos, aparec?an, en un principio s?lo los museos p?blicos y mixtos, omitiendo aquellas instituciones muse?sticas privadas. Se se?alaban aquellos museos p?blicos que, seg?n los datos aportados por el Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) y el Ayuntamiento de Barcelona, ten?an m?s visitantes y se dejaba una casilla abierta para que los gu?as pudiesen decir en qu? otros museos p?blicos tambi?n hab?an realizado la actividad de la visita guiada. Cuando se realiz? la prueba piloto se pudo comprobar que los gu?as no An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [286] establec?an la distinci?n entre p?blicos, privados o mixtos, para ellos eran museos objetivo de demanda para un servicio de visita guiada. La constataci?n de este hecho implic? el replanteamiento de la pregunta, as? como de nuestra investigaci?n. En este sentido se opt? no s?lo por variar la pregunta tercera para que pudieran indicar todos los museos, sino ampliar el campo de actuaci?n que en origen nos hab?amos planteado y que pasaba a ser el universo completo muse?stico de la ciudad de Barcelona. Se pens? en mantener la redacci?n de la ?ltima pregunta pensando que si se?al?bamos aquellos museos que no quer?amos que fuesen considerados los gu?as no los tendr?an en cuenta, sin embargo, de nuevo en el c?mputo global de museos trabajados, aparec?an todos. Ello nos hizo reconsiderar la ?ltima pregunta y reformularla del siguiente modo: Del total de sus visitas realizadas, ?cu?ntas, en n?mero si es posible, se corresponden a museos? Ya sea a museo exclusivamente o con visita conectada. En definitiva, a trav?s de la prueba piloto se pudo comprobar la existencia de algunas deficiencias en el primer cuestionario y, en consecuencia, se procedi? a efectuar la modificaci?n pertinente con el objetivo de aportar resultados fiables y objetivamente lo m?s cercanos posible a la realidad analizada. Para obtener un formato definitivo del cuestionario evaluamos todas las incidencias de la prueba piloto, reformul?ndolo siendo su formato definitivo el que se muestra en la Figura 4.5.2.1.3. 178 178 Hay que entender que el servicio del gu?a funciona como c?mputo por servicio y no por horas trabajadas. As? entre el lenguaje de los gu?as tenemos un HD (half day) un FD (full day), Excursi?n, o Libre Disposici?n. Siendo un HD 4 horas de visita y un FD de 8 a 10 horas seg?n est? o no inclu?da la comida. 178 Se considera un HD 4 horas de trabajo. Un FD 8 horas de trabajo. Una Excursi?n 10 horas de trabajo. Libre Disposici?n seg?n lo que el cliente solicite. Maria Abril Sellar?s [287] Figura 4.5.2.1.3 Formato Definitivo del cuestionario realizado a los gu?as de turismo Fuente: Elaboraci?n propia 4.5.2.2. Aplicaci?n de los cuestionarios a los museos El segundo universo de estudio iba referido a las instituciones muse?sticas que componen una parte sustancial del trabajo de campo para la investigaci?n. Para poder trabajar sobre una base s?lida se han tenido en cuenta dos listados ofrecidos por dos instituciones p?blicas distintas: el del ICUB y el del Ayuntamiento de la ciudad de Barcelona, que aparecen en las publicaciones desde sus sitios Web179. 179 Cfr. http://www.bcn.es/museus/bona.htm y http://guia.bcn.cat/institut-de-cultura-de- barcelona_96029104856.html 1. ?Cu?ntas visitas ha hecho Ud. desde el 1 de enero del 2011 hasta el 31 de diciembre del 2011? (importante la consideraci?n de un FD como 2 visitas a la ciudad) 2. Se?ale el tipo de visitas que ha realizado Ud. durante este per?odo Panor?micas con autocar Rutas a pie por el centro hist?rico: barrio G?tico, barrio Raval, barrio de la Ribera Rutas a pie por el Modernismo Rutas literarias, gastron?micas, establecimientos emblem?ticos, de dise?o Gaud? en autocar Visitas interior monumentos: Sagrada Familia, Casa Batll?, La Pedrera, etc. Visitas a museos 3. En el caso que haya se?alado visitas a los museos, indique ahora, cu?les Museo Picasso MNAC, Museo del Bar?a Museo Historia de la Ciudad, MACBA, Museo Egipcio Museo Historia de Catalunya Fundaci? Joan Mir? Museo Arqueol?gico Otros Museos: se?ale cu?les 4. Del total de sus visitas realizadas, ?cu?ntas, en n?mero si es posible, se corresponden a museos? Ya sea a museo exclusivamente o con visita conectada An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [288] El total de museos, entendidos ?stos en su m?xima acepci?n, ll?mese fundaciones, centros patrimoniales, y los propiamente llamados museos, son 70. Los listados que se han utilizado se han puesto en com?n y se han a?adido los que faltaban en uno u otro. El resultado se muestra en la Tabla 4.5.2.2.3. A partir de la validez de la misma ?sta constituir? otro de los ?mbitos de la investigaci?n180. El total de museos que son objeto de estudio, despu?s de descartar aquellas instituciones que no se adecuaban al objetivo de la investigaci?n181, es de cincuenta y seis, abarcando tanto p?blicos como mixtos o privados. Nos pusimos en contacto con los cincuenta y seis museos obteniendo como resultado:  Los Museos que han contestado: cuarenta y seis, lo que significa el 82,14%  Los Museos que no han querido contestar, no han podido o no han dado respuesta: diez, lo que significa el 17,85% Si bien en un principio se hab?a pensado en trabajar s?lo los museos p?blicos, finalmente el desarrollo de la investigaci?n ha mostrado inviable un ?mbito tan acotado como el que se pretend?a. Dos razones han hecho que se aumentase el ?mbito de la muestra y se pretendiese abrazar, en la medida de lo posible, el universo completo del concepto instituciones muse?sticas: 180 El orden en el que aparecen los museos es alfab?tico. 181 Cuando empezamos a realizar todos los contactos pertinentes, detectamos que 14 de las instituciones muse?sticas o estaban cerradas o sus titulares dec?an que en realidad se trataba m?s bien de ?un club de amigos o coleccionistas privados y que no se consideraban museo?, comentario realizado por la Sra. Dra. Iris Figuerola i Pujol responsable de la gesti?n y direcci?n de la Casa Museu Farm?cia, o el gestor de la Federaci? Catalana de Tennis ? Tennis Museum que v?a tel?fono se?al? que no funcionaban como tal museo. Tenemos adem?s dos museos que se inauguraron en el a?o 2012, a?o posterior al per?odo que abarca nuestro estudio, si bien algunos datos no pod?amos utilizarlos, sus pol?ticas de gesti?n y su tratamiento respecto a las visitas guiadas pueden enmarcarse dentro del ?mbito de la investigaci?n que aqu? nos ocupa. Este fue el caso del museo Hemps, donde muy amablemente la Sra. directora Sophie Laborda nos atendi? y respondi? aquellas preguntas que nos eran de inter?s. Mientras que el segundo museo el Centre d?Art Contemporani Fabra & Coats pese a mostrarse v?a email predispuestos en nuestra primera toma de contacto, a colaborar, posteriormente no hemos obtenido resultado alguno. Maria Abril Sellar?s [289] 1. Se ha considerado que s?lo el universo de los museos p?blicos no era suficiente para obtener datos fiables de lo que est? acaeciendo con el mundo de las visitas guiadas, y por tanto de los profesionales que se dedican a la mediaci?n humana del patrimonio: los gu?as de turismo en su especialidad de gu?as de museo. 2. Al pasar el cuestionario a los gu?as182, ?stos se?alaron que no pod?an distinguir los museos p?blicos de los privados o mixtos, salvo en casos excepcionales, de modo que en la ?ltima pregunta del cuestionario que se les pas? quedaban todos incluidos tal y como se ha comentado anteriormente. Dado que se comenz? primero por el cuestionario a los gu?as, se crey? oportuno ampliar el universo y trabajar con todas las instituciones. A partir de esta premisa se fueron trabajando ambos instrumentos de manera paralela. En algunas de las variables, los cuestionarios realizados a los gu?as y a los museos son coincidentes, lo cual nos permite cruzar datos y ver desde ?pticas distintas los resultados que hayan surgido de ambas. En definitiva, gracias a dicho cruce los resultados son m?s amplios y representativos as? como clarificadores de la situaci?n objeto de estudio. La Figura 4.5.2.2.1 nos presenta el universo de la muestra escogida para poder realizar la investigaci?n pertinente en el ?mbito de los museos. Figura 4.5.2.2.1 El escenario de la investigaci?n. El Universo de los Museos de Barcelona 182 Nota: durante la encuesta se habla de gu?a de turismo. Entendemos que nos estamos refiriendo al gu?a que ha obtenido su habilitaci?n a trav?s de un examen y que seg?n la normativa de la CA de Catalunya, adaptada a la Directiva Bolkestein, puede ejercer como tal en los centros muse?sticos. Y que esa figura implica otras figuras como la de gu?a de museo, objeto de nuestro estudio. Escenario de la investigaci?n Los 56 Museos de la ciudad de Barcelona. Foco de la investigaci?n En un museo tenemos dos tipos de visitas, las pedag?gicas y las tur?sticas. Aqu? se tratar? b?sicamente de: An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [290] Fuente: Elaboraci?n propia La Tabla 4.5.2.2.2 trata del Directorio de los museos y muestra las especificidades de aquellas instituciones que han contestado o no al cuestionario previsto183. En dicha tabla los museos se han clasificado en raz?n de: Museos que han contestado Museos que no han contestado Museos que no existen actualmente porque est?n cerrados, o en reformas, o han desaparecido, o porque a pesar de llamarse museo, no ejercen dicha funci?n. No exist?an en el a?o 2011 (uno de ellos respondi? el cuestionario, mientras que el otro no) Por tanto aquel que respondi? se tendr? en cuenta en el universo trabajado, es el caso del Hemp Gallery Museum (caso que hemos comentado en el apartado 1.1.1). Tabla 4.5.2.2. 1: Directorio de los Museos y su participaci?n en los cuestionarios Museos Direcci?n y Contacto Biblioteca Nacional de Catalunya - Museu del Llibre Frederic Mar?s C/ Hospital, 5-6 Ciutat Vella.Tf: 932702300 Contacto y atenci?n: Marga Los Santos, responsable de las visitas. 183 Debido que el tema de los gu?as de turismo en el museo es complejo y que algunas preguntas pod?an necesitar de aclaraciones, se opt? por intentar realizar las encuestas personalmente y directamente con el responsable del museo o de la gesti?n de las visitas guiadas. Somos conscientes que esto nos aparta del concepto m?s puro de lo que es un cuestionario.  La visitas tur?sticas.  El gu?a de turismo o gu?a de museo y sus interacciones con el museo. Per?odo de trabajo de campo De mayo del 2012 a diciembre del 2012. A?o objeto de la investigaci?n A?o 2011. Participantes Los museos a trav?s de sus Directores, t?cnicos y responsables de la gesti?n de las visitas pedag?gicas, responsables en el ?mbito de la comunicaci?n y difusi?n, as? como relaciones p?blicas. Tipo de investigaci?n Cuantitativa ? Cualitativa. Maria Abril Sellar?s [291] CaixaForum Centre Social i Cultural Av. Francesc Ferrer Gu?rdia, 68 Sants ? Montju?c Tf: 934768600 Contacto y atenci?n: Valent? Farr?s (Director) CatalunyaCaixa Obra Social - Casa Mil? - La Pedrera - Espai Gaud?: Pis, Golfes i Terrat C/ Proven?a, 261 Tf: 934845900 ? 934845903 Contacto y atenci?n: Marta Gae, responsable de las visitas guiadas pedag?gicas, ha contestado v?a telef?nica. CosmoCaixa Barcelona C/ Isaac Newton, 26 Sarri? - Sant Gervasi. TF: 932126050 Contacto y atenci?n: Anna Sanahuja, directora Museu Etnogr?fic Andino Amaz?nic C/ Cardenal Vives i Tut?, 16 Sarri?-Sant Gervasi. Tf: 932043458 Contacto y atenci?n. Fra Valent?, responsable del museo. Fundaci? Antoni T?pies - Museu C/ Arag?, 255 Eixample. Tf: 934870315 Contacto y atenci?n : Mar?a Sellar?s coordinadora proyectos educativos y servicios pedag?gicos Museu Egipci de Barcelona C/ Val?ncia, 284 Eixample. Tf: 934880188 Contacto y atenci?n: Emma Gonz?lez, responsable del departamento pedag?gico. Fundaci? Fran Daurel Poble Espanyol Av. Francesc Ferrer Gu?rdia, 13-27 Sants-Montju?c Cotacto y atenci?n: Adel?n Torres, responsable del museo y delegaci?n a PEMSA Fundaci? Joan Mir? - Museu Av. Miramar, 1 Sants ? Montju?c. TF: 934439470 Contacto y atenci?n: Dolors Ricart. Subdirectora- gerente Fundaci? Museu Historico social de La Maquinista Terrestre y Mar?tima y Macosa C/ Ferran Junoy, 10 Sant Andreu Contacto y atenci?n: Llu?s Gonz?lez, responsable del voluntariado y en consecuencia del museo que funciona a trav?s de voluntariado. Fundaci? Privada Vila Casas - Espai de Pintura Contempor?nia Can Framis C/ Roc Boronat, 116-126 Sant Mart?. Tf: 933208736 Contacto y atenci?n: Sra. Alba Garc?a, responsable del servicio educativo. Fundaci? Su?ol Pg. Gr?cia, 98 Eixample. Tf: 934961032 Contacto y atenci?n: Xavier de Luca, responsable de comunicaci?n. Museu Futbol Club Barcelona President N??ez C/ Ar?stides Maillol, 12-18 Les Corts. Tf: 902189900 Contacto y atenci?n: Joan Pedro Fortes, responsable comercial Museu de la Xocolata C/ Comer?, 36 Ciutat Vella. Tf: 932687878 Contacto y atenci?n: Francesc Gil, director Museu Afric? Daniel Comboni C/ Feliu i Codina, 59 Horta ? Guinard?. Tf: 934278577. Contacto y atenci?n: Antonio del Pozo., responsable del museo Museu Barbier-Mueller d'Art Precolomb? C/ Montcada, 14 Ciutat Vella. Tf: 933104516 Contacto y atenci?n: Mar?a P?rez responsable comunicaci?n y visitas Museu d'Arqueologia de Catalunya Pg. Santa Madrona, 39-41 Sants ? Montju?c. Tf: 934246577. Contacto y atenci?n: Olga Caneda, secretaria de direcci?n MACBA Pl. ?ngels, 1 Ciutat Vella. Tf: 934120810 Contacto y atenci?n: Tonina Cerd?, responsable de Programas Educativos Museu de Carruatges del Foment Pl. Josep Pallach, 8 Horta ? Guinard?. Tf: 934275813 Contacto y atenci?n: Joan P?rez, conservador del museo An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [292] Museu de Cera de Barcelona Ptge. Banca, 5-7 Ciutat Vella. Tf: 933172649 Contacto y atenci?n: Carmina Valls, directora Museu ci?ncies naturals, Museu Blau. Jard? bot?nic Pla?a Leonardo da Vinci, 4-5. Parc del F?rum. Edifici Herzog Tf. 932566002 Contacto y atenci?n: Sr. Pere Viladot, director Museu de la Moto de Barcelona C/ Palla, 10 Ciutat Vella. Tf: 933186584 Contacto y atenci?n: Cristina Soler, directora Museu de l'Er?tica de Barcelona C/ la Rambla, 96-LB Ciutat Vella. Tf: 933189865 Contacto y atenci?n: Iris Augar?s, directora Museu del Mamut de Barcelona C/ Montcada, 1 Ciutat Vella. Tf: 932688520 Contacto y atenci?n: Julia Slesareva, directora Museu del Modernisme Catal? C/ Balmes, 48 Eixample. Tf: 932722896 Contacto y atenci?n: Gemma Losas, responsable de las visitas Museu del Perfum Pg. Gr?cia, 39 Eixample. Tf: 932160121 Contacto y atenci?n: Ramon Maria Planas, propietario MUHBA (Museu d?Hist?ria de Barcelona) Pl. Rei, 7-9 Ciutat Vella. Tf: 932562122 Contacto y atenci?n: Teresa Maci? Bigorra, responsable de actividades Museu d'Hist?ria de Catalunya Pl. Pau Vila, 3 Ciutat Vella. Tf: 932254700. Contacto y atenci?n: Vanesa Vicente, ?rea de difusi?n. Museu d'Idees i Invents de Barcelona C/ Ciutat, 7 Ciutat Vella. Tf: 933327930 Contacto y atenci?n: Tatiana Viladomat, directora de proyectos y comunicaci?n. Museu Dioces? de Barcelona Av. Catedral, 4 Ciutat Vella. Tf: 932687582. Contacto y atenci?n: Pere Jordi Figuerola, conservador Museu Etnol?gic Pg. Santa Madrona, 16-22 Sants ? Montju?c. Tf: 932563484 Contacto y atenci?n: Enric Mir? jefe de comunicaci?n con funciones de director suplente Museu Europeu d'Art Modern C/ Barra de Ferro, 5 Ciutat Vella.Tf: 933195693 Contacto y atenci?n: Sapo Pareja Matute, secretaria de direcci? Museu Frederic Mar?s Pl. Sant Iu, 5 Ciutat Vella. Tel?fon: 932563500 Contacto y atenci?n: Neus Peregrina. Nos atendi? por tel?fono y casi todo nos lo remiti? a su pagina web. Museu Geol?gic del Seminari Conciliar de Barcelona C/ Diputaci?, 231 Eixample. Tf: 934541600 Contacto y atenci?n: Sr. Sebasti? Cal?ada, director Museu i Centre d'Estudis de l'Esport Doctor Melcior Colet C/ Buenos Aires, 56-58 Eixample. Tf: 934192232 Contacto y atenci?n: Sr. Nacho, departamento de comunicaci?n Museu Nacional d'Art de Catalunya C/ Mirador Palau Nacional, 6-10 Sants ? Montju?c Tf: 936220376 Contacto y atenci?n: Maurici Due?as, gesti?n de p?blicos Museu Ol?mpic i de l'Esport Joan Antoni Samaranch Av. Estadi, 60 Sants ? Montju?c. Tf: 932925379 Contacto y atenci?n Teresa Agull?, responsable de organizaci?n y servicio de pedagog?a. Museu Palmero Arte C/ Judea, 2 Horta ? Guinard?. Tf: 932126551 Contacto y atenci?n: Alfredo Palmero, propietario Museu Picasso C/ Montcada, 15-23 Ciutat Vella. Tf: 93.256.30.00 Maria Abril Sellar?s [293] Contacto y atenci?n: Deirdre Haughey, responsable del departamento de gesti?n de p?blicos Museu de la Perruqueria Raffel Pages Rbla. Catalunya, 99 Eixample. Tf: 932052419 Contacto y atenci?n: Maria T?nzer ,responsable de las visitas y del museo Reial Acad?mia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi - Museu Belles Arts Pg. Isabel II, 1 Ciutat Vella. Tf: 933192432 Contacto y atenci?n: Victoria Dur?, conservadora Santa Esgl?sia Catedral Bas?lica de Barcelona - Museu Pla Seu, 3 Ciutat Vella. Contacto y atenci?n: secretaria a cargo de la se?ora Mariona Temple Expiatori de la Sagrada Fam?lia - Bas?lica - Museu Temple Expiatori C/ Mallorca, 401 Eixample. Tf: 932073031. Cuestionario respondido via email, no han adjuntado la persona responsable que ha respondido al mismo Fundaci? Joan Brossa C/ Roger de Ll?ria, 116, 2n 1a Tf. -93 458 99 94 Contacto y atenci?n: Merce Centelles, responsable del museo. Museu de les Carrosses F?nebres Direcci?n: Sancho de ?vila, 2. Tf: 934 841 700. Contacto y atenci?n: Carol Adri? (responsable comunicaci?n y gesti?n de p?blicos) Casa-Museu Gaud? Ctra. Carmel, 23 Gr?cia. Tf: 932193811 Contacto y atenci?n: Nuria Grau, enviado email: informa@casamuseugaudi.org . Nunca ha contestado a pesar de haber hablado con ella. Fundaci?n Francisco Godia C/ Diputaci?, 250 Eixample. Tf: 932723180 Se envi? email, se llam? por tel?fono y no se ha obtenido ninguna respuesta Museu de Cer?mica Av. Diagonal, 686 Les Corts. Tf: 93 256 34 65 Contacto y atenci?n: Carmina Borbonet despu?s de varios emails y enviado el cuestionario nunca respondi? al mismo. Museu de la M?sica - L'Auditori C/ Lepant, 150 Eixample. Tf: 932 563 650 Contacto y atenci?n Berta Rib?, codirectora i jefa de programas, conseguimos hablar con la directora pero despu?s no ha habido respuesta alguna al cuestionario. Museu del Cal?at Pl. Sant Felip Neri, 5 Ciutat Vella. Tf: 933014533 Contacto y atenci?n Maria Teresa Comellas, directora, conseguimos su tel?fono pero nunca respondi? a las llamadas MDHUB y el seu conjunt C/ Montcada, 12 Ciutat Vella, Av. Diagonal, 686 Les Corts, Pg. Torras i Bages, 91 Sant Andreu. Tf:932562300 Contacto y atenci?n: Carmina Borbonet si bien se consigui? hablar con la Sra. Carmina, nunca contest? al cuestionario Museu Mar?tim de Barcelona Av. Drassanes, 1 Ciutat Vella. Tf: 933429920 Contacto y atenci?n: primero con Susana Navarro (difusi?n y comunicaci?n), despu?s con Mireia Mayoles, no consegu?mos ni la cita para la realizaci?n del cuestionario ni que contestaran por email Museu Taur? G.V. Corts Catalanes, 749 Eixample. Tf: 932455803 Contacto y Atenci?n: Maria Alemany, pero nunca contest? al An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [294] cuestionario Parc d'Atraccions del Tibidabo - Museu dels Aut?mats Pl. Tibidabo, 3-4 Sarri? - Sant Gervasi. Tf: 932117942 Tal y como solicitaron enviamos una carta del tutor de la tesi, pero nunca contestaron Fundaci? Alorda Derksen C/ Arag? 314. Tf: 93. 27.26.250 Mantenida conversaci?n v?a telef?nica no nos han querido atender. Casa Museu i Arxiu Joan Maragall C/ Alfons XII, 79 Sarri? - Sant Gervasi. Tf: 932413004 No ha respondido al cuestionario a pesar de haber establecido contacto con la instituci?n. Museu Escoltisme C/ Plana, 10 Horta ? Guinard?. TF: 933588051 No se ha obtenido respuesta v?a telef?nica. Tampoco ten?an email para podernos dirigir a ellos. Museu de la Farm?cia Catalana Av. Joan XXIII, 31 Les Corts. Tf: 93 402 45 64 Contacto y atenci?n Dra. Iris Figuerola i Pujol. Me se?ala que a pesar de que pone museo no act?a como tal Federaci? Catalana de Tennis - Tennis Museum Pg. Vall d'Hebron, 196 Horta-Guinard?. Tf: 934285353 No funciona como museo Institut Qu?mic de Sarri? - CETS - Museu Via Augusta, 390 Sarri? - Sant Gervasi. Tf: 932672000 Contacto y atenci?n: Roser Escud? que no respondi?. Museu Antic Car Club Catalunya Via Augusta, 182 Sarri? - Sant Gervasi No ha habido contacto posible Museu Barcelona Rock - Arenas de Barcelona G.V. Corts Catalanes, 373- 385 Eixample. Tf: 934265054 Cerrado Museu Casa Taller Pintor Durancamps-Casas Av. Diagonal, 407 Eixample. Tf: 934153911 Cerrado Museu de la Gu?rdia Urbana C/ Gu?rdia Urbana, 3 Sants ? Montju?c. Tf: 93 291 50 21 Nadie contesta al tel?fono, desde Guardia Urbana desconocen de su existencia y los emails rebotan. Museu del Clavegueram Pg. Sant Joan, 96 Eixample Cerrado Museu del C?mic i la Il?lustraci? Ctra Montju?c, 62-68 Sants ? Montju?c Cerrado Museu Odontol?gic de Catalunya C/ Tapineria, 10 Ciutat Vella. Tf: 933101555 Imposible contactar con este museo, ni por email ni por v?a telef?nica Museu-Teatre El Rey de la Magia C/ Jonqueres, 15 Ciutat Vella Imposible contactar Centre d'Art Contemporani Antiga F?brica de Fabra & Coats, Sant Andreu. Inauguraci?n en el mes de octubre 2012. Pero no hemos obtenido respuesta. Hemp Museum Gallery Barcelona C/ Ample, 35 Ciutat Vella. Tf.: 933197539 Contacto y atenci?n: Sophie Laborda, directora. No exist?a en el 2011 Fuente: Elaboraci?n propia Maria Abril Sellar?s [295] El vaciado y posterior an?lisis que se hizo desde las distintas p?ginas Web oficiales (turismedebarcelona y ICUB) donde aparec?an los museos existentes en la ciudad de Barcelona, dio paso a verificar aquellos que estaban en activo y que, por tanto, entraban a formar parte de nuestro estudio. Contempor?neamente se dise?? el cuestionario que se defini? en base a cuatro grandes apartados que permitir?an verificar algunos de los objetivos espec?ficos que nos hab?amos propuesto en nuestra investigaci?n, de tal manera que dichas partes quedaban englobadas del siguiente modo (v?ase Figura 4.5.2.2.3 donde se puede apreciar el modelo de cuestionario definitivo): 1. Visitantes y visitas en general en los museos. En primer lugar necesit?bamos saber la situaci?n real de los museos con los visitantes que acuden a ellos para despu?s empezar a entender qu? solicitan dichos visitantes en cuanto se refiere a las visitas guiadas (si es que solicitan alguna). A continuaci?n, dentro de las visitas guiadas que se dan en los museos, quer?amos distinguir entre aquellas de car?cter pedag?gico y las de car?cter tur?stico, para finalmente centrarnos en las que configuran el eje de nuestra investigaci?n, es decir, las visitas que realizan los gu?as de turismo cuando desarrollan su faceta de gu?as de museo. Por tanto poder trabajar sobre el bloque de las visitas tur?sticas a los museos es el punto ?lgido de este primer gran bloque (preguntas de la primera a la sexta). Se intentaba con ello verificar o refutar el objetivo espec?fico cuarto. 2. Profesionales propios y/o externos que realizan las visitas guiadas. Respecto al personal propio (preguntas de la s?ptima a la d?cima) y respecto a los profesionales externos que realizan las visitas guiadas (preguntas s?ptima y de la onceava a la catorceava). Dentro de la concepci?n de personal externo se consideraban si eran freelance, si estaban contratados por empresas externas, o si formaban parte de alg?n tipo de empresa o asociaci?n. Con este grupo la verificaci?n se dirig?a a los objetivos espec?ficos tercero y cuarto. 3. Gesti?n de las visitas guiadas (de la catorce a la veintitr?s).Interesaba en este apartado ver como se gestionan las visitas, qu? importancia tiene que sean realizadas por el equipo profesional propio o por equipos externalizados An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [296] (preguntas de la catorce a la diecinueve), teniendo en cuenta los criterios existentes establecidos en la pr?ctica. Y posteriormente la valoraci?n y calidad de las visitas que ofrece el museo (preguntas de la veinte a la veintitr?s). Con este grupo de preguntas el objetivo espec?fico que se trata de verificar es el cuarto. 4. Relaci?n museos y gu?as de turismo. En su trabajo como gu?a de museo, en este cuarto bloque se trata de verificar qu? tipo de relaci?n existe entre la gesti?n de las visitas guiadas tur?sticas en los museos y los gu?as de museo, una relaci?n de calidad, de conocimientos, de capacidad de entendimiento. Para ello se han dise?ado las preguntas que van de la veinticuatro a la treinta y dos. Se trataba en este apartado de verificar los objetivos espec?ficos segundo, tercero y cuarto. Al igual que en el cuestionario de los gu?as se hizo una prueba piloto para detectar si eran inteligibles todas las preguntas que se efectuaban, se realiz? una prueba piloto en el cuestionario de los museos. De hecho hubo una ?nica modificaci?n, y en realidad, m?s que una modificaci?n se trataba de una ampliaci?n que permit?a tratar los datos de la pregunta n?mero uno de manera porcentual. As? la primera pregunta que aparece en la Figura 4.5.2.2.2, que pretend?a conocer el n?mero de visitantes, se ve?a dividida posteriormente en qu? porcentajes de las visitas se daban de manera individual y qu? porcentajes se daban en grupo. Dado que s?lo se ha producido una ?nica variaci?n, que es una ampliaci?n, insertamos en la Figura 4.5.2.2.2 s?lo la pregunta que se vio posteriormente modificada, es decir, la primera pregunta del cuestionario, mostrando tal y como era en el formato de la prueba piloto. Posteriormente la Figura 4.5.2.2.3 muestra el modelo definitivo del cuestionario dirigido a los museos de Barcelona. Maria Abril Sellar?s [297] Figura 4.5.2.2.2: Prueba piloto del cuestionario dirigido a los museos 1- Qu? n?mero de visitantes recibi? el a?o 2011 Museo Datos del Museo Fuente: Elaboraci?n propia En la Figura 4.5.2.2.3 adem?s de las preguntas definitivas se puede observar la agrupaci?n de las preguntas en base a los bloques de an?lisis que posteriormente se trabajan en el cap?tulo V, apartado 5.2 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [298] Figura 4.5.2.2.3: Formato definitivo del cuestionario dirigido a las personas responsables de la gesti?n muse?stica Museo Datos del Museo 1er Bloque: Visitantes y visitas en general en los museos 1- Qu? n?mero de visitantes recibi? el a?o 2011 % visitas individuales % visitas en grupo 2- En el marco de las distintas actividades muse?sticas ?se realizan visitas guiadas? S? No 3- En caso de respuesta afirmativa ?Qu? tipo de visitas guiadas realizan? Visitas escolares / pedag?gicas Visitas tur?sticas Ambas 4- Que porcentaje de las visitas que se realizan corresponden a Visitas escolares / pedag?gicas _____% Visitas tur?sticas _____% 5- Dentro del marco de visitas tur?sticas, ?stas se dirigen a: Visitas a p?blico en general en lengua espa?ola/catalana Visitas a p?blico en general en lengua extranjera 6- Que porcentaje de las visitas que se desarrollan son en? Lengua espa?ola / catalana _____% Lengua extranjera _____% 2? Bloque: Profesionales propios y/o externos que realizan las visitas guiadas 7- En el marco de las visitas tur?sticas ?Tienen profesionales propios especializados para realizar dicha tipolog?a de visitas? S? No Maria Abril Sellar?s [299] (Contestar las preguntas 8, 9, 10 s?lo en el caso que, la respuesta a la pregunta 7 sea afirmativa) 8- Dichos profesionales son: Gu?as de turismo Monitores Graduados en alg?n Grado art?stico Otros 9- Dichos profesionales ?pueden realizar las visitas en la lengua que el visitante solicita? S? No Si es s?, qu? lenguas son las prioritarias Si es no, qu? lenguas son las acostumbradas 10- En el caso que tengan profesionales propios pero que s?lo cubran las lenguas oficiales de la Comunidad Aut?noma, ?c?mo resuelven las visitas en otros idiomas? Buscan un gu?a de turismo Aceptan que el visitante acuda con su gu?a de turismo Aceptan que el visitante acuda con su gu?a acompa?ante Dan informaci?n al visitante para que sepa d?nde acudir para encontrar un gu?a de turismo que le haga la visita Creen que es un problema del visitante Otros (Contestar las preguntas 11, 12, 13 s?lo en el caso que la respuesta a la pregunta 7 sea negativa) 11-?Externalizan dicho servicio a una empresa? S? No 12- ?La externalizaci?n es por contrato o s?lo cu?ndo es a requerimiento del cliente? Por contrato A requerimiento Otro 13-?A qu? tipo de empresa encomiendan la realizaci?n de visitas? Empresas de ?mbito exclusivamente cultural Empresas de ?mbito exclusivamente tur?stico (gu?as) Asociaciones culturales y recreativas Otros (especificar cu?l) An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [300] 3er Bloque: Gesti?n de las visitas guiadas 14- Si no se externaliza dicho servicio y no tienen personal propio, ?qu? tratamiento dan a las visitas tur?sticas? Dejan en manos del cliente la b?squeda de un gu?a oficial del lugar Asesoran al cliente en la b?squeda de un gu?a oficial del lugar Permiten que la visita la haga un gu?a no oficial Otro 15-?Computan de manera distinta las visitas guiadas realizadas por el equipo profesional del museo y las que realizan los gu?as de turismo? S? No 16-?Cu?ntas de las visitas guiadas que ofrece el museo las realiza el equipo profesional del museo y cu?ntas los gu?as de turismo? Valore en tanto % por el profesional del museo Valore en tanto % por los gu?as de turismo 17- ?Cu?ntas visitas tur?sticas guiadas tienen al d?a? Una vez al d?a Dos veces al d?a Tres veces al d?a 4 o m?s veces al d?a Otros Valores 18- ?Cu?ntas visitas guiadas tur?sticas programadas por Uds. tienen a la semana? Una vez por semana Dos veces por semana Tres veces por semana Cuatro veces por semana Cinco veces por semana Seis veces por semana 19-?Qu? duraci?n tiene la visita guiada que Uds. prev?n con su equipo profesional? Menos de 1 hora Una hora M?s de 1 hora Caso que sea m?s de 1 hora o menos de una hora, especificar el tiempo 20- El p?blico que accede de manera privada al museo ?les ha solicitado, durante el a?o pasado, si ten?an visitas guiadas programadas? S? No 21- En el caso de que realicen visitas tur?sticas guiadas, ?tienen alguna encuesta de grado de satisfacci?n? S? No 22- En caso afirmativo ?qu? valoraciones dan los turistas a dichas visitas? Positiva Negativa Maria Abril Sellar?s [301] 23- En el caso de que no realicen visitas tur?sticas guiadas, ?se ha planteado en alg?n momento la entidad poder realizarlas? S? No ?Por qu?? 4? Bloque: Relaci?n museos y gu?as de turismo 24- ?Cree que los gu?as de turismo en activo tienen suficientes conocimientos para hacer de mediadores culturales o gu?as de museo en el recurso cultural muse?stico? S? No 25- ?Entender?a el museo que una de sus funciones fuera la de preparar a los gu?as de turismo? S? No 26- En caso afirmativo, ?Qu? herramientas facilita el museo al gu?a de turismo para que ?ste conozca el mensaje del mismo? Visitas especializadas s?lo para ellos Biblioteca abierta Libre acceso para que conozca mejor la exposici?n y el flujo de visitantes Hacer cursos de reciclaje Otros 27- ?El gu?a de turismo les ha solicitado alg?n tipo de curso? S? No 28- La solicitud es de manera Individual Corporativa Empresarial 29-?Cree necesaria la presencia de un gu?a de turismo en el museo? S? No 30- ?C?mo ver?a la especializaci?n muse?stica del gu?a de turismo? Necesaria Indiferente Innecesaria 31- ?Cree que la nueva tipolog?a de turismo cultural ha marcado un cambio en los gu?as de turismo? Si No NS/NC 32- Espacio abierto por si el encuestado desea a?adir algo m?s Fuente: elaboraci?n propia An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [302] 4.5.2.3. Aplicaci?n de los cuestionarios a los APIT En la comparativa de la legislaci?n y por lo reciente de la transposici?n de la Directiva Bolkestein en el ordenamiento jur?dico espa?ol, a trav?s de las diversas CCAA que han desarrollado las competencias en materia de turismo, se vio como conveniente buscar informaci?n directa sobre la transposici?n y que adem?s dicha informaci?n reflejase las acciones directa o indirectamente que hab?a tenido sobre el mundo de los gu?as, que estaba resultando totalmente imposible encontrar en literatura cient?fica y en p?ginas Web de los propios APIT. La Figura 4.5.2.3.1 nos presenta el universo escogido para poder realizar la investigaci?n pertinente en el ?mbito de las APIT. Nos pareci? que una fuente directa podr?a ayudar a dilucidar c?mo se hab?a hecho dicha transposici?n, por tal motivo nos dirigirnos a las APIT espa?olas para que nos ayudasen en la investigaci?n. El m?todo que se utiliz? fue un breve cuestionario de tres preguntas (ver Figura 4.5.2.3.2) que ten?a ?nica y exclusivamente la pretensi?n de complementar el marco normativo de la Directiva Bolkestein en la legislaci?n espa?ola; de ah? la brevedad del mismo. Figura 4.5.2.3.1 El Universo escogido de las APIT espa?olas Fuente: elaboraci?n propia Escenario de la investigaci?n Las 12 APIT espa?olas. Foco de la investigaci?n La transposici?n de la Directiva Bolkestein. Per?odo de trabajo de campo De enero del 2012 a setiembre del 2012. A?o objeto de la investigaci?n A?o 2011-2012 Participantes Los presidentes o secretarios de las APIT. Tipo de investigaci?n Cuantitativa. Maria Abril Sellar?s [303] Las respuestas que se obtuvieron se han situado en el apartado 5.1.1 donde se trabaja la comparativa entre las diferentes legislaciones espa?olas y la afectaci?n de la Directiva Bolkestein. Figura 4.5.2.3.2: Cuestionario v?a Email enviada a las APIT de las distintas CCAA Apreciados Sres./as: Me llamo Mar?a Abril y al igual que Uds. soy gu?a de turismo, en este caso de la CA de Catalu?a. Estoy realizando mi tesis doctoral sobre el mundo de los gu?as, y evidentemente un apartado de mi tesis es la repercusi?n de la Directiva Bolkestein en las distintas CCAA. Para obtener datos fiables estoy realizando un breve cuestionario, que agradecer?a much?simo me lo pudiesen contestar. Agradeciendo de antemano su amabilidad. Les quedo reconocida, esperando sus noticias.  ?El Gobierno aut?nomo ya ha modificado la normativa tur?stica de los gu?as de turismo para adecuarla a la Directiva?  ?C?mo se ha planteado dicha modificaci?n?  ?Cu?l es la realidad en estos momentos a nivel profesional para el gu?a de turismo en su Comunidad Aut?noma? Gracias por su colaboraci?n Fuente: elaboraci?n propia De todas las APIT existentes en Espa?a, doce en la actualidad, unidas en la Confederaci?n Espa?ola de Federaciones y Asociaciones Profesionales de Gu?as de Turismo, contestaron cuatro, un tercio de las existentes. Dado que estos datos tambi?n aportan informaci?n sobre el statu quo de la profesi?n y, si bien es cierto, que hubiera sido conveniente que todos los APIT hubiesen respondido, la muestra recibida nos permite confirmar algunas de las dudas que se planteaban al inicio de la investigaci?n, c?mo por ejemplo de qu? modo y en qu? manera dicha Directiva ha influido o cambiado las normas y la realidad del gu?a de turismo en las CCAA espa?olas. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [304] 4.5.2.4. Justificaci?n te?rica de las entrevistas en la presente investigaci?n Otra de las t?cnicas que hemos adoptado en nuestra investigaci?n para acercarnos a la realidad social existente es la entrevista. Una t?cnica metodol?gica que ha ido evolucionando a lo largo del tiempo y que como se?alan L?pez y Deslauriers (2011), pasa por ser uno de los instrumentos que puede utilizar una investigaci?n con mayor potencial para obtener informaci?n. Hay que partir del hecho de que la entrevista se basa en un proceso de comunicaci?n entre habitualmente dos personas, donde el entrevistador - investigador obtiene informaci?n del entrevistado de una manera directa, es por tanto ?un cara a cara? (Mayer y Ouellet, 1991:308); o donde ?[?] se da una conversaci?n ?ntima de intercambio rec?proco, en la cual el informante se convierte en una extensi?n de nuestros sentidos y asume la identidad de un miembro de su grupo social [?]? (Tremblay, 1968: 312, citado en L?pez y Deslauriers, 2011); o como dice Rinc?n (1995) donde se produce el intercambio de informaci?n entre varias personas ayudando adem?s a describir e interpretar aspectos de la realidad que son dif?cilmente observables En definitiva se trata de una interrelaci?n en la que se puede reconstruir una realidad de un grupo social determinado, en nuestro caso, los gu?as de turismo, y donde los entrevistados se convierten en fuentes de informaci?n general que proporcionan datos sobre el grupo social concreto (Schwartz y Jacobs, citados en L?pez y Deslauriers, 2011). Es por ello que se ha elegido tambi?n esta t?cnica para que forme parte de nuestro estudio, ya que tal y como menciona Rinc?n (1995), nos permite obtener datos m?s sutiles, los cuales, combinados con los obtenidos a trav?s del an?lisis cuantitativo de los cuestionarios, nos abren nuevos campos de valoraci?n adem?s de permitirnos verificar los objetivos planteados. L?pez afirma que con esta t?cnica cualitativa se pueden compartir ?rasgos de las conversaciones de la vida diaria? (Lopez Benito, 2014:224), lo que no deja de ser un valor a?adido necesario en nuestra investigaci?n. Maria Abril Sellar?s [305] Es, pues, en la acci?n de compartir donde la figura clave para autores como L?pez (2014) o Kvale (en L?pez: 2014), es el entrevistador, pues por s? mismo es el instrumento de la investigaci?n y por tanto busca una informaci?n concreta para apoyar sus objetivos e hip?tesis. No importa s?lo obtener respuestas, hay que saber qu? y c?mo preguntar, lo que le llevar? en su proceso de comunicaci?n a obtener del interlocutor las informaciones lo m?s ajustadas posible al objeto de su investigaci?n, e incluso estimularlos con m?s preguntas para aprender m?s, con el fin de obtener las maneras de c?mo se define la realidad y los v?nculos del fen?meno que se investiga (Taylor y Bogdan, 1996). En otro orden de cosas, la entrevista, por sus caracter?sticas, se presenta de diferentes formas. Rinc?n expresa que hay un sinf?n de modalidades, dos de las cuales, pod?an adaptarse al planteamiento de nuestra investigaci?n: la entrevista estructurada y la semiestructurada. (Rinc?n, et al, 1995) La entrevista estructurada es aquella en que el entrevistador plantea al entrevistado una serie de preguntas preestablecidas despu?s de las instrucciones pertinentes. En esta modalidad se puede dar una doble tipolog?a: las preguntas de tipo abierto y las no presecuenciadas. Las de tipo abierto presentan una bater?a de preguntas preestablecidas, siendo las respuestas libres y pudiendo el entrevistado expresar aquello que le interese. Mientras que en las no presecuenciadas, a pesar de existir un conjunto de preguntas preestablecidas, el entrevistador tiene la potestad de cambiar el orden (Rinc?n, et al, 1995). Respecto a la semi-estructurada, se fundamenta ?en la producci?n de un discurso continuo dotado de una cierta l?nea argumental, aunque esencialmente fragmentario" (Sierra, 1998: 311); en otras palabras, la entrevista se va adecuando seg?n las respuestas que el sujeto entrevistado va proporcionando y en base a ellas se formulan algunas preguntas no previstas inicialmente. En este caso el entrevistado tiene una mayor libertad. En un principio se hab?a pensado en la entrevista estructurada, pero a medida que avanzaba la misma, el entrevistado incorporaba nuevos conceptos e ideas que hac?an que el entrevistador optase por preguntar variables que en un principio no eran An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [306] predecibles. De modo que finalmente la t?cnica que parec?a m?s ?til para nuestro estudio era la entrevista semi-estructurada, dada la aportaci?n de nuevas ideas que iban surgiendo y que no se hab?an previsto inicialmente. En definitiva, para el desarrollo de las entrevistas se opta por la tipolog?a de entrevista semi- estructurada, abierta e individual. En una investigaci?n cualitativa el principal instrumento en la obtenci?n y an?lisis de los datos es el investigador, el cual interact?a con dichos datos (Salamanca y Mart?n-Crespo, 2007). En base al car?cter tan espec?fico de la materia de la entrevista, se ha optado porque sea la propia investigadora quien las realice, por su conocimiento en profundidad el tema y porque pod?a interactuar con los datos que fuesen surgiendo, permiti?ndonos con ello la consecuci?n de los objetivos propuestos y obtener una visi?n amplia en caso de desviaci?n sobre las preguntas iniciales, pudiendo retomar la l?nea discursiva sin dificultad. 4.5.3.2.1 Tema y objetivo de las entrevistas Con la realizaci?n de los cuestionarios a los gu?as y las observaciones realizadas durante los ?ltimos 5 a?os en el trabajo de gu?a de turismo, se aplicaban una serie de deducciones que, se ten?an en cuenta a partir de lo que pasaba en las visitas guiadas tur?sticas en la ciudad de Barcelona. Para asegurar el camino que nos conduce a definir el problema, entendemos que es necesario verificar, aunque sea parcialmente, estas impresiones sobre dicha actividad con profesionales que llevan la gesti?n de empresas de gu?as tur?sticos en esta ciudad. Para los fines de nuestros argumentos cabe se?alar que en estos ?ltimos a?os han proliferado las empresas dedicadas al guiaje en la ciudad de Barcelona, de modo que para nuestro estudio se han buscado aquellas que, teniendo una dilatada trayectoria a nivel empresarial, pod?an aportar datos que sirviesen a nuestra investigaci?n y nos permitiesen completar la visi?n pretendida del antes y del despu?s en la evoluci?n de la profesi?n de gu?a. Nos ha parecido pertinente, por tanto, realizar entrevistas a los m?ximos responsables de dichas empresas. Es prudente advertir que, si bien el n?mero de empresas ha aumentado, las que se ajustaban a nuestras premisas no eran Maria Abril Sellar?s [307] tantas, de modo que finalmente optamos por entrevistar a los responsables de dos de estas empresas: Barcelona Guide Bureau SL y Mediterranian Incoming Services. Todas estas premisas se muestran el la Figura 4.5.2.4.1, al igual que ocurre en los cuestionarios en dicha tabla se circunscribe el universo trabajado en las entrevistas. Figura 4.5.2.4.1 Universo de las empresas de gu?as. Directores - Gerentes Fuente: elaboraci?n propia Una vez se hab?an determinado los interlocutores era necesario buscar el tema, cuesti?n b?sica para establecer los objetivos que se pretenden obtener con dichas entrevistas. En este caso, el tema se refer?a a la situaci?n real de los gu?as de turismo en su trabajo en la ciudad de Barcelona y los in puts que les afectan. Elaborar los objetivos espec?ficos en esta entrevista era, pues, un elemento esencial y uno de los pilares que ayuda a la investigaci?n de campo, puesto que dicha entrevista se estructura en base al objetivo general y los espec?ficos propuestos y la hip?tesis de partida, teniendo muy claros los motivos que llevan a la articulaci?n de cada una de las Escenario de la investigaci?n Directores gerentes de las empresas con una dilatada trayectoria en el marco de los gu?as de turismo en la ciudad de Barcelona. Foco de la investigaci?n La situaci?n real del gu?a: Bolkestein, formaci?n y futuro profesional. Per?odo de trabajo de campo De enero del 2012 a setiembre del 2012. A?o objeto de la investigaci?n A?o 2012. Participantes Dos directores gerentes: el Sr. Joan Call?s director gerente de la empresa Barcelona Guide Bureau SL y el Sr. Xavi Serret director gerente de la empresa Mediterranian Incoming Services. Tipo de investigaci?n Cualitativa. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [308] preguntas. Si consideramos la naturaleza de las mismas, y seguimos las opciones presentadas en la bibliograf?a consultada, cabe rese?ar la importancia de aquellas preguntas que se refieren a experiencias vividas, comportamientos, creencias u opiniones y finalmente conocimientos presentes o comparativos con ?pocas anteriores, as? como percepciones de una realidad actual (Rinc?n, et al, 1995), puesto que los resultados ayudar?n a ese objetivo general de intentar conocer el estado de la cuesti?n del gu?a y las visitas guiadas en los museos. Adem?s dado que el objetivo general se ve estructurado por una serie de objetivos espec?ficos, dichas respuestas tambi?n apoyan a lo se?alado en en estos ?ltimos mencionados en el cap?tulo III de nuestra investigaci?n. As? tenemos que, por un lado ayudar? a corroborar el primer objetivo espec?fico: en qu? medida los profesionales dedicados a la mediaci?n tur?stica en Barcelona ejercen su tarea en el ?mbito muse?stico y si es posible caracterizar esta actividad y, por otro, verificar el objetivo cuarto, en el sentido de poder establecer el grado de especializaci?n y calidad de la visita que ofrecen los gu?as tur?sticos en los equipamientos muse?sticos de Barcelona. En la Figura 4.5.3.2.2.1 consta el gui?n de la entrevista semiestructurada. Se consider? la premisa de que las dos personas entrevistadas entraban en el par?metro de profesionales con una dilatada carrera como gu?as de turismo y como directores generales de sus empresas, lo que les hac?a valedores del conocimiento de la realidad actual y, adem?s, permitir?a trabajar con sus respuestas. 4.5.3.2.2 Tratamiento y an?lisis de las entrevistas El siguiente paso fue la transcripci?n de toda la entrevista exactamente como se produjo, siguiendo despu?s con el proceso de categorizaci?n de los resultados que nos conducir? a la organizaci?n de las respuestas en ?mbitos de opini?n comunes. Pero no se descartaron las opiniones contrarias o situadas en polos opuestos, no por ello contradictorias, ya que esa visi?n de ambos lados permit?a acreditar de manera fehaciente la confusi?n y disociaci?n existente en la actualidad sobre el ?mbito cultural de la gesti?n muse?stica y, concretamente, de las visitadas guiadas en los museos, as? Maria Abril Sellar?s [309] como sobre el ?mbito tur?stico de la gesti?n de guiar y sobre el mismo punto de las visitas guiadas en dichas instituciones. Con todo ello se quer?a profundizar en algunos de los aspectos que se hab?an tratado en los dos cuestionarios realizados en el marco de los gu?as de turismo y en el marco de los museos. Es por ello que la entrevista se dividi? en cuatro grandes bloques, lo que ha permitido posteriormente un an?lisis de contenido cualitativo dirigido a los objetivos que tratamos de verificar. El gui?n de la entrevista se puede visionar en la Figura 4.5.3.2.2.1.  Primer Bloque, que se configuraba con dos grupos de preguntas: el primer grupo donde s?lo hab?a una pregunta, trataba de ser un elemento introductorio y de anuncio de hacia donde iba a dirigirse la entrevista, que era al mundo del turismo cultural y la incidencia que este sector est? teniendo en el mundo de los gu?as de turismo; el segundo grupo, que eran las preguntas segunda y tercera, trataba de comprobar que incidencia ha tenido la Directiva Bolkestein y la adaptaci?n de las normas en la actividad del gu?a y como se est? viviendo.  Segundo Bloque: el de formaci?n. Formaban este bloque el cambio de estructura en los programas formativos universitarios as? como los cursos de formaci?n y auto formaci?n que realizan los gu?as. Se pretend?a dilucidar qu? nivel de conocimientos reales del territorio tienen los gu?as de turismo. Las preguntas eran las que iban de la cuarta a la sexta.  Tercer Bloque: gesti?n de visitas por parte de las empresas tur?sticas del sector de los gu?as y por parte de los museos. Se pretend?a obtener la relaci?n gu?a ? museo que formaba parte de nuestros objetivos, y para ello se construyeron las preguntas de la s?ptima a la onceava.  Cuarto Bloque: conocer y analizar el futuro de la profesi?n de la mano del mundo empresarial. Comprende una ?nica pregunta, la doceava, An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [310] completamente abierta y que pod?a ser el germen para nuevas ideas en futuras investigaciones. Todas las consideraciones fundamentan la propuesta de entrevista donde el an?lisis de la misma depender? de las peculiaridades de la investigaci?n en curso, de los objetivos que persigamos y del perfil del investigador. Dentro de este marco, las dos entrevistas realizadas se convierten en un instrumento para poder establecer inferencias sobre cu?les son los elementos del entorno que afectan al gu?a y a su vida profesional (L?pez, 2014), una consideraci?n que por el car?cter tan subjetivo de la misma, aun habiendo codificado y categorizado dichas entrevistas (ver Figura 4.5.3.2.2.1), se mantiene un estudio de an?lisis de contenido cualitativo sin transformaci?n a valoraciones cuantitativas, ya que el primer tipo de an?lisis nos puede aportar m?s riqueza de datos. Figura 4.5.3.2.2.1: Categorizaci?n de las entrevistas Categor?a 1. La situaci?n social del gu?a de turismo en la ciudad de Barcelona Subcategor?as 1.1. La legislaci?n: la Directiva Bolkestein y su transposici?n. 1.2. La formaci?n: cursos de reciclaje, estudios, visitas, bibliotecas. 1.3. La gesti?n de las visitas. 1.4. El futuro de la profesi?n. Fuente: Elaboraci?n propia La Figura 4.5.3.2.2.1 servir? de apoyo para codificar las entrevistas en los distintos niveles establecidos de modo que aparece una sola categor?a, y cuatro subcategor?as que se corresponden a los bloques anteriormente mencionados. Maria Abril Sellar?s [311] Figura 4.5.3.2.2.2: Gui?n de la entrevista Gui?n de la entrevista 184 1. En estos ?ltimos a?os Barcelona ha apostado por un turismo cultural, adem?s de las tipolog?as ya existentes. ?Cree que los gu?as de turismo se han adaptado a estos cambios? ?En qu? medida lo han hecho? ?C?mo lo han hecho? 2. ?C?mo ha afectado la Directiva Bolkestein al mundo de los gu?as de turismo? ?Cree que ser?a bueno mantener la subclasificaci?n que tiene la figura del gu?a de turismo, por el contrario, hay que hacer una nueva reestructuraci?n que se adapte a la Directiva Bolkestein? 3. Si bien la legislaci?n catalana reconoce la figura del gu?a de museo, no la regula como tal. ?Considera que con el reglamento general habr?a suficiente o ser?a necesario crear una regulaci?n espec?fica para esta figura? 4. Hace dos a?os que se han reconocido los estudios de turismo como un grado universitario. ?Cree que hay una preparaci?n lo suficientemente completa desde dicho grado para que el sector profesional que de ?l nazca se pueda dedicar a la profesi?n de gu?a de museo? 5. ?Hay programas de mejora, reciclaje por parte de las instituciones (pol?ticas y muse?sticas) para que el cuerpo de gu?as de la ciudad de Barcelona se mantenga a un nivel alto de conocimientos? 6. Como empresa o asociaci?n ?hacen cursos de reciclaje a los gu?as que le son propios? En caso afirmativo, qu? tipo de reciclaje y en qu? medida se trabaja el tema muse?stico. 7. De todas las visitas guiadas que hacen en Barcelona, ?podr?a decirnos aproximadamente cu?l es el porcentaje de las visitas a los museos? 8. ?De d?nde provienen las reservas para los gu?as que hacen visitas en concreto a los museos? 9. Podr?a se?alar en qu? proporci?n tienen solicitudes: walking tours, rutas 184 Si bien la entrevista se efectu? en catal?n, para facilitar la Figura 4.5.3.2.2.1 presenta la entrevista, ya traducida a la lengua castellana. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [312] literarias, panor?micas, museos, etc. 10. En el caso que sea un museo (el que hace la reserva) ??ste les pide alg?n requisito espec?fico a aplicar a los gu?as que har?n dicha visita? 11. ?Cu?les son los museos que m?s les piden gu?as para hacer visitas en su equipamiento? 12. ?Le ve futuro a la profesi?n de gu?a de museo como tal? 13. Si quiere a?adir alguna cosa m?s? Fuente: Elaboraci?n propia Maria Abril Sellar?s [313] CAP?TULO V: AN?LISIS DE LOS RESULTADOS An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [314] Maria Abril Sellar?s [315] Cap?tulo V. An?lisis de los resultados 5.1. An?lisis de los resultados relativos al an?lisis documental. La situaci?n actual de la profesi?n de gu?a de turismo, en el conjunto del Estado espa?ol, difiere bastante de lo que ha sido y es su evoluci?n en el marco normativo. Primero el hecho de la variedad normativa de las CCAA y despu?s la Directiva Bolkestein han provocado cambios importantes, aunque en algunos casos la transposici?n de la norma est? siendo m?s lenta en algunos de los cuerpos legislativos de las CCAA espa?olas. Ello puede ser debido a la falta de regulaci?n que hist?ricamente ha tenido la profesi?n, porque no se han introducido las modificaciones pertinentes o, simplemente, porque se han derogado las normas que entraban en contradicci?n con dicha directiva, pero no se ha regulado a posteriori, dejando, por tanto, en un plano de indefensi?n a la profesi?n del gu?a de turismo. