Please use this identifier to cite or link to this item: http://hdl.handle.net/2445/9003
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dc.contributor.authorMontero Souto, Pablo-
dc.date.accessioned2009-07-13T11:29:36Z-
dc.date.available2009-07-13T11:29:36Z-
dc.date.issued2009-07-13T11:29:36Z-
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/2445/9003-
dc.description.abstractEn nuestro proyecto hemos tratado de caracterizar el perfil de los municipios como territorios educativos; particularmente, a través del gobierno educativo que ejercen las Administraciones Locales. Para satisfacer este objetivo, partimos de cuatro interrogantes, que son: (1) cuál es el encargo social que corresponde a los poderes públicos locales en materia educativa; (2) qué significados adopta la acción educativa en las ciudades españolas; (3) cómo se trasladan los principios pedagógicos a la vida institucional de las Administraciones Locales; (4) y qué políticas públicas trasladan estos referentes a la acción educativa municipal. En respuesta a estas cuestiones, comenzamos analizando tanto la legislación educativa como las bases reguladoras del régimen local, destacando que los gobiernos locales, aunque no son Administraciones Educativas, sí tienen una creciente importancia en la formación de la ciudadanía. En el ejercicio de esta función, encuentran limitaciones y posibilidades. Entre las primeras se señala el centralismo de las Administraciones Educativas y la relegación de las Administraciones Locales al cumplimiento de un rol educativo de naturaleza cooperadora y complementaria, aunque difusa y residual. Entre las segundas se da la bienvenida a una reforma del gobierno local que valide los principios de autonomía local, descentralización educativa, transferencia de competencias, y subsidiariedad financiera. Posteriormente, recurriendo a la idea de la Ciudad Educadora, se analizan las potencialidades educativas del municipio, destacando que la ciudad es un poderoso vector de educación. De un lado, la práctica educativa no puede estar al margen de la problemática urbana. De otro, la ciudad es entorno, agente y objeto de enseñanza-aprendizaje. En este sentido, se insiste en afirmar que las Ciudades Educadoras representan el compromiso de las ciudades con el derecho a la educación, enfatizan el rol social la educación como un proceso de responsabilidad compartida, y contribuyen a construir sociedades democráticas sustentadas en el ejercicio de la ciudadanía. En el plano administrativo y gerencial, se recurre a la literatura municipalista para subrayar que la dimensión local le ofrece valiosas plusvalías a la acción educativa, tales como la proximidad, participación y descentralización. A mayores, la prestación de servicios personales añade las claves de gestión transversal, acción integrada, trabajo en red, planificación estratégica, corresponsabilidad, cooperación multinivel, etc. Y, en paralelo, también se observan las condiciones de eficacia y eficiencia de los recursos públicos, transparencia democrática y calidad de servicio público. Por último, tratamos de identificar y valorar las iniciativas propuestas desde la acción de gobierno, a través de los programas elaborados por varios partidos políticos de carácter ¿estatal¿ y ¿nacional¿. De su lectura se deriva que la mayoría de las acciones están orientadas a cumplir con las competencias obligatorias en materia de escolarización, a lo que cabe añadir la desigual voluntad de prestar servicios complementarios y ofertar actividades extraescolares. De este análisis se concluye que las actuales políticas locales tan sólo desarrollan algunas de las muchas posibilidades que ofrecen los municipios, los territorios y las comunidades. Finalmente, el proyecto resalta que los gobiernos locales están cobrando un creciente protagonismo como distribuidores y descentralizadores de servicios personales, como la educación y formación. Ello es especialmente necesario para la problemática urbana, en la medida que hoy demanda nuevos modos de concebir el papel de la educación y de la escuela. Sin embargo, las limitaciones competenciales relegan al municipio una función subsidiaria y complementaria de segundo orden. Y, en consecuencia, la modernización de la Administración Local requiere una nueva cultura de Gobernación Relacional y políticas amigables, donde el liderazgo municipal manifieste un claro compromiso de promover la formación de una Comunidad Educativa más cooperadora y participativa.spa
dc.format.extent94 p.cat
dc.format.mimetypeapplication/pdf-
dc.language.isospaeng
dc.relation.ispartofseriesPostgrau en Gestió de Projectes de Serveis Personals a l'Administració Localcat
dc.relation.ispartofseriesOctubre 2008cat
dc.rightscc-by-nc-sa (c) Montero Souto, 2009cat
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/3.0/es/-
dc.sourceProjectes Finals - IL3-UB (Institut de Formació Contínua)-
dc.subject.classificationAdministració localcat
dc.subject.classificationSociologia de l'educaciócat
dc.subject.classificationPolítica educativacat
dc.subject.otherLocal governmentcat
dc.subject.otherEducational sociologycat
dc.subject.otherEducational policycat
dc.titleCiudad Educadora y política local: realidades y perspectivas urbanas de la acción socioeducativa municipalspa
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/workingPapereng
dc.rights.accessRightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesseng
Appears in Collections:Projectes Finals - IL3-UB (Institut de Formació Contínua)

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