Presentación del monográfico 'La prosodia y la expresión de la afectividad'

Abstract

Desde el inicio de este siglo hemos asistido a un crecimiento exponencial del número de investigaciones dedicadas al estudio de la entonación y, specialmente, de la entonación lingüística1, que es la que determina las unidades fonológicas distintivas, los tonemas, y los rasgos melódicos que identifican las distintas modalidades oracionales y los patrones melódicos de las lenguas. También, aunque quizás en menor grado, se ha abierto una línea de interés centrada en el estudio de la entonación prelingüística, es decir, en caracterizar los rasgos melódicos que organizan fónicamente el discurso y que se manifiestan en el acento dialectal (peculiaridades melódicas de cada dialecto que los describe y, a su vez, los distingue unos de otros) y en el acento extranjero (rasgos melódicos de la lengua nativa que influyen en la pronunciación de una lengua extranjera). No obstante, queda un ámbito poco explorado por los investigadores de la entonación y de la prosodia, en general, que es de total relevancia, porque puede afectar la comprensión del mensaje y puede ser la causa de numerosos malentendidos y dificultades comunicativas. Se trata de la expresión de la afectividad, la cual, desde nuestro punto de vista, incluye la expresión de las emociones (centradas en el emisor, la cortesía y la descortesía (centradas en el receptor), así como también, la entonación de foco o la ironía (centrada en el mensaje).