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [316] Tal y como se ha mencionado en el Cap?tulo II del Marco Te?rico, era necesario hacer un an?lisis del conjunto normativo estatal para conocer la situaci?n legal de la profesi?n del gu?a de turismo en general y en el rol de gu?a de museo espec?ficamente. De modo que el conjunto de Tablas 5.1.1.1 que se presentan en el apartado 5.1.1 tienen la misi?n de realizar y presentar dicho an?lisis comparativo y con ello reforzar el objetivo espec?fico primero de la investigaci?n. 5.1.1 Comparativa de la normativa espa?ola Los datos recogidos en el conjunto de Tablas 5.1.1.1 a 5.1.1.16 se han planteado con unos ?tems claves que permiten entender c?mo se ha ido regulando la profesi?n y qu? figuras se han ido estableciendo. Las Tablas se han dibujado en base a dos grandes grupos que se ir?n elaborando para cada una de las CCAA185 y que son los siguientes:  Primer grupo: Las Normas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA.  Segundo grupo: Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en cada una de las CCAA. El estudio se realiz? entre los meses de enero de 2010 y setiembre de 2013. Atendiendo al hecho de que la normativa est? en constante cambio, en un principio se pens? que ocupase s?lo el a?o 2010, pero hubo que prolongar las fechas para tener los datos actualizados. Somos conscientes que debido a los constantes cambios, con posterioridad a la fecha de 2013, se producir?n m?s cambios y que las tablas indefectiblemente mostraran variaciones186. Dado que esta parte de la investigaci?n es s?lo de apoyo para entender la diversidad de normativas existentes en las CCAA y las diferentes maneras de interpretar las normas, creemos que la comparativa puede ser 185 Salvo la CA de Catalunya que tiene un estudio propio y espec?fico por formar parte de la circunscripci?n en la que se ha enmarcado el objeto de estudio. Vid. Apartado 2.6.4 186 Aunque cabe se?alar, que si bien mostraran variaciones estas ser?n m?nimas, ya que el sentido a la que todas se dirigen es una liberalizaci?n de la profesi?n, de modo que cada vez ser? m?s presente la no regularizaci?n y el vac?o legal, lo cual ya se ha podido apreciar en este an?lisis, reafirmando a las conclusiones que podamos llegar con ?l. Maria Abril Sellar?s [317] suficiente con los datos que aqu? aportamos. Se deja, no obstante, una puerta abierta para futuros estudios de investigaci?n en temas de Derecho Tur?stico. Respecto a las tablas que se corresponden al primer grupo las normas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA, las variables que se han tenido en cuenta han sido: 1. La Normativa propia de cada CA 2. Las tipolog?as de gu?as que han existido hasta la Directiva de Bolkestein. 3. Los ?mbitos de actuaci?n. 4. Las exclusiones. 5. Las normas que surgen de la transposici?n de la Directiva Bolkestein Los cuatro primeros ?tems de la tabla se han extra?do de las normas propias de cada una de las CCAA, de las Leyes generales de ordenaci?n del territorio a nivel tur?stico, de las Leyes de Turismo y, finalmente, de los Decretos, Reglamentos y ?rdenes de desarrollo concreto y espec?fico del mundo del gu?a de turismo. Como puede observarse existe una variaci?n normativa importante que afecta de un modo directo o indirecto a la figura del gu?a de turismo, ergo a la figura del gu?a de turismo en el museo. El quinto ?tem ha sido el resultado de desmenuzar las normas creadas a partir de la Directiva. En base a un an?lisis deductivo y gracias al proceso de llamada a otras normas para ver c?mo algunos art?culos pueden afectar a los decretos o reglamentos espec?ficos de las actividades de gu?a y de informaci?n tur?stica, se ha podido realizar la tabla de transposici?n de la Directiva Bolkestein. Es de rese?ar que a partir de esta Directiva no ha habido por parte de las CCAA una clara voluntad de regular espec?ficamente esta profesi?n, de modo que s?lo se han producido diversas acciones como realizar ligeras modificaciones en las normativas existentes, derogar la normativa sin crear una nueva y/o finalmente, no hacer nada. Es evidente que la transposici?n no deja de ser una inclusi?n en la normativa existente y, que por tanto, permite ser llamada dentro del ?mbito legal como una ley m?s del ordenamiento jur?dico espa?ol. Com?nmente la aplicaci?n de una norma de rango An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [318] superior respecto a una de rango inferior suele conllevar la creaci?n de una nueva ley o la modificaci?n del articulado de la inferior que se ve afectado por contradecir lo que regula la de rango superior. Esto sucede en todos los ?mbitos del ordenamiento jur?dico, inclusive el sector tur?stico, lo que ya no es tan habitual es que sea por transposici?n. Todas estas formas de manejo normativo nos han permitido la elaboraci?n de las mencionadas tablas y, por tanto, realizar un an?lisis riguroso sobre el marco legal espa?ol a fecha de 2012. Indicar finalmente, que en contadas ocasiones hemos podido trabajar con normativas recientes que regulen la actividad profesional de los gu?as de turismo por la carencia de las mismas. Respecto las Tablas que responden al segundo grupo: el de la transposici?n de la Directiva de Bolkestein, tambi?n se ha dividido en ?tems: 1. Las normas con los art?culos que se han modificado, as? como el texto del mismo para saber cu?l ha sido dicha modificaci?n. 2. Las respuestas obtenidas de las cuatro APIT, que fueron: el de Tenerife, de Madrid, de Asturias y del Pa?s Vasco.187 En conclusi?n, dado el trasvase de competencias que se produjo a trav?s de los art?culos 148 y 149 de la Constituci?n espa?ola, las CCAA tienen plena capacidad de legislar sobre las materias tur?sticas, y, en consecuencia, sobre la actividad profesional del gu?a de turismo. As? tenemos que a finales del a?o 2013 no existe ninguna reglamentaci?n vigente que legisle sobre gu?as de turismo o informadores tur?sticos a nivel estatal. Mientras que desde el ?mbito de las CCAA se han dado diversas interpretaciones de una misma Ley comunitaria que es la Directiva Bolkestein. A continuaci?n se pasa a exponer el estudio y an?lisis comparativo que se ha realizado en diecis?is de las diecisiete CCAA, dado que Catalunya ha tenido un tratamiento propio. La idea con dicha comparativa es entender la situaci?n legal en la que se 187 Las respuestas de los presidentes o representantes de los distintos APIT que respondieron se podr?n consultar en los cuadros de transposici?n de la Directiva de Bolkestein, que hacen referencia a dichas asociaciones en sus respectivas CCAA. Maria Abril Sellar?s [319] encuentra esta profesi?n tur?stica y c?mo le ha afectado una de las Directivas europeas m?s importantes, la conocida como Directiva Bolkestein. Tabla 5.1.1.1: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Andaluc?a Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en Andaluc?a Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [320] Tabla 5.1.1.2: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Arag?n Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en Arag?n Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos Maria Abril Sellar?s [321] Tabla 5.1.1.3: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Les Illes Balears Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en les Illes Balears Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [322] Tabla 5.1.1.4: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Las Islas Canarias Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en las Islas Canarias Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos Maria Abril Sellar?s [323] Tabla 5.1.1.5: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Cantabria Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en Cantabria Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [324] Tabla 5.1.1.6: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Castilla ? La Mancha Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en Castilla ? La Mancha Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos Maria Abril Sellar?s [325] Tabla 5.1.1.7: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Castilla y Le?n Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en Castilla y Le?n Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [326] Tabla 5.1.1.8: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Comunitat Valenciana Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en la Comunitat Valenciana Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos Maria Abril Sellar?s [327] Tabla 5.1.1.9: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Extremadura Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en Extremadura Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [328] Tabla 5.1.1.10: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Galicia Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en Galicia Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos Maria Abril Sellar?s [329] Tabla 5.1.1.11: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: La Rioja Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en La Rioja Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [330] Tabla 5.1.1.12: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Madrid Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en Madrid Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos Maria Abril Sellar?s [331] Tabla 5.1.1.13: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Murcia Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en Murcia Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [332] Tabla 5.1.1.14: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Navarra Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en Navarra Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos Maria Abril Sellar?s [333] Tabla 5.1.1. 15: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: El Pa?s Vasco Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en el Pa?s Vasco Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [334] Tabla 5.1.1.16: Las Normativas relacionadas con los Gu?as de Turismo en las CCAA: Principado de Asturias Transposici?n de la Directiva de Bolkestein en el Principado de Asturias Fuente: Elaboraci?n propia en base a las normativas vigentes y las respuestas dadas desde la diferentes Asociaciones Profesionales de Informadores Tur?sticos Maria Abril Sellar?s [335] Una vez realizada la comparativa, nos planteamos que era conveniente profundizar en algunos de los elementos coincidentes o dispares que se pod?an inferir desde el an?lisis de los datos contenidos en los anteriores cuadros informativos en forma de tabla. Ello condujo a la elaboraci?n de dos nuevas Tablas donde se ha trabajado sobre dos ideas importantes:  Las definiciones sobre la propia actividad del gu?a de turismo. Se pretend?a esclarecer si en las normativas existentes hab?a una definici?n clara sobre la profesi?n del gu?a de turismo y c?mo se entend?a su actividad  El ?mbito de actuaci?n. Establecer los Bienes en los que como gu?as habilitados pueden trabajar. Este nuevo paso nos permit?a ver si en todas las CCAA aparec?a o no como Bien integrante de dicha actividad el equipamiento muse?stico. 188 188 En esta comparativa entraran a estudio todas las CCAA a pesar de que despu?s haya un estudio pormenorizado sobre la CA de Catalunya. Interesaba interrelacionarla en este caso con el conjunto de las 17 CCAA y ver c?mo quedaba integrada An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [336] Tabla 4.6.1.1 Definici?n acerca del gu?a de turismo CA DEFINICI?N Andaluc?a Se considera actividad propia de los gu?as de turismo la prestaci?n de manera habitual y retribuida de servicios de informaci?n tur?stica a quienes realicen visitas a los bienes integrantes del Patrimonio Hist?rico Andaluz Arag?n La actividad de Gu?a de Turismo tiene por objeto la prestaci?n de manera habitual y retribuida de los servicios de informaci?n, acompa?amiento y asistencia en materia cultural, art?stica, hist?rica y geogr?fica a los turistas en sus visitas: Baleares La profesi?n de gu?a tur?stico consiste en la actividad realizada por quienes se dedican, con car?cter habitual y retribuido, a la prestaci?n de servicios de informaci?n, orientaci?n y/o asistencia a grupos de personas en excursiones que incluyan una visita a los lugares comprendidos en unos apartados determinados. Canarias Se consideran actividades tur?stico-informativas las que tienen por objeto la prestaci?n de manera habitual y retribuida, de servicios de informaci?n, acompa?amiento y asistencia a usuarios tur?sticos en materia cultural, art?stica, hist?rica, geogr?fica o de recursos naturales. Castilla - Le?n Tendr?n la consideraci?n de Gu?as de Turismo de la Comunidad Aut?noma de Castilla y Le?n los profesionales debidamente habilitados que, de manera habitual y retribuida, presten servicios de informaci?n, acompa?amiento y asistencia en materia cultural, monumental, art?stica, hist?rica y geogr?fica a los visitantes. Maria Abril Sellar?s [337] CA DEFINICI?N Castilla ? La Mancha La actividad profesional de gu?a de turismo tendr? por objeto la prestaci?n de manera habitual y retribuida de servicios de asistencia, acompa?amiento e informaci?n en materia cultural, art?stica, hist?rica y geogr?fica a los turistas en sus visitas. Catalu?a La actividad de gu?a de turismo es aquella que tiene por objeto la prestaci?n de manera habitual y retribuida de servicios de informaci?n en materia cultural, art?stica, hist?rica y geogr?fica o ecol?gica, prestados a turistas en sus visitas, con la finalidad de informar de los recursos tur?sticos. Extremadura Tendr?n la consideraci?n de ?Gu?as de Turismo? aquellos profesionales que de manera habitual y retribuida, presten servicios de informaci?n y asistan en materia cultural, art?stica, hist?rica y geogr?fica a los turistas en sus visitas. Galicia Se considera gu?a de turismo especializado aquel que preste, con car?cter retribuido, servicios de informaci?n tur?stica sobre los bienes de inter?s cultural de Galicia. La Rioja Tendr?n la consideraci?n de ?Gu?as de Turismo? aquellos profesionales debidamente habilitados que de manera habitual y retribuida presten servicios de informaci?n y asistencia en materia cultural, monumental, art?stica, hist?rica y geogr?fica. Murcia La actividad profesional de Gu?a de Turismo tiene por objeto la prestaci?n de manera habitual y retribuida de servicios de informaci?n en materia cultural, art?stica, hist?rica geogr?fica a los turistas en sus visitas. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [338] Fuente: Elaboraci?n propia en base las normativas de las CCAA 1- En base a la Tabla 4.6.1.2 se podr?a indicar que a la hora de definir la actividad del gu?a de turismo, ya sea utilizando su identificaci?n con letras may?sculas o no, el 100% de las CCAA utilizan en sus disposiciones una definici?n similar. Todas las normas definen lo que es la actividad, pero no lo hacen en el significado de ser gu?a de turismo. La inexistencia de una definici?n de gu?a de turismo da que pensar y plantea una reflexi?n: ?c?mo se puede definir una actividad sin definir una profesi?n? Quiz? se tendr?a que empezar por definir la profesi?n de gu?a de turismo, si realmente se cree que se trata de una profesi?n. En la Tabla 4.6.1.2, se puede apreciar que hay unos elementos comunes a la hora de definir dicha actividad: I. Prestaci?n de manera habitual. CA DEFINICI?N Navarra La actividad profesional de gu?a de turismo tiene por objeto la prestaci?n de manera habitual y retribuida, de los servicios de informaci?n y de asistencia en materia cultural, art?stica, hist?rica y geogr?fica a los turistas en sus visitas al patrimonio hist?rico de Navarra. Principado de Asturias La profesi?n de gu?a de turismo es aquella que tiene por objeto la prestaci?n de manera habitual y retribuida de servicios de informaci?n, asesoramiento y asistencia en materia de cultura, arte, historia, geograf?a, y de recursos naturales. Valencia La actividad profesional de gu?a tur?stico tiene por objeto la prestaci?n a los turistas, de manera habitual y retribuida, de servicios de informaci?n en materia cultural; art?stica, hist?rica y geogr?fica, en sus visitas Maria Abril Sellar?s [339] II. Prestaci?n retribuida. III. Servicios de informaci?n tur?stica, tanto en conocimientos te?ricos como en conocimientos pr?cticos. IV. Acompa?amiento y asistencia. V. Servicios de asesoramiento. Siguiendo esta l?nea de la investigaci?n, es importante conocer sobre qu? recursos patrimoniales tur?sticos puede trabajar un gu?a de turismo. De la Tabla 4.6.1.2 se extrae las ideas principales sobre el espacio f?sico en el que puede ejercer su actividad profesional, dando lugar a la Tabla 4.6.1.3 Tabla 4.6.1.2: Bienes integrantes que forman parte del ?mbito de actuaci?n del gu?a de turismo CA Bienes Integrantes Andaluc?a a) Museos. b) Bienes integrantes del Patrimonio Hist?rico Andaluz. c) Bienes inscritos en el Cat?logo General del Patrimonio Hist?rico Andaluz en los t?rminos de la Ley 1/1991, de 3 de julio. Arag?n a) Museos. b) Bienes de inter?s cultural calificados como tales por la Administraci?n P?blica competente e inscritos en el correspondiente registro. c) Otros lugares de inter?s hist?rico, etnol?gico, ecol?gico o geogr?fico que figuren en el correspondiente cat?logo que en su caso elabore la Administraci?n tur?stica de Arag?n. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [340] CA Bienes Integrantes Baleares a) Museos. b) Bienes de inter?s cultural calificados como tales por la Administraci?n P?blica competente e inscritos en el correspondiente registro. c) Lugares de inter?s hist?rico, etnol?gico, ecol?gico o geogr?fico que figuren en el correspondiente cat?logo elaborado por la Administraci?n Tur?stica. Canarias a) Museos. b) Bienes integrantes del patrimonio hist?rico, art?stico o cultural. c) Espacios naturales protegidos de Canarias, en aquellas categor?as susceptibles de ser visitadas de acuerdo con la normativa general y espec?fica. En cualquier caso, la visita a espacios naturales protegidos se deber? organizar y efectuar con sometimiento a las normas que regulan el funcionamiento de los mismos. Catalunya a) Museos. b) Monumentos. c) Conjuntos hist?ricos. Cantabria a) Museos. b) Bienes inmuebles integrantes del Patrimonio Hist?rico Espa?ol. c) Otros lugares de inter?s hist?rico, etnol?gico o geogr?fico que figuren en el correspondiente cat?logo elaborado por la Administraci?n Tur?stica de Cantabria. Maria Abril Sellar?s [341] CA Bienes Integrantes Castilla Le?n a) Museos. b) Bienes integrantes del patrimonio hist?rico espa?ol en la Comunidad Aut?noma de Castilla y Le?n. Castilla La Mancha a) Museos. b) Bienes de Inter?s cultural del Patrimonio Hist?rico que se encuentren en el ?mbito territorial de Castilla ? La Mancha. c) Conjuntos hist?ricos de las ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Extremadura a) Museos. b) Bienes inmuebles integrantes del Patrimonio Hist?rico Espa?ol, radicados en la Comunidad Aut?noma de Extremadura. Galicia No concretiza. La Rioja a) Museos. b) Monumentos, conjuntos hist?ricos y del patrimonio hist?rico art?stico espa?ol en el territorio de la Comunidad Aut?noma de La Rioja. Madrid a) Museos y monumentos. b) Jardines, conjuntos, sitios, todos ellos hist?ricos. c) Zonas arqueol?gicas. d) Bienes inmuebles integrantes del Patrimonio Hist?rico Espa?ol y declarados de Inter?s Cultural, situados en dicho territorio. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [342] CA Bienes Integrantes Murcia a) Museos. b) Monumentos. c) Conjuntos Hist?rico-Art?sticos y Bienes de Inter?s Cultural declarados en la Comunidad Aut?noma de Murcia. Navarra No concretiza Pa?s Vasco No concretiza. Principado de Asturias a) Museos. b) Bienes Inmuebles declarados de Inter?s Cultural del Patrimonio Cultural de Asturias. c) Espacios Naturales Protegidos del Principado de Asturias. Valencia a) Museos. b) Monumentos. c) Conjuntos hist?rico-art?sticos. d) Dem?s lugares que por su relevancia hist?rica, cultural, geogr?fica o ecol?gica, figuren en el cat?logo aprobado al efecto por la Agencia Valenciana de Turismo o registro de Bienes de inter?s Cultural existente en la Generalitat Valenciana en materia de patrimonio hist?rico. Fuente: Elaboraci?n propia en base las normativas de las CCAA De la Tabla 4.6.1.3 se puede inferir que los Bienes integrantes del marco de su actividad suelen ser los mismos, o casi los mismos, en las distintas CCAA; salvo algunas variaciones que dependen, sin lugar a dudas, de los activos de la propia CA o algunas Maria Abril Sellar?s [343] Comunidades que no lo concretizan, l?ase el caso de Navarra y Pa?s Vasco. Todas las dem?s regiones auton?micas tratan los siguientes recursos susceptibles de ser interpretados por la figura del gu?a de turismo: I. Museos. II. Bienes de Inter?s cultural. III. Lugares de inter?s hist?rico, etnol?gico, ecol?gico o geogr?fico. IV. Conjuntos hist?ricos de las ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esta clasificaci?n da lugar al Gr?fico 4.6.1.1, donde se contempla en porcentajes aquellos gu?as que expl?citamente pueden trabajar dentro de los equipamientos muse?sticos, porque la norma as? lo indica. Gr?fico 4.6.1.1 ?mbito de actuaci?n de los gu?as de turismo en los espacios muse?sticos Fuente: Elaboraci?n propia en base datos aportados tabla 1 De las diecisiete CCAA hay un total de catorce que indican que el ?mbito de actuaci?n, entre otros bienes, ser?n los museos, y s?lo cuatro de dichas CCAA no lo especifican, lo cual puede significar que al no mencionarlo entiendan por omisi?n el hecho de que el gu?a, habilitado o no, puede trabajar en cualquier espacio con declaraci?n de protecci?n, o bien, que al no regular la figura no lo tengan en cuenta. Es importante el hecho de que para trabajar dentro de un museo las leyes tur?sticas entiendan que se requiere una habilitaci?n, ya que ello ayuda a dar soporte a nuestro An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [344] objetivo general, la necesidad de especializaci?n como nueva v?a de futuro para este colectivo del sector tur?stico. En el tema de las exclusiones,189 gracias a las Tablas 4.6.1.1 y despu?s al resultado obtenido representado en el Gr?fico 4.6.1.1, que es el compendio de las tablas anteriores, se puede inferir una serie de datos: trece de las CCAA excluyen a los empleados de museos, archivos, monumentos o lugares de inter?s art?stico, cultural, hist?rico, geogr?fico y/o ecol?gico que faciliten al p?blico su asistencia a los mismos, informaci?n relacionada con el lugar, siempre y cuando no perciban remuneraci?n por ello ni realicen publicidad de su actividad. Despu?s hay tres CCAA que no hacen ninguna menci?n espec?fica en el tema de las exclusiones, y finalmente la CA de Catalunya que hace una referencia espec?fica a la exclusi?n. Gr?fico 4.6.1.2 CCAA los museos y las exclusiones al ejercicio de la actividad de gu?a de museo Fuente: Elaboraci?n propia en base datos aportados por las Tablas 4.6.1.1. Se trata de que el personal empleado y los servicios pedag?gicos de los museos, monumentos y conjuntos hist?ricos que faciliten informaci?n, queden exentos de tener la habilitaci?n de gu?a de turismo. En ning?n lugar se menciona que los gu?as tur?sticos no puedan ejercer dicha actividad dentro del museo, por el hecho de que exista personal o servicios pedag?gicos en ellos. Se podr?a entender que la figura del gu?a de museo o mediador cultural en la CA de Catalunya se recoge a trav?s de una 189 Exclusiones, hace referencia a aquellas personas que no siendo gu?as pueden ejercer dicha actividad sin que por ello se caiga en un concepto de intrusismo. Maria Abril Sellar?s [345] exclusi?n, pues se piensa en un personal distinto al acostumbrado gu?a de turismo para ejercer la actividad de visita, interpretaci?n y comunicaci?n del museo. Finalmente, gracias a los datos que proporcionan las Tablas 4.6.1.1 podemos conocer cu?les son las diferentes tipolog?as que emanan de la figura principal de gu?a de turismo, seg?n las diferentes menciones que han hecho las distintas CCAA. El resultado en porcentajes aparece en el Gr?fico 4.6.1.3. Gr?fico 4.6.1.3 Diagrama de c?rculos. Porcentaje de las distintas tipolog?as de gu?as en base el estudio comparativo de las CCAA Fuente:Eelaboraci?n propia en base datos aportados por las Tablas 4.6.1.1 De las diecisiete CCAA, un 50% de las mismas utilizan la acepci?n y clasificaci?n de la denominaci?n: gu?as de turismo. Las CCAA de Arag?n, Canarias y Castilla ? Le?n hacen la distinci?n si es para un ?mbito territorial concreto, en tanto que Galicia le da el nombre de gu?a especializado, si bien no especifica a qu? va referida la especializaci?n. El Pa?s Vasco, por su parte, habla de Profesi?n Tur?stica y finalmente Canarias es la ?nica CA que distingue un tipo de gu?a sectorial para un recurso natural concreto, relacionado con el mundo de los cet?ceos, as? el gu?a se tendr? que especializar en el avistamiento y acercamiento a dichos mam?feros. En ning?n caso, de todas las normativas estudiadas de las CCAA, ninguna de ellas habla del gu?a de museo en s? mismo considerado. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [346] 5.1.2 Aproximaci?n a las conclusiones surgidas de la comparaci?n entre la normativa espa?ola Teniendo en cuenta que las CCAA espa?olas tienen traspasadas las competencias en materia de turismo, era presumible que la legislaci?n fuese abundante y diversa, mostr?ndose a trav?s de Decretos-ley, Leyes, Reglamentos y ?rdenes. Hemos podido comprobar que cada CA ha entendido a su manera c?mo legislar los temas tur?sticos, en base a las caracter?sticas de su territorio y las necesidades que les son propias, y que en algunos casos su manera de regular es coincidente con la forma que tienen de hacerlo otras CCAA, pero nunca es exactamente igual. A?s? tenemos que el 50% entienden que a los gu?as hay que denominarlos gu?as de turismo (ver Gr?fico 5.1.2.1) mientras que el otro 50% abre una abanico de denominaciones que es sintom?tico de la realidad de la profesi?n. Las diferencias no s?lo radican en la forma de denominar, tambi?n existen en el ?mbito de actuaci?n e incluso en el objeto sobre el cual realizar dichas actividades: desde la defensa del patrimonio cultural, espacios donde s?lo el gu?a habilitado puede trabajar, desde museos, edificios patrimoniales, ciudades declaradas de inter?s hist?rico art?stico, entre otros, hasta las del patrimonio natural, como ?mbitos de monta?a, o marinos y su fauna. Por otro lado se ha podido constatar que en algunas CCAA como Madrid, Canarias, Asturias y otras m?s no se ha producido una respuesta satisfactoria con la transposici?n de las dos Directivas europeas a su cuerpo legislativo. Dicha insatisfacci?n viene determinada tanto por la omisi?n, como es el caso del Pa?s Vasco o Madrid, como por la elaboraci?n reinterpretativa de las normas ya existentes como son los casos de Valencia y Andalucia. El descontento manifiesto de las APIT de dichas comunidades muestra la disociaci?n de las legislaciones con la realidad existente. Por otro lado, se ha podido comprobar que un 76% de las leyes se?alan que el museo puede encontrarse en el ?mbito de actuaci?n del gu?a de turismo, en cambio, ninguna de las CCAA ha entendidoa la hora de legislar que exista una figura propia denominada Maria Abril Sellar?s [347] gu?a de museo. Se reconoce su ?mbito, pero no su car?cter profesional, dependiendo en todo caso de una jerarqu?a superior como es la figura profesional del gu?a de turismo. Finalmente, en cuanto a qui?n no siendo gu?a pueda ejercer como tal, tenemos que un 16% de las CCAA entienden que se ha de dar esa exclusi?n en el ?mbito de los museos cuando el personal pedag?gico del mismo, o personal empleado, realice actividades guiadas. En el primer caso porque se ha creado un equipo especializado para realizar dichas visitas educativas o tur?sticas, y en el segundo, porque trat?ndose de momentos excepcionales en los que por un tiempo determinado y exclusivamente para ese caso que se prev?, el personal empleado tiene que realizar una funci?n que no le es propia ni adecuada a sus funciones tradicionales. Se ha podido comprobar c?mo han tratado este tema las normativas, ya que entienden que siendo un caso excepcional (el segundo) el empleado no puede recibir remuneraci?n econ?mica adicional alguna. Por lo tanto, no entrar?a dicha prestaci?n de servicio a ser contemplada como una actuaci?n profesional de gu?a de turismo, ya que le faltan dos de los criterios m?s importantes que definen la actividad: que sea habitual su ejercicio y que sea retribuido econ?micamente. 5.2. An?lisis de resultados de los instrumentos cuantitativos: Cuestionario a los museos 5.2.1. An?lisis del 1er Bloque: Visitantes y visitas en general en los museos Esta fase de an?lisis la iniciamos a modo de fase introductoria, de manera que a medida que avance el cuestionario las preguntas ir?n incidiendo tanto en los objetivos como en las hip?tesis que nos hemos planteado a lo largo de nuestra investigaci?n. La fase de aproximaci?n la hemos iniciado con una tabulaci?n de los visitantes que han acudido a los museos durante el a?o 2011. La tabulaci?n se basa en dos ?tems: el primero seg?n el n?mero de visitantes que cada uno de ellos ha recibido, y el segundo en base a los porcentajes que permiten distinguir a visitantes individuales y a visitantes An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [348] en grupo. Ello nos permite, por un lado, verificar qu? museos son los m?s visitados y los menos visitados, y entendiendo la situaci?n en que se encuentran ?stos museos en general sobre su n?mero de visitantes y, por otro, si los museos ven clara la diferencia de que se acceda al museo de manera individual o en grupo, ya que esta ?ltima opci?n fortalecer? la gesti?n de las visitas guiadas realizadas por un equipo humano.190 Antes de iniciar el an?lisis queremos se?alar las incidencias m?s remarcables que se han tenido a lo largo del estudio y que en algunos casos han hecho que ciertos datos se hayan tenido que desestimar y, en otros casos y en la medida de lo posible, buscar informaci?n por otros medios, como p?ginas web, revistas oficiales sobre gesti?n de los museos de Barcelona editadas desde Turisme Barcelona y el ICUB. As?, las incidencias son las siguientes:  Hemps Museum Gallery Barcelona abri? sus puertas el 11 de mayo de 2012. Por tal motivo algunas preguntas no obtuvieron respuesta, pero en temas de gesti?n se pudieron tener en cuenta algunas variables.  La responsable del Museo Mar?s, la sra. Neus Peregrina, nos pidi? que le envi?semos el cuestionario para valorarlo. D?as m?s tarde se efectu? una llamada telef?nica y en la conversaci?n mantenida aleg? que no iba a responder al cuestionario y que si busc?bamos datos los podr?amos encontrar en la p?gina web del museo. La Tabla 5.2.1.1 muestra la primera variable: museos y n?mero de visitantes del a?o 2011191. Se le ha a?adido un apartado de incidencias, dado que no todos los datos aportados correspond?an por completo al a?o natural objeto de nuestro estudio, lo 190 Si bien una visitante individual puede acceder al museo con un gu?a, los grupos han de acceder con un gu?a u acompa?ante. Para los primeros es una opci?n, para los segundos en muchos equipamientos es una obligaci?n. 191 Para poder realizar dicha tabla los datos han sido aportados por: en primer lugar y como fuente primaria los propios museos encuestados y en segundo lugar por las publicaciones oficiales que anualmente se hacen desde el ICUB y que son aportados por los propios museus, la p?gina web de l?ICUB es http://barcelonacultura.bcn.cat/institut-de-cultura (p?gina consultada en octubre de 2012) Maria Abril Sellar?s [349] cual nos permit?a, en el an?lisis posterior, descartar aquellas variables que no cumpliesen con el requisito del a?o natural. Tabla 5.2.1.1: Los museos y el n?mero de visitantes durante el a?o 2011. Incidencias Nombre de la Instituci?n muse?stica Visitantes A?o 2011 Incidencias Biblioteca Nacional de Catalunya. Museu del Llibre Frederic Mar?s 3.553 Bas?lica de la Sagrada Familia 3.200.000 CaixaF?rum 782.529 CosmoCaixa 830.282 Fundaci? Fran Daurel 237.420 Fundaci? Joan Brossa 850 De enero hasta junio Fundaci? Joan Mir? 583.833 Fundaci? La Maquinista Macosa 300 Fundaci? Privada Vila Casas - Can Framis 4.382 Fundaci? Su?ol 9.414 Fundaci? Tapies 70.220 Hemps Museum Gallery Barcelona No exist?a en el a?o 2011 La Pedrera, Catalunya Caixa 962.442 MACBA 344.871 MEAM 14.325 MNAC 466.602 Museu Afric? Daniel Comboni 800 Museu Barbier - Mueller d'Art Precolomb? de Barcelona 33.880 Museu Carrosses Funer?ries 1.417 Museu d'Arqueologia de Catalunya 29.125 Museu de Cera 193.000 Museu de Ci?ncies Naturals: Museu Blau 240.897 3 meses de puertas abiertas Museu de la Catedral Sin informaci?n Museu de la Moto 4.800 Finales de mayo a diciembre Museu de la Xocolata 154.133 Museu de l'Er?tica 39.384 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [350] Nombre de la Instituci?n muse?stica Visitantes A?o 2011 Incidencias Museu de les Idees i Invents de BCN 45.000 Des de marzo Museu de Perruqueria Rafael Pag?s 391 Museu del Mamut 18.000 Museu del Modernisme Catal? 16.800 Museu del Perfum Sin informaci?n Museu dels Carruatges del Foment 300 Museu d'Hist?ria de Barcelona 481.802 Museu d'Hist?ria de Catalunya 243.843 Museu Dioces? de Barcelona 139.077 Museu Egipci 300.504 Museu Etnogr?fic Andino-Amaz?nic 65 Museu Etnol?gic 42.000 De enero a setiembre Museu Frederic Mar?s 3553 De junio a diciembre Museu Futbol Club Barcelona 1.626.990 Museu Geol?gic del Seminari Conciliar de BCN 4.463 Museu i Centre d'Estudis de l'Esport Doctor Melci? Colet Sin informaci?n Museu Ol?mpic i de l'Esport 73.430 Museu Palmero Arte Sin informaci?n Museu Picasso 1.464.828 Reial Acad?mia de Belles Arts 450 Fuente: Elaboraci?n propia en base los cuestionarios e ICUB Las incidencias que aparecen en la Tabla 5.2.1.1 para el an?lisis de la primera pregunta se pueden agrupar en los siguientes criterios de desestimaci?n:  Los museos que no han tenido abierto durante todo el a?o 2011 por reformas, inauguraci?n o cierre. Los museos desestimados son: Fundaci? Joan Brossa, Museu de Ci?ncies Naturals- Museu Blau, Museo de la Moto, Museo de les Idees i Invents, Museo Etnol?gic, Museo Frederic Mar?s (dato obtenido del ICUB). Maria Abril Sellar?s [351]  Los museos donde sus responsables no han hecho un seguimiento de entradas, dando valores estimativos o incluso sin aportaci?n de datos. Los museos desestimados son: Museu Etnogr?fic Andino-Amaz?nic, Museu de la Catedral de Barcelona, el Museu del Perfum, el Museu i Centre d?EStudis de l?Esport Doctor Melci? Colet, y el Museo Palmero Arte.  Los museos en los que su responsable no ha querido contestar pero se han encontrado datos en su p?gina web. El que ha sido desestimado es el Museu Frederic Mar?s.  Los museos inexistentes en el a?o 2011, pero que han respondido temas de gesti?n. El museo desestimado es el Hemp Museum Gallery. Seg?n el museo que se analice aparece una fuerte oscilaci?n respecto al volumen de visitantes, lo que conlleva, para poder trabajar con datos inteligibles e interpretables, a la realizaci?n de cuatro gr?ficos, que nos posibilita agrupar y analizar aquellos museos de la ciudad de Barcelona que tienen un volumen de visitantes similar. Al final de los mismos, y para obtener una visi?n global, se har? un gr?fico de todos ellos donde quedar? reflejado lo que se ha podido constatar a lo largo del estudio de los cuatro gr?ficos. La divisi?n se hace en base al volumen total de visitantes que han recibido las instituciones muse?sticas de la ciudad de Barcelona durante el a?o 2011:192  Primer grupo: los museos con m?s de 1,000.000 de visitantes.  Segundo grupo: los museos que van desde los 999.999 a los 100.000 visitantes.  Tercer grupo: los museos que van desde los 99.999 a los 10.000 visitantes.  Cuarto grupo: los museos con menos de 9.999 visitantes. Los Gr?ficos: 5.2.1.1, 5.2.1.2, 5.2.1.3, 5.2.1.4 responden a la primera parte de la pregunta del cuestionario, mientras que el Gr?fico 5.2.1.5 nos dar? la visi?n global de los museos encuestados en la ciudad de Barcelona. 192 Somos conscientes que dicha divisi?n puede sesgar algunas informaciones pero que trat?ndose de un dato objetivo sirve para el estudio que estamos realizando. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [352]  Primer Grupo: los museos con m?s de 1,000.000 de visitantes en el a?o 2011 Gr?fico 5.2.1 1: N?mero de visitantes en los museos de BCN, 2011 Fuente: Elaboraci?n propia en base a los cuestionarios, TurismeBarcelona e ICUB. El Gr?fico 5.2.1.1 muestra los tres museos m?s visitados en la ciudad de Barcelona. Obs?rvese el ?tem: la Bas?lica de la Sagrada Familia. Este edificio se ha convertido en el icono de las visitas e imagen del skyline de Barcelona. De los 2,73 millones de visitantes que recibi? en el a?o 2008 ha pasado a los 3,20 millones en el a?o 2011 (v?ase Tabla 2.2.2.1), lo que signific? un aumento del 17,21%. Seg?n las clasificaciones oficiales del ICUB, hemos tenido que incluirlo en el conjunto de museos de la ciudad de Barcelona, pero no se puede entender el museo que en ?l se encuentra sin entender el edificio. Como puede apreciarse, por n?mero de visitantes, est? considerada el principal atractivo de la ciudad de Barcelona. El precio de entrada integra el edificio y el museo sin distinci?n de espacios, de modo que cuando se hace la lectura de esta variable hay que tener en cuenta que el recurso patrimonial es la Bas?lica y que el museo forma parte integrante de las secciones en las que se compone. 0 500.000 1.000.000 1.500.000 2.000.000 2.500.000 3.000.000 3.500.000 1 Bas?lica de la Sagrada Fam?lia 3.200.000 Museu Futbol Club Barcelona 1.626.990 Museu Picasso 1.464.828 N ?m er o de V is it an te s Maria Abril Sellar?s [353] El segundo ?tem es el Museu del Futbol Club Barcelona, el cual muestra una conducta de gesti?n parecida a la Bas?lica de la Sagrada Familia, si bien el mandato del museo es totalmente distinto. En este caso el incremento de visitantes es considerable ya que pas? de 1,23 millones de visitantes el a?o 2008 a 1,62 millones en el a?o 2011, (v?ase Tabla 2.2.2.1), un incremento de 31,70%, superior al de su predecesor. El precio de entrada integra el edificio y el museo, siendo la particularidad el renombre internacional que tiene el Futbol Club Barcelona lo que genera ese volumen de visitantes; as? pues, la repercusi?n medi?tica del equipo de futbol sit?a sus equipamientos en el segundo lugar de los museos m?s visitados de la ciudad. Finalmente el tercer ?tem se trata de un museo en s? mismo considerado, siendo la colecci?n ubicada en el propio museo lo que atrae a los visitantes, aunque el espacio que la contiene est? integrado en cinco edificios hist?ricos. Su evoluci?n es remarcable, ya que durante el a?o 2008 recibi? 0,94 millones de visitantes y en el a?o 2011, 1,46 millones, (v?ase Tabla 2.2.2.1), con un incremento 55,31%. Es por tanto el museo que m?s ha aumentado porcentualmente su n?mero de visitas. Un museo que abri? sus puertas en el a?o 1963 con un nombre distinto, la Colecci?n Sabart?s, y fue m?s tarde, en 1970, cuando cambi? su nombre, adoptando el del pintor que configuraba su colecci?n, Picasso, dando pie a su denominaci?n actual. Hoy, pasa a ser el tercer museo m?s visitado de Barcelona, y en este caso concreto, la motivaci?n ?nica es la obra que alberga del afamado pintor Pablo Ruiz Picasso. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [354]  Segundo Grupo: los museos que van desde los 999.999 a los 100.000 visitantes Gr?fico 5.2.1.2: N?mero de visitantes en los museos de BCN, 2011 Fuente: Elaboraci?n propia en base a los cuestionarios, TurismeBarcelona e ICUB. El Gr?fico 5.2.2.2 vuelve a mostrarnos una situaci?n parecida al gr?fico anterior, aunque en este caso son tres ?tems los que destacan sobre las dem?s, y de entre los tres, uno, el de La Pedrera provoca el desajuste entre el grupo de museos situados en esta franja. Al igual que los ?tems de la Bas?lica de la Sagrada Familia y del Futbol Club Barcelona, el edificio, una casa construida por Gaud? a principios del siglo XX, se vende en s? misma considerada, aunque una de sus ?reas sea el museo llamado: l?Espai Gaud?; lo que hace pensar que la influencia del nombre del arquitecto, as? como la obra constructiva, tambi?n pueden atraer al visitante en su globalidad. El precio integra todos los espacios que posee, incluy?ndose por tanto l?Espai, que es a trav?s del mandato y objetivos del museo donde se permite una mayor comprensi?n de lo que se visita y de la obra de Antoni Gaud? en general. Siguiendo con las variables del Gr?fico 5.2.2.2, le siguen CosmoCaixa y CaixaForum, con dos mandatos muy distintos y donde, seg?n nos comentaron los responsables 0 100.000 200.000 300.000 400.000 500.000 600.000 700.000 800.000 900.000 1.000.000 N ?m er o de V is it an te s Museos La Pedrera, Catalunya Caixa Cosmo Caixa Caixa F?rum Fundaci? Joan Mir? Museu d'Hist?ria de Barcelona MNAC MACBA Museu Egipci Museu d'Hist?ria de Catalunya Fundaci? Fran Daurel Museu de Cera Museu de la Xocolata Museu Dioces? de Barcelona Maria Abril Sellar?s [355] muse?sticos, el n?mero de visitantes var?a considerablemente seg?n las exposiciones que se efect?an a lo largo del a?o. Si son exposiciones que provocan grandes flujos tur?sticos, evidentemente la incidencia en el volumen de visitantes var?a considerablemente. Todo ello hace que tambi?n sigamos viendo un gr?fico con desviaciones importantes. En el caso de CosmoCaixa, ?se presenta un museo interactivo dirigido a familias y a servicios pedag?gicos?, seg?n palabras de Anna Sanahuja directora del equipamiento (cita textual recogida en el cuestionario realizado). Su evoluci?n desde 2008 hasta 2011 ha ido in crescendo (v?ase Tabla 2.2.2.1). Por su parte CaixaForum, con la realizaci?n de exposiciones temporales de reconocido prestigio y normalmente gratuitas, presenta un n?mero de visitantes alto, aunque ha visto disminuir en m?s de un 41% el n?mero de visitantes desde 2008 a 2011 (v?ase Tabla 2.2.2.1). El hecho de que en pol?tica de precios se utilice precio cero, o dicho de otro modo, que la entrada sea gratuita193, nos hace pensar en una mayor afluencia de visitantes, pero todo depende del tipo de exposiciones y de lo atractivas que les parezcan a los visitantes, tal y como nos mencionaba Valent? Farr?s, director del museo. En resumen, en ambos casos la lectura de los valores ofrecidos por CosmoCaixa y por CaixaForum se tiene que realizar con gran prudencia: CosmoCaixa por el p?blico al que va dirigido y CaixaForum por la pol?tica de precios cero que ha utilizado hasta el a?o 2014.194 A partir de la Fundaci? Joan Mir? el Gr?fico 5.2.2.2 muestra un equilibrio en sus ?tems. El museo que es conocido no s?lo a nivel nacional sino tambi?n internacional, por lo que representa la figura de Joan Mir?, se queda alejado de su m?s directo competidor CaixaForum en m?s de 100.000 visitantes, pero recordemos que en CaixaFoum la pol?tica de entrada gratuita le beneficia. El museo de la Fundaci?n Joan Mir?, a pesar 193 A partir del a?o 2014 la pol?tica de precios de Caixa Forum ha cambiado. Si se es cliente de la Caixa sigue manteni?ndose la pol?tica de precio O, si no se entra dentro de ese grupo por exposici?n hay que pagar un montante, variable anualmente. 194 Un estudio a posteriori futuro que permitiese investigar la varianza del n?mero de visitantes cuando CaixaForum decida que algunas de sus exposiciones sean de pago puede abrir nuevas v?as encaminadas a un inter?s investigador en el campo de la sociolog?a a?adiendo al estudio las repercusiones de exponer figuras, temas o propuestas menos conocidas. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [356] de serMir? a ser uno de los pintores del siglo XX con m?s renombre internacional nacido en Barcelona, si comparamos su volumen total de visitantes con el museo Picasso, la diferencia pasa por ser muy notoria, con m?s 880 mil visitantes menos. Presumiblemente el posicionamiento del museo, la facilidad de acceso en el coraz?n de la Barcelona hist?rica y el renombre universal de Picasso hagan entender esta diferencia195. Del resto de museos que componen este segundo grupo, destacamos el Museu Fran Daurel, seg?n nos explicaba Adel?n Torres, directora del museo, el equipamiento contabiliza sus entradas, en base a la entrada del Poble Espanyol, lugar donde se encuentra ubicado. De modo, que de nuevo es dif?cil saber si los turistas acuden por que se trata de un museo o por que se encuentra ubicado en una zona de indudable importancia de flujos tur?sticos de la ciudad, la monta?a de Montju?c, lugar con presencia de grandes recursos patrimoniales culturales y naturales. 195 Si bien ambos artistas son afamados, podr?amos considerar que el nombre Picasso, al igual que Van Gogh, Rembrandt, Monet, entre otros, se ha constitu?do, desde hace ya d?cadas, dentro del ?mbito tur?stico, en una Marca. Maria Abril Sellar?s [357]  Tercer Grupo: los museos que van desde los 99.999 a los 10.000 visitantes Gr?fico 5.2.1.3: N?mero de visitantes en los museos de BCN, 2011 Fuente: Elaboraci?n propia en base a los cuestionarios, TurismeBarcelona e ICUB El Gr?fico 5.2.2.3 muestra un patr?n de conducta similar a los gr?ficos precedentes 5.2.2.1 y 5.2.2.2. Dos ?tems de los ocho existentes destacan del grupo son el Museu Ol?mpic y la Fundaci? T?pies; ambas muestran unos setenta mil visitantes, y a gran distancia encontramos el Museu de l?Er?tica, que no llega a los cuarenta mil visitantes. En este grupo de museos aparece lo que podemos considerar museos j?venes, es decir, aquellos que llevan pocos a?os abiertos y que por este motivo a?n no se han consolidado ni a nivel dom?stico ni a nivel internacional. Es el caso, por ejemplo, del Museu del Mamut, el Museu del Modernisme Catal? y el MEAM. Cuando el turista cultural visita un museo puede hacerlo por varias razones: por impulsos, por qu? est? de moda, por recomendaci?n de un amigo, e incluso por opiniones de webs de viajes o blogueras (Blasco, 2006). Evidentemente las repercusiones son mayores cuanto mayor es el reconocimiento de un museo a nivel nacional e internacional, de modo que los museos j?venes tienen que posicionarse y aprovechar de estas herramientas que internet ofrece para ir aumentando el n?mero de visitantes. Tal y como dice el 0 10.000 20.000 30.000 40.000 50.000 60.000 70.000 80.000 N ?m er o de v is it an te s Museos Museu Ol?mpic i de l'Esport Fundaci? T?pies Museu de l'Er?tica Museu Barbier - Mueller d'Art Precolomb? de Barcelona Museu d'Arqueologia de Catalunya Museu del Mamut Museu del Modernisne Catal? MEAM An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [358] Laboratorio Permanente de P?blico de Museos, la mayor?a de los visitantes suelen concebir la visita muse?stica como una actividad social, sin embargo, habitualmente, se realiza con otras personas, aunque tambi?n se?alan que algunos visitantes consideran dichas visitas como una oportunidad de aprendizaje (Laboratorio Permanente de p?blico de museos, 2012). Los museos j?venes, a trav?s de su adaptaci?n a las tecnolog?as y entrando en el concepto de actividad social, pueden tener importantes logros a largo plazo, equiparables a los que tienen los museos consolidados, donde su fama les precede.  Cuarto Grupo: los museos con menos de 9.999 visitantes Gr?fico 5.2.1.4: N?mero de visitantes en los museos de BCN, 2011 Fuente: Elaboraci?n propia en base a los cuestionarios, TurismeBarcelona e ICUB 0 1.000 2.000 3.000 4.000 5.000 6.000 7.000 8.000 9.000 10.000 N ?m er o de v is it an te s Museos Fundaci? Su?ol Museu Geol?gic del Seminari Conciliar de Barcelona Fundaci? Privada Vila Casas - Can Framis BNC. Museu del Llibre Frederic Mar?s Museu Carrosses Funer?ries Museu Afric? Daniel Combni Reial Academia de Belles Arts Museu de Perruqueria Rafael Pag?s Fundaci? La Maquinista Macosa Museu dels Carruatges del Foment Maria Abril Sellar?s [359] El Gr?fico 5.2.1.4 muestra como este cuarto grupo, si bien el n?mero de visitantes es notablemente inferior al resto de los museos analizados en los gr?ficos precedentes, posee un comportamiento muy similar. Un primer museo, la Fundaci? Su?ol, destaca sobre los dem?s con m?s de nueve mil visitantes lejos de la posici?n del siguiente museo que es el Museu Geol?gic del Seminari Conciliar de Barcelona con 4.463 visitantes. Es notorio el grupo de museos que no alcanzan los quinientos visitantes anuales, un total de seis, lo que representa el 60% de este grupo196. Para obtener una visi?n global del n?mero de visitantes de los museos encuestados y trabajados por bloque se realiza el Gr?fico 5.2.1.5, cuya pretensi?n exclusivamente es mostrar esa visi?n global a modo de compendio. Gr?fico 5.2.1.5: Visi?n global de los museos y sus visitantes, 2011 Fuente: Elaboraci?n propia en base a los cuestionarios, TurismeBarcelona e ICUB 196 No corresponde a esta investigaci?n ver el estado de la cuesti?n de estos museos pero ser?a una buena l?nea para conocer qu? est? pasando en la ciudad de Barcelona con algunos museos, qu? pol?ticas de gesti?n y marketing realizan para tener un posicionamiento en el mercado tur?stico ? cultural, lo cual se aparta de los objetivos e hip?tesis de nuestra investigaci?n, quede pues para posibles investigaciones futuras. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [360] La primera pregunta del cuestionario, tal y como se indicaba anteriormente, ten?a un segundo apartado que intentaba clarificar cu?ntos de los visitantes que acuden al museo lo hacen de manera individual y cu?ntos grupal, (v?ase el Gr?fico 5.2.1.6). El volumen de las visitas en grupo puede determinar la necesidad de disponer de un gu?a de turismo en calidad de gu?a de museo, dependiente o no del equipamiento. Habitualmente visitar en grupo un museo significa la prestaci?n de un servicio que es la visita guiada, por tanto, en una relaci?n proporcional, cu?ntos m?s grupos m?s visitas guiadas y, por tanto, m?s necesidad de tener un equipo propio o externo que se encargue de las mismas. No es menos cierto que a nivel individual tambi?n hay visitas guiadas, pero si ya son dif?cilmente computables las visitas en grupo, tal y como veremos en nuestro an?lisis, a?n lo son m?s la identificaci?n de un visitante individual con un gu?a que le asiste en su visita tur?stica. Gr?fico 5.2.1.6 Porcentajes de visitantes individuales y en grupo en los museos de Barcelona Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos obtenidos por los cuestionarios El Gr?fico 5.2.1.6 muestra la importancia de las visitas individuales frente a las visitas en grupo, con algo m?s de veintis?is puntos de diferencia. El volumen de visitas en grupo es suficientemente importantes para que los gestores de los equipamientos entiendan la importancia de las actividades grupales, ya que no se trata de un dato 63% 37% Individuales Grupos Maria Abril Sellar?s [361] residual.197. Es importante precisar que de los cuarenta y seis museos, los datos analizados s?lo responden a veinticuatro de ellos, es decir, el 52,18% del total, ya que se han tenido que desestimar algunas respuestas por los siguientes motivos: 1. Siete museos no computan el n?mero de visitantes y, consecuentemente, no distinguen entre visitantes que acceden a los museos de manera individual o en grupo. Ello significa un 15,22% del total de los mismos. 2. Quince museos no distinguen entre visitas individuales y visitas en grupo. Sencillamente hablan de n?mero de visitantes. Ello significa un 32,60% del total. La suma de estos dos grupos de museos, veintid?s, nos marca un hecho significativo: el 47,82% de los responsables de la gesti?n en esta fase inicial, tienen una carencia significante en el conocimiento del p?blico que acude a sus equipamientos, bien sea por desconocimiento o por indiferencia de los tipos de p?blicos que acuden a ellos. Por su lado los veinticuatro museos restantes, han respondido en valores de porcentaje y/o valores num?ricos. En consecuencia, hemos tenido que unificar criterios, as? que todos aquellos responsables y gestores muse?sticos que nos dieron los valores num?ricos, los hemos transformado en valores porcentuales, permiti?ndonos a partir de ese momento establecer criterios comparativos que nos ayudasen llegar a conclusiones objetivas y que nos han permitido dibujar el Gr?fico 5.2.1.6. Como ya se ha comentado en p?rrafos precedentes, cuando en un museo entra un grupo, normalmente, va acompa?ado de un gu?a de turismo o figura similar, y si es un grupo escolar por el profesor. Es justamente la parte en la que se considera al grupo no escolar la que nos lleva a hablar de la necesidad de un gu?a de turismo que, muy probablemente, pueda especializarse en algunos museos de la ciudad de Barcelona y obtener con ello el perfil profesional adecuado. Por su parte, un visitante individual puede no s?lo solicitar el acompa?amiento de un gu?a, sino que puede utilizar otros 197 En base a los museos que respondieron a esta pregunta, que fueron veinticuatro, el c?lculo se ha hecho sumando todas las visitas, dividi?ndolas por el n?mero de museos, veinticuatro, y hallando el porcentaje correspondiente. