(Asociación The Conversation España, 2020-01-15) Vilaplana i Hortensi, Jordi; Pelegrí i Gabaldà, Carme; Augé Marí, Elisabet; Riba Baqués, Marta
Si administrásemos un colorante vital como el azul de Evans a la sangre de una rata o un ratón, pasados unos minutos el animal tendría todos los órganos azulados, cual pitufo sin calzones, con excepción de su cerebro. La explicación es sencilla: en el cerebro existe una barrera, conocida como barrera hematoencefálica, que limita enormemente el intercambio de sustancias entre la sangre y dicho órgano.