Las tejedoras que crean memorias y comunidades: Análisis de las prácticas textiles femeninas desde su capacidad colectiva y su relación con los espacios artísticos

Abstract

La presente investigación traza un análisis, desde una perspectiva feminista, de la capacidad colectiva de las prácticas textiles llevadas a cabo por mujeres. Para ello, primero trazo una conceptualización del textil, que se vertebra alrededor del hecho de que ha sido una actividad que han realizado mayoritariamente mujeres a lo largo de la historia. A partir de la interrelación de las prácticas textiles y el género, analizo cómo se ha conformado esta genealogía femenina, comprendiendo la naturaleza transhistórica de dichas prácticas y las potencias que activa su memoria. Ello me permite comprender el hogar, un espacio relegado a los márgenes por el patriarcado, como un lugar de aprendizaje textil intergeneracional y familiar y, por lo tanto, comunitario. La genealogía del textil también me lleva a analizarlo como un lenguaje propio colectivo, disidente a las formas de producir conocimiento hegemónicas. Además, con la intención de comprender cómo se despliegan estas características de las prácticas textiles, este estudio analiza los espacios en que estas habitan, para comprobar qué de esta memoria se potencia o se elide en ellos y atender a los modos situados en los que el textil se desarrolla. Con este objetivo, analizo la salida del textil del hogar al afuera, lo que primero requiere de una aproximación crítica al dualismo ontológico humanista que opera bajo la distinción de los llamados espacios público y privado, fomentada por el patriarcado. Ello me lleva a proponer unas fronteras porosas, eliminar la jerarquización de los espacios y basarme en la premisa de “lo personal es político”, dado que el textil es político tanto dentro como fuera del hogar. En este afuera como lugar reclamado, estudio los modos de hacer textil que se despliegan en la manifestación, en el duelo, en el activismo en el espacio urbano y en la creación de instalaciones para crear espacios colectivos. El hecho de reclamar el exterior también me lleva a analizar la inserción de las prácticas textiles en los museos, desde una perspectiva crítica, para comprender dónde quedan los cuerpos de las mujeres, el proceso y la memoria textil. Desde la metáfora del textil dormido o sonámbulo en el museo, analizo de qué modo este se adormece o se activa efímeramente, desde su concepción objetual o desde proyectos participativos, comunitarios y performativos. En definitiva, este estudio genera un mapa de la capacidad de colectivización y sociabilidad femenina de las prácticas textiles, analizando una serie de estudios de caso y su relación con los espacios en los que se reverbera o se elimina su hacer en colectivo.