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [362] sistemas de interpretaci?n no humanos existentes en los museos: carteles, plafones informativos, C?digos QR, App?s y audio ? gu?as, entre otros recursos. Esto no significa que un grupo no pueda utilizar esos instrumentos no humanos, pero no es lo habitual, porque entonces ?para qu? necesitar?an un gu?a? Respecto a la segunda pregunta del cuestionario se trataba de saber si dentro del marco de las actividades que propon?a el museo exist?an las visitas guiadas198. La ?nica pretensi?n de esta pregunta era saber si se hac?an visitas guiadas o no en los equipamientos muse?sticos de la ciudad de Barcelona. Lo primero que pudimos apreciar es que los museos entend?an la realizaci?n de las visitas guiadas en el marco de la utilizaci?n tanto de los Recursos Humanos como de las distintas t?cnicas instrumentales que permiten la llamada visita auto guiada del turista. En otras palabras, para algunos responsables de la gesti?n muse?stica el hecho de crear y mostrar cartelas informativas que ayuden y complementen la visita es m?s que suficiente para entender que est?n realizando una visita guiada. En definitiva, los gestores muse?sticos entienden que puedan existir visitas guiadas con un gu?a de museo (ya provenga del mundo tur?stico como del mundo pedag?gico); pero si esa figura no existe, con las cartelas e informaciones adicionales en tr?pticos, libretos, sistemas TIC, etc., desde la gesti?n muse?stica se entienden que es m?s que suficiente para se?alar que se est? produciendo el servicio de la visita guiada. En este momento de la investigaci?n podemos afirmar que este tipo de visitas guiadas pasivas o auto-guiadas pueden ayudar, pero carecen de esa parte de la interpretaci?n que hace atractiva la visita y que permite, adem?s, interrelaciones con diferentes explicaciones y valores culturales. Muy posiblemente, tal y como plantea Doering (1999), sea suficiente a un cierto nivel, pero es insuficiente para aquel turista que tiene inquietudes y desea conocer m?s en su ocio sin que por ello se sienta aleccionado. Ser? necesario, por tanto, que los museos sean capaces de reconocer los roles que 198 Entendiendo que dichas visitas guiadas las pod?an proponer ellos, o aceptar personal externo (gu?as de turismo en el rol de gu?a de museo) que las efect?e. Maria Abril Sellar?s [363] mejor se adapten a la demanda que les afecta, y por ello tienen que volver a replantearse la relaci?n que mantienen con el p?blico que acude a ellos. Gr?fico 5.2.1.7: Porcentajes de museos en la realizaci?n o no de visitas guiadas en el marco de sus actividades Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios El resultado de los datos obtenidos por parte de cuarenta y seis de los museos encuestados permite la obtenci?n del Gr?fico 5.2.1.7, el cual muestra como el 87% del total respondieron afirmativamente, mientras que un 13% del total, se?alaron que no hac?an ning?n tipo de visitas guiadas. Las razones que los responsables y gestores de los museos nos hicieron llegar para no tener visitas guiadas se pueden englobar en tres grandes grupos: 1. Porque no hay p?blico suficiente para realizar visitas. 2. Porque no hay fondos econ?micos para sostener a un equipo pedag?gico o tur?stico. 3. Ambas razones conjuntamente. Frente a estas premisas hay que tener en cuenta, adem?s, al p?blico visitante. As?, hay un tipo de visitantes que no desean ser acompa?ados ni guiados, porque no quieren ir dependiendo del ritmo que marque la persona que est? realizando la visita guiada, de modo que se apoyan en los paneles, los libros gu?a de los museos, los audio gu?as, los c?digos QR, o los sistemas App?s, sin olvidar las cartelas informativas, todas estas ayudas no personales para tener un conocimiento m?s amplio del lugar en el que se 87% 13% Visitas guiadas Visitas no guiadas An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [364] encuentran los visitantes, carecen del feedback que un gu?a s? puede ofrecer: es ese entusiasmo de una persona que conoce y explica el recurso que se est? visitando; y a?n as? existen p?blicos que prefirieren una visita libre a ser guiados por una persona que les marque obras y tempus. Por otro lado, tenemos visitantes que expresan el deseo de que alguien les explique el museo, y no quieren ninguno de los sistemas de apoyo instrumental no humano y contratan el servicio de un gu?a para que les ayude a interactuar con el equipamiento e incluso con el equipamiento y el entorno. El contacto directo de alguien que les hable, dinamice y adem?s se adec?e a sus necesidades les es m?s importante y m?s efectivo que un panel informativo, que muy probablemente, despu?s de haber sido le?dos los primeros, a medida que avanza en la exposici?n, yava perdiendo inter?s y el visitante se dedique exclusivamente a mirar lo que la exposici?n le muestra. En definitiva, comprender es una de las condiciones necesarias para apreciar y disfrutar del contenido de museo (Laboratorio Permanente de p?blico de museos, 2012), y una de las herramientas no pasivas es el gu?a de turismo en el rol de gu?a de museo que acompa?a a una o varias personas para llegar a esa comprensi?n y acercamiento al mandato y a los objetivos que el equipamiento desea que el turista se lleve con ?l. Para poder establecer criterios objetivos en las tipolog?as de visitas guiadas que realizaban los museos de la ciudad de Barcelona, se estableci? la pregunta tercera de este primer bloque, con tres opciones para acotar las repuestas de los responsables y gestores muse?sticos: Las tres opciones eran: las visitas pedag?gicas, las visitas tur?sticas y ambos tipos de visitas guiadas. El resultado obtenido se puede apreciar en el Gr?fico 5.2.1.8, donde se puede observar como una mayor?a de los museos, el 90% de aquellos cuarenta que realizan visitas guiadas, desdoblan sus tipolog?as, es decir, ofrecen o contemplan la existencia de visitas escolares/pedag?gicas y de visitas guiadas tur?sticas. Maria Abril Sellar?s [365] Gr?fico 5.2.1.8: Tipos de visitas guiadas en los museos Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios Como puede apreciarse por el Gr?fico 5.2.1.8 hay dos ?tems que se corresponden a visitas escolares en exclusiva y a visitas tur?sticas en exclusiva. Ambos responden al 10% del total, siendo un elemento con escaso peso ya que el resto de los encuestados, el 90%, se?alaban que hac?an ambas tipolog?as de visitas. Y es justo a ese 90% de responsables y gestores muse?sticos a los que se les ped?a m?s informaci?n: que nos dijesen en porcentajes cu?ntas de ellas se correspond?an a visitas escolares/pedag?gicas y cuantas a visitas tur?sticas. El resultado del Gr?fico 5.2.1.9 se basa, por tanto, en la respuesta de los cuarenta museos que respondieron ambas.199 Gr?fico 5.2.1.9: Porcentaje de visitas escolares y de visitas tur?sticas Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios 199 Para obtener el gr?fico 5.2.1.8 se sumaron todos los porcentajes de las respuestas, se dividi? por cuarentay cuatro y se obtuvo el tanto por ciento. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [366] El Gr?fico 5.2.1.9 muestra un equilibrio entre ambos tipos de visitas, con una diferencia s?lo de algo m?s de seis puntos. Viendo este resultado podr?amos llegar a afirmar que ambas tipolog?as son importantes para los equipamientos muse?sticos de Barcelona200. Los propios gestores en el momento de facilitar los datos se?alaban que muy con toda probabilidad iban a existir fuertes oscilaciones entre las visitas escolares y las visitas tur?sticas seg?n la importancia del equipamiento a nivel tur?stico. De modo, que para comprobar dicha afirmaci?n retomamos la divisi?n que se hab?a hecho por grupos de los museos seg?n el n?mero de visitantes, y poder as? verificar la existencia de dichas oscilaciones.  Primer grupo: los museos con m?s de 1,000.000 de visitantes Gr?fico 5.2.1.10: Visitas escolares y visitas tur?sticas en los museos de Barcelona, 2011 Fuente: Elaboraci?n Maria Abril en base a los datos aportados por los cuestionarios El Gr?fico 5.2.1.10 refleja claramente la oscilaci?n en favor de las visitas guiadas tur?sticas, siendo el caso m?s sorprendente el museo Picasso con m?s del 90% del 200 No entramos a tratar el volumen de ingresos que genera, ya que no es objeto de esta tesis doctoral, pero en temas de gesti?n muse?stica es evidente que el tratamiento de las visitas escolares y de las visitas tur?sticas han de ser distinto, normalmente las pedag?gicas hasta ciertas edades son gratuitas, y las tur?sticas no. Maria Abril Sellar?s [367] global de sus visitas. Este sorprendente resultado se debe a que el museo Picasso posee una amplia oferta pedag?gica ligada con las exigencias curriculares de cada nivel educativo; siendo este alcance y renombre internacional lo que provoca, muy probablemente, un desequilibro entre las visitas guiadas en general y las pedag?gicas201. Los otros dos equipamientos tambi?n se encuentran en una situaci?n parecida pero menos acentuada, con el 80% el Futbol Club Barcelona y el 70% la Bas?lica de la Sagrada Familia. En resumen en este primer grupo ocho de cada diez visitas son tur?sticas, lo cual refuerza la posici?n tur?stica de estas tres instituciones y la importancia de tener equipos de gu?as de turismo en el rol de gu?as de museo para dar salida a la demanda existente.  Segundo Grupo: los museos que van desde los 999.999 a los 100.000 visitantes En este segundo grupo hay cuatro museos que no hacen distinci?n entre las tipolog?as de visitas antes descritas. Los museos a los que nos referimos son La Pedrera, el MACBA, el Museu de Cera y el Museu Dioces?. As?, si tratamos el tema en valores porcentuales tenemos que en este segundo grupo el 30,76% computan sus visitantes, pero les es indiferente a qu? categor?a pertenecen. Mientras que el 69,23% restante siguen caminos muy distintos e incluso dispares, el Gr?fico 5.2.1.11 nos los hace evidente: 201 Otra mirada a ese ?tem podr?a ser, el hecho de que muchas de las visitas pedag?gicas en el museo Picasso se consideran talleres, por tanto, no son computables bajo el concepto de visitas pedag?gica. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [368] Gr?fico 5.2.1.11: Diagrama de Columnas. Visitas escolares y visitas tur?sticas en los museos de Barcelona, 2011 Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios El Gr?fico 5.1.2.11, a diferencia del anterior, nos muestra dos polos opuestos: mientras los museos CosmoCaixa, CaixaForum, la Fundaci? Joan Mir? y el Museu de la Xocolata, reflejan un predominio de las vistas guiadas tur?sticas sobre las escolares/pedag?gicas, los museos restantes, Museu d?Hist?ria de Barcelona, el MNAC, el Museu Egipci, la Fundaci? Fran Daurel y el Museu de Historia de Catalunya es justo al contrario, predominando las escolares/pedag?gicas. Cabe hacer una menci?n expresa para los dos museos que hacen referencia a temas hist?ricos, el Museu d?Hist?ria de Barcelona y el Museu d?Hist?ria de Catalunya, donde la decantaci?n en favor de las visitas escolares es de m?s del 90%, siendo las visitas tur?sticas un tema residual. Menci?n especial merece la Fundaci? Fran Daurel, la cual se encuentra dentro del Poble Espanyol y que, como bien se ha comentado anteriormente, forma parte integrante de las visitas tur?sticas que se dan en la monta?a de Montju?c. De esto nos sorprende el hecho de la gran diferencia existente, m?s de ochenta puntos entre las visitadas escolares/pedag?gicas y las tur?sticas, coment?ndonos Adel?n Torres, responsable del museo, que desconoc?a a qu? se deb?a este hecho. Maria Abril Sellar?s [369] En definitiva, el renombre internacional de algunos museos, la ubicaci?n dentro de los circuitos tur?sticos en la ciudad de Barcelona, el mandato que quieren transmitir y sus objetivos provocan un cambio en la tipolog?a de las visitas que en ?l se producen. De la contundencia del primer grupo en favor de las visitas guiadas tur?sticas pasamos a un equilibrio de fuerzas entre ambas visitas. Los porcentajes entre museos donde predomina la visita tur?stica sobre la pedag?gica es m?s equilibrada que en aquellos donde la pedag?gica est? por encima de la tur?stica. Mientras en los cuatro primeros su porcentaje es de 75% de visitas tur?sticas y 25% de pedag?gicas, en los segundos el desequilibrio entre ellos es mayor, ya que tenemos el Museu d?Hist?ria de Barcelona y el Museu de Hist?ria de Catalunya con m?s del 90% a favor de las pedag?gicas, sigui?ndole Museu Egipci y la Fundaci? Fran Daurel con un 80%, y finalmente el MNAC, presenta una relaci?n de 64% a 36% en favor de las pedag?gicas siendo, entre estos museos, el m?s cercano a alcanzar un equilibrio, aunque no la paridad.  Tercer Grupo: los museos que van desde los 99.999 a los 10.000 visitantes En este grupo se concentran un volumen de museos con un reconocimiento internacional menor y con una acci?n m?s directa a nivel local y concretamente escolar. De los museos que forman este grupo tres de ellos no hac?an ning?n tipo de distinci?n. Se trata de los museos de l?Er?tica, el Arqueologico de Catalunya y el MEAM. El caso del MEAM es un museo con una especificidad concreta, fue inaugurado el a?o 2011 por tanto se nos se?ala que en ese primer a?o, por la puesta en marcha del museo y por las necesidades inherentes a un primer a?o de funcionamiento, no hab?an previsto la distinci?n entre visitas pedag?gicas y visitas tur?sticas, y habi?ndolo encasillado todo al concepto de visitas tur?sticas. Pero su intenci?n era en los a?os siguientes tener claramente diferenciados las dos tipolog?as de turismo. Por este motivo tampoco incluiremos al MEAM en este grupo de an?lisis, ya que desvirtuar?a sobremanera los objetivos que pretende dicho estudio. De modo que de los nueve museos s?lo seis aparecen en el Gr?fico 5.2.1.12. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [370] Gr?fico 5.2.1.12: Diagrama de Columnas. Visitas escolares y visitas tur?sticas en los museos de Barcelona, 2011 Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios El Gr?fico 5.2.1.12 muestra c?mo de los seis museos que configuran esta clasificaci?n, en cuatro de ellos predominan las visitas escolares/pedag?gicas sobre las tur?sticas, con dos museos con el 90% de visitas escolares, l?ase Museu Etnol?gic i Museu del Mamut, donde se puede apreciar una demanda m?s de proximidad y con unas necesidades docentes que se ven reflejadas en las etapas curriculares escolares aprovechadas por los profesores para poder realizar actividades pr?cticas. Le siguen otros dos museos, el Museu Ol?mpic i de l?Esport y la Fundaci? T?pies, las cuales est?n entre el 68% sobre el 32% a favor de las pedag?gicas. Finalmente, uno que muestra datos a la par, es el Museu del Modernisme Catal?, podemos ver que es definitivamente el ?nico donde las visitas tur?sticas est?n por encima de las pedag?gicas, siguiendo el criterio de proporci?n del primer grupo que es el Museu Barbier Mueller d?Art Precolomb?. Suponemos que el lugar donde se encuentra ?ste, justo delante del Museu Picasso, ha ayudado a que haya tenido m?s visitas tur?sticas Maria Abril Sellar?s [371] que escolares202. Adem?s su mandato y objetivos dif?cilmente se pueden inscribir en las etapas curriculares educativas habituales, salvo las universitarias203. Respecto al Museu del Modernisme Catal?, nos encontramos frente a un museo relativamente joven, ya que se inaugur? en el a?o 2010. Gemma Losas, directora del mismo, entend?a que el mandato pretendido por el equipamiento se adaptaba a las vidas curriculares de las escuelas m?s que a las demandas de los turistas, pero se?alaba que al mismo tiempo su ubicaci?n y su objetivo expositivo atra?an a los visitantes no escolares, ya que el modernismo es uno de los puntos fuertes de la ciudad de Barcelona. Por otro lado, si bien se trata de un museo muy joven, su directora nos confirma que la mitad de sus visitas son tur?sticas, lo que demuestra la importancia tem?tica no s?lo de la figura de Gaud? sino tambi?n del Modernismo en general en la ciudad de Barcelona. Los espacios muse?sticos enclavados dentro del estilo art?stico del Modernismo que forman parte este estudio: la Sagrada Familia y la Pedrera gozan de una salud inmejorable a nivel de posicionamiento tur?stico, y si la t?nica de afluencia de visitantes sigue del mismo modo, muy probablemente, el Museu del Modernisme Catal? lograr? posicionarse en el mercado internacional y nacional, ya sea por el patrimonio que exhibe, como por los artistas que en ?l se encuentran representados. En resumen, el Gr?fico 5.2.1.12 muestra, respecto a sus precedentes, una evoluci?n hacia el campo de las visitas pedag?gicas. Si valor?semos el grupo en global, ver?amos como el 66% de las visitas son escolares y el resto, el 34%, son tur?sticas, por lo que es el que m?s se aproxima al objetivo general con el que hab?amos iniciado esta tercera pregunta. 202 Dicha suposici?n se vio confirmada cuando Mar?a P?rez, responsable de comunicaci?n y visitas nos comentaba, v?a telef?nica, que el hecho de su ubicaci?n ayudaba la existencia de visitas en grupo de nivel tur?stico. 203 Desgraciadamente no se podr? saber si el museo desea un cambio de pol?tica puesto que cerr? a finales de verano del a?o 2012 y por tanto cuando se les plante? la posibilidad de ver nuevas perspectivas de tipolog?as de visitas o aumento de las existentes, se nos coment? que eso ya no ser?a posible por el posible cierre que se preve?a, y que finalmente se produjo. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [372] En este primer gran bloque de preguntas introductorias nos interesaba investigar si los museos ten?an en cuenta los idiomas a la hora de ofrecer visitas guiadas tur?sticas, y dado que estamos en el bloque introductorio, la gesti?n de los idiomas se ver? m?s adelante. El inter?s radica en el objetivo espec?fico tres, donde se pretende establecer el grado de calidad de las visitas as? como el de especializaci?n de los gu?as de turismo. Los conocimientos te?ricos e idiom?ticos son esenciales para conseguir el m?ximo rendimiento de una visita tur?stica que es alcanzar el nivel de satisfacci?n que el cliente espera de la misma. Este dato es importante ya que forma parte de los valores y aptitudes que le hemos de exigir a un gu?a para que ejerza dicha profesi?n: la de los conocimientos que se apoyan en la cultura a nivel extensivo, las cuestiones pr?cticas que quiere saber el visitante y finalmente los idiomas pertinentes. Al gu?a se le exige no s?lo que hable una lengua sino que la hable correctamente para que su mensaje interpretativo alcance al p?blico que le est? escuchando (Picazo, 2011). En consecuencia de los cuarenta y seis museos que forman nuestro universo de estudio, ocho no contestaron a esta pregunta, por las siguientes razones204:  Al no realizar visitas ya no se planteaban en absoluto el idioma a utilizar.  A?n no hab?an iniciado una pol?tica de visitas guiadas en distintos idiomas por ser el museo muy joven. 204 Nos sorprendi? el hecho de que dos de los museus que no contestaron a esta pregunta fueron: la Sagrada Familia y La Pedrera con una remarcable incidencia tur?stica y que muy probablemente cambiaria los baremos y resultados de los gr?ficos a trabajar. Maria Abril Sellar?s [373] Gr?fico 5.2.1.13: Museos que utilizan las lenguas vern?culas y las lenguas extranjeras Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios La pregunta formulada permit?a tres ?tems: s?lo las lenguas vern?culas, s?lo las lenguas extranjeras y ambas opciones; (ver el Gr?fico 5.2.1.13). De los treinta y ocho museos que respondieron, el 100% afirmaron que hac?an visitas en lengua espa?ola y catalana, de los cuales treinta, es decir, el 78,94% lo hac?an adem?s en una lengua extranjera. Lo que significa que hab?a ocho museos, unl 21,05%, que s?lo hac?an visitas en las lenguas vern?culas reconocidas por la Constituci?n de 1978 y el Estatuto de Autonom?a del a?o 2006,: el Museu Frederic Mar?s, el Museu de Carruatges del Foment, el Museu Afric? Daniel Colomb?, el Museu Palmero Arte, la Fundaci? Joan Brossa, la Reial Acad?mia Belles Arts, la Fundaci? La Maquinista Macosa y el MEAM. Salvo el Museu Frederic Mar?s que supera los veinticinco mil visitantes y el MEAM con m?s de catorce mil visitantes en medio a?o, el resto de los museos mencionados no supera los dos mil visitantes, hecho que con toda seguridad no permite tener ni un equipo pedag?gico ni unos gu?as de turismo en el museo que puedan atender a los visitantes tur?sticos en ning?n otro idioma que no sean las lenguas cooficiales de la CA, o incluso no llevar a cabo visitas guiadas tur?sticas ni escolares. A esta realidad hay que a?adir un elemento m?s, los museos prev?n visitas guiadas tur?sticas y pueden ofrecer o no un idioma determinado, pero ello no obsta, para que aquellas visitas concertadas y reservadas por parte del cliente con su propia gu?a de An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [374] turismo en el rol de gu?a de museo pueda hacer la visita en el idioma del grupo. De modo que las instituciones muse?sticas no suelen negar la posibilidad que el propio gu?a que va con el grupo haga la visita en el idioma requerido. No obstante, algunos museos no abogan por ello. Es el caso del Museu Egipci, que aludiendo al hecho de la especificidad y complejidad del objetivo del equipamiento, prefiere que sea el grupo humano de su supervisi?n el que haga las visitas guiadas tur?sticas, se?alando que el nivel de conocimientos de los gu?as de turismo no es suficiente para el objetivo que pretende dicho museo. Por otro lado, hemos querido comprobar que de los treinta y ocho museos encuestados ninguno hac?a la visita guiada s?lo en lengua extranjera, pero que en algunos casos las visitas tur?sticas en un idioma for?neo estaban muy por encima de las lenguas propias del pa?s. La Tabla 5.2.1.2 muestra en porcentajes los valores que nos ofrecieron los responsables de la gesti?n muse?stica. En esta tabla s?lo aparecen diecinueve de los espacios muse?sticos, es decir, el 50% de aquellos que se?alaron que utilizaban idiomas nacionales y extranjeros. La raz?n es que el resto no establec?a diferencias ni gestionaba el volumen, y para los responsables del museo eran simplemente visitas guiadas en general. Tabla 5.2.1.2: Idiomas que se trabajan en los museos Museo Lenguas Espa?ol/Catal?n Lengua extranjera M. Futbol Club Barcelona 30% 70% M. Picasso 20% 80% CosmoCaixa 91% 9% CaixaForum 92% 8% F. Joan Mir? 20% 80% M. d'Hist?ria de BCN 56 % 44% MNAC 46% 54% Maria Abril Sellar?s [375] Museo Lenguas Espa?ol/Catal?n Lengua extranjera M. Egipci 50% 50% M. d'Hist?ria de Catalunya 92% 8% F. Fran Daurel 95% 5% M. de Cera 90% 10% M. de la Xocolata 96% 4% M. Ol?mpic i de l'Esport 90% 10% F. T?pies 90% 10% M. Etnol?gic 85% 15% M. Barbier-Mueller 20% 80% M. d'Arqueologia de Catalunya 99% 1% M. del Mamut 70% 30% M. Modernisme Catal? 80% 20% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios En esta Tabla 5.2.1.2 podemos distinguir dos grandes grupos de museos: aquellos que tienen un renombre internacional, donde puede llegar a superar el idioma extranjero a los idiomas nacionales. Son los Museos del Futbol Club Barcelona, del Picasso, de la Fundaci? Joan Mir?, del MNAC y del Barbier-Mueller d?Art Precolomb?, donde su media radica en un 27,2% de las visitas en lengua espa?ola y/o catalana, y el 72,8% es en lengua extranjera. En este grupo el museo que m?s se aparta de dicha media es el MNAC, pero nos sorprende este dato, ya que en cuanto a tipolog?as de visitas las pedag?gicas estaban por encima de las tur?sticas y supuestamente las visitas escolares se dan en los idiomas vehiculares de Catalunya; lo cual nos hace reflexionar que probablemente tengan visitas escolares de ?mbitos extranjeros y de ah? ese resultado. Respecto al segundo grupo, donde las lenguas vehiculares en Catalunya imperan por encima de las extranjeras tenemos los siguientes museos: An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [376]  Ni CosmoCaixa, ni CaixaForum muestran preferencia alguna por las lenguas extranjeras, lo cual, si pensamos en su p?blico objetivo, sobretodo CosmoCaixa, que son las familias y despu?s los grupos escolares, hace evidente que sus visitas se realizan en los idiomas principales vehiculares de Catalunya.  El Museu d?Hist?ria de Barcelona sorprende justamente por la fuerte inversi?n en el comportamiento de las visitas. Si bien mostraba un desajuste importante entre sus visitas pedag?gicas y sus visitas tur?sticas, en cuanto al idioma el acercamiento es notorio, llegando casi a una fase de equilibrio. Posiblemente se deba al hecho de la ubicaci?n de este espacio muse?stico en pleno centro hist?rico de Barcelona, en el frontal mar?timo del Distrito de Ciutat Vella, o a su m?todo y objetivos muse?sticos, que son dos polos de atracci?n lo suficientemente importantes para que se d? ese alto valor a las lenguas extranjeras; o tambi?n al hecho de que una parte de los grupos escolares sean extranjeros.  El Museu Egipci presenta unos porcentajes a la par. Un equilibrio del 50% en ambas variables.  El Museu d?Hist?ria de Catalunya, la Fundaci? Fran Daurel, el Museu de Cera, y el Museu de la Xocolata se caracterizan por un fuerte desequilibrio entre los idiomas vehiculares del territorio y los idiomas extranjeros, siendo el Museu de la Xocolata el que presenta el mayor desequilibrio, con un 96% de las visitas tur?sticas en idioma castellano o catal?n. No obstante, en conjunto, el promedio que se establece es de un 90% del uso de la lengua espa?ola/catalana respecto al casi 10% de las lenguas extranjeras. Por posicionamiento, podr?amos pensar que los cuatro tienen una situaci?n privilegiada dentro de los itinerarios que marcan los flujos tur?sticos en la ciudad, pero ante esta enorme diferencia, nos preguntamos hasta qu? punto la ubicaci?n sirve para reclamar a turistas extranjeros y, sobre todo, hasta qu? punto tenemos desarrollado el turismo cultural fuera de los museos m?s conocidos de Barcelona. En el caso del Museu Fran Daurel, a pesar de estar dentro de un espacio tur?stico con renombre internacional como es el Poble Espanyol, muestra una diferencia de noventa puntos de las lenguas vern?culas respecto a las lenguas extranjeras. Adelin Torres, responsable de las visitas, nos Maria Abril Sellar?s [377] comentaba que las reservas no pasaban a trav?s del propio museo, sino de PEMSA, el organismo que gestiona el Poble Espanyol, y que desconoce el por qu? de esa gran diferencia entre visitas en lengua espa?ola/catalana y las lenguas extranjeras.  El Museu Ol?mpic i de l?Esport, la Fundaci? T?pies, el Museu Etnol?gic, el Museu de l?Er?tica, el Museu Barbier-Mueller, el Museu Arqueol?gic de Catalunya, el Museu del Mamut i el Museu del Modernisme Catal? presentan un fuerte desequilibrio idiom?tico en las visitas. A medida que avanzamos en los museos menos visitados de la ciudad de Barcelona, nos encontramos con el hecho de que las diferencias entre las lenguas vern?culas y las lenguas extranjeras son cada vez mayores y se decantan b?sicamente a favor de las lenguas vehiculares del territorio. Un ?nico caso, el del Museu Barbier Mueller d?Art Precolomb?, muestra una inversi?n en este sentido: existe una predominancia de visitas en las lenguas extranjeras sobre las vern?culas; una diferencia ostensible puesto que hay m?s de sesenta puntos de margen diferencial entre ambas. Pensamos que el lugar de ubicaci?n de este museo puede ser uno de los factores m?s importantes para que se d? la preponderancia de la lengua extranjera. En el polo opuesto encontramos el Museu d?Arqueologia de Catalunya, donde la diferencia es mucho m?s acentuada: el 99% de sus visitas son en lenguas vehiculares del territorio, mientras que s?lo el 1% lo es en lengua extranjera. A pesar de estar en una de las zonas tur?sticas m?s importantes de la ciudad, la monta?a de Montju?c, y teniendo cerca museos como el MNAC y la Fundaci? Mir?, no goza, como estos anteriores museos, de un flujo alto de visitantes de car?cter tur?stico, si bien en los ?ltimos a?os ha experimentado un ligero crecimiento, pasando de 24.968 visitantes en el a?o 2008 a 29.125 visitantes en el 2011 (ver Tabla 2.2.2.1); sin embargo, parece ser que no es suficiente para ofrecer prestaciones tur?sticas como visitas guiadas con idiomas. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [378] Respecto al resto de los museos las visitas realizadas en lengua castellana o catalana son superiores a las de la lengua extranjera, con oscilaciones que van de los cincuenta a los ochenta puntos.205 En resumen los idiomas constituyen una parte importante de los conocimientos de un gu?a de turismo tanto en su trabajo en general como cuando ejerce el rol de gu?a de museo. Y una parte de los museos tambi?n lo entiende as?, ya que el 78,94% acogen no s?lo las lenguas vern?culas de Catalunya sino tambi?n las lenguas extranjeras. 5.2.1.1 Aproximaci?n inicial a las conclusiones del primer bloque de preguntas: Siendo este primer bloque la fase introductoria y de posicionamiento de la gesti?n de las visitas en los espacios muse?sticos ha sido importante constatar el amplio espectro de museos que tiene la ciudad de Barcelona y la consolidaci?n internacional de algunos de ellos, si bien no siempre las motivaciones son por el propio museo sino por 205 No se quiso profundizar m?s en el tema de la lengua castellana o catalana, s?lo algunos museos nos dieron los datos porcentuales o concretos en aras a tener una informaci?n mucho m?s precisa, lo cual provoc? que tuvi?ramos que trabajar en tantos por ciento y por tanto reconducir estos datos tan precisos para poder hacer un estudio global. No obstante hacemos aqu? menci?n de aquellos museos que en su amabilidad y dedicaci?n nos dieron esos datos sobre las dos lenguas vehiculares del territorio, que quiz? en posteriores estudios puedan ser utilizados para la g?nesis de una nueva l?nea de investigaci?n. Caixa Forum, se?al? que en referencia a la lengua espa?ola o catalana, predominaba el idioma catal?n sobre el castellano, en un 70% sobre el 30%. El MNAC se?al? que aproximadamente un 80% eran de Catalunya siendo el idioma predominante utilizado el catal?n, y que el 5% eran del resto de Espa?a, lo cual nos da un dato concreto pero inexacto en su globalidad, sabemos que el m?nimo del 5% se corresponde a la lengua castellana, pero posiblemente algunas que llegan de Catalunya se hagan tambi?n en dicho idioma. CosmoCaixa, indic? que s?lo el 8% de sus visitas tur?sticas se realizaban en el idioma castellano, mientras que el 82% lo hac?an en el idioma catal?n. El Museu de la Perruqueria Rafael Pag?s, se aparta completamente de la tendencia asumida por las otras instituciones. El 90% de sus visitas las hace en castellano, el 5% en catal?n, y finalmente el 5% en lengua extranjera. Nos se?alaba que normalmente sus cursos se dirigen a profesionales de todo el territorio espa?ol donde se incluye una visita a su museo, de modo que como sus visitantes vienen de todo el territorio es muy complicado que se utiliza la lengua catalana. El Museu de la Cera, se?ala de manera gen?rica que el 50% de sus visitas son en catal?n y el 50% son en castellano, no ofreci? m?s datos ni los coment?. La Fundaci? Joan Brosa, se?alo que el 90% de sus visitas son en catal?n mientras que el 10 % restante lo son en castellano. El Museu de la Xocolata dio unas cifras totalmente imprecisas pero dado que hizo el comentario creemos oportuno mencionarlo por respeto y fidelidad en las encuestas. Se?al? que la inmensa mayor?a de las visitas se hac?an en catal?n. Maria Abril Sellar?s [379] el lugar f?sico donde se encuentra situado, o por el edificio que lo alberga; casos como la Bas?lica de la Sagrada Familia y la Pedrera as? lo refrendan. Pero otros grandes como el Museu Picasso, la Fundaci? Mir? o el MNAC son museos consolidados y con una trayectoria ascendente. Hemos podido comprobar que el 63% de los visitantes que reciben los museos de la ciudad de Barcelona lo hacen de manera individual y que un 37% lo hace en grupo. Ciertamente hay un desequilibrio, pero tengamos en cuenta que hablamos de grupo en general sin percepci?n del volumen de personas que se gestionan en cada grupo. De modo que ese 37% consolida la afirmaci?n de la necesidad de tener equipos preparados para la realizaci?n de visitas guiadas tur?sticas o escolares. Aunque ciertamente el coste que ello implica hace que una parte de los museos no tenga dichos equipos, ni se plantee tenerlos. Por otro lado hemos podido comprobar que el 87% de los museos prev?n en sus actividades las visitas guiadas, ya sean porque las programan desde el propio museo o porque gestionan las reservas de los clientes, que solicitando poder visitar el espacio lo hacen con gu?a propio. De ese 87%, el 90% realiza tanto visitas escolares como visitas tur?sticas motu proprio o porque gestionan las reservas, y de ese 90%, un 47% de las visitas hacen referencia a las visitas guiadas tur?sticas, objetivo de nuestra investigaci?n. No obstante hemos podido comprobar que este ?ltimo dato depende sustancialmente del tipo de museo con el que trabajamos, ya que aquellos que tienen m?s renombre internacional, gestionan m?s visitas tur?sticas que pedag?gicas, y aquellos cuyo renombre se circunscribe m?s al ?mbito nacional y local muestran como las visitas pedag?gicas est?n por encima de las tur?sticas. Mandato, objetivos, localizaci?n, ubicaci?n, renombre, juventud o trayectoria del equipamiento son, adem?s de otros factores de menor incidencia, los que van determinando la gesti?n de dichas visitas. En s?ntesis, una de las caracter?sticas, en las visitas guiadas tur?sticas, es el conocimiento que se puede aplicar de car?cter general y espec?fico de las tem?ticas de cada museo, adem?s de los idiomas, de modo que globalmente hemos comprobado que hay fuertes variaciones en el uso de los idiomas en las visitas guiadas de todo tipo An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [380] en los museos. Por tanto, se sigue una pauta concreta y, en general, a m?s internacionalizaci?n, m?s uso de lenguas extranjeras; y a m?s cercan?a, un aumento considerable del uso de las lenguas vehiculares nacionales. 5.2.2. An?lisis del 2? Bloque: Profesionales propios y/o externos que realizan las visitas guiadas En este segundo bloque entramos en la gesti?n de los profesionales que realizan las visitas guiadas en los espacios muse?sticos, ya lo hagan de manera dependiente del museo o externamente, o bien por mecanismos de reserva realizados por el cliente llevando gu?a propio. Para el an?lisis de resultados hemos dividido el bloque en una pregunta introductoria y la compartimentaci?n de las preguntas en dos grandes subapartados: el museo y su propio equipo; y el museo y el personal externalizado (empresa o freelance). Finalmente, se ha cerrado el bloque con unas aproximaciones iniciales a las conclusiones del mismo. Como consecuencia, la primera pregunta del bloque ten?a que plantear una cuesti?n de partida que se basaba en saber c?mo gestionaba las visitas guiadas tur?sticas los museos. Los objetivos espec?ficos tercero y cuarto de nuestra investigaci?n intentaba no s?lo establecer las diferencias significativas en el marco de las dos tipolog?as de visitas, sino conocer, adem?s, c?mo se gestionaban las mismas. Para ello las preguntas del cuestionario que van desde la s?ptima pregunta hasta la veintitr?s intentan mostrar el estado de la cuesti?n en la gesti?n de las visitas guiadas tur?sticas en los museos. Los resultados que aqu? se obtengan permitir?n verificar no s?lo los objetivos se?alados, sino las hip?tesis primera y segunda que se han planteado a lo largo del estudio. A partir de este momento quedar?n al margen las visitas escolares, ya que no son el objetivo de esta investigaci?n, pero no por ello dejan de tener importancia.206 La pregunta s?ptima se utiliz? a modo de bisagra para permitir entrar en un an?lisis de gesti?n y de caracterizaci?n de las visitas guiadas tur?sticas. As? pues, lo que interesaba 206 lo cual nos permite pensar en nuevas v?as de estudio para posibles doctorandos del ?mbito de la sociolog?a, la did?ctica de las ciencias sociales, entre otras l?neas de investigaci?n. Maria Abril Sellar?s [381] saber era, a partir de dicha pregunta si el museo, a trav?s de su gesti?n, ten?a clara la necesidad de tener un cuerpo de gu?as propios que colaboren en transmitir, interpretar, emocionar y entusiasmar a los visitantes, a fin de que puedan conocer el mandato y los objetivos del museo, o m?s bien se entiende que con externalizar el servicio es suficiente para dar la satisfacci?n que el cliente-turista busca en la visita guiada. Para ello la pregunta introductoria, la s?ptima, nos permit?a dise?ar dos caminos que inicialmente se separaban y que volver?an a encontrarse en la pregunta 14. El primer camino hac?a referencia a que el museo tuviese un equipo propio. El segundo camino conduce a que se externalizase o dejase a los freelance trabajar en el museo, con o sin reserva previa. Cuando se efectu? la pregunta s?ptima a los diferentes responsables de la gesti?n muse?stica, se quiso dejar muy claro que a partir de la misma nos centrar?amos exclusivamente en las visitas guiadas tur?sticas, dejando al margen las escolares. A medida que ?bamos realizando los cuestionarios pudimos comprobar que para algunos de los encuestados ambos conceptos estaban estrechamente unidos; de modo que se nos iba confirmando la idea de la importancia de los equipos pedag?gicos y el alejamiento existente con los gu?as de turismo en el museo. Al finalizar el recuento de los valores, ten?amos planteados cuatro ?tems: a) Uso s?lo de personal propio b) Uso s?lo de personal externalizado o no propio c) Uso de ambos d) NS/NC. En el cuarto ?tem nos encontramos con dos museos que no utilizan ning?n tipo de mediaci?n humana para las visitas guiadas tur?sticas. ?stos son el Museu del Perfum An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [382] y el Museu Frederic Mar?s.207. Finalmente, hay que tener presente que los espacios muse?sticos pueden tener, por necesidades de gesti?n interna o por demanda del cliente, dos equipos de trabajo, y no representa esta circunstancia una f?rmula incompatible. Quiz? sea esta una de las posibilidades de poder interrelacionar mejor el sector tur?stico con el sector cultural. La Tabla 5.2.2.1 muestra los resultados de los cuatro ?tems que se configuraron, y que fueron: Tabla 5.2.2.1: Datos sobre los museos que utilizan personal propio o personal externo Personal Valor num?rico % Personal propio 23 50,00% Personal ajeno 16 34,78% Ambos 5 10,86% NS/NC 2 4,34% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios Los datos aportados por la Tabla 5.2.2.1 muestran una notable diferencia de m?s de quince puntos entre el personal propio y el personal ajeno. Adem?s, algunos museos se?alaron que utilizaban tanto equipo propio como profesionales externos, seg?n la visita fuese pedida directamente por el grupo al museo, o que el gu?a oficial la reservase para poder realizarla con sus clientes. Tambi?n algunos museos se?alaron que, seg?n el idioma que el visitante hab?a demandado, su equipo no era suficiente, 207 La Sra. Neus Peregrina, responsable del Museo Frederic Mar?s que nos direccion? al sitio web para las preguntas que el cuestionario pudiese obtener respuesta. La Sra. Peregrina consider? que el museo no era significativo para este estudio y que por tanto si quer?amos saber algo del museo, que ya ten?amos la p?gina web para conocerles, a pesar de que se le insisti? que el estudio ten?a la pretensi?n de abrazar a todos los museos de la ciudad de Barcelona. Por tanto nos direccionamos a la p?gina web http://w110.bcn.cat/portal/site/MuseuFredericMares donde se puede apreciar que tienen contemplada la actividad de las visitas guiadas tur?sticas pero evidentemente no dice qu? o quienes forman el equipo que realiza dichas visitas ni tampoco si el equipo es propio o se trata de un equipo externo. Maria Abril Sellar?s [383] pues no dispon?an del servicio en el idioma solicitado y por ello aceptaban que gu?as externos realizasen la visita. En cambio, nos encontramos con museos que ?nica y exclusivamente trabajan con su equipo. Uno de los museos que m?s mostr? esta idea fue el Museu dels Carruatges del Foment. El conservador del museo nos confirmaba que su museo ten?a gu?as especializados propios, y que s?lo se utilizaban en el caso de que el grupo hiciese una reserva previa, a?adiendo que en ning?n caso se aceptaba otros gu?as que no fuesen los propios del equipamiento. 5.2.2.1. El museo y su propio equipo Uno de los conceptos que es preciso aclarar es qu? se entiende por personal propio y qu? por personal externo cuando se est? hablando de realizar visitas guiadas en los espacios muse?sticos. Desde el punto de vista muse?stico, el personal propio es aquel que forma parte de la plantilla del museo o bien aquel que aun no dependiendo directamente del museo forma de ?l durante un cierto tiempo, v?a concurso o contrato, como parte integrante del personal que trabaja en el mismo. En este ?ltimo caso este personal estar? realizando servicios concretos de visitas guiadas hasta la finalizaci?n del mismo, motivo por el cual este tipo de personal contratado viene considerado como propio (Caballero, 1980). El personal externo, puede ser una empresa que aunque se contrate no se entienda como propia, o un gu?a oficial del lugar, o un gu?a acompa?ante, o monitores de empresas culturales, e incluso personal asociado a empresas culturales, entre otros.208 Tal y como se ha comentado en par?grafos precedentes, aquellos museos que hubiesen dado una respuesta afirmativa a la pregunta s?ptima, ten?an que responder un conjunto de preguntas adicionales que ayudaban a profundizar en el an?lisis sobre los equipos propios de los museos. Este grupo de preguntas iba desde la octava hasta 208 Aunque seg?n la normativa vigente en Catalunya y despu?s de ver las modificaciones pertinentes de la Directiva Bolkestein, se sigue manteniendo el hecho de que en los interiores de los espacios muse?sticos y patrimoniales s?lo podr? dar explicaciones el gu?a oficial del pa?s o de la Comunidad Aut?noma, as? como los gu?as de otros pa?ses que hayan obtenido la convalidaci?n de su habilitaci?n como gu?a, a parte del personal del propio museo, ya sea funcionario o contratado. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [384] la d?cima. Lo primero que nos interesaba saber es con qu? tipos de profesionales contaban las instituciones. Para ello se ofrecieron cuatro ?tems que aparecen en la Tabla 5.2.2.1.1 y los datos que nos aportan se fundamentan en un 60% (que es con el uso del personal propio y en el de los ?tems a) y c)). Tabla 5.2.2.1.1: Identidades profesionales que hacen visitas guiadas tur?sticas en los museos de Barcelona, 2011 Tipos Valor num?rico % Gu?as de turismo 6 15% Monitores 2 5% Graduados, en grado art?stico 15 37% Otros 17 43% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios La Tabla 5.2.2.1.1 se basa en los veintiocho museos que hab?an contestado afirmativamente a la s?ptima pregunta209. Si bien a la pregunta ocho se le daban tres ?tems cerrados, el cuarto era abierto, llamado Otros, para que el responsable pudiese responder en caso que ninguna de las opciones se encontrase en la realidad de su gesti?n muse?stica. Del an?lisis que se desprende en base a las cuatro opciones dadas, uno de los elementos que m?s sorprende es que un 37% prefiere trabajar con graduados en alg?n grado art?stico (donde los responsables incluyeron personas venidas del ?mbito de la Historia, Historia del arte y de Bellas Artes) antes que trabajar con profesionales del sector tur?stico, como son los gu?as de turismo en el ejercicio de su actividad profesional en los museos. Adem?s en la opci?n Otros, que abarca el 43% de los museos, nos aparec?an de nuevo los graduados, en este caso en los campos de las ciencias, seg?n el mandato y objetivos del museo. Muy lejos quedaba la posibilidad de escoger para el equipo del museo graduados provenientes del grado de turismo, s?lo un 15% de los museos lo ten?an en cuenta. 209 Hablamos de veintiocho museos porqu? en la pregunta s?ptima ten?amos los veintitr?s que hab?an respondido afirmativamente y cinco que hab?an comentado que realizaban ambas. Maria Abril Sellar?s [385] Es importante se?alar lo extremadamente fina que es la l?nea de separaci?n existente entre los equipos pedag?gicos de los museos y los gu?as de turismo en su rol de gu?as de museos, en donde subyace el planteamiento de las dos primeras hip?tesis de nuestra investigaci?n. La disociaci?n del museo ? gu?a de turismo en el museo aparece de manera clara y definida ante el hecho de la preeminencia de los equipos de graduados de otras ciencias antes que los propios graduados de turismo. Este hecho, adem?s, est? completamente acorde con el an?lisis que se efectu? de los estudios universitarios relacionados con el grado de turismo y espec?ficamente con la figura del gu?a (v?ase, apartado 2.7.2), donde quedaba patente el hecho de que s?lo un 12% del total de las asignaturas cursadas en los distintos centros adscritos a las Universidades en la provincia de Barcelona, incid?an directamente en la formaci?n del gu?a. Por otro lado, el ?tem Otros abri? un campo donde de nuevo aparec?an las figuras de los estudiantes o graduados de otras formaciones que no eran las art?sticas. Era el caso, por ejemplo, de CosmoCaixa que seg?n manifestaci?n de la directora Anna Sanahuja por el mandato que pretend?a el museo, as? como por sus objetivos, se requer?an otras formaciones muy distintas a las human?sticas. Fue en este ?tem donde reapareci? el tema de c?mo denominar al personal de los equipos pedag?gicos. Muy probablemente hay una tendencia a hacer desaparecer de la gesti?n de los museos el concepto y uso de la palabra monitor (t?rmino usado con frecuencia a?os atr?s para las personas que sin titulaci?n de gu?a eran usados por los museos para poder hacer visitas guiadas) para reconducirlo a educador, o colaborador. Posiblemente, como primera imagen sea m?s rigurosa la del educador o colaborador que no la del monitor; Pere Viladot, director del Museu de les Ci?ncies Naturals - Museu Blau, iba m?s all? y nos comentaba que al externalizar buscaban personas graduadas en ciertos campos determinados y que para ello no buscaban monitores, sino que lo que pretend?an era contratar educadores. Emma Gonz?lez, responsable del equipo pedag?gico del Museu Egipci comentaba que en su equipo se utilizaba un 95% de graduados en historia antigua, de los cuales, entre el 75% y el 80% ten?an que tener en su curr?culo un volumen de asignaturas superadas en temas de egiptolog?a; expres?ndose hac?a ellos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [386] en t?rminos como colaboradores, educadores e incluso pedagogos, en ning?n caso como monitores. En el estudio de la opci?n Otros, hemos querido analizar cada uno de los espacios muse?sticos para saber qu? significa dicha opci?n, ya que el objetivo era, en la medida de lo posible, conocer qu? experiencia o de qu? campos proced?an sus empleados, obteniendo los siguientes datos:  En el Museu Geol?gic del Seminari Conciliar de Barcelona, las mismas personas encargadas del museo, o bien si en el momento de la visita hab?a alg?n socio o estudioso de la paleontolog?a en el museo, ayudaban a las visitas, pero todo de una manera voluntaria.  En el Museu del Mamut, en este ?tem se se?ala a la propia muse?loga y la persona encargada de las relaciones p?blicas.  El Museu de les Idees i Invents de Barcelona, en Otros a?ade un licenciado en pedagog?a.  Si bien el Museu de la Catedral respondi? negativamente a la pregunta n?mero siete, tambi?n se?al? que ten?a un equipo de voluntarios que colaboraban de manera altruista en las distintas visitas que los grupos ped?an a la Catedral de Barcelona. Hay que se?alar que si bien es un cuerpo de voluntarios, cuando se realiza una reserva se?alan que hay que hacer un donativo, tambi?n voluntario.  En el Museu Etnogr?fic Andino ? Amaz?nic el propio responsable del museo es qui?n se encarga de las visitas, ya que se?ala que es un tema tan desconocido que s?lo las personas que tienen relaci?n directa y conocen el museo a fondo pueden realizar dichas visitas. Pero se hace con un car?cter marcadamente voluntario.  En el Museu dels Carrutages del Foment, el conservador del museo es quien hace las visitas guiadas.  En el Museu de Carrosses funer?ries, hablan exclusivamente de personas especializadas en el tema sin especificar nada m?s. Maria Abril Sellar?s [387]  En el Museu Afric? Daniel Comboni, las visitas que se efect?an se las distribuyen entre los misioneros que forman la comunidad y que ostentan la propiedad de dicho museo.  En el Museu Palmero Arte, el propio pintor y propietario del museo realiza las visitas, ya que entiende que es el ?nico que puede dar de primera mano las mejores explicaciones de dicho museo, habida cuenta que ?l no es s?lo el creador del museo sino tambi?n una parte de la colecci?n que se expone es obra propia.  El Hemp Museum Gallery Barcelona responde esta pregunta se?alando que a los vigilantes que el museo tiene contratados por la tarde se les da un gui?n y en base a ese gui?n realizan las visitas (recordemos que si bien este museo no estaba abierto durante el a?o en que se basan los datos estad?sticos, no es menos cierto que algunas respuestas pod?a darlas, ya que se apartaban de la particularidad de dicho a?o, entendiendo la pregunta como generalizaci?n de lo que se entiende como pol?tica y gesti?n muse?stica).  En el Museu Etnol?gic, el sub director nos comentaba que el equipo est? formado por arque?logos y etn?logos. De modo que su equipo gira en torno a los profesionales que directamente est?n relacionados con el mandato del museo.  El Museu Ol?mpic i de l?Esport, si bien incluye en la especificaci?n los graduados, no es menos cierto que se aparta del eje art?stico, ya que sus graduados se refieren exclusivamente a personas licenciadas en educaci?n f?sica por el Instituto Nacional de Educaci?n F?sica (INEF) o bien nos habla de personas que han realizado el graduado de Magisterio en Educaci?n F?sica (MEF).  El Museu de Perruqueria Rafael Pag?s, es un caso en el que el personal t?cnico profesional es qui?n realiza las visitas. Entienden que s?lo personas que est?n en este ?mbito de trabajo pueden hablar en el museo de todas las herramientas y utensilios, ya que los conocen a la perfecci?n. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [388]  En el Museu de Cera son estudiantes universitarios los encargados de dichas visitas, no necesariamente formados en ?mbitos human?sticos, ya que es el propio museo quien los forma.  En la Reial Academia de Belles Arts, es la propia conservadora del museo la que hace las visitas guiadas.  El Museu de les Ci?ncies Naturals?Museu Blau, comenta que las visitas b?sicamente las realizan personas relacionadas con el mundo de las ciencias naturales y con la pedagog?a, pero que no descartan las personas que llegan del mundo de la historia del arte.  