Representar al rey Jaime I ante las cortes islámicas norteafricanas: Perfiles y tipos

Abstract

[spa] El largo reinado de Jaime I el Conquistador, de 1213 a 1276, está condicionado por dos principios que regirán la mayoría de sus actos: consolidar el poder real y aumentar los ingresos de la Corona. Ambas políticas se retroalimentan, pues para fortalecer la autoridad del rey es necesario disponer de un buen tesoro, capaz de comprar las voluntades necesarias, y para acrecer la riqueza del monarca este debe ser capaz de imponerse a sus súbditos, convenciéndolos e incluso obligándolos a contribuir, de una forma u otra, en los gastos de la Corona. En el presente trabajo, intentaremos mostrar cómo ambos vectores también caracterizaron la política de Jaime I para con los países islámicos del norte de África y cómo esto se reflejó en la elección de los embajadores que representaron al monarca catalanoaragonés ante los soberanos norteafricanos.