Museos y colonialidad en Catalunya. Colecciones coloniales, musealización y debates.

Abstract

Desde la segunda mitad del siglo XX se han puesto en duda muchos de los cimientos socio-culturales y de las prerrogativas de poder que regían la sociedad occidental y que se daban por sentado desde hacía cientos de años. Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, la llegada de los movimientos anticolonialistas y las teorías postmodernistas, las sociedades han reconfigurado su mirada del “otro” y han cambiado muchos aspectos culturales y científicos que antes eran aceptados por éstas. La percepción de algunos espacios públicos simbólicos y de ciertos grupos sociales (considerados como ajenos a la sociedad occidental) ha sido objeto de constantes impulsos reformadores y de críticas por parte de una sociedad civil y académica más concienciada e inclusiva. Los museos occidentales y ciertas piezas del patrimonio monumental de muchas poblaciones y ciudades han sido focos de críticas, de reclamaciones y de cambios museográficos. No hay que olvidar que Europa y Estados Unidos fueron agentes coloniales e imperiales que durante siglos aprovecharon su situación de ventaja para expoliar y someter económicamente a otras sociedades menos desarrolladas tecnologicamente. Los restos de estos actos y vejaciones se manifiestan y se pueden encontrar aún por Europa y Norteamérica, ya sea en forma de colecciones de objetos expuestas en museos o en forma de monumentos y placas conmemorativas de personalidades históricas que participaron en el dominio y el expolio por la fuerza de muchos pueblos. Muchos países y sus respectivas instituciones públicas, así como museos han progresado durante los últimos 40 o 50 años y han intentado cambiar la situación replanteando sus colecciones museográficas, cambiando el paisaje patrimonial y en algunos casos, cediendo a las peticiones de devolución de objetos que se han hecho desde alguno de los países afectados en el pasado por el colonialismo y el imperialismo.