En la Fundaci? La Maquinista Macosa, su responsable nos comenta que son voluntarios los que realizan las visitas, y que aman el proyecto por el que est?n luchando. Toda esta realidad queda resumida en el Gr?fico 5.2.2.1.1. Los datos nos indican que la opci?n Otros abre un amplio abanico de posibilidades, y aunque algunas de las denominaciones puedan parecer las mismas, en realidad no lo son. As?, cuando se habla de estudiantes, se refiere a aquellos que hacen un Ciclo Formativo o provienen de acciones formativas no regladas, la opci?n profesionales del sector no va referida al sector tur?stico, sino al sector en la que se engloba la instituci?n muse?stica, as?, por ejemplo, para el Museu Geol?gic sus profesionales son los paleont?logos. Gr?fico 5.2.2.1.1 Espectro de posibilidades de la opci?n Otros Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios Maria Abril Sellar?s [389] Observando el Gr?fico 5.2.2.1.1 lo primero que se aprecia es la segmentaci?n existente en el grupo formado por: profesionales del sector, conservadores y graduados t?cnicos; significando entre los tres el 59% del total. Estos tres grandes ?tems tienen una diferencia m?xima entre ellos de cinco puntos; una diferencia sustancial, indicando este dato que los profesionales del sector quedan en inferioridad porcentual (menos trece puntos) de la suma de conservadores y graduados; especialistas por los que tienen preferencia los gestores muse?sticos. El equilibrio de fuerzas entre conservadores y graduados, con el 18% cada uno, pone de manifiesto el hecho de que el car?cter profesional y adecuado al mandato del museo sigue siendo lo m?s importante. En el caso de los profesionales del sector, Sebasti? Cal?ada, responsable del Museu Geol?gic del Seminari Conciliar de Barcelona, nos comentaba que hab?a paleont?logos que ayudaban a que el museo funcionase, y que realizaban, si era necesario, visitas guiadas, aunque no fuesen gu?as. Si bien en la esencia dichos profesionales actuaban como voluntarios, Sebasti? Cal?ada no habl? nunca en t?rminos de voluntariado, sino de profesionales del sector. La Sra. Julia Slesareva, responsable del Museu del Mamut, nos dec?a que ten?an un profesional que era relaciones p?blicas y adem?s muse?logo, y que cuando era necesario colaboraba con las visitas como una funci?n m?s de su trabajo, pero que no cobraba m?s por ello. El 41% restante se ve muy fragmentado, donde la m?xima diferencia entre ellos es de 11 puntos. As? tenemos como el ?tem Voluntarios es el predominante en este segundo bloque del diagrama por sectores, con un 17%. A diferencia del mundo anglosaj?n, el voluntariado en temas de gesti?n muse?stica y, concretamente, para las visitas guiadas tur?sticas no est? tan extendido en nuestro pa?s. De ah? que un 17% se tenga que considerar un porcentaje importante, ya que no es usual en nuestra cultura tur?stica. Tenemos que entender a ese voluntario como la persona o personas que ayudan a la instituci?n sin estar obligados y sin cobrar un sueldo por ello; sino que lo hacen por An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [390] amor, devoci?n o ganas de sentirse activo (Grinder y McCoy, 1985) 210. As? tenemos el Museu Etnogr?fic Andino-Amaz?nic, donde Fra Valent?, responsable de las visitas y del museo, dec?a que las visitas las realizaban estudiosos de la Etnograf?a que en sus estudios sobre este campo estaban trabajando o estudiando con los datos que aportaba el museo, incluso nos dijo que ?l mismo hac?a de gu?a. Es evidente que estamos hablando de museos donde el volumen de visitantes es relativamente bajo y por tanto la posibilidad de costearse un cuerpo pedag?gico o un servicio de gu?a tur?stico como gu?a de museo puede resultar excesivamente onerosa e inviable econ?micamente para los presupuestos que tienen dichos equipamientos. Adem?s, argumentan que tampoco ten?an en mente externalizar dicho servicio porqu? consideraban que ante tan poco nivel de posible trabajo no encontrar?an una empresa que aceptase dicha externalizaci?n del servicio. No deja de ser significativo el ?tem de los Vigilantes. Hay que tener en cuenta que normalmente los museos llaman a los vigilantes como personal de sala y que por tanto no s?lo realizan la funci?n de vigilar sino de prestar atenci?n y recepci?n a las demandas de los visitantes y, si es el caso previsto por el museo, realizar las visitas guiadas. ?El nivel profesional? Ser?a conveniente un estudio profundo sobre el personal de sala de los museos, tem?tica que al encontrarse en otras v?as de investigaci?n se aparta de nuestro estudio. En definitiva, tanto en forma como en fondo los equipos muse?sticos en el ?mbito de las visitas guiadas presentan una realidad poco acorde con el sector tur?stico. Por un lado, el uso de graduados de distintos campos sociales con preferencia sobre los del campo tur?stico (con un 15% de preeminencia, con algunas excepciones) y, por otro lado, los centros universitarios de turismo que muestran una voluntad m?s t?cnica que human?stica en el desarrollo de sus grados, con unos programas acad?micos que a su 210 Un caso muy especial y que no surge del cuestionario sino de la investigaci?n fracasada que intentamos llevar a cabo en el caso del museo de la Catedral de Barcelona, es el cuerpo de voluntarios que tiene la Catedral que justo se centran en sus actividades fuera del horario muse?stico. As? que en el Recurso de la Catedral s? existe un cuerpo de voluntarios pero no tiene acci?n sobre el museo. Maria Abril Sellar?s [391] vez provocan una escasa especializaci?n de los estudios tur?sticos en el ?mbito del gu?a de turismo. Esto pone de manifiesto la poca credibilidad y apoyo que se da a la figura profesional del gu?a de turismo. Se adoptan medidas tan sencillas por parte de los gestores de los museos como es la elecci?n de personal cualificado en otros grados diferentes del tur?stico, buscando la interrelaci?n de los estudios de grado con los mandatos y objetivos del museo. Pero, en todo este proceso faltan aspectos tan importantes como los comunicativos, los de interpretaci?n y los de interrelaci?n con la realidad circundante, carencias que pueden llegar a ser claves para el desarrollo del servicio guiado junto a los conocimientos te?ricos ajustados al tema del museo. Ejemplos fehacientes de lo dicho los tenemos en las respuestas dadas por algunos responsables de los equipos pedag?gicos de los museos: entre otros, Tatiana Viladomat, responsable del equipo pedag?gico del Museu de las Idees i Invents, que nos comentaba que sus graduados eran licenciados en pedagog?a; o Pere Viladot, director del Museu de les Ci?ncies Naturals-Museu Blau, que nos comentaba que sus graduados proven?an de las ciencias y de la pedagog?a, aunque tambi?n ten?an alg?n miembro graduado a nivel art?stico. Ello pone en evidencia c?mo se interpretan en estos casos y del mismo modo, a nivel de gesti?n, las visitas guiadas escolares/pedag?gicas y las visitas guiadas tur?sticas. Quiz? la soluci?n tendr?a que pasar por la especializaci?n en los estudios y evidentemente en una formaci?n adicional espec?fica de los centros muse?sticos al personal que surgiera de dicha especializaci?n. Ligada a la formaci?n del gu?a, en el apartado 2.7 3 de nuestro estudio se trataban las competencias que se deben pedir a un gu?a de turismo, y por tanto, derivadas de ellas, las que pedir?amos a un gu?a de turismo en el rol de gu?a de museo. Se intentaba establecer la importancia de los conocimientos tanto te?ricos como pr?cticos, y dentro de los te?ricos aparec?a el conocimiento de los idiomas como uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de la actividad profesional. Por otro lado, en la parte introductoria del cuestionario, las preguntas quinta y sexta planteaban de manera general, es decir, tanto para las visitas pedag?gicas como para An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [392] las tur?sticas, los idiomas que el museo utilizaba como propios. Era necesario analizar el tema idiom?tico cuando se trataban s?lo de las visitas guiadas tur?sticas, de modo que ello nos llev? a las preguntas novena y d?cima del cuestionario, que pretend?an saber c?mo el equipo responsable de las visitas del museo solucionaba el problema de los idiomas solicitados cuando ?stos no estaban previstos por dicho equipo. As? mismo, quer?amos conocer cu?les eran las lenguas que m?s se solicitaban, con la finalidad de entender qu? lengua o lenguas extranjeras se consideran m?s importantes y si desde el equipo las ofrec?an seg?n la demanda del p?blico visitante. En la pregunta sexta el 100% de los gestores muse?sticos comentaron que cubr?an las necesidades de las lenguas vern?culas catal?n y castellano, y que por demanda se llegaba a cubrir una o dos lenguas extranjeras. Mientras, el 95,83% de los encuestados respond?an que sus equipos pod?an trabajar en lenguas extranjeras, s?lo el 4,17% manifest? que no pod?an dar ese servicio. Entonces, fuera del marco de las lenguas vehiculares, ?cu?les eran las lenguas que ofrec?an los equipos propios del museo? En este proceso la Tabla 5.2.2.1.2 recoge el conjunto de datos num?ricos sobre aquellos idiomas que se consideran prioritarios por parte de los gestores muse?sticos en base a la demanda de los visitantes. Recordemos que tanto la pregunta novena como la d?cima dependen de la respuesta afirmativa de la pregunta s?ptima, donde obtuvimos en suma global veintitr?s respuestas. As? que los porcentajes son en base a dichas respuestas. Tabla 5.2.2.1.2: Datos num?ricos sobre los idiomas de los equipos muse?sticos que realizan visitas guiadas Ingl?s Franc?s Catal?n Castellano Prioritarios 15 12 28 28 Porcentajes 53,57% 42,85% 100% 100% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios La Tabla 5.2.2.1.2 muestra c?mo los dos idiomas prioritarios, como son el ingl?s y el franc?s se encuentran en un cierto equilibrio. El 53,57% de los responsables Maria Abril Sellar?s [393] muse?sticos se?alaron que en su equipamiento pod?an ofrecer el idioma ingl?s y el 42,85% se?alaron que pod?an ofrecer el idioma franc?s. Pero estos valores no son exclusivos puesto que hay museos que utilizan ambos idiomas. Dado que los dos idiomas del destino tur?stico son el castellano y el catal?n, hemos unido ambos conceptos, ya que entendemos que estas cuatro lenguas se han de considerar prioritarias. Pero tanto el ingl?s como el franc?s, si bien son preeminentes, no significa que se ofrezcan necesariamente siempre. Dicho de otro modo, funcionan en base a la demanda o los servicios que tenga programados el museo. Por otro lado un 30,43% de los museos que respondieron afirmativamente a la pregunta 7? a?adieron m?s valores. Los gestores encuestados expresaron la voluntad de se?alar que para ellos eran imprescindibles los idiomas antes mencionados pero, que hab?a un grupo de idiomas que si bien no eran usuales ten?an un p?blico demandante, y que por ello quer?an contemplarlos en esta pregunta con el ?tem Otros, aunque dicha opci?n era inexistente. Ello nos ha llevado a la Tabla 5.2.2.1.3 donde aparecen estos otros idiomas. Tabla 5.2.2.1.3: Otros idiomas que podr?an contemplar los museos Ruso Alem?n Italiano L. de Signos Otros Idiomas 1 2 4 1 Valores en % 12,50% 25% 50% 12,50% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios El 50% de los encuestados se?alan que otro idioma que tendr?an en cuenta ser?a el italiano dada las demandas de los visitantes de esta nacionalidad en los distintos museos de la ciudad. Le sigue el alem?n con un 25% y, finalmente, en igualdad de solicitudes, el idioma ruso y la lengua de signos con un 12,5%. Pero ninguno de los encuestados dijo que dichos idiomas se diesen en sus visitas. Los encuestados comentaron que era necesario que se hiciese una solicitud de reserva y que si no llevaban gu?a, se les ofrec?a, en caso de tenerlo disponible, el servicio de audio-gu?a o el idioma que tienen como base para las visitas guiadas, es decir el ingl?s y/o el franc?s. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [394] Algunos de los directores encuestados, como Dolors Ricart, directora de la Fundaci? Joan Mir?, y Joan Pedro Fortes, responsable de la gesti?n muse?stica del Museo Futbol Club Barcelona nos confirman que el ruso es un idioma que se est? empezando a pedir y se?alan que en un futuro no muy lejano se tendr? que pensar en el idioma chino si, como est? sucediendo en estos ?ltimos a?os, sigue aumentado el volumen de visitantes procedentes de China. Por otro lado, se abren nuevas expectativas, aunque s?lo sean eso, conceptos aperturistas, sobre las visitas dirigidas a personas que padecen una minusval?a f?sica como es la sordera (sin hacer menci?n en ning?n momento a otras minusval?as). De todos los gestores encuestados s?lo en un 12,5% de los museos se ofrece un servicio especial, como es una visita en lengua de signos. Al no ser obligatorios los idiomas, surg?a la tercera opci?n de la pregunta novena que era, en caso de respuesta negativa, cu?les eran las lenguas m?nimas necesarias a ofrecer en las visitas guiadas, en otras palabras qu? lenguas consideraban imprescindibles. Aparte de las lenguas castellana y catalana entendidas por los encuestados que eran de uso obligatorio para su museo, se?alaron que tanto el franc?s como el ingl?s aparec?an como lenguas m?nimas necesarias, en un 50% a 50% para aquellas instituciones que los ofrec?an. Por su parte, el grado y nivel de conocimientos de los idiomas forma parte de los pilares del conocimiento del gu?a de turismo y se incrementa desde el momento que aumenta el grado de especializaci?n, y as? tambi?n lo manifestaban los directores gerentes de las empresas de gu?as de turismo entrevistados (v?ase Cap?tulo V, apartado 5.4). El gu?a no s?lo tiene que transmitir una informaci?n al visitante en su idioma, sino que debe interpretarla adecuadamente a trav?s de los usos, los giros y expresiones idiom?ticas, lo que da confianza al cliente -turista, pensando que la persona que ha contratado es el profesional adecuado para el servicio requerido. Llegados a la pregunta d?cima, esta serv?a de bisagra entre los dos primeros bloques, y permit?a empezar a trabajar a posteriori el concepto de externalizaci?n del servicio. En esta pregunta se planteaban un grupo de ?tems que ten?a el museo cuando su equipo no cubr?a el idioma demandado. Dichos ?tems se hab?an considerado a partir de las Maria Abril Sellar?s [395] distintas posibilidades que permite tanto el sector muse?stico como el sector tur?stico, y evidentemente, se a?ad?a un ?ltimo ?tem que respond?a al concepto de Otros. Las opciones que aparecen en la Tabla 5.2.2.2.4 no eran excluyentes, es decir, que el encuestado pod?a escoger entre varias, todas o ninguna, seg?n la pol?tica de su museo, y en ese concepto de ninguna se pod?a reflejar en Otros o en un nuevo ?tem que no apareci? finalmente porque no se dio dicha respuesta. Tabla 5.2.2.1.4: Opciones que puede adoptar el gestor muse?stico cuando se solicita un idioma no contemplado en el equipo propio Opciones Valor num?rico % B?squeda gu?a de turismo 7 30,43% Aceptaci?n gu?a de turismo 13 56,52% Aceptaci?n gu?a acompa?ante 10 43,47% Informaci?n visitante contrataci?n gu?a de turismo 1 3% Problema del visitante 0 0% Otros 2 6% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios En Tabla 5.2.2.1.4 podemos apreciar que el 100% de los museos entienden que no es un problema del visitante que ellos no tengan el idioma solicitado, de manera que buscan distintas v?as para dar el mejor servicio y que adem?s sea lo m?s correcto posible. Cuando las reservas se hacen con tiempo suficiente, el 3% de ellos sugieren al cliente que se dirija a empresas o asociaciones que sean capaces de dar salida a dicha demanda. Pero, como se puede apreciar en la tabla, aquello que m?s utilizan los equipamientos se concentra en dos opciones: por un lado, con un 56,52%, de respuestas, tenemos que el grupo pueda visitar el museo con el gu?a de turismo oficial que llevan y que realizar? las tareas de gu?a de museo. Por otro lado, con un 43,47% de respuestas, tenemos los grupos que puedan entrar con el gu?a acompa?ante no oficial, si bien en este caso hay museos que no permiten que este explique, en base a las normativas establecidas. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [396] Siguiendo con la interpretaci?n de datos de la Tabla 5.2.2.1.4, el 30,43% de los museos entend?an que no era una de sus tareas buscar un gu?a para el grupo solicitante. Ciertamente la funci?n del museo no es buscar un gu?a de turismo para el grupo, pero si pensamos en el concepto de servicio y en que el cliente quede contento, direccionar a los clientes a las empresas o asociaciones que puedan ayudarlo muy probablemente influir? en la decisi?n final del mismo para efectuar la visita al museo, no olvidemos que lo que se prestar? es un servicio y que es intangible, as? que, cuanto mejor sea la informaci?n y la asistencia del mismo, m?s satisfacci?n se logra en el cliente. 5.2.2.2. El museo y la externalizaci?n del servicio. Cuando el museo no tiene equipo propio, pero propone visitas guiadas tur?sticas, tiene necesariamente que externalizar el servicio o permitir que el mismo sea dado por los gu?as de turismo u otros profesionales que puedan realizar dicho cometido. En las respuestas obtenidas de los gestores y responsables muse?sticos (veinti?n encuestados del total211) hubo comentarios realmente interesantes, que muestran en qu? grado de interrelaci?n se encuentran algunos museos y los gu?as. Lo primero que pudimos comprobar es que el grado de interrelaci?n se podr?a considerar bajo, ya que los encuestados entend?an que en cu?nto a intensidad de la visita, explicaciones por parte del gu?a y actuaciones interpretativas del mismo, el gu?a era un mero traductor y acompa?ante, pero no un int?rprete del patrimonio. Esta afirmaci?n viene determinada por las respuestas de museos como el Museu de la Biblioteca de Catalunya, el Museu de la Moto y el Museu de les Carrosses Funer?ries. De modo que nos ha asaltado la duda de si realmente aquellos museos que no tienen grandes flujos tur?sticos extranjeros, entiendan o no donde radica la importancia de que una visita sea realizada por un gu?a de turismo. Ya que si s?lo comporta el hecho de acompa?ar y traducir, nos lleva a los inicios de la interpretaci?n en los parques nacionales de EEUU, donde, en su origen, interpretar era justo lo que aqu? se plantea: 211 Vol?men de encuestados que procede de sumar los dieciseis que respondieron que solo externalizan m?s los cinco que duplicaban su gesti?n Maria Abril Sellar?s [397] acompa?ar y traducir (Tilden, 1957), y como bien se ha abogado en este estudio, la labor de un gu?a de turismo en el rol de gu?a de museo va m?s all? (v?ase apartado 2.7.3). La pregunta que nos viene a la mente fuera del cuestionario y como reflexi?n derivada del an?lisis de las respuestas, es: ?en qu? punto de la evoluci?n interpretativa nos encontramos? Muy plausiblemente la respuesta sea que estamos a?n en los albores de la misma. Otros museos como es el caso del Museu Egipci o del Museu Geol?gic del Seminari Conciliar, los responsables alegaron que los visitantes no hab?an solicitado ning?n otro idioma y que, por tanto, ni tan siquiera se hab?an planteado que har?an con esa petici?n. En el momento en el cual el cuestionario les formula esta pregunta, la respuesta ha llevado en si misma a una confusi?n interpretativa importante por parte de los gestores, ya que se?alaban que permitir?an que realizase la visita el gu?a que los acompa?aba, independientemente de estar o no acreditado, siendo esta una de las confusiones que nuestra investigaci?n ha puesto en evidencia. En ambos museos, los responsables pusieron una adversativa a lo que estaban comentando. Entend?an que por la especificidad del mandato del museo se requer?a una fuerte especializaci?n del gu?a, y que por tanto, no cre?an que los gu?as de turismo en el museo o los gu?as que acompa?aban al grupo, tuviesen que estar acreditados en los conocimientos suficientes para llevar a cabo dicha visita. Finalmente la responsable del Museu de Cera, Carmina Valls, nos comenta que permiten tanto a los gu?as de turismo con su grupo as? como a los gu?as acompa?antes que puedan realizar visitas guiadas sin ning?n problema en su espacio muse?stico. Hay, no obstante, una salvedad, ya que nos comenta que en el ?nico momento en que no se acepta que otros gu?as trabajen en el museo es cuando desde el propio museo se programan las visitas nocturnas consideradas parte de su espect?culo y, por tanto, es labor del personal exclusivo de la instituci?n realizarlas, con lo que el cliente se adapta al idioma ofrecido sin que haya ninguna otra posibilidad. Una vez conocidas las opiniones de algunos gestores, en este apartado se analizaba la gesti?n de la externalizaci?n del servicio. Era conveniente examinar aquellos museos An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [398] que no teniendo equipo propio buscaban ofrecer este servicio desde una empresa externa, ya sea considerada en un concepto de empresa, de asociaci?n o de gu?a aut?nomo (freelance). La primera pregunta que nos pareci? importante una vez se hubiese determinado si externalizaban o no el servicio (ver Tabla 5.2.2.2.1) es en donde podemos comprobar que casi el 81% de los encuestados muestran una preocupaci?n evidente para dar salida al servicio de las visitas guiadas cuando no se tiene equipo propio. Mientras tenemos un 19% que no realizan la externalizaci?n, con toda probabilidad, porque existan dificultades econ?micas, o porque haya un bajo volumen de visitas, o porque de momento nadie se lo ha pedido y tampoco se lo han planteado. Tabla 5.2.2.2.1: Museos que externalizan o no el servicio de vistas guiadas Museos Valor num?rico % Si externalizan servicio 17 80,96% No externalizan servicio 4 19,04% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios Una vez obtenida esta mayor?a, era necesario saber qu? forma de contrataci?n se utilizaba y a qu? sector se direccionaba la propuesta para contratar dicho servicio, ?al sector tur?stico o al sector cultural? En t?rminos de gesti?n muse?stica, ?el museo ten?a en cuenta durante todo el a?o la posibilidad de realizar visitas guiadas a trav?s de contrato generador del servicio? o bien, ?el museo realizaba visitas guiadas s?lo cuando se le requer?a por parte de un cliente y s?lo entonces actuaba para dar soluci?n a dicha demanda? E incluso dej?bamos una puerta abierta por si el gestor encuestado realizaba alguna acci?n distinta a la contemplada. Las respuestas a estas preguntas nos ayudar?an a determinar la interrelaci?n entre cultura y turismo, y la opini?n que a nivel de gestores y responsables culturales les merece el sector tur?stico en tanto en cuanto al trabajo en el nivel de las visitas guiadas. Respecto a las formas de contrataci?n que puede utilizar el museo cuando externaliza el servicio las podemos ver en la Tabla 5.2.2.2.2. Las respuestas ayudan a entender Maria Abril Sellar?s [399] qu? voluntad de gesti?n tienen los gestores culturales muse?sticos, si s?lo contratan a requerimiento o presentan una actividad durante todo el a?o. Hay que tener en cuenta que hay museos que utilizaban m?s de un ?tem en sus respuestas. Tabla 5.2.2.2.2: Opciones de contrataci?n que tiene el museo cuando externaliza el Servicio de las visitas guiadas Opciones del museo Valor num?rico Valor en % Externalizaci?n por contrato 12 63% Externalizaci?n a demanda 5 26% Otros 2 11% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios La Tabla 5.2.2.2.2 muestra como un 63% de los encuestados optaban por la externalizaci?n por contrato. En algunos casos los encuestados llegaron a especificarnos incluso, el tiempo de contrataci?n: CaixaForum y el Museu Picasso presentaban una adjudicaci?n que duraba cuatro a?os; el Museu d?Hist?ria de Catalunya una adjudicaci?n de cinco a?os; el Museu de Ci?ncies Natural - Museu Blau, el MACBA, y el Museu d?Hist?ria de la Ciutat de Barcelona una duraci?n de dos a?os. En este ?ltimo caso, el del Museu d?Hist?ria de la Ciutat de Barcelona a la contrataci?n se le a?ad?a un requisito sine qua non, y es que las personas que trabajasen a trav?s de dicha contrataci?n tuviesen una licenciatura (graduado) en Humanidades. En cambio, casos como La Pedrera, que no externalizan el producto de las visitas, ni tienen equipo propio, sencillamente cuando un grupo quiere una visita tur?stica (recordemos que el ?mbito pedag?gico queda al margen) les basta con reservar y llevar su propio gu?a para que haga dicha visita (sin importar si es oficial o no). En el caso que el grupo no lleve gu?a se pone a su disposici?n un sistema de audio-gu?a que ofrece un m?s que aceptable abanico de idiomas, los cuatro oficiales del territorio espa?ol y el ingl?s, franc?s, alem?n, portugu?s, italiano y ruso. El requerimiento por demanda, con un 26% del total, tiene lugar cuando un museo recibe la reserva con gu?a propio del cliente, pero tambi?n puede ser que una empresa An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [400] pida al museo una visita guiada y que sea el propio museo el que decida buscar un gu?a o empresa o asociaci?n de gu?as para que realice dichas funciones. Lo m?s habitual, seg?n nos han comentado los gestores encuestados, es la reserva con gu?a que permite trabajar adem?s con un abanico idiom?tico importante. Tanto la Fundaci? Mir? como el MNAC han hecho un largo camino para intentar que una opci?n, llamada por los gestores h?brida,212 funcione. Ambas son entidades que reciben reservas de visitas por parte de clientes tanto nacionales como internacionales y, por tanto, han buscado fuera del propio equipo pedag?gico que poseen gu?as que les permitan ofrecer el mejor servicio en el idioma solicitado, y dando cumplimiento a la demanda del cliente-turista. Ambas instituciones entienden que la diversidad y especificidad de cada visita requiere de un tratamiento diferenciador. Ello evidentemente potencia el acercamiento del gu?a con el museo y viceversa, siempre que la calidad del servicio sea la adecuada no existe la duda de utilizar o no dichos profesionales. As? tenemos que estos equipamientos utilizan el sistema h?brido de contrataci?n y de requerimiento sin obst?culo entre el sistema pedag?gico permanente que tiene el museo y los gu?as que trabajan a petici?n del mismo. La directora de la Fundaci? Mir? nos comentaba que los resultados que se obten?an, con este sistema h?brido, recib?an cr?ticas favorables de los usuarios, y que, por tanto, la Fundaci? no pretend?a cambiarlo, ya que le resultaba beneficioso. Para la opci?n Otros, los encuestados hablaron b?sicamente de personal en pr?cticas, en r?gimen de becario. Esta modalidad implicaba la existencia de convenios en pr?cticas que legalizaban claramente la situaci?n: desde los CFGS213 los alumnos con becas tipo Erasmus o Leonardo son susceptibles de trabajar en las visitas guiadas. Ejemplos de estas opciones es el Museu de la Di?cesis de Barcelona. Los museos los preparan d?ndoles un gui?n y en algunos casos alguna clase de comunicaci?n y din?mica de grupos, pero no es lo habitual, de modo que podr?amos entender que 212 Concepto utilizado por Mauricio Due?as, responsable de la gesti?n de p?blicos en el MNAC 213 Cfr. Ciclos formativos de Grado Superior Maria Abril Sellar?s [401] ?stas pr?cticas no generan excesiva confianza, no por el hecho de la pr?ctica en s? misma, sino por el nivel de exigencia de la persona que estar? ejerciendo una actividad directa con el p?blico. Finalmente, se?alar como Valent? Farr?s, director de CaixaForum, nos coment? que si bien externalizaba el servicio, durante la duraci?n del contrato, consideraba al equipo contratado parte del grupo humano que formaba la instituci?n muse?stica. No obstante, ten?a claro que dicho equipo no formaba parte de la plantilla. Durante la realizaci?n de las encuestas ning?n otro encuestado suscribi? el comentario realizado por el Sr. Farr?s, de modo que podemos considerarlo como una forma excepcional de entender la gesti?n. No s?lo era importante entender la conducta de la gesti?n sino cu?l era la empresa contratada y, m?s concretamente, a qu? sector se dirig?an los gestores muse?sticos para contratar sus equipos externos. La pregunta 13? se formul? en base a cuatro ?tems: empresas exclusivamente de car?cter cultural, empresas exclusivamente de car?cter tur?stico, asociaciones culturales y recreativas y finalmente, una opci?n abierta con el vocablo Otros, donde se solicitaba que se especificase a qu? iba referido. De las respuestas dadas por los encuestados surge la Tabla 5.2.2.2.3, mostrando tanto los valores num?ricos como en porcentajes. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [402] Tabla 5.2.2.2.3: Tipos de empresas que contrata el museo para sus visitas guiadas tur?sticas Tipos de empresas Valor num?rico % Culturales 14 59% Tur?sticas 7 29% Asociaciones 1 4% Otros 2 8% Fuente: Elaboraci?n Maria Abril en base a los datos aportados por los cuestionarios El an?lisis de esta pregunta (ver Tabla 5.2.2.2.3) conduc?a a verificar que los responsables de la gesti?n muse?stica se decantan b?sicamente por una empresa de car?cter cultural, ya fuera empresa o asociaci?n. As? tenemos que el 59% de los encuestados se?alan que sus museos acuden a empresas del ?mbito cultural. Entendiendo por dicho ?mbito cultural, las empresas culturales, las asociaciones culturales ? recreativas y una parte de ese Otros, donde inclu?an a otros gestores del propio centro muse?stico en el caso de que fuera una visita institucional. Todo ello configura una suma total del 71%, frente al 29% de las empresas tur?sticas, y concretamente a las empresas de gu?as de turismo o al gu?a de turismo como aut?nomo. A La lectura de la Tabla 5.2.2.2.3, hay que a?adir un matiz: un 57% de ese 71% entend?an que b?sicamente la contrataci?n que ellos realizaban era a empresas culturales y, que s?lo en el caso de requerimiento por parte del cliente, utilizaban y contrataban espor?dicamente empresas tur?sticas. Algunos museos lo manifestaron abiertamente, como es el caso del Museu d?Hist?ria de la Ciutat, donde Teresa Maci?, responsable del departamento pedag?gico, se?al? que cuando se hac?a el concurso de licitaci?n uno de los requisitos era la exigencia de licenciados en Humanidades; o CaixaForum, donde su director, el Sr. Farr?s nos mencion? incluso la empresa cultural con la que ten?a el contrato. El 71% de los responsables de las instituciones alegan que dada la especificidad del mandato del museo no es posible que dicho ?mbito de contrataci?n vaya dirigido al Maria Abril Sellar?s [403] sector tur?stico, ya que, seg?n ellos, hay una falta de conocimientos te?ricos que se adquieren en otros grados. Los encuestados nos comentaban que prevalec?a m?s el conocimiento te?rico que las din?micas de grupo. Bien es cierto que estamos hablando de un 71%, pero tengamos en cuenta que va referido a los veinti?n museos que contestaron que no a la pregunta s?ptima, por tanto hablamos que ese 71% es sobre el 45,65% del total de los museos encuestados. A pesar de ser una cifra alta, el 71%, sobre casi la mitad de los museos encuestados, no es menos cierto que significa que casi los dos tercios de los mismos creen en una contrataci?n dirigida a empresas culturales y no a empresas tur?sticas. Este 71% entiende que cuando externaliza el servicio a una empresa lo que busca es solucionar dos situaciones: las visitas pedag?gicas por un lado y las visitas tur?sticas por otro, si bien se?alan que dado el alto volumen de visitas pedag?gicas enfocan hacia el tema cultural la prestaci?n del servicio. 5.2.2.3 Aproximaci?n inicial a las conclusiones del segundo bloque de preguntas. El an?lisis efectuado de los objetivos espec?fico tercero y cuarto, en la secci?n de gesti?n, pone en evidencia c?mo una parte de los gestores muse?sticos no tienen una clara voluntad de valorar la figura del gu?a de turismo en el museo, s?, en cambio, a los servicios pedag?gicos. Ergo, la figura del gu?a tur?stico en el rol de gu?a de museo muy probablemente se tendr? que desestimar, puesto que no s?lo no se entiende la figura del gu?a de turismo sino que en una parte de los museos ni tan siquiera se tiene en cuenta a dicha figura. Muestra de ello el hecho de que en el caso de externalizar el servicio 71% de los gestores muse?sticos acuden a empresas culturales frente al 29% que se dirigen a empresas tur?sticas. Se confirma pues, la baja relaci?n entre el sector tur?stico y el sector cultural y, por tanto, la hip?tesis segunda que se fundamenta en la interrelaci?n cae haciendo inviable que se pueda verificar en su totalidad, porque si bien hay una parte de museos que entienden el rol del gu?a, estamos a una distancia considerable de que exista una interrelaci?n correcta y que no se valore al gu?a como a una persona no cualificada sino como a un aut?ntico profesional. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [404] Esta forma de entender la externalizaci?n del servicio puede provocar que se d? esa confusi?n entre gu?a pedagogo y gu?a tur?stico, ya que se busca la optimizaci?n de los recursos con los que se pueden contar. Quiz? no sea tanto un problema de entender dos figuras distintas, sino m?s bien un problema de optimizaci?n de recursos. No obstante, siempre queda la duda de que sea realmente porque el gestor entiende que las visitas son en esencia visitas educativas, aunque vayan dirigidas a un cliente extranjero, y de esta manera pueda aprender siempre algo nuevo. Estamos por tanto en la ra?z de nuestra primera hip?tesis de trabajo, contratar empresas culturales marca una fina l?nea entre una visita pedag?gica y una visita tur?stica. Pero s?lo cuando los museos tienen un car?cter marcadamente internacional, se rompe esa fina l?nea para distinguir claramente entre las visitas guiadas y las visitas pedag?gicas, donde el 81% eran visitas tur?sticas respecto al 19% que lo eran a nivel educativo, y donde adem?s, la situaci?n en los tres equipamientos es totalmente distinta: el Museu Futbol Club Barcelona tiene personal propio trabajando con gu?as de turismo y permitiendo la entrada de gu?as acompa?antes y gu?as de turismo; la Bas?lica de la Sagrada Familia tiene como personal propio un equipo de gu?as oficiales y permite la entrada de gu?as oficiales para las visitas, no aceptando a los gu?as acompa?antes; y el Museu Picasso tiene externalizado el servicio s?lo de las visitas pedag?gicas a una empresa cultural, dejando las visitas tur?sticas a los gu?as freelance o empresas de gu?as que reservan su espacio siempre y cuando estos gu?as freelance est?n habilitados, de modo que se podr?a aseverar que el Museu Picasso adopta una forma h?brida, tal y como han propuesto otros museos. Por parte de los museos hay una voluntad de gestionar las visitas guiadas dentro de sus espacios, pero no siempre pueden contratar dichos servicios de una manera externa, ya que los costes son excesivamente altos. No siempre pueden tener un equipo que exclusivamente realice las visitas, as? que optan por tener un equipo pedag?gico que, aparte de resolver todas aquellas actividades escolares, tambi?n sean capaces de cubrir las visitas tur?sticas, aunque sean productos totalmente distintos. Uno de los problemas importantes es la cuesti?n de los idiomas. Si bien es cierto que Maria Abril Sellar?s [405] se contemplan como idiomas extranjeros de base el ingl?s y el franc?s, no es menos cierto que los dem?s idiomas no son de suficiente relevancia para que ofrezcan sus productos en esa lengua. Ello se resuelve, o bien indicando y asesorando al turista de que en la ciudad Condal hay empresas que le pueden ofrecer dicho servicio, o aceptando que el visitante entre con el gu?a oficial que le acompa?a a lo largo del d?a o d?as que dure su estancia. Retomando la l?nea discursiva sobre la optimizaci?n de recursos y, en consecuencia el dif?cil proceder de distinguir entre visita tur?stica y visita pedag?gica, las empresas culturales act?an, consecuentemente, seg?n las necesidades del museo en un doble ?mbito, tanto a nivel de servicios pedag?gicos como servicios tur?sticos. El primero est? garantizado por los propios servicios pedag?gicos, que conocedores de las etapas curriculares dise?an las visitas y talleres en base a las mismas; pero las visitas tur?sticas, que intr?nsecamente necesitan un tratamiento no curricular, parece que muy probablemente queden sometidas a un tipo de aleccionamiento m?s que de entretenimiento. En contadas ocasiones hemos podido observar c?mo algunos museos se encaminaban hacia lo que los propios gestores muse?sticos llamaban el sistema h?brid: tener un cuerpo pedag?gico y si el cliente solicita una visita guiada poder acceder al cuerpo de gu?as tur?sticos, o bien tener un cuerpo pedag?gico formado no s?lo por educadores y gente especializada en el mandato y tem?tica del museo sino tambi?n por gu?as de turismo, adaptando lo que el museo ofrece a lo que el cliente necesita y/o demanda. La adaptaci?n a la diversidad de grupos, ya sea por edades, nacionalidades, o idiosincrasias requiere una acci?n distinta que no es la propia del educador, a lo que adem?s hay que sumar, como bien se ha ido viendo a lo largo de este trabajo de campo, la parte de los idiomas. Los educadores trabajan normalmente, y salvo alguna excepci?n, con las etapas curriculares de las escuelas locales donde se encuentra el museo. Los idiomas son b?sicamente el catal?n y el castellano, que ya hemos podido ver que quedan ampliamente contemplados por los museos, siguiendo despu?s los idiomas franc?s e ingl?s, entendidos como primordiales, pero como bien se ha dicho, An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [406] que se entiendan como primordiales no significa que el museo los utilice, sino que los gestores son conscientes de la necesidad de dichos idiomas y pueden resolver los casos concretos a trav?s de las distintas v?as planteadas en la gesti?n. ?Es lo m?s conveniente? ?Es una cuesti?n econ?mica? o sencillamente ?Piensan que da m?s garant?as de un buen servicio una empresa que provenga del ?mbito cultural que del ?mbito tur?stico? De hecho, responsables de entidades como el Museu Egipci, o el Museu d?Hist?ria de la Ciutat de Barcelona, afirmaron que sus equipos ten?an que estar integrados por gente proveniente de las Ciencias Human?sticas o del campo de las Bellas Artes, no haciendo ning?n comentario del hecho de que pudiesen provenir del ?mbito tur?stico.214 Evidentemente, no todas las instituciones piensan del mismo modo, ya se ha comentado la forma de trabajar por parte de los responsables de la Fundaci? Mir? y del MNAC. Adem?s en este apartado tambi?n podemos a?adir el posicionamiento de la Fundaci? T?pies, que si bien utiliza el sistema h?brido como los dos anteriores, la empresa de ?mbito cultural no es exclusivamente cultural sino que tiene entre sus miembros a gu?as oficiales, lo que les permite dividir los servicios seg?n procedencia pedag?gica o tur?stica sin problemas. A tenor de lo presente, tambi?n existen casos como el de CosmoCaixa o el Museu de Ci?ncies Naturals ? Museu Blau, el Museu Geol?gic del Seminari Conciliar de Barcelona o el Museu Etnogr?fic Andino-Amaz?nic, entre otros ejemplos, donde la especificidad del mandato muse?stico hace que las empresas que utilizan para las visitas guiadas profesionales del campo t?cnico adecuado para el museo, tengan como esencia empresarial los valores medioambientales y de ciencia. Sanahuja, directora de CosmoCaixa, entend?a que s?lo de ese modo pod?an dar una salida correcta a las 214 En este estudio, el universo de nuestra investigaci?n deja de lado el ?mbito pedag?gico, ya que la idea era centrarse en el ?mbito tur?stico, pero ello no obsta para que en posibles investigaciones se abra un nuevo marco de estudio para ver el tratamiento que tienen las visitas pedag?gicas en los museos, con qu? personal cuentan, de que ?mbitos de estudio llegan, si se tratan de monitores, especialistas, alumnos en pr?cticas, etc. Maria Abril Sellar?s [407] visitas que se efectuaban en dicho museo, y que si ten?a que escoger, las empresas iban a ser exclusivamente del ?mbito cultural. ?Se puede entonces hablar de desprestigio, de desconocimiento, de aprensi?n o de acierto, de prestigio, de conocimiento a la hora de contratar una empresa de gu?as para la realizaci?n de las visitas tur?sticas guiadas?  Quiz? una parte del problema sea justamente ese pasado que ha acompa?ado a la figura del gu?a y que hemos ido comprobando en el desarrollo de este estudio. Hemos visto a lo largo de la investigaci?n que los centros adscritos a las Universidades que realizan el grado de turismo no potencian una v?a de estudio sobre el perfil de los gu?as de turismo.  Puede que una parte del problema sea normativo. Hemos visto en cap?tulos precedentes que las normas no son capaces de discernir y dar un perfil concreto para obtener buenos profesionales en este sector servicios. Seg?n el estudio normativo realizado en su momento (v?ase el Cap?tulo II, apartado 2.6 y el Cap?tulo V apartado 5.1.1) la Directiva europea Bolkestein protege la profesi?n del gu?a dentro de los espacios muse?sticos o monumentales, siempre y cuando en este segundo caso tengan una declaraci?n de protecci?n patrimonial, de modo que, por ejemplo, el Museu Picasso lleva a la pr?ctica dicha Directiva de la manera m?s eficaz posible, y no todos los museos lo hacen. Tengamos presente que aquellos museos que permiten el acceso a los gu?as acompa?antes no oficiales representan un porcentaje del 30%. Esto nos lleva a la reflexi?n de c?mo esa discordancia y desapego a una profesi?n est?n subyacentes en la gesti?n de algunos museos y c?mo la Directiva Bolkestein est? afectando directamente a la figura del gu?a. Sin embargo, los museos, tanto p?blicos como privados, as? como los monumentos musealizados, a?n ven dicha Directiva bastante alejada de su realidad inmediata.  Puede que otra parte del problema sea de costes econ?micos y, definitivamente, puede que otra parte del mismo sea tambi?n que no se distingue entre una visita An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [408] tur?stica y una visita escolar; siendo contemplados indistintamente por el equipamiento.  La consideraci?n tur?stica en tem?ticas culturales ha sido siempre infravalorada, tanto en los recursos patrimoniales no musealizados como por parte de los responsables de los equipamientos muse?sticos, pasando por delante en su contrataci?n para el servicio de visitas guiadas empresas y estudiantes que proviniesen del campo de las Humanidades, del Arte, y de las Bellas Artes, antes que del sector tur?stico. Todos estos elementos nos llevan a considerar que quiz? esa primera hip?tesis que marcaba una difusa l?nea de separaci?n existente entre educador y gu?a de turismo se pueda entender mejor por algunas de las razones expuestas. Presumimos que tanto costes, como cultura subyacente, como prejuicios a lo que ha sido el sector tur?stico visto desde el sector cultura, han llevado a la situaci?n actual de observar la existencia de esa fina l?nea entre educador y gu?a. 5.2.3. An?lisis del 3er Bloque: Gesti?n de las visitas guiadas Una nueva pregunta bisagra nos permitir? pasar al siguiente bloque, se trata de la pregunta catorceava: en el caso de no tener equipo propio, ni de externalizar los servicios de las visitas guiadas ?qu? soluci?n dan los gestores muse?sticos a las demandas de los turistas? Esta pregunta ha tenido raz?n de ser desde el momento en que nos hemos encontrado con museos que ni tienen equipo propio, ni externalizan el servicio. Se intentaba conocer m?s profundamente c?mo trabajan los museos las situaciones producidas por las visitas guiadas solicitadas o a requerimiento. La pregunta catorceava establece un conjunto de ?tems, siendo el ultimo Otros, donde el encuestado pod?a indicar qu? m?s hac?a su equipo de gesti?n si no estaba contemplado en las variables precedentes. Dicha pregunta permit?a que la instituci?n diese m?s de una respuesta, (v?ase Tabla 5.2.3.1) con lo cual pod?a significar que el museo cumplimentase el total de las tres primeras opciones y adem?s a?adiese alguna opci?n en el ?ltimo ?tem. El conjunto de Maria Abril Sellar?s [409] museos que no tienen ni personal propio para visitas ni utilizan la externalizaci?n son siete, lo que significa un 15,21% de los mismos. Las opciones que presentamos para esta pregunta se muestran en la Tabla 5.2.3.1. Tabla 5.2.3.1: Opciones que tiene el equipamiento muse?stico cuando no contempla ni Servicio propio ni Servicio externalizado Opciones para el museo Valor num?rico % Cliente busque gu?a oficial 2 28,5% Asesorar al cliente en la b?squeda gu?a oficial 3 43% Permitir la visita con gu?a no oficial 0 Otros 2 28,5% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios La Tabla 5.2.3.1 muestra c?mo el 43% de los responsables de los equipamientos muse?sticos realizan, entre los distintos trabajos de gesti?n, asesoramiento a los clientes para que puedan visitar el museo con un gu?a local. Le sigue el 28,5% de ellos que se?alan que dejan que sea el cliente quien busque un gu?a y aceptan que entre en el equipamiento con ?l. Esto bien podr?a pensarse que entra en contradicci?n con la pregunta d?cima, donde los museos que ten?an personal propio cre?an que el problema de no tener visitas guiadas no ten?a que recaer sobre el cliente, consideraban incorrecto instar al turista a que buscase por su cuenta a un gu?a que le hiciese dicha visita guiada. Era necesario, seg?n manifestaron, dar una respuesta de servicio al cliente, lo cual permite aumentar la calidad del mismo. Pero no existe tal contradicci?n, ya que estamos tratando ?tems distintos. En la pregunta catorceava intentamos examinar aquellos museos que ni tienen personal propio para la realizaci?n de este servicio ni lo externalizan; de modo que ese 28% que opina que el cliente es quien tiene que buscarse el gu?a, tiene raz?n de ser, ya que seguramente las prioridades del museo son otras. De hecho, el comentario de algunos responsables muse?sticos se encaminaba al convencimiento de que se trata de una cuesti?n del cliente, ya que ellos, por costes y dimensi?n del equipamiento, no pueden soportar los gastos que genera dicho servicio, pero tambi?n An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [410] insisten en que si el cliente viene con el gu?a, no haya obst?culo para que ?ste pueda desarrollar su tarea en el espacio muse?stico. As?, dentro de este ?tem encontramos museos como: el Museu de l?Er?tica y el Museu i Centre d?Estudis de l?Esport Doctor Melci? Colet. En el caso del Museu de l?Er?tica, la Sra. Auguar?s, miembro del equipo de direcci?n, nos comentaba que con un volumen de 39.000 visitantes al a?o pod?an plantearse ofrecer ese servicio, pero que calculando los costes no pod?an permit?rselo. Por su parte, el responsable de comunicaci?n del Museu i Centre d?Estudis de l?Esport Doctor Melci? Colet, el Sr. Nacho, nos comenta que el tema de las visitas guiadas para la direcci?n del museo es un tema residual, de modo que ni tan siquiera contabilizan las entradas de los visitantes y menos a?n ofrecen visitas guiadas. A?ad?a que, en el caso que visitase el museo un personaje importante de la vida pol?tica, social, econ?mica o deportiva, pod?a atenderlo ?l por deferencia al cargo que representaba o el propio director del Museo, no obstante puntualiza que en ninguno de estos casos se entiende que sea una visita guiada, b?sicamente es tratar con deferencia a la persona que les visita. Otro de los ejemplos con idiosincrasia propia es La Pedrera. Un equipamiento que no tiene una empresa propia para realizar visitas guiadas tur?sticas ni externaliza dichas visitas tur?sticas, tal y como se ha comentado en p?rrafos precedentes. En cambio si tiene un equipo pedag?gico, lo que nos permiti? entender que diferenciaba perfectamente el ?mbito del turismo del educativo. As? que, en este caso, dejan que el cliente llegue con su gu?a oficial y ?ste pueda realizar la visita. La Sra. Gae, responsable de las visitas guiadas pedag?gicas en La Pedrera, incide en el hecho de aconsejar y asesorar a aquellos visitantes que se interesan por este servicio, explic?ndoles las opciones que tienen, entre las que se encuentran el sistema de audio-gu?as que tiene la instituci?n. Desde la direcci?n consideran que con el sistema de audio gu?as (que como se ve?a en p?rrafos precedentes se ofrece en diez idiomas) es suficiente para que el cliente-turista se sienta asistido y guiado a trav?s de las instalaciones. Sin embargo, nos comentaba que entienden que pueda interesar la mediaci?n humana y que por ese motivo asesoran al cliente que as? se lo pide sobre las posibilidades de contactar Maria Abril Sellar?s [411] con un gu?a de turismo. La realidad es que no s?lo asesoran sino que no ponen ning?n impedimento al acceso del grupo con un gu?a oficial, siempre y cuando se haya hecho la reserva pertinente, pues se intenta controlar el aforo de los espacios musealizados. En La Pedrera, en ning?n caso se permite el acceso con grupo a los gu?as acompa?antes que no tienen la habilitaci?n de gu?a de turismo. La Sra Gae tambi?n nos inform? de que s?lo se realiza la visita tur?stica por parte del equipo cuando la persona a la que va dirigido dicho servicio se consideraba VIP por tratarse de un responsable pol?tico, social, econ?mico, t?cnico o de direcci?n, requieriendo de un protocolo preestablecido por el propio equipamiento. Estos casos excepcionales tambi?n pod?an tener el incoveniente idiom?tico de modo que la propia entidad contrataba los servicios de un gu?a oficial, para dar el mejor servicio. El ?ltimo ?tem es el que hemos llamado Otros, y representa un 28,5% del total. El Sr. Planas, responsable del Museu del Perfum, y la Sra. Centelles, responsable de la Fundaci? Joan Brossa se?alan que en el caso de poder realizar la visita alg?n miembro del museo, ?ste atiende al cliente por cortes?a pero no es su funci?n ni el objetivo, ni el principal ni el secundario. Este ?tem responde al que normativamente se hab?a estado trabajando en las tablas comparativas del apartado 5.1.1 como concepto de exclusi?n. La manera de proceder de ambos equipamientos es distinta, pero con un denominador com?n: el visitante acaba realizando solo la visita sin disponer para la misma m?s que de un folleto explicativo. En el caso del Museu del Perfume primero se atiende a los visitantes d?ndoles las directrices e instrucciones necesarias para entender el espacio muse?stico y despu?s, se les da un peque?o folleto explicativo dejando, posteriormente, al cliente realizar la visita al museo a su libre albedr?o. En el caso de La Fundaci? Joan Brossa se les da directamente el folleto y una brev?sima explicaci?n del museo, coment?ndoles que en cada uno de los espacios hay plafones explicativos y, encamin?ndoles posteriormente a las salas donde el visitante las recorrer? a su libre albedr?o. Un comentario que nos parece importante a?adir en este punto es el que realiz? la responsable del departamento de gesti?n de p?blicos del Museu Picasso, Deirdre An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [412] Haughey. Nos explic? la gesti?n de p?blicos cuando entran en el museo bajo la forma de grupo, explic?ndonos que la pol?tica del Museu Picasso es que si no es con gu?a oficial no se permite la entrada del grupo como tal grupo. Es decir, no se proh?be la entrada, sencillamente desaparece el concepto grupal y cada una de las personas se entiende como un visitante individual, fomentando con ello la profesionalidad de los gu?as oficiales. Pero ?c?mo controlan que realmente el grupo vaya con un gu?a oficial? La propia Haughey explicaba que lo hac?an a trav?s de la reserva, y de que cuando el responsable llega con dicha reserva a las taquillas del museo debe mostrar no s?lo la reserva sino su carn? de gu?a. Ahondando en el control de las visitas guiadas tur?sticas en los recintos muse?sticos, las preguntas de la quince a la veintid?s pretend?an un an?lisis m?s profundo de c?mo se gestionan dichas visitas desde la propia instituci?n muse?stica, para lo cual se han tenido en cuenta, aspectos como: qu? es necesario para realizarlas; cu?l es la duraci?n que se cree pertinente para poder desarrollar los objetivos y mandato establecidos por el museo; qui?n realiza las visitas en caso de utilizar m?s de un tipo de gesti?n (contrato, requerimiento, entre otros); y qu? expectativas se ofrecen. Entraban a ser valorados todos aquellos museos que ten?an en sus programas las visitas guiadas, ya fuese por su propio equipo, ya por un equipo externo, ya por los gu?as freelance. Se pretend?a poder establecer un marco para la gesti?n tur?stica del museo, enfocado directamente a las visitas guiadas tur?sticas que ofrecen. Las preguntas quince y diecis?is estaban interconectadas, pues a la respuesta de la primera necesitaba de los porcentajes de la segunda para poder trabajar dichos valores. La Tabla 5.2.3.2 nos muestra si el museo tiene planteado, a nivel de gesti?n, contabilizar de manera distinta las visitas guiadas tur?sticas realizadas por el equipo que le es propio, de las realizadas por las empresas externalizadas o por los freelance contratados por los cliente-turistas. Con estos datos pretend?amos saber si el museo llevando a cabo esta gesti?n puede conocer c?mo trabajan sus equipos y, sobre todo, si en aquellas visitas que no son realizadas por el equipo propio se alcanzan los Maria Abril Sellar?s [413] est?ndares de calidad que se pueda proponer en dicha gesti?n, y que pasa por el conocimiento del mandato y de los objetivos del equipamiento muse?stico. Por tanto, a la respuesta n?mero quince, que presentaba dos ?tems, se le a?ad?a el valor del porcentaje, lo cual tambi?n nos ayudaba a saber cu?ntas visitas se llegaban a gestionar de manera distinta. Quiz? en la propia diferencia de la gesti?n radique un control de calidad y se puedan tratar las deficiencias en caso de existir, para dar tanto al equipo propio como al externalizado y a los freelance aquello que pueda ayudar a superar las carencias o los errores. La Tabla 5.2.3.2 muestra los resultados. Tabla 5.2.3.2: Datos num?ricos sobre si los museos contabilizan de manera distinta qui?n ha realizado la visita guiada tur?stica Acci?n del museo Valor Num?rico % Diferencian 10 25% No diferencian 30 75% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios La Tabla 5.2.3.2 revela que de los treinta museos que respondieron a esta pregunta o sea el 65,21% del total de los museos encuestados, tenemos que el 75% de los mismos no distingu?a entre qui?n hac?a las visitas, s?lo computaban si se hac?an visitas o no. El hecho de que m?s del 70% no distinguiesen entre ambas, nos plante? si ten?a sentido trabajar en la pregunta diecis?is, dado que los datos que se obtuvieran ser?an respecto al 25% de los museos que hab?an respondido favorablemente. Considerando que estamos trabajando todos los museos de Barcelona, y aunque la respuesta haga referencia a una parte relativamente baja en representaci?n, es interesante saber qu? porcentaje de visitas son realizadas por los gu?as de turismo. Pens?bamos que dicha distinci?n ayudar?a a captar la importancia de las visitas guiadas no realizadas desde el propio equipo muse?stico, pero no se pudo verificar por el volumen de respuestas del ?tem, que no diferencian entre las visitas. Esta forma de llevar la gesti?n nos dej? un tanto preocupados, porque si se hab?a demostrado tanta preocupaci?n por que los equipos propios tengan un nivel cultural alto, cuando hay una posibilidad de controlar a los gu?as freelance o a las empresas externas de gu?as de turismo y ver qu? eco An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [414] tienen dichas visitas entre los visitantes, el control no se produce. S?lo un 25% de los museos hac?an tal distinci?n. Al preguntar a los encuestados por los porcentajes, detectamos un nuevo obst?culo, algunos de los museos que en un principio hab?an contestado negativamente quisieron dar alguna cifra aproximada de lo que ellos intu?an en la gesti?n de sus visitas; como ocurri? con el Museu del Modernisme Catal?, el Museu Ol?mpic i de l?Esport, la Fundaci? Su?ol. En el caso del Museu del Modernisme Catal?, la Sra. Gemma Losas, responsable de las visitas, se?alaba que estaban a la par: un 50% para cada uno. Mientras la Sra. Teresa Agull?, responsable de organizaci?n y servicio de pedagog?a del Museu Ol?mpic i de l?Esport, comentaba que hab?a una fuerte diferencia, y que no llegaba al 1% las visitas realizadas por los gu?as de turismo. La Fundaci? Su?ol nos comentaba que el 90% de sus visitas las hac?a su equipo y un 10% los gu?as de turismo. Todos estos datos son aproximativos, de modo que la informaci?n que hemos obtenido puede considerarse demasiado subjetiva para tenerla en cuenta215, por lo que s?lo se estimar?n los datos que de manera objetiva han sido dados por los museos. No obstante, el dato que s? nos aporta valor, en una segunda lectura, se refiere a que la gesti?n de los p?blicos, en cuanto a las visitas guiadas, est? muy lejos de encontrarse en lo que se podr?a considerar un buen nivel de gesti?n. Por su parte el Museu del Mamut, con su responsable la Sra. Slesareva, nos comentaba que debido a la juventud del museo a?n no se hab?a establecido dicha diferenciaci?n, pero que pensaba hacerlo en un futuro; y la falta de datos de los museos MEAM, el Museu d?Hist?ria de Catalunya y el Museu d?Hist?ria de Barcelona, que si bien manifiestan que si computan de manera distinta, no nos facilitaron los datos de los tantos por ciento. De todas estas premisas nace la Tabla 5.2.3.3 que intenta mostrar 215 Cu?ndo se elabor? el cuestionario se pens? que habr?a un modelo de gesti?n m?s claro por parte de los museus y que ello ayudar?a a clarificar con datos objetivos la situaci?n, no se pens? en que se podr?a llegar a un punto de obtener datos que conllevaban un alto nivel de subjetividad. Un fallo que no fue previsto inicialmente ni cuando se pas? la prueba piloto y que podr?a habernos dado luces de que esta pregunta podr?a no haberse formulado. Maria Abril Sellar?s [415] de una manera visual cu?l es la situaci?n y peso espec?fico de las visitas y su idiosincrasia. Tabla 5.2.3.3: Visitas hechas por los equipos propios y por los gu?as de turismo Museos Profesionales propios % Gu?as turismo % Biblioteca Nacional Catalunya 97,5% 2,5% Museu Barbier-Mueller 90% 10% Fundaci? Tapies 83,35% 16,65% Fundaci? Joan Brossa 100% 0% Reial Acad?mia Belles Arts 100% 0% Fundaci? La Maquinista Macosa 100% 0% Bas?lica de la Sagrada Familia 80% 20% Museu Picasso 57% 43% MACBA 95% 5% Museu d'Arqueologia de Catalunya 99% 1% Totales % en promedio 69,37 7,55% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios La Tabla 5.2.3.3 evidencia un fuerte desequilibrio entre las visitas realizadas por los propios equipos del museo que abarcan un 89%, y el 11% que responde a las visitas realizadas por los gu?as de turismo. El marco de referencia va desde Museos donde el 100% de sus visitas son llevadas a cabo por equipos propios, y en donde no hay constancia de visitas realizadas por los gu?as de turismo. Casos concretos son los de la Fundaci? Joan Brossa, la Reial Academia de Belles Arts y la Fundaci? Maquinista Macosa; pasando por aquellos donde la distancia es insalvable, con m?s de un 90% a favor de los equipos propios, como la Biblioteca Nacional de Catalunya, el Museu Barbier Mueller d?Art Precolomb?, el Museu d?Arqueologia de Catalunya216 y el MACBA; 216 Vid. P?g. Web: http://www.mac.cat (p?gina consultada el 12 de enero de 2010) An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [416] hasta aquellos donde la presencia y constancia de que la visita la ha hecho un gu?a de turismo en el rol de gu?a de museo, caso en el que se encuentran dos de los museos m?s visitados a nivel tur?stico: la Bas?lica de la Sagrada Familia y el Museu Picasso. En esta parte de la gesti?n nos interesaba saber c?mo propon?an los gestores y responsables muse?sticos las visitas guiadas tur?sticas en su espacio. As? nac?an las preguntas diecisiete a la diecinueve del cuestionario. La l?nea de la investigaci?n nos llevaba a intentar conocer la gesti?n propiamente de las visitas guiadas ofertadas por el museo. As?, entre otros conceptos, intent?bamos conocer el n?mero de visitas que propon?an y realizaban los museos, cu?ntas visitas se programaba a la semana y, cu?nto tiempo duraba una visita guiada, cuestiones eminentemente pr?cticas pero que nos acercar?an un poco m?s a la realidad de las actividades guiadas tur?sticas en los museos. Para conocer cu?ntas visitas se preve?an al d?a, as? como conocer cu?ntas se preve?an a la semana, las preguntas diecisiete y dieciocho mostraban unos ?tems que permit?an acotar el tema. El resultado queda reflejado en el Gr?fico 5.2.3.1. Gr?fico 5.2.3.1: Diagrama de sectores con los porcentajes de visitas que se realizan en el museo durante un d?a Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios El Gr?fico 5.2.3.1 nos permite interpretar los siguientes valores: respecto a los d?as el ?tem de Otros valores fue el m?s escogido por parte de los responsables muse?sticos, con un 40%, hecho que nos conduce a desglosar este ?tem para conocer qu? Maria Abril Sellar?s [417] planificaci?n se plantean los gestores muse?sticos. Le sigue con un 25% aquellos que optan por una visita al d?a; y con un 20% los que trabajan con dos visitas al d?a. Encontramos significativo el ?tem. Las opciones que dieron para Otros valores son:  El Geol?gic del Seminari Conciliar, se?ala que no pueden valorarlo por d?as.  