Replacing the death penalty with other punishments in the Islamic world

Abstract

[eng] Despite the universal abolitionist movement against the practice of capital punishment still, countries with the most inhabitants are preserving this penalty in their penal codes. Yet, fortunately, the number of abolitionists de jure is growing broadly during recent years. The mentioned progress can be a consequence of the global tendency of nations towards democracy, education, enlightenment, and perhaps, tolerance, resulting from international actions aiming to increase public awareness. Regarding these facts, the objective of the thesis is to introduce alternative punishments to the death penalty in countries with a high risk of executing their citizens, using philosophical concepts, legal principles, and experience of other abolitionist countries. Discarding China, due to unreliable statistics and information, we focus on the states in the second and third rank, respectively, Iran and Saudi Arabia. Due to being followers of two different Islamic denominations, these countries share a significant part of their law that is based on Shari'a. Including France and Spain because of the juridical impact of the former and the democratic transition of the latter is an endeavor to find a path towards outlawing the death penalty using their proven experience and considerations and recognizing our options in reaching our objective. After dealing with cons and pros argumentations, we study the global statistics with specific attention towards our target countries. Later, we scrutinize the legal history of the four states focusing on the process of abolition in Spain and France to find and suggest a systematic judicial pattern to replace and commute the penal codes of the two other countries by proposing alternative punishments. Even though we intend to follow principally the methodology recommended by the United Nations, we also try to deal with theological, philosophical, judicial attitudes, and treaties and conventions alongside legal principles regarding the death penalty to propound the restricting policy to use this punishment. We also incorporate a set of rights and necessary information not only to protect the right of the convicted persons but also to facilitate future investigations. The result that we reach is optimistically operational for countries that desire this reformation. In brief, Spain, after an unsuccessful abolition, had sufficient experience to codify laws in which the death penalty was accompanied by an alternative punishment leading to a more uncomplicated process of outlawing capital punishment through its replacement with the mention options. For other penalties, likewise France, it suggested the maximum sentence listed in the scale after capital punishment. Using this system and other methods of interpretation, we could propound alternative penalties for all capital crimes in IIPC. However, Saudi Arabia, due to the lack of a penal code, misses the opportunity to be treated systematically, even though we recommend some amendments towards general Islamic law. The suggestion for the mentioned country is not to sign any execution by the king as an act of mercy and pardon while imprisoning or fining the convicted to the maximum penalty after death. Eliminating any discriminatory factor regarding gender, religion, or any other feature, we would finally try to reach the statement of «the death penalty is abolished» without any reservation or additional phrase basically because it is not necessary for a judiciary to impose an irrecoverable penalty while having other alternatives at its disposal.

[spa] A pesar del movimiento abolicionista universal contra la ejecución de la pena capital todavía, los países con más habitantes, mantienen este castigo en sus códigos penales. Sin embargo, afortunadamente, el número de abolicionistas de jure está creciendo ampliamente durante los últimos años. Este progreso podría considerarse como consecuencia de fortalecer la tendencia global de las naciones hacia la democracia, la educación, la ilustración y quizás la tolerancia, como resultado de acciones internacionales destinadas a aumentar la conciencia pública. Respecto a estos hechos, el objetivo de la tesis es introducir castigos alternativos a la pena de muerte en países con alto riesgo de ejecución de sus ciudadanos, utilizando conceptos filosóficos, principios legales y experiencias de otros países abolicionistas. Descartando a China, debido a estadísticas e informaciones poco confiables, nos enfocamos en los estados en el segundo y tercer rango, respectivamente, Irán y Arabia Saudita. Siendo seguidores de dos denominaciones islámicas diferentes, estos países comparten una parte significativa de su jurisdicción que se basa en la sharía. Por otra parte, incluimos a Francia y España por el impacto jurídico de la primera y la transición democrática pasada en la segunda. Así intentaremos encontrar un camino legal hacia la abolición de la pena de muerte utilizado las consideraciones y experiencias probadas de estos dos últimos países y alcanzar unas opciones y alternativas para llegar a nuestro objetivo. Después de abordar los argumentos en contra y a favor de la pena de muerte, estudiamos las estadísticas globales con especial atención a Irán y Arabia Saudita. Posteriormente, repasamos la historia jurídica de los cuatro estados centrándonos en el proceso de abolición en España y Francia para encontrar y sugerir un modelo judicial sistemático que sustituya y conmute los códigos penales de los otros dos países proponiendo penas alternativas. Si bien pretendemos seguir principalmente la metodología recomendada por las Naciones Unidas, también tratamos de abordar las actitudes teológicas, filosóficas, judiciales y los tratados y convenciones junto con los principios legales sobre la pena de muerte lo que nos ayudará a proponer una política restrictiva para ejecutar este castigo. En la tesis también está incorporado un conjunto de derechos e informaciones necesario, tanto para proteger el derecho de los condenados, como para facilitar futuras investigaciones. Con optimismo, el resultado que logramos es operativo para todos los países que desean esta reforma de abolir la pena de muerte. Explicando brevemente, España, después de una abolición fallida, tenía suficiente experiencia para codificar leyes en las que la pena de muerte iba acompañada de una pena alternativa que conducía a un proceso menos complicado de ilegalizar la pena capital mediante su sustitución por las opciones mencionadas. Para otras penas, al igual que Francia, sugirió la pena máxima enumerada en la escala después de la pena capital. Usando este sistema y otros métodos de interpretación, podríamos proponer penas alternativas para todos los delitos castigados por pena capital en el código penal islámica de Irán (IIPC). Sin embargo, Arabia Saudita, debido a la falta de un código penal, pierde la oportunidad de ser tratado de manera sistemática, aunque en general recomendamos algunas enmiendas a la ley islámica. La sugerencia para el mencionado país es que no estuviere firmada ninguna ejecución por parte del rey como un acto de misericordia e indulto, cuando mientras tanto se encarcela o se multa al condenado con la pena máxima después de la muerte. Eliminando cualquier factor discriminatorio en cuanto a género, religión, o cualquier otro rasgo, por fin intentaríamos llegar a un artículo en el cual se manifiesta la abolición de la pena de muerte - «Queda abolida la pena de muerte» - sin ninguna reserva o frase adicional, básicamente porque no es necesario imponer una pena irrecuperable mientras el sistema jurídico tiene otras alternativas a su disposición.