“Mi dolor es tu negocio”. Violencia mediática y morbo

Abstract

Fa uns mesos, en pensar el tema per a la sessió d’aquesta tarda, començava el meu escrit esmentant la reflexió d’Adam Smith (1723-1790) qui, a la seva obra Teoria dels sentiments morals (1759), parlava de la “inexperiencialitat” dels dolors dels altres per un motiu lògic: no puc experimentar de manera directa el que les altres persones senten. En aquest sentit, escrivia Smith: Como carecemos de la experiencia inmediata de lo que sienten las otras personas, no podemos hacernos ninguna idea de la manera en que se ven afectadas, salvo que pensemos cómo nos sentiríamos nosotros en su misma situación. Aunque quien esté en el potro sea nuestro propio hermano, en la medida en que nosotros no nos hallemos en su misma condición, nuestros sentidos jamás nos informarán de la medida de su sufrimiento. Ellos jamás nos han llevado ni pueden llevarnos más allá de nuestra propia persona, y será solo mediante la imaginación que podremos formar alguna concepción de lo que son sus sensaciones. Y dicha facultad solo nos puede ayudar representándonos lo que serían nuestras propias sensaciones si nos halláramos en su lugar. (Smith, [1790] 2004:49-50) Com ens diu el filòsof, serà la imaginació que ens ajudarà a concebre com és el mal, l’angoixa o el patiment aliens. La imaginació m’ajuda a fer-me una idea del que els altres senten per analogia: concebent què sentiria jo davant una situació semblant. Imagino i empatitzo –em poso a les seves sabates.