CaixaForum, se?ala que depende de la Exposici?n, si el ?xito es considerable, prev?n seg?n las necesidades de la demanda. Igual hace el Museu de la Moto, seg?n tengan en su caso promociones especiales y el ?xito de las mismas.  La Fundaci? Su?ol, se?ala el concepto de espor?dicas, s?lo cu?ndo surgen y no siempre valorable cada mes.  El MEAM y el Museu Arqueol?gic de Catalunya no especifican su valor. Para el caso del primero existir?n visitas guiadas siempre que haya exposiciones temporales en n?mero de una cada semana; y requiere que se haga reserva, como sucede en los museos del siguiente p?rrafo.  El Museu del Mamut, el Museu de les Idees i Invents, La Pedrera, el Museu Frederic Mar?s, el Museu Barbier Mueller d?Art Precolomb?, el Museu Dioces?, el Etnogr?fic And? ? Amaz?nic, el Museu de Carruatges del Foment, el Museu de Carrosses Funer?ries, el Museo Palmero Arte, el Hemp Museum Gallery217, el Museu Etnol?gic, el Museu Ol?mpic i de l?Esport, el Museu de Perruqueria Rafael Pag?s, la Fundaci? Joan Brossa, la Reial Academia de Bellas Arts, la Fundaci? Privada Vila Casas ? Can Framis, la Maquinista Macosa, el Museu de la Xocolata, la Fundaci? Mir?, el Museu d?Hist?ria de Barcelona218, el Futbol Club Barcelona y la Fundaci? Fran Daurel, se?alan que va por reserva previa, de modo que s?lo contabilizan por meses. 217 Si bien nos comentaba su directora que tienen previsto en un futuro hacer un programa de visitas guiadas con varios idiomas. Depender? del volumen de visitantes que tenga el museo. 218 Actualmente (2013) tiene programada 1 visita, cada tercer s?bado de mes. Por lo tanto, ha habido un cambio de su pol?tica en las visitas guiadas. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [418] El concepto de reserva hay que entenderlo de dos formas:  Por un lado, que el propio museo prevea una visita guiada pero que s?lo se dar? si hay reservas para la misma.  Por otro lado, las reservas que les puedan hacer los grupos externos. De ah? que sea absolutamente complicado se?alar un n?mero de reservas concretas ya que depende de lo solicitado por cada cliente. Respecto a las visitas por d?a, los datos fueron escasos para obtener valores con el debido rigor cuantificable. Tem?amos que pod?a suceder lo mismo en el ?tem de la semana, pero en este ?tem los datos de control sobre las visitas eran m?s rigurosos, (v?ase Gr?fico 5.2.3.2). Gr?fico 5.2.3.2: Representaci?n de las visitas que se realizan por semana en los museos, en porcentajes Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios El Gr?fico 5.2.3.2 expone que un poco m?s del 40% de las instituciones realizaban las visitas guiadas que programaban dos veces por semana. Hubo entre los gestores muse?sticos qui?n nos se?al? qu? d?as de la semana se preve?an exactamente dichas visitas. Pudimos ver que hab?a un grupo de gestores que coincid?an en el per?odo: el fin de semana. Fueron ?stos los responsables de los museos MNAC, del Museu d?Hist?ria de Catalunya, de la Fundaci? Joan Mir?, del Museu d?Hist?ria de Barcelona y del Museu Picasso. Adem?s en el caso del MNAC, el Sr. Due?as, responsable de gesti?n de 25% 40% 10% 0% 10% 15% 1 por semana 2 por semana 3 por semana 4 por semana 5 por semana 6 o m?s Maria Abril Sellar?s [419] p?blicos, se?al? que dicha programaci?n depend?a de si las exposiciones eran permanentes o temporales. Mientras que el Museu Picasso, la Sra. Haughey, nos coment? que en la programaci?n del fin de semana una de las visitas se daba en ingl?s. Otros museos importantes a destacar: La Fundaci? T?pies, la Sra. Sellar?s responsable de las visitas, comentaba que su equipamiento ofrece dos visitas al mes, una para la Exposici?n y otra para el Edificio, y a?ad?a que seg?n el n?mero de reservas se pod?a llegar a repetir la visita en un mismo d?a m?s de una vez. Por su parte, la directora de CosmoCaixa, la Sra. Sanahuja, se?alaba que en las ?pocas en que realizan los llamados laboratorios hacen itinerarios que pueden repetirse incluso siete veces al d?a, no obstante, nos puntualizaba que, dichos programas de laboratorio estaban pensados m?s para escolares que para los turistas. Menci?n especial merece CaixaForum; su director el Sr. Farr?s nos indic? que, seg?n la exposici?n temporal de que se tratase, se hab?an llegado a ofrecer hasta veintinueve visitas por semana, lo que da una ratio diaria de 4,8 visitas por d?a (el museo abre seis d?as a la semana). Una gesti?n relativamente alta pero, que responde s?lo a exposiciones muy concretas y de tipo temporal a lo que hay que sumar las visitas que no dependen de ellos, ya que permiten su realizaci?n procurando combinarlas con las propias. Una vez determinado el volumen de visitas quedaba a?n un paso por realizar en este apartado y era conocer la duraci?n de las visitas. Medir el tiempo no siempre es posible, pues cada grupo tur?stico tiene una identidad y una din?mica propia, de modo que los tiempos se calculan de un modo gen?rico, conscientes de lo que significa la variedad grupal. As?, tenemos que, por temas de gesti?n, resulta necesario acotar en la medida de lo posible el tiempo de la visita. Las variables que los gestores muse?sticos encuestados tienen en cuenta para determinar el tiempo de una visita son: lo que est?n ofertando, la magnitud del espacio muse?stico y si la exposici?n es permanente o temporal, mientras que cuando se contrata a un gu?a de turismo el servicio es lo que se denomina en t?rminos tur?sticos, un paquete cerrado que consta, en el caso de Barcelona, de cuatro horas si es Half Day y de ocho horas si es Full Day, An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [420] independientemente de lo que incluya la visita. Acortar o alargar el servicio depende del cliente219, y esto puede significar que, si la visita es un servicio de mediod?a a un museo, el gu?a pueda desarrollar la totalidad del mismo en dicho espacio, si bien no es lo m?s recomendable porque la concentraci?n de tiempo y espacio son demasiado altas. As? tenemos que, normalmente, las visitas a los museos van siempre acompa?adas por otros componentes tur?sticos que aglutinan esas cuatro horas de servicio, como una ruta que nos ayude a entender al autor al que va dedicado al museo, o un itinerario panor?mico que incorpore el lugar donde se encuentra dicho equipamiento o una conferencia que ayude a delimitar lo que se va a visitar. En base a estos supuestos, ?qu? consideran los gestores muse?sticos como tiempo medio para que el visitante est? atento a las explicaciones, no pierda el hilo argumental, y se vea envuelto por el atractivo de la exposici?n? Para obtener una respuesta objetiva la pregunta diecinueve daba unos ?tems para acotar los tiempos, aunque, al igual que en otras preguntas, hab?a una opci?n abierta tomando como eje el ?tem, una hora. ?Por qu? esa ratio de una hora? Estudiando las p?ginas web de los museos, en sus visitas programadas suelen mencionar el tiempo aproximado de la visita est?ndar que es de una hora, tiempo que coincide con el de realizaci?n del taller o de la actividad. Cuando preguntamos a los gestores de los museos, pudimos constatar que el tiempo concretado se ajustaba bastante a los valores que nos indicaban. La Tabla 5.2.3.4 muestra los ?tems de la pregunta diecinueve. En base a esa hora, se deb?a ver qu? museos programaban menos de una hora y qu? museos programaban m?s de una hora, y cu?nto tiempo le dedicaban a cada una de las actividades. Como puede apreciarse por la tabla el abanico de posibilidades es realmente amplio, desde una visita de duraci?n de treinta minutos hasta el m?ximo obtenido de dos horas y media. 219 En caso que el cliente quiera acortar la visita no va a significar una disminuci?n del precio, y si lo que quiere es alargar el Servicio, las hores de m?s se computan y se facturan Maria Abril Sellar?s [421] Tabla 5.2.3.4: Elementos pr?cticos de las visitas guiadas tur?sticas en los museos Duraci?n de una visita tur?stica Tiempo Menos de 1 h. 1 h. M?s de 1 h. N?m. museos 6 23 16 Duraci?n de las visitas guiadas de m?s de una hora Tiempo 1h.30' 1h.15' 2h. 2h.30' N?m. museos 7 4 3 1 Duraci?n de las visitas guiadas de menos de una hora Tiempo 30' 40' 45' 50' N?m. museos 1 1 3 2 Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios En base a la Tabla 5.2.3.4 podemos afirmar que las visitas tur?sticas a museos fluct?an sobre el eje que hab?amos determinado con anterioridad que era de una hora; concretamente el 51% de los museos gestionan sus visitas en base a ese tiempo. El otro 49% se reparte de modo muy desigual con un 13% para aquellas que duran menos de una hora y el 36% para aquellas de m?s de una hora. Pero ?qu? valores tienen ese 13% y ese 36%? Los datos aparecen reflejados en la Tabla 5.2.3.4 para aquellos museos que comentaban que seg?n la visita que ofrec?an sus tiempos depend?an de las variables mencionadas en p?rrafos precedentes. Dado que las respuestas fueron m?ltiples y variadas, a continuaci?n las presentamos en t?rminos de cuantificaci?n y de comentarios que los encuestados nos facilitaron para explicarnos por qu? se optaba por un tiempo u otro. As? tenemos que:  CaixaForum, cuando se celebran las llamadas Tertulias, dedica dos horas a dicha actividad, a la que hay que a?adir la actividad guiada de la Exposici?n que haya en ese momento y que tiene una duraci?n de aproximadamente una hora.  El caso del MNAC es muy parecido al CaixaForum. Lo habitual de su visita es una hora, pero en alguna exposici?n temporal o por darse una visita muy espec?fica, el tiempo pod?a verse aumentado. Era el caso de la visita que ten?an programada en aquel momento, que se llamaba ?100 anys d?art? y que duraba dos horas. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [422]  El Museu Etnogr?fic Andino ? Amaz?nic con una exposici?n relativamente peque?a, su horario de visitas depend?a totalmente del inter?s de la persona que lo visitase. Fra Valent?, director y conservador del museo nos indic?, tambi?n, que una visita pod?a ir desde unos minutos a una hora quince minutos.  El Museu dels Carruatges del Foment, con una situaci?n bastante similar a la del Etnogr?fic Andino - Amaz?nic, pero con una diferencia: el tiempo m?nimo aumentaba, de modo que, la visita oscilaba entre los cuarenta y cinco minutos y una hora y media  El Museu Etnol?gic el m?nimo de duraci?n de sus visitas era de una hora y media, pero pod?an llegar hasta las tres horas seg?n el objetivo del grupo. Cuando se le pregunt? al Sr. Enric Mir?, responsable de comunicaci?n del museo, a qu? tipo de grupo se estaba refiriendo, nos habl? concretamente de los grupos universitarios. De modo que volv?amos a entrar en el campo de la pedagog?a y no del ocio.  El Museu Ol?mpic i de l?Esport Sra. Agull?, responsable de organizaci?n y servicios de pedagog?a, distingui? dos tipos de visitas: la que llaman est?ndar y que tienen una duraci?n de una hora y quince minutos, y la est?ndar con las instalaciones deportivas sitas en Montju?c y que tiene una duraci?n de dos horas y media ya que la ruta por las instalaciones requieren de una duraci?n m?s larga para obtener unos m?nimos de calidad garantizados.  CosmoCaixa se?al? que su visita oscilaba entre las dos y las tres horas, pero que se pod?a tener en cuenta que llegaban a superar ese est?ndar a m?s de cuatro horas, y que esta circunstancia significaba para ellos casi el 20% de sus visitas. No obstante nos se?alaba la Sra. Sanahuja, directora del museo, que las visitas que superaban las cuatro horas no eran guiadas y que sol?an ser realizadas por familias que aprovechaban el d?a para disfrutar con sus hijos de las instalaciones del museo.  El Museu d?Hist?ria de Catalunya, la Sra. Vicente, miembro del equipo de difusi?n, entend?a que cada una de las plantas que configuran su exposici?n permanente necesitan de una hora de explicaci?n, de modo que, la visita que preveen nunca es Maria Abril Sellar?s [423] inferior a las dos horas. Mientras que para las exposiciones temporales, la duraci?n se encontraba en lo que consideraba el est?ndar, es decir, una hora.  El Museu del Mamut, el Museu Perruqueria Raffel Pag?s plantean una visita de cuarenta minutos de duraci?n. En el primer caso, dejan despu?s tiempo libre al cliente, y en el segundo caso se suele combinar con alg?n taller de aprendizaje.  En el Museu de les Idees i dels invents la visita dura cuarenta y cinco minutos, ampliando el tiempo a dos horas cuando se producen los talleres, pero los talleres van dirigidos a un p?blico escolar, de manera que s?lo podemos tener presente en nuestro estudio el valor de los cuarenta y cinco minutos.  El Museu d?Hist?ria de Barcelona la Sra. Maci?, responsable de las actividades del museo, se?ala que su est?ndar es de una hora, pero que cuando se entra en el concepto de itinerarios, la visita puede llegar hasta las tres horas. Se pudo observar una acci?n- reacci?n por parte de los gestores cuando se?alaban que en sus museos la visita duraba menos de una hora. Autom?ticamente mencionaban los talleres pedag?gicos, donde dec?an que ah? la visita oscilaba entre una hora quince minutos o una hora y media. Se pod?a pensar que si el est?ndar es de una hora, por encima de esa hora, la que tendr?a m?s porcentaje de visitas es la de una hora quince minutos, pero ello no es as?, basta observar c?mo el 45% de las visitas de m?s de una hora superan a ?sta en un 50% m?s de duraci?n, as? que estamos hablando treinta minutos m?s, para un total de una hora y media. Mientras, al ?tem de una hora y quince minutos que le sigue con un valor relativamente alejado del 27%, y las visitas de dos horas ocupan la cuarta posici?n con un 20%. Resulta significativo ver c?mo a partir de las dos horas el porcentaje est? muy por debajo del resto, en el 7%. La capacidad de atenci?n de un cliente que b?sicamente quiere entretenerse y gozar del espacio tiene un l?mite claro, y se encuentra en un valor por encima de las dos horas de visita guiada. Mantener la atenci?n por m?s de dos horas requiere un tipo de actividad intensa y hay que considerar que las variables existentes como: caminar despacio, detenerse An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [424] constantemente, poner atenci?n a las explicaciones interpretativas del gu?a y mantener el inter?s, no es tarea f?cil cuando la actividad se prolonga en el tiempo. Finalmente en este tercer bloque de preguntas se intentaba analizar si hab?a inter?s por parte del p?blico visitante en la posibilidad de realizar la actividad de la visita guiada, y en el caso que as? fuese y se realizase, como se evaluaba dicha actividad. La respuesta de los gestores fue mayoritaria: un 75% de los cuarenta y cuatro museos encuestados responden que sus visitantes les han solicitado dicho servicio. Este dato pone de manifiesto que la demanda no se corresponde con la oferta. Son pocas las visitas que se realizan en promedio durante la semana, dado que el 40% de los encuestados respondieron que s?lo dos veces por semana. Salvo que el turista no tenga una ratio de su estancia de cinco d?as o m?s, muy probablemente no tendr? ninguna opci?n para poder acceder a una de esas visitas. En el caso de la ciudad de Barcelona el promedio de estancia de un turista es de un ratio de 2,1 seg?n estad?sticas de Turisme de Barcelona (2012). De modo que el turista puede estar interesado en la visita, pero el museo puede no ofrecerla y si el inter?s del turista es m?ximo, como hemos visto, el museo puede optar por alguna acci?n comentada con anterioridad. Entonces, vuelve a asomar una pregunta que ya nos hemos ido haciendo a lo largo del cuestionario ?se trata de un problema de costes? Si bien el visitante viene cada vez m?s informado de las ofertas culturales de la ciudad y de las posibilidades de visitas que tiene, no es menos cierto que si un 75% de los visitantes pide al museo visitas guiadas, esto quiere decir que su inquietud sigue existiendo una vez preparado el viaje, y que ha llegado a destino con el deseo conocer mejor los lugares que visita. La baja oferta de visitas guiadas que proponen los museos de la ciudad de Barcelona tendr?a que hacernos recapacitar sobre si los museos pueden cumplir con las expectativas del visitante. Creemos que en cuanto se refiere a las visitas guiadas, muy probablemente, dichas expectativas no se vean satisfechas. Tratar de poner en relaci?n a los museos y las tendencias tur?sticas no deja de ser una de las tareas importantes en la gesti?n muse?stica. Los museos, en su mayor?a, trabajan para el p?blico dom?stico, dirigiendo sus actividades a dicho p?blico y, Maria Abril Sellar?s [425] concretamente, como hemos podido comprobar por los datos aportados hasta ahora, hay una clara tendencia a situar las visitas pedag?gicas por encima de las visitas tur?sticas. Recordemos que sus porcentajes respectivos, 53% de pedag?gicas sobre un 47% de tur?sticas, no representa una enorme diferencia, siendo suficientes esos seis puntos, sin embargo, para constatar que a?n no se ha logrado un equilibrio completo. Adem?s, en los an?lisis anteriores hab?a museos en los que el 100% de sus visitas eran pedag?gicas, pero ni un solo museo ten?a el 100% de visitas tur?sticas. Una vez realizada la visita, ?qu? feedback obtiene el museo de la misma? Cuando un gu?a de turismo - museo hace una visita guiada, el proceso comunicativo le devuelve con inmediatez la retroalimentaci?n: caras de alegr?a, felicitaciones, caras de alivio y/o de aburrimiento, personas que estrechan la mano o personas que se van sin hacer tan siquiera un comentario, entre otras. Pero la instituci?n ?c?mo mide dicho grado de satisfacci?n del cliente? Y cu?n m?s importante que el c?mo es saber si realmente mide esa satisfacci?n. Esta premisa nos llev? a formular la pregunta veintiuno: puesto que una manera de obtener el conocimiento de lo que piensa el turista de los servicios es la llamada encuesta de satisfacci?n del cliente. As? que quisimos saber si en las t?cnicas de gesti?n de grupos el museo utilizaba esta manera de conocer la opini?n de sus visitantes. Cuarenta y cuatro fueron los museos que respondieron a esta pregunta, de los cuales el 42% respondieron que ten?an encuestas de satisfacci?n, mientras que el 58% manifest? no tenerlas, lo que nos demuestra que a?n hay un largo camino por recorrer en temas de gesti?n en el caso de las visitas guiadas tur?sticas. Pero no nos podemos quedar en esta primera apreciaci?n, ya que, como se ha comentado en el p?rrafo precedente, algunos de los responsables de gesti?n muse?stica encuestados a?adieron un plus de valoraci?n, indicando qu? pod?an entender por gesti?n. De manera que seg?n algunos gestores:  Los cuestionarios de satisfacci?n eran para las visitas pedag?gicas  El cuestionario de satisfacci?n era el libro de oro donde firmaban sus visitantes  Las cartas que recib?an era su manera de ver ese grado de satisfacci?n  Ten?an cuestionarios, pero estos se pasaban al visitante muy espor?dicamente An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [426] En base a la aportaci?n de estos nuevos datos, los porcentajes cambiaban ostensiblemente, de modo que los resultados definitivos eran que un 65% de los encuestados que hab?an respondido no gestionaban sus encuestas de satisfacci?n, mientras que el 35% si lo hac?a. C?mo podemos observar del an?lisis practicado hay una disminuci?n considerable de aquellos museos que tienen como elemento de gesti?n permanente los cuestionarios de valoraci?n, ya que pasamos del 42% al 35%. Si rescatamos los datos obtenidos donde se estudiaba la relaci?n visitas guiadas tur?sticas ? visitas guiadas pedag?gicas, donde se constataba que el 95% de los museos que realizaban visitas guiadas lo hac?an en ambos t?rminos, es decir, tanto en las que se consideran pedag?gicas como en las que se consideran tur?sticas, entonces ?por qu? la gesti?n resulta tan diferente? Especialmente significativo y pedag?gico resulta esta constataci?n cuando los encuestados comentan que disponen de cuestionarios de satisfacci?n, aunque no se hacen servir m?s que en un 35%. Para aquellos museos que hab?an afirmado que ten?an cuestionarios de satisfacci?n, asomaba la pregunta del valor de dicha satisfacci?n. Nos tem?amos que con esta pregunta totalmente abierta hubiese una respuesta m?s subjetiva que no objetiva. Sin embargo, si llevaban un control en estos cuestionarios cab?a la posibilidad de saber con cifras o con valores como bien/regular/mal, c?mo funcionaban las visitas guiadas. Salvo un encuestado, la Sra. Sellar?s de la Fundaci? T?pies, el resto de los encuestados no nos mostr? estudio alguno del grado de satisfacci?n de las visitas, as? que las respuestas eran m?s una apreciaci?n del encuestado que un estudio con datos objetivos. Es as? como nuestro temor se confirmaba y el valor que se aportaba era subjetivo, por tanto hemos cre?do conveniente desestimar esta pregunta, aunque expongamos a regl?n seguido algunos de los comentarios de los responsables que contestaron a la misma.  En el Museu Egipci, la Sra. Gonz?lez afirm? que entend?an que sus visitas eran las adecuadas porqu? los clientes repet?an. Cu?ndo fue inquirida sobre qu? clientes eran los que repet?an se?al? que evidentemente se estaba refiriendo a las visitas pedag?gicas. Su ?xito, seg?n la responsable, era que sus visitas Maria Abril Sellar?s [427] intentaban personalizarlas al m?ximo para que se adecuase totalmente la visita a lo que el cliente solicitaba.  El Sr. Cal?ada, director del Museu Geol?gic del Seminari Conciliar, comentaba que habitualmente la gente que hace la visita queda muy contenta debido a que quienes los visitan suelen estar trabajando en proyectos de investigaci?n y de estudio, y que en la realizaci?n de la visita encontraban apoyo para dichas investigaciones.  La Sra. Agull?, responsable del servicio de pedagog?a del Museo Ol?mpic i de l?Esport, comentaba que a pesar de no realizar los cuestionarios de satisfacci?n, pod?an saber un poco si la direcci?n y gesti?n de las visitas iba por buen camino gracias a las cartas que recib?an de felicitaci?n de los Tour Operadores, los cu?les, adem?s, repet?an dicha visita con otros grupos. Hubo un ?nico museo que ten?a un trabajo realizado a partir de los datos extra?dos de sus cuestionarios de valoraci?n: se trata de la Fundaci? T?pies. La Sra. Sellar?s comentaba que la nota de satisfacci?n que hab?an recibido en el a?o 2011 por parte de los cuestionarios cumplimentados por los visitantes, en una escala del 1 al 10, era de un 8,6 para la Fundaci?n en general y de un 8,51 para el servicio de las visitas guiadas. Posiblemente en una nueva l?nea de investigaci?n que verse sobre un estudio sociol?gico de los visitantes, se pueda realizar un trabajo sobre la satisfacci?n en las diversas ?reas de un museo que ayude a conocer mejor qu? espera el visitante de los museos de la ciudad de Barcelona. En nuestro caso, este posible estudio, se aparta notoriamente del eje investigador, motivo por el cual no se prosigue con este an?lisis. La ?ltima pregunta de ese apartado quer?a abrir la puerta a la posibilidad de poder realizar en un futuro visitas guiadas tur?sticas. Para ello se les pregunt? a los gestores de los museos si entraba en sus planes de gesti?n contemplar la posibilidad de realizar visitas tur?sticas guiadas en el caso de que en el momento de la investigaci?n no estuviesen realizando dicho servicio. Adem?s, queriendo profundizar m?s en la gesti?n a largo plazo, esta pregunta iba acompa?ada de un ?porqu??, para que pudiesen explicarnos las razones de fondo que hab?a en el hecho de si pensaban o no hacerlas An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [428] S?lo doce museos respondieron a esta pregunta, obteniendo unos resultados relativamente ajustados: el 42% dio una respuesta afirmativa mientras que el 58% lo hac?a negativamente. De los doce museos que respondieron a esta pregunta cinco de ellos respondieron que s? se planteaban la posibilidad de realizar visitas tur?sticas guiadas, y siete que no. El Gr?fico 5.2.3.3 muestra este cuasi equilibrio. Aunque nos parece significativo que el ?no? supere al ?s??, y es por ese motivo que la pregunta ven?a acompa?ada de un porqu?, y como hab?amos intuido, la raz?n con m?s peso, exactamente un 42%, fue la falta de medios econ?micos para poder llevarlas a cabo. Gr?fico 5.2.3.3: Posibilidad de realizar en un futuro visitas guiadas tur?sticas Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios Tal y como se ha comentado, las razones fueron de diversa ?ndole. Los gestores de los museos representados a continuaci?n, argumentaron sus respuestas del siguiente modo:  El Museu del Perfum, el Museu i Centre d?Estudis de l?Esport Doctor Melci? Colet, son colecciones peque?as, y no pueden presupuestar una gesti?n de un servicio como el de una visita guiada. Los medios econ?micos son escasos.  El Museu de l?Er?tica quer?a iniciar una prueba o proyecto piloto donde los visitantes locales tuvieran una gu?a que los acompa?ase por el museo, mientras que para los visitantes extranjeros se tendr?a el uso de las audio gu?as.  En el Museu de la Catedral no lo prev?n, ya que se?alan la existencia de voluntarios que cumplen con esta finalidad en momentos puntuales. Mientras Maria Abril Sellar?s [429] que los grupos extranjeros, o bien ya van con su gu?a oficial, o bien entran libremente en el recinto pagando seg?n la hora de la visita.  En La Pedrera no se lo plantean porque ya tienen todo un sistema de audio gu?as que cumple esa funci?n de mediaci?n y de informaci?n.  El Museu de les Carrosses Funer?ries estaba en pleno cambio de ubicaci?n, de concepci?n y de gesti?n muse?stica, ya que si hasta aquel momento pertenec?a a Serveis Funer?ris de Barcelona, en un futuro pr?ximo pasar?a a formar parte de Cementiris de Barcelona220. De manera que ante tales cambios, manifiestan que les gustar?a, pero no pueden garantizarlo ni tan siquiera como proyecto.  En el Museu de les Ci?ncies Naturals ? Museu Blau se nos comentaba, desde direcci?n del Museo, que probablemente no se har?an nunca las visitas est?ndar guiadas, ya que se hab?a planteado este nuevo museo con un conjunto de elementos que lo hac?an interactivo, como pantallas t?ctiles, m?dulos, maquetas, y cre?an que con eso ser?a suficiente para que el visitante conociese el mandato del museo. 5.2.3.1. Aproximaci?n inicial a las conclusiones del tercer bloque de preguntas Probablemente la realizaci?n de visitas de car?cter tur?stico en un espacio muse?stico, diste mucho en temas de gesti?n de las propiamente pedag?gicas. La motivaci?n e intencionalidad del p?blico a la hora de visitar un museo es sustancialmente distinta a la motivaci?n que pueden tener los centros educativos. De modo que integrar los dos tipos de visitas en un mismo equipo podr?amos pensar que pudiera llegar a ser complicado, ya que las motivaciones provocan rupturas importantes en ambas tipolog?as. Como se ha podido constatar, en contra de la opini?n que nos hab?amos podido forjar a trav?s de las preguntas anteriores, los gestores muse?sticos, a la hora de controlar las visitas tur?sticas que realizan directamente desde el propio museo o aquellas que son 220 Desde hace dos a?os, el Museu forma parte de Cementiris de Barcelona y se encuentra, actualment ubicado en el Cementiri Nou, en la monta?a de Montjuic. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [430] realizadas por los gu?as de turismo que han visto contratados sus servicios por demanda de los visitantes, en un 75% de la muestra, no las contabilizan de manera separada. Si los gestores se?alaban la importancia de que se conociese su mandato y sus objetivos, entonces entend?an que nadie mejor para ello que los equipos pedag?gicos o gente especializada en dicha tem?tica. El control sobre las visitas realizadas por los gu?as de turismo tendr?a que ser m?s elevado, y a su vez tomar consciencia de los niveles en que se mueven. Somos conscientes de que estamos hablando de un dato cuantitativo, pero nos puede ayudar a entender que si el volumen en esa distinci?n de visitas se decanta sobre el equipo pedag?gico, como as? nos ha quedado demostrado, muy probablemente signifique que el departamento es capaz de dar salida a las visitas tur?sticas sin excesivos problemas, o que una parte de sus equipos est? tambi?n integrada por gu?as de turismo, como es el caso de la Sagrada Familia, de la Fundaci? T?pies, o como ocurre de manera singular en el Museu Picasso, que diferencia ambas tipolog?as, y que para las visitas guiadas tur?sticas no utiliza a su equipo pedag?gico. En el marco de la gesti?n de la periodizaci?n de las visitas hemos podido verificar que las visitas guiadas tur?sticas que preparan los museos se intentan potenciar b?sicamente en los fines de semana. No podemos olvidar que la ciudad de Barcelona es uno de los centros m?s afamados a nivel tur?stico internacional, como ya vimos en el cap?tulo introductorio, apartado 1.3.2 referente al turismo cultural. De modo que, por datos ofrecidos por Barcelonaturisme (2012) en t?rminos de ocupaci?n hotelera, tenemos que los fines de semana durante el a?o 2012, en la ciudad de Barcelona, la media semanal de ocupaci?n fue del 64,80%, pero en fin de semana aumentaba a un 69,30% (Ajuntament de Barcelona, 2012). Consecuentemente, podemos inferir que la pol?tica de visitas tur?sticas en fines de semana puede ser de las m?s adecuadas para dar respuesta a ese volumen de visitantes que pernoctan en la ciudad y que tienen una ratio m?s elevada en esos ?ltimos d?as de la semana. Cuando se habl? con los gestores se hizo hincapi? en las visitas realizadas con distintos idiomas. En este sentido pudimos comprobar que una mayor?a, representada por el Maria Abril Sellar?s [431] 95,38% de la muestra, se?alaba que sus equipos pod?an realizar visitas en distintos idiomas, y en concreto en lenguas extranjeras como el ingl?s y el franc?s. En este apartado quer?amos conocer c?mo incid?a ese hecho en las visitas, y pudimos comprobar que hab?a un solo museo que planteaba en sus visitas guiadas tur?sticas la posibilidad de hacer una en ingl?s preparada por el museo, es decir motu proprio (sin reserva). ?Acaso se est? desaprovechando el equipo humano? Una ?nica visita en un ?nico museo, el Picasso, nos permite pensar, que hay un desajuste en lo que se entender?an como idiomas prioritarios e idiomas que realmente se utilizan. Ning?n otro entrevistado coment? la posibilidad de ofrecer distintos idiomas en las visitas dise?adas por ellos. Tambi?n quer?amos conocer la practicidad de las visitas en cuanto a horarios. Pudimos comprobar que hab?a importantes coincidencias, tanto sobre el n?mero de visitas realizadas a la semana, as? como sobre la duraci?n que ten?a que tener una visita. Respecto a los d?as de la semana, el ?tem dos veces por semana obtuvo el 40%, sigui?ndolo aquellos museos que realizaban una visita guiada una vez por semana, con un 25%. Las otras opciones se encontraban muy alejadas de estos porcentajes. Cuando se intent? precisar m?s sobre visitas al d?a, el ?tem Otro absorbi? el porcentaje m?s alto, con un 40%, apareciendo un amplio abanico de posibilidades. Donde fueron realmente coincidentes los encuestados, en un 51%, se dio en el hecho de considerar que una visita est?ndar tiene que durar aproximadamente una hora. Pero tambi?n pudimos comprobar que las claves para determinar el tiempo de una visita no pasaban por la tipolog?a de clientes sino por las posibilidades y caracter?sticas que pod?an tener las visitas guiadas dise?adas por parte del museo. A su vez pudimos comprobar que en el tema de la duraci?n de la visita, es donde, en temas de gesti?n, hay m?s diferencias con una visita realizada por un gu?a de turismo. Ya que este tipo de visitas est?n enmarcadas en un servicio de cuatro horas, y si es necesario emplear esas cuatro horas en el museo, el gu?a muy probablemente, tendr?a que ingeni?rselas para conseguir un desarrollo exitoso de la visita, pero har?a esas cuatro horas. No obstante, tambi?n se ha se?alado que una visita al museo cuando es An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [432] de m?s de cuatro horas va acompa?ada por otros productos unidos al museo, pero fuera del espacio muse?stico, lo que permite al gu?a de turismo hacer que una visita sea m?s din?mica y atractiva al visitante. El ?ltimo apartado de esta reflexi?n nos lleva a plantear qu? controles de calidad en las visitas guiadas tur?sticas se est?n realizando en los museos. Dicha reflexi?n era para intentar conocer si los gestores sab?an qu? nivel de satisfacci?n ten?an los turistas en base a los servicios recibidos. Despu?s de la investigaci?n el resultado es que el control m?nimamente sistem?tico por parte de los equipamientos es s?lo del 38%, el resto de los museos ni tan siquiera llevan una pol?tica de seguimiento para ir viendo c?mo evoluciona y en qu? fallan, y por tanto, en qu? pueden mejorar. Descubrimos adem?s, que si bien hablaban de cuestionarios de satisfacci?n, algunos gestores entend?an que dicho control se pod?a efectuar con las cartas que recib?an o con las firmas en sus libros de honor y que para otros su cuestionario de satisfacci?n era el de valoraci?n general del museo. Tambi?n se pod?a constatar que algunos s?lo realizaban cuestionarios de satisfacci?n a los servicios de las visitas pedag?gicas. Con ello podemos llegar a la posible conclusi?n de que si bien las actividades pedag?gicas est?n teniendo un tratamiento diferenciador, de apoyo y continuidad desde la gesti?n muse?stica, respecto al resto de visitas guiadas de car?cter tur?stico, los gestores tienen una cierta dejadez en cuanto al control de satisfacci?n de los clientes, ya que, el tratamiento es totalmente distinto en cuanto a periodicidad, continuidad, y valoraci?n. 5.2.4. An?lisis del 4? Bloque: la relaci?n museo y gu?a de turismo en el rol del gu?a de museo En este ?ltimo gran bloque, que versa sobre la relaci?n museo- gu?a de turismo como gu?a de museo, se ha tratado ?sta desde dos ?pticas distintas: c?mo ven las visitas guiadas tur?sticas los gestores y qu? relaci?n tienen los museos con los gu?as de turismo. Hasta ese momento el cuestionario hab?a intentado inferir la relaci?n gu?a de turismo ? museo con el propio museo. En este ?ltimo bloque se pretend?a sacar a la luz datos Maria Abril Sellar?s [433] de un car?cter m?s subjetivo, por ello, la pregunta n?mero veinticuatro se realiz? para saber cu?l era el conocimiento que los gestores muse?sticos ten?an sobre las capacidades221 que acompa?an a los profesionales del guiaje tur?stico A lo largo de veinticuatro preguntas algunos gestores hab?an mostrado su plena confianza con los departamentos pedag?gicos o con los contratados, b?sicamente relacionado con servicios culturales. Era necesario que la pregunta n?mero 24 se acotase debidamente pues ello marcar?a la posibilidad de verificar el objetivo espec?fico tercero. La Tabla 5.2.4.1 muestra las opciones que se plantearon a los encuestados: Tabla 5.2.4.1: Opini?n respecto a si los gu?as de turismo tienen conocimientos suficientes sobre el mandato y los objetivos del museo Opciones N?m. de museos Valor en porcentaje Si tienen suficientes conocimientos 14 30% No tienen suficientes conocimientos 28 59% NS/NC 5 11% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios Interpretando la Tabla 5.2.4.1 podemos observar c?mo un 59% consideran que los gu?as tur?sticos desconocen sustancialmente el museo por un motivo de especializaci?n del museo. Es un dato revelador puesto que si a ello le sumamos el 11% que desconoce cu?l es la situaci?n, se podr?a llegar a pensar que el panorama es bastante desolador, ya que el 70% de los responsables de los equipamientos muse?sticos no ven al gu?a con conocimientos suficientes para que puedan hacer llegar su mandato y sus objetivos a los visitantes ? turistas. Hay que indicar que algunos gestores muse?sticos a la respuesta negativa no acompa?aron con una argumentaci?n del ?por qu??. Entonces, ?qu? razones pueden 221 Capacidades que por otro han sido definidas en la presente investigaci?n en el cap?tulo 2.7, apartados 2.7.2 y 2.7.3. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [434] existir? Los museos que si argumentaron aparecen a posteriori, de modo que los datos nos permitir?n intuir mejor por qu? existe esa opini?n tan poco positiva del museo hacia el gu?a de turismo. Es preocupante tambi?n ese 11% de gestores que admiten tener un desconocimiento de c?mo se encuentra el mundo de los gu?as de turismo. Un gu?a como mediador y como depositario de mantener el contacto m?s pr?ximo al turista es el que mejor conoce lo que los visitantes piden y desean. Ciertamente no puede especializarse en todo, pero no es menos cierto que hay gu?as que llegan a conocer profundamente los museos m?s visitados tur?sticamente y seguramente ese esfuerzo lo podr?an aplicar a otros museos. El concepto de especializaci?n desde el punto de vista de los gestores muse?sticos va ?ntimamente ligado a la magnitud del museo, su car?cter expositivo, el ejercicio de dificultad explicativa que tiene, y el alto valor y estima que le tienen a la colecci?n y que consideran que s?lo las personas que est?n en el sector del que trata el museo pueden hacer visitas y hacer llegar al p?blico el objetivo del museo. El gu?a es, adem?s, un poderoso instrumento comunicativo y de marketing, ya que suele recomendar y asesorar a sus clientes qu? hacer durante su estad?a en la ciudad, de modo que conocer el mundo de los gu?as de turismo m?s profundamente dentro del sector tur?stico cultural y en particular en el ?mbito muse?stico, podr?a pasar por ser una oportunidad y no un capricho o una moda pasajera. Los gu?as de turismo constituyen unos buenos y eficaces recursos humanos que con la especializaci?n y el constante reciclaje pueden ayudar a poner en valor a nivel tur?stico m?s de un recurso patrimonial. Respecto a las opiniones de los gestores de las instituciones muse?sticas sobre los gu?as de turismo nos se?alaron lo siguiente:  El Museu de la Biblioteca de Catalunya entiende que para su museo y otros que tengan una alta especializaci?n, los gu?as de turismo no tienen los conocimientos suficientes, y a?ade que la posibilidad de que lo est?n pasa por que se les pueda formar, de modo que entonces s? cabr?a esta opci?n. Maria Abril Sellar?s [435]  Museu del Perfum. Se necesitar?a una persona con conocimientos muy espec?ficos y normalmente un gu?a no llega a ese punto de especializaci?n.  Museu Geol?gic del Seminari Conciliar, Museo Barbier-Mueller, Museo Dioces?, Museo Afric? Daniel Comboni, Museo de la Perruqeria Raffel Pag?s y finalmente la Fundaci? Privada Vila Casas- Can Framis, comentan que los gu?as de turismo no tienen los conocimientos suficientes porque sus museos, de una dimensi?n relativamente peque?a, requieren de una alta especializaci?n que los gu?as no poseen.  CaixaForum, el MNAC, La Fundaci? T?pies, La Fundaci? Mir?, el Museu Picasso, as? como el Museu d?Hist?ria de Barcelona se?alan que como en todos los lugares se pueden encontrar gu?as especializados ?stos pueden hacer de gu?as de museo, y que en cambio otros gu?as no lo est?n. Valoran esta situaci?n dando un 50% a cada una de las dos posibilidades.  La Fundaci? Su?ol se?ala que ?existen empresas de gu?as tur?sticos as? como gu?as oficiales freelance, con un alto inter?s, conocimiento y compromiso con el mundo cultural, los museos y sus colecciones, pero es dif?cil establecer una opini?n global sobre todos ellos. Adem?s, el sector de los gu?as tur?sticos se ha caracterizado hist?ricamente por un intrusismo desmesurado que en algunos momentos ha provocado una inmerecida mala fama. En nuestro caso nos consta que existen gu?as tur?sticos especializados en arte contempor?neo y que ofrecen un buen servicio tanto al cliente como al establecimiento?.222  Desde el Museu de l?Er?tica se nos comenta que, en su opini?n, hay poca conexi?n entre los gu?as de turismo y el museo, y que por tanto, dif?cilmente ese gu?a de turismo se puede mostrar como gu?a de museo.  El Museu de la Catedral se?ala que no puede responder ya que no puede ver c?mo trabajan en dicho museo los gu?as de turismo. 222 Se ha transcrito literalmente lo que escribieron en el cuestionario, que contestaron via email, por considerar este comentario uno de los que refleja claramente la situaci?n del gu?a de turismo y su consideraci?n frente a las gestiones de las visitas guiadas a nivel muse?stico. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [436]  El Museu Etnol?gic y CosmoCaixa se?alan que la especificidad del objeto del museo no permite el trabajo de los gu?as de turismo en el mismo. Hacen un matiz a lo comentado indicando que siempre hay excepciones, pero que entienden que no son suficientes. Ante el abanico de respuestas que previsiblemente esper?bamos, as? como el car?cter negativo de algunas de ellas, surgi? el planteamiento siguiente: si el encuestado nos respond?a que no, hab?a que darle una v?a abierta para ver qu? opci?n en el futuro pudiera servir para que esta realidad pudiese cambiar. Obtendr?amos as? un abanico tambi?n amplio de ideas para poderlas aplicar en el marco de nuestra investigaci?n. La pregunta propon?a, pues, la posibilidad de que el museo fuese gestor del aprendizaje, reciclaje o ampliaci?n de los conocimientos del gu?a, es decir, formar en definitiva al gu?a de turismo en su mandato y objetivos. De los treinta y seis encuestados que respondieron a esta pregunta (el 80,43% del total) treinta y uno de ellos, o lo que es lo mismo m?s del 86% dieron una respuesta afirmativa, pero acompa?ada de muchos matices. Los matices pasaban por el hecho de que si se buscaba la calidad, la mejora d?a a d?a, una de las formas de hacerlo era preparar a los gu?as de turismo, pero si bien en la teor?a la idea podr?a parecer que se integra en la gesti?n, en la realidad se pudo apreciar que no era as? dados los datos que aparecieron con las preguntas siguientes del cuestionario, que se refer?an a: qu? acciones formativas utilizaban y qu? solicitud de formaci?n exist?a por parte de los gu?as. Respecto a los encuestados que contestaron negativamente, result? sorprendente que un 14% fuese tan taxativo en su respuesta negativa, ya que indicaron que la labor y gesti?n de un museo no pasa por educar a los gu?as de turismo. A trav?s de la investigaci?n hemos entendido que si bien la funci?n de aprendizaje para un colectivo tur?stico no es una funci?n asignada al museo, tambi?n hemos corroborado, gracias a las respuestas dadas por una parte de los gestores y responsables de las visitas y gesti?n del museo (86%), que si se ejerce esa funci?n es beneficioso para ambas partes. Valorar las capacidades cognitivas y mostrar el camino Maria Abril Sellar?s [437] a los gu?as de turismo es igual de beneficioso para el gu?a como para el museo. Cu?nto m?s conozca el gu?a el mandato y objetivos del museo, as? como las tendencias y las necesidades del mismo, mejor har? su aportaci?n de transmisi?n interpretativa para con el visitante, tal y como se ha evidenciado en el an?lisis de los resultados cuantitativos; hecho que nos encamina a la verificaci?n de la segunda hip?tesis planteada. Conseguir un visitante satisfecho con la gesti?n del museo, con la gesti?n de las visitas guiadas y con la adaptaci?n de dichas visitas a sus necesidades, podr?a ser un buen camino para ayudar a incrementar el flujo de visitantes del propio equipamiento, adem?s de ser un buen transmisor ? comunicador de lo que es el museo para otros futuros visitantes potenciales. Pero no todos los museos lo entienden as?. Uno de los ejemplos m?s paradigm?ticos fue el Museu Egipci donde La Sra. Emma Gonz?lez, responsable del departamento pedag?gico, se?alaba que su preocupaci?n era s?lo la formaci?n del equipo de gu?as propios, alegando que ?trabajaba con ellos para trabajar bien la imagen de la casa? (cita textual extra?da del cuestionario). Hacer un esfuerzo para sus gu?as s?, pero no para otros. Quiz? esta posici?n no sea la mejor para poder llevar a cabo una pol?tica de conocimiento tur?stico - cultural, pero hemos de tener en cuenta el hecho de que la Sra. Emma Gonz?lez, si bien es la responsable del equipo pedag?gico del museo, tambi?n realiza las visitas tur?sticas. Otros ejemplos parecidos los tenemos en CaixaForum, donde su director Valent? Farr?s, entiende que la formaci?n de su equipo ya es algo que se est? practicando y lo seguir?n haciendo, pero que no considera que el museo tenga que llevar a cabo tambi?n una formaci?n para los gu?as externos. En todo caso se?ala que, si bien no concibe su formaci?n, esto no significar?a que si un gu?a externo solicitase dicha acci?n formativa no se la dar?a. La Pedrera sigue tambi?n en esta l?nea, entienden que esa no es una de sus funciones y aunque no se niegan a la posibilidad de facilitar las ayudas e informaciones pertinentes, no expresan una voluntad de formar. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [438] Otras posiciones que merecen ser destacadas fueron las de los gestores de las siguientes instituciones:  En el Museu i Centre d?Estudis de l?Esport Doctor Melci? Colet, el Sr. Nacho, del departamento de comunicaci?n, dej? claro que esa no era una funci?n del museo, sino que los gu?as tienen que estar formados fuera.  El Museu de la Catedral, que no sabr?a que decir sobre el tema.  El Hemp Gallery Museum, sencillamente respondi? negativamente, y manifest? no querer seguir hablando de ello. Como hemos comprobado, una parte de los encuestados hablan de formaci?n externa. En el apartado 5.2.1 realiz?bamos una investigaci?n de la formaci?n universitaria y, tal y como ya se ha comentado con anterioridad, el panorama es cr?tico ya que recordemos que s?lo un 12% del total de las asignaturas que se est?n impartiendo en los diferentes centros adscritos universitarios de la provincia de Barcelona se relacionan directamente con el mundo de los gu?as de turismo, lo que demuestran la insuficiencia de los estudios universitarios ante esta profesi?n del sector tur?stico. Como consecuencia, la formaci?n externa del gu?a de turismo en el ?mbito de los museos pasa por el inter?s del propio gu?a y por el inter?s de los espacios muse?sticos en dar esa formaci?n, y si bien hay un 84% que muestran y avalan dicho inter?s, no es menos cierto que a?n queda un largo camino por recorrer para que la relaci?n gu?a de turismo en el museo y el propio museo sea la m?s adecuada. No obstante queda mucho por hacer aunque se haya iniciado un futuro en el que se abre una posibilidad real de establecer sinergias entre los museos y los gu?as de turismo- Por tanto, podr?amos asumir que la hip?tesis segunda es factible de ser verificada en parte a posteriori, en un futuro que esperemos sea cercano. En base a que un 84% de los museos contemplaban la posibilidad de preparar a los gu?as de turismo con los conocimientos que permit?an una mejor calidad, se quer?an conocer cu?les eran las herramientas que el museo tiene o pensaba utilizar. De nuevo se dieron un conjunto de ?tems, que aparecen reflejados en la Tabla 5.2.4.2, siendo el ?ltimo ?tem Otros el que nos permit?a abrir nuevas posibilidades que no se hubiesen Maria Abril Sellar?s [439] contemplado. En esta pregunta se permit?a m?s de una respuesta, puesto que entendimos que una gesti?n muse?stica permitir?a m?s de una actividad. Tabla 5.2.4.2: Acciones formativas de los museos Acciones Formativas N?mero de museos Valor en porcentaje Visitas especializadas 27 33% Biblioteca abierta 18 22% Libre acceso 16 20% Cursos reciclaje 15 19% Otros 5 6% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios De la Tabla 5.2.4.2 se puede inferir un equilibrio entre las diversas actividades formativas, si bien es remarcable el 33% de visitas especializadas para que los gu?as conozcan mejor el museo y el mandato, as? como sus objetivos. Otra opci?n importante para el gu?a es la posibilidad de tener el acceso libre, si bien hemos podido comprobar que esta no es la opci?n por la que apuestan todos los museos encuestados, de hecho es una opci?n minoritaria, ya que tan s?lo un 20% de los mismos entiende que dejar que el gu?a pueda visitar su espacio tantas veces cuanto haga falta es importante para el buen desarrollo de su actividad profesional. Saber c?mo moverse, donde colocarse, donde se encuentran las piezas m?s relevantes que formaran parte del discurso, o c?mo conducir a los grupos a trav?s del espacio muse?stico, es b?sico en las din?micas de los grupos y para ello es necesario conocerlo en profundidad. Respecto al 6% que ocupa el ?tem Otros se inclu?an las siguientes actividades: entregar dossiers y explicar los contenidos, remitir a libros existentes para que sirvan de formaci?n, desarrollar talleres de formaci?n, y realizar cursos que organizan instituciones p?blicas, como por ejemplo los organizados por la Diputaci? de Barcelona y que son conocidos como cursos de Rosa Sensat, aunque los gestores nos comentaron que b?sicamente estos ?ltimos est?n dirigidos fundamentalmente a las visitas An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [440] pedag?gicas. Si bien esta ?ltima opci?n, presentada por el Sr. Figuerola conservador del Museu Dioces?, nos comentaba que estos talleres estaban abiertos a todo el mundo. La formaci?n, como se ha podido comprobar, es posible y se puede dar de distintas formas. Entonces, ?el gu?a de turismo aprovecha lo que los museos permiten y ofrecen en estas acciones formativas para instruirse y reciclarse constantemente? La respuesta por parte de los gestores ha sido bastante contundente (v?ase Tabla 5.2.4.3), ya que m?s de la mitad de los museos, concretamente el 69%, manifestaron que no recib?an peticiones por parte de los gu?as o empresas de gu?as para realizar formaci?n, y s?lo un 31% manifest? que si se daban dichas solicitudes. Tabla 5.2.4.3: Solicitudes que reciben los museos para formar a los gu?as de turismo Solicitud N?mero de museos % Solicitud de un curso 13 31% No Solicitud curso 29 69% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios Si los museos en un 69% no reciben solicitudes de formaci?n, lo que se puede pensar es que no hay inter?s por parte de los gu?as y, en conclusi?n, para qu? organizar e impartir esos cursos formativos si no existen posibles receptores. Esta falta de solicitudes de formaci?n genera, por tanto, una desmotivaci?n de los gestores muse?sticos para organizar e impartir cursos de formaci?n para guias de turismo. Tambi?n hay que poner de manifiesto que los museos no presentan actividades por motu proprio y que s?lo realizan actividades a petici?n de los gu?as, por lo que, en caso contrario, ni se plantear?an el hecho de realizar una gesti?n en el reciclaje y formaci?n. Ante el hecho de solicitar informaci?n para realizar una acci?n formativa, era importante saber qui?n realizaba la solicitud, ya que en el caso de ser una empresa de gu?as, la asociaci?n de gu?as o cualquier otra figura jur?dica que aglutine a un grupo de estos profesionales, pueden propiciar potencial y simult?neamente un movimiento de un n?mero importante de gu?as para que participen en dicha formaci?n. Si por el Maria Abril Sellar?s [441] contrario es un s?lo gu?a a instancia personal quien lo solicita, quiz? el museo entienda que dicha formaci?n requiere una disposici?n no s?lo temporal sino de preparaci?n de uno de los empleados o un miembro del departamento que se ocupe de las visitas, y que para un gu?a s?lo esta acci?n formativa no se la puedan permitir. La Tabla 5.2.4.4 pone ponen de manifiesto qui?n o quienes solicitan las acciones formativas. Evidentemente este resultado se extrae s?lo de aquellos museos que en la pregunta veintisiete hab?an contestado que recib?an solicitudes, es decir el 31% de los museos. Tabla 5.2.4.4: Qui?n realiza la solicitud de acci?n formativa en un museo Qui?n N?mero de museos % Solicitud individual 7 29% Solicitud corporativa223 8 33% Solicitud empresarial 9 38% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios Como puede comprobarse la pregunta veintiocho mostraba las opciones que recogen el espectro laboral asociativo del mundo de los gu?as de turismo224. As? que, la inquietud de conseguir acciones formativas por parte del museo es muy parecida a las tres formas de desarrollarse la actividad laboral, donde la variaci?n entre los ?tems alcanza un m?ximo de cinco puntos. Pero lo que hemos de recalcar es la importancia de que dicho reciclaje se d? en las formas jur?dicas empresariales y asociativas existentes, ya que el poder de movilizaci?n y, por tanto, de alcanzar dicha acci?n formativa a un n?mero mayor de gu?as, ser? muy probablemente mucho m?s alta que cuando un gu?a a t?tulo individual lo solicita (si bien hoy a trav?s de las redes sociales, el gu?a puede informar de dicha acci?n formativa a todo aquel que est? interesado). 223 Aquellas que no tienen ?nimo de lucro. 224 Hay que tener en cuenta que en Barcelona existen diferentes figuras jur?dicas dentro del mundo de los gu?as. La esencia, es el gu?a individual, que como freelance trabaja para todos los clientes que lo solicitan, ya sean personas privadas o p?blicas, individuales o grupales, para personas f?sicas o personas jur?dicas. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [442] Evidentemente cualquiera de las formas que aqu? se presenten hemos de entenderlas en el concepto de gu?as aut?nomos que trabajan de manera individual, o bien se asocian para una mejor defensa de sus derechos y deberes, adem?s de tener una oportunidad de trabajo cuando un cliente llama a la asociaci?n para contratar un gu?a, o, tambi?n, cuando los gu?as u otras personas del sector (o no) deciden crear una empresa, en que uno de los objetivos comerciales sea el de dar servicios de visitas guiadas. En este tipo de empresas, los gu?as suelen facturar a su cliente, que es la empresa, si bien en algunos casos, la empresa puede tener gu?as contratados, pero no es lo m?s habitual. Lo que pretende vender Barcelona a nivel tur?stico es una imagen que com?nmente se la conoce como Marca Barcelona. Esta imagen hay que asociarla con algunos de los valores tur?sticos m?s en boga: la calidad y la sostenibilidad tur?stica que la acompa?a (Barcelona turisme, 2012) siendo una de las nuevas propuestas las visitas guiadas sostenibles (Abril, 2014). Respecto a sostenibilidad no es este estudio el que puede dar datos, puesto que no es el objeto de la investigaci?n, pero s? que a lo largo de la investigaci?n, concretamente en el apartado 2.7.3 sobre las competencias cognitivas de la figura del gu?a y sus caracter?sticas, la calidad derivada entre otros factores por la sostenibilidad ha sido uno de los valores a tener en cuenta, as? como el hecho de que en el servicio de las visitas guiadas la calidad pasa por una mejor formaci?n a todos los niveles. Se ha podido comprobar por las respuestas recibidas, tanto por parte de los museos como por parte de los gerentes empresariales que, probablemente, a?n se dista mucho de conseguir la excelencia en el servicio de las visitas guiadas. No olvidemos que las empresas nos comentaron que casi se obligaba a una parte de su equipo de gu?as a ir a los cursos de reciclaje y formaci?n, por tanto, ese 31% tambi?n hay que analizarlo con precauci?n, dado que cuando se va obligado a recibir formaci?n no siempre la actitud del receptor es la mejor, y pocas veces se transforma la totalidad del conocimiento transferido en un aprendizaje correcto. Queremos tambi?n hacer referencia a alguno de los museos que ha querido de motu proprio realizar esos cursos y ofrecerlos a las distintas empresas y asociaciones. Nos comentaba la responsable de Maria Abril Sellar?s [443] las visitas del Museu Ol?mpic i de l?Esport, la Sra. Agull?, que en varias ocasiones se hab?a dirigido a la APIT para hablarles de los cursos de reciclaje y formaci?n que quer?an realizar. Establecieron contacto con ellos, pero finalmente todo hab?a quedado en nada porque (y cito palabras textuales de la Sra. Teresa Agull? que se encuentran escritas en el cuestionario) ?de golpe dejaron de dar se?ales de vida?, lo cual les result? bastante frustrante por el esfuerzo que estaban dispuestos a realizar. En este mismo orden de cosas, otros gestores comentaban que el inter?s del gu?a parec?a m?s econ?mico que de aprendizaje, pues a menudo una de las primeras preguntas que hac?a el gu?a en un curso dirigido a su formaci?n era la comisi?n que iban a recibir en el caso de enviar grupos al museo. Evidentemente, esta forma de trabajar ha perjudicado seriamente a la profesi?n. En consecuencia, si bien una parte de los gu?as est?n en sinton?a con los cambios que vive la ciudad, otros siguen anclados en un pasado que les perjudica m?s que les beneficia. Parece que desde aquel gu?a ?charlat?n y pesetero? que ve?amos reflejado en el apartado 2.6, el paso de m?s de un siglo, con todos los cambios que han tenido lugar en este tiempo, tendr?a que haber producido una transformaci?n m?s beneficiosa, pero hemos podido comprobar la presencia de gu?as que todav?a, a d?a de hoy, piensan m?s en los beneficios econ?micos inmediatos que en la mejora de sus prestaciones personales y en la calidad del servicio. La ?ltima parte del cuarto bloque en cierto modo recuperaba y confirmaba algunas de las preguntas anteriores, en tanto en cuanto hab?a una relaci?n gu?a ? museo, de modo que para cerrar definitivamente el cuestionario se hizo la pregunta m?s directa que cab?a hacerse: esta era si los responsables de la gesti?n muse?stica consideraban necesaria la presencia de la figura del gu?a de turismo en sus equipamientos. En cuanto al hecho de tener o no visitas guiadas tur?sticas en los museos, a lo largo del cuestionario se hab?a aducido razones econ?micas, de espacio, de poco que mostrar porqu? la colecci?n era peque?a y de la no necesidad porqu? ya hab?an cuerpos pedag?gicos que realizaban todas las acciones guiadas, pedag?gicas y tur?sticas; razones que se repet?an en esta pregunta y otras m?s que surgieron al formularla, por An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [444] eso aprovechamos del resultado para especificar todas las razones argumentadas que nos dieron los gestores, tanto para el s? como para el no. La Tabla 5.2.4.5 nos muestra los valores obtenidos para la pregunta veintinueve que se formul? con un s? o un no y con la posibilidad de poder explicar y argumentar si ese era el deseo del encuestado. Tabla 5.2.4.5: Posibilidad de tener un gu?a de turismo en el museo Opciones para el museo N?mero de museos % Si se tiene la necesidad de tener un gu?a 30 68% No es necesario tener un gu?a 14 32% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios De la Tabla 5.2.4.5 se desprende que un 68% de los gestores encuestados ven necesaria la figura de un gu?a ? mediador cultural en su museo para dar una mayor calidad en sus servicios, pero un 32% no ven dicha necesidad. Las razones alegadas para no ver necesaria la presencia de un gu?a de turismo en el museo por parte de los responsables encuestados fueron:  El Museu del Perfum y el Museu de la Biblioteca Nacional de Catalunya, porqu? son museos peque?os, son poco conocidos y no lo necesitan.  El Museu Dioces? y el Museu Melci? Colet, porque su tem?tica es muy especializada y los gu?as no llegan a esa especializaci?n.  El Museu de la Catedral, porque no hay recursos econ?micos y por el horario que mantiene dicho museo (de hecho est? abierto de 1 a 5 de la tarde).  El Museu Egipci ve la necesidad de tener gu?as siempre y cuando formen parte de su equipo, mostr?ndose muy reacio a la presencia de gu?as de turismo en su ?mbito de actuaci?n. Constantemente manifestaba que el hecho de tener un objeto muse?stico tan especializado como es el mundo egipcio, no permite que un gu?a pueda conocerlo en profundidad y, por tanto, se queda en un conocimiento superficial. ?Hay que conocer Egipto, su historia y trabajar con ello, porqu? es la marca de la casa?, (cita textual de la Sra. Gonz?lez, responsable del museo y transcrita del cuestionario). Maria Abril Sellar?s [445]  El Museu de la Moto se?ala que no la ve necesaria, pero que todo depender?a de la demanda que tuviesen.  El Museu dels Carruatges del Foment y el Museu d?Hist?ria de Catalunya, dec?an que en estos momentos tener un gu?a no era posible por la propia idiosincrasia del museo, pero que no era descartable en un futuro y que era un aspecto pendiente de abordar.  El Museu Blau alegaba que el hecho de obligar a interactuar a los visitantes constantemente, apartaba el concepto de tener un gu?a de turismo, pero que mantienen, no obstante, la posibilidad de una idea futura para adaptar dicho concepto a una manera dise?ada de hacer visitas guiadas.  La Fundaci? Joan Mir? mostraba su preocupaci?n por tener gu?as externos, pero reconoc?a que el hecho de trabajar con ellos era satisfactorio seg?n los comentarios de los visitantes. Una de las razones que aparec?a como novedosa era la demanda. Si no hay una alta demanda no es sostenible, pero a veces el gu?a, siendo el ?ltimo eslab?n de una larga cadena de servicios tur?sticos, ayuda a que haya m?s demanda derivada de sus consejos y sugerencias a los clientes. De modo que cu?nto m?s conoce un gu?a, m?s herramientas tiene para poder aconsejar, en la medida de lo posible, al turista ?vido de experiencias. De este modo que parece que en algunos casos nos encontremos en una especie de bucle o callej?n sin salida. Se encaraba la recta final del cuestionario con dos preguntas que iban en cierto modo de la mano: la especializaci?n por parte de los gu?as, y si el turismo cultural que se estaba proponiendo en la ciudad de Barcelona del siglo XXI hab?a marcado cambios en la actitud y conocimientos de los gu?as. As? la pregunta treinta trataba sobre la necesidad de la especializaci?n en temas muse?sticos. Se acot? la pregunta a tres ?tems que aparecen en la Tabla 5.2.4.6 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [446] Tabla 5.2.4.6: Especializaci?n de los gu?as de turismo en el rol de gu?a de museo Opciones para el museo N?mero de museos % Especializaci?n necesaria 37 95% Especializaci?n indiferente 2 5% Especializaci?n innecesaria 0 0 Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios De la Tabla 5.2.4.6 se desprende que el 95%, de los museos ven necesaria la especializaci?n. Importante se?alar que si bien ning?n gestor muse?stico cree que la especializaci?n es innecesaria, s? que hay un 5% al que le es indiferente, aunque puede que esa indiferencia viene determinada por la idiosincrasia de algunos de los museos, ya que manifestaban que no hab?a ning?n tipo de conexi?n entre la instituci?n y los gu?as, como se se?alaba desde el Museu Melci? Colet o desde el Museu Dioces?, donde el Sr. Figuerola manifest? que no conoc?a el futuro y que por tanto esa pregunta no pod?a responderla. El Museu del Mamut indicaba que no s?lo es necesaria la presencia de un gu?a, sino que la gente se queda m?s contenta cuando se le comentan las cosas. ?Estamos hablando de satisfacci?n del cliente? Mientras que el Museu dels Carruatges del Foment ve la especializaci?n como algo muy dif?cil de alcanzar. Por otra parte, la Sra. Anna Sanahuja, de CosmoCaixa, indica que ser?a buena la especializaci?n, pero que hay que dise?arla correctamente, buscando un concepto unitario desde los ?mbitos de gesti?n. En base a estas premisas, si los museos lo ven necesario, y los gerentes de las empresas de gu?as y una parte del mundo de los gu?as tambi?n, entonces ?qu? est? fallando? ?Qu? consideraciones faltan entre todas las partes implicadas para que la especializaci?n del gu?a, la aceptaci?n profesional del gu?a y su interrelaci?n con los museos de la ciudad puedan llegar a ser posibles? A lo largo del proceso de esta investigaci?n no hemos podido obtener una respuesta concreta, quiz? porque no la haya, porque el camino apenas se ha iniciado o, sencillamente, porque ya hay otras Maria Abril Sellar?s [447] formas laborales que sustituyen a la figura del gu?a, al menos en la dimensi?n meramente informativa. Finalmente es necesario profundizar un poco m?s en esa interrelaci?n gu?a ? museo y unirlo al criterio de los cambios de productos y servicios tur?sticos de la ciudad de Barcelona en este siglo XXI. Quer?amos comprobar si el cambio que se est? produciendo en los servicios de guiado en el museo, con una mayor variedad y versatilidad, aumentando la especificidad y con m?s rigor, pueden llegar a ser emtemdodps desde la renovaci?n de la esencia del gu?a, ya que este ya no s?lo informa y/o acompa?a sino que adem?s interpreta, pudiendo llegar, por tanto, a ser un garante del destino patrimonial, y un promotor del mismo. Quer?amos, si era posible, conocer qu? percepci?n ten?an los museos sobre los cambios de las tipolog?as tur?sticas que se estaban dando en la ciudad y c?mo afectaban estos cambios a los gu?as. As? se dise?? la ?ltima pregunta interrelacionando turismo cultural con visitas guiadas tur?sticas. Se plantearon cuatro ?tems que aparecen en la Tabla 5.2.4.7. Tabla 5.2.4.7: Percepci?n de cambios en la profesi?n del gu?a de turismo en el museo Opciones para el museo N?mero de museos, n= 39 % Si hay cambios 23 59% No hay cambios 6 0,15% NS/NC 10 0,25% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios Un 84,74% del total de los museos respondieron a esta pregunta. En base a la Tabla 5.2.4.7, m?s de la mitad, un 59% de los museos, consideran que s? se han percibido cambios en los gu?as de turismo respecto a su trabajo en las visitas guiadas a los museos. Una parte de los encuestados quiso matizar sus respuestas a esta pregunta. De modo que, tenemos las siguientes consideraciones:  Los cambios son lentos. El Museu del Modernisme Catal?.  Los cambios no son voluntarios, son una necesidad y los gu?as que en el proceso no se adapten no lo tendr?n f?cil. El Museu de l?Er?tica. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [448]  Se manifiesta un desconocimiento del sector de los gu?as de turismo y por tanto consideran que dicha pregunta no la pueden responder. El Museu de la Moto, el Museu del Perfum o el Museu Afric? Daniel Comboni; si bien en este ?ltimo caso manifestaba su deseo de que realmente esos cambios se estuviesen produciendo.  Para el Museu de la Xocolata no se van a producir cambios, su deseo es que los hubiera, pero se?ala que es dif?cil y que en estos momentos no se van a dar.  Para el Museu Picasso y el Museu d?Hist?ria de la Ciutat no hay cambios. Y comentan que esta situaci?n ser?a necesaria modificarlo si se quiere avanzar hacia un turismo m?s cultural. En el final del cuestionario quedaba a?n un ?ltimo paso que catalogamos como observaciones que quisiera a?adir el encuestado. El 60% de los gestores, t?cnicos y responsables muse?sticos se?alaron que no ten?an nada que a?adir; en cambio un 40% de los encuestados rubric? con una frase o una desiderata.  La Sra. Losas, del Museu del Modernisme Catal?, a?ad?a que se sent?an contentos porque en el examen que se hace para obtener la acreditaci?n de gu?a, se hab?a a?adido su museo como parte integrante de los temas que entraban en dicho ejercicio. Para el museo era un reconocimiento, y siendo un museo tan joven, al menos los nuevos aspirantes a gu?as, al tener que examinarse para obtener el carn?, tendr?an que conocer de su existencia, de su mandato y contenidos.  El Sr. Cal?ada del Museu Geol?gic del Seminari Conciliar de Barcelona, a?ad?a que le encantar?a poder tener m?s actividades en el museo, pero que no era posible, porque se trataba de un museo peque?o y muy especializado, reconociendo que este era m?s una herramienta de estudio que de comunicaci?n.  La Sra. Augar?s nos se?alaba que el Museu de l?Er?tica se encontraba inmerso en un proceso de cambio, y que si hasta aquel momento si alguien solicitaba una visita guiada con reserva pod?an ofrecerla, pero que su intenci?n era realizar una prueba piloto con gu?as del propio museo o bien iniciando una externalizaci?n de Maria Abril Sellar?s [449] dicho servicio. ?la b?squeda del aprendizaje lleva a la diversi?n y es una forma de educaci?n? (cita textual recogida en el cuestionario realizado).  La Sra. Marta Gae, de Catalunya Caixa La Pedrera, a?ad?a un comentario final en torno a que cree que los turistas son los que provocan la demanda de los servicios de guiaje, de modo que hay que estar atentos a esa demanda.  La Sra. Adri? del Museu de Carrosses Funer?ries, nos invitaba a que conoci?semos el cambio que llevaban tiempo trabajando: pasar a depender de otro organismo (Cementiris de Barcelona), tener una nueva configuraci?n del concepto expositivo y vincularlo adem?s al cementerio nuevo o de Montju?c. Nos invitaron a que aport?semos ideas para los cambios y as? poder dar al museo un aire totalmente distinto al que hab?a tenido hasta aquel momento.  El Sr. Del Pozo del Museu Afric? Daniel Comboni nos a?adi? una desiderata: la necesidad de dar a conocer los valores de la cultura africana y que se lleguen a apreciar las distintas civilizaciones que se dan en dicho continente.  El Sr. Mir? del Museu Etnol?gic, tambi?n nos a?ad?a una desiderata: la pretensi?n de entrar en la vida del visitante y conseguir la fidelizaci?n del mismo.  La Sra. Sanahuja de CosmoCaixa a?adi? que su voluntad estaba en seguir uno de los modelos m?s conocidos, el modelo de San Francisco, con los explained.225.  La Sra. Agull? del Museu Ol?mpic i de l?Esport; El Sr. Fortes del Museu del Futbol Club Barcelona, y la Sra. Valls del Museu de la Cera, se?alaron en este apartado que solucionaban el problema de las gu?as con el sistema de audio-gu?as. Por su parte, la Sra. Valls a?ad?a que su p?blico era at?pico, por abarcar un amplio espectro social, ya que el acercamiento al museo se produc?a por su car?cter l?dico y no cultural.  La Sra. Dur? de La Reial Acad?mia de Belles Arts, coment? que en un futuro no muy lejano empezar?an unas visitas guiadas y que se externalizar?a dicho servicio 225 Traer gente conocedora de un tema muy concreto y hacer con esa persona una actividad, ya sea conferencia, visita, taller para ofertar al p?blico del museo. Una experiencia de primera mano por la persona creadora de la misma. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [450] con una empresa. Ten?an la intenci?n, adem?s, o de cobrar la visita o que hubiese una aportaci?n voluntaria para el gu?a.  La Sra. Vicente del Museu d?Hist?ria de Catalunya, tambi?n a?adi? una desiderata: que ser?a muy interesante una colaboraci?n cultura ? turismo, ya que en esos momentos es casi inexistente.  El Sr. Gonz?lez de la Fundaci? la Maquinista Macosa, se?al? que no eran un museo tradicional, que ten?an la intenci?n de crecer e ir incorporando un fondo documental adem?s de actividades de interacci?n.  La Sra. Haughey del Museu Picasso, planteaba dos ideas para el futuro m?s inmediato: tener un buen servicio de audio-gu?as y la posibilidad de realizar cuestionarios para conocer el grado de satisfacci?n.  La Sra. Maci? del Museu d?Hist?ria de Barcelona, tambi?n planteaba su desiderata: habr?a que valorar un buen concepto de visitas guiadas porque as? se dar?a un valor a?adido.  Desde la Fundaci? Su?ol el Sr. De Luca escribi? lo siguiente: ?En los ?ltimos 20 a?os los turistas por cualquier motivaci?n (vacacional, negocios) se han incrementado m?s de un 400% en la ciudad de Barcelona. De todos ellos, el porcentaje de ?turistas culturales? se ha doblado y tambi?n su porcentaje de repetici?n, de un 21% a un 44% aproximadamente, convirtiendo la ciudad como un destino cultural y de city break de primer nivel en el ranquin europeo. Estos datos son muy importantes para entidades culturales como la Fundaci? Su?ol, porque est? demostrado que la visita de turistas a la fundaci?n es mayor en aquellos que ya han visitado Barcelona, antes y buscan nuevas ofertas y espacios. Nuestros datos estad?sticos propios as? lo confirman. Los gu?as tur?sticos de la ciudad est?n pr?cticamente obligados a diversificar su oferta de conocimientos culturales, y adem?s de los grandes ?tems culturales y de ocio (Gaud?, Picasso, Mir?, Modernisme, Bar?a, etc.) deben aportar nuevos espacios de inter?s que el turista cultural reclame. No obstante, tambi?n es cierto que en posteriores visitas a Barcelona, el turista cultural accede directamente a la oferta cultural de la ciudad sin intermediarios y por su propia cuenta. Es por ello que la Fundaci? Su?ol Maria Abril Sellar?s [451] se ha especializado en su ?Pla de Treball de Turisme? en acciones que van dirigidas directamente al turista en origen.? (Cita textual recogida en el cuestionario realizado).  La Sra. Caneda del Museu Arqueol?gic de Catalunya, tambi?n nos escribi? una desiderata: ?Ser?a fant?stico que los museos tuvieran un gu?a de turismo aunque creo que deben evolucionar mucho los museos para que sea eso posible, son mayoritariamente muy lentos en evolucionar?. 5.2.4.1. Aproximaciones iniciales a las conclusiones del 4? Bloque de preguntas En esta ?ltima parte del trabajo de campo hemos podido comprobar que la relaci?n existente entre el gu?a de turismo y el museo es muy fr?gil. Y que seg?n la tipolog?a de los museos o los responsables de los departamentos la interrelaci?n gu?a ? museo ? gu?a abarca todo el espectro de posibilidades: desde un alto grado de satisfacci?n manifestado por parte de la Sra. Ricart o de la Fundaci? Tapies, hasta una inexistente de relaci?n, caso del Sr. Gonz?lez de la Fundaci? la Maquinista Macosa. Parece que lo deseable choca con la realidad, al menos eso demuestran los datos aportados por este estudio. Para un 95% de los encuestados, la especializaci?n del gu?a de turismo es necesaria, pero s?lo para el 59% de los gestores muse?sticos se perciben estos cambios en la actividad profesional del gu?a cuando trabaja en el museo. Sin embargo, por otro lado, hay un 15% que no cree que haya existido tal evoluci?n en la figura del gu?a cuando act?a bajo el rol de gu?a muse?stico. Hemos podido comprobar por nuestro estudio que a?n hay museos que tienen la percepci?n de que los gu?as son unos ?charlatanes y unos peseteros? (cita textual recogida en los cuestionarios realizados), y como alguno de los gestores comentaba, si no es por la comisi?n no venden el espacio muse?stico al cliente. Ciento cincuenta a?os y a?n queda un largo trecho por recorrer. Ello nos lleva al tercero de los objetivos planteados en esta investigaci?n, y es que no todos los gestores entienden necesaria la figura del gu?a de turismo o gu?a de turismo en el museo, que si entienden necesaria una actividad de visitas guiadas y que el gu?a An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [452] sigue mostrando unos est?ndares bajos en la calidad de sus visitas hacia su museo, porqu? la especializaci?n del mismo dificulta su reciclaje. Hemos podido verificar que si la especializaci?n pasa por acciones formativas y por reciclarse hay mucho trabajo por acometer. Los datos del estudio se?alan que no hay una interrelaci?n suficiente entre gu?a y museo, y que como dec?an dos gerentes empresariales, el Sr. Call?s y el Sr. Serret, hay que arrastrar a los gu?as para que realicen dichas actividades formativas, conscientes de que hay museos que las preparan, pero que despu?s no se realizan por falta de inter?s o qu?rum, como es el caso del Museu de l?Esport. Ello probablemente significa que a nivel de aprendizaje los gu?as de turismo est?n en los albores de la profesi?n. Estos datos hay que unirlos a la comparativa que se hizo de los centros adscritos universitarios de turismo de la provincia de Barcelona, donde radicaba otro obst?culo formativo importante, pues s?lo un 12% del total de las asignaturas que se imparten en dichos centros est?n directamente relacionadas a la profesi?n, lo que es totalmente insuficiente y sustancialmente mejorable. Por tanto, por los datos obtenidos, se constata que, por un lado, el gu?a tiene una clara dificultad de formarse, como es el caso del grado de turismo universitario, y por otro lado, una vez se es gu?a acreditado parece que la acci?n formativa pase a un segundo plano al menos para un 50% de estos profesionales, seg?n cifras aportadas por las entrevistas a los gerentes de empresas de gu?as. Cabr?a, con todo lo enunciado, plantearse si ?los gestores y t?cnicos responsables de las visitas en los museos ponen las herramientas suficientes y necesarias para las acciones formativas? Seg?n los datos obtenidos parece que se confirmar?a con un 84% de los encuestados que creen en las acciones formativas y que el abanico de posibilidades formativas con el que cuentan es importante, desde visitas especializadas y exclusivas para los gu?as de turismo hasta cursos de reciclaje. El problema parece que radica en la actitud del gu?a m?s que en la disponibilidad de los museos al uso de la formaci?n. Pero los datos tambi?n confirman que hay un 50% de los gu?as que se Maria Abril Sellar?s [453] reciclan, que aumentan sus conocimientos y que desean alcanzar un alto nivel de calidad. 5.3 An?lisis de resultados de los instrumentos cuantitativos: cuestionario a los gu?as En este apartado trataremos de analizar los resultados obtenidos del cuestionario que se realiz? a los gu?as de turismo en activo en la ciudad de Barcelona, con una muestra de ciento ochenta y nueve personas. Este cuestionario ten?a cuatro objetivos concretos:  Saber si los gu?as de turismo se est?n especializando en sus visitas.  En caso afirmativo al objetivo anterior, hacia qu? camino se dirige dicha especializaci?n y si en ese camino se encuentra el espacio muse?stico como recurso que configura una visita guiada tur?stica.  Como consecuencia de las anteriores premisas, saber en qu? museos realiza el gu?a dicha actividad.  Finalmente, saber de qu? volumen de visitas estamos hablando. Tal y como se ha comentado en el apartado 4.5, el cuestionario constaba de cuatro preguntas, las dos primeras permit?an entender si el gu?a estaba diversificando su producto y cu?l era su volumen de trabajo. Mientras que la tercera y la cuarta eran espec?ficas de los museos, intentando conocer en qu? museos se realizaba la actividad del gu?a y qu? volumen del total de sus visitas se materializaban en los espacios muse?sticos, de modo que la cuarta y primera pregunta del cuestionario quedaban interrelacionadas entre s?. Respecto a si se estaba camino de la especializaci?n en las visitas tur?sticas se dio a los encuestados un conjunto de opciones, que iban desde las visitas realizadas con autocar y las visitas a pie por espacios patrimoniales, hasta las visitas en el interior de dichos espacios patrimoniales, haciendo un especial ?nfasis en los equipamientos muse?sticos. El resultado de los datos aportados se puede ver en el Gr?fico 5.3.1. As?, An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [454] los espacios quedaban definidos en temas de interior y exterior, y servicios que en ellos se daban. En el cuestionario de los gu?as se planteaban una serie de ?tems para poder alcanzar criterios de similitud. Es decir, cuando un gu?a recibe un servicio de visita a pie (Walking Tour) este puede darse por varias zonas de la ciudad de Barcelona, y dentro de esas zonas diversificarse por tem?ticas, por ejemplo: Walking Tour por el Barrio G?tico, y dentro del Barrio G?tico, Walking Tour de ?Els Calls i Gremis? ?las Instituciones Pol?ticas? o ?El G?tico?. Los tres servicios son visitas a pie, los tres tienen adjudicada la misma zona, pero se efect?an de manera diversa por la tem?tica que presentan. Si hubi?semos contemplado cada una de las posibilidades de Walking Tour que se realiza en la ciudad de Barcelona hubiera surgido un ?tem dif?cilmente controlable por el n?mero de posibilidades que aparecen hoy como oferta tur?stica. De modo que decidimos que en nuestra investigaci?n se agrupar?an los ?tems para facilitar el estudio. Por tanto, si se han escogido estos ?tems y no otros es porque son un reflejo general de las visitas que se est?n dando en la ciudad de Barcelona, o bien, porque son consecuencia de los servicios que ofrecen los gu?as a trav?s de los sitios web durante el a?o 2011226. En base a las opciones escogidas, el gu?a de turismo trabaja seg?n petici?n del cliente-turista, que pueden ser las agencias de viajes, los turistas de manera privada, a petici?n de los gestores de los recursos tur?sticos, incluyendo los museos, a petici?n de las instituciones p?blicas y/o privadas y a petici?n de los hoteles o de cualquier otro que solicite sus servicios. La Tabla 5.3.1, y los Gr?ficos 5.3.1 y 5.3.2 muestran el abanico de tipos de visitas guiadas tur?sticas, tanto de interiores como exteriores (segunda pregunta del cuestionario). Para el objetivo de nuestra investigaci?n los dos ?tems que nos 226 Una visita a las pagines web de las empresas de gu?a de turismo y de las agencias de viaje, as? como de las instituciones tur?sticas de la Ciudad de Barcelona, permiti? establecer las variables que se muestran en la Tabla 5.3.1 Maria Abril Sellar?s [455] interesaban eran los que se correspond?an a los espacios interiores, por un lado las visitas al interior de los monumentos, entre los cuales se encuentran la Sagrada Familia y La Pedrera que forman parte del objeto de estudio en tanto en cuanto est?n considerados museos, y por otro, las visitas propiamente a los museos, del cual se ha trabajado el universo completo. Del total de la muestra analizada de los gu?as de turismo, ciento ochenta nueve, respondieron a la primera pregunta un total de ciento veinticinco, es decir, el 66,13%; estos ciento veinticinco gu?as realizaron un total de 18.001 visitas guiadas tur?sticas en Barcelona durante el a?o 2011, las cuales se repartieron entre los siguientes ?tems que propusimos en la segunda pregunta del cuestionario y que aparecen en el Gr?fico 5.3.1. Tabla 5.3.1: Tipo de visitas guiadas que hacen los gu?as en la ciudad de Barcelona Tipos de visita Espacios Panor?micas con autocar Espacios Exteriores Rutas a pie por el centro hist?rico: barrio G?tico, barrio Raval, barrio de la Ribera Rutas a pie por el Modernismo Rutas literarias, gastron?micas, establecimientos emblem?ticos, de dise?o Gaud? en autocar Visitas interior monumentos: Sagrada Familia, Casa Batll?, La Pedrera, el Palau de la M?sica Catalana, entre otros. Espacios Interiores Visitas a museos Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [456] Gr?fico 5.3.1: Tipolog?as de visitas que realizan los gu?as de turismo en la ciudad de Barcelona, 2011 Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios El Gr?fico 5.3.1 muestra como los siete ?tems mantienen un equilibrio entre ellos importante, el ?nico que se aparta es el que se corresponde a las rutas m?s especializadas por temas, como las gastron?micas o las literarias, entre otras, que queda a cuatro puntos de su predecesor. Esta diversidad asumida por el gu?a, le obliga a ir hac?a una especializaci?n as? como un reciclaje constante, ya que los productos de visitas guiadas, al tener objetivos muy concretos, les obligan a tomar conciencia no s?lo de todos aquellos recursos que objetivamente se encuentran integrados en los diversos productos tur?sticos, sino de los menos conocidos, pero que tienen un potencial para formar parte de dichos servicios; es el caso de las rutas gastron?micas, literarias, etc. Es notorio observar como si sumamos los dos ?tems que re?nen los requisitos de nuestro universo objeto de estudio, los museos y el interior de los monumentos, estos suponen m?s del 30% de los tipos de visitas, teniendo en cuenta que una buena parte de los espacios monumentales no son considerados museos. En un principio, y dado que las visitas con una dilatada trayectoria eran las panor?micas con autocar y los Walking Tours en el centro hist?rico de Barcelona, se pens? que esta tipolog?a de visita ser?a respondida por el 100% de los gu?as, pero debido a la diversificaci?n de productos y a la especializaci?n que desde hace algunos a?os se vienen dando en las visitas a la ciudad de Barcelona (Turisme de Barcelona, Maria Abril Sellar?s [457] 2012) hemos podido comprobar que la premisa no era la correcta, a pesar de la existencia de productos muy consolidados. En conclusi?n, la diversificaci?n de los productos conlleva a la especializaci?n del gu?a. V?ase el Gr?fico 5.3.2. Gr?fico 5.3.2: Volumen de visitas que realizaron los gu?as en el per?odo 2011 Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios El Gr?fico 5.3.2 nos evidencia la diversificaci?n que mencion?bamos en p?rrafos precedentes. Una de las caracter?sticas de dicha diversificaci?n es la implicaci?n de llevar a cabo una formaci?n constante y tener las herramientas adecuadas para poder realizar la consolidaci?n de la misma, as? como saber a qui?n dirigirse para optimizar las informaciones, lo cual se ver? en el bloque tercero dentro del propio cuestionario. Con el cuestionario pretend?amos saber qu? museos integraban ese casi 25% de las visitas guiadas tur?sticas. De modo que la tercera pregunta especificaba los distintos espacios muse?sticos. Los gu?as se?alaron trece museos de todos los existentes en la ciudad de Barcelona. El Gr?fico 5.3.3 nos muestra los museos y el n?mero total de visitas que han hecho en ellos. Es importante se?alar que los valores que aparecen en este Gr?fico 5.5.3 son valores en t?rminos absolutos, es decir, s?lo se le ped?a al gu?a si hab?a o no visitado el espacio muse?stico, en ning?n caso se le ped?a el n?mero de veces que hab?a hecho una visita An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [458] guiada al equipamiento. Por lo tanto la relaci?n que se mantiene es el n?mero de gu?as que han hecho visita al museo. Gr?fico 5.3.3: N?mero de gu?as de turismo que han hecho visita en los museos de Barcelona, 2011 Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios Como podemos apreciar por el Gr?fico 5.3.3 los museos con m?s n?mero de visitas guiadas realizadas por los gu?as de turismo fueron el Museu Picasso, con un 80% sigui?ndole con una diferencia de casi quince puntos, el Museu del Futbol Club Barcelona, con un 66,4%. Le sigue muy de cerca la Fundaci? Mir?, con un 62%, y en un grupo de dos cercanos por el n?mero de visitantes el MNAC, con un 45,6% y la Bas?lica de la Sagrada Familia, con un 56%. Fuera del grupo de estos cinco museos, el ?nico que destaca del resto de los ocho museos es el Museu d?Hist?ria de la Ciutat de Barcelona con un 36,8%. Llegados a la cuarta pregunta la pusimos en relaci?n con la primera, ya que ambas contabilizaban cuantitativamente las visitas guiadas tur?sticas realizadas en general y en los museos. Del total de la muestra, los resultados fueron los siguientes: ciento Maria Abril Sellar?s [459] veinticinco gu?as hab?an realizado un total de 18.001 visitas, de las cuales 4.307 eran visitas circunscritas a los espacios muse?sticos, lo que significa el 23,92% del total. Esta interrelaci?n nos permiti? saber exactamente qu? porcentaje de visitas realizadas en su totalidad por los gu?as de turismo se desarrollaron en el espacio muse?stico. La Tabla 5.3.2 nos se?ala dicho porcentaje. Tabla 5.3.2: Porcentaje de las visitas guiadas tur?sticas en los museos Total de Visitas Visitas a los Museos 18.001 4.370 = 24,27% Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios En base a la Tabla 5.3.2 podemos apreciar que de las 18.001 visitas realizadas por los ciento veinticinco gu?as de turismo que respondieron a esta pregunta, el 25% aproximadamente se destinaron a los museos. Un porcentaje que nos permite verificar el planteamiento del objetivo espec?fico segundo es el hecho de que la figura del gu?a de turismo en el museo podr?a llegar a tener una entidad propia y, aunque pueda pensarse que quiz? no sea un porcentaje elevado, lo consideramos suficientemente relevante para el planteamiento de una figura de gu?a de turismo en el museo de manera independiente. 5.3.3.1. Aproximaciones iniciales a las conclusiones del cuestionario realizado a los gu?as de turismo A trav?s de los resultados obtenidos de los cuestionarios realizados a los gu?as de turismo, podemos observar que la evoluci?n que han experimentado las visitas que realizan los gu?as de turismo en la ciudad de Barcelona ha sido importante. Ello nos permite afirmar que su actividad se ha ido adaptando a los cambios que ha experimentado la ciudad en materia de turismo cultural (Turisme de Barcelona, 2012), si bien a?n queda mucha tarea por desarrollar ya que la demanda y los servicios evolucionan r?pidamente, existiendo una gran diversidad de productos y servicios que permiten al turista un amplio abanico de opciones para gozar en su tiempo de ocio. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [460] El gu?a de turismo, por su parte, ha ido especializando las visitas tal como nos muestran las preguntas segunda y tercera, lo cual refuerza lo analizado en los apartados 2.6.1 y 2.6.2 del marco te?rico. Dicha especializaci?n se muestra de manera equilibrada entre las diferentes tipolog?as de vistas guiadas, lo que nos permite vislumbrar en la figura del gu?a de turismo una apertura a los cambios. Dentro de este abanico de posibilidades surge tambi?n la visita al museo, objetivo clave de nuestro estudio. El 15% de los gu?as se?alaban que en alg?n momento del a?o 2011 alguno de sus servicios hab?a sido en un espacio muse?stico. Dicho de otro modo, del total de visitas efectuadas en el a?o 2011, el 24,75% de las mismas se destinaron a los museos. Si bien no es un porcentaje elevado, se trata de un cuarto del total de las visitas que se realizaron por parte de los gu?as que configuraron la muestra, de modo que esa proporci?n nos hace pensar que los museos forman parte inherente del conjunto de visitas que realizan. Por otro lado, la variedad de espacios muse?sticos en los que realiza las actividades de guiaje son trece de los cincuenta y seis museos existentes en la ciudad de Barcelona en el a?o 2011, lo que significa el 23,21% del total. De estos trece museos pueden englobarse en dos grandes grupos. Un primer grupo configurado por los que tienen un renombre internacional, hecho que les permite tener un nivel de flujos internacionales importantes y donde los gu?as centran parte importante de sus visitas; en este bloque encontramos el Museu Picasso, la Bas?lica de la Sagrada Familia, la Fundaci? Mir?, y el Museu del Futbol Club de Barcelona. Del segundo grupo forman parte aquellos museos donde las actividades y visitas van dirigidas a un p?blico menos internacional y, por lo tanto, el gu?a de turismo dispone de menos salidas profesionales, ya que los propios equipos pedag?gicos acaban sustituyendo el trabajo de los gu?as; casos como el MNAC, el Museu d?Hist?ria de la Ciutat, o el Museu de la Xocolata son buenos ejemplos de este segundo grupo. En resumen, los gu?as de turismo en la diversificaci?n de los servicios que se ofrecen a los turistas han ido aumentado su oferta, lo que se traduce, viendo las tipolog?as, en un poco m?s del 24% de toda su actividad en los museos; de modo que existe una Maria Abril Sellar?s [461] necesidad de interrelaci?n con el espacio muse?stico, la cual es necesaria y conveniente para que el conocimiento del mandato, as? como de los objetivos de los museos, lleguen con claridad al gu?a y pueda transmitirlos con total rigurosidad a los turistas. 5.4. An?lisis de los instrumentos cualitativos. Entrevistas semi- estructuradas227 A trav?s del estudio cualitativo pretendemos un an?lisis integral, intentando identificar las realidades existentes, en estos casos la de los gu?as de turismo, ergo de la figura que depende de ?l, los gu?as de museo, para obtener unos valores que aporten claridad a nuestro objeto de estudio. En nuestro caso, y tal como se alud?a en el apartado 4.5.2 entrevistamos a dos directores generales de dos de las empresas m?s antiguas de la ciudad de Barcelona, los cuales gracias a su larga trayectoria tanto profesional como empresarial, siempre ligada al mundo de los gu?as, pensamos que podr?an aportar datos valiosos para nuestro estudio. A trav?s de las entrevistas hemos podido ir analizando las respuestas y poniendo en com?n las mismas para identificar las similitudes y diferencias que sus opiniones han aportado a nuestra investigaci?n. As?, y en base a las preguntas que se pueden consultar en el apartado 4.5.2 y teniendo en cuenta que la categorizaci?n realizada en el apartado 4.5 ha permitido relacionar algunas preguntas hemos obtenido los siguientes resultados. Respecto a la subcategor?a 1.1 que hac?a referencia a la legislaci?n, la Directiva de Bolkestein y su transposici?n, que se correspond?a al bloque primero, los dos directores generales coinciden en afirmar que el colectivo de los gu?as siguen dos pautas distintas: una parte del colectivo est? aplicando en su vida profesional los 227 Para leer las entrevistas completas, v?ase el CD Anexo III, Anexo III Word: Entrevistas y Cuestionarios. Donde aparece la transcripci?n literal. Entrevista 1: Realizada el 26 de agosto del 2011. Entrevista 2: Realizada el 5 de setiembre del 2011 An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [462] cambios que la ciudad est? mostrando en estos ?ltimos a?os, mientras que otra parte del colectivo, entiende que ya est? bien como est? y que no hay ninguna necesidad de hacer cambios. Ambos coinciden, adem?s, en el hecho que no es posible determinar qu? tanto por ciento de dicho colectivo se est? adaptando. Los entrevistados hablan de percepciones m?s que de realidades tangibles, lo cual es un criterio demasiado subjetivo e inconcreto para poder darle un valor cuantificable, lo cual nos da una informaci?n parcial. No obstante y a pesar de estar sesgada la informaci?n que nos dio Joan Call?s, primer entrevistado, seg?n su criterio el valor aproximado del que podr?amos estar hablando es de la mitad del colectivo. Por otro lado ambos entrevistados son coincidentes en remarcar la importancia de ese grupo que s? se est? adaptando a las nuevas necesidades, ya sea a trav?s de cursos, de reciclaje, de consultas a bibliotecas, de preguntas a compa?eros, etc. Una de les preguntas que m?s preocupa al colectivo de los gu?as en estos momentos es la transposici?n de la Directiva Bolkestein dentro de los ordenamientos jur?dicos. Por tal motivo preguntamos a nuestros entrevistados acerca de dicha Directiva. Muestra palpable de su punto de vista dispar es su contrapuesta opini?n respecto a esta legislaci?n. El entrevistado primero entiende que en un principio lo que hace la legislaci?n es facilitar las cosas y por tanto es algo bueno, mientras que el entrevistado segundo, la Directiva crea confusi?n, y los gu?as titulados no saben exactamente c?mo es la aplicaci?n real de dicha norma. En relaci?n a la implantaci?n de esta Directiva europea, ambos entrevistados se?alan que se encuentra en estos momentos, en una fase de implantaci?n complicada, pero realizan matices importantes. Para el primero de los entrevistados, la implantaci?n depende m?s de la calidad que tenga el gu?a y las ganas de especializarse, mientras que para el segundo entrevistado el intrusismo encuentra una puerta abierta para ejercer una actividad profesional para la cual no est? habilitado. Ambas declaraciones son reflejo de una realidad que en estos momentos resulta compleja y que tendr?a que estar claramente delimitada, pero que desgraciadamente no es as?, dado que cada Comunidad Aut?noma espa?ola tiene competencias propias en turismo, que pueden o Maria Abril Sellar?s [463] no ejercer. As? tenemos que aplican esta norma en base a sus criterios y necesidades, lo que ha creado una cierta confusi?n en el sector tur?stico:  En primer lugar cabe se?alar que como directiva que es, afecta s?lo a las personas que forman parte de la Uni?n Europea y que, consecuentemente, s?lo pueden acogerse a dicha norma en tanto en cuanto miembros de la misma.  En segundo lugar, tener un carn? de gu?a de otro pa?s, s?lo permite a los gu?as en tr?nsito ejercer su actividad para un momento concreto y siempre en recintos externos no declarados patrimonio hist?rico art?stico y nunca en espacios muse?sticos.  En tercer lugar, s?lo pueden ser gu?as en otro pa?s, aquellos que si?ndolo en el suyo propio consiguen la acreditaci?n pretendida por parte del pa?s en el que quieren trabajar. Dicha habilitaci?n se obtiene de diferentes maneras: en algunas CCAA basta solicitarlo, mientras que otras piden un n?mero concreto de pr?cticas para poder ejercer dicha profesi?n en su marco de actuaci?n, e incluso realizar alguna prueba escrita de conocimientos dentro del ?mbito regional donde el aspirante desea trabajar. Todos estos elementos han afectado a la profesi?n, dejando un panorama confuso, donde los llamados intrusos y los no profesionales ejercen su actividad con total impunidad, creando con ello un descontento general en la profesi?n. La situaci?n nos lleva a reflexionar si realmente ser?a necesario crear una legislaci?n espec?fica para las nuevas figuras profesionales que surgen desde la Directiva, ya que si para ejercer dentro de un museo o en un espacio declarado patrimonio hist?rico se necesita un carn? que habilite ?por qu? no regular una figura profesional que con garant?as sea la imagen no s?lo del equipamiento sino de la localidad donde f?sicamente se encuentra dicho equipamiento? De las dos entrevistas mantenidas destacar?a los dos distintos puntos de vista que se tienen sobre la situaci?n, que incluso nos atrever?amos a afirmar que son totalmente divergentes, quiz? fiel reflejo de una realidad compleja y hasta hoy no estudiada ni resuelta. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [464] Para el entrevistado primero, no es necesaria ninguna legislaci?n especial, el propio gu?a se marca sus l?mites, sus aptitudes y actitudes, as? como su profesionalidad; mientras que para el entrevistado segundo, ser?a necesario acotar el marco de actuaci?n y otorgar un carn? espec?fico para aquellos gu?as que ejercen su actividad profesional dentro de los espacios anteriormente mencionados, lo cual permitir?a dar un plus tanto a su actividad como a sus conocimientos. Siguiendo en la l?nea de la categorizaci?n, la subcategor?a 1.2 que se centraba en la formaci?n y que se correspond?a al segundo bloque, los resultados del an?lisis cualitativo nos han dejado una serie valores. Al hablar de los estudios de turismo, que en un principio eran una diplomatura y en la actualidad se han convertido en un grado, quisimos saber si desde la gesti?n del guiaje tur?stico se ven dichos estudios enfocados, en una parte al menos, hac?a la profesi?n de gu?a de turismo. Si bien con palabras distintas, y aunque en alg?n momento alguno de los entrevistados habl? m?s de percepci?n que de conocimiento claro sobre el tema, llegaron a una conclusi?n bastante parecida: que no hay especializaci?n dentro del sistema de grado de turismo y que, normalmente, los candidatos a gu?as suelen acudir desde otros grados universitarios. Tambi?n hay que tener en cuenta el an?lisis de los diferentes centros universitarios de Barcelona que imparten grado de Turismo. En ellos se observ? que las asignaturas espec?ficas de gu?a se dan en pocos centros, que en din?micas y gesti?n de grupos tambi?n ocurre lo mismo, y que el ?nico elemento coincidente era en unos el Patrimonio Cultural o la Historia del Arte, y en otros los Destinos Tur?sticos y la Geograf?a Tur?stica, que no estaban orientados a una zona en concreto de actuaci?n del gu?a de turismo, sino que era una visi?n general. Con dichas afirmaciones tambi?n se reafirma un ?tem que ya intu?amos y que se hab?a confirmado con el an?lisis comparativo. Ahora desde una realidad de gesti?n se pod?a constatar la gran confusi?n y escasez de formaci?n dirigida al gu?a como profesional del turismo y como un ?rgano de mediaci?n y gesti?n del patrimonio. Maria Abril Sellar?s [465] Es conveniente rese?ar como el entrevistado primero destac? que desde una formaci?n profesional reglada de un Ciclo Formativo de Grado Superior (CFGS) se puede acceder a la convocatoria de habilitaci?n de gu?a de turismo, que hace, en este caso, la Generalitat de Catalunya, y c?mo destaca el hecho que desde el CFGS la formaci?n es mucho m?s profunda y anal?tica que no la que se da en el marco del grado universitario. De las dos conversaciones mantenidas destacar?amos el hecho de c?mo los entrevistados coincid?an en que s? se daban cursos de reciclaje; si bien ambos se?alaban que dichos cursos de reciclaje orientados a gu?as se daban poco en las instituciones, ya sean pol?ticas o muse?sticas, y que b?sicamente las llevaban a cabo las empresas como entidad propia, o solicitando al museo o recurso patrimonial la posibilidad de un d?a de reciclaje. Sin embargo, ambos entrevistados insist?an que a menudo los cursos no eran orientados a la actividad del gu?a y que, por tanto, hab?a una clara necesidad de adaptarlos, lo cual al final, significaba que eran otros gu?as o personas afines a dicha profesi?n las que colaboraban como formadores en dichas actividades. Adem?s, parece que el hecho de utilizar cursos de formaci?n est? excesivamente ligado (seg?n manifestaban estos directores generales) a un hecho acad?mico, cerrado, enciclop?dico y sin proximidad a la realidad de la din?mica de la gesti?n de la actividad que quiz? necesita el propio gu?a. Todo ello nos hace pensar en una profunda divisi?n entre las instituciones tanto patrimoniales como muse?sticas y la profesi?n del gu?a tur?stico. Las necesidades de un gu?a no son las mismas que las necesidades de un profesor. El objetivo prioritario y competencial de un gu?a no es dar una lecci?n acad?mica, sino interpretar, mediar entre un patrimonio y el oyente, en este caso el turista, el cual a menudo no desea escuchar una lecci?n magistral, sino descubrir a trav?s de una interacci?n algo que le sorprenda228. Un gu?a puede conseguir esa sorpresa, ese ensimismamiento de alguien que escucha con pasi?n porqu? lo que le est?n explicando le llega, gener?ndole unas determinadas emociones y sensaciones 228 De todos modos son intuiciones An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [466] satisfactorias. Hubo en este momento de las entrevistas un comentario que creemos conveniente reproducir, ya que ayuda a entender la ?ptica de la visita guiada tur?stica, respecto a la visita pedag?gica. Haur?em de saber com fer gaudir a la gent, tenint en compte que la majoria de les vegades ?s una activitat l?dica. S?ha de tenir en compte que tenim uns senyors que estan fent all? per plaer, ja sigui cultural, vacacional, o per la ra? que sigui, per? b?sicament ho estan fent per disfrutar. I que per tant el guia ha de fer que aquella visita sigui entretinguda i no una ?pallissa? i un ?tost?n?229 Este hecho, tambi?n se a?ade al de los propios entrevistados que comentaban a lo largo de las entrevistas que hab?a una falta de adecuaci?n de las pocas propuestas muse?sticas a las necesidades de un gu?a. No obstante nos gustar?a poder destacar un comentario de uno de los entrevistados, donde se muestra claramente la consciencia de falta de conocimientos, y la necesidad de subsanar dicho problema. Mensualment fem uns cursos, pels nostres guies, ?s voluntari, per? quasi obligat, a que facin aquests cursos de reciclatge. El tema muse?stic ?s el que m?s es treballa, perqu? ?s en el que hi ha m?s mancan?a230. Continuando con la entrevista se llegaba al siguiente nivel de las subcategor?as, la 1.3, que respond?a al bloque tercero. Esta subcategor?a se refer?a a la gesti?n empresarial de las visitas guiadas: qu? gu?as son realmente polivalentes, cu?les se especializan claramente y qui?n contrata los servicios; lo cual nos conducir?a a la interrelaci?n gu?a de turismo en el museo y el museo. 229 Vid CD Anexo III, Anexo III Word: Encuestas y Entrevistas ?Tendr?amos que saber c?mo hacer disfrutar a la gente, teniendo en cuenta que en la mayor?a de las ocasiones es una actividad l?dica. Hay que tener en cuenta que tenemos unos se?ores que est?n haciendo aquello por placer, ya sea por motivos vacacionales, culturales o cualesquiera motivos, pero b?sicamente lo est?n haciendo para disfrutar y que por tanto el gu?a lo que tiene que conseguir es que la visita no sea una ?paliza? y un ?tost?n??. 230 Vid CD Anexo III, Anexo III Word: Encuestas y Entrevistas ?Mensualmente hacemos unos cursos para nuestros gu?as, es voluntario, si bien casi obligado a que realicen dichos cursos de reciclaje. El tema muse?stico es el que m?s se trabaja porque es el que tiene m?s carencias?. Maria Abril Sellar?s [467] Al hablar del n?mero de visitas y tipos de visitas, ambos entrevistados se?alaban que los gu?as a los que les pasan servicios son capaces de realizar cualquiera de las visitas llamadas est?ndares, pero no todos pueden realizar visitas especializadas, aunque va in crescendo el n?mero de gu?as que se van formando. S?lo el segundo entrevistado se atrevi? a dar una cifra en tantos por ciento, si bien hay que indicar que lo se?al? de una manera intuitiva puesto que no llevaba un control sobre ello. El segundo entrevistado tampoco llevaba un control sobre la tipolog?a de visitas y no quiso aventurarse a dar un tanto por ciento. En todo caso, el entrevistado segundo, hizo referencia a que aproximadamente una tercera parte de las visitas que ?l gestionaba iban dirigidas a temas muse?sticos. Hemos de hacer hincapi? que este es un valor aproximado y subjetivo y, por tanto, poco ?til para obtener datos concretos. Cuando se hablaba de las distintas tipolog?as de las visitas y de la dedicaci?n de los gu?as a las mismas, nos era necesario saber las v?as por las cu?les llegaban las reservas de las visitas, y concretamente en el ?mbito patrimonial muse?stico. Los entrevistados volvieron a coincidir en una parte de sus respuestas y reflexiones. Las v?as son tres: desde el propio museo, desde los tour operadores o porqu? directamente el cliente pide a la empresa un gu?a para realizar la visita. A partir de esta toma de posici?n lo cierto es que los dos entrevistados tomaron posturas bastante distintas. El primero se?alaba que ten?an una pol?tica de colaboraci?n con alg?n museo, pero tambi?n remarcaba que dicha pol?tica s?lo se daba en los casos que el museo, por s? mismo, no pudiese ofertar dicha petici?n; mientras que el segundo entrevistado remarcaba que en ese momento no hab?a acuerdo alguno con ning?n museo y que por tanto las peticiones por parte de los museos eran nulas. Finalmente se llegaba a la subcategor?a cuarta y ?ltima de nuestra entrevista, que se correspond?a al quinto bloque de preguntas y a la del futuro del gu?a en el marco de la especializaci?n. Ambos entrevistados coincidieron en el hecho de que las colaboraciones puntuales o no tener colaboraciones muestran la desconexi?n entre los espacios muse?sticos y el sector de los gu?as de turismo en el museo. Muy probablemente la interrelaci?n ser?a beneficiosa para ambas partes y ello permitir?a An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [468] hablar de la especializaci?n del gu?a de turismo para convertirse, en el caso del museo, en gu?a de museo. No obstante, los dos entrevistados volv?an a mantener ideas distintas sobre el futuro. As? tenemos como el entrevistado primero manifestaba que no ve?a la necesidad de crear esa figura, y que el hecho de que dependiese de la acci?n general del gu?a era m?s que suficiente. A?ad?a que un gu?a sol?a manifestar con qu? museo se sent?a m?s c?modo a la hora de trabajar y que se procuraba satisfacer tanto al cliente como a aquellos gu?as que prefer?an visitas m?s acordes con su amor por los espacios muse?sticos. Por otra parte, para el entrevistado segundo exist?a una clara necesidad de especializaci?n, se?alando c?mo los clientes solicitaban al gu?a cu?ndo iniciaba la siguiente visita del museo, y se encontraba con el hecho de se?alar que la visita que hab?an seguido era m?s o menos privada y no iba a repetirse porqu? su trabajo no depend?a del museo. Se?alaba finalmente el hecho de que muchos museos tienen equipos donde no hay un gu?a de turismo y que ello es significativo para mostrar la poca relaci?n existente. En resumen, dos polos empresariales cuyas opiniones en cuanto al futuro del gu?a como gu?a de museo tambi?n se encuentran en las ant?podas. 5.4.1. Aproximaci?n a las conclusiones sobre las entrevistas En el marco de las entrevistas hemos podido apreciar que los gestores empresariales, del sector tur?stico de los gu?as, tienen puntos divergentes importantes, en el sentido de que la transposici?n de la Directiva Bolkestein se entiende de manera distinta e incluso podr?amos llegar a decir opuesta. Para el entrevistado primero no deja de ser un beneficio para la profesi?n, para el entrevistado segundo dicha transposici?n es una puerta claramente abierta al intrusismo y a la menor calidad del servicio que pueden ofrecer estos gu?as intrusos. En cuanto a la formaci?n de los gu?as y su especializaci?n si bien ambos entrevistados reconoc?an que se daban cursos de reciclaje y que hab?a una voluntad de especializar las visitas, ya que el mercado as? lo demandaba; la realidad es que no pudieron determinar de qu? volumen de gu?as se estaba hablando para dicha especializaci?n y menos a?n si la misma se dirig?a a la muse?stica. Ambos nos reafirmaron la idea de Maria Abril Sellar?s [469] disociaci?n existente entre los museos y las empresas de gu?as, ya que el primer entrevistado hablaba de colaboraciones puntuales, mientras que el segundo entrevistado se?alaba que en aquel momento no exist?a ning?n tipo de colaboraci?n o apoyo mutuo. Si existiese una interrelaci?n, que por otro lado, ser?a beneficiosa para ambas partes, seguramente se podr?a hablar m?s claramente de la especializaci?n del gu?a y apoyar la idea de que dicha actividad es ejercida por un profesional, y no por un becario, una persona en pr?cticas o sencillamente por pseudogu?as que se atreven con todo, y cuyo resultado no siempre ofrece los est?ndares de calidad deseados por ambas partes: el museo y el visitante. Por tanto llegamos a la conclusi?n de que dif?cilmente podr?n existir, al menos por el momento, gu?as de turismo que s?lo ejerzan la funci?n de gu?as de museo, pueden especializarse pero no conformar una figura gestora tur?stica con identidad propia e independiente, esto no significa que debamos negar la existencia de dicha figura, ya que se posee tanto el marco de actuaci?n como la posibilidad de aprendizaje para que consiga los logros propuestos. En definitiva con el m?todo de las entrevistas conseguimos realizar una primera aproximaci?n al segundo de los objetivos espec?ficos: ?Determinar en qu? medida los profesionales dedicados a la mediaci?n tur?stica en Barcelona ejercen su tarea en el ?mbito muse?stico y si es posible caracterizar esta actividad de manera independiente?, donde se corroboraba por la parte empresarial la existencia de la actividad de los gu?as de turismo en los museos pero que en ning?n caso se podr?a considerar independiente de la actividad global. Esta afirmaci?n nos conduce a una aproximaci?n a la primera y segunda hip?tesis ?Habida cuenta de la desatenci?n que se produce en la gesti?n de los museos de Barcelona ante las necesidades del p?blico ? turistas en sus visitas guiadas y siendo los gu?as de museo uno de los nexos de uni?n entre el visitante y la instituci?n, la relaci?n entre este mediador y el espacio muse?stico deber?a fundamentarse en criterios de interrelaci?n?. Se produce una disociaci?n de la actividad de las visitas guiadas en los museos y de la actividad del gu?a en temas de visitas guiadas en dichos equipamientos, y, por tanto, esa disociaci?n conduce a un no reconocimiento de la figura del gu?a de turismo como gu?a de museo por ambas partes, verific?ndose, por tanto, el objetivo tercero espec?fico ?Conocer An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [470] cu?l es la actitud y criterio de los gestores muse?sticos en el ?mbito de la ciudad de Barcelona respecto a las actividades y funciones de los gu?as tur?sticos en su faceta de gu?as de museo?. Se pone, consecuentemente, en evidencia la dificultad de la especializaci?n, los intereses propios y no comunes en ambos lados del servicio y finalmente, la falta de empuje tanto por parte del gu?a como muy probablemente por parte del museo231 para resolver el problema de la no comunicaci?n existente entre ambos. 5.5. An?lisis relacional de los datos cuantitativos y cualitativos En algunos momentos del trabajo de campo pudimos observar c?mo algunos datos de los cuestionarios as? como de las entrevistas se interrelacionaban. Por tal motivo hemos cre?do conveniente llevar a cabo un an?lisis relacional de aquellos elementos conexionados, ya que consideramos que contribuyen a la consecuci?n de los objetivos y la verificaci?n de las hip?tesis de trabajo (Briones, 1996). De modo que hemos dividido este apartado en dos, lo cual permitir? analizar la relaci?n entre valores cuantitativos (cuestionario de los museos, y cuestionario a los gu?as de turismo en el rol de gu?as de museo) y la relaci?n entre los cuantitativos (cuestionarios de los museos) y los cualitativos (entrevistas a los gestores culturales). Con ello, las relaciones que se establecen entre estos datos incorporan nuevos conocimientos y aportaciones a nuestra investigaci?n 5.5.1. An?lisis relacional entre datos cuantitativos: cuestionarios a los museos y a los gu?as de turismo La primera relaci?n establecida consiste en analizar cu?les son los museos que m?s visitas guiadas tur?sticas tienen y que correlaci?n existe entre estos museos con aquellos cuyas visitas son realizadas por los gu?as de turismo. El resultado de este 231 La confirmaci?n o no de esta afirmaci?n la obtendremos a trav?s de los cuestionarios efectuados a los gestores muse?sticos, de momento entendemos el tema como probabilidad pero no confirmaci?n. Maria Abril Sellar?s [471] an?lisis nos permite establecer que del total de museos estudiados, cuarenta y seis, los gu?as han realizado visitas guiadas en trece de ellos, lo que significa el 28,26% del total. Si tenemos en cuenta que los museos son: Fundaci? T?pies, Museu del Modernisme, Bas?lica de la Sagrada Familia, Museu del Xocolata, Fundaci? Mir?, Museu d?Hist?ria de Catalunya, Museu Egipci, MACBA, Museu d?Hist?ria de la Ciutat, Museu Futbol Club Barcelona, MNAC y Museu Picasso232, podemos comprobar que se centran en los tres primeros grupos de museos233, quedando fuera el cuarto grupo. En cierto modo, el hecho de que el cuarto grupo recoja s?lo aquellos museos con menos de 10.000 visitantes, ya hac?a pensar que la posibilidad de darse el servicio de visitas guiadas por parte de los gu?as de turismo pod?a ser escasa, sin embargo en base a los datos obtenidos, dicha posibilidad ha pasado a ser una realidad, pues no hay evidencias de visitas guiadas en este cuarto grupo de museos. En resumen, la actividad de los gu?as se centra en el conjunto de museos que tiene un renombre internacional y con un alto volumen de visitantes, como lo son aquellos equipamientos que computan m?s de diez mil visitas al a?o. Si avanzamos en el resultado del an?lisis relacional, en el estudio efectuado en los museos cuando los agrup?bamos por volumen de visitantes, podemos apreciar que de los trece museos sobre los cuales los gu?as trabajaron durante el 2011 tres de ellos se encuentran en el primer grupo. As? el 80% de los gu?as encuestados realizaban visitas guiadas al Museo Picasso, le segu?a el museo del Futbol Club Barcelona con un 56% de los gu?as y finalmente el 66,4% hac?an visitas a la Sagrada Familia. No obstante, la interpretaci?n de estos datos, tiene que ser muy cauta, puesto que los museos hablan 232 Algunos de los gu?as en el cuestionario mencionaron que tambi?n hab?an hecho visitas guiadas tur?sticas al museo del Cal?at, pero dado que de este museo no obtuvimos respuestas para el cuestionario ni tampoco datos desde el ICUB, hemos descartado esta variable para este cruce de datos. 233 Al realizar el estudio del n?mero de visitantes, dividimos y agrupamos los museos para poder tener una visi?n m?s clara. (Ver cap?tulo 5) An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [472] de los visitantes en general mientras que los gu?as hablan de la realizaci?n o no de las visitas en los espacios muse?sticos durante el a?o 2011234. Si nos centramos en los tres museos m?s visitados y los comparamos con las visitas guiadas que hacen los gu?as a dichos equipamientos obtendremos una comparativa que se deduce de los datos anteriormente explicados y que queda reflejado en el Gr?fico 5.5.1.1. Gr?fico 5.5.1.1: Comparativa de las visitas tur?sticas que reciben los museos y que hacen los gu?as de turismo Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios Como puede apreciarse en el Gr?fico 5.5.1.1 la diferencia oscila entre los trece y catorce puntos entre museo y gu?a, desde una visi?n global entre todos. De modo que el posicionamiento de las visitas guiadas, ya sea desde el punto de vista del gu?a como desde el punto de vista de estos tres museos va m?s all? del 50% en todos los casos. 234 Desgraciadamente muchos gu?as no suelen llevar un c?mputo espec?fico del n?mero de veces que en un a?o hacen un museo, de manera que esta pregunta, que en un principio iba a formar parte del cuestionario, tuvo que ser modificada por qu? no era posible la precisi?n. Hab?a gu?as que v?a telef?nica comentaban que era un servicio - visita al museo? o panor?mica m?s museo? pero no precisaban cu?l. Otros gu?as me se?alaban que una vez finalizado el servicio eliminaban la solicitud y s?lo les constaba en la factura el tipo de visita que hab?an hecho sin especificar. Y finalmente otros gu?as me explicaban que aunque hiciesen claramente la anotaci?n del museo este pod?a no ser exactamente el que hubieran hecho, puesto que el cliente pod?a variar de idea. Todas estas imprecisiones nos llev? a intentar buscar una pregunta con un car?cter m?s gen?rico, valorando el cuantitativo global y no individual. Maria Abril Sellar?s [473] En el segundo gran bloque de museos (v?ase Gr?fico 5.5.1.2), podemos apreciar que hay coincidencia en seis de ellos, si bien en este caso las diferencias empiezan a ser remarcables y en algunos casos considerables, v?ase por ejemplo el Museu Egipci o el Museu de la Xocolata, donde los museos perciben un volumen m?s importante de visitas guiadas hechas por los gu?as de turismo que la que se?alan los propios gu?as de turismo. Gr?fico 5.5.1.2: Comparativa de las visitas tur?sticas que reciben los museos y que hacen los gu?as de turismo Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios El primer dato que nos llama la atenci?n es el hecho de que ninguno de los gu?as encuestados hab?a realizado visitas guiadas ni a CosmoCaixa, ni a CaixaForum, ni a la Fundaci?n Fran Daurel. El caso de esta ?ltima presenta una singularidad: si bien los gu?as s? realizan visitas al Poble Espanyol dentro del equipamiento no visitan el museo existente en ?l, por lo que si en el cuestionario se hubiese visto reflejado en lugar de Fundaci? Fran Daurel el Poble Espanyol, hubi?semos obtenido una respuesta positiva por parte de los gu?as. En el caso de la Fundaci? Mir?, un equipamiento con renombre y posicionamiento internacional, se constata el equilibrio entre las visitas guiadas computadas por los museos y las contadas por los propios gu?as, con una variaci?n que no llega a los seis puntos. De hecho algo similar ocurre con el MNAC con 8,4 puntos de diferencia, que ha visto incrementar su popularidad a nivel internacional por su posici?n, pero sobre An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [474] todo por la muestra de arte rom?nico, considerada entre las mejores de Europa tal y como se?ala la agencia Efe.235. Los responsables de las visitas del Museu de Historia de Barcelona y del Museu de Historia de Catalunya mantienen en base a los datos presentados el car?cter residual de las visitas con un 5% y un 8% respectivamente, en cambio el 36% de los gu?as de turismo se?alan como sus visitantes les solicitan la visita guiada a dichos equipamientos. Esta disonancia entre los datos de los museos y los datos de los gu?as, nos muestra: o lo poco valorado que est? por el museo la visita guiada tur?stica o la necesidad de clasificar las visitas que se realizan en los museos para conocer las demandas de los grupos que los visitan. Respecto al Museu Egipci, cabe recordar que la cita mantenida con la Sra. Emma Gonz?lez, responsable del equipo pedag?gico, ?sta mantuvo durante todo el cuestionario la posici?n de abogar por sus monitores que tambi?n hac?an las visitas tur?sticas, ya que se?alaba que los gu?as de turismo ten?an un fuerte desconocimiento del mandato y de los objetivos de su museo. As? que el 20% de las visitas tur?sticas b?sicamente las hac?an su equipo, labor que muy residualmente se ofrec?a a los gu?as de turismo, ya que ten?an que demostrar solvencia y conocimientos para ello. Si vemos el porcentaje de gu?as que se?alaban haber hecho en alguna ocasi?n este museo es relativamente bajo, el 1,6%, lo cual demuestra estar en consonancia con la posici?n y actitud de la responsable de las visitas en este equipamiento, la Sra. Gonz?lez y la respuesta de los propios gu?as. 236 Respecto al Museu del Xocolata, su director Paco Gil se?ala el hecho de que su equipo pedag?gico tambi?n atiende a las visitas tur?sticas, y que en contadas ocasiones son los 235 Vid. P?g. Web: Lavanguardia.com/cultura (p?gina consultada el 25 de novembre de 2012) 236 Una de las cosas que m?s nos sorprendi? a la hora de realizar la encuesta en este museo fue el car?cter tan negativo que ten?a la Sra. Emma Gonz?lez responsable de las visitas, respecto a los gu?as de turismo, de hecho durante toda la entrevista para resolver el cuestionario, su actitud y menosprecio se hizo valer en m?s de una ocasi?n, alabando insistentemente a su equipo. Es cierto que estamos ante un museo privado de gesti?n privada pero es innecesario alcanzar los niveles de hosquedad que mostr? la Sra. Emma Gonz?lez, ideas que aparecieron constantemente y que se reflejaron en el cuestionario. Maria Abril Sellar?s [475] gu?as de turismo quienes las hacen. Ello coincide plenamente con el hecho de que s?lo un 7,2% de los gu?as de turismo realizan visitas guiadas a esta instituci?n. Pero en este museo un 74% de sus visitas son tur?sticas, siendo dos ?tems los que ayudan a esta variable, por un lado el lugar donde se encuentra, y por otro, el mandato y objetivo que se plantean como instituci?n, dedicados al chocolate. Quiz? como ?tems, el hecho del mandato y la tem?tica sea m?s determinantes, ya que si observamos el caso del Museu de Historia de Catalunya, su ubicaci?n es tanto o m?s estrat?gica que la del Museu del Xocolata, pero en cambio sus visitas se apoyan b?sicamente en el concepto pedag?gico, con un 94% sobre el tur?stico, con un 5,28%. En el tercer gran bloque el an?lisis relacional nos muestra de manera contundente la escasa relaci?n entre las visitas a estos museos y las visitas realizadas por los gu?as de turismo en los museos. V?ase Gr?fico 5.5.1.3 se refleja claramente la predominancia de las visitas pedag?gicas y la casi nula intervenci?n por parte de los gu?as de turismo en las visitas guiadas tur?sticas. De modo que estos museos, en caso de recibir alguna visita guiada tur?stica, son sus propios equipos pedag?gicos los que las realizan o sencillamente se le explica al cliente que no cuentan con dicho servicio. Gr?fico 5.5.1.3: Comparativa de las visitas tur?sticas que reciben los museos y que hacen los gu?as de turismo Fuente: Elaboraci?n propia en base a los datos aportados por los cuestionarios Dentro de esta categor?a de museos, vemos como del grupo de equipamientos s?lo en dos casos los gu?as afirman que han realizado su actividad, la Fundaci? T?pies y el An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [476] Museu del Modernisme Catal?. Estas visitas se puede deber b?sicamente a dos motivos: o porque el Modernismo est? de moda y es uno de los productos que m?s vende en la ciudad, caso del Museu del Modernisme Catal?, o como el caso de la Fundaci? T?pies que tiene un gran arraigo en la ciudad, debido a que el artista es conocido a nivel internacional y por tanto atrae a un volumen importante de turistas por la figura per se o porque sus exposiciones temporales que lleva a cabo a lo largo del a?o son de m?xima actualidad. Adem?s en ambos casos la localizaci?n de dichos museos permite un paso o flujo tur?stico importante ya que se encuentran en pleno Eixample de Barcelona y pr?ximo a un conjunto emblem?tico de edificios modernistas. En el resto de los establecimientos muse?sticos hay una total ausencia de relaci?n entre el gu?a de turismo en su rol de gu?a de museo y estas instituciones. Hablando con algunos de los gu?as encuestados v?a telef?nica, me comentaban que ?la dificultad de la obra de T?pies hace que sea un museo que pocos nos atrevemos con ?l? (cita textual contemplada en el cuestionario a los gu?as). La metaf?sica que implica, el esfuerzo que tanto el gu?a como el p?blico visitante han de realizar resulta demasiado elevado y no siempre el visitante queda convencido de la visita. En resumen, al no existir una alta especializaci?n de los gu?as y teniendo en cuenta que los museos tienen equipos pedag?gicos potentes que ofrecen no s?lo visitas escolares sino tambi?n las tur?sticas, nos lleva a entender que esta fina l?nea de lo que es un educador y lo que es un gu?a es muy d?bil y f?cil de resquebrajar por ambas partes. El gu?a no se acerca al museo para conocer los mandatos y los objetivos del mismo, quiz? porque el cliente no le pide ese museo, quiz? porqu? cuando se lo piden, teme que sus conocimientos no sean lo suficientemente adecuados a las necesidades del visitante, o quiz? sencillamente piense que el equipo pedag?gico del museo puede resolver dicha visita. Luego, el gestor muse?stico, por su parte, entiende que con su equipo pedag?gico o con las herramientas interpretativas no humanas que tiene el museo es suficiente para dar satisfacci?n a las necesidades y demandas del visitante ? turista y por tanto no necesita ir a buscar a nadie externo porque sus necesidades est?n cubiertas. Maria Abril Sellar?s [477] 5.5.2. An?lisis relacional entre datos cuantitativos y cualitativos: cuestionarios de los museos y entrevistas a los gestores culturales Al igual que en el apartado anterior qued? reflejada la relaci?n existente entre ciertos datos analizados sobre los museos de la ciudad de Barcelona y los gu?as de turismo, pudimos intuir que tambi?n exist?an relaciones entre algunos datos aportados por los equipamientos muse?sticos y las entrevistas. Cuando en el apartado 2.3.2 se abogaba por la distinci?n entre visitas guiadas pedag?gicas y visitas guiadas tur?sticas, vimos que la intenci?n de la visita guiada tur?stica era el entretenimiento por encima del aleccionamiento. Cuando en los cuestionarios de los museos se analiz? si diferenciaban dichas tipolog?as a la hora de contabilizar sus visitas, pudimos comprobar que en algunos museos la distinci?n era muy clara, en concreto, en aquellos con una proyecci?n internacional importante, mientras que aquellos en los que la proyecci?n era m?s a nivel dom?stico, la l?nea entre visita pedag?gica y tur?stica quedaba completamente indefinida. Tambi?n hemos podido comprobar c?mo uno de los entrevistados, al explicar la motivaci?n del cliente ? turista, delimitaba el tipo de visitas que se realizaban, b?sicamente, por parte de los gu?as de turismo. De todo ello se podr?a desprender que desde el sector tur?stico es m?s f?cil de entender y distinguir, a trav?s de la motivaci?n del cliente, los dos tipos de visitas sobre las que estamos tratando. Desde el museo los responsables y gestores pueden llegar a percibir algo parecido, pero, ya sea porque los problemas econ?micos no permiten una diversidad de equipos; ya sea porque los encargados de los departamentos correspondientes desconf?an de los graduados que llegan de turismo; o porque la profesi?n se ha visto denostada durante tantos a?os haciendo que los gestores culturales no valoraran la misma; ha conducido a dicho sector cultural, a considerr que las visitas tur?sticas son consideradas dentro del mismo ?mbito que las visitas pedag?gicas. Por otro lado la adaptabilidad de los gu?as de turismo a las demandas de los turistas ? visitantes, de la que nos hablan los entrevistados, es m?s dif?cil que se produzca en el marco del museo, donde las visitas se encuentran preestablecidas, los idiomas son los An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [478] ofertados y el dise?o de la visita acaba siendo inmutable, tanto en d?a como en duraci?n de la misma. Un gu?a de turismo puede ser totalmente independiente de los criterios que acotan las acciones de un recurso muse?stico, y seg?n los entrevistados tiene muy en cuenta la voluntad del cliente al que se le ofrece al gu?a m?s cualificado para que pueda transmitirle el servicio de la visita guiada lo mejor posible. Con el resultado de las entrevistas, tambi?n hemos podido comprobar que, no todo el cuerpo de gu?as que est? en activo, o bien de manera freelance o formando parte de estas empresas, realizan cursos de reciclaje peri?dicamente. Tanto el Sr. Call?s como el Sr. Serret se?alaron que la ?poca propicia para la formaci?n y reciclaje de los gu?as es en temporada baja (b?sicamente de mediados de noviembre hasta principios de marzo, en el caso de Barcelona), momento en que se aprovecha para tales fines formativos del gu?a. Una de los verbos que nos sorprendi? y lo reproducimos literalmente por su fuerza, es que en algunos casos era necesario ?arrastrar? a una parte de los gu?as para que siguieran dichos cursos de formaci?n. Los responsables de las empresas nos dec?an que se pod?a valorar aproximadamente en un 50% de sus gu?as los que s? se reciclaban, y por tanto un 50% no lo hacen (ver Gr?fico 5.5.2.1). Pero ante la respuesta de que el 69% de los gu?as no solicitan ning?n tipo de formaci?n ni reciclaje, llegamos a la conclusi?n que la estimaci?n hecha por dichos responsables de las empresas de gu?a ha tenido un car?cter m?s optimista que no un car?cter realista. La diferencia es importante, diecinueve puntos entre la percepci?n que tienen los gestores muse?sticos respecto a la los gerentes entrevistados. As?mismo, los entrevistados tambi?n nos comentaban que hay ciertos museos considerados de alta dificultad, como es el caso de la Fundaci? T?pies i del Museu Egipci, donde se requiere una fuerte especializaci?n y que en m?s del 50% ese concepto de especializaci?n a?n no ha llegado, de hecho la coincidencia con el Museu Egipci tanto del equipamiento como de los gu?as muestra de manera clara la disociaci?n existente entre algunos museos y los gu?as de turismo. Con todo ello, ?qu? falla?, ?el gu?a, los cursos de reciclaje, las temporadas de trabajo muy largas y Maria Abril Sellar?s [479] cansadas? Interrogantes que podr?an abrir una nueva l?nea de investigaci?n para obtener respuesta. Gr?fico 5.5.2.1: Visi?n desde el museo y desde las empresas de los gu?as de turismo sobre el reciclaje formativo de los gu?as de turismo. Fuente: Elaboraci?n propia en base a los cuestionarios y a las entrevistas El Gr?fico 5.5.2.1 pone en evidencia esa diferencia de 19 puntos se?alada por parte de los responsables muse?sticos y los directores gerentes de las empresas de gu?as. Dado que los datos expuestos por los directores eran aproximativos, y los de los responsables muse?sticos real?sticos, pensamos que muy probablemente, respecto a la tem?tica muse?stica los valores dados por los directores gerentes se acercar?an m?s a lo mencionado por los museos. Pero hemos de valorar el hecho, que cuando se habl? con los direcotes gerentes ?stos hablaban de formaci?n y reciclaje en general y no s?lo del apartado muse?stico. En otro orden de cosas, algunos museos se?alan que a veces los gu?as llaman para ver qu? posibilidades de reciclaje hay, pero que normalmente se queda en una llamada informativa y que dif?cilmente se llega a la consecuci?n de la actividad formativa. Lo que nos pone de manifiesto en esta investigaci?n es que hay percepciones totalmente distintas desde los museos y desde los gu?as de turismo. Si tenemos en cuenta que s?lo trece museos, es decir, el 31% confirman que hay un inter?s para la formaci?n pero que despu?s no suele llevarse a la pr?ctica, evidentemente hay un problema de gesti?n, no s?lo del museo sino muy probablemente, y en mayor medida, de los gu?as An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [480] de turismo. Si realmente estamos yendo hacia un concepto de turismo cultural y de especializaci?n es evidente que la actitud de los gu?as de turismo de Barcelona tiene que variar considerablemente, tal y como nos manifestaban los gerentes de las empresas. Finalmente, la otra relaci?n establecida y que aporta datos relevantes es la pol?tica de colaboraci?n entre los museos y los gu?as de turismo. Hay que tener en cuenta que los dos entrevistados se encontraban en polos opuestos, ya que desde las empresas, una de ellas, s? manten?a una colaboraci?n con alg?n museo, mientras que la otra no. Y respecto a los museos, aunque los servicios sean externalizados en m?s del 70%, los equipos a los que se externaliza son de car?cter cultural. Los motivos para solicitar los gu?as de turismo se deben m?s a una necesidad puntual y/o una raz?n idiom?tica que una colaboraci?n continuada. En resumen, podemos decir que la gesti?n muse?stica y la gesti?n tur?stica est?n muy alejadas en cuanto se refiere a temas de visitas guiadas tur?sticas en el espacio muse?stico. El camino es largo pero ni por parte de los gestores muse?sticos hay razones para acercarse al sector de los gu?as, m?s bien hay razones para no hacerlo: costes, desconocimiento del mandato del museo, confiar m?s en los equipos pedag?gicos que en los equipos tur?sticos, entre otros, ni por parte de los gu?as, con el equilibrio y abanico de diversidad de las visitas y la escasa voluntad de reciclarse se acercan estrictamente aquellos museos que por condiciones de flujos tur?sticos reciben la mayor demanda. Cultura y turismo en este caso llevan caminos distintos y converger, a fecha de 2014, parece muy alejado de lo que ser?a deseable. Maria Abril Sellar?s [481] CAP?TULO VI: CONCLUSIONES An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [482] Maria Abril Sellar?s [483] Cap?tulo VI. Conclusiones 6.1 Conclusiones 6.1.1 Cumplimiento de objetivos y validaci?n de las hip?tesis de trabajo En la fase final de este estudio de investigaci?n plantearemos el cumplimiento de los objetivos, tanto el general como los espec?ficos, as? como la validaci?n de las hip?tesis de trabajo formuladas, teniendo en cuenta la falta de un marco epistemol?gico para la figura del gu?a de museo, la cual, como ya hemos podido comprobar, s?lo se contempla tangencialmente a nivel normativo y en el marco cultural muse?stico como mediador pedag?gico. Antes de ello creemos pertinente se?alar que una de las aportaciones m?s relevantes de esta investigaci?n es la definici?n de la figura del gu?a de museo aunque dependa directamente de la figura del gu?a de turismo, adem?s de contribuir a la caracterizaci?n de dicha figura, respecto a sus actitudes y aptitudes esperables. Cuando se analiza el mundo de los gu?as de museo resulta evidente que los temas dominantes se relacionan con el sector tur?stico, el sector cultural y concretamente An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [484] con unos recursos de alto inter?s y atractivo tur?stico como son las instituciones muse?sticas. Esto es l?gico si se piensa en la interrelaci?n que se da gracias a la actividad que realiza el gu?a de museo en el contexto de una visita guiada, donde el soporte f?sico es el espacio muse?stico; el entorno es el mandato y los objetivos del museo as? como su relaci?n con la ciudad donde se encuentra ubicado; su receptor el turista tanto nacional como internacional; y su mensaje es la interpretaci?n que del recurso se haga. Sin embargo no existe una legislaci?n que pueda concretar espec?ficamente la figura profesional del gu?a de museo y, que por tanto, no se pueda realizar un an?lisis directo y concreto puesto que el vac?o legal existente impide que se puedan adoptar en un principio criterios objetivos aplicables. A su vez, la escasa literatura cient?fica sobre el tema objeto de la investigaci?n ha implicado acudir a orientaciones, directrices y estudios que de manera tangencial traten esta figura profesional. Por todo ello ha sido necesario utilizar la inferencia desde un nivel m?s global, de modo que los textos legislativos nos han permitido que desde la figura del gu?a de turismo se haya podido enmarcar la del gu?a de museo, mientras que a trav?s de la literatura cient?fica se la ha podido crear y dotar de un marco epistemol?gico tanto en su definici?n como en sus aptitudes y actitudes con el fin ?ltimo de que sea considerada una figura tur?stica con un perfil profesional definido Autores como Picazo (2011), Gal? (1999) y Montaner (1999) han trabajado b?sicamente la figura general del gu?a de turismo y no han entrado en la disquisici?n de si se pod?an dar otras formas que permitiesen la especializaci?n en base a un recurso concreto, como es el muse?stico. La tarea ha sido ardua puesto que intentar dar un marco conceptual a la figura del gu?a de museo nunca ha sido f?cil, m?s a?n cuando ni siquiera se reconoce en muchas ocasiones la profesionalidad de ?ste y, en el caso de reconocerla, queda muy lejos de ser considerada la actividad principal de este gestor tur?stico. Maria Abril Sellar?s [485] La creciente importancia y evoluci?n del turismo hacia nuevas formas, como la del turismo cultural (Turisme de Barcelona, 2011)237, nos plantearon el hecho de que en el sector terciario no siempre se reconocen las profesiones existentes como tales profesiones, sino que se contemplan como un complemento a otras actividades. Por ello se crey? oportuno dotar de un marco a la profesi?n del gu?a de museo desde la derivada del gu?a de turismo, ya que ten?amos que partir de los escasos elementos que se daban en los estudios y bibliograf?a existente. De este modo definimos finalmente, la figura del gu?a de museo como aquel profesional que se dedica de manera habitual y retribuida a realizar visitas guiadas tur?sticas en los equipamientos muse?sticos, conociendo a la perfecci?n el mandato que de ellos emana as? como sus objetivos, y proyectando en su interpretaci?n los valores que presenta dicho equipamiento interrelacionando al turista-visitante con el entorno en el cual se emplaza dicho equipamiento. Su funci?n no es pedag?gica sino de entretenimiento y acercamiento al equipamiento, de modo que si bien no tiene que aleccionar, no es menos cierto que en su actividad realiza una tarea de difusi?n del conocimiento. Su p?blico es activo, libre y busca conocer sin la necesidad de estar siguiendo unos objetivos educativos. Esta forma de entender al gu?a de museo provoca una clara separaci?n de la figura de los pedagogos muse?sticos cuya principal actividad radica en casar su discurso con las etapas curriculares de los alumnos que acuden a realizar una visita al equipamiento en cuesti?n. Su p?blico es cautivo y su visita a menudo impuesta por los centros educativos, y se basa en complementar de forma pragm?tica aquellos conocimientos hist?ricos, patrimoniales y/o culturales que el profesor ha desarrollado en el aula. Su visita por tanto, hay que entenderla como una extensi?n de la clase fuera del aula y no como un entretenimiento o un ocio (aunque podr?a acercarse did?cticamente a una vivencia l?dica), caracter?sticas claves dentro del proceso de una visita guiada . 237 Vid. P?g. Web Estad?sticas de turismo en Barcelona 2011.: www.barcelonaturisme.com (p?gina consultada durante el mes de abril de 2012). An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [486] Tal y como proponen Beck y Cable (1998) complementado las teor?as de Tilden, la capacidad de interpretaci?n en general, y que nosotros por extensi?n aplicamos al gu?a de museo, ha de conseguir despertar el inter?s del turista y a revelarle significados. El prop?sito de su mensaje es provocar e inspirar al turista para que descubra nuevos significados de una forma entretenida, hilvanando una historia, ver?dica, objetiva y cierta que interrelacione cualquier elemento que pueda ir referido tanto al significante como al significado. Su marco epistemol?gico, sus caracter?sticas as? como sus capacidades cognitivas se han podido ver reflejadas en el cap?tulo 2.7, llegando por tanto, a la conclusi?n de que a la figura del gu?a de museo dentro del ?mbito de la gu?a de turismo se la puede dotar de elementos propios devenidos, a?adidos y/o distintos a los propios del gu?a de turismo; permiti?ndonos con ello abordar el objetivo espec?fico cinco: ?Establecer los criterios con los que un gu?a de museo tendr?a que trabajar para realizar con satisfacci?n las visitas en entornos muse?sticos? y que en base a dicho an?lisis documental queda verificado. En nuestra investigaci?n, despu?s de los interrogantes sobre lo que acaece con la figura del gu?a de museo y su actividad de visitas guiadas tur?sticas en los museos, adem?s de intentar conocer qu? interrelaci?n existe gracias a su actividad con dichos equipamientos, previa a la revisi?n de la literatura planteamos tres hip?tesis basadas en el supuesto de que hay una actividad que desarrollan los gu?as de museo en dichos espacios culturales. Las tres hip?tesis se planteaban de la siguiente manera: Primero ?En la medida en que los museos de la ciudad no disponen de personal propio para realizar visitas guiadas tur?sticas y que los gu?as de museo externos no tienen facilidades y/o voluntad para la actualizaci?n de los recursos muse?sticos, los museos desarrollan sistemas de visitas pasivos o utilizan el personal pedag?gico para dichas visitas, esto conduce al no reconocimiento profesional del gu?a de museo.? Segundo. ?Habida cuenta de la desatenci?n que se produce en la gesti?n de los museos de Barcelona ante las necesidades del p?blico ? turistas en sus visitas guiadas y siendo los gu?as de museo uno de los nexos de uni?n entre el visitante y la instituci?n, la relaci?n Maria Abril Sellar?s [487] entre este mediador y el espacio muse?stico deber?a fundamentarse en criterios de interrelaci?n?. Tercero. ?Si la figura del gu?a de museo se desprende de la figura del gu?a de turismo, las capacidades que debe asumir la primera deber?an definirse a trav?s de sus conocimientos, idiomas, din?micas grupales y criterios de servucci?n?. Conscientes de la complejidad de dichas hip?tesis era necesario, en primer lugar, conocer y determinar la figura del gu?a de museo ?analizar el proceso hist?rico de la figura del gu?a de turismo en el marco peninsular espa?ol y concretamente en el ?mbito de la ciudad de Barcelona?. ?ste fue precisamente el primer objetivo espec?fico de nuestra investigaci?n. Seguidamente era necesario ?determinar en qu? medida los profesionales dedicados a la mediaci?n tur?stica en Barcelona ejercen su tarea en el ?mbito muse?stico y si es posible caracterizar esta actividad de manera independiente? lo cual nos condujo a nuestro segundo objetivo espec?fico. A continuaci?n era necesario conocer ?la actitud y criterio de los gestores muse?sticos en el ?mbito de la ciudad de Barcelona respecto a las actividades y funciones de los gu?as de museo?, lo cual nos condujo a nuestro tercer objetivo. Seguidamente quer?amos ?averiguar si en el contexto de las visitas efectuadas en los museos de la ciudad de Barcelona se establecen diferencias clara y significativas entre aquellas que tienen un car?cter educativo y las que presentan un car?cter exclusivamente tur?stico y examinar c?mo se gestionan las visitas guiadas en el marco de los equipamientos muse?sticos? configur?ndose de este modo el cuarto objetivo espec?fico. Finalmente, de existir la relaci?n entre gu?a de museo y museo, se hac?a necesario ?establecer los criterios con los que los gu?as de museo tendr?an que trabajar para realizar con satisfacci?n as visitas en entornos muse?sticos?, de este modo surg?a el quinto objetivo espec?fico en nuestra investigaci?n que necesitaba ser desarrollado. Todos estos objetivos forman parte de un objetivo general sin el cual no ser?a posible validar ninguna de las tres hip?tesis que se plantean en nuestra investigaci?n. Este objetivo general se formul? de la siguiente manera ?La investigaci?n pretende conocer la figura de un gestor tur?stico como es el gu?a de museo en su actividad de mediaci?n, An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [488] la visita guiada tur?stica, en un equipamiento patrimonial como es el museo en el contexto de la ciudad de Barcelona?. Toda la investigaci?n ha estado dirigida al cumplimiento de los objetivos, tanto el general como los espec?ficos, y en esta fase en la que nos encontramos es el momento de proceder a la verificaci?n de los mismos. Por lo que respecta al objetivo espec?fico primero que consist?a en analizar el proceso hist?rico de la figura del gu?a de turismo, examinar y comparar la normativa legal existente as? como su evoluci?n, conocer el tratamiento dado en el territorio espa?ol y acercarnos al que se da en los pa?ses europeos receptores tur?sticos, y finalmente ver el tratamiento que a nivel de estudios universitarios se da en esta profesi?n, le hemos dedicado la primera fase de la investigaci?n que se concreta espec?ficamente en el cap?tulo del Marco Te?rico (Cap?tulo II) y que respond?a a la primera fase de la investigaci?n. En esta parte ha sido necesario profundizar en dos direcciones: El primer camino a trav?s de la literatura cient?fica, libros, gu?as, art?culos publicados y la fusi?n y encaje en las distintas etapas por las que ha pasado la imagen y profesi?n del gu?a de museo nos han ayudado a dar cuerpo a la evoluci?n hist?rica de dicha figura y a entender en la medida de lo posible por qu? ha sido tan denostada a lo largo de los a?os y la lacra que ello ha significado en el car?cter profesional de la misma. Hemos podido comprobar que a lo largo de la historia del gu?a de turismo, con una data de m?s de 150 a?os de construcci?n de su imagen, si bien ha mejorado, no ha sido siempre ni clara ni acertada. Una profesi?n que naci? en el destino tur?stico como una necesidad de dar respuesta y hacer llegar al visitante los mejores recursos que dicho destino pose?a. Un arranque, como se ha demostrado a lo largo del estudio, poco afortunado, como dec?a Baedeker (1898) nefasto y criticado por las gu?as tur?sticas mejor consideradas a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Los cambios llegaron cuando por razones de desarrollo y eventos internacionales empiezan a surgir Reglamentos y ?rdenes que intentan tipificar una actividad tur?stica: el servicio de visitas guiadas. Al principio dichas normas regulaban elementos casi anecd?ticos, como que indumentaria ten?a que llevar o, en qu? lugar ten?a que esperar Maria Abril Sellar?s [489] el gu?a (Montaner, 1999). Pero con el paso de los a?os los reglamentos vieron el car?cter profesional y la necesidad de regular facetas y caracter?sticas importantes, aunque, en algunas ocasiones, los elementos superfluos o anecd?ticos segu?an apareciendo. El segundo camino en la normativa existente, buscando los or?genes de la misma, en el caso espa?ol con los Decretos, Reglamentos y ?rdenes que se han dado profusamente desde principios del siglo XX. La normativa anterior a la guerra civil espa?ola marc? el ?mbito de actuaci?n del gu?a de turismo as? como la posibilidad de trabajar en los espacios declarados patrimonio por alguna ley reguladora o en los equipamientos muse?sticos. Es evidente que la guerra civil puso freno a la evoluci?n de esta profesi?n, como puso freno a otras tantas evoluciones. Y no volvi? a retomarse la necesidad de regular la actividad hasta los a?os 60 del siglo XX, en pleno apogeo de lo que se llam? el turismo de masas. Hemos podido comprobar que las normativas eran casu?sticas, el control llegaba a regular los m?nimos detalles (Orden de 1964, 1964) y no s?lo regulaban los detalles sino que distingu?an entre diferentes tipos de gu?as que ven?an determinados por sus ?mbitos de actuaci?n y por sus conocimientos. El nacimiento de las escuelas de turismo apoy? el hecho de que se entendiese que el sector tur?stico ten?a gente profesional que adquir?a sus conocimientos a trav?s de unos estudios. Al gu?a se le exig?a, adem?s, pasar un examen que le habilitaba administrativamente para ejercer su profesi?n, hecho que consolida el car?cter profesional que tanto se hab?a discutido en ?pocas anteriores. El an?lisis normativo pretend?a no s?lo entender la regulaci?n de la figura profesional del gu?a de turismo, sino si adem?s aparec?a en la misma una tipificaci?n de distintas figuras de gu?as, entre ellas la que es objeto de nuestra investigaci?n, la de gu?a de museo. El amplio an?lisis realizado creemos que satisface las necesidades de la parte del objetivo que pretend?a conocer la regulaci?n de dicha figura profesional. De dicho an?lisis y comparaci?n hemos podido observar c?mo ha habido dos antes y dos despu?s: An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [490]  El primer antes y un despu?s se da a partir de la entrada de la democracia y con la Constituci?n de 1978 donde se transfirieron las competencias en materia tur?stica a las CCAA, con un tratamiento similar, pero con las peculiaridades propias que corresponden a cada una de las regiones que han desarrollado dichas competencias.  El segundo antes y despu?s con la transposici?n de la Directiva Bolkestein donde, si bien algunas CCAA han adaptado sus normativas a lo que se?ala dicha Directiva, no es menos cierto que los responsables tur?sticos de algunas CCAA no han legislado sobre dicha materia, lo que ha creado un vac?o legal importante. Las propias normas nos han ayudado a evidenciar que los gu?as de turismo pueden trabajar en los museos, y nuestro estudio nos ha permitido comprobar que aun hoy, en la segunda d?cada del siglo XXI, dicho ?mbito de actuaci?n se mantiene. La investigaci?n tambi?n ha puesto de manifiesto que hablar de gu?a de museo se hace en contadas ocasiones y siempre dentro del marco del gu?a de turismo, entendiendo, por tanto, que la funci?n del gu?a de museo es un activo m?s que puede ejercer el gu?a de turismo pero que no tiene entidad propia. Tambi?n se ha podido constatar c?mo la transferencia de las competencias en materia tur?stica a las CCAA ha creado una casu?stica normativa importante que ha construido alrededor de cada una de las regiones un cl?ster- propio donde no hab?a cabida para otros gu?as que aquellos reconocidos y examinados por los gestores tur?sticos de dichos gobiernos auton?micos, y si a ello se suma la Directiva Bolkestein, la confusi?n de dicha transposici?n ha dejado al descubierto todas las deficiencias de una profesi?n que no ha sido valorada durante d?cadas. A la casu?stica hay que a?adirle la confusi?n, y tal y como nos manifestaban responsables de los distintos APIT de Espa?a, la profesi?n se ha convertido en una especie de coladero donde todo cabe porque la malla del mismo es demasiado gruesa y sus agujeros demasiado grandes. En conclusi?n, durante m?s de un siglo la profesi?n del gu?a de turismo de un modo u otro se ha visto regulada y mencionada en la literatura cient?fica y s?lo en casos muy Maria Abril Sellar?s [491] determinados (Picazo, 2011; Gal?, 1999; y Montaner 1999) se ha mencionado la figura del gu?a de museo, pero siempre dentro del ?mbito de la figura del gu?a de turismo. Desde nuestra investigaci?n hemos tratado de darle un marco epistemol?gico dado que el turismo cultural tiene cada vez m?s presencia en las actividades tur?sticas y porque la especializaci?n puede ser una v?a para resolver esos vac?os legales que las normativas han dejado. Simult?neamente se hizo una aproximaci?n a ciertos pa?ses europeos receptores de turismo para intentar entender c?mo comprend?an y regulaban la figura del gu?a de museo y haciendo hincapi? en Suiza ya que los responsables del sector tur?stico de este pa?s hab?an creado un c?digo ?tico que nos ha permitido en el apartado de conocimientos tanto del gu?a de turismo como su subfigura el gu?a de museo, dar un marco referente sobre su profesi?n a trav?s de una an?lisis deductivo y aplicativo. De todos modos, en nuestra aproximaci?n a los pa?ses de la UE que m?s llegadas tur?sticas internacionales reciben, hemos podido comprobar que en ninguno de los casos hay un tratamiento espec?fico para los gu?as de turismo, por trabajar en espacios muse?sticos los llamamos gu?as de museo como parte de su actividad. Contempor?neamente hemos podido comprobar como la Directiva Bolkestein ha afectado a los pa?ses que ya la han transpuesto, dejando un vac?o legal en pa?ses miembros como Espa?a e Inglaterra, una afectaci?n dudosa para el caso franc?s y una paradoja en el caso italiano, conllevando con ello un descontento general en el sector profesional de los gu?as de turismo. Adem?s, hemos verificado c?mo con la transposici?n de la Directiva Bolkestein, la normativa de adaptaci?n no prev? si para que el gu?a pueda ejercer en espacios cerrados bastar? con tener una acreditaci?n de la UE, lo que lleva a una falta de control de calidad en los conocimientos que forman parte inherente de los tres pilares del gu?a y de las deficiencias legales y fiscales. Paralelamente se vio necesario hacer un estudio para entender c?mo ven los centros adscritos a las cniversidades que imparten el grado en turismo en la provincia de Barcelona a la figura del gu?a, y si tienen en cuenta las diferentes acepciones que de ella se derivan. El resultado fue concluyente, ya que s?lo un 12% de las asignaturas que An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [492] durante el a?o 2011 impartieron dichos centros ten?an una relaci?n directa con la profesi?n del gu?a de turismo, y, que de las cuatro cientas cincueta y ocho asignaturas impartidas el 54,96% de las mismas incid?an directamente en la profesi?n del gu?a de turismo, teniendo en cuenta que en este valor se incluyen los idiomas que gen?ricamente trabajan m?s estructuras y vocabulario de gesti?n y administraci?n en el sector tur?stico que en el vocabulario human?stico. Si es insuficiente la manera de presentar una v?a curricular para dar el perfil profesional del gu?a de turismo, a?n lo es m?s cuando intentamos ver si algunas de las asignaturas que afectan directamente a esta profesi?n, piensan en la especializaci?n y concretamente en la muse?stica. El resultado obtenido es que no hay ni una sola asignatura que se dedique al mundo de los gu?as en los museos. Se trata, por tanto, de un vac?o cognitivo para formar aut?nticos especialistas y conocedores del patrimonio cultural y natural, y que aquellos estudiantes que est?n interesados en la interpretaci?n del patrimonio, en guiar y hacer llegar su pasi?n por un espacio muse?stico concreto, hoy por hoy tienen que buscar los conocimientos en otras carreras o iniciar una fase de autoaprendizaje con todos los inconvenientes que ello pueda conllevar. En conclusi?n, los par?metros que se han utilizado, en cu?nto a la lectura de la literatura cient?fica, los sitios web, as? como los estudios comparativos nos han permitido finalmente tomar conciencia de cu?l ha sido el proceso hist?rico de la figura del gu?a de turismo en el ?mbito general y el espec?fico del gu?a vinculado al museo, su evoluci?n y su situaci?n actual. Hemos procurado buscar en todo momento los referentes que nos han ayudado a forjar el posible perfil del gu?a de museo, intentando delimitar sus capacidades y aptitudes y justificar si estas han evolucionado y aumentado a lo largo de estos ciento cincuenta a?os. Adem?s se ha podido comprobar c?mo ha ido cambiando el panorama normativo hasta el punto en que actualmente en algunas CCAA hay vac?os legales, en otras transponen la Directiva, pero no ha habido ninguna acci?n posterior, y en otras basta con ser miembro de la UE para convalidar la acreditaci?n obtenida en su pa?s, hecho que nos pone en alerta del Maria Abril Sellar?s [493] nivel de conocimientos sobre la sociedad local y los recursos que se puedan tener. Todo ello nos ha abocado al cumplimiento del primer objetivo espec?fico ?analizar el proceso hist?rico de la figura del gu?a de turismo en el marco peninsular espa?ol y concretamente en el ?mbito de la ciudad de Barcelona?. Una vez analizada la parte hist?rica, la normativa y la comparativa a nivel de dos pa?ses receptores as? como de los centros adscritos a las universidades, entr?bamos en el siguiente apartado de nuestra investigaci?n, una fase de un intenso trabajo de campo y an?lisis posterior que ha quedado reflejado a lo largo de todo el Cap?tulo V referido al an?lisis de los resultados. 238 Podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que esta parte de la investigaci?n resulta totalmente novedosa por no existir precedentes anteriores que uniesen el mundo de los gu?as de turismo en el papel de gu?as de museo con las visitas guiadas tur?sticas a los museos, convirti?ndose, por tanto, en una de las mayores aportaciones de nuestra investigaci?n. Retomando el an?lisis, con el dise?o de los cuestionarios a los gu?as de turismo, a los responsables de las gestiones muse?sticas, as? como las entrevistas a los directores? gerentes de las empresas de gu?as con una dilatada trayectoria profesional en la ciudad de Barcelona, es lo que m?s informaci?n, datos y valores ha aportado a nuestra investigaci?n y que por tanto, m?s nos ha permitido acercarnos al objetivo general y a cuatro de los objetivos espec?ficos, as? como a la validaci?n de las hip?tesis planteadas. Los resultados obtenidos han sido concluyentes para entender la relaci?n entre el gu?a de turismo cuando realiza una visita a un museo en el rol de gu?a de museo y el museo, y por tanto para entender la visita guiada tur?stica en dicho equipamiento. 238 Somos conscientes que el trabajo de campo se efectu? en el a?o 2012 en referencia al a?o 2011 y que ello podr?a suponer un desafse de los datos en dos a?os, puesto que para el a?o 2014 se tendr?an que trabajar los datos de 2013. Comprobados algunos datos, en n?mero de visitantes desde la revista ICUB e investigando los datos aportados por las propias p?ginas web de los museos al per?odo actual 2014, hemos podido comprobar que la variaci?n en el volumen de visitantes, en una parte de la gesti?n de las visitas guiadas, en el concepto de visita guiada tur?stica versus visita guiada-pedag?gica, as? como en la gesti?n pr?ctica, no ha variado sustancialmente,lo que nos permite mantener la investigaci?n con los datos trabajados durante nuestra investigaci?n. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [494] Respecto al segundo objetivo espec?fico que iba dirigido a ?determinar en qu? medida los profesionales dedicados a la mediaci?n tur?stica en Barcelona ejercen su tarea en el ?mbito muse?stico y si es posible caracterizar esta actividad de manera independiente? podemos afirmar que tanto desde el ?mbito muse?stico como del tur?stico se tiene en cuenta dicha actividad de servicio, si bien se entiende de forma muy distinta. Hemos podido aseverar que si bien los datos obtenidos por parte de los gestores muse?sticos y de los gu?as de turismo podr?an parecer opuestos, en realidad, est?n bastante m?s cercanos a ser complementarios que no adversativos. Los gestores muse?sticos se?alan que las visitas guiadas pedag?gicas est?n levemente por encima, seis puntos, de las visitas guiadas tur?sticas (v?ase apartado 5.2.1), para los gu?as de turismo las visitas a museos se encuentran a s?lo dos puntos de la actividad que los gu?as realizan con m?s frecuencia que es la de las rutas a pie (v?ase apartado 5.3). As? mismo hemos verificado que la diversidad de visitas que realiza el gu?a de Barcelona hacen que su especializaci?n en una visita concreta no sea posible, ya que de los siete ?tems que determinan su actividad todos muestran un claro equilibrio, salvo el ?tem de las rutas muy monotem?ticas que implican un 9% de sus visitas guiadas, los seis ?tems restantes oscilan entre el 13 y el 17% cada uno (v?ase apartado 5.3 que hace referencia al an?lisis de los resultados del cuestionario de los gu?as) de ah? que se hable de un claro equilibrio en la diversidad de las actividades. Por tanto este an?lisis nos indica que se integran dentro del marco global de sus actividades, pero que no existe especializaci?n de las mismas y ello queda corroborado por los resultados obtenidos en las entrevistas mantenidas, donde se se?alaban las carencias de los gu?as frente los conocimientos de los mandatos y objetivos de los equipamientos, y la necesidad de un reciclaje que se dirigiese directamente a dicho conocimiento. Por otro lado no es posible caracterizar en la pr?ctica la actividad del gu?a de museo como actividad propia e independiente. Para llegar a esta conclusi?n hemos seguido dos t?cnicas:  La primera fue la t?cnica de un cuestionario que se dirigi? a una muestra representativa de los profesionales que trabajan en la ciudad de Barcelona. Con Maria Abril Sellar?s [495] este cuestionario se pretend?an b?sicamente dos cosas: por un lado, saber si los gu?as de turismo hac?an visitas guiadas tur?sticas en los museos de la ciudad, y por otro, en qu? museos mayormente se produc?an las mismas.  La segunda fue la t?cnica de la entrevista semi-estructurada a dos directores gerentes de empresas dedicadas principalmente a las actividades de las visitas guiadas en la ciudad de Barcelona, escogiendo las dos que m?s solera profesional tienen en esta ciudad. Estas entrevistas nos ten?an que permitir, indagar y analizar b?sicamente cuestiones subjetivas. El resultado nos ha conducido a un diagrama de magnitudes que nos ha permitido dilucidar, en la medida de lo posible, la actividad del gu?a de museo como propia o bien dentro de la m?s gen?rica del gu?a de turismo. Respecto al cuestionario realizado a los gu?as se confirmaba la evoluci?n de las visitas que se hab?an producido en la Ciudad de Barcelona a lo largo del siglo XXI contemplando una amplia oferta de visitas guiadas tur?sticas (v?ase apartado 2.6.2 y apartado 5.3), lo cual indicaba, en cierto modo, el camino a seguir para la especializaci?n, donde los espacios muse?sticos formaban parte de esa oferta, ya fuese de manera independiente o de manera dependiente con otro servicio de visita guiada tur?stica (v?ase apartado 5.5.1). Adem?s, el cuestionario nos ha puesto en evidencia que aunque haya una amplia gama de museos en la ciudad de Barcelona, los gu?as b?sicamente trabajan sobre cuatro grandes equipamientos: la Sagrada Familia, el Museu Picasso, el Museu del Futbol Club Barcelona y la Fundaci? Mir?, reclamos tur?sticos y piedra angular del producto muse?stico cultural de la ciudad a nivel internacional, mientras que quedan muy lejos de sus ofertas museos como, el MNAC, la Fundaci? T?pies o el propio Museu de Hist?ria de la Ciutat (v?ase apartado 5.3). Respecto a las entrevistas, y tal y como se comentaba en el apartado de las reflexiones finales de las mismas (v?ase apartado 5.4.1), hemos podido comprobar que la actividad del gu?a de museo como propia e independiente no existe, que no se entiende la existencia de que haya una figura que se dedique exclusivamente a los espacios muse?sticos, ya que por cuestiones laborales no ser?a viable la supervivencia a An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [496] nivel laboral de ?stos profesionales. En definitiva, si bien el turismo cultural va en aumento hay a?n un largo camino por recorrer, ya que los espacios muse?sticos forman parte de una oferta global y, muy probablemente, no haya una imagen consolidada de Barcelona ? museos como puede ser Berl?n o Par?s. Esta sospecha podr?a utilizarse para un nuevo estudio de investigaci?n en la gesti?n de las ciudades y su relaci?n con los museos y c?mo ?stos trabajan las visitas guiadas en diferentes capitales europeas Quisi?ramos a?adir como idea final que, ni por los datos obtenidos en las entrevistas a los responsables de las empresas de gu?as, ni por los obtenidos en el cuestionario de los gu?as, donde hay un equilibrio de los distintos ?tems de las tipolog?as de visitas que realizan los gu?as (v?ase apartado 5.3), no ser?a posible a esta clasificaci?n de los tipos de visita el correcto desarrollo profesional y laboral del gu?a, incluyendo con ello las visitas a los museos. Es adem?s en este punto donde el an?lisis de los resultados del instrumento cuantitativo del cuestionario a los museos, muestra de manera clara, c?mo sus responsables, dif?cilmente llegan a distinguir entre dos tipos de personal, ya que unen todas las posibilidades de visitas guiadas dentro del departamento pedag?gico y s?lo utilizan los gu?as profesionales en un 15% del total de las mismas (v?ase apartado 5.2.3). Esto nos ha conducido al hecho de que hemos podido crear el marco epistemol?gico derivado del de gu?a de turismo (v?ase apartado 2.7) y por tanto verificar parcialmente el objetivo segundo espec?fico en la parte en que se?ala el hecho de ?poder determinar en qu? medida los profesionales dedicados a la mediaci?n tur?stica en Barcelona, ejercen su tarea en el ?mbito muse?stico [?]?queda sin posibilidad de verificaci?n la segunda parte de este objetivo ?[?] y si es posible caracterizar esta actividad de manera independiente? ya que ni los empresarios, ni los gestores muse?sticos entienden la necesidad, al menos por el momento, de su existencia (v?ase apartado 5.5.2). En definitiva ante la hip?tesis tercera ?si la figura del gu?a de museo se desprende de la figura del gu?a de turismo, las capacidades que debe asumir la primera deber?an definirse a trav?s de sus conocimientos, idiomas, din?micas grupales y criterios de Maria Abril Sellar?s [497] servucci?n? la hemos podido verificar como cierta en su totalidad dentro del marco te?rico y especialmente el an?lisis documental, lo que nos ha permitido elaborar un marco epistemol?gico para la figura del gu?a de museo, construyendo, finalmente, una definici?n para esta figura profesional as? como sus capacidades tanto cognitivas y pr?cticas, c?mo sus actitudes frente a los ?rganos gestores y al p?blico al que ofrece los servicios tur?sticos de guiaje. Respecto al tercer objetivo espec?fico ?conocer cu?l es la actitud y criterio de los gestores muse?sticos en el ?mbito de la ciudad de Barcelona respecto a las actividades y funciones de los gu?as de museo? hemos extra?do los siguientes resultados:  Un 75% de los gestores muse?sticos suelen establecer pocas o ninguna diferencia entre las tipolog?as de visitas guiadas que ofrecen sus equipamientos (v?ase apartado 5.2.1)  Un 85% de dichos gestores entienden que el equipo pedag?gico (en caso de poseerlo) es suficiente para ofrecer las visitas no pedag?gicas y que entienden que en este equipo cabe un amplio espectro de personas para realizar las visitas (no hablamos de creaci?n sino de realizaci?n) como estudiantes, voluntarios, graduados, entre otros. (v?ase apartado 5.2.1 y apartado 5.2.3)  El mismo 85% se?alan que en caso de no poseer equipo pedag?gico propio los sistemas instrumentales de una visita guiada pasiva, a trav?s de mecanismos no humanos, es suficiente para que el cliente entienda el mandato y los objetivos que persigue dicha instituci?n. A?aden tambi?n que los propietarios del museo, los profesionales del sector y los conservadores tambi?n pueden, si ello es necesario, realizar dichas actividades (v?ase apartado 5.2.3).  El 15% de los gestores, es decir, dos de ellos, entienden que los profesionales tur?sticos que trabajan en visitas guiadas en sus equipamientos son gu?as de turismo. Estos dos gestores se?alaron que estaban adoptando un sistema h?brido, donde pedagogos, graduados y gu?as de turismo cumpl?an con todos los requerimientos que su p?blico les demandaba (v?ase apartado 5.2.3). An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [498]  El 30% de los gestores, en caso de no tener en su equipo pedag?gico el educador que hable el idioma que el grupo solicita, permite que un gu?a acompa?ante pueda efectuar la visita. Asimismo, algunos gestores entienden que ese gu?a acompa?ante b?sicamente lo que hace es una traducci?n o una mera introducci?n ya que sus conocimientos son relativamente bajos. Si ya es dif?cil para un gu?a acreditado conocer el mandato y los objetivos, y reciclarse, tal y como hemos podido confirmar a trav?s de esta investigaci?n, cuando no es titulado, pensamos que puede resultar a?n m?s complicada la realizaci?n de dicha actividad. (v?ase apartados 5.2.1 y 5.2.3)  El 21% de los gestores muse?sticos buscan un gu?a de turismo sino pueden dar satisfacci?n con su equipo a los requerimientos del cliente. Como vemos se trata de un porcentaje relativamente bajo, permiti?ndonos concluir que hay una escasa preocupaci?n, en cuanto a visitas guiadas se refiere por parte de los gestores y responsables muse?sticos, para obtener o dar el m?ximo de satisfacci?n al cliente (v?ase apartados 5.2.3 y 5.2.4). Tambi?n es cierto que ning?n gestor deja el problema al visitante. Todos de un modo u otro dan opciones a aquellos visitantes que quieran una visita guiada tur?stica en sus instalaciones. En conclusi?n, si bien la preocupaci?n de los responsables y gestores de los museos es que sus visitantes no se queden sin visita guiada tur?stica si as? lo solicitan, la realidad es que su gesti?n con sus equipos pedag?gicos o con sistemas pasivos son la esencia de dicha gesti?n, y el 40% del total acepta que los gu?as de turismo trabajen en sus instalaciones cuando el grupo lo lleva consigo, ya que s?lo el 21% de los gestores entiende que buscar un gu?a de turismo para la visita guiada de su equipamiento es funci?n de la propia instituci?n (v?ase apartado 5.2.3). Por otro lado, los museos pueden tener equipo pedag?gico propio o externalizado para realizar las visitas, en el caso de externalizaci?n buscan empresas culturales, asociativas o de otro tipo no tur?sticas en un 71% y s?lo se dirigen a empresas tur?sticas el 29% de los mismos. La raz?n alegada por los museos es la especificidad de su Maria Abril Sellar?s [499] mandato y los objetivos de la instituci?n, entendiendo que su b?squeda no puede ir al sector tur?stico porque carecen de los conocimientos que dicha especificidad exige. De los museos que ni tienen personal propio ni externalizan, que son un 28%, m?s del 50% no utilizan ning?n sistema de mediaci?n humana y les basta o creen que es suficiente el sistema instrumental (v?ase apartado 5.2.2) Con todas estas premisas podemos validar la primera hip?tesis de nuestra investigaci?n, ?En la medida en que los museos de la ciudad no disponen de personal propio para realizar las visitas guiadas tur?sticas y que los gu?as de turismo externo no tienen facilidades y/o voluntad para la actualizaci?n de los contenidos muse?sticos, los museos desarrollan sistemas de visitas pasivos o utilizan el personal pedag?gico para dichas visitas, lo cual conduce al no reconocimiento profesional del gu?a de museo?. Por tanto, tenemos una desafecci?n desde la gesti?n muse?stica hac?a la profesi?n del gu?a de turismo en su faceta de gu?a de museo. El 91% de los gestores que ofrecen las visitas guiadas tur?sticas se apoyan en equipos pedag?gicos y no en equipos tur?sticos y s?lo el 9% mantienen un sistema h?brido (v?ase apartado 5.2.2), la cual hemos podido comprobar que ser?a una de las opciones m?s positiva para la gesti?n de las visitas guiadas, ya que el grupo de trabajo, formado desde los sectores culturales y tur?sticos ,ser?a capaz de adaptarse a las necesidades y expectativas de los diferentes p?blicos que acuden a los museos. Para el objetivo espec?fico cuarto ?Averiguar si en el contexto de las visitas efectuadas en los museos de la ciudad de Barcelona se establecen diferencias clara y significativas entre aquellas que tienen un car?cter educativo y las que presentan un car?cter exclusivamente tur?stico. Adem?s de examinar c?mo se gestionan las visitas guiadas en el marco de los equipamientos muse?sticos? hemos podido comprobar que seg?n del museo de que se trate, los gestores tur?sticos distinguen entre visitas guiadas tur?sticas y visitas pedag?gicas, ya que aquellos que tienen una incidencia marcada por el n?mero de turistas, enti?ndase casos como la Bas?lica de la Sagrada Familia, el Museu del Futbol Club Barcelona y el Museu Picasso, muestran claras diferencias a favor de las tur?sticas, y aquellos como el Museu d?Hist?ria de Barcelona, el MNAC o el Museu An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [500] Egipci lo hacen a favor de las pedag?gicas. Si es clara esa diferencia, tambi?n hemos podido corroborar que no es tan claro el uso del personal adecuado para trabajar en ambos tipos de visitas. Despu?s del an?lisis de sus equipos pedag?gicos, que en un 82% son externos al museo, pudimos comprobar como el criterio tur?stico se alejaba de la gesti?n, ya que el 71% de los equipos externos se enmarcaban dentro de los conceptos culturales, asociativos u otros (v?ase apartados 5.2.2 y 5.2.3). Si adem?s tenemos en cuenta que hay museos que tienen equipos propios, el balance se decanta a?n m?s por los equipos eminentemente culturales con un 85% del total, siendo s?lo un 15% el que se corresponde a los museos que utilizan gu?as de turismo. Que dichas empresas tengan un trasfondo cultural y no tur?stico nos permite deducir que utilizan el mismo personal para las visitas guiadas pedag?gicas y las visitas guiadas tur?sticas, aunque el contenido de las mismas no es verificable en nuestro estudio ni en nuestras conclusiones ya que no era el objeto de investigaci?n. Pero lo que s? ayuda a entender es c?mo se comunican esos equipos con el p?blico turista, ya que para ello se requiere un equipo fuerte en idiomas, en din?micas de grupos, y evidentemente en conocimientos, para que pueda responder a una demanda amplia (v?ase apartado 5.2.3). Hemos podido evidenciar que en temas de idiomas los museos tienen carencias importantes (v?ase apartados 5.2.1 y 5.2.3). Dichas carencias no van referidas a las lenguas cooficiales, enti?ndase por ello el catal?n y el castellano, sino a las lenguas extranjeras, donde el 95% de los gestores y responsables de las entidades muse?sticas entend?an te?ricamente la necesidad de que se diesen en la instituci?n, pero no por ello era aplicable incluir m?s lenguas a parte de las oficiales, as? que en realidad un poco m?s del 50% de los responsables aplicaban b?sicamente el idioma ingl?s y el franc?s. El otro 50% que no contempla los idiomas solo lo ofrec?an bajo reserva y ayudando a buscar a un profesional, un gu?a de turismo que pudiese cubrir esa necesidad, entre este grupo de gestores, el 61%, piensan que tiene que ser un gu?a de turismo. A su vez un 30% los gestores entienden que el gu?a es un acompa?ante en la visita y que por carencia de personas de dentro del equipo que habl?sen lenguas Maria Abril Sellar?s [501] extranjeras, es que permit?an que aquellas fuesen cubiertas por un gu?a de turismo externo al museo, fuese este o no un profesional. Y no nos estamos refiriendo a un p?blico individual, ya que los gestores mencionaban los soportes instrumentales para que ?stos conociesen el museo, sino que estamos hablando de los grupos que, como tales, son recibidos por los museos y se mueven por ?l a trav?s de una visita guiada. Por lo que sigue del an?lisis realizado hemos podido comprobar el desapego de una parte de los gestores muse?sticos respecto a la profesi?n del gu?a de turismo cuando realiza actividades como gu?a de museo. Verificamos que m?s del 30% permit?an el acceso a personal no cualificado y adem?s en el control de la gesti?n el 75% de los responsables reconoc?an que no distingu?an aquellas visitas guiadas tur?sticas realizadas por su personal de las realizadas por gu?as de turismo, lo cual redunda en que la gesti?n de las visitas guiadas tur?sticas puede adolecer de la calidad que supuestamente se le ofrece al turista, puesto que se puede controlar al equipo propio ya que depende del museo, pero no a los profesionales freelance. Para fortalecer el hecho de que la gesti?n era la m?s adecuada se quiso saber si utilizaban los cuestionarios de satisfacci?n y s?lo un 42% de los responsables respondieron afirmativamente con un matiz importante, ya que el 60% del 42% se?alaban que las encuestas s?lo se distribu?an para las visitas pedag?gicas y no para las tur?sticas (v?ase apartados 5.2.3 y 5.2.4). Queda definido y corroborado el hecho de que mientras los museos intentan llevar un control adecuado de las visitas pedag?gicas, las tur?sticas parecen quedar muy lejos de los niveles de calidad que el turismo pide actualmente. Si los turistas en un 75%, seg?n datos de los propios responsables muse?sticos, solicitan el servicio de visitas guiadas y los museos que ofrecen dichas visitas son el 87%, parece que dicha petici?n quede perfectamente asumida por la gesti?n, pero hemos podido comprobar que no es as?, ya que el 40% de los museos se?alan que s?lo prev?n dos visitas por semana y s?lo el 15% prev?n seis o m?s por semana y b?sicamente en idioma ingl?s o franc?s. Ello nos permite afirmar que el museo no puede absorber la demanda de los clientes y que el desencuentro entre los gu?as de turismo en su rol de gu?as de museo y los An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [502] equipamientos muse?sticos es necesario replantearlo porque el gu?a, muy probablemente, puede cubrir las necesidades que por costes no puede permitirse el museo (v?ase apartados 5.2.3 y 5.2.4). Prosiguiendo con este an?lisis, el 30% de los gestores afirmaban que los gu?as de turismo tienen suficientes conocimientos del mandato y de los objetivos de los museos, y un 84% entienden que una de las funciones del museo podr?a ser preparar a los gu?as de turismo dando un abanico importante de acciones formativas, pero remarcan que s?lo el 31% de los gu?as de turismo se reciclan, dato que, aunque con una oscilaci?n importante de diecinueve puntos, tambi?n nos confirman los directores gerentes de las dos empresas de gu?as con m?s solera en la ciudad de Barcelona (v?ase apartado 5.2.4). ?stos se?alaban que ellos preparan cursos de reciclaje, pero que su ?xito alcanza como mucho al 50% de los gu?as que trabajan con dichas empresas, de modo que podemos afirmar que a?n y teniendo las herramientas para acercarse a la especializaci?n, si la cualificaci?n depende del gu?a, entonces falta un largo camino que recorrer hacia la profesionalizaci?n de la ocupaci?n del gu?a en el contexto muse?stico. Como cierre final hay que se?alar que los gestores y responsables de los espacios muse?sticos ven clara la diferencia entre visitas pedag?gicas y visitas tur?sticas, pero ya sea por costes o por practicidad o por considerar que tienen un buen equipo educativo, que puede satisfacer todas las necesidades, este, el equipo pedag?gico, termina realizando tanto las visitas guiadas escolares/pedag?gicas como las guiadas tur?sticas. Estos equipos, en el caso de ser externalizados, mayoritariamente provienen de sectores culturales y no tur?sticos, donde uno de los problemas importantes radica en los idiomas y en el volumen de visitas que se realizan por semana que no llegan al m?nimo correcto para satisfacer la demanda tur?stica. Aun teniendo la posibilidad de relaci?n e interacci?n museo ? gu?a de turismo, esta se desvanece por desidia de los propios gu?as o por incomprensi?n de la profesionalidad por parte de los responsables muse?sticos. De un modo u otro, la disociaci?n y desajuste se produce y aunque el 68% de los gestores muse?sticos entienden que ser?a conveniente dicha relaci?n, los datos nos demuestran que s?lo el 15% la entiende como real. Esto nos lleva a la Maria Abril Sellar?s [503] confirmaci?n de la hip?tesis segunda que se formulaba en nuestra investigaci?n: ?Habida cuenta de la desatenci?n que se produce en la gesti?n de los museos de Barcelona antes las necesidades del p?blico ? turista en sus visitas guiadas y siendo los gu?as de museo uno de los nexos de uni?n entre el visitante y la instituci?n, la relaci?n entre este mediador y el espacio muse?stico deber?a fundamentarse en criterios de interrelaci?n?. Dicha confirmaci?n surge del hecho de que el 68% de los gestores muse?sticos entienden que deber?a existir ese criterio de interrelaci?n. Sin embargo, esta confirmaci?n no est? exenta de una reflexi?n cr?tica, ya que la realidad muestra que s?lo el 15% de ellos act?an en base a dicha interrelaci?n, por lo tanto, esto refuerza nuestro planteamiento hipot?tico inicial. Es necesario un cambio, tanto desde el prisma del museo como del gu?a de turismo ejerciendo de gu?a de museo, y s?lo de este modo se podr?n crear programas capaces de satisfacer las demandas del turismo cultural cada vez m?s creciente, y que demanda una especializaci?n del guia para una mejor calidad de las visitas. Creemos que el objetivo general de esta investigaci?n que era conocer ?La figura de un gestor tur?stico como es el gu?a de turismo en su faceta como gu?a de museo, realizando su actividad de mediaci?n, la visita guiada tur?stica, en un equipamiento patrimonial como es el museo en el contexto de la ciudad de Barcelona? se ha abordado plenamente, a pesar de las dificultades tanto a nivel epistemol?gico como en obtenci?n de datos derivados del trabajo de campo. No obstante, hemos podido crear este marco, llegando a una definici?n de gu?a de museo como se ha enunciado en l?neas precedentes. Con los an?lisis de los datos tanto cuantitativos como cualitativos hemos sido capaces de revelar cu?l es la realidad social y profesional de la figura del gu?a de turismo en el rol de gu?a de museo, o ya definitivamente ser capaces de habla de gu?a de museo sin que dependa de otra figura como es la gu?a de turismo. Hemos podido desgranar c?mo es aceptada o no dicha figura, tanto desde el ?mbito del sector cultural como del sector tur?stico y, finalmente, toda la investigaci?n ha quedado plenamente situada, en el marco de la ciudad de Barcelona, en los equipamientos muse?sticos, en el sector empresarial de los gu?as y evidentemente en los gu?as de turismo. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [504] 6.1.2 Ep?logo y l?neas de futuro El presente estudio se mostraba ya desde sus inicios complejo tanto a nivel conceptual como de trabajo de campo. Las diferentes t?cnicas de investigaci?n utilizadas, los diversos instrumentos de desarrollo, la poca literatura cient?fica al respecto y la escasa documentaci?n de fuentes primarias han conllevado un alto grado de dificultad a la hora de abordar las diversas fases del presente estudio. A lo largo de la investigaci?n se ha podido tomar consciencia de las limitaciones y carencias existentes y, en los casos en que hemos podido superarlas, nos han permitido llegar a nuevas propuestas e ideas para poder avanzar en nuestra indagaci?n y as? llegar al cumplimiento de los objetivos y a la corroboraci?n o refutaci?n de las hip?tesis iniciales. En este momento de la investigaci?n es importante recordar y explicitar las limitaciones y las proyecciones de futuro que han ido surgiendo en cada parte de la misma. En la primera fase de revisi?n bibliogr?fica la falta de un estudio sistem?tico sobre este sector profesional: el gu?a de turismo en su faceta de gu?a de museo, ha obligado a intentar inferir y deducir desde otros textos cient?ficos los criterios y premisas que pudiesen ayudar a establecer, aunque fuese por v?a indirecta, el marco epistemol?gico de la figura objeto de nuestra investigaci?n. El hecho de tener que acudir a las normativas existentes, as? como tener que comparar a nivel de estudios en el grado de turismo, y cu?l era la situaci?n actual de la figura del gu?a de turismo como gu?a de museo han aumentado de manera exponencial la dificultad de dicha investigaci?n, pues ha requerido un esfuerzo importante por no existir casi ning?n estudio emp?rico y de los pocos existentes se encontraban, en cierto modo, caducos por las nuevas normas que surgen de la UE y que afectan a todos sus Estados miembros cuando las ratifican. En la aproximaci?n de la situaci?n en Espa?a y de algunos pa?ses europeos receptores de turismo se nos abrieron nuevos campos de estudio, lo cual nos llev? a pensar en m?s de una ocasi?n en la probabilidad de abrir un estudio anal?tico futuro sobre la Maria Abril Sellar?s [505] situaci?n a nivel normativo dada la transposici?n de la Directiva Bolkestein en la totalidad de pa?ses que integran la UE. Sucedi? lo mismo al realizar un an?lisis de los centros de turismo adscritos a las universidades correspondientes en la provincia de Barcelona. Pensamos que un an?lisis completo de todos los centros universitarios y facultades que impartan el grado de turismo en Espa?a permitir?a entender c?mo contemplan en sus programas curriculares la profesi?n del gu?a de turismo y las distintas facetas que esta figura tiene, quedando definitivamente dise?ado un macro espacio de esta profesi?n a nivel estatal. En la segunda fase, el trabajo de campo que versaba sobre los cuestionarios y las entrevistas realizados, pudimos comprobar como las dificultades se hac?an palpables, as?, la poca participaci?n de los gu?as de turismo oblig? a insistir hasta obtener la muestra deseada, siendo ?ste un sector muy fluctuante y dif?cil de observar, sigue en la pol?tica de crear e incentivar productos culturales gracias al aumento de llegadas tur?sticas que provocan nuevas demandas de servicios. Muy probablemente, esos productos que hemos visto a trav?s de la evoluci?n se refuercen o tomen nuevas v?as gracias a las nuevas tecnolog?as, de modo que un estudio sobre la evoluci?n de las visitas guiadas tur?sticas en la ciudad de Barcelona, con los museos como tel?n de fondo y el uso de las nuevas tecnolog?as, nos dar?a una nueva visi?n sobre la relaci?n cultura, patrimonio, turismo y TIC. Respecto a los museos si bien ha habido en la actualidad alg?n cambio como la apertura, fusi?n, e incluso cierre, los valores no distar?an mucho de los que en esta investigaci?n hemos utilizado, pero ello no obsta para que, usando otros ?tems, se pueda realizar un estudio sobre visitas guiadas escolares/pedag?gicas y tur?sticas y ver qu? incidencia tienen sobre los visitantes. Recordemos que el visitante s?lo ha sido tratado de manera tangencial en este estudio, pues en ning?n momento se plante? la visi?n que este tiene sobre dichas visitas. De modo que un estudio de los cuestionarios de satisfacci?n dirigido a los visitantes permitir?a obtener una visi?n diferente y complementaria al estudio aqu? llevado a t?rmino. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [506] Distintas son las tem?ticas de las entrevistas que, al ofrecer un an?lisis m?s cualitativo que cuantitativo y con un proceso evolutivo tur?stico de la ciudad a nivel de servicios y productos, as? como de reconocimiento de la figura profesional del gu?a por parte de los organismos pol?ticos, la posibilidad de obtener respuestas distintas y subjetivas llevar?a a nuevas interpretaciones que aseverasen o refutasen las que en el presente estudio se han mantenido. En definitiva, al ser el sector tur?stico tan cambiante, hemos sido conscientes de que los datos aqu? obtenidos son datos que pueden variar en comparativas posteriores permitiendo nuevos an?lisis y nuevas de investigaci?n. En cuanto a la validaci?n de las hip?tesis iniciales, la primera y la tercera se han podido verificar de manera concluyente, mientras que respecto a la segunda aunque esta tambi?n ha sido confirmada, los datos derivados de ello demuestran que el conocimiento y deseo de conseguir alcanzar la interrelaci?n entre gu?as tur?sticos de museos y los propios equipamientos a trav?s de la labor y esfuerzo de ambas partes existe, mientras que la realidad demuestra que pocos pueden llevarlo a la pr?ctica. Es evidente, que esta visi?n cr?tica de la situaci?n indica que apenas se ha iniciado una nueva manera de plantear las interrelaciones entre museos y gu?as de turismo en el museo, en cuanto a la actividad de la visita guiada de car?cter tur?stico se refiere. Como ep?logo, creemos que nuestro estudio aporta dos nuevas ideas en el campo del sector tur?stico relacionado con el sector cultural. Por un lado, el hecho de haber podido crear un marco epistemol?gico as? como una definici?n a la figura del gu?a de museo y que hasta el momento no se hab?a producido. Por otro, los datos obtenidos en el trabajo de campo nos indican que a?n queda un largo camino por recorrer en el cual se pueda dar un entendimiento entre ambos sectores sin reservas, donde puedan aportarse mutuamente los elementos que les permitan la mejor gesti?n a ambos niveles: museos y gu?as tur?sticos, y donde el reconocimiento de las profesiones sea el adecuado. Maria Abril Sellar?s [507] REFERENCIAS BIBLIOGR?FICAS An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [508] Maria Abril Sellar?s [509] Referencias Bibliogr?ficas Abril, M. (2014). "Del gu?a de masa al gu?a especializado. Una nueva propuesta de visitas especializadas". Tourism and Hospitality International Journal, 2, 136- 155. Aguado, V. y Noguera, B. (2012). El impacto de la Directiva de servicios en el turismo en las administraciones p?blicas, aspectos generales y sectoriales. Barcelona: Atelier. Ajuntament de Barcelona. (2012). Estad?stica. Recuperado (el 10 de abril de 2014): http://www.bcn.cat/estadistica/castella/ dades/ economia/teoh/evo/t1a.htm Aldridge, D. (1973). Mejora de la Interpretaci?n de los Parques y la Comunicaci?n con el P?blico. En UICN. (Ed.), Segunda Conferencia Mundial sobre Parques Nacionales,. Informe No.25. Yellowstone y Grand Teton, EE.UU: UICN. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [510] Arag?n, F.J.; Arcarons, R.; Aspas J.M.; Aurioles, A.; Blanquer, D.; Blasco, A.; Cordones, M.; et al. (2004). Turismo y Derecho. Salamanca: Aquilafuente. Arcarons, R., Casanovas, O., y Gim?nez, A. (2007). Manual de Derecho Laboral Tur?stico. Madrid: S?ntesis. Asensio, M. y Pol, E. (2001). Conversations on informal Learning in Museums and Heritage1. Recuperado (el 10 de setiembre de 2010): http://www.pasosonline.org/Publicados/pasosoedita/pasosrep1en.pdf#=17 Ashworth, G. y Tunbridge, J. (1990). The Tourist Historic City. Londres: Belhaven. Aurioles, J. (2004). "La pol?tica tur?stica en Espa?a, una perspectiva hist?rica". Mediterr?neo Econ?mico,5, 268-284. Ausubel, D. y Novak, H.J. (1997). Psicologia Educativa; un punto de vista cognitivo. M?xico DF: Trillas. Ausubel, D. y Novak, H.J. (2002). Adquisici?n y retenci?n del conocimiento. Una perspectiva cognitiva. Barcelona: Piados Ib?rica. Baedeker, K. (1898). Spain and Portugal. Handbook for traveller. (Recuperado el 25 de marzo de 2011): http://www.archive.org Baedeker, k. (1898). Spain and Portugal. Handbook for traveller. Leipzig: Baedeker. Baedeker, K. (1913). Spain and Portugal. Handbook for traveller. Leipzig: Baedeker. Baedeker, K. (2009). Spain and Portugal. Handbook for traveller. (Recuperado el 25 de febrero de 2011): http://www.archive.org/stream Baeza, J. y Roldu?, J. (1999). Habilitats comunicacionals dels guies de turisme. En N. Gal?, y Maj?, J.(coord.) El guiatge tur?stic (pp. 65-80). Girona: INSETUR. Barcelona turisme. (2012). Barcelona turisme. (Recuperado el 12 de noviembre de 2013): http://www.barcelonaturisme.com Maria Abril Sellar?s [511] Barretto, M. (1997). NAyA. (Recuperado el 30 de Setiembre de 2012): http://www.naya.org.ar/articulos/museologia01.htm. Batista, E.; Buenama?ana, M.; Cordero, I.; Mart?nez, M.C (2007). "?Por qu? Barcelona? An?lisis de la evoluci?n del turismo en la ciudad". Barcelona: Universitat Pompeu Fabra. Beck, L. y Cable, T. (1989). Interpretation for the 21st Century - Fifteen Guiding Principle for Interpreting Nature and Culture (pp. 15-16). Ilinois: Sagamore Publishing. Bedate, A. (2001). "Estudio de la disposici?n a pagar por un Bien del Patrimonio Hist?rico Cultural". Estudios Tur?sticos, 150, 113-132. Blasco, A. (2006). Tipolog?as tur?sticas. Girona: Xarxa d'Escoles de Turisme. Blaya, N. (2004). "La interpretaci?n del patrimonio como herramienta para la conversi?n del recurso patrimonial en producto tur?stico cultural. Reflexiones y propuestas". XV Congreso Nacional de Historia del Arte (CEHA) 1085-1096. Palma: Universitat de les Illes Balears. Briones, G. (1996). Metodolog?a de la investigaci?n cuantitativa en las ciencias sociales. Bogot?: ARFO. Buend?a, L.; Col?s, P.; Hern?ndez, F. (1998). Metodos de investigaci?n en Psicopedagog?a. Madrid: McGrawHill. Caballero, L. (1980). "El museo: funciones; el personal y su formaci?n". Anabad, 3, 377- 385. Calaf, R. (2003). Arte para todos. Gij?n: Trea. Calle, M.D. (2000). Las ciudades hist?ricas espa?olas como destino tur?stico. Patrimonio cultural y sistemas de acogida local. Baeza: Universidad Internacional de Andaluc?a. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [512] Calvi, M. (2006). Lengua y comunicaci?n en el espa?ol del turismo. Madrid: Arco Libros S.L. Cano Mauvesin, J. (2005). Turismo cultural. Manual del gestor del patrimonio. C?rdoba: Almuzara. Cardona, J. (abril de 2012). Actitudes de los residentes hacia el turismo en destinos tur?sticos consolidados: el caso de Ibiza (tesis doctoral). Palma de Mallorca: Universitat de les Illes Balears. Casanovas, O. (30 de mayo de 2011). El Derecho Tur?stico. (C. info, Entrevistador) Cea, M. (1996). Metodologia cuantitativa: estrategias y t?cnicas de investigaci?n social. Madrid: S?ntesis. Cohen, L. y Manion, L. (2002). M?todos de investigaci?n educativa (2? ed.). Madrid: La Muralla. Comisi?n de las Comunidades Europeas. (2000). Informe de la Comisi?n al Consejo y al Parlamento Europeo sobre la aplicaci?n de la Directiva 92/51 CEE dirigido de conformidad con el art?culo 18 de la Directiva 92/51/CEE. Bruselas: COM. Cook, T.D. y Reichardt, CH.S. (1986). M?todos Cualtitativos y Cuantitativos en la Investigaci?n Evaluativa. Madrid: Moranta. Correyero, B. (2004). "La administraci?n tur?stica espa?ola entre 1936 y 1951. El turismo al servicio de la propaganda pol?tica". Estudios Tur?sticos, 163-164, 55- 79. Crompton, J. (1979). "Motivations for pleasure vacation". Annals of Tourisme Research, 408-424. Cuenca, M. (2004). Pedagog?a del ocio: modelos y propuestas. Bilbao: Deusto. Davis, F. (2010). La comunicaci?n no verbal. Madrid: FGS. Maria Abril Sellar?s [513] Decret N?. 210/1989, Reglament de la professi? de guia de turisme. Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya. Departament de Treball, Ind?stria, Comer? i Turisme. Barcelona. 1 d'agost de 1989, 1195, 3648-3649.: Decret N?. 5/1998, sobre l'activitat de gu?a de turisme. Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya. Departament de Treball, Ind?stria, Comer? i Turisme. Barcelona. de gener de 1998, 2555, 354-356. Doering, Z. (1999). Strangers, guests or clients? Visitor Experiences in Museums. . Curator, 14-87. Edwards, R. (1976). "Interpretation: What Should it Be?" Journal of Interpretation, 1. Esparza, L., Ruiz, C., y Guzm?n, T. (2007). Manual de Buenas Pr?cticas Gu?as de Turismo y Operaci?n Tur?stica Gesti?n de Servicio. Lima: MINCETUR. Feliu, M. y Masriera, C. (2010). "Interactividad y mediaci?n humanas". En J. Santacana i Mestre y C. Mart?n Pi?ol, Manual de museograf?a interactiva (pp. 391-414). Gij?n: Ediciones Trea S.L. Fern?ndez, F. (1994). Manual de museolog?a. Madrid: S?ntesis. Fontal, O. (2006). "Usos educatius del turisme patrimonial" Temps d'Educaci?, 31, 195- 212. Ford, R. (1855). Handook for Travellers in Spain. Edinburg: Murray. Gal?, N., y Maj?, J. (1999). El guiatge tur?stic. Girona: Diversitas, Universitat de Girona. Garcia, M. (2003). Turismo y conjuntos monumentales. Capacidad de acogida tur?stica y gesti?n de flujos de visitantes. Valencia: Tirant lo Blanch. Garc?a, M., De la Calle, M., y Minguez, M. (2011). "Capacidad de carga tur?stica y espacios patrimoniales. Aproximaci?n a la estimaci?n de la capacidad de carga del conjunto arqueol?gico de Carmona" (Sevilla, Espa?a). Bolet?n de la Asociaci?n de Ge?grafos Espa?oles, 57, 219-241. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [514] Orden 23 de mayo 1947. Reglamento para la actuaci?n de gu?as e interpretes libres. Bolet?n Oficial del EStado. Ministerio de la Gobernaci?n. Madrid. 23 de mayo de 1947,147, 3007. Grande, J. (2001). "An?lisis de la oferta de turismo cultural en Espa?a". Estudios Tur?sticos, 150, 15-40. Grinder, A. y McCoy, E. (1985). The Good Guide. A Sourcebook for Interpreters, Docents and Tour Guides. Scottdale, Arizona: Ironwood . Ham, S. (1992). Interpretaci?n ambiental. Una gu?a pr?ctica para gente con grandes ideas y presupuestos peque?os, Departamento de ?reas Silvestres y Turismo. Idaho: Universidad de Idaho. Ham, S. y Morales, J. (2008). "?A qu? interpretaci?n nos referimos?" Bolet?n de Interpretaci?n, 19. Hooper-Greenhill, E. (1998). Los museos y sus visitantes. Gij?n: Trea S.L. Hopkins, D. (1989). Investigaci?n en el aula: Gu?a del profesor. Barcelona: PPU. ICOM. (2010). ICOM la Comunidad de los Museos del Mundo. Recuperado el 27 de enero de 2011, de ICOM la Comunidad de los Museos del Mundo: http://icom.museum/la-vision/codigo-de-deontologia ICOMOS. (1976). Carta de Turismo Cultural. Recuperado el 20 de mayo de 2012, de: http://www.icomos.org/ Institut Catal? de Recerca en Patrimoni Cultural. (Desembre de 2009). "An?lisi de les definicions de turisme cultural i de les formes de recompte dels turistes culturals.gencat.cat. Obtenido de gencat.cat: http://www20.gencat.cat/docs/CulturaDepartament/SSCC/GT/Arxius%20GT/T urisme_cultural.pdf Instituto de Turismo de Espa?a. (2012). Turismo cultural de turistas extranjeros. Madrid: Instituto de Turismo de Espa?a. Maria Abril Sellar?s [515] Knudson, D., Cable, T. y Beck, L. (1995). Interpretation of Cultural and Natural Resources. State College: Venture Publishing, Inc. Kotler, N. y Kotler, P. (2001). Estrategias y marketing de museos. Barcelona: Ariel. Kotler, P. y Armstrong, G. (2008). Principles of marketing. New Jersey: Pearson Education Inc. Kvale, S. (1996). Doing Interviews. Londres: Sage Publications. Laboratorio Permanente de p?blico de museos. (2012). Conociendo a todos los p?blicos. ?qu? imagenes se asocian a los museos? Madrid: Ministerio de Educaci?n, Cultura y Deporte. L?pez, J. (2002). Manual del gu?a. Barcelona: Laertes. Lopez, M. (Febrero de 2014). Estudio exploratorio sobre la interpretaci?n did?ctica del arte en el Museo a trav?s de tecnolog?as m?viles. (Tesis Doctoral). Barcelona: UB. L?pez, R. y Deslauriers, J.P. (junio de 2011). "La entrevistas cualitativa como t?cnica para la investigaci?n en Trabajo Social". Margen, 61, 1-19. L?pez, E. y Alcaide, E. (2011). "A solas con una educadora de museos: Una conversaci?n sobre su trabajo, situaci?n y visi?n de la educaci?n". Redalyc.org, 4-6, 1-12. Lord, B. [. (2008). Manual de Gesti?n de Museos. Barcelona: Ariel. Marchena, M. y Repiso, F. (1999). "Turismo Cultural. El caso de Sevilla". Cuadernos de Turismo, 4, 33-50. Marcos, J. (2003). "La Directiva Bolkenstein y el turismo en Espa?a: el estado de la cuestion". HOSTELTUR. Mart?nez, V., Peir?, J. y Ramos, J. (2001). Calidad de servicios y satisfacci?n del cliente. Madrid: s?ntesis. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [516] Mayer, R. y Ouellet, F. (1991). M?todologie de recherche pour les intervenants sociaux. Boucherville: G?etan Morin. MCA. (03 de 2012). mediation culturelle association. Recuperado el 11 de 06 de 2012, de mediation culturelle association: https://sites.google.com/site/mediationculturelleassociation Melgosa, F. (2004). "El r?gimen jur?dico-administrativo de los gu?as de turismo. VI Congreso Universidad y Empresa: turismo cultural y urbano" (pp. 279-316). Castell?n: Tirant lo Blanc. Melgosa, F. (2014). "El r?gimen jur?dico-administrativo de los gu?as de turismo". VI Congreso Universidad y Empresa: turismo cultural y urbano (p?gs. 279-316). Castell?n: Tirant Lo Blanc. M?ndez, L. (2010). "Patrimonio y Turismo. Del cicerone a la profesi?n de gu?a tur?stico (1830-1929)". Laboratorio de arte, 22, 371-386. Miguel, R. (1866). Nuevo Diccionario latino - espa?ol etimol?gico. Madrid: J.M. Bosch Editor. Ministerio de Educaci?n, C. y. (2010). Estad?sticas de Museos y Colecciones Museogr?ficas. Recuperado el 22 de enero de 2013, de http://www.mcu.es/estadisticas/MC/EM/index.html Montaner, J. (1997). "La memoria del temps / El turisme durant la Generalitat Republicana", 1, 27-29. Montaner, J. (1998). "La Societat d'Atracci? de Forasters de Barcelona (1908-1936)", 3, 34-38. Montaner, J. (1999). "La figura del gu?a a trav?s de la historia del siglo XX". En Gal?, N. y Maj? J., El guiatge tur?stic. Girona: Diversitas, Universitat de Girona. Montaner, J. (2000). "La memoria del temps / Del rom?ntic cicerone al guia professional", 6, 38-41. Maria Abril Sellar?s [517] Morales, J. (1998). "La interpretaci?n del patrimonio natural y cultural: todo un camino por recorrer". PH: Bolet?n del Instituto Andaluz del Patrimonio Hist?rico, 6-25, 150-157. Mucchielli, A. (1998). Psicologia de la comunicaci?n. Barcelona: Paid?s. OMT. (1985). The Role of Recreation Management in the Development of Active Holidays and Special Interest Tourism and the Consequent Enrichment of the Holiday Experience. Madrid: OMT. Orden 17 de 1952. Reglamento para el ejercicio de las profesiones libres de Gu?as, Gu?as-Int?rpretes y Correos. Bolet?n Oficial del Estado. Ministerio de Informaci?n y Turismo. Madrid. Espa?a.1 de 08 de 1952, 214. Orden de 1964. Reglamento Regulador del Ejercicio de Actividades Tur?stico- Informativas Privadas. Ministerio de Informaci?n y Turismo.Bolet?n Oficial del EStado. Madrid. Espa?a. 31 de enero de 1964, 49, 2584-2591. Orden de 1939. Transcripci?n del Reglamento para la actuaci?n de Gu?as e Int?rpretes libres. Ministerio de la Gobernaci?n. Madrid. Espa?a. 15 de diciembre de 1939, 5, 78-80 Orduna, G., y Urp?, C. (2010). "Turismo cultural como experiencia educativa de ocio". Polis. Revista Iberoamericana, 26, 2-17. Picazo, C. (1996). Assitencia y gu?a a grupos tur?sticos. Madrid: Sintesis. Picazo, C. (2011). Procesos de gu?a y asistencia tur?stica. Madrid: Sintesis. Pla, D. (2013). "Turismo y pol?tica: c?mo afectan los grandes eventos al territorio". Revista Digital Geographos, 97. Pocovi, P. (2005). Investigaci?n alternativa. Una t?cnica viable. M?xico: Universidad Aut?noma del Estado de M?jico. An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [518] Prats, C. (2009). "Museos y territorio: del recurso cultural al producto tur?stico". Hermes, 2, 78-87. Prats, J. y Santacana, J. (2009). "La ciudad un espacio para aprender". Aula de Inovaci?n educativa [versi?n electr?nica]. Revista Aula de Innovaci?n educativa, 182. Puig, J. y Trilla, J. (1987). La pedagog?a del ocio. Barcelona: Laertes. Real Academia Espa?ola de la Lengua. (1950). Diccinario manual e ilustrado de la lengua espa?ola. Madrid: Espasa-Calpe. Real Decreto N? 745. Patronato Nacional de Turismo. Gaceta de Madrid. Presidencia del Consejo de Ministros. Madrid. 25 de abril de 1928, 117, 484-487 Real Orden Circular del 18/03/1909. Gaceta de Madrid. Comisi?n Nacional de Turismo. Madrid, 18 de marzo de 1909, 77, 650.. Ribagorda, M. (2002). Patrimonio cultural. Madrid: Thomson. Richards, G. (1996). Cultural Tourism in Europe. Cabi: Wallingford. Rinc?n, D. Arnal, J., Latorre, A. y Sans, A.. (1995). T?cnicas de Investigaci?n en ciencias sociales. Madrid: Dykinson. Rodr?guez, G.; Gil, J.; Garc?a, E. (1996). Metodologia de la investigaci?n cualitativa. Granada: Aljibe ediciones. Romero, C. (1998). "La ciudad hist?rica y las estrategias de comunicaci?n". En F. L. Ciaxa (Ed.), Vivir las ciudades hist?ricas. Actas del Seminario de Turismo, Conservaci?n y Rehabilitaci?n del patrimonio Arquitect?nico y Art?stico (pp. 13- 30). C?ceres: Fundaci?n La Caixa. Salamanca, A. y Mart?n-Crespo, C. (2007). "El dise?o en la investigaci?n cualitativa". Nure, 26. Maria Abril Sellar?s [519] Sierra, R. (1994). T?cnicas de Investigaci?n Social. Teor?a y ejercicios (9a ed.). Madrid: Paraninfo. Sierra, F. (1998). Funci?n y sentido de la entrevista cualitativa en la investigaci?n social. En J. Galindo (Coord), T?cnicas de investigaci?n en sociedad cultural y comunicaci?n. M?xico: Addison Wesley Longman. Sureda, J., Guerra F. y Castells, M. (2008). Interpretaci?n del patrimonio. Dise?o de programas de ?mbito municipal. Barcelona: UOC. Taglioni, B. (2005). "Strategie e metodi di mediazione culturale nel turismo", in: Il Turismo Culturale in Italia tra tradizione e innovazione. Societ? Geografica italiana, 321-330. Taylor, S. y Bogdan, R. (1996). Introducci?n a los m?todos cualitativos de investigaci?n. Barcelona: Paid?s. Tilden, F. (1957). Interpreting our heritage. North Carolina: The University of North Carolina Press. Tosselli, C. (Mayo de 2006). Algunas reflexiones sobre el turismo cultural. (I. C. laguna, Ed.) Recuperado el 20 de mayo de 2012, de Pasos. Revista de Turismo y Patrimonio Cultura: http://www.pasosonline.org Troiti?o, M. (2003). "Turismo y conjuntos monumentales: desaf?os de interpretaci?n y de gesti?n. Congreso Internacional Desarrollo Tur?stico Integral de Ciudades Monumentales" (pp. 273-290). Granada: Patronato Provincial de Turismo de Granada. Try, C. (2012). HotStats 2012 Uk, Europe y MENA Hotel Industry Report. HotStat. UNWTO. (2013). UNWTO. "El Panorama del turismo Internacional "Recuperado el 25 de 04 de 2013, http://www.inguat.gob.gt/inteligencia-de-mercados- inguat/PANORAMA-DEL-TURISMO-INTERNACIONAL-OMT-2012.pdf An?lisis de la Mediaci?n Humana en espacios muse?sticos: la figura del gu?a tur?stico en el contexto de la ciudad de Barcelona [520] Vacas, T. (2000). "Los museos madrile?os como oferta tur?stico-cultural". Cuadernos de Turismo, 5, 105-111. Valles, M. S. (2009). "Entrevistas Cualitativas". Cuadernos Metodol?gicos32. Vander, G. (Enero de 2003). La interpretaci?n es un instrumento para la gesti?n. Recuperado el 15 de enero de 2010, de Bolet?n de Interpretaci?n: http://www.interpretaciondelpatrimonio.com/boletin/index.php/boletin/issue /view/13 Vicente, D.J. y Rivero, R. (2009). Impacto de la transposici?n de la Directiva de Servicios en Castilla y Le?n. Valladolid: Consejo Econ?mico social de Castilla-Le?n. Wagensberg, J.; Arnal, M.; Terradas, R.; Gorsel, K. (2006). Cosmocaixa: El museo total por conversaci?n entre arquitectos y muse?logos. Barcelona: SACYR. Maria Abril Sellar?s [521]